Demonios Internos [Maestro de Pacto]
LinkIcon Enlace al Post
Una ves que se había hecho oficial, su firma en el pergamino de las salamandras, Senshi tenía una siguiente meta en esos momentos de su vida, volverse el maestro de pacto de las salamandras.

Tenía en cuenta que el viaje no sería muy fácil de por sí, Fugaguru no le había comentado cómo tenía que hacerle para llegar a la ciénega, de por sí era un lugar casi imposible de conseguir por medios comunes, aún así, estando en un frondoso bosque de abedules, dónde la corteza de sus árboles servían para cualquier actividad se podía consultar con su compañero reptil sobre su llegada al lugar...el asesino se cortó el pulgar un poco para dejar caer una gota de sangre en el piso, al derramar un poco ese vital líquido color rojizo que en ciertas ocasiones llega a volverse más oscuro de lo normal hizo una tanda de sellos que, al finalizar con un último sello se agacharia un momentos para poner su palma en el piso con su extremidad extendida. -Kuchiyose no Jutsu-. Dijo en vos baja, para después observar como se formaba un sello en forma de círculo alrededor de dónde se posicionaba su mano principalmente constituido por runas escritas con caligrafía perfecta, extenderse gracias a unas siguientes runas que formaban hilos que se extendían hacia el exterior del círculo, dónde desaparecen a vista del guerrero gracias a una espesa pantalla de humo blanco, que logro cubrir su vista y a la ves su cuerpo completo junto con la zona en qué estaba ejecutando tal técnica.

Al dispersarse el humo completamente y quitar su mano del piso, lograría aclarar un poco más su vista pudiendo ver a su compañero reptil, arrecostado en la posición donde había puesto la mano con anterioridad.

La salamandra se podía notar que estaba en su descanso de los que tiene muchos ya que en su normalidad no suele ser invocada muy amenudo, ahora que gracias a la técnica de su portador hizo su reaparición en escena se le ve bostezar y entablar conversación. -Hola Senshi, que se te ofrece?- Dijo sus palabras con educación, claramente al no saber mucho de su compañero humano formar una relación animal-hombre tardaría un poco y mostrar una personalidad más perezosa, relajada con cierto todo de despreocupación le parecería bastante grosero de su parte. -Saludos Fugaguru, te venía a consultar la forma en que se podría llegar a tu hogar...considerando que quieres que me postule para ser el maestro del pacto y viendo que no te haz arrepentido de preguntar, estoy en la obligación de mencionarte que debes decirme cómo llegar-.  Diría de manera un poco filosófica para matar el tiempo, tal ves agradarle a su compañero?, No se podría saber en esas instancias lo que pasaba por la cabeza de Senshi. -Lo reconsideraste je, claro que puedo decirte cómo llegar, pensé que ya sabías me dejaste en visto tenía preparada la bienvenida en la ciénega, inclusive, convencí a mis hermanos con los colores más llamativos de que se poscionaran y aparecieran cuando llegarás, supongo que para hacer todo más colorido- Diría con un gran orgullo en su mirada, aunque tambien decepcionada que si sorpresa haya Sido arruinada por un sujeto que tiene la mala costumbre de preguntar en los momentos menos indicados.

-Eso los llamamos aquí "fiesta sorpresa" y no, no debías hacerme una, solamente en los cumpleaños que si quieres saber tampoco celebro los míos-. Diría mirando hacia un lado mientras su compañero salamandra no podía creer la personalidad de su invocador. -Igualmente la arruinaste, bueno como te indicaba, debes volver a hacer el kuchiyose no Jutsu solamente que con una pequeña concentración diferencial, que no debes tratar de invocarme, hazlo al revés, invocate tú-.  Sus palabras eran confusas?, Si y bastante, realmente acertijos todo el tiempo le encantaban pero a la ves le fastidiaban. -Invocarme yo?...realmente no te entiendo ni a tí-. Dijo con una mirada sería pero que reflejaba la duda existencial que obtenia cada ves como esos dilemas, pero no le quedaba de otra...el asesino se preparó una ves más con el procedimiento exacto para ejecutar el jutsu de invocación pero esta ves de manera inversa, fugaguru se subió en su hombro, cuando posicionó la palma de su mano en el suelo y las runas se extendieron una ves más, el humo que siempre estuvo presentes en cada invocación que este hacía realizaba esta ves recibiría todo su cuerpo, momentos después Senshi ya no se notaría en el perímetro, ni podía verse tan siquiera rastros de el en el aire.

