~ Narro ~ Hablo ~ Pienso ~
Fuerza
Resistencia
Velocidad
Agilidad
Destreza
Presencia
Inteligencia
Control de Chakra
Reg. de Chakra
60
90
90
90
70
90
60
90
33
~ Narro ~ Hablo ~ Pienso ~
Fuerza
Resistencia
Velocidad
Agilidad
Destreza
Presencia
Inteligencia
Control de Chakra
Reg. de Chakra
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- No sé qué coméis los jóvenes de hoy en día, pero envejecéis mucho peor que los de mi generación… ¿Cómo te llamas muchacho? ¿Y cuántos años tienes? -
- Hola señor, me llamo Fujitora, tengo 37 años... Creo que les voy a venir bien hoy para cargar con todas estas cajas, parecen robustas y pesadas -
- ¿¡¿¿37 años?!?!? ¿Qué estabas haciendo con 16 muchacho? Un genin con tanta edad... Igualmente, aunque no seas un adolescente podría ser tu abuelo, a si que menos rin tintín con las cajas y más respeto, porque podríamos con ellas de todas formas aunque no estuvieras aquí... mi nombre es Misho -
El viejo, orgulloso y algo chillón, clavó sus desgastados ojos en los míos esperando a que apartara la mirada, pero no fue así, estaría acostumbrado a mandar y desafiar a niños, pero por su sorpresa, no es que se encontrara a muchos adultos como yo para tal tarea, por lo que puede que esta vez pudiera aprender una nueva lección, que aunque sea octogenario siempre es de agradecer.
- Nosotros vaciamos los sacos en las cajas y tú las cargas al carromato ¿de acuerdo?, asegúrate de encajarlas bien unas con otras para que no se caigan en el traslado ¡y ni se te ocurra coger ni una pieza!, no te quito el ojo de encima muchacho -
La edad a veces nos puede volver tacaños y desconfiados, me limité a asentir con la cabeza tras sus indicaciones poniendo un gesto amable aunque interiormente no era del todo fiel, pues el viejo Misho, que también debería de acusar de algo de sordera, hablaba demasiado alto y tenía una voz estridente. La tarea no fue una tortura, pues agradecía a mis gruesos brazos poder cargar con hasta 4 cajas en cada viaje hasta el carromato, los ancianos trabajaban en silencio y premura, se notaban que eran de la vieja escuela y solo se limitaban a agachar la cabeza y centrarse en lo que hacían, hasta cierto punto, yo también compartía esa filosofía de vida. Los sacos finalmente se vaciaron y las cajas se cargaron todas en el carro, para a continuación subirnos a él para hacer el traslado.
Para el trayecto, tuve que hacerlo de pie en lo poco que restaba de espacio en la zona de carga del carro, agarrado a los laterales para no escurrirme. En el banco donde Misho aguantaba las riendas del caballo que tiraba del carro, no había suficiente espacio para los 3, y el muy desconfiado a veces miraba hacia atrás para ver que hacía o si robaba alguna pieza. Una vez concluimos el trayecto, nos paramos frente a un gran puesto, una de las fruterías más grande de los alrededores.
- ¡So!.. Abro atrás y cargas las cajas, después ya te puedes ir muchacho -
Volví a asentir sin mediar palabra, y mientras el viejo marchaba por detrás del puesto, donde tras subir una gran persiana de láminas de madera apareció un nuevo almacén aunque la mitad de grande respecto al anterior.
- Antes esta era mi frutería, ahora la lleva mi hijo... La edad ya te quita de muchas cosas y he quedado para los restos. -
Decía el anciano lamentándose, repasando cada rincón y cajas del pequeño almacén con la mirada. Poco a poco fui llevando las pesadas cajas y apilándolas donde me indicaba Satoshi, el otro anciano y del cual tenía la teoría de que era hermano o primo de Misho por su parecido, aunque tampoco tenía el menor interés en saberlo y me limité a terminar el trabajo lo antes posible.
- Muchas gracias muchacho puedes marcharte, y disculpa a veces mis modales... la edad te vuelve receloso y cascarrabias -
- No se preocupe Sr. Misho, le comprendo... ¡Qué descansen! -
Acompañé mi despedida con una palmada fraternal sobre el huesudo hombro del viejo, que cambió su rostro a uno más apacible. El anciano levantó la mano mientras me marchaba y el sordo de Satoshi le copió posteriormente. Concluí mi primera misión con diversas sensaciones, entre ellas de satisfacción, aunque no fuera muy exigente.
