[Misión C] - El faro destruido
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EL FARO DESTRUIDO

El reino de los Acantilados, un lugar bello y con preciosas vistas, un paraíso para los turistas. Se decía que, en el interior, los trabajadores y empresarios llevaban un buen trato gracias al comercio internacional que se generaban en aquellas costas sureñas que atraían a los mejores mercaderes y pesqueros de la zona. Barcos tripulados por piratas a veces rondaban las zonas, otras veces simplemente mercaderes que viajaban a tierras lejanas, un sistema de comercio exquisito podía permitir a este reino exportar cuarzo y sal en grandes cantidades, piedras preciosas y estalactitas que permitían que el reino dotase sus tejados y faldones de los cerros con enormes cantidades de tierra blanca, blanca y salada, una hermosa vista para quienes visitaban por primera vez el lugar.

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Ulti Ryū, una kunoichi autoproclamada visitaba el lugar coincidentemente mientras aquel reino solicitaba el apoyo de diversos ninjas que quisieran aportar en una situación de crucial importancia, ya que, un reino tan bello como este, también tenía su lado oscuro, un grupo de traficantes que harían lo que fuese para detener la reconstrucción de este faro, ya que la presencia de tantos barqueros de distintos lares y diversos buques de guerra imperial eran un problema para estos comerciantes de drogas ilícitas…

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Pero a que vamos, tanto rodeo para nada, Ulti estaba lista para empezar la misión y como era de costumbre para ella, se sentaría en un risco a escondidas del mundo y vería directamente al lector solo para decirle una cosa – hey tú, lector – si, como dije, se dirige a ti – ya cállate narrador, estoy hablando con ellos… carajo… ya miren, chicos, solo lleguen y juntémonos en… bueno, no se… una taberna, ¿les parece? – oh dios… Ulti, ¿Por qué tan idiota como siempre?... bueno… como sea…

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Estaba Ulti sentada en un bar de la zona, era rustica, de madera mal tratada por doquier, algunas bollas decoraban el lugar y algunos alcohólicos decoraban el suelo, la iluminación era bastante escasa y la joven Ulti se encontraba bebiendo una jarra de cerveza en compañía de, quien parecía ser, aquel que había solicitado aquella misión. Era un hombre joven de pelos castaños, lentes marrones y una barba mal recortada, tenía una camisa blanca mal puesta y su pantalón de marino mal ajustado a la cintura, era el encargado de entregar la misión, esperaban ahí a la llegada del resto – Ulti-chan… ¿Qué esperamos?tu solo aguarda, ya verás… - diría Ulti, mientras bebía y miraba con desafío a la puerta de aquella vieja taberna, rompiendo sutilmente la cuarta pared frente a un NPC olvidable…
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El dolor aún estaba presente en algunas palabras de la Senju. El regreso a la aldea, a pesar de haber estado lleno de alegría y lágrimas de reencuentro, también tenía un tinte amargo. Dos muertes, una mucho más importante que la otra habían atravesado la vida de la fémina: La primera, la de uno de sus mejores amigos de infancia. Sakul Sarutobi había sido asesinado en medio de una misión y aquello definitivamente la ponía en duelo; La segunda, Senju Bishamon, a quien nunca conoció pero que entendía como líder del clan. La misma, había sido asesinada en una misión. Ahora, su clan se sabía vacío, sin una cabeza que llevara la batuta.

De alguna forma, sus padres le habían indicado que ella era la más óptima para tomar ese trabajo, pero estaba tan perdida, que lo único que pensó para distanciarse de aquel mundo fue buscar, en el edificio del Hokage, una misión que la alejara del lugar que apretaba de formas impensables, su pecho.

Se abrió paso antes de ser reconocida. Los presentes en la sala, enterados de ambos sucesos guardaron un poco de silencio justo antes de retomar el bullicio que solía caracterizar aquel espacio.

Kaname, no esperé verte tan pronto por aquí, acabas de llegar…— dijo la mujer que entregaba las misiones cuando la Hokage no estaba en esa función. La Senju afirmó despacio mientras acababa de botar el aire que inflaron sus pulmones segundos antes.

No puedo quedarme sentada después de haber estado tanto tiempo en acción— sonrió tranquila antes de retomar su mirada inexpresiva. —Bueno, precisamente hay algo que te pueda interesar, pero depende que busques también, por peligrosidad, cercanías, o simplemente por salir de aquí.

Sin poder evitarlo, varias mesas a su derecha, una mujer entregaba una misión a un chico. Era alto, mucho más que ella, de cabello largo y blanco. Todo parecía indicar que debía ir a los acantilados. —Deberemos buscar a alguien que te sirva de compañía, Satoru. Aunque es una misión sencilla y estarás acompañado, no podemos dejar que nuestros gennin salgan sin más de la aldea—. La señora, también entrada en años, se sintió en una especie de encrucijada.

Si no es problema, puedo ir con él.— sentenció Kaname lo suficientemente fuerte para ser escuchada. —Senju Kaname, Jounnin de la hoja. Estoy disponible para la misión.— terminó su presentación antes de que la mujer enfrente de ella afirmara, concediendo el permiso para que la fémina fuera asignada a esa misión. Kaname caminó y se hizo al lado del chico de cabellos blancos.

Perdona la intromisión, espero poder ayudarte en lo que necesites.— comentó mientras firmaba lo que parecía ser la aceptación de la misión como “adulto” responsable. Ciertamente el chico no se veía mucho más viejo que ella, pero si que el rango entre el uno y el otro mostraba quien debía seguir a quien.

Bien, iré a organizarme. ¿Nos vemos en la puerta en cuatro horas? — indagó a Satoru. Si su respuesta era afirmativa, Kaname se iría del lugar tras despedirse a empacar sus cosas. Tomaría lo necesario, su espada atada a la cintura como siempre, sus cosas de ninja en cada pierna y un pergamino con varias armas selladas dentro. Básicamente, todo su inventario la acompañaría, aunque no fuera visible en todo momento.

Llegada la hora, esperaría a Satoru y posteriormente se marcharían hasta el país de los acantilados. La travesía era importante, debían viajar hasta los reinos del sur, capaz les tomaría varios días dado que debían salir de la hoja, pasar por la arena y llegar finalmente a los acantilados. No se veían, o por lo menos, ella no conocía, rutas marítimas que los llevaran directo, aunque ese país tenía puerto.

