[Invasión] Las semillas del Caos
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Podía sentirlo. El escalofrío que recorría su médula ósea tensando su cuerpo, desde el coxis hasta la nuca, era una cosa atroz. Hacía mucho tiempo la Senju no había estado envuelta en combates y salvo los entrenamientos en la base de Kakusei y sus encuentros con Adan, no había tenido que enfrentarse al tipo de situaciones que le generaran tal estrés. El aire mismo estaba denso y ella misma sentía como aquel teatro no servía de nada. Si había un sensor más de una cosa para ellos estaba clara. Sus piernas, semiflexionadas, se prepararon para salir a toda como cohete, justo por la calle que estaba en frente.

¿Qué estoy haciendo? el combate acaba de empezar, no es más...— pensó mientras tocó un par de veces la espalda de Albert, o a quien ella creía, era Adán.

¿Qué sabía la actualmente castaña de la técnica del Yamanaka? Poco más que lo que él mismo le había dicho, pero entonces, ¿era bueno dejar su cuerpo ahí? Salir sacudido por cualquier acción contraría podía ser contra producente. Claro, su historia, sobre el cuerpo que trataba de cargar pasaría a ser real, por un lado, pero por otro, el clon no sería capaz de soportar un ataque como los que se veía venir, el tipo de aura rojiza se notaba aterrador. En ese momento, entonces todo estaría acabado, puesto que no tendría sentido que un clon cuidase a alguien que no fuera importante y si era así, ¿dónde estaba el cuerpo real? No, ese descubrimiento era algo que no se podía dar el lujo de tener.

Lo primero, y a una velocidad impensable, fue escuchar como la espada del tercer sujeto se clavaba a la pared y desde ahí, una explosión de diez metros que golpearía todo a su paso. El teatro no había funcionado ¿Qué más señal necesitaba? Pues le hizo caso a su instinto, el cuerpo de Adan sería movido levemente hacia arriba y la chica usaría su velocidad corriente y con la adrenalina del momento para alejarse en un segundo y medio a 16 metros de su posición inicial. No sin antes lanzar hacia la chica en el tejado un cono de senbons que buscarían hacerle daño y evitar la concentración de la técnica que ella misma conocía perfectamente al ser usuaria de katon.

Así, para cuando el sujeto de aura aterradora diera su puño, el clon de Kaname estaría fuera del alcance de la onda y el daño del oukashou, al tiempo que las senbons viajaban a la chica y ella hacia un único sello que pretendía anular por completo la técnica de la mujer del tejado no sin antes haber previsto una ruta de escape. ¿Funcionaría su plan? Pero más importante, ¿había logrado Adan hacer algo ante aquel ataque?

Así que... nos descubrieron ¿no?— esbozó una sonrisa ladina y casi macabra en el rostro.

Anotaciones del post


[Imagen: Firma-Kaname.jpg]

Hablo - Pienso - Narro
Creaciones - Cronología - Id. falsa

Bonus

Inventario
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Estadísticas de Fujitora Kaguya

Sello Maldito - Fase 1


~ Enroque.


Fujitora Original, plaza sur.

- Sí... conozco a ese joven, batallé con él en el coliseo hace un tiempo, fue un digno oponente... tengo curiosidad, ya me explicarás más adelante como que participa en esto, se le ve... un tanto distinto -

Contesté a la aclaración del joven líder, agudizando mi vista en él, dejando entrever mis pupilas azabaches, poco vistas últimamente, y ya que la situación se estaba poniendo tensa, no volvería a esconderlas hasta que todo aquello acabara. 

El ambiente se dibujaba algo caótico, aparentemente contemplaba que parecía que se nos había ido algo de las manos, aunque dentro de una mentalidad realista, quizá era algo irreversible no montar tanto escándalo, más cuando éramos tantos participantes consumando la primera de las acometidas de Kakusei en este esperpéntico y angosto mundo.

- No he podido localizarlo, ese centro de comunicaciones dudo que se encuentre en un sector tan comercial como este, apostaría porque estuviera bien en el sector central donde la torre o la zona norte de la aldea de la aldea... pero sí, creo que esa cúpula habría que caerla, deja que ayude a Rogu con ella... -

Y desde mi costado, se deslizó una maraña de hilos negros serpenteantes, emergiendo desde mi manga para acabar en el suelo e ir recomponiéndose. Uno de mis núcleos salió hacia el exterior, el corazón arrebatado de Nakia poco a poco se fue haciendo corpóreo en una aberración inenarrable cuya composición sería desconocida por cualquiera que la contemplase.

- Ves con cautela a ayudarlo y tirad esa barrera, a la mínima ofensiva o jaleo regresa conmigo -

Le ordené, y tan pronto como aquel ente se dio la vuelta y se adelantaría a alcanzar al inesperado aliado de Kaito, hizo brotar desde la parte superior de su columna una enorme nodachi, negra como el abismo del que provino, y del mismo material del que se componía, en cuestión de segundos se solidificó para ser empuñada, y ahí se perdió.

Jiongu:Kanki Kurutta kokoro

corazón jiongu

- Seguramente hemos llamado también la atención nosotros 2, deberíamos de estar atentos por si nos abordan, yo me encargo mientras te sigo -

Kanchi No Jutsu

Extendí una enorme zona de monitorización de 90 metros, siguiendo tan solo el paso de Kaito, a la estela de su rumbo y junto a los 3 seres que originó de enorme envergadura, que a pesar de que nos ofrecían una ventajosa protección, eran a cada cual más llamativo que el anterior, y atemorizaban a los civiles resguardados, atrayendo todo tipo de atenciones de la zona, de las que por supuesto se incluiría la militar.


Clon de Fujitora, distrito 5, dentro de la barrera.

Kanchi No Jutsu

La situación se tornaba por momentos tensa, y aunque fuera tan poco esperado pero evidente, el individuo que llegó más al oeste no se pensó 2 veces actuar de inmediato ni las posibles consecuencias que tendría su acción, revelando de sí mismo una sangre fría y profesionalidad robusta y sin fisuras. Sin titubeos, lanzaría una de sus armas a una distancia intermedia entre la posición del falso Kaito y la mía, provocando un estallido que en mi favor utilizaría.

- ¡¡Aaaaaaahhh!!! -

La explosión me catapultó ligeramente hacia delante, acabando a unos 5 metros del susodicho, ligeramente herido y con parte de la parte de atrás de las ropas chamuscadas. No iba a negar que había notado el estallido, pero tal era mi entereza que no sacudiría y esfumaría el kage bushin, no al menos con algo tan simple. De nuevo actuaría, simulando daños y un estado lastimoso del que pretendía aprovecharme, en una posición ligeramente ladeada del shinobi de Kusagakure y de espaldas a sus 2 compañeros.

- Es todo un error... y soy una víctima más, tienes que sacarme de aquí, estaba secuestrado por ellos... por favor -

Mezquino y calculador, mis palabras llevarían un veneno hacia los oídos del shinobi para convencerle finalmente de un falso rol que le hiciera de alguna forma dudar de mi verdadera identidad, y es lo que quería, por eso, le dediqué esas palabras tembloroso y orientando mi rostro hacia unos grados desviados de su posición para escenificar la ceguera que no tenía, para que esta siguiera siendo convincente y viera que no le estaba hablando como de costumbre se hacía. Estaba apoyado sobre Teitoku, con las rodillas ligeramente flexionadas, demostrando que me costaba ponerme totalmente de pie.
resumen y gastos
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~ Narro ~ Hablo ~ Pienso ~
pasivas
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El clon de Kaito observó cómo su estratagema fallaba, pero no se rendiría tan fácilmente. La lentitud del ataque del joven extraño, Murata, no sería un problema insalvable. Con una rapidez felina, el clon se desplazó fuera del área de peligro, buscando acercarse a unos 10 metros de Murata. Una vez en posición, sus manos se movieron con destreza, desencadenando su siguiente técnica. Kaito materializó diversas sanguijuelas desde sus brazos precipitándose reptantes a su enemigo. Estas criaturas, en lugar de causar daños directos, tenían un propósito más insidioso. Al morder a su enemigo, paralizarían su cuerpo por completo durante cuatro segundos, un tiempo suficiente para cambiar el curso de la batalla.

Simultáneamente, Rogu, la demoníaca bestia, reaccionó contra su propia voluntad a las órdenes de Kaito. Sin importar los deseos de su mente, su cuerpo actuó en respuesta a su maestro, lanzándose en una embestida sin igual. Las llamas rojas llenaron el campo mientras saltando entre tejados saltaba contra aquella barrera propinándole un golpe cargado de un poder digno de alguna divinidad , y la explosión del ataque del revivido hizo añicos la barrera, que se desmoronó en pedazos.

Desde una posición elevada en un tejado, Kaito no había parado de moverse y ahora, justo en los límites de la barrera destruida, el verdadero Kaito observaba la escena. Sin detener la melodía que brotaba de su flauta, ordenó a sus tres dokis que se acercaran a la zona donde se encontraban los enemigos. Los dokis, criaturas espectrales y poderosas, se movieron con rapidez y precisión, listos para arremeter contra cualquiera que se interpusiera en su camino.

Kaito, desde su percha elevada, continuó tocando su flauta con una calma que contrastaba con el caos que se desataba a su alrededor. Cada nota resonaba con un propósito, amplificando el poder de sus ilusiones y reforzando la moral de sus aliados. Con sus ojos fijos en el campo de batalla, Kaito estaba preparado para cualquier eventualidad, controlando el flujo del combate con la misma habilidad con la que tocaba su música.