_____________________________________________________

Ya en la ciénega kasensa

El asesino gracias al kuchiyose inverso fue enviado a lo que parecía ser la ciénega que tengo le contó fugaguru, repasando por sus detalles se observaba que este lugar tenía una toma de tierras bastante amplia y colosal, es clave aclarar que Senshi estaba posicionado en los límites entre 2 lugares...cada uno diferente del otro, la primera parte de la ciénega, era una estancia de la más pura belleza natural, todo tenía un brillo espectacular, más que hermoso, era sublime, se observan a las salamandras de todo tipo de tamaños y colores, algunas bebés y otras con una vejez que a simple vista se notaría pero por otro lado, no sería decifrable su edad exacta, donde las ramas que envolvían sus lagos derramaban paz, en armonía reposaban y el velo sagrado de la vida adquiría su pico más fuerte, algo que podríamos decir como el paraíso, que tantos seres inventados se les había prometido a los humanos y criaturas por igual.

Por otra parte, la segunda mitad de la ciénega, su composición era como la primera, pero con una esencia contraria a la anterior, está tenía un velo oscuro en sus alrededores, no gozaba de vida felíz y rebosante de vida, sino con un augurio de tristeza, claro, tenía salamandras en sus adentros, pero estás tenías colores más apagados, tenía ciertas belleza para Senshi, aunque esos eran gustos para cada quien, algo que representariamos como el limbo, un lugar donde no se muestra un gozo espiritual.

Inmediatamente al notar su llegada, las criaturas que merodeban por el lugar no creían lo que veían, un humano en ese lugar, entre de la vigorosa y muerta ciénega kasensa, por obvias razones el último humano que había estado por allí había pasado hace mucho tiempo así que no esperaban nueva visita humana. -Que lindo es volver, aunque nada más lo deje por unos 5 minutos...te explicó, está es la ciénega kasnuse, mi hogar, el hogar de mis hermanas y el hogar del sabio, el te hará la prueba para ser el maestro de pacto, está ubicado al frente tí-.  Dijo mirando a su invocador aprovechando que este estaba revisando el perímetro, hasta que se encontró con un enorme árbol, no lograría calcular su altura exacta, un árbol de roble el cuál parecía el más perfecto que había presenciado en toda su vida y muy del resto de ella, aunque era un poco lejos para describirlo mejor. -Hablas de aquel árbol?-. Diría señalandolo al horizonte, en ese momento se escucharon ruidos por partes de las salamandras, no podían creer que alguien tanta osadía tuviese de señalar algo tan importante para ellas, algo que claramente Senshi no entendería mucho.

