Asalto, Kyodai [S+]
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Última modificación: 07-06-2024, 08:33 PM por Musacus.

Una sucesión de golpes interminables entre Rogu y Stella, ambos con una determinación espeluznante, se desafiaban el uno al otro como si fuera la ultima batalla de sus vidas. Fueron cuestión de segundos hasta que la bestia Hachimón culmino, por fin, con su presa. Stella Pakura no hizo más que aguantar los siguientes golpes incesantes de su adversario, estaba muy por encima de ella, solo había conseguido darle un poco de tiempo a Sasaki. Entre los choques y las embestidas termino por ceder ante uno de ellos que provoco su inconciencia y descompostura, fuera de sí, se conservaba aún de píe recibiendo puñetazos. Un segundo golpe dio directo sobre su abdomen, fue completamente atravesado por la Bestia que no se detuvo en su veloz ejecución de golpes, aun cuando ella ya había perecido, en consecuencia, el cuerpo de la mujer Pakura cae al piso sin rastro de vida.

...La figura de Rogu se mantiene firme sobre la arena, casi como el desierto mismo, arrasador y sin misericordia, los pensamientos y vida de aquella bestia se apagan lentamente con el fulgor de su propia intensidad, las llamas verdes que lo cubren desgastan cada pieza de su ser y lo condicionan a un desgaste sobre humano, algo solo soportable para un muerto vivo... 

 A unos treinta metros, Soyeon Pakura recupera la conciencia y hace un esfuerzo por moverse, pero no lo consigue, su dolor no se lo permite. Este puede advertir a duras penas la llegada de Sayuri junto a El, apenas pudo abrir su resquebrajada boca para murmurar unas palabras e insultar. Sus pensamientos y cualquier tipo de plan serían interrumpidos por un golpe en seco que lo tumbaría y mandaría a dormir. Un ruido en seco del cuerpo destrozado cayendo en las frías arenas del desierto.


L..osss mat....ar...ee.. huggsss

Silencio y el principio de una suave brisa acompañan la noche, el polvo del suelo poco a poco se levanta por los aires y queda en suspensión, provocando molestias en los ojos e impidiendo en cierta medida la visión sobre aquel área. Hasta entonces una clima amable, que no tardó en empeorar, La Gracia del Desierto era bien sabida por sus fuertes tormentas de Arenas y sus arrasadoras sequías, un clima hostil para cualquiera. En el horizonte lejano, kilómetros al este y fuera de la vista de los Shinobis, se levanta un fuerte tornado provocando ventiscas en sus alrededores y potentes vientos en su centro, ciertamente previsible para cualquier experto.




 Sasaki queda completamente acorralado y decide pelar, sus conjeturas eran ciertas, una emboscada a todo color y forma. Como buen espadachín que era decide dar frente a los invasores y con algo de suerte llevarse a uno de ellos. Justo en la orilla del Oasis hace un breve análisis de la situación y en vez de ir a por quien tenía enfrente, decide atacar a quienes tiene detrás, probablemente tendría segundos antes de que la bestia, del otro lado del Oasis, llegará hasta allí.

¡¡Esto no quedará así!! Exclamó con una mirada furiosa sobre Kaito, quien alentaba a su compañera a liquidarlo.

Kasa no Sunagakure


Con paragua en mano apuntó hacía el joven Kaito quien se encontraba a cinco metros de su posición y ejecuto un poderoso disparo con el filo de su arma.

¡Muere! Grito desquiciado con cada uno de sus disparos.
¡Muere!
¡Muere!
 

Mushisasare


 Repitió este movimiento brusco y repentino con cualquiera que estuviese a la vista, como si se tratara de un arma de fuego, Saski Higasa disparaba filos a mansalva sin ningún tipo de contención ni discreción, con el único objetivo de liquidar a sus asaltantes. El primer disparo hacia Kaito (5 mts), el segundo hacia Sayuri (10 mts) y el tercero hacia Juri (10 mts), quien había cortado la suficiente distancia para atacarlo pero no sin antes esquivar.

 Completamente rodeado y atormentado el Higasa realiza con suma maestría y habilidad tres poderosos disparos hacia sus rivales que no habían hecho más que cortar distancia y provocarlo. Sus planes de escapar debían esperar, no tendría posibilidad de hacerlo, no sin antes cargarse a uno de ellos y buscar una ventaja. 


 
 Del otro lado del desierto, a minutos de la escena principal, Kaito insinúa su Victoria sobre Danzo que no tarda en acceder a su propuesta y lo acompaña, no sin antes conservar la vigilancia de aquella zona, El viejo Danzo realiza una breve sucesión de sellos para invocar un clon que acto seguido tomaría su posición de sentado sobre la arena y se mantendría ejecutando una tec. sensorial.

Vamos chico, te sigo... Dijo mientras se sacudía las prendas.
...
Déjame decirte que esta misión 
merecerá su justo respeto...
...
Debo admitir que me asombra la habilidad de tu equipo, 
hace mucho tiempo no presenciaba este tipo de desempeño,
es un gusto tenerte de nuestro lado...
...

Mientras caminan por la arena en dirección a las Dunas, el viejo, un poco más amable, reconoce a Kaito como líder respetado y un Shinobi apto para su causa. A paso ligero y con actitud de victoria, ambos rebeldes continúan su curso.