Estadísticas de Kaito


Off
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Estadísticas de Adan Yamanaka

Todo se fue "a la mierda", los sujetos no dudaron en atacar  ¿Habian descubierto nuestro plan? ¿Que no eramos civiles? Realmente no tenia idea pero sea lo que sea, lo mejor seria actuar, Albert sigue con el señuelo de ser una victima mas aunque logra escuchar y ver "con dificultad" lo que pasa, pues trataba de "entreabrir" los ojos un poco ,  siguiendo con su plan de damicela en apuros mientras que yo, en el muñeco, observaba todo. Cuando el sujeto aparecio a 2 metros de Kaname y de mi gemelo, me puse de pie con movimientos sutiles para no llamar la atecion y una vez aquel hombre golpea el suelo, aprovecho para correr a maxima velocidad hacia él, todo mientras aprovechaba que la atencion desde el primer momento la tenian en los "humanos"  y yo solo pasaba a estar como parte del contexto. 

Mi objetivo era simple: Ryu, a el iba a tocar ¿Por que a él? Porque era el que estaba mas cerca, mi velocidad era de 9 metros por segundo, por eso, llegar a él no iba a costarme nada. 

Albert iba a quedar donde lo dejaran, incluso de recibir daño, lo iba a recibir sin mas, pues aun no veia prudente que le descubrieran del todo,  eso iba a generar un verdadero ataque sorpresa ya que el gemelo sabia muy bien que estaba pasando. Si todo salia bien, iba a tener el control de Ryu y mi primera accion seria apartar al muñeco con un golpe (Una vez le toque claramente), de ahi, iba a tomar en cuenta cada recuerdo  para que mi actuacion sea real, aprovechando tambien averiguar la maxima informacion posible de la aldea y asi poder transmilitar a mis compañeros para tener una mejor invasion. 

resumen
Pienso/Hablo/Albert
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El Emperador
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La luz del día le permitía a Karai una visión bastante clara del entorno en el que se sumergía. Lo más difícil de afrontar pudo ser la correntada, pero la morena había construido con el entrenamiento de años un cuerpo fuerte y resistente, y aunque no acostumbraba a nadar muy seguido sabría arreglárselas para recorrer un larguísimo tramo y llegar por el afluente a las entrañas de la aldea.

Aparentemente, durante la explosión en la central eléctrica, el sapo que acompañaba a Kaname supo tener la misma idea que Karai y, habiendo logrado reconocer a la morena cuando entró al agua, decidió ir tras ella. Adoptando un comportamiento para nada propio de un sapo normal y corriente, el anfibio logró captar la atención de la muchacha. No fue difícil para ella reconocerlo. Ya había visto a Kaname llevando en su hombro aquella inusual y llamativa compañía anaranjada, y al verlo nadar a su lado con sus brillantes y extraños colores pensó de inmediato que debía tratarse del mismo sapo. Pero, ¿por qué se había pegado a ella? Podía hacer muchas deducciones al respecto, mas no era adivina y solo se conformó con la idea de que si el sapo la acompañaba, debía existir una razón válida y justificada para que permaneciera a su lado. Tal vez había recibido una orden de Kaname, o tal vez simplemente intentaba, igual que ella, escapar del peligro. Por ese motivo, Karai le permitió al animal acercarse, posarse sobre ella u ocultarse entre su ropa si así lo requería.

A pesar de la distancia, y aún desde la profundidad de aquel entorno acuático, Karai llegó a sentir unas vibraciones muy potente que le recordaron a la intensa magnitud de un movimiento telúrico. ¿Cuáles eran las probabilidades de que un sismo sacudiera Kusagakure justo en aquel momento? Claro. Era fácil deducir que el alboroto se debía a algo más, algo gordo que estaba pasando allá afuera mientras ella jugaba a la sirenita en compañía de Sebastian el sapo de Kaname.

Cuando vio los verduzcos pilares que sostenían lo que era una gran estructura sobre el río -predeciblemente un puente-, decidió emerger debajo del mismo y apenas sacar la cabeza como un cocodrilo que espía el entorno asomando sus ojos sobre la superficialidad del agua. Sobre la coronilla, como si reposara encima de un nenúfar, estaría el sapito. Desde su lugar ambos podrían observar la gigantesca barrera rojiza que se levantaba alrededor de las ruinas de la central eléctrica. Era fácil darse cuenta, por el humo que seguía elevándose en columnas hasta el cielo. Seguramente aquella jaula era una protección que los shinobi de Kusagakure habían creado para retener a los terroristas. De ser así, Karai había escapado justo a tiempo. Preocupada por su equipo, apretó los puños.

¿Y ahora qué? se preguntó. 

De no ser por el anfibio, podría decir que se encontraba completamente sola. Se había separado del grupo y de su compañero Inuzuka, y aunque lo más sensato y apegado al plan era replegarse hacia el sur, igual se sentía insegura porque desconocía lo que encontraría por delante.

Karai se lamentaba por no poder estar con quién quería, y aunque le preocupaba su bienestar y pensaba en buscarle, entendía que, en el lugar equivocado, su presencia podía significar un estorbo. Debía respetar su posición y hacer su parte.

La morena levantó el mentón, sacando la boca del agua, y respiró profundo. Era momento de actuar con eficiencia y rapidez.

Aún protegida por la seguridad que le brindaba el puente, nadó sigilosamente hasta donde llegó a hacer pie, con el agua al cuello, y con permiso del sapo se despojó de la maltrecha peluca castaña que ocultaba su brillante cabello púrpura, el que aún llevaba prolijamente recogido. También se deshizo de sus gafas, y del pesado abrigo que suponía una molestia al estar completamente lleno de agua. Con la prenda envolvió todo lo demás, añadiendo también una roca que tomó del lecho del río para que sumara peso y así la evidencia se hundiera en las profundidades. Ya no necesitaba esas cosas.

Para completar, sacó del pergamino el chaleco militar que había guardado antes y se lo puso. Ahora el disfraz era diferente, pero todavía protegía su identidad. El maquillaje en su piel ocultaba la tez morena, y los ojos seguían siendo color café. Tal vez ni sus aliados llegarían a reconocerla si no se daban cuenta de que la imagen de Jun Nameko había sido desbaratada.

Bueno, sapito, somos tú y yo —murmuró, por lo bajo—. Si me acompañas, regresaremos a la plaza.

Y se dispuso a salir del agua, empapada. Pero antes de emprender la marcha, súbitamente se le prendió el foquito y decidió que derribar aquel gigantesco puente sería una excelente idea. ¿Por qué? Cuando alguien le pregunte, lo sabremos. 

El puño derecho de la poderosa morena se cargó de energía suficiente como para detener a un camión de una sola piña, y desde abajo del puente dio a uno de los pilares centrales de la estructura un golpazo que sacudió y resquebrajó la piedra, y que lo haría venirse abajo. 

Aprovechando el derrumbe y el caos, salió corriendo a toda velocidad con destino a la Plaza Sur. Esperaba encontrar a cualquier otro miembro del grupo, o al menos a Kaito, y recibir nuevas órdenes de su parte. Preparándose para afrontar cualquier sorpresa, formó un único sello sin detener su andar y potenció su habilidad.

Estadísticas de Karai Yotsuki

Pasivas / Kosei


técnicas y gastos

resumen
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Kana intentó reaccionar a la ofensiva de los shinobis, pero no lo logró con un total éxito. Nada más voltearse y soltar a Albert, con un Shunshin, el buen Ryu ya estaba a 2 metros suya, y descargó un puñetazo en el suelo que lo resquebrajó y generó una onda expansiva de 10 metros a la redonda. A pesar de que la Senju se movió, no logró reposicionarse lo suficiente para no ser alcanzada, y fue golpeada por el Oukashou cuando estaba a unos 7 metros del sitio del impacto. Pese a intentar realizar una técnica hacia Koizumi, esta nunca sucedió pues la joven de Konoha falló al hacer el sello correspondiente, el que al parecer había olvidado.

Además, gracias al daño del Oukashou, el clon de Kaname se desvaneció, producto del daño (95-40 Resistencia Pasiva). Así que el Katon de Koizumi se dirigió directo hacia Albert, inmediatamente tras recibir el daño del Oukashou íntegro.

Albert no tuvo muy buena fortuna. Recibió íntegro el golpe del Oukashou, pues yacía en el suelo tras ser abandonado por el clon de su compatriota. Pero el muñeco de trapo con la mente de su gemelo Adan dentro, logró moverse hasta el rubio chuunin de Kusa. El muñeco sufrió el daño del Oukashou, sí, pero sobrevivió a duras penas. Bastante maltratado, logró pasar inadvertido para el chico de piel rojiza, que recibió el toque y su consciencia fue transferida al estropajo. "¡¿Qué mierda?!", pensó nada más se vio desde esa perspectiva. Lo siguiente fue verse a sí mismo, el cuerpo de Ryu, dándole una patada al muñeco de trapo que lo enviaría volando a un lado. Pero ese mismo acto de darle la patada terminaría sentenciando la suerte de la estrategia del Yamanaka: el daño del Oukashou sumado al daño de aquella patada, terminaron destruyendo al muñeco que no pudo soportar el Ninjutsu telepático que canalizaba, por lo que en dos segundos, la consciencia de Ryu volvió a su cuerpo, aunque estuvo un poco desorientado, y la mente de Adan volvió a su cuerpo original, el de Albert.

Tras volver en sí, se juró no perdonar a sus oponentes, y ya la acción había iniciado demostrando que aquél grupo eran efectivamente terroristas. Sin dudarlo, de inmediato se lanzó en un segundo hacia el cuerpo de Albert que estaba a su lado, donde antes también había recibido el Honoryu de Koizumi, y realizó una cadena de golpes ultra-veloces con las puntas de sus dedos.

Kusakage-Ryuu, Chakra no Seiyaku


Por un error de cálculo, el clon de Kaito tampoco pudo evitar el ataque de Murata, y pese a que tenía la suficiente agilidad como para escapar del área, decidió confrontar al Chinoike acercándose en su movimiento de "esquive" de la explosión sangrienta de su katana en el suelo. Dado que no conocía la magnitud de la técnica, al flautista le fue imposible conocer el alcance de la explosión, que le llegó por la espalda y provocó que el clon se deshaga, mientras intentaba hacer sellos para formar unas sanguijuelas. Toda la información del Kage Bunshin regresó al Kaito original, que ya estaba en camino con la artillería pesada.

