[Reclutamiento Kakusei] Soplan nuevos vientos.
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Última modificación: 16-02-2024, 12:17 AM por Fujitora.
~ Desembarque, 12 de Febrero.
13:30, Puerto Degarashi.

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Seguía haciendo labores para Kakusei a las órdenes de aquel pergamino que me dejó el joven Kaito desde el momento de mi ingreso, por ello, la segunda y última tarea enlistada en aquel papel pretendía, de igual que la primera, reclutar a un último y tercer integrante para la organización. Las indicaciones sobre el individuo me ayudaron a hacerme una idea concreta de a quién recibiría, y sin duda, parecía ser toda una celebridad, que a priori me hacía dudar sobre que clase de intereses podría llegar a tener en los objetivos de la banda, y si de igual forma, esta misma podía ser capaz de aumentar el estatus de su nombre.

Desde Kirigakure, tomé el barco hasta llegar a las costas del país del té, pues el reclutamiento se establecía allí, y tras mi llegada pronto establecí contacto con el maestro del puerto, que tras su pago, dio inicio al plan y comenzó a movilizar a sus inferiores para que hicieran llegar la información debida al sujeto destino, y poder reencontrarme con él en la capital del país. Seguiría el mismo protocolo que en el País del rayo, pues días atrás en Kumogakure, adopté la apariencia de un ciego errante que me facilitó moverme por donde quería sin levantar ningún tipo de sospecha, y así fue como continué desde que puse mi primer pie en aquel país extranjero, cerciorándome de monitorear la zona circundante para detectar cualquier cosa impertinente.

Kanchi No Jutsu


~ El encuentro, 14 de Febrero.
10:00h, Capital del País del Té.

Mi travesía y cometido por las tierras colindantes al país del agua, me llevaron hasta la capital de estas, el centro neuralgico del té en el mundo, donde los mejores catadores se reunían en refinadas teterías y había una cultura al respecto brutal. Me establecí en un hostal bastante humilde para hacer tiempo a la llegada del nuevo integrante, y comencé a dirigirme hasta el lugar destino, que sería una de las teterías del lugar, una de confianza según los contactos de la banda en la zona que serviría como punto de reunión para establecer contacto con el sujeto, el cual, sería informado por la red de niños huérfanos contactada, haciéndole llegar una carta con tal invitación:

citación adan

El recado del chiquillo de turno sería llevado hasta el joven elegido donde quiera que estuviera, pues la extensión de localización de la red era basta y sobre todo efectivo, además de salvaguardar la integridad de los niños huérfanos dándoles tareas inofensivas como la entrega de cartas como esta u otras actividades de fácil ejecución.

Salí con tiempo del hostal para monitorear la zona donde tendría presencia el encuentro y ejecuté un sello para camuflar mi chakra, caminaba bajo la apariencia de ciego que apoyaba su bastón para poder palpar el suelo y salvar los obstáculos, aunque nadie sabía que aquel bastón fuera una shikomizue, un bastón que guardaba una hoja de katana en su interior, la cual ya era una extensión de mi brazo más que un complemento, Teitoku era Fujitora tanto como Fujitora era Teitoku, una norma básica del código de los espadachines de la niebla, ser uno con la katana.

Chakra no Yosei


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Llegué con extrema prontitud donde se ubicaba la tetería, la calle estaba concurrida y jugaba una baza idónea para pasar aún más inadvertido si cabía, por ello, una vez localicé la puerta fui hacia la pared de enfrente de la puerta en la misma calle, la cual tenía una anchura de 6 metros y serían lo que me separaría de la puerta, me apoyé en la pared y me senté en el suelo, acto seguido saqué del interior de mi yukata un destartalado cuenco de paja que robé del barco que me trajo días atrás hasta el país, lo coloqué frente a mí para parecer que pedía limosna y tuve al fin el disfraz perfecto para la ocasión, ahora tan solo faltaba esperar a que el invitado llegase y no hubiera declinado la invitación.
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Última modificación: 16-02-2024, 03:29 PM por Adan Yamanaka.
En uno de los tantos refugios de los rebeldes del pais del fuego, estaba sentado frente a un mapa con varios refugios y fichas rojas de pequeño tamaño los cuales se iban moviendo por las montañas, rodeada por fichas verdes, todo parecía un juego de mesa pero realmente era una estrategia para mantener a las bases rebeldes seguras, con la habilidad mental y esa vista de águila era suficiente  para cuidar una gran parte de la zona, me atrevo a decir que toda la zona realmente.  Encendí un cigarrillo y lo lleve a mi boca, fume de este he inunde aquel dibujo en la mesa, el lugar donde estaba era de poca luz y por ese motivo me di cuenta cuando la puerta a mi espalda se abrió, dejando entrar la claridad, dos guardias pasaron con un niño en el medio el cual estaba "tembloroso" por el protocolo de seguridad y es que hablar con un sencho ¿Y mas un niño? Era algo extraño pero también sabemos los codigos que se utilizan últimamente, por eso dejábamos "espacios" en blancos con estas situaciones. Di media vuelta y observe al pequeño el cual de una extendió su manito, en ella tenia un sobre que era mas grande que la palma, afirme con el rostro - Déjala en el suelo -Mientras el chico hacia caso, yo me acercaba a él, me coloque de cuquilla, lleve mi izquierda al bolsillo de mi chaqueta y saque una flor de manzanilla - Busca estas...Flores -No iba a decirle el termino correcto el cual es hierva pues tenia miedo de que se confundiera y llevara "monte" - Y  prepara una infusión con ella, eso te ayudara a ti y a los demás a estar mas tranquilo - El niño afirmo con el rostro y una vez terminada mis palabra, los 2 sujetos se encargaron de sacar al pequeño. 