OFF: 

Cita:En batalla: Interrumpo sus acciones ya que Sasaki ataca primero y creo que deben reaccionar a ello, espero no se lo tomen a mal. Son tres segundos, uno por cada disparo. En el primer segundo: interrumpe a Kaito ; en el segundo dos: dispara a Sayuri ; y en el tercer segundo, cuando Juri avanzó treinta metros, le dispara. En el escenario principal solo pasaron 3 segundos.

mapa

personajes

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Veía como cada uno de todos los miembros de la organización eran capaces de dar todo por el objetivo que nos unía a todo en este momento. - Yoroi es sorprende como todos luchan por el objetivo, es arte...- fueron palabra sinceras mientras volaba con su amigo en los aires de la oscuridad y veía como aparénteme solo quedaba uno. - deberíamos luchar Ukiso - Yoroi menciono con mientras también observaba todo lo que estaba sucediendo y veía como estaba al lado Tetsu. - llegaste Tetsu ¿puedes presenciar como poco a poco estamos mas cerca de avanzar con nuestro objetivo? - 

- nuestro camino nuestro objetivo y nuestros sueños siempre estarán a prueba, estoy orgulloso de el grupo que he formado - pensó el Tatsumaki mientras agrego con un murmullo - he formado el nuevo camino y nueva luz a sunagakure - miro hacia abajo para asegurarse que nadie necesitara la ayuda del Tatsumaki total todos ellos parecían manejarlo sin problemas pero habían dos cosas que tenia en mente. - debo de preparar un contra jutsu para aquello... además creo que es hora de la primera reunión de la organización después de esto - con un suspiro se quedo viendo todo lo que estaba sucediendo sin hacer mucho, mas que sentirse orgulloso de lo que había formado.

Resumen: un pequeño relleno para hacer presencia y dar un pequeño spoiler de que planeo hacer después.
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Última modificación: 13-06-2024, 11:13 PM por Kaito.
Rogu

En el vasto y desolado desierto, el monstruoso Rogu, habiendo neutralizado a sus dos objetivos, comenzó a regresar a su estado habitual de calma. Su furia y poder desatados se desvanecieron, dejando en su lugar una figura imponente pero serena. Sin embargo, antes de adoptar nuevamente su porte de estatua, el inmortal demonio se inclinó para recoger el cuerpo inerte de la mujer recién abatida. Con una precisión y delicadeza inesperadas en una criatura de su naturaleza, llevó el cuerpo hasta donde Sayuri trataba de mantener vivo al otro Pakura herido. Depositó el cuerpo con cuidado en el suelo junto a ella, y luego volvió a quedarse quieto, esperando pacientemente para ser desconvocado y regresar al descanso de la muerte.

Clon de Kaito

En el frente de combate, el clon de Kaito mantenía una sonrisa confiada mientras se movía con calma casi sobre natural, un sobresalto, provocó abriera sus escarlatas ojos mientras una especie de proyectil se dirigía hacia él. Abrumado se vió obligado a interrumpir sus sellos y reaccionar con un delicado movimiento de su mano izquierda, cubriendo su cuerpo con un torbellino de arena y viento buscando detener o desviar el ataque, desafortunadamente no era suficiente para detener el ataque, la replica de Kaito confiado en el conocimiento de las armas que le daba su antiguo clan, se confió y con una sonrisa  en una nube de humo venenoso el clon finalmente desapareció


Kaito

En el último y más tranquilo frente, Kaito corría a toda velocidad junto a Danzo. El viento del desierto soplaba con fuerza, levantando nubes de arena a su paso. -Créeme, no te decepcionará nuestro grupo,- dijo Kaito, su voz firme y llena de convicción mientras los recuerdos de su replica llenaban su mente pintando la ubicación exacta del conflicto. La determinación en sus palabras reflejaba su confianza en las habilidades de su equipo y en la misión que habían emprendido. A medida que avanzaban, la figura de Kaito se mantenía erguida y resuelta, guiando a Danzo con una seguridad que no dejaba lugar a dudas sobre el éxito inminente de su misión.





off
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Última modificación: 14-06-2024, 03:12 AM por Sayuri.
En el ambiente crepuscular que envolvía a los cuatro shinobis, las distancias entre nosotros se habían reducido a unos escasos veinte metros, siendo los dos guerreros más alejados los que definían el radio del círculo. En el centro, nuestro enemigo, el objetivo que debíamos abatir, no se quedaria quieto, vigilado de cerca por nuestras miradas calculadoras. Se podía discernir cómo cada uno de los integrantes del grupo comenzaba a formular en silencio sus estrategias, afinando los planes con precisión para asegurar el éxito de nuestra misión.

Parecía bastante obvio que el destino del Yakuza estaba sellado, pero la cuestión era cómo se escribirían sus últimos momentos. ¿Se rendiría cobardemente o seguiría huyendo? Sorprendentemente, sus ágiles movimientos con la sombrilla que portaba sugerían que estaba dispuesto a atacar. Su mirada se centró en nosotros dos, aparentemente decidido a dejar a Juri para después, quien se aproximaba a toda velocidad pero aún estaba a cierta distancia para alcanzarnos.

No podía permitirme desperdiciar tiempo en mi contraataque, así que recurrí a uno de los jutsus que siempre me sacaba de apuros en situaciones rápidas: la estocada de viento. La tarea era simple pero crucial: impedir que esas armas nos causaran un daño significativo y, de esa forma, salvaguardar nuestros clones.