Finalmente, sin mucha conversación más que la necesaria, los dos chicos llegarían a su destino y desde ahí, buscarían la taberna en la cual habían sido citados.

Debe estar cerca, mantente atento.— A unas cuadras después de caminar, darían con el lugar —Ahí…— señaló mientras caminaba hacia el sitio. Entró, posteriormente Satoru y esperarían encontrarse con la persona solicitante de la misión. —Debe ser ella— alzó la mano para saludar y esperar confirmación.

Resumen
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La luz de la mañana abrazó a Riku Ashira mientras abandonaba su hogar, prometiendo un nuevo día lleno de desafíos y aventuras. Con determinación en sus pasos, se encaminó hacia la oficina de misiones, que se encontraba en el edificio del Tsuchikage, donde fue recibido por el amable recepcionista.

-¡Riku! ¿Qué te trae por aquí hoy?-

-Estoy buscando una nueva misión. ¿Qué tienen disponible?-

El recepcionista miró su cuaderno. Luego de eso, miró una especie de estante de madera, dividido por secciones cuadradas, lleno de pergaminos, divididos por colores, o mejor dicho, por rangos. Tomó uno de ellos luego de titubear un poco, y se lo entregó a Riku, el cual lo desplegó enseguida y se mantuvo algunos minutos en lectura silenciosa. Después de revisar los detalles en el pergamino que le entregaron, Riku asintió con satisfacción, aceptando la tarea en el reino de los acantilados.

-Perfecto. Me encargaré de esto.-

Con el encargo en mano, se dirigió hacia la salida de Iwa. Al presentar sus papeles, se despidió con un gesto de agradecimiento y partió hacia el lejano reino.

Luego de un largo viaje, agotador pero con pequeños descansos entre medio para disfrutar el paisaje, comer algo y simplemente estirar las piernas, llegó al reino de los acantilados, donde el lugar no parecía demasiado distinto a lo que era la aldea donde vivía actualmente.

En el pequeño país, Riku exploró con ojos agudos, buscando la taberna mencionada. Pronto avistó el edificio de madera y piedra, donde el murmullo de conversaciones y risas llenaba el aire.

-Parece que he llegado al lugar correcto...-

Resumen
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Última modificación: 12-09-2023, 05:45 PM por Musacus.
Días atrás Satoru se encontraba haciendo sus tempranos mandados en el mercado de la Aldea, luego de las compras volvió al Hotel para dejar el encargo del Anciano. Llegado el mediodía, un aviso tocaría la puerta, un joven shinobis le informaba que se solicitaba la presencia de Satoru en las oficinas, al parecer una misión, por lo que debía presentarse lo antes posible ante la oficina correspondiente en el edificio del Hokage.

No demoraron demasiado en ponerlo al tanto de la situación, al parecer algo escaso de personal, pero eso no era impedimento para enviar una comitiva hacia el País vecino, nunca esta de más darles una mano, esto según las palabras de quien parecia uno de los oficiales.

Para Satoru era un gusto viajar, y más aun si era un lugar desconocido.

Cuente conmigo Dijo Satoru luego de confirmar su presencia para con la misión

También le indicaron que la misión seria guiada por una Jounin de alto rango. 

Mientras Satoru terminaba el papeleo la joven líder se acerco a Satoru para presentarse.

Perdona la intromisión, espero poder ayudarte en lo que necesites

No hay problema! un gusto conocerte, mi nombre es Satoru

Bien, iré a organizarme. ¿Nos vemos en la puerta en cuatro horas? 

Perfecto, allí estare.

Le llamo la atención no haberla visto antes por la Aldea, pero por su rango, lo más probable es que haya estado en alguna misión secreta o algo por el estilo. Otro motivo más para entusiasmarse, conocer a shinobis fuertes siempre traía buenas experiencias y más si compartían "Bando". Tendrían un largo viaje para conocerse y permitirse confiar en uno en el otro.

Ambos Shinobis se encontraron a la hora acordada y sin demasiada demora tomaron rumbo hacia Los paises del Norte. Primero debían pasar por el Páis de los Fideos y desde allí tomar ruta hasta el País de la Cascada.

En cuanto Kaname vió a Satoru se percato de que este llevaba una máscara consigo, anteriormente llevaba solo una venda en sus ojos, pero esta vez, como de costumbre saldría enmascarado.

Ahh, disculpa soy yo, esto de aquí es solo por precaución- Dijo Satoru a Kaname señalando su máscara.
A partir de ahora quedo a su disposición, cuente conmigo! Dijo Satoru haciendo un saludo inclinando su torso.

Mientras viajaban Satoru se preguntaba como estarían aquellos paises, ya que poca noticia tenía de ellos, sin duda estaría atento una vez ingresen en dicho País.

Es sabido que el Pais de los Fideos era centro de distribución de alimentos pero al mismo tiempo era rejunte de criminales, debían andar con precaución al menos hasta llegar a la frontera.

________

Paso casi un día entero hasta llegar al Pais de la Cascada, quien parecía de a poco empezar a recuperar su belleza natural que antiguamente había sido "destruida" por los conflictos entre paises.


Mira este bello paisaje
que ingenuos somos... Dijo Satoru mientras caminaba con ánimos reflexivos, esperando que su compañera quiza tenga la misma debilidad por la naturaleza...

Takigakure fue convertida en un gigantesco campo de concentración y nadie sabe a ciencia cierta cual es su estado actual, esto lo llevaba aún más a ser precavido ante los ojos crueles del Imperio. Esta nación antaño era una de las más bellas del mundo, también fue de las que más sufrió en la última guerra y todavía siente sus secuelas. Hoy la nación está ocupada por el Ejército del Norte, por lo que no era raro ver circular patrullas imperiales bajo la virgen belleza de aquel paisaje.

________

Llegada la noche ambos Shinobis daban con su destino, el viaje por suerte fue tranquilo, no tuvieron inconvenientes más que unas miradas criticas por parte de los huéspedes del País. Al parecer no estaban muy a gusto con ver Shinobis de otras aldeas, una sensación extraña...

Debe estar cerca, mantente atento.
Si capitana! afirmo Satoru mientras buscaba pistas del lugar.

Aunque la líder no demoro demasiado en encontrar el sitio indicado, allí se reunirían con quien estaba a cargo de la misión.