Observe la carta y fume otro poco mientras extendía mi mano con lentitud para agarrar el sobre y abrirlo con ambas manos mientras el cigarrillo se mantiene en mi boca, tras leer todo, chaquee mis dedos y en seguida la carta se comenzó a quemar. Sali de aquel lugar y observe alrededor, 2 hombres se pusieron a mi lado de inmediato, no hacia falta que hablara, ya ellos sabían mis "señas" - ¿Largo viaje? - No se consigue buen té en otros lugares

 El encuentro, 14 de Febrero.
10:55h, Capital del País del Té.


Dia de los enamorados y yo en el pais del té con dos hombres, definitivamente no es la forma en como yo pensaba que iba a suceder, varios de los lugares estaban llenos con parejas adornando el romántico panorama mientras yo caminaba por las calles, ya las 2 personas que me habían acompañado se habían dividido y estaban aplicando el protocolo de seguridad el cual se basa en monitorear la presencia de chakra del lugar y mantener 2 anillos de seguridad con el tiempo suficiente para poder reaccionar ante cualquier posible amenaza. Por mi parte, yo estaba con un sobretodo con capucha y si, un cigarrillo en mi boca. Mi cabellera y rostro estaba oculta por dicho abrigo mencionado por lo que no era fácil reconocerme de buenas a primera. Entre al lugar que se me solicito y me acerque hasta la barra, asegurándome de que quien era el dueño del lugar, una vez lo ubique, me acerque a él y eleve mi derecha, saludándole - La ultima vez que vine, estaba lloviendo mas que ahora ¿Que locura, no? -El dueño afirmo con el rostro y luego de una charla con  comentarios banales, me invito a seguir a un lugar mas privado, afirme y pase al lugar donde se me había citado, observe alrededor y tome asiento en lo que parecía ser la silla mas cómoda, el dueño me trajo un cenicero para que no dejara las colillas tiradas, agradecí con un gesto en mi rostro y observe al frente, esperando a  Kakusei. Por ahora todo estaba tranquilo, el anillo de seguridad no había notado nada extraño, significa que no era una trampa o por lo menos no por ahora, de igual forma siempre tenia un haz bajo la manga
Pienso/Hablo/Albert
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El Emperador
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Postrado cual vulgar mendigo me mantuve a la espera para que el joven apareciera sin reconocerme, y así fue como cerca de la hora prevista entró dentro del perímetro monitoreado junto con lo que parecían 2 shinobis más que lo acompañaban, que mientras recortaban metros del destino donde sería la cita, sentí como se despegaron de él.

Pronto, pude establecer contacto visual con el que parecía ser, entre abrí levemente mis ojos, no mucho, lo suficiente como para asegurarme de que aquella persona que cruzaba la calle en dirección a la tetería podría ser con la que tenía que reunirme. Andaba con capucha, con parsimonia y sin los 2 acompañantes que en un inicio sentí que tenían cerca.