Con determinación, lancé dos rápidas estocadas de aire, destinadas a interceptar las cuchillas. La primera se dirigió hacia la amenaza que apuntaba a Kaito, mientras que la segunda fue en mi propia dirección. El objetivo era claro: neutralizar el ataque y mantenernos en la lucha, a cualquier costo.
Suiryoku
Ck: 70-10(esp/cau)= 60x2= 120 / Pv: 75+13(esp)= 88 c/u / Velocidad: 80+10= 90(No importa en realidad, ya que es choque xD)
pd: El daño restante de los virotes que lanzas seria de 20pv. 

Clon Kaito tiene 60 resistencia, bloquearia 15pv, dañandolo por 5pv. Asi que no desaparece.
Clon Sayuri tiene 40 resistencia, bloquearia 10pv, dañandola 10pv. Asi que tampoco desaparece.

Por otro lado de la contienda, había logrado derribar al enemigo, quien yacía inconsciente en el suelo. Al notar que aún respiraba, sentí una ligera oleada de alivio. Nuestra misión era, después de todo, acabar con estos criminales, pero no estaba aquí simplemente por la experiencia de matar. Necesitaba mantener vivo a este sujeto para obtener información valiosa que poder usar mas adelante.

Sin perder más tiempo, me arrodillé y le proporcioné primeros auxilios a sus deteriorados brazos para detener la hemorragia. Era una medida temporal, simplemente para prolongar su vida lo suficiente hasta que pudiera interrogarlo adecuadamente.

De repente, percibí la presencia del misterioso ser invocado, acercándose con otro cuerpo en brazos, presumiblemente otro de los enemigos abatidos. Lo dejó a un lado y se quedó de pie, inmóvil, sin ningún tipo de expresión en su rostro.

Lo observé por un momento, intentando encontrar palabras, pero ninguna salía de mi boca. No estaba segura si era por miedo o porque intuía que no recibiría una respuesta, dada su extraña condición. Estar tan cerca de él era inquietante; no sentía ninguna chispa de vida en su interior, solo la fría presencia de lo que antes fue una persona. Era como una cáscara vacía, un recordatorio sombrío de lo que alguna vez existió.

Finalmente, logré articular unas palabras, apenas un susurro: -¿Qué te hicieron?-

Off
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Senninka (Completo)

Tercera Postura – Byakko

Segunda Postura – Suzaku




Tal vez Juri no era taaaaaaaaan rapida como creia pero si fue lo suficientemente rapida para acortar las distancias contra el Higasa, quien en un acto desesperado sacó uno de sus paraguas y con él comenzo a disparar a todos los miembros presentes. Fue entonces que a gran velocidad el filo del paraguas salio directo contra Juri apuntando a su abdomen, sin embargo Juri fue mas rapida y esquivo el ataque dejando que este pase justo al costado de su abdomen sintiendo el roce de la corriente de aire que envolvia el proyectil. Sin detenerse finalmente Juri quedaria frente a frente a una distancia cuerpo a cuerpo del Higasa, teniendolo donde queria.

Muga


Acto seguido Juri asestaria cinco rapidos y consecutivos golpes sobre el torso y rostro del Higasa dejandolo totalmente paralizado por tres segundos, tiempo de sobra para que, de tener exito y conseguir paralizarlo, Juri transformase en un segundo su pierna derecha en lo que parecia una especie de Katana mutada por su senninka, y de un corte horizontal de derecha a izquierda, girando sobre su propio eje, Juri le decapitase dejandole caer de rodillas al suelo.

Si esta accion tenia exito entonces Juri habria eliminado al Higasa, volveria su pierna mutada a la normalidad y retomaria la carrera para buscar al resto de los enemigos y de su grupo. — ¡UNO MENOS, QUEDAN DOS! 




Info
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 De norte a sur una sublime ráfaga arrastra cientos de pequeños granos de Arena y cardos secos, que viajan por todo el Desierto hasta el Oasis y mucho más allá. Para los nativos un poco de viento, pero para los novatos podía resultar algo extenuante tal cantidad de arena que hacia picar la piel y en ocasiones generaba molestias en los ojos. El sonido del viento que silvaba en cada curva y recoveco rocoso se anuncia desde lo lejos, en lo alto, la brisa un poco más intensa, revela un temeroso tornado avanzando en dirección Sur. Más temprano que tarde darían con el.

 La bestia verde, también llamada Rogu, encuentra su calma tras finalizar su pedido y vuelve al silencio una vez se encuentra con el resto del equipo. Poco a poco recupera su estado de letargo y espera nuevamente el confort de su tumba.


Tan amable como ingenua la joven rebelde atiende las heridas del Pakura mayor, quien conserva su estado de inconciencia y fragilidad. Gracias al esfuerzo de Sayuri aquel criminal viviría un poco más, de no ser por las habilidades de la Kunoichi y su potencial empatía, este se habría desangrando a los poco minutos. No había mucho por hacer, aquellos brazos quedarían inhabilitados de por vida, aunque proporcionar cicatrizantes y analgésicos le permitirían al Pakura extender un poco más el aliento y aminorar, en parte, su dolor.



¿ingenuo? Quizá, el espadachín disparaba con furia concluyendo que tendría alguna posibilidad ante el grupo invasor,  su rostro cambio de desquiciado a preocupado en tan solo segundos, en cuanto vió como la kunoichi, que le venía siguiendo, repelía sus disparos con gracia y destreza, sin dudas un trago amargo para el espadachín. Pero no hubo demasiado tiempo para pensar luego de la explosión provocada por el choque de técnicas, algo más preocupante saldría de su tercer y errado disparo, este no había chocado con nada, sino que había seguido derecho e impactado con la arena ¿Acaso lo había esquivado?

