20 de Enero, 15 D.K
Zona Residencial de Konohagakure – Zona Comercial de Konohagakure
Como si hacer una misión de captura no fuera suficiente, justo antes de que pudiera meterme a la cama y dormir en el día anterior, me llegó un nuevo Pergamino de Misión, esta misión tenía que ver con el Señor Koyaki, aquel importante cliente comercial de Konohagakure que había visitado la villa hasta hace algunos días y yo había fungido como su guardaespaldas. Resulta que, luego de haber interrogado a los dos criminales que intentaron hacerle daño al Señor Koyaki, se logró sacarles cierta información sobre el rival comercial de Koyaki, se trataba de un hombre ya mayor que tenía algunos negocios en Konohagakure y claramente, los negocios de Koyaki en la villa afectaban de gran manera el dinero que el podía ganar. Mi trabajo era ir a por ese hombre y llevarlo ante las autoridades para su posterior juicio, me levanté de mi cama, me vestí, desayuné y salí de mi hogar. Según la información dicha por aquellos sujetos, el rival del Señor Koyaki no era fácil de ver en Konohagakure pues este solo aparecía cuando era hora de cobrar rentas o comprar otros productos y por lo general, este siempre se mantenía dentro de una pequeña casa a las afueras de la aldea pero desde los reportes de acoso al Señor Koyaki y una que otra pista que vagamente lo vinculaba con el caso, decidió esconderse en unos almacenes abandonados de la Zona Comercial de Konohagakure, almacenes los cuales no eran usados por nadie y normalmente, nadie se metía en esos lugares, estos almacenes también eran usados como depósitos para cajas, madera y basura de las diferentes tiendas y puestos de las calles de la Zona Comercial, caminé a paso lento hasta la zona de los almacenes abandonados, de primera instancia, se podía notar lo sucio y descuidado que estaba el lugar además de un fuerte olor a basura, algo que hizo que hiciera una mueca de asco mientras tapaba un poco mi nariz, pero la misión era primero y como sea tenía que entrar al lugar, lentamente acerqué a las puertas de los almacenes y saqué una pequeña llave, llave que los Jounin de Konohagakure me habían facilitado, pues según ellos, los almacenes eran usados para guardar productos artesanales de la aldea y ellos tenían la llave para entrar y cerrar, metí la llave en la ranura y luego de dar algunos giros logré abrir la puerta, lentamente la empujé ocasionando que esta hiciera un pequeño chirrido, ingresé al lugar y caminé por el pasillo recto que tenía en frente de mí, estaba muy alerta por cualquier cosa mirando a todos lados constantemente, caminé por unos minutos más hasta que dí con una encrucijada de dos caminos, suspiré y decidí ir primero por el camino de la derecha llegando a otra puerta la cual estaba semi abierta, por cualquier cosa, cerré mis ojos y al abrirlos estos habían perdido su color naranja que tenían de nacimiento, en su lugar, se mostraban de un color rojo intenso con un círculo de color negro rodeando la pupila y en alguna parte de este círculo se podía visualizar una pequeña aspa, era el Sharingan.
Lentamente ingresé al pequeño cuarto detrás de la puerta y luego de darle un vistazo supe que solo se trataba de una extensión más del almacén, me di la vuelta y cuando me disponía a salir un hombre entró y cerró la puerta
- Te perdiste chico?, o porqué estás aquí... -
Dijo aquel hombre el cual ya empezaba a colocarse en posición de batalla, suspiré y me avancé rápidamente hacía el encajando un golpe a la altura de su pecho, este hombre lo recibió de lleno y enfurecido comenzó a soltar más golpes contra mí, sus golpes de por sí eran lentos y sumado a la visión en cámara lenta que me otorgaba mi Sharingan, hacía que para mí fueran muy fáciles de esquivar, luego de esquivar algunos golpes decidí darle un golpe en el estómago y cuando el hombre se dobló, le di una patada en uno de los lados de la cabeza haciendo que el hombre cayera inconsciente, salí de aquel pequeño cuarto y caminé hasta la encrucijada para esta vez tomar el camino que no había tomado anteriormente, el izquierdo, este camino me llevó a un gran cuarto lleno de varios objetos que anteriormente yo había visto en Konohagakure, desde armas hasta ropa y algunas comidas enlatadas, mientras miraba de cerca los objetos escuché una voz a algunos metros de mí
- Tu fuiste el que escoltó a Koyaki cuando vino de visita a Konohagakure verdad?, un gusto, soy Imuki, el rival de negocios de Koyaki, ese maldito Koyaki… desde que llegó a Konohagakure no ah echo más que arruinar mi plan de hacer un gran monopolio de tiendas en Konohagakure, se a que vienes… vienes a detenerme… pero no, primero tendrás que vencerme -
- Sabes?, sonaste a villano genérico de un Videojugo genérico, Señor Imuki y ahora que recuerdo, esas mismas palabras fueron las de un ladrón que atrapé justo ayer -
Imuki corrió hacía mí y comenzamos a intercambiar algunos golpes aunque ambos bloqueabamos con facilidad los puños, parecía que Imuki había recibido un entrenamiento para golpear y yo tenía la visión del Sharingan a mi favor, luego de los intercambios logré darle un golpe en la quijada, golpe que lo dejó algo confundido, aproveché ese momento para hacerme algunos metros hacía atrás y luego correr a gran velocidad hasta el estirando mi pierna para darle una patada voladora a la altura de su pecho, movimiento comúnmente llamado “Dainamikku Entorii”, Imuki cayó al suelo con dolor en su pecho, me acerqué a él y tomando con fuerza sus manos las até con una cuerda, lo tomé de la camisa y lo levanté
- Te dije que te iba a atrapar, en fin, vamos fuera, tu y tu secuaz tendrán que rendir cuentas ante la justicia -
Dije mientras lo llevaba afuera del viejo almacén y desactivaba mi Sharingan, mis ojos volvieron al mismo color naranja que tenían antes de la activación del Doujutsu, no sin antes pasar por el otro hombre que había dejado inconsciente y luego atarle las manos también, salí con ambos hombres, fuera del almacén esperé por varios minutos hasta que un Jounin apareció, mismo Jounin que me había dado la llave de acceso al almacén
- Cada día me sorprende tu habilidad para cumplir misiones Kin, pero bueno, era de esperarse de un Uchiha… -
Dijo señalando el símbolo del Clan Uchiha plasmado en la manga derecha de la chaqueta de mi Montsuki, el Jounin tomó a los dos tipos y luego de agradecerme por esta labor se alejó del lugar
(Y ahora que hago to con esta llave?, supongo que la guardaré, aunque no creo que vuelva a este almacén)
El sol aún estaba en el cielo, era la primera vez que no terminaba tan tarde una misión así que debía aprovechar para ir y pasear un poco por las calles de Konohagakure y pasar a comer algo rico en algún puesto de la Zona Comercial, sin más, comencé a caminar para adentrarme nuevamente en el centro de la Zona Comercial y disfrutar del resto del día…