Un bar, algo rústico, era el punto de encuentro, Satoru seguiría a la Jounin sin emitir palabra alguna, solo iría detrás de ella esbozando el silencio y vigilancia.

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Última modificación: 14-09-2023, 03:07 PM por Ulti Ryū.
Uno… Dos… no, tres… tres ninjas habían acudido a la misión del farolero, en dicha taberna de rustica ambientación, los ninjas fueron bienvenidos amablemente por una exuberante mujer de gran cuerpo y regordeta cara, esta sonriente les hizo entrar uno a uno mientras llegaban a la mesa de aquella vieja taberna. Es extraño que gente ingrese a la taberna tan temprano por la mañana, pero para casos como este, era un gran lugar para reunirse con los ninjas de otras aldeas que viniesen a trabajar por estos lares.

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Muy probablemente los ninjas al llegar a este reino pudieron notar la gran cantidad de casas blancas y tejados azules del sector, también pudieron notar como aun en estas fechas, había nobles y civiles que venían en son de divertirse en las playas, de pasarlo bien en un lugar balneario turístico como lo era el Reino de los Acantilados. También se podría notar la economía y el buen trato que la gente podría ofrecer a los extranjeros que llegasen a este reino. Si bien la seguridad es algo muy importante, la riqueza y el comercio de este reino provocaba que gozaran de una vida tranquila y modesta… sin embargo, aun en lugares tan utópicos como este, el mal se asoma…

Ulti, al ver como llegaba la comitiva de ninjas, no presto mucha atención, excepto cuando entro aquella muchacha de gran pelo y bello semblante, al verla, se sonrojo un poco y la miro directamente a la cara durante toda la conversación mientras se cruzaba de brazos y fruncía el semblante, podría interpretarse como una mirada desafiante para quienes no conozcan a Ulti.

Uno a uno los ninjas fueron invitados a sentarse, en este lugar, nuestro querido NPC Genérico llamado Jacob Hizan, terrateniente de este reino y sentado a un lado de Ulti, dio la bienvenida al grupo y comenzó a comentar los problemas que les azotaban – Hola, buenos días, soy el terrateniente Jacob Hizan, pueden solo llamarme Jacob – decía extendiendo la mano a cada uno de los ninjas – los hemos convocado acá debido a problemas que hemos tenido con la construcción y reparación del Faro del reino, por motivos que desconocemos, hay quienes intentan retrasar su reparación, nuestra jefa de construcción Ulti Ryū – porque si, Ryū no es considerada una ninja – nos recomendó contratar ninjas para solucionar el problema, ella es bastante hábil así que podría ayudarles en lo que necesiten…

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Tras la introducción dada por Jacob, Ulti se paró súbitamente y se presentó ante todos – así es, hemos visto como nos roban materiales, derriban paredes, atacan a nuestros constructores, el otro día encontré un papel bomba en los cimientos, cosas así, nada de qué preocuparse, lo más importante es… - diría para hacer una reverencia hacia Kaname – señorita, me acabo de enamorar perdidamente de usted, acepte ser mi novia, no, mi esposa, te amo – diría mientras, aun en medio de aquella reverencia en 90 grados, esta seguía mirando fijamente a los ojos de Kaname.

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Jacob trataba de asosegar a Ulti para que se vuelva a sentar, pero esta parecía decidida… bueno, lo importante de esto es… que… los atentados al faro parecen ser muy poco habituales. Luego de aquella conversación algo estrepitosa dentro de la taberna, Ulti procedería a darles un recorrido por la ciudad hasta llegar a aquel Faro… en el camino, podrían ver como entre callejones, algunas personas vivían en las calles, también podrían ver como la primera cara de felicidad y burguesía escondía a un pueblo trabajador, gente de escasos recursos y personal muy descontenta con el reinado de los dos Vice-reyes… pero todo eso era opacado o desviado de la vista del común de la gente por el movimiento de guardias armados por el pueblo… Ulti se detuvo a 3 cuadras antes de llegar a la costa, frente a una plaza rustica con bello follaje, en el, un hombre durmiendo en una banca era levantado de esta por un par de centinelas armados hasta los dientes y con armaduras de latón… la joven Ulti no estaba para nada contenta con el ambiente de los pobres en este lugar, pero debía hacer la vista gorda si no quería causar problemas…
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Saturo parecía ser un chico tranquilo y entusiasta. En primer lugar, su saludo, al que Kaname respondería gustosa con un —Igualmente, Kaname Senju, para servirte— y posteriormente, sin mucho que decir, el muchacho había entendido relaciones de poder desde el saludo sin que la Senju necesitara demostrar autoridad. En las puertas de la aldea, por otro lado, el joven había llegado con una especie de máscara y explicado la razón de la esta. —Entiendo, no te preocupes, esperemos nos vaya bien de camino a nuestro destino.

Los acantilados parecían ser por lejos una nación pobre, sus edificios casi todos blancos con tejados azules (¿Estoy en Santorini?) lleno de turismo y de multitudes de personas en sus playas. ¿Qué estaba mal en todo aquello? Afortunadamente tenían una especie de as bajo la manga. La Senju había leído la ficha de Satoru y conocía perfectamente el clan del chico y la utilidad que tendría el mismo en esa misión.

Serás de gran utilidad aquí, imagino que ya lo sabes— le señaló al gennin.

Lo primero al entrar fue ver a una enorme mujer. Ella les había recibido, pero algo allí era inusual. El hecho de que tanta gente fuera y viniera le daba a entender a la Senju que aquel era un bar de trabajos durante el día. Ninjas de distintos países llegaban a ese sitio para dar con la misión o la persona que la solicitaba. Serían llevados a la mesa en donde se enterarían de las cosas y de la necesidad que los tenía allí reunidos.

Dos personas, un hombre que se presentó asimismo como Jacob y quien dio la mano a Kaname, quien respondería con su nombre, omitiendo su apellido y claro, dejando claro que era jounnin de la hoja. Afirmó despacio parpadeando un par de veces y puso posteriormente la mirada en la chica. Se puso de pies de una forma un poco brusca, daría apuntes un tanto volátiles y acto seguido, una reverencia a Kaname dejándola perpleja.

¿Uh?... Tu… ¡¿ESPOSA?!— grito en medio del asombro.