- Debe de ser él, la hora de la quedada es inminente -

Pensé tras haber cerrado de nuevo los ojos, agachando la barbilla para ocultar aún más si cabe mi rostro de entre la muchedumbre. El sujeto penetró en el local, y tras un pequeño lapso de segundos alcé mi cuerpo, recuperando la verticalidad, inicié el paso con la ayuda de Teitoku para ir palpando con su punta el terreno y evitar choques innecesario, el bastón repiqueteaba el suelo hasta que me topé con el con la puerta, accionando su manilla e internándome en la tetería. El tintineo de la campanilla de detrás de esta avisaría a todos los presentes de que alguien nuevo llegaría, la puerta se cerró tras mi avance y sabía que debía de dirigirme hacia el apartado del fondo, donde unas mamparas daban privacidad a ese espacio donde se tomaría la reunión. Aún más si cabe, orienté mi cara hacia la barra donde el dueño del local, que era el contacto de Kakusei, asintiendo con esta para dar marcha al protocolo de reunión. El dispositivo se inició y me cercioré escuchando de que los 4 señuelos estaban preparados charlando en unas mesas colindantes a la pared del local, unos civiles cuya función sería teatralizar una cata privada de tés en el local para que esta permaneciera cerrado al público, y así fue como el dueño colocó un cartel informativo al respecto sobre la puerta para que cualquier cliente supiera que sería negada su entrada.


Cita:
"CERRADO, CATA PRIVADA"


Toda medida posible era bienvenida para salvaguardar la cita, aún más si en ella se encontraría un sencho, y era por eso que mi llegada a la capital con tanta antelación se vio justificada para organizar tan agudos preparativos. Avancé por la tetería, la conversación de los 4 jóvenes quedaría de fondo y llegué hasta el apartado final de esta donde se encontraría el joven, al cual hallé ya sentado esperando a recibirme. Ignoraba sobre la impresión que podría darle en el momento en el que me vio aparecer, me aseguré de correr la mampara corrediza para tener privacidad y que la cata tapadera no molestara la cita, palpando con Teitoku el suelo de madera me acerqué comedidamente hasta el joven, hacia el que alargué la mano para estrecharla con la suya e iniciar las pertinentes conversaciones.

- Me complace que aceptases la invitación Adan, soy Fujitora Kaguya, integrante de Kakusei -

Sin alteraciones pero sin pausa, alcancé a sentarme en una de las sillas colindantes al joven, que tras asentir con su correspondida presentación, recuperé de nuevo la palabra.

- Me he tomado una serie de molestias como preparativos para afianzar la seguridad y sobre todo la privacidad de esta cita, confío de que esté todo a la altura de alguien de tu posición -

Tras ello, golpeé con determinación el suelo con mi bastón 2 veces, no tardó ni 5 segundos el dueño de la tetería en aparecer abriendo la mampara corredera, y trayendo consigo un juego de 2 tazas junto con una tetera que contendría té recién hecho sobre una bandeja de plata con ornamentaciones, dejándola servicialmente entre nosotros, y desapareciendo de nuevo tras cerrar. Durante todo esto, mantenía orientado mi rostro hacia el joven, pues aquella escena era una muestra más de que todo estaba medido al milímetro para él, y aunque no tenía los ojos abiertos, estaba seguro de que aquello afianzaría la confianza del joven sobre el encuentro.

- Bien Adan, estoy seguro de que tu tiempo es limitado, por lo que tampoco quiero andarme con rodeos... Pertenezco a una organización llamada Kakusei, la cual y sin alarmarte, ha seguido de cerca tus acciones y tu perfil durante bastante tiempo -

A la par que iniciaba el diálogo, llenaba las tazas de la infusión, primero la del invitado y posteriormente la mía.

- Y supongo que te preguntarás como y sobre todo porqué, y déjame decirte que los hilos de la organización se extienden por todo el mundo al igual que el alcance de su objetivo, y aunque somos plenamente conscientes del rango que sostienes, no tienes porque renegar de ello si se diera el caso de que te convence la siguiente propuesta -

Tomé un ligero sorbo del té antes de continuar, sus notas amargas y silvestres danzaban con una astringencia sensacional sobre mi paladar, produciendo esa sensación en la boca tan extendida, en la que un sobre estímulo agitaba de tal manera los receptores gustativos que el sabor se alargaba hasta la coyuntura de la mandíbula, sencillamente sensacional.

- Dios mío, la fama del té aquí le precede... El caso es el siguiente Adan, queremos que nos ayudes con nuestra labor de cambiar el sistema mundial establecido, Kakusei no es solo una organización, es la manifestación de la esperanza en un mundo mejor. Nuestro cometido va más allá de las etiquetas de rebeldes o imperiales. Buscamos la neutralidad porque creemos que solo así podemos cambiar el destino del mundo shinobi. No somos una fuerza que busca el poder convencional, sino una red de individuos que anhelan la paz y la justicia, por ello, nuestro recurso más valioso es la unidad y la diversidad de nuestras habilidades. No buscamos la confrontación directa, sino la transformación gradual del sistema. Somos shinobis comprometidos con la causa, dispuestos a enfrentar los desafíos con astucia y valentía. No nos enfrentamos a imperiales ni a rebeldes, nos enfrentamos a la injusticia y la opresión en todas sus formas -

