Un mensajero habia acudido a la búsqueda del shinobi Saito Yamato para transmitirle un comunicado de urgencia en el cual se le citaba a la mayor brevedad posible en la Sede Imperial. Una vez allí el shinobi de la niebla seria recibido por un funcionario imperial llamado Jirocho Taiki. El hombre vestido con sus ornamentadas y elegantes telas haciendo alarde con solo verlo de su posición y poder adquisitivo desplegaría un pergamino y diría lo siguiente.
- Hemos recibido una petición urgente de su excelencia Shodai Inari desde Iwagakure, al parecer un informante obtuvo algunos detalles vitales del paradero del culpable del reciente secuestro de su hija, de modo que ha rogado reunir a miembros de todo el Imperio para dar caza a este infame criminal que lleva muchos años eludiendo la justicia - Tras cerrar el pergamino se lo entregaría a Saito - Te hemos asignado a ti para tal cometido, deberás viajar lo antes posible al País de los Ríos para reunirte con los demás miembros del Imperio y el informante.
Una vez el joven revisara el documento podría encontrar información reunida sobre el culpable, no habia ningún detalle sobre su identidad o habilidades, pero si una larga lista de sus crimines, todos robos de guante blanco de reliquias históricas, a excepción de este ultimo crimen que contaba con un secuestro pidiendo un rescate por la hija del Shodai Inari, aunque su hija fue liberada tal afrenta ya habia ido demasiado lejos y dicho criminal tenia una cita con la horca. En el pergamino tambien hablaban sobre el informante, el cual se iba a encontrar el día 20 de este mes en la ciudad Vesraal indicada en el pergamino, que tambien da nombre a la región. Allí se encontraría con sus compañeros para iniciar la búsqueda. La palabra clave para identificarse con sus compañeros seria "Uma" para quien iniciara el código y "Tora" la respuesta, sin ese código podrían tomarlo por un espía u enemigo - Un consejo, no lleves el pergamino a la misión, si te capturan revelaría demasiada información - Unas palabras poco esperanzadoras de parte del funcionario, pero muy ciertas. Ahora todo quedaba en manos de Saito.
Era un día soleado y despejado, el sol no hacia mucho que habia salido por el horizonte. En la ciudad a duras penas la gente comenzaba a abrir sus negocios, salvo aquellos que buscaban atender precisamente a los trabajadores antes de acudir a su jornada laboral. Uno de esos sitios era una posada que contaba con algunas salas reservadas que solían estar reservadas para cenas privadas, aunque en algunas raras ocasiones como en el día de hoy tambien se destinaban para algun desayuno entre gente importante.
El lugar habría sido el indicado en el pergamino que le habia sido entregado a Saito, era un local elegante y que se notaba que hospedaba a gente importante y no podía ser frecuentado por cualquiera, un sitio que al igual que tantos otros lugares en la ciudad estaba destinado a la nobleza y la alta cuna. En aquella sala privada ya se encontraban reunidas unas tres personas, aguardando para el ultimo de los miembros citados en aquel lugar el día de hoy. Aguardando a que alguien llamara a la puerta respondiendo desde el interior una sola cosa - Uma.
El líder de Ichigan habia sido convocado por un oficial rebelde en una taberna al aire libre de la aldea Fosha en el país de las Aguas Termales. Aunque no fue fácil para el rebelde contactar con el líder de Ichigan su afinidad a los rebeldes para derribar al Imperio abría algunas vías de comunicación para este momento y mereció totalmente la pena. Como le habia indicado en el mensaje que le facilito para citarlo hoy allí, se requería de refuerzos urgentes para una empresa de vital importancia.
El hombre no parecía muy amigable, tenia un porte serio y algunas cicatrices por su rostro, claramente habia experimentado lo que era un campo de batalla de real. Aunque hablando en un tono de voz muy bajo y discreto, para que nadie de las mesas cercanas pudiera escuchar, aunque ya busco un lugar poro concurrido - Seré directo, nos enteramos que el Imperio va tras Ishikawa Goemon, el ladrón de guante blanco que lleva asolando la nobleza y alta cuna de la sociedad desde hace tiempo, lo cierto es que es un contacto que buscamos establecer desde hace mucho tiempo, es un sujeto misterioso con mucha información y gran habilidad de infiltración - Conforme decía aquello le pasaba por encima de la mesa unos informes con toda la información que tenían sobre el tema - Actualmente tenemos a casi todos nuestros efectivos ocupados con la Tierra Libre, así que requerimos de vuestra ayuda - Tambien adjuntaría una foto en ese momento, que tenia ilustrada una vasija que recordaba a una tetera - Quienes nos facilitaron esta información requieren que se recupere del ladrón este objeto, es una reliquia del país del Viento, aunque nuestro principal interés es contactar con Ishikawa, pero nos conformamos con que evitéis que el Imperio lo capture - Eso seria todo de lo que informaría el hombre, el resto de información iba detallada en los documentos, de seguir hablando más tiempo de esa forma alzarían sospechas.
Los informes mencionaban que un sujeto habia descubierto el posible paradero del tal Ishikawa tras hacer eco en el mundo del secuestro de la hija del Shodai Inari y de la existencia de la vasija. Lo único que aquel sujeto habia vendido la información tanto a los imperiales como a la Yakuza, al parecer recibió tal paliza de un miembro del coliseo Sabakugami llamada Shiva, al enterarse esta que estaba jugando a dos bandas, que el sujeto se presto a ser un intermediario en el propio País de los Ríos donde su información apuntaba que estaba Ishikawa. La información que al parecer la Yakuza facilito a los rebeldes a cambio de que recuperaran la vasija para la gran subasta que estaban preparando no era mucho más abundante que eso. Si Ichigan tomaba el trabajo debían acudir en el vigésimo día de este mes a las afueras de villa Tova, en la región Vesraal de los Ríos.
Era un día soleado y despejado, el sol no hacia mucho que habia salido por el horizonte. Como era habitual en la región las pequeñas aldeas que subsistían a duras penas de la minería y la agricultura dejaban un paramo desolador. Las antiguas fabricas donde habia sido citado Ichigan ahora no eran más que ruinas del pasado oxidadas, transformadas en material para cuentos de fantasmas entre los niños de la región. Aunque ese era el paisaje que se hacia presente en casi todo el país, salvo algunas ciudades y zonas donde la nobleza agrupaba todo el dinero.
En aquella fabrica en el día de hoy se escuchaban algunos ruidos. Unas pequeñas ratas quizás, algun animal salvaje, un vagabundo como tantos habia podría haberse establecido allí. Fuera cual fuera la causa la mayoría de personas ni se planteaban acercarse al lugar. Nadie salvo los miembros de Ichigan citados allí en busca de un informante que podía traer consigo datos muy valiosos para la búsqueda que se les habia encomendado. No habia contraseñas ni protocolos, tan solo un hombre un poco asustado aguardaba escondido en aquel lugar.