En ese instante, Fugaguru utilizaría su cola para azotar la mano de su invocador. -No lo señales, eso no es respetuoso...ajá, como te intentaba explicar este lugar se divide en 2 mundos, el primero, color de rosas, majestuoso y brillante, de ese vine yo, el otro apagado, vil, lujubre y oscuro, al ambiente que no me gusta en nada así que por favor no hagas más cosas que se vean ofensivas y menos en frente del sabio, el decide todo, si te vas sin nada o si te vas con cargo en tus manos-.  Diría para posicionarse encima de la cabeza del asesino, posteriormente este mismo se decidiría ir de manera recta hacia el árbol divino, cada paso daba un mala impresión para cada criatura viviente, si, un sujeto que nunca tuvo buenas intenciones con otros estaba en frente de ellas dispuesto a firmar una de las reliquias más sagradas para su mundo...en cuanto llegó en frente de aquel árbol, se podía ver su composición y su altura más claramente aunque todo esto sin llegar a medir su tamaño, de roble, su corteza de la más fina posible, si, oficialmente estaba en una maravilla natural, pero sus ojos no se terminaron de deleitar cuando de la misma nada salió algo que no había observado de lejos, una enorme y antigua salamandra te un tamaño colosal, apostaría lo que fuese que era tan grande como el árbol en cuestión, está llegó haciendo ruidos algo fuertes, aunque sin llegar a hablar, pero debido a su tamaño, sus movimientos no eran nada desapercibidos. -Saludos humano, que sea bienvenido a la ciénega kasensa, se podría saber sus intenciones de estar aquí?-.  La enorme criatura hablaba, pero conforme sus palabras eran lanzadas al aire se hacía un fuerte eco en todo el lugar, casi como si fuese el parte de todo el terreno, uno con el, uno con la naturaleza. -Debo agradecerle la bienvenida, vengo a...su prueba, quiero ser el maestro del pacto de salamandras-.  Menciono sin titubear, Fugaguru se quedó callado debido a que el no debía interferir, esto era entre Senshi y el sabio, por otro lado las salamandras presentes estaban mirándose unas a otras, algo del sujeto no les parecía correcto o tan siquiera moral, era simple corazonada, pero si fuese una persona despreciable (que lo es) el gran sabio por edad y experiencias lo sabría con solo verle a la cara.

-Que propuesta más noble, pero debo decir que eso será dentro de unos momentos, debo saber con quién trato, quien representará nuestra existencia en el mundo humano...quien eres tu?-.  Dijo, con el claro retumbar en la ciénega sus palabras y incógnita quedaron más que claras, Senshi le veía a los ojos, fugaguru estaba empezando a extrañarse que no tuviese miedo a esta prueba que para algunos sería sencilla y para otros fácil. -Estoy obligado a contestarle, yo soy Senshi Okuba del país de las montañas-.  Dijo sin más, no quería tocar el tema de cómo se ganaba su vida o que era en verdad, podría ser perjudicial para la completa ión de la prueba, pero algo le indicaba que llegar el momento de mencionarlo no podría mentir, esa salamandra sabía cosas, cosas que el espadachín ni porque combata con ninjas de todo tipo sabría. -Es un gusto Senshi, todos aquí me conocen como el sabio salamandra, yo soy el encargado de tu pacto, pero me imagino que fugaguru ya te ha mencionado ese tema-.   Mencionaria al compañero de Senshi con una paz interior increíble, fugaguru no podía contenerse la emoción de ser mencionado y ser puesto como ejemplo a sus otros hermanos. -Como quiero conocerte mejor y veo que esto está progresando muy bien debo preguntar otra ves, quien eres?, No me refiero a un nombre o a una dirección, quiero saber quién eres, como te llamas a ti mismo, como te conocen los demás?-.  El fondo que el asesino no quería tocar se había avecinado justo en su cara, no se veía nervioso, pero al contestar aquella pregunta seguramente más de uno se le vendría a la yugular, la alegría de fugaguru se empezaba a desvanecerse. -Vamos, se que abrirte de esa manera es algo vergonzoso y todo, pero lo que se habla aquí se queda aquí- Diría tratando de animarlo, no eran nervios ni vergüenza, como se notaba que no sabía lo que Senshi diría en ese lugar en ese preciso momento. -Como he dicho, mi nombre es Senshi y bueno, soy un asesino de Shinobi's-.