La introducción fue lanzada, y tras terminar, hice una pausa para conocer el primer parecer del joven hacia la primera toma de contacto de la cita. ¿Qué clase de interrogativas sucederían en su mente?, me mantendría expectante y tranquilo a escuchar que le sugería aquello, mientras tomaba un nuevo sorbo de la taza.
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~ Narro ~ Hablo ~ Pienso ~
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Gokei Setsuzoku

Luego de un corto tiempo, entro el sujeto que me había citado en el lugar, yo le seguí con la mirada hasta que este empezó a hablar. Nos trajeron Té, aproveche para tomar un poco y analizar el sabor, realmente estaba sabroso, no podía negarlo, sentía un poco de envidia, de sana envidia, por las infusiones que utilizan y saber que yo aun no logro esa "perfección" aunque era mas un tema de "clima" y cosas similares. Una vez el sujeto termino de hablar, saque un cigarrillo y encendí este  fumando de forma lenta, disfrutando de la extraña combinación que daba el té y el cigarro en mi paladar. Solté el humo lentamente y baje mi mirada - Interesante-  No le estaba observando, simplemente me enfocaba en el té pero si el era detallista, iba a notar que yo no había movido mi boca, lleve de nuevo la taza de té a mis labios, tomando otro poco mientras continuaba con el mensaje - En este mundo tan mágico, cualquiera nos sorprende últimamente  y es terrible pensar eso... Que cualquiera nos puede sorprender -  Baje la taza de té, colocándome de pie y caminando por la sala con el cigarrillo en la boca -¿Ha escuchado usted que las paredes tienen oidos? Peligrosamente las paredes mentales pueden tenerlas también ¿Pero quien soy yo para juzgar eso en este momento? Al final no estamos hablando de paredes -Fumo-  Su idea es la idea de muchos, incluso, personas que perteneces a organizaciones formalizadas y representadas por grupo de masas con ideales radicales, comparten ese pensamiento: La paz - Suelto el humo con lentitud, observando la decoración -  No pediré muchas explicaciones, creo que se ha dado cuenta o mejor dicho, creo que ya se imaginara usted que no es el unico truco que tengo...Ya sabe, este por el cual estamos hablando ahora mismo ¿Increíble, cierto? - Volteo para regresar a donde esta mi taza de té, tomando un poco - Yo acepto unirme porque soy partidario de la paz, tan partidario de ella como del dicho: Si quieres paz, prepárate para la guerra - Dejo la taza de té en la mesa- Claramente para el publico observante, esto será una Reunión caritativa entre un sencho de bajo perfil y un sujeto que no puede hablar, escuchar ni ver - Fumo de nuevo- Pienso que luego tendremos una Reunión ¿Correcto? Algo formal donde vamos a decidir como actuar, generar los planes, estrategia, etc, etc 

-Ya del cigarrillo quedaba poco por lo que termino de fumar este, quedando con la colilla aun "caliente" en mi mano pero haciendo que a la vez esta se comience a consumir de forma mas rápida, quemando por completo esta - ¿Sabe que he notado? Que aqui el que menos sabe, sabe mucho y tal vez piense que es ironica mi frase o incluso: Errada pero le explicare mejor por que he dicho esto: He luchado contras personas que son tan tontos que por creer que no lo son, he perdido  -No iba a darle explicaciones, solo tome del té de nuevo - Y también he luchado contra personas que por creer que son muy inteligentes, he perdido también - Me acabo mi té pero hago señas de que quiero un poco mas - Como gran admirador de las infusiones, debo elogiarle - Dije en voz alta, haciendo un confuso paréntesis entre mi voz sonora y mi voz mental para mi acompañante - Me gustaria un poco mas - Afirmo con el rostro y volteo a ver al sujeto que me acompaña, ese que me ha citado - Con eso quiere decirle que  una de las cosas que mas odio en este mundo es el desconocimiento, tal vez a nivel personal aunque la ignorancia también es algo que poco tolero ¿Y a que quiero llegar con todo esto? Que todo lo que pueda decirme, sera de mi agrado, bien recibido pero sobre todo, generara una confianza...Se que puede engañarme pero...Digamos que tengo un "sexto" sentido para adivinar las mentiras. - Aunque no se lo habia mencionado, soy amante del conocimiento y mientras sepa, sera mejor para mi
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La cita empezaba a desarrollarse bajo un sutil pero embriagador aroma a infusión que colmaba aquella pequeña sala, detalles principalmente silvestres que estimulaban el olfato para todo aquel que apreciase aquello, un verdadero jolgorio para los sentidos. En cuanto al tema central de aquella vista, pronto pude comprobar una de las curiosas particularidades de Adan, el cual mostró con interés para darme cuenta de ello, haciendo que su manera de dirigirse hacia mí fuera vía telepática más que oral.

