La resaca de los desgraciados eventos que se produjeron en la pequeña villa oculta de la estrella, han removido en las conciencias de los nativos y los lugareños, cierto temor, odio e ira hacia todo aquel extranjero que osase acercarse a sus dominios. La villa ha sucumbido a la ayuda de la Yakuza, contra sus intereses, y la situación de sus aldeanos se encuentra dividida entre el rechazo ante estos y la resignación para permanecer seguros mientras se recomponen del ataque, pero es algo extendido en el lugar que la presencia de estos mercenarios supone un mal necesario para recobrar la normalidad, sin embargo, nadie sabría a ciencia cierta hasta cuando duraría aquel asentamiento de la Yakuza, lo pactado se establecía hasta la recuperación de la villa, pero no eran pocos los que dudaban de la palabra de estos y de los que los manda, pues cuales buitres, aprovechaban todas las debilidades que alcancen sus garras, primero fue Sunagakure, la aldea oculta de la arena, ahora Hoshigakure, pero ¿Qué les hacía pensar que incluso las grandes villas no pudieran estar a su merced? Nadie que los conozca, en su sano juicio lo afirmaría.
El ambiente de crispación puede cortarse con un kunai, y el dolor de todas las pérdidas sufridas será guardado con recelo y venganza por un par de generaciones, siguiendo con ello la vorágine de sed de sangre en la que el mundo se encuentra sumido constantemente, y es la repercusión que conlleva que ineptos y cafres tengan un poder sumamente peligroso y destructivo, y una responsabilidad tan nula como inexistente.
No obstante, en este inestable e injusto mundo, aún existen corazones que lucharán por velar por su mantenimiento, y aunque costase persuadir todos los frentes hostiles levantados por inabarcables eventos violentos generados por los shinobis, solo aquellos que empuñando con determinación las riendas de la conciencia para recomponer los pocos rasgos de humanidad que nos quedan, serán capaces de verdaderamente cambiar el destino del mundo.
En la villa ha transcurrido algo más de un mes de los fatales eventos que se produjeron y se está muy reciente la introducción de la Yakuza entre las calles y murallas de Hoshigakure, el ambiente no es bueno entre sus habitantes y existe cierta crispación entre los cargos de la aldea por resignarse a pedir ayuda a los que menos deseaban pedirla.
No obstante, la Hoshikage busca con todos sus esfuerzos recomponer sus dominios pese al lastre de la destrucción y de la Yakuza, y tirando del amor que guarda a su gente y su hogar, intenta lidiar con los obstáculos a los que enfrenta cada día pese a que semanas antes todo un torrente de furia e impotencia la gobernaba. La aldea se encuentra en una guardia constante y busca al causante de los hechos de aquella terrible madrugada, y por todos los medios que pudieran, pasaría a cobrar la venganza que tantas penurias les ha provocado tal incidente.