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[Evento Halloween - Relato temático] El libro de los miedos.
Fujitora
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Chuunin
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Kaguya
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Shinobi Clase S+
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07-11-2023, 12:38 PM
Última modificación: 07-11-2023, 07:21 PM por Fujitora.
Capítulo I. Un viejo libro en un viejo apartamento.
Fujitora Kizaru, 20 años.

[Imagen: ancient-egyptian-book-of-the-dead-fantas...0&semt=ais]

Fujitora, al fin pudo adquirir en propiedad un desapercibido apartamento en una de las bocacalles de la nublosa urbanización residencial de Kirigakure. Fueron meses y meses de papeleo y trámites burocráticos, pero su realización se vio finalmente recompensada cuando adquirió los permisos pertinentes y la licencia como dueño de un inmueble que llevaba tiempo queriendo obtener. Pues eran ya agotadores los incesantes fantasmas del pasado que le acorralaban algunas noches, impidiéndole el descanso y su rutina diaria en la casa de su familia, por lo que optó en deshacerse de aquel tormento y cárcel material y cambiar de aires. Su familia no le desearía otra cosa diferente, y mucho menos una tortura psicológica a la que estaba constantemente expuesto.

Resueltos los trámites, aquel día el entonces joven kaguya abrió la puerta y se internó en el piso, aunque ya como propietario, a diferencia de veces anteriores en las que acudió como posible comprador con el antiguo dueño. Escudriñó cada rincón de su nueva casa para ir deshaciéndose de todo aquello que no le serviría, de cada objeto o mueble que no viera oportuno conservar, y así, empezar a hacerse con su nueva casa volviéndola más personal y apta. Cajones, muebles, armarios y repisas fue revisando y limpiando con un trapo húmedo mientras examinaba cada detalle tirando a una caja todo lo que no quería quedarse. Dedicó principalmente esta labor a reorganizar los cuartos, el baño, la cocina y finalmente el salón, en el cual podía verse entre otros muebles una gran estantería de esquina que se alzaba hasta el techo, sabía que en ella habría multitud de libros que revisar para tirar o para quedarse, por ello, la quedó para el final.

Arrastró la caja de los inútiles que tiró en ella hasta los pies de aquella estantería, y con los brazos en jarra resopló perdiendo la mirada por los títulos de los libros que se manifestaban en sus respectivos lomos, los había de todos los tamaños, colores y volúmenes. Fue exhaustiva y ordenadamente comprobando cada ejemplar, mirando su cubierta y leyendo sus sinopsis, en alguno que otro se paraba algunos minutos para ojear aleatoriamente algunas de sus páginas interiores. Un nivel, otro nivel y así hasta llegar a la balda superior, se agenció una de las sillas de la mesa comedor del salón para ganar visibilidad con los libros de más arriba, y con el mismo método que los anteriores fue viendo cada uno. Sin embargo, de entre todos los demás llamó su atención uno fuera de la alineación de la balda, el mismo, permanecía caído por detrás de todos en el hueco vacío de la esquina, como si el anterior dueño lo quisiera haber quedado ahí de forma intencionada para no tenerlo a la vista, algo demasiado extraño en un libro, y más concretamente en el contenido de este. Fujitora lo agarró extrañado y lo bajó curioseando la textura de su tapa, parecía antigua, de animal y bien encuadernada, con unos remates exactos y bien cosidos. En su portada, una calavera sobresalía de entre letras indescifrables, un título manuscrito ilegible que el joven kaguya no entendía, volvió a arrastrar la silla en la que se subió hasta la mesa para poder examinarlo más profundamente, ¿qué clase de libro era ese?
[Imagen: 20231127_013118.gif?ex=664f3727&is=664de...813aae68f&]

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12-11-2023, 10:53 PM
Última modificación: 21-12-2023, 12:50 AM por Fujitora.
Capítulo II. El libro de los miedos.
Fujitora Kizaru, 20 años.




El joven kaguya, sin conocer aun el verdadero contenido del libro, comenzó a desempolvarlo con sus dedos mientras en silencio se formulaba curioso algunas preguntas respecto a él. Extrañado por su procedencia y apariencia, apoyó sus codos en la diáfana mesa mientras lo sostenía con ambas manos, lo abrió, y en la segunda página pudo leer unas palabras escritas con tinta a mano con trazos algo descuidados.

"Si ha llegado ante usted este libro es porque es el siguiente en la lista que debe de conocer los miedos de H.P. Gaidencraft. Va a ser un afortunado testigo de las pesadillas que H.P. soñó y escribió a lo largo de su vida, pero absténgase de empezarlo si no..."

Y el párrafo no seguía, dicho autor sin saber si fue el mismo que el del libro, conocido como H.P. Gaidencraft, no terminó de cerrar su especie de aviso por el motivo que sea, un detalle que le extrañó aun más al joven Fujitora, ¿qué le impidió no terminarlo? La curiosidad parecía aumentar por momentos, cuando decidió pasar página y adentrarse en lo que parecía ser el capítulo uno, titulado bajo una única palabra que carecía de significado para él. Cthulhu.

Los aventureros, portando el papiro prohibido que rescataron de las ruinas subterráneas de Isla Oeste, huyeron despavoridos hasta que tomaron su barco anclado en el extremo opuesto de la isla justo a tiempo. Pues fueron perseguidos por los nativos de la ciudad, además de tener que soportar numerosas pérdidas en aquella gruta endemoniada de oscuras ilusiones, pues soportando el trauma y los estragos de ver como se corrompía la cordura del grupo, ganaron el cambio contra una monstruosa criatura deforme de cientos de ojos. Dicha monstruosidad, se inmoló generando una terrible explosión de llamas funestas que consumían carne, hueso y roca al mínimo contacto, unas llamas cuyo calor provenía del mismo infierno, pues al darse por vencido, su violenta rabia y profundo odio por la humanidad lo consumió hasta sucumbir aquel esperpéntico y angustioso lugar bajo el mar. Kuroshi, Narako y el viejo Rioko zarparon a prisa aprovechando la noche durante el fulgor de una luna llena y extrañamente verdosa.

Nunca más volverían a ser los mismos tras esa marítima travesía en la noche, pues el habla les fue arrebatada y la cordura quebrantada, incapaces de articular información alguna durante ese trayecto.
[Imagen: 20231127_013118.gif?ex=664f3727&is=664de...813aae68f&]

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