Por su parte, Fujitora clon continuó con la pantomima, pero el frío Murata no se detendría ni un poco a tener algo de lástima por él. Ya había descubierto que el otro era un clon, y los que antes viajaban con el ciego ahora estaban luchando. Sumado a ello, el clon de Kaito había simulado ser un shinobi sin éxito en su disfraz, pues Murata sabía que no había fuerzas ninja en esa zona más que los que tenía contados. Por ello, le importaba poco si el relato de Fujitora era real o no: era un sospechoso y una potencial amenaza, así que debía reducirlo.

La explosión de la katana no tenía la suficiente cadencia como para empujar a una persona, y esto era bien sabido por el de ojos de sangre, que conocía su arsenal de jutsus a la perfección, por lo que Fujitora no se movió por el empuje sino por voluntad propia. Aprovechando que el clon había recibido un daño y tenía alguna herida, Murata dio un salto que lo alejó 4 metros atrás y estiró su mano derecha vacía hacia Fujitora, la cerró, demorando 2 segundos en los que la sangre del ciego herviría y saldría por sus heridas dirigiéndose al ejecutor de la técnica para sanarlo. A la par de eso, no perdió tiempo y había lanzado la katana de sangre de su mano izquierda, pero la lanzó en una parábola, pasándole varios metros por encima a Fujitora y descendiendo como 12 metros detrás del Kaguya. Pero antes de que tocase el suelo y generase una nueva explosión, ya habiendo pasado los segundos en los que recuperó sangre, realizaría un único sello manual que traería a su katana de nuevo hacia él, por la espalda de Fujitora, como un boomerang directo a clavarse en su columna que intentaría generar una nueva explosión sangrienta.

Chigakari

Akehabai


Fuera de la barrera del Distrito Nº 5...

El revivido impuro, Rogu, llegaría decidido a la barrera a hacerla añicos, y en un golpe devastador, la misma cedió. Sin embargo, como dañaban al contacto, al tocarla con su gran puñetazo devastador, Rogu se vio envuelto en las llamas escarlata de la técnica de Ryu, y sufrió un buen daño por ello.

Los Dokis de Kaito comenzarían a avanzar dentro del distrito, y pronto llegarían a la escena donde Murata, Ryu y Koizumi combatían contra clones de sombra y Adan de carne y hueso.

Una formación de hilos negros también seguía a Rogu, y tanto Kaito como Fujitora se adentraron en el distrito 5. Siguiendo su rastro de caos y destrucción, los refuerzos los acecharían. El Kaguya con su Kanchi sintió un chakra muy fuerte entrando en su radio, a 90 metros.

Desde allí, comenzó a avanzar por los tejados una figura de rubia cabellera y gorra militar, de uniforme blanco plagado de chapas y una capa azul marino con detalles en dorado. Evocó recuerdos de odio, aquél que sentía en ese momento por ver a su Kusa natal atacada por terroristas, y pronto el clima cambió a uno tormentoso. Una gran tormenta se formó en todo Kusagakure, y lo que empezaron como truenos, nubarrones negros y una leve brisa, se convirtió pronto en una lluvia torrencial, actividad eléctrica escandalosa y grandes ráfagas ventosas. Con el sello de Shirou, todo se agravó aún más.

Kikou: Arashi

Kishoujouhou

Siguió acercándose hasta posicionarse a unos 50 metros de Fujitora, y desde un tejado observó su posición. Desde allí realizó una tanda de sellos y aguardó por reacciones de sus rivales, que seguro ya lo habrían notado por la habilidad sensorial del Kaguya. Mientras tanto, los Dokis y Rogu avanzaban, seguidos por Kaito y el corazón Jiongu que Fuji invocó.


La buena de Karai llegó a su posición en el puente sur que dividía a la aldea del Distrito Central desde esa parte, y con un gran golpe derrumbó el mismo. Salió con su apariencia de shinobi de Kusa y se dirigió a la plaza sur. Sus colegas ya habían partido desde ahí y estaban en la muralla del Distrito 5, pero ella no lo sabía. En su camino, se cruzó a varios shinobis uniformados de Kusagakure. Los mismos, se dirigían algunos hacia el Distrito 5 por el caos que Rogu y la presencia de "demonios" estaban causando, y otros se dirigían hacia el norte, bordeando el distrito central para ingresar por el puente Este que seguía en pie.

¿Qué haría la kunoichi junto al sapo de Kaname? ¿Intentaría detener a alguno de esos shinobis y frustrar su avance hacia la caótica zona central donde las figuras de peso ya habían aparecido? ¿Se sumaría a ellos? ¿O intentaría frenar el avance de el otro grupo que iba hacia el Distrito 5 de donde ella venía?

NOTAS

Personajes

Mapa
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Estadísticas de Fujitora Kaguya

Sello Maldito - Fase 1


~ Jaque.


Clon de Fujitora, zona de la central eléctrica.

Sabía que dada la circunstancia, teníamos una credibilidad reducida para disimular la etiqueta de invasores que ya teníamos marcados todos y cada uno en la misma frente, sin embargo, aquel papel sobreactuado en aquellas empedradas calles, no era más que un eslabón más de la cadena que había lanzado al cuello de aquel shinobi, y ya era hora de cerrar aquella función teatral.

Bajo la intención de demostrar algo que no era, un civil ciego, sacaría provecho en una segunda instancia de mis acciones recortando metros suficientes como para tener al enemigo cerca. En primer lugar, con el tropiezo intencionado, y en segundo lugar, con el salto enmascarado por la falsa fuerza de empuje de la explosión. Todo era una artimaña para estar a una distancia letal para él, desconocía las habilidades de aquel joven, pero sabía que yo era alguien que era mejor tener lejos.

- Hasta aquí... -

Me dije, era el momento de desenvainar. Percibí que tanto el Kaito como la Kaname allí presentes se esfumaron por las duras acometidas de los enemigos, pero a pesar de que las tornas se giraron en contra recrudeciendo la situación, operé de manera determinante cuando tras acabar mis palabras, aquel shinobi de Kusagakure ni se inmutó ante ellas e iba a proceder a retroceder.

Mi preparatoria me ayudó a anticiparme a su acción, abrí los ojos en el instante en el que me deslicé hacia la espalda del joven, y suspendido en aquella trayectoria de espaldas, alcanzaría su espalda justo antes de que tocase el suelo. En uno de los supuestos parpadeos del chico, la figura de aquel enorme ciego desaparecería de sus ojos, y tras ello, el desenvaine del almirante se cobraría la primera víctima en la aldea. 

La hoja de Teitoku fue desenvainada con su particular sonido en seco saliendo de la vaina de hueso Kaguya, su filo blanco ascendería para seccionar la espalda del enemigo, dirigida a la columna para dividir esta misma en 2 y provocándole una mortal herida irreparable. Rápida y silenciosa, la shikomizue alcanzó su punto álgido emergiendo de las vértebras cervicales, tras rajar las lumbares y torácicas, aquel pobre diablo ni le dio tiempo a gritar, haciéndole un favor al no recibir una muerte agónica.

- Los filos no se tiran, se desenvainan -

Le dediqué en su muerte, tras envainar, y coger con la mano libre la parte de atrás de su cuello, que empezaría a emanar sangre a borbotones. Aprovechando la caída al suelo de su cuerpo muerto, lo estrellaría contra el mismo, apretándolo con suma fuerza y adoptando una postura casi atlética al acabar. Era una postura de un depredador, el semblante había cambiado mi rostro y mis negras pupilas se clavaron en los 2 compañeros que estaban junto a Adan.
clon



Kanchi No Jutsu


Fujitora original.

Nuestro avance hacia la central estaba siendo inalterable hasta que en un determinado momento, dentro de la enorme zona que rastreaba un chakra se internó sembrando un innegable desconcierto en mí. Aguardé la calma, pero entré en alarma, alguien así no debía de pasarse por alto, y menos en territorio hostil.

- Kaito... tenemos un pez bien gordo por detrás, a las 6 en punto, deberíamos de tener cuidado con él, no sé si será el kage, pero su chakra lo percibo bastante poderoso, buscaré un flanco -

Le alerté susurrándole antes de que se dispusiera a subir a un tejado, pues aquel ser que se acercaba e iba recortando los 90 metros que nos separaban, recortaba distancia cual depredador cazándonos. ¿Desde cuándo sabría de nuestra posición aquel desconocido? No dudaba de que las cámaras habían significado una tremenda desventaja desde el momento en el que nos internamos allí, pero había que hacerle frente a toda costa. Sin alterar mi paso para no levantar sospechas en el enemigo, me deshice en una brisa.