Silencio...era todo el resumen que paso en ese lugar, Fugaguru cuando tenía felicidad lo que tenía era un shock, es enserio?, Primero su compañero era un ser que le quitaba la vida a otros y de paso mencionarlo de esa manera, claramente quería morir en ese momento, un momento que la salamandra queria borrar definitivamente de su vida. Eso no era todo, chillidos se escucharon de pronto y muchos ruidos diferentes resonaron en todo el lugar, molestia, angustia, vergüenza, impacto, odio...emociones que tenían las salamandras en ese preciso instante, como se atrevía a venir a su casa, a su hogar y pedir ser su representante siendo alguien tan horrible, eran cosas que no se podían mencionar.

Algunas salamandras fuera de sus cabales se fueron directamente a atacar a Senshi por todas las posiciones que se les ocurría, sur, este, oeste, noroeste, suroeste, suerte, noreste pero una simple vos colosal terminaría congelando las de nervios y devolviendo las a sus lugares, Senshi observaria completamente callado. -Porque se comportan así?, No les dije que con los invitados no deben hacer eso?- Dijo con una tranquilidad increíble corrigiendo a los que son biologicamente sus descendientes, Fugaguru saltaría de manera inmediata de la cabeza de Senshi y caería sobre el suelo para hablar. -Gran sabio...perdóneme...y-yo, yo...yo no sabía que...- Sus palabras serían cortadas con dulzura de parte del sabio quien se había levantado. -Hijos míos, entiendo que al sentir esas emociones se puedan volver en contra de esta persona, gracias por querer protegerme pero esto decido resolverlo yo mismo, se debe arreglar de manera pacífica-.  Haría una pausa para arrecostarse y hablar una ves más. -Sabes muchacho, yo aunque no lo creas yo lo veía venir, debes aprender que con siglos de existencia se, por lo tanto, si una persona tiene brillo en su alma o sombras en su corazón...yo los presento en esta ciénega-.  Su cola la alzaría para uso de señalamiento y demostración. -La luz- Mostraría la mitad brillante y gozante de vida. -La oscuridad-. Mostraría la otra mitad sombría y lujubre, para después dejar su propia cola tranquila. -Entiendo que, no puede haber paz y vida en un lugar sin que antes hayan ocurrido guerra y muerte, existe el bien como también el mal, el día como la noche...personas humildes y esperanzadas, como personas corrompidas y sin ansias de existir- Mencionaria, dejando clara una cosa que tenía perfectamente claro, existía una gran diferencia entre el la última persona que hizo la prueba y esta nueva persona que declaró momentos antes ser un asesino. -Quiero saber cómo piensas, como tienes tu opinión y tú ideología te tengo una pregunta, para ser como eres, cuáles son tus razones, tus convicciones?- preguntaría dejando un poco pensativo a Senshi, sus razones las tenía muy claras pero su convicción?, Realmente tenía una motivación o algo que lo ayuda a levantarse cada día para hacer su trabajo de siempre, al poco rato de silencio supo que esto no era así, no era una meta que lo levantaba cada mañana, es más nada le permitía eso, su cuerpo lo hacía por pura costumbre, realmente ese día murió por dentro. -Para ser sincero ninguna...cada día me levanto como cualquier persona común, sus necesidades comunes pero algo lo que me diferencia de alguien que no es como yo, es que no tengo razones nisiquiera para existir, todo lo he hecho, por puro capricho al parecer-.  Diría, claramente era una realidad que tenía que afrontar, tal ves si llegaba a tiempo ese día los podía salvar a todos?, Realmente era posible no terminar así?, O lo más importante, realmente de la manera en que terminó así es feliz?...claramente no, eso lo tuvo en cuenta desde el inicio, lo que lo haría feliz fue que nada hubiese ocurrido.