¡¡IMPOSIBLE!! gritó desesperado

 Sublime la velocidad de Juri Han para esquivar aquel disparo y posicionarse, en un parpadeo, frente al Higasa, que no pudo ver el ataque hasta ya tenerla frente a El. Solo una mirada de sorpresa al ver la sonrisa desquiciada de su rival, ya propinándole una serie de golpes sumamente preocupantes, no uno, sino cinco golpes moverían el cuerpo del Criminal como si se tratara de una bolsa de Boxeo. Acto seguido, tras recibir los golpes y un tanto adolorido por las heridas internas, intentaría moverse pero no lo conseguiría.

¿¿QUIEN DEMONIOS SON USTEDES??
MALDITO..SS BASTAAR....

 Mientras el Higasa cuestionaba el motivo de aquel asalto intentando buscar llegar a algún acuerdo, la mujer mutante empezaría su danza, ciertamente en tono burlesco para con su Rival, un hábil movimiento en giro para finalizar con una patada descendente sobre el cuello de Sasaki. Un prominente chorro de sangre saldría disparado por los aires hacia el cielo, mientras que la cabeza, antes de caer al suelo, daba unos giros por el Aire para encontrarse finalmente con la arena.

[Imagen: f7b895b572942b853dc325e1373e3750.jpg]
 Sasaki Higasa había sido un ferviente miembro de la Familia Yakuza, desde hace años azotaba con desgracia a los humildes pobladores de aquel caótico País, aprovechándose y viviendo a expensas de sus pobladores. Su fama era bien sabida, siempre acompañado de los hermanos Pakura, dejando victima por donde fuera que estuviesen, normalmente en un recorrido ya familiar para ellos, desde el Sur del País hasta el norte, justo en la frontera entre paises, en su recorrido se encargaban de imponer el orden y reclamar, según sus ánimos, el tributo correspondiente. Finalizaban la expedición volviendo a su hogar en el Sur haciendo siempre el mismo recorrido, fácilmente detectable para la causa Rebelde quien se había encargado de diseñar el asalto con suma discreción y cautela, este movimiento era parte de una revuelta más grande, un cambio profundo que debía suceder repentinamente para debilitar la fuerza Yakuza. La ausencia de estos tres tardaría días en notarse, puesto que aún tenían tres días para llegar a su hogar, hasta entonces, solo los allí presentes sabrían de ello, un pequeño margen de tiempo para desaparecer.

 La victoria llegaría con recompensas y responsabilidades, ahora solo quedaría planear los siguientes movimientos del nuevo grupo Rebelde, mientras cada uno hacía lo suyo, Kaito y Danzo llegaban a su destino en lo alto de la Duna. Algunos minutos de distancia separaban al grupo, pero nada que con coordinación pudiera resolverse. Mientras el tiempo pasaba con la especulación que ello se merece el viejo Danzo continuaba la conversación.
¿Los esperamos aquí?
Debo asegurarme de que no queden registros de la batalla,
al finalizar les otorgare una encomienda, 
mientras tanto cuéntame de tu grupo,
como parte de la iniciación es imprescindible conoceros.
 Mientras explicaba los últimos detalles y esperaba al resto de la comitiva tomaba unos trozos de tela ocultos en su bolso, para luego darle uno a Kaito, aquel pedazo de papel era simplemente un identificador de su éxito, un mero presente que lo consolidaba como miembro de facción. Salvo que aquel pedazo de tela era un tanto distinto al resto, en su centro tenía escritas la palabra Aguila o Washi,  un reconocimiento importante dentro de la agrupación rebelde. El resto de retazos serían para conmemorar al resto como miembros Quebrantahuesos o Misago. Un simple simbolismo que resultaría de utilidad en algunas ocasiones.

personajes

Washi y Misago

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Observé cómo ambos jutsus de viento que había lanzado para bloquear esas varillas metálicas cumplían a la perfección su cometido. Si bien las armas lograron atravesar mi defensa, su velocidad se redujo considerablemente, lo que hizo que al clavarse en nuestras ropas no causaran el daño que el Yakuza había previsto al llegar a nuestra carne.

Lo que sucedió a continuación era inevitable... La imponente figura morena embistió sin piedad el cuerpo desprevenido de su adversario. Su cabello violeta ondeaba frenéticamente mientras sus puños impactaban en una serie de rápidos movimientos, golpe tras golpe, sin dar tregua a Sasaki. Golpe iba y golpe que venía, golpe iba y golpe que venía. Del mismo modo que el saco de piel que teníamos frente a nosotros, que estaba siendo bruscamente vapuleado por las poderosas manos de aquella bestia física que habíamos traído con nosotros.

¿Qué resultaría de una lucha entre esta bestia y la otra que aguardaba más al norte? No lo sabía, pero lo que sí tenía claro era que ambas estaban de mi lado, y eso, sin duda, era un gran alivio.

-Todo listo aquí, supongo- comenté a mi compañero al lado mientras presenciaba cómo la cabeza del Yakuza era separada de su cuerpo y caía en la arena fría e infinita que nos rodeaba. -Avisaré a los demás.- Con esas ultimas palabras, desaparecí del lugar, dejando a Juri y a Kaito solos junto con el cuerpo de nuestro objetivo.