Tobidasu

La idea era, que aquella figura de Fujitora pareciera ser un espejismo, uno más como los creados de los shinobis de Kusa, y que, al fin y al cabo transmitiera que esa imponente figura de yukata morado y gabardina blanca fuera tan falsa como una moneda de madera. No obstante, no sería así, y de manera furtiva me prepararía contra aquel terrible enemigo que nos acechaba. El corazón jiongu retrocedería su posición y volvería a su punto de partida.
Contenido Oculto
resumen fujitora original y datos
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~ Narro ~ Hablo ~ Pienso ~
pasivas
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Última modificación: 05-06-2024, 02:02 AM por Adan Yamanaka.
Estadísticas de Adan Yamanaka

Entrenamiento Intensivo

Dos en Uno

Experto en sellos de una mano

Ninjutsu - Estilo Cauteloso

Ōdama Rasengan

Frustración, ira, rabia, todo eso pasaba por mi mientras mi conciencia regresaba al  cuerpo a la par que Albert, adolorido, se comenzaba a poner de pie, sin decirle nada a Albert, cambie de una vez para tener yo el control, este ya sabia que hacer por lo que sus ojos se asomaban en mi nuca para detallar cada Ángulo y asi evitar sorpresas, subiendo mi rostro y viendo como aquel sujeto que tengo a 2 metros esta recuperando de aquel mareo, de inmediato mi derecha comenzó a crear chakra y una esfera grande de chakra se empezó a ver al momento que aquel chico se acercaba a mi, de forma ágil me moví a un lado, haciendo que su golpe siga de largo pero clavando aquel rasengan en su costilla de inmediato (Sin generar choque). Una vez aplicada aquella tecnica, mis ojos fueron directo a la chica que había lanzado aquel dragón de fuego. Mi mirada era seria, objetiva pero sobretodo una mirada de molestia, ante el amante del arte, pueden comparar mi mirada con la del "ángel caído" de Alexandre Cabanel solo que no tenia la lagrima que si tiene dicha pintura.  Si habia algun sensor alrededor, iba a notar como mi aura, esa que describe mi chakra, aumentaba como si mi poder fuera mayor, como si hubiese desatado un "demonio" en mi interior.  -¿Que ha pasado? - Me he molestado- Dime algo nuevo.. Me duele todo -Deja de ser una maricaDicen que un marica reconoce a otro-

Bunpu

Señale a la chica mientras mi voz se comenzaba a escuchar en todo el lugar -¡Yo soy  el emperador y he venido con un objetivo! - Bajo mi brazo lentamente mientras que Albert saca su mano dentro de mi ropa para sacar la Kunai y pasarmela - Y ese no incluye lastimarlos a ustedes aunque al final el ser humano es bruto por naturaleza  y si yo hubiese sido un ser sin conocimiento para defenderme o tan si quiera resistir, hoy seria parte de la estadística de alguien mas que ha perdido la vida por culpa de alguien que prefiere atacar y luego preguntar, si hubiese tenido personas que dependieran de mi, hoy esas personas estuvieran solas y muriendo por no tenerme - En mi izquierda se veía la Kunai de 3 puntas mientras que la derecha apretaba un puño con fuerza- No merecen mi perdón pero soy humano y perdonarlos es una falla que pienso que cometer porque no quiero derramar sangre ¡He venido a traer paz! Aunque eso incluya la guerra... ¿Se van a rendir ya o creen que pueden ser mejor que yo? - Estaba atento ante cualquier movimiento, incluso, pendiente del sujeto que había recibido mi rasengan. 
Vida: 307/580

Chakra: 998/1345

resumen
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Hablar de planes frustrados podía ser algo normal en la vida de la Senju, pero en aquellos casos esperaba que no fuera ella misma quien se saboteara. Su inexperiencia en el combate fue evidente, cuando con la complicación para moverse, moldear chakra con una mano y encima tratar de generar acciones en contra de los rivales, se habían visto fracasadas. Su movimiento al tratar de esquivar había sido cuando menos decente, pero la velocidad del ataque de Ryu le había alcanzado por la espalda sin siquiera llegar a su cometido. Eso, aunado a la incapacidad de generar las senbons a la chica sobre el tejado.

Desapareció de inmediato y toda la información fue llevaba a la Kaname original, quien frunció el ceño. ¿Qué posibilidades tenían?¿Cuánto tiempo más podría esperar? —Tks…— chasqueó la lengua sin perder la concentración. No podía perder el trabajo que tenía acumulado, pero una cosa esa segura, pronto sería útil allí afuera así debía terminar de hacerlo bien. Por ahora, solo le preocupaba que los clones, así como el suyo, hubieran sido abatidos y solo quedara Adan en contra de aquellos tres, pues sabía que, de todos, era quien no tenía un clon en ese momento.

El sapo por otro lado había aceptado ir con la otra fémina de la organización. Se había mezclado con su ropa y cuando fuera preciso, la abandonaría para traer a Kaname en un lugar seguro, uno en el que pudiera completar su especie de teatro justo antes de mezclarse en la batalla contra los de Kusagakure.

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Última modificación: 05-06-2024, 10:44 PM por Kaito.
El clon de Kaito se desvaneció en una nube de humo de intenso color morado, sus memorias y el chakra que lo formaba regresaron al joven flautista en un instante. Con una rápida comprensión de la situación, Kaito emitió una orden apenas audible pero imperiosa para su monstruo revivido:

—Ve donde Adan, es un hombre delgado, rubio, lo reconocerás por su aura tranquila y gran chakra, mantenlo con vida, y asesina a todo aquel que se interponga.

El revivido continuó su trayectoria envuelto en las rojas llamas de su propio cuerpo sin vacilar a una velocidad endemoniada, mientras Kaito se detuvo en seco al escuchar las palabras de Fujitora.

—Bien, almirante, creo que es hora de ensuciarnos las manos —dijo Kaito con firmeza y una poco disimulada sonrisa mientras detenía su avance. 

Sin perder tiempo, buscó la posición más elevada posible, siguiendo con la mirada la dirección que Fujitora le había indicado , donde se encontraban sus enemigos. Una vez en aquel punto alto, mirando en dirección a sus 6, se detubo tranquilo con la capa ondeando al viento, acercó su delgada flauta a sus labios  y comenzó a tocar una melodía siniestra y retorcida que llenó el ambiente con una atmósfera oscura y amenazante.

La música diabólica que emanaba de su flauta fue una orden irresistible para sus bestias Doki. Dos de ellas, la del martillo y aquella abominación sin brazos, comenzaron a escalar y saltar por los tejados hasta quedar junto a su amo, a escasos tres metros de distancia frente a el sin obstaculizar su visión. La tercera criatura, la más delgada y de cabellos largos cenizos, se deslizó ágilmente para seguir a Fujitora como un fiel guardián.

Mientras sus monstruos tomaban posiciones, oscuros tatuajes de geometría ciclopea comenzaron a extenderse por el cuerpo de Kaito. Los intrincados diseños negros crecieron y se entrelazaron, cubriendo cada centímetro de su piel como si fueran una armadura arcana de ciclopeas cadenas sombrías. Los tatuajes, pulsando con una energía oscura que vibraba contra el clima tormentoso, dotaban a Kaito de un aura intimidante y poderosa, preparándolo para la inminente batalla.

Con sus bestias listas y sus propios poderes desatados, Kaito estaba preparado para enfrentarse a cualquier amenaza que se presentara. La tensión en el aire era palpable, y el flautista, envuelto en su mística armadura, se convirtió en una figura temible y letal, lista para desatar el caos sobre sus enemigos.

Off

Resumen

[/spoiler]
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Rõgu había sido resucitado con el único objetivo de obedecer las órdenes de Kaito, pero había un pequeño error y su conciencia estaba presente a la hora de su despertar. Su cuerpo vestido con su traje de batalla característico se movía por voluntad de aquel que lo invocó a ese lugar pero su espíritu estaba confundido y alterado ante el niño control de su cuerpo y la falta explicación del porqué.

Rõgu no se daría cuenta que estaba muerto hasta que su puño chocó aquella imponente barrera, usando un golpe con todo su poder en un movimiento que él sabía que tenía un alto costo. Su mente era incapaz de sentir el dolor en su cuerpo pero para Rõgu era bastante claro que su cuerpo se retorcía del dolor implantado por el uso de la octava puerta y su técnica devastadora que había jurado nunca usar.

"¿Por qué...? ¿Por qué mi cuerpo está enfocado en hacerme tanto daño?"-en ese momento su cuerpo se entendió en fuego carmesí, las llamas ardían con fuerza pero Rõgu era incapaz de sentirlas-"Acaso... ¿Acaso iré al infierno?"-esa simple idea lo asustaba pero de hecho el fuego fue apagado por la lluvia que había empezado y que en nada empezó a ser una feroz tormenta.

Su cuerpo recibió una nueva orden, buscar a Adan ¿Adan? Un rubio, delgado y aura buena con una gran cantidad de chakra, debía protegerlo a toda costa-"Suena a un buen sujeto... ¿Acaso peleo para el bando de los buenos? No... no logro entender nada"-aunque Rõgu se debatía toda su situación, su cuerpo no se mantenía quieto, usó un sello y creó un área de detección buscando un fuente de chakra de gran tamaño. Si, habían varias pero detrás de él y por las órdenes debía estar hacia el frente.
Kanchi no Jutsu

El cuerpo de Rõgu corría mientras el sello hacía lo suyo recortando 28 metros en 2 segundos y luego con chakra en sus pies mezcló chakra Jinsoku y en un pestañeo recorrió un recorrido de 40 metros sin dificultad, cualquier obstáculo seria sobrepasado con agilidad, Rõgu era un Jinsoku y correr a velocidades que sobrepasan lo humano era algo sencillo para él.
Shunshin no Jutsu

Doteki Shunshin

"No puedo entenderlo... ¿Cómo es que puedo estar vivo pero mi cuerpo no me obedece? Yo... recuerdo a Kaito..."-su capacidad de saber en todo momento lo que le rodeaba le ayudó a identificar chakra, 3 fuentes de chakra y una era muy grande, más que la de Rõgu de hecho. Y como si hubiera aparecido por un destello rojo, Rõgu apareció a dos metros de Adan, seguro su freno crearía una oleada de viento que sacudiría a todos los presentes. Los ojos rojos de Rõgu miraron a los tres individuos... Rubios y delgados... Pero... Aquel hombre que parecía haber triunfado ante otro tirado en el suelo era el que poseía el chakra más grande ¿Sería él Adan? No parece que necesitará ayuda...