Sus palabras dejaron un poco extrañada a la salamandra mayor. -Nada?, Si es así, debo preguntar, el evento que te convirtió en este tu, en un asesino si te dieran la oportunidad, lo arreglarias?.  Preguntó, viendo la expresión apagada del Okuba, realmente era alguien que si tuviese la oportunidad lo haría sin dudarlo, pero tampoco se arrepentía de sus actos. -De poder arreglarlo lo haría...tendría a todos, todos los que alguna ves confiaron en mí, creo que deben estar decepcionados de mi, aunque eso de perfectamente que no es así, no existe un cielo o un infierno, solamente arrepentimientos...ya tenía mi cabaña, a mi futura esposa, planeaba pedirle matrimonio jaja, quería tener hijos, morir con una vida tranquila...-.  Dijo, pero en cuanto se dió cuenta simplemente observaria su mano derecha alzada que aunque parecería por anticipación tenía el anillo puesto con claros signos de que nunca se lo había quitado, lo vería un rato para recordar brevemente si vida anterior. -Supongo que el destino tenía otros planes para mí-. Dijo para mirar hacia el frente y bajar su mano. -Ahora mira, hay veces que tienes toda tu vida en planeación, pero al final nunca en tus planes hubieses visto el escenario en qué te quedas sin nada-. Mencionó, para después sentarse con las piernas cruzadas como si estuviese meditando para escuchar siguientes palabras del sabio. -Por todo lo que me indicas eres una especie de daño colateral, pero no un sobreviviente, esa definición en la parte moral no incluye matar a varias personas, que en tus ojos veo que hiciste y más de una ves, no por nada dices que eres un asesino-.  Resonaron sus palabras en todo el lugar. -Yo veo, he visto y veré, que en las sombras más oscuras hay un destello brillante, nadie es totalmente bueno ni totalmente malo, se que, cosas nobles haz hecho-.  estas palabras harían pensar al Okuba unos momentos, en realidad lo mejor que había hecho de manera de "nobleza" fue salvar a aquel imperial de morir calcinado, si, resultó al final que era inmortal, pero este concepto le parecía muy pobre, por más inmortalidad que tuvieses no te salvarias de quedar derretido en lava, aunque debía tener en cuenta que ese mérito no tenía en cuenta llevárselo, le parecía más justo que Izuku presumiera de eso porque aunque saito no lo haya visto fue el pilar que hizo que pudieran salvarse, al menos para Senshi, terminó de pensar e hizo una pequeña seña con su mano alzada indicando la palabra "más o menos", esto le hizo sonreír un momento a la enorme salamandra la cuál podía sentir que su teoría era confirmada. -Ves?, Hasta tu tienes historia que contar aunque consideres que no tienes una valoración por nadie, hay veces y tú eres ejemplo de que no es así, para ti todavía hay cosas por las que pelear, alegrarse y llorar-.  Dichas palabras no se sabría si hacían efecto en el Okuba pero hasta allí no llegaba el discurso. -He tenido muchos descendientes, cuál es la bendición con eso?, Que puedes ver nacer a cada uno y sentir sus vidas conectadas con la tuya, su maldición?, Que ellos al morir, soy el primero de todos en sentirlo, en llorarlo y recordarlos-. . La salamandra anciana no aguantaría sus lágrimas unos momentos, todos se fijaron en eso, era la primera ves que observaban a su sabio llorar por sus propias palabras

-Perdon, se me salieron las lágrimas unos momentos...no pienso comparar mis años de experiencia con los tuyos eso es irrespetuoso hacia tu persona-

-...-

-Pero como hablamos de la valoración de una vida, debo hacerte la pregunta, esta va a ser tu prueba de que eres alguien que merece ser nuestro representante en tu tierra, te daré un tiempo para que la análisis y la pienses, puedes recorrer la ciénega como gustes pero la conclusión, tienes que llegar a ella por ti mismo, "Cuál es la raíz de que el prójimo valore a los suyos?" Esa es tu prueba...suena fácil pero su dificultad radica en las múltiples respuestas que puede tener, solamente aceptaré una de esas respuestas, yo por mi parte ya la tengo, piensa bien en estas palabras muchacho, porque si no coincide con lo que pienso habrás fallado-.  Resonó, para después arrecostar su cuerpo en el gran árbol de la vida y permanecer dormido.