Lo suponía... No recibiría respuesta alguna de esa... ¿persona, cosa, ser, criatura? No sabía cuál era la manera correcta de llamarla. Era un cadáver andante, pero la fuerza descomunal que demostraba poseer no parecía normal; algo así no podría hacerlo un cuerpo sin vida, y eso me desconcertaba. Seguía ahí de pie, y los minutos pasaban sin que hiciera mucho más. Mis demás compañeros iban llegando también.

Uno de los yakuzas, logré mantenerlo con vida; al menos nos sería útil. Aunque estaba sin brazos, no importaba, ya que no los necesitaba. Sólo quería lo que había en su mente, y tenía todo lo necesario para extraerlo sin ningún problema.

Una serie de imágenes comenzaron a inundar mi mente de golpe. Mi clon había desaparecido, pero por suerte había sido por voluntad propia, según pude percibir. -Ya todo ha acabado, muchachos, vamos al encuentro,- les comenté a los demás que habían acudido a mi posición. 

Volví a posar mi vista en el cadáver andante, y se me ocurrió la idea de hacerle una pregunta. ¿Por qué? No lo sé, pero era fuerte, y podría encargarse de estos dos cuerpos, creo.

-Tu invocador...- las palabras se me cortaban un poco; no me gustaba la idea de que alguien pudiera usar los cuerpos de otros para fines propios, y me resultaba inquietante. -Tu invocador ha terminado su tarea también, necesita estos dos cuerpos. Acompáñanos.- Espere su respuesta, si es que la habia. Comence a caminar hacia el sur, donde estaba el oasis.
Pasivas
[Imagen: uaGWsi6.png]
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Ha pasado el tiempo, y en el desierto ya no se escuchan gritos afónicos, provenientes de aquellos que desconocen el bien de ser bueno. Y ya no habían más de aquellos malos que del mal sólo conocen lo bueno, y ahora sólo restaban los que del mal conocen lo malo.


Uno de aquel grupo llegaba tarde al combate, siendo su presencia nula y pasando por desapercibido todo el tiempo. Quizás por la distancia no pudo actuar, o quizás un miedo interno, inconsciente, y presente eternamente en su corazón era el perpetrador de impresionante amenaza del acto; ausentarse, alejarse, quitarse de en medio del camino de los que botas grandes tienen y con barro se ensucian su calzado, mas no se hunden en él, no así como el de sombrero blanco, de zapatos refinados, de número de calzado menor, de tamaño en comparación, no mucho, sino demasiado menor. Quién ha de saber si el de pies pequeños, a pesar de su porte, es apto para caminar por grandes valles, profundos en la miseria que le pueden hundir a cualquiera de pisar en el lugar equivocado, o largos valles que se han de pasar descalzos, pero sufriendo el desgaste de la piel por un pasto áspero, poco amigable, mezquino, pecador de la gula constante por absorber las pieles de los pies de sus viajeros sus últimas energías y esperanzas de llegar a destino.

Caminó ya a destino, como todo hombre de pie, se acomodó a un costado para observar la escena con tranquilidad, intentando analizar, intentando no disociar por semejante extrañeza de escenario que estaba presenciando; esto no era normal, quizás para el resto sí, pues en un mundo donde los muertos se levantan y luchan junto a los vivos, lo normal puede variar poco o nada. Aun así, esto no era normal, algo extraño le picaba la consciencia al de sombrero blanco, una voz en particular escuchaba dentro suyo que le carcomía con dudas;

 "¿Esto es de lo que quieres hacer tu normal?, ¿Quieres convertir eso en un "esto", o te alejaras de ello y dejarás que siga siendo un "eso"? En el tú de tú, y en el yo de yo, por muy profundo que escarbemos, no hay respuesta extraña y misteriosa que podamos encontrar. Somos más simple de lo que nos creemos, y el yo de yo quiere que "eso" se convierta en el "esto"...Mas el tú de tú, confundido está, pero claro le es que con "esto" se ha de conformar..."

Entre el eso y esto, lo lejano y lo cercano, la tradición extranjera y la costumbre nativa, uno había que elegir. Pero tal como le dijo la voz, de elegir no le quedaba mucho, pues sus días como mercader, al menos como profesión primaria, ya llegaron a su fin y todo sin haberse dado cuenta.

Ahora sólo quedaba el observar el escenario, sin dar mucha palabra, sin interrumpir cualquiera sea el acto del "eso", para así procesarlo y volverlo parte del "esto" del día a día.

El de sombrero blanco se quedó parado, agitó su sombrero para otorgarle aire a su cara. No sentía calor, ni frío, pero el realizar un acto por más simple que fuere le tranquilizaba y mantenía el manojo de nervios en el "eso".
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El albino gracias a un sunshin había logrado acercarse lo suficiente, la vista era plena en como el sujeto había logrado reaccionar ante los ataques y se movilizaba nuevamente. Para hacer una mejor visualización, el chico ejecutaría un segundo sunshin ahora acercándose hasta el perímetro de la pelea anterior, dónde solamente podría observar al clon de Sayuri desaparecer. 
Shunshin no Jutsu