"Escuché de gente capaz de controlar espíritus... ¿Quizás sea eso lo que sucede conmigo? ¡¿Pero por qué yo?! Yo... yo no quería resucitar... no asi..."-el conflicto interno de Rõgu continuaba, su traje mantenía su forma, el fuego no lo quemó y la lluvia ya se había evaporado por el chakra intenso que rodeaba al muchacho, su imponente figura miró a la chica, no parecía una amenaza pero por ordenes debía ser eliminada.

Por ello su cuerpo flexionó las piernas y acto seguido saltaría como un misil en contra de la chica impactando una poderosa patada que seguramente la lanzaría a volar contra alguna casa y rápidamente acabaría con su vida-"Oh Santo..."-todo fue tan rapido que hasta el mismo Rõgu no se dió cuenta lo que había hecho hasta que lo hizo... Si, el saber que había atacado a alguien sin una pizca de piedad lo dejó frío...
Hīrōentorī

Shimon

Estadísticas de Rõgu Midoriya

resumen y datos
Pasivas
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Karai llegó con prisa, mojada, agitada. En la Plaza Sur ya no estaba ninguno de sus compañeros. En cambio, se concentraba allí un numeroso grupo de uniformados. La morena se tragó una píldora soldado y observó desde una distancia prudente, agudizando al máximos sus limitados sentidos humanos, pero no logró reconocer entre ellos a ningún miembro de Kakusei, ni siquiera a su líder, Kaito.

Confiando la vida a su improvisado disfraz y excelentes dotes de actuación, la Yotsuki decidió sumarse al grupo de shinobi, siempre manteniéndose al margen y pretendiendo ser una más, sin llamar mucho la atención. En principio nadie cuestionaría su presencia, pero ¿cuánto tiempo podría mantener aquella pantomima hasta que alguien lo notara? Si le preguntaban por su vanguardista wet look, comentaría que había caído al agua porque el puente principal fue derrumbado.

El gran grupo se dividiría en dos para asistir a las principales zonas afectadas. Una parte se dirigiría hacia el Distrito 5, donde se ubicaba la central eléctrica, mientras que los demás tomarían la dirección opuesta hacia algún punto todavía desconocido para la morena. Cuando ella giró la cabeza, pudo notar que la gigantesca barrera que vio antes ya no estaba. Solo quedaba humo en el aire, mezclándose con las repentinas nubes que comenzaron a oscurecer el cielo.

Si aquí no hay nadie, entonces están allá —pensó en lo obvio—. Debo regresar.

Confiando en que el sapo estaba protegido entre su vestimenta, no perdió la oportunidad y se echó a correr con el grupo de shinobi que marchaba hacia el Distrito 5, manteniéndose en la última fila. Se preguntaba que habría sido de Kaname, Fujitora... ¿y Kuma?, ¿y Dogo? ¿Estarían en peligro?

No sabía lo que estaba pasando allá, alrededor de la central eléctrica, pero sí sabía que debía detener a los refuerzos antes de que se sumaran a la defensa. Después de todo, esa era su función como parte de la retaguardia. Sin percatarse, ya había logrado retrasar al otro grupo de genin que ahora debería recorrer un tramo mucho más largo para llegar al Distrito Central.

Karai ya conocía el camino y recordaba bien que más adelante estaba el gran portal abriendo paso a través de la muralla que separaba el Distrito 5 del resto de la Zona Sur de la aldea. Y así como destruyó el puente, cortando la ruta a pie más rápida para los refuerzos y la evacuación de civiles, pensó que también sería una buena idea bloquear el paso por la gigantesca puerta. Podía derrumbarla, pero el problema era que no quería lastimar severamente a nadie, y eso le dificultaba las cosas.

Con una improvisada idea en mente, apresuró el paso. Su gran velocidad le daría una ventaja sobre el resto de los shinobi y no tardaría en adelantarse, poniéndose a la cabeza del grupo y finalmente separándose del mismo por una distancia prudente de unos diez metros. Los demás apenas llegarían a reaccionar y cuestionarse por el comportamiento de la morena cuando sus pies se clavaron en el suelo y derrapó de costado hasta detenerse por completo delante del umbral del gran portal que abría ruta a través de la muralla, bloqueando el camino (asumo que no hay nadie vigilando ahí, ni idea(?)

Lo siento muchachos, aquí se acaba el camino —diría a viva voz, al mismo tiempo que formaba una rápida tanda de sellos.

Al instante giraría sobre sus talones para enfrentar a sus "compañeros", que apenas iban frenando, y decididamente se agacharía para estampar ambas manos en el suelo, desplegando ante las miradas expectantes de una decena de shinobi una red de electricidad que se extendería en un radio de veinte metros, pretendiendo afectar a todo el grupo. El objetivo de Karai no era matar, desde luego, si no paralizar o dejar fuera de combate a tantos individuos como fuese posible. Si en consecuencia tenía que irse a las manos, entonces lo haría.

Estadísticas de Karai Yotsuki

Pasivas / Kosei


técnicas y gastos

resumen
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Antes de que cualquiera pudiera moverse, con la tormenta ya rondando por encima de sus cabezas, un efecto particular sucedió, denotando que aquel estado climático obviamente no era casualidad ni obra de la madre naturaleza. Sobre cada uno de los miembros de Kakusei, cayó un rayo. El mismo no tenía una gran entidad en cuanto al daño que podía causarles, pero era bastante veloz, lógicamente, al provenir de la mismísima tormenta que se ceñía sobre ellos. Cayó sobre Adan, Kaito, Fujitora (real y clon), Rogu, el corazón de Fujitora, los Dokis, Karai y hasta el sapo de Kaname.

Kikou: Arashi

Kishoujouhou

Adan realizó con presteza sus acciones, intentando anticiparse al movimiento de Ryu, pero no logró concretar su cometido. La velocidad del joven rubio lo sorprendió, y cuando intentó esquivarlo, recibió los primeros golpes en su hombro y luego en todo su cuerpo, en una sucesión ultra-veloz aprovechando aquel taijutsu de los oriundos de Kusagakure. Ryu había sido especialmente entrenado dentro de la Caja de la Felicidad Total, así que no le temblaba el pulso al atacar. El Rasengan que el ahora pelinegro había formado se deshizo, pues la capacidad de moldear chakra del Yamanaka se anuló durante un segundo por aquél ataque.

Ryu se alejó en el instante, reconociéndose vulnerable allí en el cuerpo a cuerpo, y más ante su falta de chakra. Pero los movimientos fallidos del Yamanaka demostraban que era alguien peligroso, y era uno de los atacantes. No sabía si proseguiría con su discurso. Mientras todo eso pasaba, Koizumi tomó un puñado de shuriken y las lanzó a la posición de Adan, para obligarlo a que se mantenga en movimiento y no pueda seguir a su compañero. Lanzó 7 shuriken en un formato de estrella, tomando un radio de 1 metro y medio aquella formación.

Pero tras ese movimiento, Rogu llegó a escena y con una gran patada, a una velocidad endemoniada, mandó a volar a Koizumi. La rubia quedaría gravemente herida y tirada en un tejado de una calle aledaña, inconsciente y con un gran traumatismo craneal por el impacto contra las tejas tras caer.


El que no pudo hacer nada ante el movimiento abismalmente rápido del clon de Fujitora, fue Murata. Vio su vida pasar ante sus ojos antes de que, sin poder siquiera defenderse, un corte mortal le llegó por la espalda de parte de Teitoku, el filo del Kaguya. Cayó limpito, chorreando sangre y sobre sus rodillas, quedando sumido en un charco rojo mientras el ciego envainaba.

El único que quedaba en esa zona del Distrito 5 era Ryu, que estaba a unos 10 metros de Adan y Rogu en ese momento. ¿Qué sucedería ahora?


Shirou Tatsuki no compró la apariencia de que Fujitora era un espejismo, y supuso que había algo más detrás de su "desvanecimiento": estaban intentando escapar, o bien flanquearlo. Observó a los Dokis a la distancia, como uno comenzaba a "seguir a Fujitora" pero luego se quedaría quieto y dejaría de hacerlo, puesto que el Kaguya se había vuelto "invisible".

Los otros dos cubriendo a Kaito también le revelaban su posición. Pero la pregunta era dónde había ido el espadachín ciego. Shirou entró en el "Modo Iniciado" del Senjutsu, y deshizo sus sellos, desistiendo de dicha técnica. Colocó su diestra en el mango de su espada, colgada en su cintura del lado izquierdo, y condensó su chakra en el interior de la vaina. Así, esperó desde su posición en aquel tejado, con paciencia. La tormenta seguía azotando, y el Comandante del Ejército debía ser paciente.
Contenido Oculto
senjutsu: sennin inicial

senjutsu: Sennin Perfecto

Mientras tanto, los shinobis que corrían con Karai se sorprendieron al ver a la fémina, una aparente colega de Kusa, adelantarse y atacar con un Raiton que redujo su capacidad de moverse y ejecutar movimientos limpios, y además los dañó. — ¡OYE! ¡¿Qué te sucede?! — gritó uno de ellos, el primero que se lanzó a atacarla. El resto lo siguió. Eran un total de 10 genin, pero sus movimientos eran toscos y predecibles. Atacaban cuerpo a cuerpo, con golpes, patadas y demás movimientos físicos, subestimando a Karai por su apariencia.

NOTAS

Personajes

Mapa

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Estadísticas de Fujitora Kaguya

Sello Maldito - Fase 1



~ Mate.


Clon de Fujitora, central eléctrica.

La relampagueante intervención de Teitoku separaría de la existencia la vida de aquel shinobi de Kusagakure, y cumpliendo con el objetivo de liquidar tan solo fuerzas militares de la aldea, me cobraría la primera víctima. Sin embargo, justo cuando arremetí con el rostro del enemigo contra el suelo, percibí una fuerza inigualable que se aproximaba de forma meteórica por mi espalda, lo detecté e identifiqué, sabiendo que mis habilidades sensoriales no fallaban, el joven Rogu, antiguo contrincante del coliseo, entró a escena fulminantemente, casi volando por uno de mis costados hasta llegar a la kunoichi de Kusagakure, la cual le deparó un fatal destino.