- Qué curioso -

Pensé, sin tener la certeza de si ese pensamiento podría también poder estar a su alcance, el joven sin duda mostraba habilidades mentales únicas que podrían aportar un gran incentivo a Kakusei. Prestaba una focalizada atención a aquel resonar de las palabras de Adan, una tras otra, se notaba que el de Konoha tenía cierto recorrido en hechos que demostraban puntos de inflexión en la historia, lo que definía aún más el acierto de Kaito en aquel pergamino para poder contar con él en aras de llevar a cabo los objetivos de la organización. Adan era un activo muy a tener en cuenta, y en sus pausas aproveché para tomar la palabra en cuanto a lo que parecía cierta inseguridad con la privacidad de la cita y el concepto de La Paz.

- Estas paredes e incluso las que están a fuera del establecimiento están tan aseguradas y medidas que no hay que preocuparse, digamos que tengo un particular instinto para ello, tanto incluso que podría ubicarte con precisión en este instante a los 2 guardias que te acompañaban, y que establecen lo que parece un perímetro de seguridad, pero no nos desviemos... A nivel personal, como también Kakusei, sé y sabemos que el concepto Paz tiene tantas aristas como personas en el mundo, y resulta irónico a la par que contraproducente el motivo de cada uno para interpretar individualmente su concepto, a pesar de que el mismo tiene un objetivo sin parangón, da como digo múltiples interpretaciones, además.... -

Tomé una breve pausa para tomar de nuevo un sorbo, hidratar mi lengua y la garganta, a decir verdad, el humo del cigarrillo resecaba mis vías al no estar acostumbrado a tan nocivo vicio, pero al fin y al cabo, ¿Quién no tenía uno?

- Me sincero contigo particularmente, y te digo, que a veces La Paz no es más que una excusa para justificar hechos totalmente contrarios a ella... Sin embargo, creo con esperanza en la acometida de Kakusei para reunir a un reducto de shinobis capaces de creer en un sistema diferente, bajo la capa singular de que nuestro concepto de Paz, pasa por reformar la estructura actual, sin olvidar las atrocidades del pasado para aprender de ellas y obrando en función de la idea central para constituir nuestra Paz, por la que obviamente pasa una preparación para la guerra... detrás de un gran hecho siempre hubo un plan aún mayor, por ello, es legítima una concentración de todos los miembros cuando se terminen de solventar procesos como este que estamos teniendo, y te aseguro que será inminente -

Terminé de escuchar el eco de su voz en mi mente, un eco dejaba una reflexión personal por parte del chico interesante, que acompañaba ahora con una tapadera que proyectaba con su boca para camuflar aún más si cabe lo que estaría ocurriendo dentro de la sala. Estaba claro que el joven se tomaba muchas molestias para pasar tan desapercibido debido a su cargo, algo totalmente normal que esclarecía su calculadora y meticulosa forma de valerse fuera de donde quiera que permaneciera, no había que olvidar que pertenecía a la facción rebelde del país del fuego. Toqué de nuevo 2 veces con la punta plana de la vaina de Teitoku el suelo, la shikomizue resonó para hacer venir de nuevo al contacto de la tetería para que repusiera té, haciendo que esperase de nuevo su intrusión en la sala con ambas manos posadas en el blanco bastón katana. El viejo sirvió los nuevos tés y volvió a esfumarse corriendo de nuevo la puerta, mientras eso ocurría, el pelirrubio me desarrollaba.

- Me satisface saber, y con ello también hablo en nombre de Kakusei, las pertinentes molestias que te tomas para conocer todo aquello que se te presenta Adan, y coincido contigo en este aspecto, verás... ya que aceptaste unirte puedo adelantarte que una de las vertientes principales del músculo de Kakusei es la conexión e intercambio de información, y con ello el conocimiento, el conocimiento es poder. Pero comprende que la premisa de esta cita es principalmente la exposición de la oferta que te planteé y tu valoración sobre esta para declinarla o bien aceptarla como hiciste... Pero empatizo contigo a la hora de saber más, yo en su día también estuve donde estás tú ahora, y para reforzar tu confianza en esto, puedo decirte que todo aquello que quieras consultar, preguntes o solicites se te dará una vez cerremos el pacto y sin ningún tipo peros, sin embargo, espero que entiendas que no es el momento para ello... además, en la cita grupal te adelanto que se expondrán de forma abierta y transparente todo lo relativo a Kakusei, estoy seguro que eso pondrá en tu conocimiento parte de las respuestas que buscas -