Esa pregunta haría reflexionar hasta el más duro de los hombres, "Cuál es la raíz de que el prójimo valore a los suyos?" no era fácil de contestar en si y todavía viendo que tenía que pensar de igual manera que un ser con cientos de años de antigüedad lo hacía preocupante, una cosa que estuviese fuera de lugar y en desacuerdo con el sabio sería la sentencia de su fallo en la prueba, aunque pensara bastante habían múltiples definiciones candidatas para enfrentar la pregunta...se retiraría de los parámetros unas decenas de metros, mientras caminaba se podía sentir la desconfianza que rebosaba de las otras salamandras hacia el, no creían que un asesino tuviese la capacidad al menos moral de responder a una pregunta tan sabía pero engañosa a la ves, al llegar a un lugar más o menos tranquilo se sentaría en una roca sobresaliente y comenzaría a pensar. -"Cuál es la raíz de que el prójimo valore a los suyos"...- Tal ves hacia una definición de una persona?, Obviamente, pero de qué tipo de persona?, Tan siquiera se refería a una?, Eran pensamientos que se le estaban dificultando aclarar pero sintió que algo se le acercó por la izquierda y miro con el rabillo del ojo, era su compañero Fugaguru, quien vino a hacerle compañía un rato. -Se que apenas te conozco y se que va en contra de todo lo que yo considero correcto en este mundo, pero si el sabio confía en qué puedes hacerlo tengo que apoyarte, a diferencia de los otros, siento que eres el indicado por ley, perdóname por lo anterior, estaba algo...indignado-.  Diría apenandose un poco teniendo la cabeza gacha, antes quería hacerse alguien entre las salamandras y termino trayendo a lo que parecía para el en principio y para muchos otros una aberración que no debió nacer, pero tras escuchar de una gran cercanía la conversación entre su portador y el sabio pudo notar que tal ves traerlo no fue un error, de la nada una mano se le posó en la cabeza. -Tranquilo, estoy acostumbrado a esto, pero debo admitir que la reacción del sabio no fue la que alguna ves esperé, pensé que me insultaria y me echaría pero no fue así, me dió...una oportunidad?-. Diría claramente ciego ante la situación de que alguien pudiese tener tanta fé en el.

-El al parecer, ve algo en tí que no ha visto en mucho tiempo, al menos dentro de mis conocimientos, tal ves la respuesta a esa pregunta este en lo que piensa al ver personas confundidas como tú?-.  Inmediatamente la terminar estas palabras Senshi volteó su cabeza y alzo su cega, no en un sentido sarcastico sino de duda, una duda que le habían implantado nuevamente. -Personas confundidas como yo?...tal ves sea así, pero no lo veo, no veo que deba ser eso, esas palabras como dijo el, podrían tener diferentes conceptos para responderlas, debo pensar como él, ver cómo sus ojos reflejan a los humanos que vienen, tendría sentido con lo que me acabas de decir, aunque, no dejo de sentir esa "molestia" que no se trata de eso-. Giraría si cuerpo un poco para observar en su lejanía al gran sabio esperando dormido en paz con el gran árbol.

Claramente tenía dudas como todos lo demás, por eso no dejaba de ser humano como del resto, podría tal ves equivocarse y fallar en la prueba?, No sabría que pasaría con Fugaguru si ese, por razones coherentes el peor de los casos llegaba a ocurrir con sus otros hermanos, tal ves de dió cuenta que es por el que estaba allí poniendo su cabeza por encima de sus habilidades más de lo que una ves hizo. -Ademas, te prometí que lo haría no?, Que superaría la prueba y te haría una salamandra admirada, no me he rendido todavía, claro, desde que llegué aquí las palabras del sabio me han hecho enfrentarme a demonios internos que jamás pensé volver a recordar-. Dijo sonriendo un poco y mirando hacia el cielo, era hermoso y reflexivo además viendo que alguien le hacía volver a recordar todas las razones de su vida, el sabio había logrado hacer que por lo menos pensara un poco antes de actuar.

