Se dice que hay una entrada a estas ruinas místicas en cada bosque del mundo, y todos los que han experimentado su misteriosa belleza coinciden en no saber cómo han entrado o cómo han salido. La ciudad preside el bosque y un valle de una montaña desconocida. Destruida y tomada por la naturaleza en cada una de sus antiguas construcciones, es hogar de cientos de felinos —sobre todo, gatos— que habitan las residencias como si todavía viviese gente en ellas. Es posible que sean representaciones de sus hogares, y quizá sea posible ver a invocadores difuntos vagando por las laberínticas callejuelas.

El Bosque Shikkotsu es un lugar legendario considerado el hogar de Katsuyu, la única babosa registrada cuyas proporciones son inimaginables, es decir, cada vez que un usuario invoca a la misma esta no es más que una parte de la babosa original. El bosque es inmenso, aunque en su mayoría se encuentra ocupado por la descrita babosa. Es la única invocación de la cual no hay variedad, siempre se invoca a Katsuyu pero en distintos tamaños (porcentajes). El lugar es descrito como un lugar repleto de calma, tranquilidad, armonía y paz. Se pueden ver pequeños animales corretear y vivir sin miedo de la gran babosa, pero son huidizos y desconfiados con extraños. En el centro del bosque se encuentra unas piedras rituales que, según la leyenda, albergan el conocimiento de la vida y la muerte.

Es la región sabia de las Arañas. Llamado así por las miles de criaturas arácnidas que habitan en él y que incluso se sienten como sombras en la plena oscuridad. De paradero desconocido, cuenta la leyenda que es un lugar que se esconde entre otros frondosos bosques, donde antiguamente vivió una tribu que fue consumida por estas arañas, y que todo humano que lo ha encontrado por su propio pie nunca ha podido volver para contarlo. Es el santuario de las arañas, un bosque grande, seco y repleto de hileras de seda, el lugar de reunión y convivencia de estos seres. Los árboles, muchos de ellos caídos, están colocados estratégicamente para que sea un lugar difícil de atravesar, y también para proteger a sus crías.

En el corazón de esta cueva se oculta un templo antiguo, anterior incluso a la aparición de los hombres, y donde residen las serpientes más grandes y poderosas del mundo. Aquí se encuentra el trono del Sabio de la Serpiente Blanca, desde el que gobierna a sus hijos y súbditos, y donde recibe a visitantes y curiosos. El resto de la caverna está casi en completa penumbra y es el terreno de caza de estos escurridizos reptiles. El exterior de la cueva se considera campo de batalla con los sapos, y los combates son frecuentes. Muy pocos humanos frecuentan este lugar, y deben hacerlo con invitación o acompañado por alguien aceptado por las serpientes, o de lo contrario pasarán a ser una presa más.

En un valle entre montañas, donde la visibilidad se dificulta a raíz de la densa neblina… la paz y el silencio muchas veces son interrumpidas por el constante chillido de nocturnas criaturas que revolotean la zona. Justo en el centro, desafiando a la impotente naturaleza, se erige un gran castillo, de múltiples torreones que parecieran ingrávidos, una estructura pocas veces vista por el hombre y cuyo arquitecto hasta el día de hoy se desconoce. El Castillo Ketsueki, un lugar de aspecto siniestro que noche tras noche es bañado por la tenue luz de la luna. En su interior hay trampas, pasadizos ocultos, múltiples celdas y calabozos… un verdadero laberinto para los curiosos, la realización de las pesadillas para los incautos. El templo desde donde Byoki, el murciélago más anciano, comanda las legiones de quirópteros, siempre sentado en el trono del salón principal.

Los lobos son seres que conviven en armonía con la naturaleza, siendo su hogar un claro ejemplo de ello. El valle sagrado de los lobos es un lugar que sólo es accesible a aquellos que entren en comunión con su entorno y se rijan bajo las reglas de la manada. Este consiste en gran valle que se extiende a lo largo y ancho, teniendo un río que cruza por el medio, en tanto las moradas de los cánidos son construcciones humildes y sencillas teniendo lo básico e indispensable para refugiarse, aunque ellos prefieren vivir al aire libre, bajo el cielo azulado en el día o las estrellas y la luna por la noche. Viven en manada por lo que siempre están al tanto uno del otro, yendo siempre al ritmo del último y vigilando que ninguno se perdiese. El líder de la manada yace en su tienda velando por todos, mientras que su mejor guerrero siempre está en guardia, atento a las necesidades y amenazas que acechan a su alrededor.

En la región más septentional del continente, más allá de donde los humanos hayan llegado jamás se encuentra el Glacial Kumano, hogar ancestral de los osos. Lugar de clima ártico, alberga en el interior de una pirámide de hielo todo un subclima tropical, con bosques, un río e incluso praderas cálidas y tranquilas, un lugar perfecto para que todas las especies de oso críen y donde conviven en paz. La iluminación nunca falta, gracias al reflejo del sol en la propia estructura. Cuando los grandes osos llegan a la mayoría de edad, muchos optan por abandonar el glacial e ir en busca de regiones más cálidas o donde poder establecerse en solitario. En la parte más profunda de este místico lugar se encuentra una cabaña humilde hecha de barro y paja, donde habita el Oso Negro Sabio y donde recibe a los berserker, aquellos que han firmado con los osos y desean aprender su poder para usarlo en batalla.