Terminé, y con ello, esperaba el turno de palabra del joven, para saber más lo que pudiese añadir al respecto. Sorbí un poco del recargado té en la taza que tenía frente a mí en la mesa, esperando plácido aquello nuevo que tuviera que plantear Adan.
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Gokei Setsuzoku

-Aunque hablara conmigo, mi mirada estaba en otro lugar ¿Era eso maleducado? Claro, lo era pero a la vez era una forma de dar a entender a cualquier que pudiera espiarnos,  que la conversación no era conmigo aunque yo fuera el único presente ahí "hasta ahora". Mi té fue  recargado, agradecí asintiendo con mi rostro y luego de eso tome otro poco, cerrando los ojos para disfrutar de aquel sabor. Fucking pais del té, bien merecido su nombre, aunque irónico fuera que no fuera realmente de infusiones prestigiosas ¿No?  Una vez se termino de expresar aquel Señor, yo solo pose mi mirada en el un par de segundos para luego volver a retirarla, afirmando con el rostro 3 veces. No me sorprende que sepa que tengo 2 personas afuera, realmente era intuitivo y si incluso no los hubiese visto, es natural que alguien que tenga mi posición no este solo  - Curioso- Seguí con mi canal mental aunque el de él fuera el verbal -  Pero acertado - Tomo un poco del té - Hare una confesión o por lo menos una que usted no sabe, pienso yo - Coloco el Té en la mesa mas cercana para luego subir mi mirada al techo - Soy alguien adicto al conocimiento pero no cualquiera, no creo que exista una mente que pueda contener tanta información y por eso nos especializamos en algo, normalmente el equilibrio se basa en ser un mar poco profundo de conocimiento aunque alguno son un charco muy profundo de saber, en este caso, me gusta que el mar de mi sabiduría y experiencia tenga ciertos lugares donde hasta lo mejores nadadores tenga temor de entrar - Me acomode mejor en la silla- Uno de esos lugares profundos, para mi, son los jutsus -De nuevo mi mirada se posa en él, esta vez observando sus ojos - Tengo la habilidad para poder acceder a las técnicas sin mucho esfuerzo - Realmente la tecnica me agotaba pero eran palabras mas, palabras menos -  Puedo comprender perfectamente que  no a cualquiera le gusta soltar sus habilidades, ya sea patriotismo, egoísmo o cualquier  pensamiento  y/o sentido de propiedad del mismo, por eso, creo que es atrevido decirle que me permita tomar alguna de sus técnicas pero - Desvió la mirada- Se que pudiera ayudarme a que mi repertorio de habilidades aumente 

-¿Era eso un requisito para entrar a la org? Nada que ver, simplemente era una petición personal, aparte de también dejarle clara una de mis "aficiones", de esa forma no iba a sorprenderle mis acciones si en algún momento quisiera entrar en la mente de alguien para poder acceder a sus jutsus. Tome la taza de té. tome un poco mas hasta dejar media tasa con el liquido - Si de algo le sirve - Comentaba de forma sarcástica- Soy  experto en hacer que la gente no hable mucho de las cosas  aunque creo que me especializo mejor en descifrar mentes - Saco un cigarrillo el cual no enciendo sino que juego con él en mis dedos, pasándolo del indicie a pulgar, del pulgar al índice - Estare atento a futuras reuniones y acciones ¿Cual sera la primera idea a ejecutar? -
Pienso/Hablo/Albert
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La conversación se encaminaba a sus pasos más finales, tras las contestaciones de cada uno, los pareceres fluían en favor del destino que teníamos fijado, Kakusei. El chico parecía regocijarse en el té que de nuevo le sirvieron, y no era para menos, porque en paralelo, yo también disfrutaba de los intensos, silvestres y diferentes matices gustativos que la infusión despertaba en la boca. Sublime.

El chico tomó de nuevo el turno de palabra, el sencho recitaba mentalmente su particular comunicación vía telepática con la que había dado a conocer parte de sus habilidades. De manera comedida, el chico tras acceder a la invitación pareció seguir con un tema en particular que a la vista saltaba interesarle, pues su peculiar forma de interesarse por el conocimiento acababa por desvelarse cuando sugirió tras coger de nuevo su asiento, que esa inclinación hacia el mundo de las técnicas la mostrase con tanta evidencia y de manera abierta, no era más que una demostración de una de sus inquietudes.