-Supongo que el que se va solo siempre termina solo, jajaja-. Dijo a si mismo intentando ver nuevamente al horizonte y desplegar su técnica sensorial, sin embargo, aquella presencia extraña ya no podia escanearla en el perimetro, solo la de Juri, había terminado todo ya?, tan rápido?. -Um...que mal, me hubiera gustado verle la cara mejor a ese tipo-. Se rasco la cabeza en señal de curiosidad pero si eso era cierto pues nada ya se podía hacer.
Kanchi no Jutsu

Se acercó tranquilamente a la ubicación de Kaito, lo más probable es que fuese el último o penúltimo en llegar por apresurarse a llegar donde el capitan, pero no importaba por ahora. -Holi muchachos de que me perdí?-. Preguntó a sus compañeros quienes ya estaban reunidos, tal ves celebrando una victoria.
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Kaito, cubierto por el polvo del desierto, observaba el lugar donde debía acercarse con una mezcla de satisfacción y cansancio. Habían cumplido su misión, y ahora, junto a Danzo, se dirigían al punto de encuentro en lo alto de una duna cercana. El viento soplaba con fuerza, levantando la arena en pequeños torbellinos.

Danzo, con la mirada fija en el horizonte, hablaba con voz grave y pausada, Kaito asintió, comprendiendo la importancia del momento. — Mi equipo está compuesto por ninjas de diversas habilidades. Preferiría las vieras por ti mismo, más allá de sus nombres no hay mucho que yo pueda compartir que no sea mas conveniente atestigües tu mismo.. es nuestra fuerza bruta, una bestia imparable en combate.

Kaito tomó el pedazo de tela, sintiendo el peso simbólico del reconocimiento. — Gracias, Danzo. No defraudaremos a la causa.

Ahora, continuemos porfavor, estamos a unos pocos metros de poder ver al resto del equipo.

Kaito sintió una renovada determinación. La batalla había sido dura, pero era solo el comienzo de su lucha contra la opresión y el caos que asolaba su tierra. Juntos, como un equipo unido y decidido, enfrentarían cualquier desafío que se les presentara.
[Imagen: XHDVgN8.png]
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Ukiso, el líder de la organización, observaba el horizonte desde lo alto de su invocación, mientras la brisa del desierto acariciaba su rostro. La reciente victoria era un recordatorio de las recompensas y responsabilidades que ahora recaían sobre sus hombros. Planificar los próximos movimientos del grupo era crucial.

Ukiso se dirigió a la zona donde todos estaban reunidos, dejando a yoroi a un lado junto a Tetsu viendo los tres cómo Kaito se hacía cargo de los honores. Observó las telas con los rangos prometidos, cada una representando un símbolo de reconocimiento y pertenencia. El chuunin, con una mezcla de orgullo y humildad, aceptó aquella tela que le ofrecían. A lo que Ukiso no tardó en dar un pequeño discurso.

- Compañeros,- comenzó Ukiso, su voz firme resonando en el aire quieto del desierto, - hemos logrado una gran victoria, pero esto es solo el comienzo. Cada uno de ustedes ha demostrado un valor y una determinación dignos de admiración. Estos símbolos que ahora reciben no son solo un reconocimiento a sus esfuerzos, sino un recordatorio de la fuerza y unidad que nos define. Se que somos un grupo diverso de muchas historias que por azares del destino no han unido, pero juntos lograremos nuestros objetivos. Estoy orgulloso de todos ustedes  - dijo un poco emocionado el Tatsumaki mientras ya de una vez se podría dar por terminada aquella misión.
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Todo el grupo se rencontraba en aquel punto donde inicio la misión, salvo que esta vez Kaito estaba acompañado, un hombre que algunos habían visto a lo lejos anteriormente ahora se postraba frente a ellos, un sujeto medianamente delgado y de alta estatura, todo su cuerpo esta cubierto de telas blancas, aparentando una momia pero sin serlo, solo sus ojos se distinguen entre tanto taparrabo que cubre el resto de su cuerpo, un sujeto extraño y de mal carácter, que no dudaría en observar con detalle al grupo insurgente. Por unos momentos, mientras los observaba con detenimiento y curiosidad, se pudo ver un brillo en sus ojos, alegría contenida, restringió sus propias emociones al ver la calidad y variedad de Shinobis que tenía a su lado.

 Mi nombre es Danzo, seré quien les da la bienvenida... A partir de hoy serán nuestros hermanos y hermanas, con este pequeño símbolo que les entrego, los nombro miembros fieles a nuestra causa.

 El viejo se fue acercando uno a uno, a paso lento y con mucho detenimiento en sus palabras, para ir entregándoles aquella simbólica tela con su propia inscripción dentro, no sin antes se le proporcionara sus respectivos nombres. Observó a Kaito una vez más para comenzar con la entrega de símbolos.

 Solo les pediré su primer nombre como muestra de acuerdo, con eso bastará para convocarlos en un futuro, de ahora en adelante soy su intermediario con la Jefa... 
...
 Con esta demostración de valentía y  coraje se han ganado mi respeto y agradecimiento.

...

 Se acercaría a cada uno de ellos esperando que le dijeran una palabra y luego le entregaría la tela con la palabra Misago en su centro. Al finalizar solo quedaba dar sus ultimas instrucciones y ponerse a limpiar la escena.

 Por lo demás no se preocupen, yo limpiare la sangre y me hare cargo de los cadáveres... Es importante no llamar la atención, la Yakuza estará alerta, tienen 3 días para dispersarse, recuerden que es muy importante que no los vean por aquí, los Demonios estarán buscando venganza, en lo posible manteneos ocultos...