Y voló, la hizo volar, y ella voló de él, acabando por perderse de mi vista entre tejados aledaños. La situación, pese a que Adan parecía encajar las ofensivas del tercer enemigo, la presencia de Rogu allí viendo que encaraba al enemigo restante, aunque desconocía su procedencia, desbalanceaba a nuestro favor la pelea, y con 2 de los 3 enemigos ya fuera de juego, mi labor allí habría concluido.

- Con esa bestia aquí poco tiene que hacer ese pobre desgraciado -

Musité, ensalzando las cualidades del joven, que aunque desconociese las del adversario, apostaba ciegamente por las de Rogu, pues hasta un ciego era capaz de ver que era un verdadero portento muy difícil de superar.

- Este de aquí está fuera de combate... ¡Solo queda ese! -

Exclamaría, en una primera instancia, para informar a Adan y Rogu para que supieran que estaban en mayoría numérica, y como efecto colateral, para provocar un efecto desalentador en aquel shinobi de la villa conociendo el estado de sus aliados, pretendiendo desmoralizarlo de cara a su pelea contra el bando de Kakusei.

- Tu te vienes conmigo -

Le susurré al cadáver que tenía entre mis manos, con la intención de dejarlo oculto en algún lugar, para luego regresar a la zona donde habría ido el Fujitora original. Sabía lo importante y la riqueza que guardan los cuerpos de los shinobis, por eso, tras abandonar el lugar y guardarlo dentro de un barril vacío de una de las bocacalles de regreso, me dirigí hacia los puentes que conectaban los distritos, cuando de repente, una enorme columna de rayo descendería. Había estado tan inmerso en la batalla y en esconder el cuerpo que, la amenazadora tormenta había sido pasada por alto. Aquel rayo me impactó, y pese a que mi fortaleza lo resistió, no ví más indicativo de permanecer divido, y regresarle al Fujitora original toda la información de lo sucedido sería de una mayor importancia.


Rango A+
Kanchi No Jutsu

Fujitora original, parte sur del distrito 5.

La aterradora tormenta se formaría en cuestión de momentos arremolinándose sobre la aldea. Extrañamente, era complicado a que tal aberrante formación se crease de manera natural en un tiempo tan reducido, lo que me hizo dudar de su procedencia y suponer que era obra más bien de alguien, y conociendo la mayoría de habilidades de miembros de Kakusei, por deducción, sería de un enemigo. ¿Quizá del que apareció en mi radar?

Amenazante, ennegreció las calles y torpedeaba la situación, la tormenta quizá era desventajosa, un factor a tener en cuenta, por lo que para la operación debía de ser por cualquier medio apaciguada, es por ello que debía de prepararme, tomé mi última píldora de soldado, intensifiqué mis instintos y relajé mi cuerpo, la verdadera pelea comenzaría de un momento a otro.

Kenbunshoku Haki

[Imagen: kenbunshoku-no-haki.gif]

Tras recortar metros moviéndome entre las calles colindantes junto al corazón de Nakia, 2 columnas de luz bajaron desde el cielo, como un ataque relampagueante que confirmaría la sospecha, aquella tormenta era tan enemiga como los shinobis de Kusagakure. Lo peor de aquello, pese a que pudimos evitar fácilmente el evidente rayo, era que este revelaba nuestra posición si el enemigo no era un ninja sensorial, y dado que caería entre calles aledañas, este sería alertado.

Sin perder un segundo, con un gesto, mandé a rodear al ente jiongu un par de manzanas para buscar otro flanco más, su aberrante forma buscaría furtivamente una nueva ubicación, y yo, por otro lado, emergería a uno de los tejados mientras multitud de huesos emergían desde mi torso superior. En mi monitoreo no detecté ni una presencia más por la zona, este tras mi concentración había crecido, pero no hallaba ningún enemigo más, tan solo aquel desconocido shinobi que se encontraba a 20 metros y yo, ambos sobre el tejado del mismo edificio.

Yunohone no Jutsu

Kinobori no Waza

Sabía que Kaito era un factor importante contra él, y que conociendo mis habilidades muy centradas en el desenvaine y el cuerpo a cuerpo, hallaría la fórmula perfecta para potenciar una ofensiva mutua. Por ello, tras encontrarme allí, esperé algunas señales para poder encararle, porque, para mi sorpresa, aquel tipo de cabellos rubios permanecía atento, portando una espada mientras la sujetaba con la mano contraria donde colgaba. Solo un necio, o un espadachín experimentado, no sabría ver que esa posición de espera guardaba una temible ejecución y que, desde esa guardia, no era inteligente acercarse.

En silencio clavé mis ojos sobre los suyos, mis iris negros como la misma tormenta desafiarían su destreza con la katana, mis manos yacían sobre Teitoku, y mi postura adoptaría una posición de un depredador severo y letal. ¿Quién de los 2 daría el primer paso? Suponía que con Kaito debía de tener cierta ventaja sobre él, por ello, a la mínima que tuviera ocasión, aprovecharía esta. 

Era una imagen épica dibujada a contra luz sobre el lienzo tormentoso, los flashes de los relámpagos que emergían contorneaban nuestra figura, pues ambos nos encontrábamos allí en los albores de un choque de filos que estaba a punto de desencadenarse, y por ello también parecía que, como de niño se oía en legendarios cuentos de batallas de famosos samurais, el repicar de una de las de miles de gotas contra una de las tejas daría por comenzado ese arduo duelo.
Contenido Oculto

resumen y gastos
[Imagen: 20231127_013118.gif?ex=664f3727&is=664de...813aae68f&]

~ Narro ~ Hablo ~ Pienso ~
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Última modificación: 11-06-2024, 10:27 PM por Kaito.
Kaito




La lluvia se intensificaba, cayendo en gruesas gotas que reventaban contra los tejados, resonando con un estruendo que competía con los truenos en el cielo. Kaito, con su cabello azul empapado y una mirada demoníaca, continuaba tocando su flauta, cada nota emanando una oscuridad que se entrelazaba con la tormenta.

La melodía que brotaba de su flauta era una sinfonía de terror, resonando con un poder arcano que dominaba el campo de batalla. Los enemigos se encontraban a no pocos metros de distancia, pero Kaito, imperturbable en su oscura estampa, avanzaba sobre los tejados con la gracia de un depredador. A su lado, sus demonios Doki danzaban, algo más torpes y lentos, pero siguiendo como podían a su maestro, moviéndose con una precisión letal, sus siluetas oscuras apenas visibles entre la cortina de lluvia.

El demonio más alejado, que había estado protegiendo a Fujitora, en cuanto el Almirante se hizo invisible, el monstruo se apresuró en acercarse tan rápido como le era posible, y aunque mas tarde que  reunió con Kaito, reforzando la línea ofensiva del flautista. Kaito avanzó hasta quedar a unos treinta metros de sus enemigos, sus ojos rojos fijos especialmente en el hombre de la espada, cuya postura destacaba entre los demás.

Mientras terminaba sus movimientos, las negras cadenas de tatuajes en la piel del joven comenzaron a arremolinarse en ardientes simbolos, el vapor que desprendían evaporaba parte del agua mientras la piel del joven de cabello azúl se tornaba rojiza y sus facciones delicadas mutaban en una demoniaca estampa casi animalística.

Refrencía

Con una precisión casi sobrenatural haciendo gala de su nueva fuerza, , Kaito comenzó a tocar una nueva melodía. Las notas eran rápidas, cargadas de una energía oscura y pulsante. Cada nota aguda se expandía en el aire como una ola invisible, una vibración que se extendía junto con la música de su flauta. Este pulso, imperceptible para la mayoría, se dirigía directamente hacia el espadachín, una ola aterradora de la imponente presencia de Kaito.

Aquel enemigo sentiría la presión invisible de la melodía, como si el aire mismo se hubiera vuelto denso y opresivo. La música de Kaito era una manifestación de su voluntad, un poder que buscaba dominar y someter a todos los que se interponían en su camino. La tormenta, la oscuridad y la música se combinaban para crear un escenario de pesadilla, donde Kaito reinaba como un maestro oscuro, sus notas musicales extendiéndose como un hechizo que atrapaba a sus enemigos en un manto de terror insondable.



Rõgu usa el Kanchi no jutsu para saber el chakra de la gente que lo rodea, pero eso no impide que pueda correr así que corre durante la elaboración de la técnica.

Luego usa el Doteki Shushin para recortar camino, al detectar un chakra muy grande (Adan) se dirige hasta allí. Ya como la única que puede luchar es la chica (no a visto a Mirata y creo que está muy lejos de su Kanchi que es de 22) la ataca con un daño de 275 supera su resistencia pasiva y su PV máximos por lo que debería quedar inconsciente/muerta.

RoguEdo
Lejos de su maestro Kaito, Rogu, el demonio revivido, se alzaba imponente en medio del campo de batalla. Su aura, compuesta de llamas sangrantes, crepitaba violentamente a su alrededor, reflejando la monstruosa energía que lo habitaba. La lluvia que caía sobre él se evaporaba al contacto, creando una niebla que aumentaba su apariencia infernal.

Con un solo golpe, Rogu había eliminado a la mujer que se interponía en su camino. El clon de Fujitora, mientras tanto, hacía lo propio con el hombre del Ketsuryugan, eliminándolo sin piedad. La batalla parecía estar llegando a su clímax, pero aún quedaba un último enemigo presente y Rogu tenia una misión, eliminar a todos quienes representaran una amenaza para Adan.

Rogu giró su mirada demoniaca hacia este último adversario. Sus ojos ardían con una furia insaciable mientras su cuerpo se preparaba para el siguiente movimiento. Flexionó sus piernas, acumulando una cantidad descomunal de energía. En un instante, saltó con una velocidad atroz, dirigiéndose hacia su enemigo con la intención de destruirlo de un único impacto.