El hombre trataba de controlarla, pero le era inútil. Mientras, Kaname solo rascaba su mejilla y sentía como el mundo los miraba. Claro, después de tremendo grito, lo normal era que todo el mundo quisiera estar enterado del matrimonio de dos féminas. Posteriormente a eso, darían acompañados por Ulti, un recorrido hasta el faro. En medio de aquel trayecto, la pobreza extrema se había dejado ver —Así que es eso… Lo que pasa para que la ciudad se vea como se ve…— pensó justo antes de darse cuenta de la escena a unas cuadras de la costa.

Te disgusta lo que ves ¿no es así? Tampoco soy muy amiga de este tipo de... Trato.— dijo deteniéndose al lado de ella y mirándola de soslayo.
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Satoru acompaño al grupo a sentarse y escucho atentamente a quien parecía ser el encargado, Jacob. Luego de un breve saludo y las presentaciones correspondientes a las que Satoru, muy tímidamente respondió, pasaron a la dirección del Plan e instrucción de lo sucedido.

El objetivo estaba claro, probablemente alguna banda insurgente, quizás civiles, o porque no un movimiento oculto en la villa.

Era importante analizar la ubicación del Faro y porque este había sido atacado, quizás era parte de una manifestación rebelde... Satoru hacía sus cálculos mientras acompañaba a la Líder del Grupo por las Calles de la Aldea.

Siempre se mantuvo al Margen de la situación, quizá un tanto abrumadora para Kaname, pero decidió ignorar aquello, no era asunto suyo, Satoru seguía sus pasos por detrás atento al entorno, ejerciendo el Rol de Guardia de la Jounin...

Mientras tanto observaba los edificios y el entorno... había un aire de tensión en el ambiente, como si algo estuviese enmascarado...Observaba como unos comerciantes de por allí hablaban en voz baja e increpaban con miradas al Sennin.

Luego de un rato dieron con un lindo paisaje, la costa de aquel País tenía su belleza propia y estaba acompañada por una pequeña plaza que hacía del sitio un lugar de confort, este era el tipo de lugares que le gustaban a Satoru

Bello Paisaje... Se dijo Satoru así mismo

Al mismo tiempo observaba como unos oficiales irrumpían el descanso de un muchacho, esto confirmaba, en cierta medida, la abrumadora mano del Imperio sobre aquel sencillo Pueblo.

Tras ver lo sucedido Satoru se acerco a los Oficiales y al Joven, con la intención de persuadir a los oficiales y de paso consultar por la ubicación del Faro. Más precisamente quería saber la reacción de estos, por lo que le prestaría mucha atención a sus gestos.

Disculpen Caballeros...
Mi Nombre es Satoru
Estoy un poco Perdido...
¿podrían señalarme la ubicación del Faro más Cercano?


Satoru no tan sutilmente, pero si de manera casual, se introdujo en la situación, como viejo chusma.
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Última modificación: 18-09-2023, 05:07 PM por Riku Ashira.
Riku observó atentamente la escena que se desarrollaba en la taberna del Reino de los Acantilados. Sus ojos recorrieron el ambiente, captando cada detalle. La exuberante mujer que los recibió, el terrateniente Jacob Hizan a su lado, y por supuesto, Ulti, con su presencia imponente.

—Buenas, soy Riku Ashira, vengo por una misión a la que he sido asignado.

Dijo, a la chica en la barra, que le señaló la ubicación donde estaba el oficial que les daría el parte de la misión. Se sentó enfrente de él, haciendo la pertinente presentación, y se quedó atento a lo que tuviera para decir del asunto.

A medida que escuchaba las palabras de Jacob y observaba la interacción entre los presentes, Riku mantenía una postura tranquila pero alerta. Sus sentidos estaban agudizados, preparados para cualquier eventualidad. Aunque no hablaba demasiado, su expresión facial y su postura corporal comunicaban determinación y disposición para la misión que les encomendaban.

Cuando Ulti se levantó abruptamente y declaró su amor, Riku no pudo evitar un ligero arqueo de cejas, sorprendido por la inesperada muestra de afecto. Mantuvo su mirada fija en la escena, atento a cualquier cambio en la dinámica del grupo, y sólo se limitó a decir:

—Ooookeeey...

Luego de esa escena, todos se pararon hacia donde realizarían su misión, que constaba de ayudar en el faro para evitar más "accidentes", recalcando las comillas.

A medida que Ulti guiaba al grupo hacia el faro, Riku continuó observando su entorno. Notó las disparidades entre las capas sociales y la tensión latente en las calles. Su mente analítica registraba cada detalle, preparada para adaptarse a cualquier situación que pudiera surgir.

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El grupo se detuvo unos segundos para observar a estos guardias extraños encarar a aquel civil, Satoru se apartó del grupo e interactuó directamente con ellos, este pequeño acto de individualismo generaría un cambio en los planes del grupo… Ulti, lejos de quedarse junto a él, tomo de la mano a Kaname y la jalo sutilmente hacia el puerto – Esposa mía, vámonos de acá… - diría mientras seguía camino hacia el puerto.

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En el camino, Ulti explicaría con más detalle la situación a sus nuevos compañeros – esto es… lo siento, es un poco bochornoso lo que sucede acá… actualmente el reino está dividido por dos facciones, los imperiales que vivían en armonía en el lugar y los rebeldes, quienes intentan apoderarse de las calles… - decía algo decidida – el problema radica en eso, los rebeldes crearon una policía militar propia bajo el yugo del imperio, no es algo muy importante, de hecho, los mismos reyes ignoran de sus andanzas, sin embargo, estos toman a la fuerza a todo aquel indigente o borracho que encuentren y los obligan a unirse a sus filas… es despreciable, muchos simplemente lo hacen por tener algo que comer – decía, algo enojada – realmente no me importa si son imperialistas o rebeldes, pero acá, en este reino, las cosas son como son.

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Al poco rato, mientras avanzaban lentamente por la ciudad, el bello mar se desbordo frente a sus miradas, los acantilados dejaron de ser el centro de atención de este lugar y el faro se veía a medio construir a lo lejos, estaban aproximadamente a 400 metros de él, un lugar bastante increíble. El camino hacia el faro era a través de los sectores comerciales del reino, pasaron por en medio de una feria libre, varios comerciantes intentaban convencerlos de comprar frutas o chucherías, algo bastante amigables la verdad, pero bajo esto, también se encontraban esos policías rebeldes que custodiaban cada transacción e intentaban sacar provecho de lo sucedido. Si alguien se veía corto de dinero, ellos se lo llevaban a lo oscurito.