 Se detuvo unos momentos a pensar y a observar la tormenta que se manifestaba en el horizonte para luego concretar su plan.

El tiempo corre, debo ponerme en marcha antes de que aquel tornado llegue hasta aquí, cuando las cosas se calmen me pondré en contacto con ustedes... ¡Hasta entonces!
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Última modificación: 18-06-2024, 07:16 PM por Kaito.
Kaito observaba al grupo reunido en el punto donde todo había comenzado. La misión había sido intensa, y ahora, con la llegada de Danzo con el grupo, sentía que estaban entrando en una nueva fase de su lucha. El hombre que ahora se postraba frente a ellos, cubierto de telas blancas como una momia, tenía una presencia imponente y un aire de autoridad que no podía ser ignorado. Sus ojos, la única parte visible de su rostro, brillaban con una mezcla de alegría contenida y determinación.

Cuando Danzo comenzó a hablar, Kaito sintió un nudo en el estómago. Las palabras del hombre resonaban con un peso simbólico, y la entrega de las telas con la inscripción "Misago" y aun más con el titulo especial otorgado a Kaito marcaba oficialmente su entrada en la organización rebelde. A medida que Danzo se acercaba a cada miembro del equipo, Kaito observó con atención, reconociendo la importancia del momento.

Finalmente, cuando Danzo se dirigió a él, Kaito inclinó la cabeza en señal de respeto. — Gracias, Danzo, por este honor y por darnos la bienvenida. — Su voz era firme pero humilde. — Quiero que sepas que no soy el líder de este grupo. — Hizo un gesto hacia Ukiso, que estaba cerca. — Ukiso es quien ha guiado nuestros pasos, hasta reunirnos, yo simplemente he sido el general a cargo de la misión.

Kaito continuó, dirigiéndose tanto a Danzo como al resto del grupo. — Aprecio profundamente el simbolismo de este reconocimiento y lo que representa para nuestra causa. Sin embargo, he de pedirte algo más. Como médico, tengo un interés particular en los cuerpos de los enemigos que hemos derrotado. Me gustaría pedir permiso para encargarme de limpiar la zona y gestionar los cadáveres junto a mi equipo. Mi experiencia en medicina puede ser útil para obtener información valiosa que pueda ayudarnos en futuras misiones. No te defraudaré, Danzo. yo me haré total cargo de que nuestra misión permanezca en secreto y podamos utilizar cualquier información obtenida para fortalecer nuestra causa.

Esperando la aprobación de Danzo, pero dejando claro en su premura para comenzar, que no aceptaría un no por respuesta.  Kaito se puso manos a la obra en sacar su instrumental,  para comenzar la limpieza de la zona. Sabía que el tiempo era esencial, especialmente con el tornado aproximándose. Mientras trabajaba, no podía evitar sentir una profunda gratitud por el apoyo y la confianza de sus compañeros, así como una renovada determinación para luchar por su causa.
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Última modificación: 18-06-2024, 11:27 PM por Yamuro.
El chico logro reunirse con sus compañeros, siendo el último en llegar de estos gracias a que Juri aunque esté más lejos ella es mucho más rápida en cuanto a velocidad de desplazamiento que Yamuro. Danzo curiosamente le reconoció al instante gracias a que sabía su huella de chakra desde mucho antes de ejecutar a los Demonios, su mirada se notaba una emocion, y era la felicidad que emanaba este por ver que se habia cumplido tal tarea, que tal ves por su mirada, habia esperando por mucho tiempo.

Cuando se fue acercando a el para darle el titulo y nombrarlo finalmente como miembro de la facción rebelde Yamuro lo que hizo fue detenerlo en el acto y demostrar su opinión. -Lo siento pero este generoso título y demostración lo tendré que rechazar-. Dijo, seguramente en sorpresa de casi todos allí, exceptuando Kaito que seguramente ya se esperaba algo así de su amigo. -Disculpe mi atrevimiento, pero no comparto los ideales de las facciones, mejor es que no me salten a mí, si le sirve de algo aunque no pertenezca a su bando no revelaré información ni nada por el estilo a lo que ustedes llaman su enemigo de encontrarmelo, mantendré mi boca cerrada ante el tema, es una promesa de mi parte-. Dijo haciendo una pequeña reverencia en señal de agradecimiento, estaba diciendo la verdad y Danzo de los presentes al ser un sensorial de igual o mejor calibre que el albino lo sabría de inmediato. -Pero si alguna vez necesita su causa mi ayuda, podrían decirle a Kaito, es por el que decidí ayudarlos hoy, o simplemente llamarme, soy Yamuro Kusanagi, un gusto-. Mencionó para que al menos se llevase algo de información sobre el mismo, aunque no fuese demasiada si podrían hacer bastantes cosas con su nombre.

Se posicionaria en una esquina de la zona, a un lado de Kaito, esperando que la reunión culminase.
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Última modificación: 20-06-2024, 11:41 AM por Sayuri.
El grupo entero finalmente se había reunido, flanqueando los tres cuerpos inertes de aquellos criminales a los que habíamos dado caza bajo órdenes superiores. Los detalles de esta misión silenciosa me habían sido escasos y fragmentarios; sin embargo, preferí no indagar más al respecto, consciente de mi inexperiencia dentro de la organización comandada por Ukiso. Con humildad, acepté mi posición y me propuse demostrar mi valía a través de mis acciones.