- Veo que la posición de sencho va más allá de las licencias que normalmente se toman con gente a la que acabamos de conocer... Hum, quizá podamos tener un intercambio particular entre nosotros y equivalente, ¿No crees que sería lo más justo? No te digo que yo tampoco quiera resultar beneficiado ante tal propósito, y Kakusei podría verse indirectamente beneficiada también por ello ¿Cuál sería tu propuesta? -

Y le envié una contraoferta, pues aunque desconocía los métodos que pretendía utilizar para tomar un jutsu de mi repertorio, no dudaba de que en el mundo shinobi no hubiera artes capaces de hacerlo, pues este basto mundo no encerraba habilidades incapaces de desafiar a cualquier tipo de imaginación. Tras ello, Adan reseñó lo evidente y lo que intuía ante su aparente habilidad mental, y de la que estaba seguro que dominaba junto a otro lote de jutsus relacionados.

- En mi caso, para el buen observador, hace mucho tiempo que tomé por la decisión de tomar el camino del filo -

Y justo al emitir la palabra filo, el pulgar de la mano derecha la cual agarraba el principio de la apertura de la vaina, deslizó el mango de la shikomizue hacia arriaba, dejando ver un par de centímetros la pulida y blanca hoja de Teitoku. Quizá, parecería brusco ver que durante todo el tiempo aquel falso ciego con el que se compartía habitación y té estuviera armado, sin embargo, ¿Qué espadachín que se preciase no lo estaba? Cualquiera que concibiera a un samurai sin espada, es que, o no sabía nada del mundo, o no estaba ante un verdadero samurai. El filo por su propio peso volvió a enfundarse, la apariencia de bastón volvió de nuevo, era el clamor de las shikomizue al fin y al cabo, ser un bastón-katana.

- No sé si tu ferviente búsqueda de conocimiento de jutsus pasa por conocer las artes del Kenjutsu Adan, pero déjame decirte que en Kakusei podrías cumplir tal deseo... y ya que aceptaste cooperar, y preguntas acerca de reuniones y acciones, toma esto -

Saqué del interior de mi yukata un pergamino de no más de 10 centímetros, el cual deslicé por la mesa hasta que paró a un palmo de la taza del joven de la hoja.

- Ahí encontrarás fecha y lugar para la reunión, puedes destruirlo si así lo deseas, pero hay alguna que otra indicación más al respecto que quizá sea de tu incumbencia saber, además de los beneficios que te aportaría... -

Dije para acabar, aguardando la respuesta del peli rubio.
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Observe el pergamino, lei la información y luego la guarde adentro de mi abrigo para afirmar con el rostro, me hubiese gustado destruirlo pero antes de eso, debía primero leerlo  o mas bien, releerlo bien. Me puse de pie, tomando todo mi té como si de un trago de licor se tratara. Era una persona totalmente precavida, tal vez exagarada, por eso, con una sonrisa en mis labios, mantuve la taza en mis manos - Es primera vez que vengo a este lugar - Comente, siendo esta técnicamente mi primera palabra en el sitio- Y el té ha sido una maravilla, por ese motivo solo veo 2 opciones a un mismo panorama, o me regala la taza de té o le compro la taza de té - El dueño no estaba ahi, no en la misma sala pero mi voz se hizo escuchar. Mientras esperaba una respuesta, observe al  ciego - No se mucho sobre soportes pero si algo he aprendido en esta vida es que el que no sabe, sabe buscar quien si sabe  ¿Curiosa palabra no? - Aun hablaba en clave, como sencho me cuidaba la espalda a toda costa pues la "prensa" y los enemigos se encargaban de agarrar el mas mínimo detalle para tratar de ponerlo en la contra de quien sea. En este caso, mi cargo de sencho era algo aun oculto o por lo menos no a la luz publica ¿Pero que sucede? Que todo buen ninja sabe muy bien que lo soy, la voz corre por las alcantarillas infectando ratas de rabia las cuales transmiten esa enfermedad entro los  viviente de la tierra ¿Resumo eso? Los soplones se encargan de enviarle el chisme a los altos mandos, toda la vida ha sido así. 