Por otro lado, Musacus se había quedado junto a esos guardias armados, estos al ver al joven y recibir sus palabras lo miraron con desprecio – solo hay un único faro en todo el reino, y si vienes desde fuera, lo más seguro es que seas un asqueroso imperial que desea repararlo. Mejor aléjate de nuestro reino, maldito imperialista – le dijo uno de los guardias mientras escupía a sus zapatos.

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Por otro lado, otro de los guardias rebeldes tomaba a aquel mendigo y, atándole de las manos, lo escolto lejos de ahí, en dirección a una gran plaza ubicada al norte de la ciudad. Musacus, había sido rodeado por un par de militares más, sin embargo, uno de ellos empezó a replicar en contra de aquel que le escupió los zapatos – ¿qué te pasa Ryu? Puede ser un simple turista, no debes hacer ver mal a los rebeldes – le decía mientras le retaba con la mano – lo siento, mi compañero es nuevo en esto, por favor, si gustas te puedo invitar a un café e informarte sobre nuestras acciones – le dijo amablemente a Satoru.
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Última modificación: 24-09-2023, 02:39 AM por Musacus.
Satoru había increpado a los Guardias con sus interrogantes, pero estos no reaccionaron de muy buena forma, y al fin era de esperar...Un tanto ingenuo de su parte pero poco le importaba su dignidad. Uno de los guardias respondió con poco entusiasmo la ovbiedad de la pregunta.

-solo hay un único faro en todo el reino, y si vienes desde fuera, lo más seguro es que seas un asqueroso imperial que desea repararlo. Mejor aléjate de nuestro reino, maldito imperialista

Lo siento mucho oficial...Respondió Satoru de forma tímida mientras observaba su zapato con desilusión

Luego se vio rodeado, lo que hizo un poco más inoportuna la situación salvo por uno de los Guardias que ante el escandalo decidió intervenir.

 lo siento, mi compañero es nuevo en esto, por favor, si gustas te puedo invitar a un café e informarte sobre nuestras acciones –

No hay ningún problema oficial
Me temo que me están esperando...
Le agradezco su invitación pero debo irme... Respondió Satoru extendiendo un saludo formal a aquel Shinobi para luego despedirse.

Se alejo rápidamente de aquella situación y fue con Kaname y el resto de Shinobis, no debía perder de vista a su Superior. Sin duda alguna aquel lugar tenia sus misterios, que de a poco irían saliendo a la luz...Tampoco debía actuar por su cuenta, en esta ocasión el seguía ordenes y debía estar al Margen de la Shinobi que anteriormente se había presentado. En principio no parecía ocultar intenciones, de hecho todo lo contrario, aunque algo le decía que aquella Joven, Ulti Ryu, no era una simple jefa de construcciones. No estaba de más echarle un ojo. Satoru observaba a la peliazul con incertidumbre, preguntándose, Esos son cuernos...?
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Riku paseaba admirado por el lugar, se notaban las riquezas y la bonanza del lugar, pero al mismo tiempo, se notaba que era un terreno muy pero muy desigual, la falta de justicia social parecía ser moneda de todos los días, y además, había una especie de guerra civil montada ahí. Por su parte, el Ashira era de un perfil callado, y se limitó a seguir a las autoridades que le habían contratado para la misión, en lo que suponía era su camino al faro. Trató de no observar ninguno de esos guerreros que tomaban a cuanto pobre pudieran, por todos los medios que fueran necesarios, para poder reclutarlos para su causa. No quería verse atrapado por la situación de que alguno de esos intentara increparlo, aunque Riku no dudaría en intervenir si veía un acto injusto, o si lo agredían a él directamente.

Cuando Satoru se acercó a ellos nuevamente, después de pasar una situación algo tensa, el Ashira se acercó a él para simplemente preguntarle:

—¿Todo en orden?

Siguió caminando con las manos en los bolsillos, para esconder un poco su característica proveniente de su kekkei genkai, y atento a lo que Satoru le pudiera responder.
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Kaname-chwaaan perdón… ya ha pasado una semana, no podemos alargar más la trama – diría Ulti a los lectores… espera, Ulti, esto debieses ponerlo en un Off, nada de cosas On-Rol y Off-Rol de este modo, ¡nos acusaran de Metarol! – ya ya… “Off roll” perdón amor mío, Kaname-chwan, sexy lotito de Konoha, mi futura esposa, pero te saltaremos esta ronda, ¿okay? Besos muak muak - … ok… chicos, no leyeron esto, ¿ok?

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Bien… en que estaba… ah si, el Faro… Ulti tomo de la mano a Kaname y la llevo consigo, mientras el enmascarado llegaba al grupo, con una pregunta algo retorica ante Ulti – oh… ¿estos? Son la marca de mi pueblo, todos en mi familia tienen cuernos como estos – diría, señalando los cuernos sobre su cabeza. Luego de esto, una conversación banal sobre los placeres y las vivencias del lugar, Ulti les recomendó un par de restaurants de la zona y algunos cafés donde podrían pasar un buen rato, en fin, simple platica para conocerse mejor. La relevancia en esta historia no tiene nada que ver con esto, puesto que, mientras los muchachos se alejaban conversando unos con otros, aquel grupo de rebeldes no paraba de mirarlos… aquel hombre que había intentado hablar amigablemente con el Hyuga ahora parecía otro… su rostro era sombrío y molesto, le indico un par de palabras a su subordinado y luego este salió corriendo en dirección al centro. Desde ese momento, los policías rebeldes estarían al tanto de todos los movimientos de este grupo.

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Carente de toda belleza, al llegar a aquel muelle, un faro en paupérrimas condiciones se alzaba sobre la costa, tenía ladrillos a medio poner, unas manchas de pintura a lo largo y un grafiti enorme sobre uno de sus costados, las marcas de fuego y, al parecer, la falta de materiales otra vez…

Uno de los trabajadores, al ver a Ulti, se aproximó corriendo hacia ella y le informo asustado – Ulti… que bueno que llegaste, unos saqueadores vinieron y robaron los sacos de cemento y destruyeron una pila de ladrillos… todo ocurrió muy rápido – diría, algo agitado e ignorando y haciendo caso omiso de la sangre que brotaba de su frente. Ulti frunció el ceño… esto no era para nada bueno… ¿y bien? Para esta clase de cosas es que el pueblo contrato a un grupo de ninjas… ¿Qué harán?