Las aves ninjas viven alejadas del mundo humano en una isla perdida por el océano hacia en el sur de continente. Su hogar consiste en un inmenso árbol, único en su especie, cuyas raíces cubre la totalidad de la isla hasta alcanzar las entrañas de la tierra para elevarse hasta diez mil metros hacia el cielo donde la copa de dicho árbol crece entre las nubes e incluso sobrepasarlas. Ahí arriba donde el frió y la falta de aire haría parecer que nadie podría vivir, las ramas y hojas del sagrado árbol brindan protección y un ambiente estable donde las aves ninja han creado sus hogares y viven en completa comunión con la naturaleza y el cielo. Cualquier humano que se considere digno de formar parte de esta comunidad como mínimo debería ser capaz de escalar este árbol mundial con sus propios medios y habilidad.

Esta es la primera gran tortuga del mundo y la madre de casi todas ellas. Genbu, la isla tortuga del País del Rayo, es su compañero y ambas se juntan para procrear cada doscientos años. Sin embargo cada una tiene su propio territorio y suelen ser solitarias. Nanpou disfruta de las cálidas aguas de los Reinos del Sur, y no es raro que sea divisada por los pesqueros de las Junglas y los Acantilados, aunque nadie se atreve a acercarse. Una vez al año Nanpou se detiene en medio del mar y deja que sus hija desoven en sus playas. El resto del año, y hasta que sean adultas, crecerán, aprenderán y vivirán con su abuela. Sobre su caparazón hay una pequeña montaña con cascadas y densa vegetación, donde se rumorea que se esconde un gran templo. Este se expande por todo el interior del caparazón de la tortuga, y llega hasta su propio corazón. Nanpou es capaz de comunicarse telepáticamente con cualquiera que esté sobre ella, y sirve también como Tortuga Sabia y líder de estas. Como protección de intrusos, en las aguas que rodean el territorio de la tortuga madre no es raro encontrar tortugas del tamaño de un navío y con el caparazón de hierro. Estas son tortugas de guerra, y enfrentarán a todo lo que moleste a su madre.

En la parte naciente del continente, en lo mas recóndito de los bosques, donde el espesor no permite que cualquiera avance a través de ellos, se ubica la Ciénaga en un punto central de un bosque del cual se desconoce su origen. La vegetación se mezcla creando una ciénaga totalmente distinta donde las Salamandras conviven entre sí, dividiéndose según sus características en terrenos mas y menos espesos, es decir mas cercanos al bosque. A pesar de esta clasificación cuentan con un solo líder y se rigen bajo las mismas normas. Solo el centro de una estructura abandonada que ha sido sobrepasada por le vegetación descansa la Salamandra Carmesí, encargada de aceptar o rechazar aquellos que desean obtener el intelecto de las Salamandra. Hay escasos puentes de madera que alguna vez fueron utilizados por los antiguos moradores de dicha zona. Cuenta con ríos bastante cristalinos que varían su propia corriente, siendo utilizados como medio de transporte por los anfibios, además de grandes cataratas que se extienden metros y metros de altura delimitando la región de las Salamandras.

En una montaña muy alejada del suelo, de unos cien metros de altura, y cubriendo una gran extensión de tres kilómetros. En esta montaña, inicialmente esta rodeada por árboles, con pequeñas casas habitadas por decenas de monos. Pasando una gran cantidad de árboles, habrá un bosque, pero árboles enanos y lagos conectando las montañas. Cuando llegues al interior de la montaña, sigue las casas y puentes conectados con cada rama, casas de madera y paja. Al llegar al interior de la montaña, entre los árboles que cubren un campo de doscientos cincuenta metros de largo donde vive la gran mayoría de los monos, incluso hay una estatua de mono llamada “Enma” y el kanji que dice “モンキーキング”. Hierba verde y cielo brillante, raramente llueve. En el sureste habría un terreno montañoso con varias mini montañas, los picos concentrados y juntos. La mayor parte del tiempo en estos lugares, donde los monos no viven y rara vez vienen a estos lugares, siempre está nublado y llueve, por ser un lugar con poca circulación, es bastante peligrosa si no eres alguien especialista en mantener la estabilidad y dar saltos largos podría ser muy suicida. Los monos que habitan en la zona principal pueden hablar y escribir, aunque hay razas que no pueden aprender eso o acceder a esas capacidades. La vegetación del lugar que es abundante y hace que un porcentaje de los monos estén obesos o tengan un peso extra de lo normal. Al sur de la montaña, hay un espacio grande donde entrenan los monos, y un llano césped verde.