~ Narro ~ Hablo ~ Pienso ~
El usuario irá reemplazando su sistema circulatorio por hilos de sangre controlados por Chakra Yoton. Estos hilos tomarán posesión de la musculatura del usuario, cambiando su composición.
Al momento de recibir un corte o sufrir la amputación de un miembro, el Jiongu podrá volver a unir esa parte a su cuerpo o, en su defecto, reemplazarla por otra parte de cuerpo existente y controlarla con total normalidad.
Debido a la composición de su nuevo cuerpo, el usuario será inmune a daño de sangrado (aunque si se le podrá extraer sangre). No podrá morir por desangramiento ni por algún daño de corte, a menos que el mismo atraviese un órgano vital. Aún será vulnerable al efecto muerte. Para este punto, solo podrá recuperar extremidades como brazos y piernas, o cerrar heridas superficiales que no comprometan la vida del usuario.
El usuario podrá utilizar los propios hilos para aumentar su rango de ataque, siendo capaz de extender sus extremidades a un máximo de 10 metros de distancia. Podrá crear partes de su cuerpo a partir de los hilos, en caso de perder alguna extremidad.
Las partes deberán permanecer unidas al corazón para poder moverse.
Corazón propio: +30PV +50CH
Corazón Nakia: +30PV +50CH
El Jiongu podrá recolectar corazones y albergarlos en su cuerpo para aumentar sus capacidades. Podrá llevar en su interior un máximo de 5 corazones, incluyendo el propio.
Cada corazón poseerá autonomía e individualidad, pudiendo separarse del cuerpo principal a voluntad. Serán entes sin personalidad y con iguales estadísticas que el usuario, capaces de ejecutar jutsus. Cada corazón podrá registrar un máximo de 2 jutsus propios de la persona a quien correspondió originalmente, o si no del mismo usuario.
Cada corazón otorgará al usuario un extra de 30 PV y 50 de Chakra, pudiendo alcanzar como máximo 150 extra de PV y 250 extra de Chakra al encontrarse en posesión de 5 corazones. En caso de perder un corazón, el usuario también perderá el beneficio otorgado por el mismo.
Si el corazón principal del usuario es destruido, podrá reemplazarlo por otro de los corazones extra que posea.
El usuario podrá reemplazar todos sus órganos vitales por hilos, exceptuando el corazón. Así, se volverá totalmente inmune a la muerte por cortes o desintegración parcial del cuerpo, siempre y cuando el corazón no se vea afectado. Cualquier daño que reciba el corazón podría ser letal si es destruido.
Para proteger este órgano, el usuario podrá moverlo a cualquier lugar de su cuerpo (máximo una vez por turno). Deberá indicar en un hide su posición actual.
El usuario obtiene un +10 de Agilidad por ataques que vayan dirigidos hacia el corazón, para así mover el órgano. En caso de usar esta ventaja, se asume que el usuario recibirá el daño del ataque pero podrá evadir la muerte.
Trazando los contornos de la oscuridad
Un objetivo maldito verá como el sello de su maldición se extiende por gran parte de su cuerpo. Al expandirse dicha maldición, podrá obtener una potenciación de sus habilidades, recibiendo un aumento de daño de +15 en todas sus ofensivas, y recibirá -10 de daño de todas las fuentes. Además, recuperará en todos los turnos 10 puntos de Chakra. Tras activar esta maldición, el objetivo ganará una Marca Maldita Permanente y activará la maldición una vez el usuario vuelva a la normalidad.
Solo se puede obtener este jutsu si un usuario de Juinjutsu aplica una maldición en el objetivo.
Un objetivo maldito podrá obtener una potenciación de habilidades al expandirse la maldición por su cuerpo. En cuanto a apariencia, el color de su piel se tornará rojizo y obtendrá cuernos y garras. Recibirá +5 en todas sus estadísticas, rompiendo todos los límites. Para activar este sello, tras su activación obtendrá Marca Maldita (no permanente) cada dos turnos incluyendo el turno de activación.
Solo se puede obtener este jutsu si un usuario de Juinjutsu aplica una maldición en el objetivo.
Fujitora: 350 Ryos, 5 Reputación y 3PE.
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