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Aquella mujer, quien era la guía, sin duda carismática, no se incomodo con la pregunta de Satoru. El joven Hyuga se dispuso a seguirla simulando ser la escolta de las dos mujeres. Aprovecho el momento para conversar con su otro compañero de misión.

No hay problema, solo quería verificar algo...Respondió Satoru a Riku.
Lindo lugar no? 

Los shinobis siguieron caminando por las calles hasta dar con el puerto y su Faro Destruido. Estaba claro el problema a la vista... Desde lejos el aspecto de aquel lugar simbolizaba un acto de protesta y poca conservación. Acaso los habitantes de aquella ciudad estaban involucrados? Estaba claro que los albañiles no eran el problema, sino la falta total de materiales para su mantenimiento y reparación.

Una bienvenida alarmante por parte de uno de los compañeros de La Joven de Cuernos puso al tanto de la situación a Satoru, quien con disimulo se acerco a escuchar lo que le decían.

Interesante...
Satoru totalmente al compás de la situación se acería velozmente al costado del sujeto herido y le pondría la mano en su hombro con suavidad.

Podría ser más preciso?
hace cuanto sucedió esto? Minutos? Segundos?
Cualquier detalle nos será de utilidad. Preguntó Satoru 

Byakugan


Con algo de suerte podrían increpar a los asaltantes en su escape. Satoru tomo posición a un costado de la Líder y empezó a observar a los alrededores en búsqueda de algún movimiento inusual o quizá alguien corriendo. Aunque el hecho de haber robado materiales de construcción era un buen detalle, quizá se movían en caravana.

Sin desperdiciar un segundo Satoru se puso en alerta y empezó a observar todos los alrededores, a la distancia, los grupos de gente más alejados, también prestaría atención a la gente más cercana quiza los bandidos aún seguían allí, no era posible que desaparezcan.


Cita:OFF: Satoru acompaña a las dos mujeres por detrás y cuando llegan a escena se pone a la ofensiva mientras vigilia los alrededores con su Dojutsu, buscando pistas de los asaltantes.
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A medida que pasaba el tiempo, Riku se quedaba procesando más y más la situación que había vivido Satoru. ¿Tan fuerte era la desigualdad que un grupo de guerrilleros (o al menos lo que parecían) simplemente reclutaban por la fuerza a cualquiera que no tuviera dinero? Casi parecía que en realidad estaban tratando de ocultar a esas pobres personas, más que usarlas para un fin.

Riku, que participaba pasivamente de la situación a la derecha de Satoru, vio junto a él la escena del faro, y contempló cómo la destrucción era evidente. Parecía que cualquier cosa que simbolizara esa riqueza del puerto era molesto para otro grupo de personas. El Ashira sabía que sus convicciones eran irrelevantes, ya que había sido contratado por la parte más adinerada de la aldea, así que se mantuvo concentrado en hacer lo que tuviera que hacer. Al fin y al cabo, si fuera contratado por los guerrilleros en un futuro, posiblemente aceptaría el encargo de ellos. La neutralidad era algo que lo caracterizaba.

Mientras escuchaba lo que había pasado en el foro, con respecto al robo y destrucción de materiales, empezó a pensar cómo podía actuar para enmendar eso. Pensó en buscar gente que corriera en las inmediaciones, quizás con eso hallaría algo o alguien.

—Creo que esto servirá...

Dijo, tomando arcilla de su bolso, y amasando por un breve momento. Luego, lanzó una pequeña ave al cielo, y esta se volvió grande, capaz de cargar al Ashira perfectamente. Riku saltó y se montó en ella, y rápidamente subió lo más alto que pudo, para tener una vista periférica de lo que pudiera estar sucediendo, y ver si alguien estaba huyendo con los materiales robados o si alguien los había escondido de muy mala manera.

Resumen
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Blablabla, todos hablaban, todos actuaban y resoplaban en sus pensamientos y acciones a seguir. Que el enmascarado ahora activo sus ojitos mágicos, el joven de pelo marrón y sonrisa despampanante activo un jutsu raro de un ave blanca que monto como si nada, y bueno… Ulti… ella simplemente se quedó observándolos con cara de – hagan su trabajo – mientras fruncía el ceño y tomaba su cadera con su mano libre, sin soltar la de Kaname – que triste que todas mis novias se vallan AFK – pensaría Ulti, mientras alzaba la vista para ver al Ashira. Si, para Ulti era imposible saber que, quien mayor vista tendría actualmente, era aquel enmascarado enfrente suyo. Para ella simplemente parecía un idiota parado que se estaba cagando en los pantalones.

El constructor empezó a contestar el cuestionario de Satoru, diciendo – no… paso hace aproximadamente media hora, solo vimos que era un grupo de inadaptados que destruyeron los ladrillos y sacaron los sacos de cemento, es difícil trabajar así, es la tercera vez esta semana – dijo… oh, cabe resaltar que estamos a miércoles… lunes, martes y miércoles… que poco específico para decir “todos los días”.

[Imagen: ulti-one-piece.gif]

El joven del Byakugan rápidamente pudo identificar como un grupo de hombres se terminaban de vestir en las inmediaciones con trajes imperiales, otro grupo estaba también en unos camerinos vistiéndose con las ropas de policías rebeldes, no había gente corriendo, más que un par de niños jugando en las inmediaciones y un ladronzuelo que acababa de robarle unas frutas a un comerciante a 300 metros de este lugar. Nada parecía incriminatorio, ocurrió hace mucho tiempo… tiempo… si… el tiempo es relativo, pues, mientras aquel Ashira intentaba observar a esas personas posibles de haber sido los asaltantes, el Ashira pudo ver desde los cielos como sacos de cemento en altas cantidades flotaban a la deriva en el mar… una pista… claro, como no.

Ya tenemos dos grandes pistas, la destrucción de los ladrillos y los sacos en el mar, y la otra pista, aquellos que se vestían en las cercanías. ¿Qué haremos?


El tiempo para postear de 96 horas ya ha expirado.