El shinobi voló a través del aire como un misil humano, su pierna extendida y lista para impactar. La patada, dirigida al pecho , llevaba consigo la fuerza de un huracán, Rogu, con su poder desatado, se alzaba como una bestia imparable, su cuerpo envuelto en las llamas sangrantes que iluminaban el campo de batalla con un resplandor infernal.


Off

tecnicas

Edo Rogu

Resumen
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Última modificación: 11-06-2024, 10:34 PM por Kaname. Razón: Corrección turnos de Senjutsu.
El movimiento de Karai era cuando menos previsible, la chica había empezado a correr con un pelotón de gennins, que, si bien parecían ser leales a su causa, no merecían ser aniquilados a tan corta edad. De hecho, en algún momento, siendo la base del escalón ninja, serían pieza fundamental para seguir de alguna forma la gobernanza de Kusagakure. Sin embargo, era posible que todo aquello no fuera el fin último de la Kumonin.

En medio de su marcha, imperceptible a los ojos de Karai y de cualquier otro sujeto dentro del pelotón de chicos, el sapo saltaría de las ropas de la chica buscando nuevamente un lugar seguro sin perder de vista a su aliada. Las cosas en el campo de batalla estaban cambiando y al sapo le quedaban un par de segundos más antes de que la Senju saliera. ¿Estaba lista? No podía contenerla más, así que, lo estuviera o no, era lo que había.

En esas, un rayo caería sobre la de cabello violáceo y por fortuna o desgracia, el sapo ya no estaba con ella. La seguiría de lejos, a un par de metros, los suficientes para no mezclarse en la batalla y siempre teniendo cuidado de no ser descubierto por ningún transeúnte humano corriente, ni por ningún shinobi.

Anotaciones del post
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Hablo - Pienso - Narro
Creaciones - Cronología - Id. falsa

Bonus

Inventario
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Última modificación: 12-06-2024, 02:07 AM por Adan Yamanaka.
Se hablo con narrador sobre cambios en ciertas acciones, todo debido a que hubo un error en la calculadora de reacción, esto hace que las acciones salgan de nuestras manos y por ende,  las acciones en estén post explicara los cambios

Estadísticas de Adan Yamanaka

Entrenamiento Intensivo

Dos en Uno

Experto en sellos de una mano

Ninjutsu - Estilo Cauteloso

Ōdama Rasengan

Bunpu

Aquel rasengan se formo en mi mano justo a tiempo, perfecto para lograr chocar contra el ataque de Ryu el cual dejo como victoria mi mano, haciendo que le impactara pero con un fuerza menor, mucho menor a la que realmente iba la tecnica.  Era tanta mi adrenalina que aquel dolor que provoco el rayo en mi no fue suficiente para detenerme, logrando notar que esto era una tecnica ¿Por que pensarlo? Por la forma en como cayeron los demás rayos, dejando claro que eran "teledirigido", mi vista se enfocaba en ambos enemigos: ryu y la chica a la par que mi tecnica se iba activando, viendo como esta lanzaba unas armas arrojadizas las cuales evite con mucha facilidad, moviéndome de forma agil como si bailara de una forma muy elegante, demostrando  que no era alguien "con cualidades normales". Mi tecnica, esa que me daba la velocidad necesaria para atacarle ya estaba activa  pero justo en ese momento un demonio; Porque no tiene otro nombre, apareció  y volvió MIERDA a la chica, esto hizo que abriera mis ojos mas de la cuenta por el asombro, la velocidad no me sorprende lo que si es que llegue a atacar de esa forma - Es un prisionero - Fue lo primero que pensé, alguien que tiene odio por el mundo y que viene a joder a todo lo que tenga al frente, de inmediato me puse en posición de ataque, comenzando a moverme mientras Albert observaba el cielo, todo debido al rayo. Claramente la vision del gemelo no era complicada, aunque observaba las nubes, su vista periférica le permitan tan si quiera notar "cualquier" otro movimiento extraño 

Ahora mismo para mi, tenia 2 enemigos, la bestia y  Ryu pero en eso, Fujitora me hizo entrar en calma a ver que reconoce a dicho "animal", entendiendo de esta forma que el sujeto esta de nuestro lado -No mates a na... -No me dejo de terminar cuando aquel se lanzo contra el chico de pelo amarillo, esto hizo que  yo corriera hasta la chica que aquel hombre había mandado a volar -¡Esta cayendo!- Dijo Albert mientras que yo me movía en Zic Zac, esquivando el rayo que iba a caer en mi. Se podía notar que me estaba moviendo a la mismo (O casi misma) velocidad que aquel demonio. Una vez llegue a la chica, Le toque el cuello para comprobar su estado, notando que  tenia pulso aun -Esto no debe terminar así - Susurraba a la par que una tanda de sellos se hacia a gran velocidad con mi izquierda mientras mi derecha mantiene la Kunai, toque el abdomen de la chica, piel con piel, y ahi se formó un sello  el cual comenzó a hacer que su chakra a mis reservas - Pero ustedes empezaron con los movimientos bélicos - Mi palabra de nuevo se hacia presente mientras giraba para observar lo que estaba sucediendo y diciéndole al demonio(Rogu) - ¡No los mates! Es suficiente  con dejarlos inconscientes - Esperaba que aquella cosa me hiciera caso, Aprovechaba de aplicar los sellos que anteriormente hice 3 veces en el mismo cuerpo, pudiendo asi absorber una cantidad de chakra mayor para reponerme. Una vez aplicado cada uno, iba a ponerme de pie para estar atento de aquellos rayos o enemigos que se acercaran a mi  
Seidō Fūjin



resumen

Vida: 287/580

Chakra: 1058/1345
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Karai era bastante rápida pero, a pesar de largos años de arduo entrenamiento, aún no era tan certera como un rayo. Y aunque llegó a sentir ese leve cambio en la atmósfera que anticipaba lo obvio, no podría reaccionar si no hasta que fue demasiado tarde. Una descarga eléctrica bajó directamente desde el cielo tormentoso, e impactó sobre ella como si la pobre Yotsuki fuese un pararrayos. Y bueno, tal vez un poco lo era.

Semejante golpe la haría resentirse por un instante dando fin a su accionar, y la extensa red eléctrica que había desplegado por el suelo desaparecería después de afectar con éxito al grupo de Kusagakure. Sin embargo, como si esa descarga que bajó del cielo potenciara su cualidad elemental, el cuerpo de Karai comenzaría a chispear más intensamente, mientras adoptaba una precavida postura de combate. Los dorados ojos felinos se afilaron.

No volveré a decir que me parta un rayo si soy infiel.

musiquita

Sin perder el tiempo, uno de los diez shinobi se lanzó al ataque y en simultáneo los demás le siguieron y saltaron tras él. 

Aquel muchacho intentaría asestar un peligroso golpe frontal, pero Karai lograría evadirlo con un esquive grácil y contraatacar al momento, hundiendo el codo en la base de su cuello con una fuerza precisa y electrizante que buscaría dejarlo fuera de combate.

Antes de que los demás pudieran reaccionar, la Yotsuki ya estaría sobre el siguiente. Atraparía uno de sus brazos en un agarre firme y lo torcería hasta oírlo crujir. Entonces, sin soltarlo, lo usaría como un escudo humano para intentar bloquear los ataques de otros dos que irían en su dirección. Con una fluidez imparable y completamente sumergida en el combate, la felina morena lanzaría al pobre escudo improvisado contra uno de los atacantes, con la intención de derribarlo.

Una joven, armada con un Yari, aprovecharía el espacio e intentaría apuñalarla. Karai lograría desviar el arma con un elegante movimiento de su muñeca, y luego giraría sobre sí misma, lanzando una patada alta que buscaría conectar con la mandíbula de la muchacha y mandarla a volar sin ningún cuidado.

Los restantes siete se reagruparían, pretendiendo rodearla y encerrarla. Pero Karai no estaba dispuesta a darles oportunidad de nada. Con un torbellino de golpes y patadas bien cargados de chakra Raiton, queriendo igualar la velocidad de un rayo, la morena haría impactar sus puños y pies con una precisión electrizante y devastadora. Cada golpe buscaría encontrar un punto vulnerable: hígado, garganta, tórax, nuca, sien. Sus oponentes irían cayendo uno tras otro, incapaces de seguirle el ritmo.

El penúltimo atacante, un hombre alto y corpulento, lanzaría un puñetazo tan potente que habría derribado una pared. Karai se agacharía a tiempo, evitando el golpe por un pelo, y luego se levantaría de un salto, propinándole al tipo una doble patada en el ancho pecho que lo enviaría a estrellarse contra los muros de una edificación lindante.

La última en pie, una muchacha con una expresión en su rostro que combinaba miedo y desesperación, sacaría un kunai e intentaría un último asalto. Karai, chispeando como cable en corto, bloquearía su brazo y lo inmovilizaría con una llave que dejaría a la joven de rodillas y soltando quejidos. Con un simple giro de su muñeca, la morena desarmaría a la kunoichi y la dejaría inconsciente al darle con el canto de la mano un golpe seco y certero en la nuca.

Finalmente la escena quedaría en silencio, con Karai en el foco y los diez adversarios caídos a su alrededor. La morena se quedaría quieta por un momento, respirando profundamente para recuperar un poco el aliento. Observaba, procurando que todos aquellos shinobi aún estuviesen con vida, pero también se mantenía atenta, por si alguno se levantaba y debía reaccionar. A cualquiera que intentase atacar, volvería a golpearlo para dejarle inconsciente.