La misión había sido un éxito rotundo, y yo había tenido el privilegio de ser una pieza activa en esta intrincada maquinaria operativa. El orgullo crecía sutilmente en mi interior; era consciente de que había dado lo mejor de mí esta noche. Con la esperanza de que mis esfuerzos fueran reconocidos, anhelaba un ascenso de rango, aunque sabía que la decisión final residía en la mente del Tatsumaki.

A su lado, una figura desconocida se erguía con calma, su postura serena y relajada sugería que, a pesar de su anonimato, no representaba amenaza alguna. La cercanía con Kaito reforzaba esta percepción, disipando cualquier posible alarma que pasase por mi mente.

-Estoy muy agradecida, señor Ukiso. Confío en que se cumplirá con la parte del trato acordado en su momento- Dije, alzando la voz con firmeza por encima del murmullo del grupo. -Y a usted, Danzo, le agradezco ser parte de su facción. Es un honor sinceramente. Mi nombre es Sayuri Yuki- Hice una pausa, aguardando un gesto de aprobación para continuar. Cuando me lo concedieron, proseguí con mi charla.

-Uno de los motivos para unirme a esta organización es el deseo de construir puentes entre nuestros grupos. No sé si llamarlos naciones sería lo adecuado, dado el extraño escenario político que enfrentan tanto el País del Viento como el País del Agua. La situación es desfavorable, pero pequeñas células operan en las sombras, intentando provocar un cambio significativo. Lo que hemos logrado hoy es solo el comienzo.- Expliqué, estando clara de la magnitud de lo que proponía. -En mi país también se están gestando movimientos, y tengo contactos allí. Quizás, si unimos nuestras fuerzas, podamos alcanzar un objetivo más grande.- Hice una pausa deliberada y señalé el cuerpo inerte que la marioneta de Kaito llevaba consigo.

-Decidí dejar con vida a ese sujeto con la esperanza de extraer información valiosa. Además de ofrecer mi ayuda a ambas organizaciones, mi objetivo es liberar a tantos miembros de la resistencia como sea posible. Estoy convencida de que en la mente de este prisionero podemos encontrar pistas sobre sus bases secretas. Esto nos permitiría asestar golpes certeros a su economía y liberar a los prisioneros que retienen.-

Luego de aportar mi punto de vista sobre la situación, decidí dar un paso atrás y permitir que los demás también aportaran su granito de arena. (Eh eh, estamos en el desierto, granito de arena)....
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Tras aquel corte decapitador, Juri vio como el cuerpo del Higasa cayo de rodillas frente a ella, para un par de segundos despues, cayese a su lado la cabeza sin vida del Higasa. Juri tomo la cabeza sujetandola del cabello y la zamarreó de un lado a otro agitandola como si fuese una bandera. — ¡Lo logre! ¡MIREN MIREN! — Exclamaba contenta por su logro a sus compañeros presentes. Acto seguido Juri tomo el cuerpo de su victima y lo cargo sobre sus hombros, para luego comentarle a Yamuro: — Volvere con Kaito, es raro que todavia no haya aparecido, quizas le ocurrio algo. — Y dicho esto, desactivo su senninka, recuperando su apariencia normal, para luego salir corriendo hacia donde habia dejado a Kaito atras.

No tardaria mas de un minuto o dos en llegar, encontrandose a Kaito aun conversando con aquel tipo que decia ser de los rebeldes, parecia relajado por lo que Juri no se sintio amenazada ni nada por el estilo. Kaito podria ver como Juri llegaba con una sonrisa en su rostro — ¡Kaitooooooooo! Mira, ya me ocupe de uno de los objetivos jajajaja — Comento como si fuera de lo mas normal del mundo.  Poco a poco el resto de sus compañeros fueron haciendo acto de presencia, todos habian conseguido sus objetivos.



Cita:Mi nombre es Danzo, seré quien les da la bienvenida... A partir de hoy serán nuestros hermanos y hermanas, con este pequeño símbolo que les entrego, los nombro miembros fieles a nuestra causa.



Al fin alguien reconoce mis esfuerzos jeje. — Dijo orgullosa Juri, frotando su indice por debajo de su nariz. Danzo se acerco a todos y les entrego una tela con un nombre escrito en ella, el cual Juri tomo y observo a detalle. "Jum, deberian hacerme sencho por esto pero esta bien, lo aceptare."


Cita: Solo les pediré su primer nombre como muestra de acuerdo, con eso bastará para convocarlos en un futuro, de ahora en adelante soy su intermediario con la Jefa... 


Mi nombre es Juri Han, soy la cuarta de... muchas hermanas, por asi decirlo. — Se presento.


Cita:Por lo demás no se preocupen, yo limpiare la sangre y me hare cargo de los cadáveres... Es importante no llamar la atención, la Yakuza estará alerta, tienen 3 días para dispersarse, recuerden que es muy importante que no los vean por aquí, los Demonios estarán buscando venganza, en lo posible manteneos ocultos...


Estoy de acuerdo con Kaito, de hecho yo tambien tengo conocimiento en medicina y podrian serme utiles. Nos quedaremos los cuerpos y usaremos sus secretos a nuestro favor. — Dicho esto, Juri se mantuvo junto al grupo, y cuando llegase la hora de las despedidas entonces se marcharia con ellos a su base para comenzar a investigar los cuerpos de las victimas.
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Misión Finalizada

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