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El viejo amablemente respondió los interrogantes de Satoru, aunque para su mala suerte había pasado demasiado tiempo. ¿Cuál sería el Plan? Lo importante para El, era actuar a tiempo y buscar detalles. Tras una exhaustiva búsqueda lo que más le llamo la atención fue el grupo imperial que muy discretamente estaba vistiendo su emblema, el bando opuesto hacía lo mismo en un local cercano. No les perdería el ojo, sin duda parecían sospechosos.

Muy probablemente trabajaran juntos, quien sabe, quizá sean corruptos, el mayor interrogante era el motivo del ataque. Satoru aprovecho la oportunidad para seguir cuestionando al obrero.

Dígame, quien es el dueño del faro?
Tiene algunas sospechas señor? 
Tu que crees? miro a la joven Ulti
Cada detalle será de utilidad. Dijo Satoru amablemente intentando captar toda la información posible pero con cautela para no atosigar al viejo ni a la de cuernos.

Hari Bunshin no Jutsu


Luego de esto, Satoru tomo un pelo y lo arrojo al aire para luego con destreza ejecutar un sello. En un instante aparecería un Clon de Satoru, este iría rápidamente, por no decir en un instante, hacía el ladronzuelo que se encontraba a 300 mts, quizá con un poco de presión podría sacarle información a aquel ladrón. Aunque la realidad es que no podía dejar pasar el crimen, mientras tanto Satoru se atormentaba por su falta de concentración. El que mucho abarca poco aprieta, Pensó.

También le dedicó tiempo al otro compañero de misión quien estaba por los cielos, esperando quizá algún aviso de El. Eso es arcilla? Pensó, recordando a su amigo Centy. Sería cosa para otro momento.

Estadísticas de Satoru Hyuga


OFF: Satoru sigue preguntado cosas al señor y luego realiza un sello para traer un clon, este se dirige hacía el ladrón que vio anteriormente.
Chakra=880-10-55(-15)=830/2=415
Clon=415-5=410
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Luego de un poco de inspección, Riku pudo observar en el mar unos sacos que parecían los sacos de cemento robados. Se acercó un poco para observarlos mejor, y sí, efectivamente, eran los sacos en cuestión, totalmente inutilizables al estar en contacto con agua salada. Si se intentaban rescatar y usar, el salitre acabaría pudriendo tanto el cemento solidificado como cualquier alma de hierro que estuviera sosteniendo la estructura de cemento, así que simplemente volvió a su posición a hablar con Satoru, que estaba interrogando a un sujeto. El águila de arcilla se acercó al suelo, el Ashira saltó hacia él y el águila simplemente desapareció en un pof muy elegante y poco ruidoso. Riku no tenía ninguna pregunta para hacerle al principio, aunque quizás se le ocurriría alguna luego.

—Satoru, hallé los sacos de cemento, están flotando en el mar... Por algún motivo extraño. En fin, son irrecuperables.

Luego de esto, se acercó al señor que seguía siendo interrogado y le preguntó:

—¿No vio a nadie arrojar sacos de cemento al mar? ¿Hace cuánto está aquí, junto al faro?

La situación parecía cuanto menos extraña, y Riku podía suponer libremente que el viejo ocultaba algo. Quizás por ser parte de la banda que quería que el faro no se reparase, o quizás por miedo a dicha facción, y viendo lo que pasaba en el mercado con aquellos que parecían desprovistos de medios, el Ashira no dudaba que fuera algo temible todo ese escenario.

—Satoru, aunque queramos, no podemos interrogar a cada uno de los habitantes de este lugar. Tenemos que hacer un poco de inteligencia.

El joven de ojos verdes se llevó las manos a la cabeza en forma de relajación, intentando pensar de qué forma podían saber más sobre la situación. Se le ocurrió algo, y se acercó a susurrarle a Satoru, de forma tal que nadie más excepto ellos dos escucharan lo que se estaba diciendo allí.

Contenido Oculto


(Del turno pasado)
Bakuton: Hō

Chakra: 250/285
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Las interrogantes eran poco fructuosas, literalmente aquel hombre no sabía mucho y tampoco tenía muchas intenciones de hablar con un par de desconocidos – Señorita Ryū, por favor, haga algo con esto… ya es un par de semanas de atentados sin cesar – diría aquel obrero, quien no sabía que los ataques llevaban más de un mes… no siempre era contra los materiales, a veces contra la construcción misma, otras contra sus obreros, es más, este mismo obrero no se daba cuenta que eran solo dos trabajadores al mando de Ulti, y que ella misma era antes una obrera antes de que desapareciera su antiguo jefe de obra.


[Imagen: __ulti_one_piece_drawn_by_raine_acke2445...dcef97.png]

Resoplando, la muchacha se encogería de hombros y diría – idiota… ya sabemos cómo es la situación acá… - diría entonces, para observar al joven que había estado volando por sobre un pájaro – hey tú, ve si encuentras a un hombre con la cara cortada y con mechones blancos – diría, señalando con su pulgar al cielo, como indicándole que bajar del ave no había sido buena idea – debes ser el de mejor vista acá, ese hombre es el único que hemos identificado como atacante, se enfrentó a mí y de un cabezazo le destruí su máscara.

[Imagen: __jecht_and_auron_final_fantasy_and_1_mo...c370bd.png]

Las palabras de Ulti deberían resonar en Satoru. Si… aquel hombre relajado que le invito a conversar sobre los rebeldes encajaba con la descripción… también, en la sala donde se cambiaban los policías rebeldes había una caja llena de máscaras negras de cerámica, como las máscaras ceremoniales o Anbu, pero negras… por otro lado, Ulti se tomó su tiempo y respondió a las preguntas de Satoru – hombre, esta construcción es pagada por los reyes de acá, quienes quieran que estén atacando, simplemente van en contra del pueblo y su progreso – diría, llevando sus manos a su nuca y empezando a caminar, dando zancadas hacia el frente… Ulti, te olvidaste de algo… “oh si… perdón” antes de detenerse, mirar hacia atrás y agarrarle la mano a Kaname nuevamente y llevarla caminando hacia aquel faro.