En ese preciso momento dejo de sonreír y se dió cuenta de algo, el sabio hacia esas preguntas para hacerlo reflexionar...llegar a este claro punto de pensamiento, la intención de la pregunta no era con exactitud pensar como lo hacía el gran sabio sobre las personas que han tenido sucesos ilicitos en su vida, sino que el mismo pensara como lo hacía el anciano sobre el mismo, que memorias tenía guardadas en su mente y como se describía a el mismo en cuanto a valorar la vida...en un pequeño repaso el asesino antes de llegar aquí había pasado por varios problemas, la masacre completa de su pueblo, la muerte de sus familiares, amigos y de la persona con que planeaba estar el resto de su vida, lo que lo hizo volverse una bomba de tiempo que al explotar pone la muerte de un Shinobi como desquite vengativo hacia estos, era la primera ves que tenía un ejemplo así de práctico hacia si mismo ya que no se sabía definir a su persona como tal, arriesgó su vida por un imperial, lo dudo en hacerlo pero con ayuda de Izuku fue posible este milagro para el, pero tenía en cuenta que podía morir y no le interesó en lo mas mínimo, se enfrentó a un semi-jinchuriki totalmente desatado sabiendo que no le podría ganar y para finalizar le encantaba sentir la sensación de muerte al pelear...eso le hizo darse cuenta de algo, de su respuesta, de una raíz como dijo el sabio salamandra, poniéndose de ejemplo así mismo, una respuesta que, definía en qué manera disfrutaba su propia vida.

Al ver que había pasado cierto tiempo y ya se hacía tarde para completar su respuesta hacia el sabio decidió levantarse. -Vamos Fuga, creo que ya se la respuesta de esto y si no lo es, por lo menos me habré ido de aquí con una nueva definición-. Dijo para alentar a su compañero quien solamente se subió a su hombro y tragó saliva, era la primera ves que tenía nervios sobre algo, aunque no lo creyera, había desarrollado una confianza con Senshi de alguna manera que, una parte de su cuerpo le indicaba que todo saldría bien, pero eso lo decidiría el sabio.

Caminaría tranquilamente, debido y con su respuesta en boca todas las salamandras del lugar se levantaron, realmente lo había conseguido?, Tenía la respuesta correcta?, Eran todos los pensamientos que las criaturas habitantes de la ciénega se podía apreciar siendo algunos incrédulos y otros dudosos, solo un pequeño grupo de ellas creían que si lo había visto tal ves de equivocaban con el...al llegar con el anciano este dejaría su siesta para otro momento y observarla al asesino. -Regresaste, sabía que no llegarías a correr e intentar escapar de aquí, lo tenía en cuenta en el fondo-

-Ahora Senshi, dime la respuesta de esta pregunta "Cuál la raíz de que el prójimo valore a los suyos?"- . Hizo una pequeña pausa esperando respuesta del humano quien se encontraba parado allí pensando en sus palabras.

-La raíz de que el prójimo valore a los suyos...es que el prójimo se valora a si mismo-. Cuando dijo aquellas palabras la ciénega se callo completamente, tenían una respuesta en frente de ellos aunque temian que no fuese la correcta, todo quedó en manos del sabio salamandra quien miro a Senshi con ojos de compasión, este mismo lo pudo notar casi al instante, la gran criatura puso un gesto en su cara que detonaba paz y felicidad, hasta que el retumbar de sus palabras volvió a hacerse presente. -Es correcto humano-.

