Aldea Oculta de los Valles. Esta pequeña aldea siempre se dedicó a la minería, concretamente a la extracción de oro, el cual recogían de los ríos cercanos. Sin embargo tras la Gran Guerra y a la caída de su vecina Takumigakure no Sato, Tani supo aprovechar la situación y acogió a sus supervivientes. En cuestión de meses dobló su población y comenzó a trasplantar toda la industria de la villa abandonada. En apenas unos años Tani se ha convertido en el principal productor de armas, municiones y todo tipo de aparato destinado a matar personas. Desde artillería de campaña hasta dirigibles, cohetes, fusiles, espadas y armaduras avanzadas, sus herreros y artesanos venden sus productos a todas las naciones del continente, a la vez que experimentan con nuevos prototipos e inventos que podrían volver a cambiar el mundo.

No lejos de las ruinas de Takumi se puede encontrar la antigua fábrica de armas Liu, fundada por esta misma aldea unos diez años antes de la Gran Guerra. La fábrica fue incendiada y destruida durante dicho conflicto, en el marco del Sitio de Takumi, quedando inservible y en un estado ruinoso. Sin embargo, bajo la misma factoría se encontraba un almacén de suministros militares y de municiones, que fue rápidamente saqueado y utilizado por los traficantes de armas locales. Recientemente, el polvorín se ha convertido en un refugio habitual de los criminales, ladrones y renegados que pasan por la región. Aquí se puede encontrar comida caliente y un colchón para pasar la noche, pero a un alto precio.