Había pasado bastante tiempo desde que el Uchiha se había unido a Akami como su alumno y haberse unido a Ichigan, la organización que quería ver el Imperio caer. Durante ese tiempo, estuvo entrenando con su Sensei, desarrollando nuevas habilidades y estrategias, pero una de ellas se le hizo bastante interesante y poderosa, una técnica que te permitía invocar a un animal que podía hablar y ayudar en combate a su ¿amigo?, si se podría decir así.
Kin conocía la forma de realizar la técnica, pero nunca la había hecho ya que no sabía cuáles eran los requisitos ni nada, estaba en blanco sobre las invocaciones, pero él también quería una, es por eso que un día, el Uchiha caminando por un poblado algo distante de la base de Ichigan en el País de las Aguas Termales, y lejos de alguien que pudiera verlo, decidió hacer la técnica y ver que resultaba.
Kin realizó los Sellos de Mano que en algún momento vio realizar a su Sensei y luego colocó abruptamente su mano en el suelo, de pronto, una especie de sello apareció y varias líneas se dispersaron a los alrededores y luego de una nube de humo, apareció él. Un cuervo de color negro, muchísimo más grande que cualquier otro cuervo que el Uchiha haya visto en toda su existencia en este plano terrenal. El Cuervo usó una de sus alas para tallarse un poco los ojos y mirar a Kin, con una mirada que parecía perforar el cuerpo del Uchiha. Con una voz grave y para nada de lo que se podría imaginar de un ave, soltó algunas palabras para Kin
- ¿Qué quieres niño?, ¿firmar el pacto?, seguro que sí… eso quieres… -
Kin miró al cuervo, aún seguía sorprendido al ver que la técnica funcionó, pero, ¿ahora tenía que firmar un pacto?, ¿con quién?, esa y otras preguntas rondaban por la mente del Uchiha mientras el cuervo lo miraba ahora como si estuviera viendo a alguien raro
- ¿Te comieron la lengua o qué?, habla… -
- Soy Kin… Uchiha… un gusto… -
- ¿Uchiha?, ya veo… otro tipo de ese clan que quiere firmar con las aves y casualmente, un cuervo tiene que acompañarlo, y al ser yo quien fue invocado por tu técnica, deberé ser to quien te acompañe… que fastidio… -
El cuervo no parecía muy contento con la idea de servir a Kin como su ayuda en la batalla, pero no tenía de otra
- Bueno… sí, busco tu ayuda para volverme más fuerte y... -
- Sí, Sí… ya me sé esa historia… mira, antes de que pueda ayudarte debes firmar un pacto con las aves, ni las aves, ni ningún otro animal está dispuesto a cooperar mientras no hayas firmado un pacto, así que tendrás que ir con el Maestro y firmar… -
- Y… ¿quién es el maestro? -
- ¿El Maestro?, pues es el maestro… no seas tonto Kin… pero hablando enserió, justo ahora está aquí, en el País de las Aguas Termales, en Yugakure, te darás cuenta de que es el porqué es un hombre algo parecido a ti, pero en edad avanzada… y es del mismo clan que tú… bueno, hasta la próxima Kin, ojalá y no puedas firmar, ¡¡Nos vemos!! -
Y sin más, el ave desapareció, dejándole al Uchiha su mala vibra, pero ahora Kin pensaba, ¿quién era el Maestro?... siguiendo las pistas que el cuervo le había dado, solo se le ocurría alguien, Izuku Uchiha, el líder de Ichigan… ahora tenía que regresar inmediatamente a Yugakure y hablar con él y de estar en lo cierto, tenía que firmar ese pacto…
Continuará...
Kin conocía la forma de realizar la técnica, pero nunca la había hecho ya que no sabía cuáles eran los requisitos ni nada, estaba en blanco sobre las invocaciones, pero él también quería una, es por eso que un día, el Uchiha caminando por un poblado algo distante de la base de Ichigan en el País de las Aguas Termales, y lejos de alguien que pudiera verlo, decidió hacer la técnica y ver que resultaba.
Kin realizó los Sellos de Mano que en algún momento vio realizar a su Sensei y luego colocó abruptamente su mano en el suelo, de pronto, una especie de sello apareció y varias líneas se dispersaron a los alrededores y luego de una nube de humo, apareció él. Un cuervo de color negro, muchísimo más grande que cualquier otro cuervo que el Uchiha haya visto en toda su existencia en este plano terrenal. El Cuervo usó una de sus alas para tallarse un poco los ojos y mirar a Kin, con una mirada que parecía perforar el cuerpo del Uchiha. Con una voz grave y para nada de lo que se podría imaginar de un ave, soltó algunas palabras para Kin
- ¿Qué quieres niño?, ¿firmar el pacto?, seguro que sí… eso quieres… -
Kin miró al cuervo, aún seguía sorprendido al ver que la técnica funcionó, pero, ¿ahora tenía que firmar un pacto?, ¿con quién?, esa y otras preguntas rondaban por la mente del Uchiha mientras el cuervo lo miraba ahora como si estuviera viendo a alguien raro
- ¿Te comieron la lengua o qué?, habla… -
- Soy Kin… Uchiha… un gusto… -
- ¿Uchiha?, ya veo… otro tipo de ese clan que quiere firmar con las aves y casualmente, un cuervo tiene que acompañarlo, y al ser yo quien fue invocado por tu técnica, deberé ser to quien te acompañe… que fastidio… -
El cuervo no parecía muy contento con la idea de servir a Kin como su ayuda en la batalla, pero no tenía de otra
- Bueno… sí, busco tu ayuda para volverme más fuerte y... -
- Sí, Sí… ya me sé esa historia… mira, antes de que pueda ayudarte debes firmar un pacto con las aves, ni las aves, ni ningún otro animal está dispuesto a cooperar mientras no hayas firmado un pacto, así que tendrás que ir con el Maestro y firmar… -
- Y… ¿quién es el maestro? -
- ¿El Maestro?, pues es el maestro… no seas tonto Kin… pero hablando enserió, justo ahora está aquí, en el País de las Aguas Termales, en Yugakure, te darás cuenta de que es el porqué es un hombre algo parecido a ti, pero en edad avanzada… y es del mismo clan que tú… bueno, hasta la próxima Kin, ojalá y no puedas firmar, ¡¡Nos vemos!! -
Y sin más, el ave desapareció, dejándole al Uchiha su mala vibra, pero ahora Kin pensaba, ¿quién era el Maestro?... siguiendo las pistas que el cuervo le había dado, solo se le ocurría alguien, Izuku Uchiha, el líder de Ichigan… ahora tenía que regresar inmediatamente a Yugakure y hablar con él y de estar en lo cierto, tenía que firmar ese pacto…
Continuará...