-Aunque mi rostro no lo exprese, me alegra haberme reunido con usted, sobre todo por temas de cuidado personal y grupal. He leído que existen soportes mejores y he escuchado historias fantásticas sobre ayudantes para ciego, si se de algo en concreto o incluso si logro  encontrar el objetivo, con gusto le hare llegar la ubicación - ¿Cuál era el objetivo de llevarme la taza? De no dejar ni una prueba de que estuve ahí - Limpien todo, voy saliendo -Transmití a mis guardias mientras aun estaba en la sala-  Kaname esta por aqui - Interesante - Mientras mantengo esa conversación, sigo observando al moribundo - Me recuerda a un señor que conocí hace mucho tiempo en el lugar donde vivo, no se si si eso ayuda a que sea mas empático con usted - Camino por la sala - Y eso me ha generado una duda, todo gracias a la empatía del silencio que abunda en esta sala ¿A donde piensa ir? - ¿Por que preguntaba eso?  Solo alargaba tiempo e información. Me coloque de nuevo mi capucha y encendi un cigarrillo -  ¿Puede creer que yo no fumaba tanto? Pero amo el sabor del tabaco, en si hay pocas cosas que amo, el tabaco es una, el conocimiento es otra y fijese que hoy he logrado  hacer las 2 cosas, fumarme un tabaco y saber que aprenderé mas - Suelto el humo -  La diferencia entre un buen filo y un buen jutsu es que uno se maneja y el otro se crea y siempre estara el problema de: El que no sepa crearlo, el que no sepa manejarlo, sera un desastre y creo que usted y yo odiamos los desastres ¿No? - Listo señor, esta limpio- Le acompaño a la salida, permítame 
Pienso/Hablo/Albert
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El Emperador
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Finalmente, el pergamino fue llegado al sencho rebelde del país del fuego, y sería un activo importante de Kakusei tanto a tener en cuenta que en él figuraría un cargo a su altura, una muestra más de la organización hacia él para confiarle parte de su jerarquía y de esta forma se sintiera valorado. Un trámite menos en el camino de la congregación de miembros de la organización.

- Como gustes Adan, considera la taza un regalo de bienvenida... de hecho, considérame a partir de ahora algo más que un camarada de grupo, me gusta valorar a gente que sabe disfrutar y encontrar en estos humildes placeres algo más allá de lo que aparentan, yo también tomaré mi taza... espero volver a llenarla y brindar contigo, y por el momento, brindo por nosotros -

Y tomé de un trago también la infusión con la intención de sellar dicho pacto, buscando también con ello simpatizar con el joven. Asentí las nuevas palabras del pelirubio, comprendía todas las molestias que se tomaba para afianzar su seguridad en los muchos aspectos que la abordaban.

- Tranquilo, todo eso también está cubierto, tanto el dueño como los de ahí que forman la tapadera se encargarán del resto, son contactos de Kakusei de confianza... y gracias por la molestia, tendré en cuanta eso, por el momento voy bien servido -

Hice alusión al bastón, su suponía que el joven era buen entendedor, aquella pequeña muestra de Teitoku iba mucho más lejos de mostrarla como el mero bastón de hueso que aparentaba ser, pues no había mayor soporte para un espadachín que su propio filo, pues era una extensión más de su propio cuerpo, una articulación mortal al fin y al cabo. La despedida era inminente entre ambos.

- Hay otros preparativos de cara a la reunión que te comenté que me competen, por lo que mi próximo movimiento no será garantizarlos de la misma forma que este acercamiento contigo o incluso más si cabe... pronto nos veremos de nuevo en el lugar acordado Adan -

Dije, centrándome principalmente en su pregunta, para continuar después con su añadido.

- Tengo que ser sincero, no me considero un gran simpatizante o consumidor del tabaco, pero sé que debe de encerrar algo que cautiva a tantos, sin embargo, me dejo llevar por otros placeres... Yo quizá no tengo tanto interiorizado el camino de los jutsus como tu, no obstante, puedo asegurarte que en cuanto al filo, hay tanto desviado en su honorable uso que muchos se alejan del verdadero poder con él, y compartiré contigo algo, un mantra muy expandido entre espadachines que unos respetan y otros desconocen lo guardan estas palabras: Aquel que desea sacar la espada es un principiante inepto, el que la puede usar es un experto, pero el que es la espada misma es un maestro -

Podría añadir algo más respecto a la cita, pero, ¿De que serviría la lección que deja para revolver la reflexión que se concibe tras ella? Estaba seguro y confiaba de que Adan la tomaría para pensar en ella, y de esta forma, incluso aplicarla a los jutsus que tanto se expanden a lo largo y ancho del mundo.

- Te sigo hasta la puerta, quizá por seguridad y privacidad sería más oportuno que saliésemos a destiempo del establecimiento, no obstante, se sabe que siempre se sigue ese cliché... juntos y después cada uno por un lado, ha sido un placer Adan -

Dije para finalizar. Salimos de aquella sala y pronto tras nuestros pasos, los tipos que hacían de tapadera se internaron en ella tras mi gesto, siguiéndole el dueño de la tetería, recorrimos en silencio el pasillo de esta, abrimos la puerta y cada uno tomó una dirección. Kakusei tomaba fuerza.


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