Luego alzaría el rostro y miraría hacia el cielo lluvioso, atraída por el sonido de los truenos. Claro, aquella tormenta no era natural, lo entendió. En lo que entró y salió del río, el clima había cambiado notoria e inesperadamente, transformando el azulado firmamento en un oscuro manto de cumulonimbos. Y aunque Karai era afín al elemento y el impacto del rayo no le había causado daños mayores, sabía que aquello no dejaba de ser potencialmente peligroso tanto para ella como para los demás.

¿Quién estaba provocando esa tormenta? ¿Dónde estaba?

Frunció el ceño. Lo importante ahora era continuar hacia la zona de la central eléctrica y brindar apoyo a sus compañeros. 

Recuperando la compostura, Karai se ajustó el cabello y acomodó su ropa mojada, dispuesta a continuar. Pero al tacto se dio cuenta. Si no fuese porque llevaba maquillaje, se podría notar como palidecía súbitamente. El sapo no estaba.

Estadísticas de Karai Yotsuki

Pasivas / Kosei


técnicas y gastos

resumen
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Kikou: Arashi

Kishoujouhou

Realmente el oficial rebelde rubio tenía poco sentido común si culpaba a las victimas de aquel ataque y atentado terrorista de iniciar el conflicto. Habían volado en pedazos y arruinado la vida de 4 inocentes, además de aterrorizar a miles de almas de civiles. Eso no era una guerra: era un ataque unilateral de parte de Kakusei, al que las fuerzas de Kusagakure estaban intentando responder como buenamente podían. Las tácticas y jutsus amorales de la organización dirigida por el flautista eran señal de lo corrompido que estaban los corazones de varios de sus miembros. ¿Por qué seguía Adan musitando tales palabras y culpando a una pobre chica que se debatía por su vida tirada en el suelo? Adan no pudo hacer nada para evitar que ella golpeara su cabeza contra un tejado y un traumatismo craneal se produjese en ella. Sin embargo, cuando parecía que iba a atenderla para salvar su vida, el joven Yamanaka se aprovechó del cuerpo herido de Koizumi y la utilizó para drenar su chakra.

Sólo pudo aplicar un sello, pues era un solo objetivo al que drenar chakra, y aplicar más sellos no aceleraría el proceso. Tras colocarlo, un nuevo rayo caería sobre Adan.

El clon de Fujitora recibió un rayo antes de empezar a realizar sus acciones de llevarse a Murata, por lo que se deshizo antes de poder mover al sujeto. Sólo alcanzó a decir unas palabras cuando Rogu llegó, pero en cuanto se dispuso a llevarse al Chinoike, se esfumó con el relámpago.

Rogu, por su parte, lanzó una brutal patada a Ryu, que la recibió de lleno, siendo enviado hacia atrás unos 10 metros, cayendo y revolcándose en el suelo. El dolor era tan grande que Ryu creyó que su caja torácica iba a explotar. Tras caer, se reincorporó, gimiendo de dolor y con las ropas totalmente rasgadas. Escupió sangre y arrugó el rostro. Su piel todavía se veía rojiza, por lo que no desactivaba su técnica. ¿Qué era ese monstruo? Pensó en que moriría, pero todavía se preocupó más por Koizumi, en ese instante. — Comandante, es un monstruo... No dejen que sobreviva, por favor. — dijo mientras una lágrima recorría su mejilla, y un gesto de bronca y dolor se veía en su mirada, antes determinada y ahora llena de pensamientos fugaces. — Lo sé, Ryu. Deja que nos encarguemos ahora. —. La tranquilizante voz de Kara se oyó por el intercomunicador. Ryu abrió sus ojos como platos, con un atisbo de esperanza.

El shinobi revivido mediante el Edo Tensei recibió un rayo desde el cielo. Mientras eso sucedía, una figura se teletransportó al área. Como si apareciese de la mismísima nada, un rayo, que se camufló con la tormenta, trajo al mismísimo Dakar, Consejero de Kusagakure, Comandante de la División de Inteligencia y héroe local. Con su capa flameando, el pelirrojo sonrió, observando a la bestia revivida. Palmeó en el hombro al rubio. — Déjamelo a mí. Ya morí una vez, arriesgar la vida es obligatorio para mí. — dijo confiado, mientras se golpeaba el pecho con el pulgar, activando la 8va puerta. Su aura se volvió igual a la de Midoriya, desprendiendo ese tono rojo.

Shimon

— Seki... — empezó diciendo. El vapor rojo comenzó a emanar de su cuerpo formando un dragón con su aura. Su sangre iba evaporándose por completo. Finalmente, tras flexionar apenas sus rodillas, se lanzó hacia adelante, en un ataque devastador que iba dirigido al pecho de Rogu, intentando pagarle con la misma moneda. Además, se había aparecido frente a él de la nada, pues encadenó previamente un "dash" con el pináculo de los Taijutsus. — ¡Ryū! — gritó mientras atacaba.

Kuro Sekka

Yagai

Daño: 694 | Coste: 135 | Velocidad: 130

Kaito recibió el anterior rayo de lleno, y ahora comenzó con su táctica, ejecutando tras avanzar y quedar a unos 30 metros de la posición de Shirou, una expansión con su flauta que infundió un temor en el Otenki bastante grande. De hecho, el rubio estaba frente a Fujitora, con la mano sobre la vaina de su katana enfundada, pero la soltó y retrocedió rápidamente 10 metros, alejándose del Kaguya también. Pero para mala suerte, o quizás por un error de cálculo, quedó a 40 metros del Shiin, saliendo del área de la expansión y evitando que pudiera ser metido en una ilusión posteriormente. — Tsk. — chasqueó la lengua el Comandante. Mientras retrocedía, nada más alejarse los primeros 5 metros, volvió a poner la diestra en la vaina, como si el miedo hubiese desaparecido. "Utiliza genjutsu, ya veo...", pensó, observando de refilón la figura del flautista y sus 3 demonios a lo lejos.


No sólo los relámpagos revelaron la posición de Fujitora y el corazón de Nakia, sino también su jutsu de percepción mejorada que activó. Ahora, en el mismo tejado alargado, a 30 metros de Fujitora, esperaba la figura en guardia de Shirou Tatsuki. — Para ser terroristas son bastante cagones. ¿Sólo son malos para matar civiles? — lo provocó con una sonrisa. Los rasgos faciales de su transformación inicial del modo sabio se habían manifestado antes ya.


El sapo de Kaname abandonó a Karai para alejarse, mientras la morena dio una clase magistral de combate cuerpo a cuerpo. La Kumonin demostró una destreza para la batalla digna de un experto, y sus golpes amplificados por el Raiton, que además combinaban con la escena tormentosa y la mejora de daño a sus jutsus, lograron darle la victoria por sobre el grupo de genins.

Tras la masterclass, la infiel siguió su recorrido, no sin antes que le cayese otro rayo más.
Notas

Personajes

Mapa
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Estadísticas de Fujitora Kaguya

Sello Maldito - Fase 1

activas (-70 de chakra)


~ Almirante & Comandante.


La escena se empezaba a definir como un tenso momento de evaluación entre los 2 espadachines, con el repicar de las gotas y los truenos de fondo. Analizaba su postura con cautela y de forma clínica, yo estaba preparado para arremeter, pero ¿Lo estaría él?

Tan pronto como vi que por el motivo que fuera, aquel shinobi de Kusagakure, separó sus manos de la katana que portaba y se disponía a retroceder, 2 rayos inminentes volvieron a la escena. Y sí, fueron 2, ya que a unos 8 metros por detrás del enemigo, el corazón de Nakia se alzaba espeluznantemente acechando entre el murmullo de la tormenta, de esto, el pudo darse cuenta, ya que desde los 2 flancos recibiría todo el fulgor del rayo y acabaría delatándola.

- Craso error... -

Esquivaría de nuevo el relámpago, intimidante pero lento para alguien de mis facultades, y el corazón de la Hoshigaki respondería de la misma forma aprovechando para deslizarse hacia delante contra el espadachín. Nunca alguien que aprecie el arte del filo despegaría sus manos del arma, dudé incluso de si podría ser un tipo de maniobra, pero en mi mente imperó el fugaz pensamiento de que se trataba de una apertura en la guardia del enemigo, por eso, aprovechando el chakra previo que concentré en mis pies, casi que me teletransporté hasta su posición aprovechando que ya no tocaba su arma y retrocedía de espaldas, quedándome a 2 metros. 

Del hide revelado en el turno anterior.
Shunshin no Jutsu

Sería yo el que asestase la primera ofensiva y no el ente jiongu, aquel shinobi recibiría mi impacto a no más de 5 metros desde su antigua posición, cortándole su distanciamiento, pues ya el filo de Teitoku se dirigía para rebanar su costado izquierdo frontal, en un relampagueante desenfunde alargando el brazo que le causaría un daño importante, para acabar envainando de nuevo el blanco filo de la shikomizue y retrocediendo 1 metro trazando una medialuna para no perder la frontalidad con él.

Jiongu: Neji no jumyō

IAIDŌ Kaizen

Casi de forma sincronizada, el ente jiongu aprovecharía la retaguardia para aplicar su impacto. Tras el mío, encadenó justo después por el flanco de atrás una potente técnica que todo kenjutser experimentado dominaría. Ahora sería su costado derecho trasero el que recibiría 3 cortes en lo que duran un parpadeo y empujarían al shinobi hacia el frente, justo en la dirección contrario hacia donde estaba dirigiéndose tras retroceder.

Samidare

Quedaría a la derecha del corazón de Nakia tras su impacto a unos 3 metros, aguardando a lo que podría suceder, sin embargo, el ente no se quedaría quieto y volvería a bordear por el tejado para volver a buscar otro flanco. Correría salvando las distancias del shinobi, engarzando la oscura y tétrica nodachi que se sacó tiempo atrás.

resumen

Fujitora

corazón nakia
[Imagen: 20231127_013118.gif?ex=664f3727&is=664de...813aae68f&]

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pasivas
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