[Imagen: __aether_and_kaedehara_kazuha_genshin_im...e02e09.jpg]

Y por otro lado… un Satoru clonado corría en dirección a un desconocido ladronzuelo… - y aquí es donde te digo… hey jugador-kun, literalmente eso era relleno del texto, pero pongámosle salsa al asunto – Ulti… por dios… bueno, no importa… aquel ladrón estaba intentando escapar, en camino hacia el noreste de la ciudad, la policía imperial estaba por esas áreas patrullando, pero eso el no lo sabía. Por otro lado, aquel clon de Satoru llegaría ante el delincuente malandro apresándolo con un movimiento rápido contra el suelo, aplicándole una llave al brazo… - ok Satoru, sabemos que no has dicho nada de eso, pero este es un NPC rango Z y no te haremos perder tiempo en narrar como lo derrotas… lo que sí, a Narrador-kun y a mí se nos ocurrió una gran idea… - Ulti… por favor, no spoilees… bueno… a lo que iba…

[Imagen: EbX2_ArXkAA1qSs.jpg]

Satoru había logrado incapacitar a este malandro – ratero – ok… ratero, pero, al momento de hacerlo, un grupo de soldados imperiales estaba ahí, observando la situación, asombrándose por lo ocurrido y corriendo a investigar sobre lo que estaba ocurriendo… rápidamente, el clon de Satoru seria rodeado por estos inquisidores y uno de ellos, en alto, preguntaría sobre lo sucedido – Por la orden que me ha otorgado el Imperio y los reyes de nuestro reino de los Acantilados, exijo una explicación, que es lo que sucede aquí – diría, para luego bajar su mano a su arma y cambiar su tono de voz – esa… esa mascara… acaso… - diría desconcertado, para luego ladear la cabeza y mirarle a más detalle – acaso… ¿eres uno de los terroristas que ataca el faro?


[Imagen: __original_drawn_by_jun_navigavi__sample...6e1574.jpg]

El tiempo para postear de 48 horas ya ha expirado.

[Imagen: 36b53dc0915cf75718110f9357b0680c39104cb7.gif]
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Satoru percibió en parte el descontento de aquel hombre por lo que decidió pedirle disculpas a aquel pobre hombre, que a penas contaba los días de la semana.

Luego escucha a la joven Ryu nombrar a un tal "caracortada", ¿casualidad?. Satoru escucho atentamente las indicaciones de la Joven de cuernos

Cara-cortada? preguntó
Hace un rato me cruce un sujeto que parecía ser el líder de un grupo de guardias y coincide con esto que me dices
Maldición..! Exclamó

Satoru sacó sus propias conclusiones luego de toda la seguidilla de preguntas y la gran coincidencia entre lo visto anteriormente. Recordó el gesto de desprecio de uno de los guardias antes de que lo "salvara" este tal Caracortada, debían ser ellos, esa tal policía rebelde parecía ocultar intenciones... Si el faro pertenecía al Reino lo más seguro es que sea un acto de manifestación por parte del grupo Rebelde, o al menos esa serían las conclusiones hasta ese momento.

Satoru volteó nuevamente a ver aquel camerino donde se encontraba el grupo vistiéndose y aquellas cajas con máscaras. Unos cien metros de distancia entre su objetivo y ellos. 

Bien, creó que tengo una pista...
Riku, por favor, avísame si vez a esos guardias que vimos antes o ese sujeto...
Iré hacía allá. Dijo indicando la ubicación de los aparentemente guardias rebeldes.

Satoru se dirigió con calma atravesando las multitudes sin perder de vista su objetivo y atento al llamado de sus compas.


Por otro lado el Clon de Satoru, en un acto de "justicia" se vio rodeado por un grupo de Imperiales. Oh no... La he cagado Pensó.
En esta ocasión no pudo dejar pasar el hecho vandálico apresando rápidamente al ratero y dejándole sobre el suelo. Debido a su distracción con este, perdió de vista el grupo Imperial que se encontraba detrás..

Satoru miró a sus espaldas y se dio cuenta que estaba en un aprieto.

Disculpe señor! Respondió en cuanto vio sus intenciones bélicas
Me temo que es una confusión! Exclamó mientras con un gesto veloz se quitaba la máscara.
Disculpe mi imprudencia señor... Dijo inclinando su torso como muestra de arrepentimiento
Usted es la ley aquí y nadie lo discute
Vi a esto sujeto robar una mercadería y no pude evitarlo. De forma humilde y sencilla Satoru intentaría convencer a los sujetos de que no formaba parte del grupo.
Mi nombre es Satoru Hyuga, estoy en una misión oficial al mando de la Chunnin Kaname... Dijo con semblante serio.
Llegamos hace unas horas desde Konoha y estamos buscando información sobre los bandidos que usted menciona.

Previendo el conflicto Satoru quedaría a merced de la disposición de aquellos sujetos, no por gusto ni mucho menos, ya había sido demasiado imprudente y lo reconocía, por lo tanto quedaría esperando la respuesta de aquel sujeto de fina armadura. En su experiencia los Imperiales eran gustosos de la autoridad, hacerles la contra rara vez salía bien, lo mejor sería seguirle el hilo.


Cita:OFF: Satoru conversa con sus compas y luego va en búsqueda del grupo rebelde. EL clon de Satoru queda igualmente conversando con el Grupo Imperial.

Chakra=415-5=410
Clon=410-5=405
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Última modificación: 17-10-2023, 01:57 AM por Riku Ashira.
Ante la extraña solicitud tanto de Satoru como de Ulti, volvió a alzarse en su ave, aunque no esperaba ver mucho en el cielo, su vista no era tan buena como ellos pensaban, sólo tendría gran ángulo de visión, y había tenido la buena o mala suerte de ver esas bolsas de cemento de alguna forma flotando en el océano, aunque el cemento y sobre todo mojado sea tremendamente más denso que el océano, pero él no era nadie para cuestionar lo que habían visto sus ojos.

Una vez llegado el mismo punto de altura que antes, empezó a esculcar cada lugar del reino, el lugar donde estaba ese clon de Satoru, y otros lugares que parecían de simple vista desde esa altura tan pronunciada, aunque no se podía distinguir algo tan sencillamente como una cicatriz o un individuo con mechones blancos. Todo dependía, de nuevo, de la suerte que tuviera al observar la situación desde los cielos cual águila calva.

Todo el reino se veía un poco revuelto con toda esta situación, y la punta del ovillo no parecía asomar por ningún sitio, aunque seguramente pronto el Ashira podría dar alguna pista adicional a sus compañeros y resolver este dilema que parecía tan complejo.

Resumen

off
Salto de foro:

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