-Yo me pongo como ejemplo en este caso, yo a mis hijos, lo amo con todo mi corazón, mi alma y mi ser, daría mi vida por ellos, pero eso significa que yo no me ame a mi mismo? No, todo lo contrario, yo amo al prójimo tanto como me amo a mi mismo, eso no se llama orgullo...para mí se llama amar la vida...-

-Tomando eso como ejemplo, y para que te tomes a ti mismo como ejemplo te doy la siguiente pregunta, tu te valoras?-.  Cuestionó, fugaguru ya andaba celebrando que habían logrado pasar la prueba pero en esa pregunta se dió cuenta rápido y de quedó quieto, Senshi pensó un rato, con sus memorias anteriores la respuesta era muy clara. -No...-. Esa leve respuesta hizo que su salamandra no supiera que decir, el anciano se compadeció debido a que veía venir aquella respuesta. -En tu pasado, te pueden quitar familiares, amigos, colegas, amores, pero lo más triste que te pueden quitar, son las ganas de vivir y lo digo de manera general, no solo tu, hay personas en este mundo que tienen ese mismo pensamiento y han pasado a mejor vida por su propia cuenta- Diría mirando al cielo, seguramente era algo metafórico tratándose del otro mundo pero no quitaba lo triste que se sentía. -Puedo ver qué no tienes esas intenciones pero si pensamientos, por algo viniste al mundo y creo que ya encontraste ese porque, pero si esa meta o bueno, acciones deberías preguntarte si es lo que en realidad deberías estar haciendo aunque eso es algo para que reflexiones tu mismo chico- Mencionó, Senshi Sinceramente no había conversado con alguien así jamás, empezaba a cuestionarse a si mismo, no sobre su trabajo, sino sobre todo lo demás. -Ya respondiste me pregunta, me siento orgulloso de tí, aunque no seas la persona que más espere que obtuviera nuestras fuerzas para representar a nuestro pacto, tu derecho te lo otorgo, bienvenido a nuestra historia Senshi Okuba- Culminó, agachando un poco la cabeza aceptando que Senshi fuese el portador del pergamino de las salamandra, sus desendientes algunos estaban sorprendidos y algunos empezaron a saltar de alegría, aunque los representará un asesino habían notado que sus intenciones no eran malas con ellas.

El chico por su parte, había cumplido la promesa que le había hecho a Fugaguru, este se bajó de su hombro y fue con sus otros hermanos a hablar de lo sucedido...mientras que Senshi empezaba a alejarse del lugar con su mirada en el suelo, hasta que nuevamente el retumbar de la ciénega interrumpirá su rumbo. -Se nota que tienes dudas que debes resolver por tu cuenta, pero quiero que sepas que yo estoy aquí, si necesitas respuestas o reflexiones aquí estoy para usted, maestro salamandra- Dijo, todas las criaturas del lugar esperarían la respuesta del asesino quien cerro sus ojos un momento y no pudo evitar sonreír un poco. -Lo haré, debo agradecerle por todo, todo lo que usted me ha dicho aquí, realmente lo pensaré, lo voy a meditar para encontrar mis respuestas, además, si necesitan mi ayuda, ya saben a quien deben mandar para avisarme-. Al finalizar estas palabras miraría un momento a Fugaguru, posteriormente se alejaría un poco de árbol.

Ahora tenia reflexiones que pensar y formas de dónde llegar a estas conclusiones, ahora mismo, al hacer su procedimiento anterior y su tanda de sellos respectiva, pondría por tercera ves este día su mano en el suelo, las runas creadas se expandiría por el lugar, el jutsu de invocación inverso estaba haciendo su aparición y junto con una pantalla de humo Senshi volvería en un parpadeo al lugar que había dejado antes, este día había enfrentado emociones ocultas que no pensaba volver a sentir, luces y monstruos escondidos en su alma lo habrían enfrentado mentalmente calmando se con las palabras del anciano salamandra, palabras que muy posiblemente estaban tocando fondo en lo que quedaba de su alma que poco a poco cuánto más tiempo pasaba desaparecía.
Salto de foro:

Usuarios navegando en este tema: 3 invitado(s)