16 de Enero, 15 D.K
Zona Residencial de Konohagakure – Zona Comercial de Konohagakure
Otro día nuevo en Konohagakure, un día frío como todos en Enero, hace dos días había ayudado con la limpieza de las calles de la villa, también, hace tres días, había estado varias horas ayudando al señor Murata con el almacén de su tienda de armas, ayer por fortuna no tuve ninguna misión que cumplir pero hoy era distinto, esta vez era una Misión de Rango C, tenía que fungir como un guardaespaldas de un importante cliente comercial de Konohagakure. Me levanté, me vestí y luego de bajar las escaleras y tomar el desayuno salí de mi casa hasta las puertas de la villa pues, ahí era el punto de encuentro con este supuesto cliente comercial, cuando llegué los dos guardias de las puertas me miraron de arriba abajo- Entonces tú serás el guardaespaldas del Cliente?, vaya, y hasta hace unos años nadie tenía esperanzas en que salieras graduado de la Academia Shinobi, Kin, en fin, suerte en tu misión y protege muy bien al Cliente, de acuerdo? -
Dijo aquel guardia con una sonrisa que transmitía confianza, reí un poco con su chiste y asentí con la cabeza, esperamos por varios minutos hasta que a lo lejos un hombre se alcanzó a visualizar, aquel hombre llevaba ropajes gruesos debido al frío pero a su vez estos se notaban con un cierto toque de elegancia, el hombre de mediana edad llegó a las puertas, entregó su documentación a los guardias y ellos me señalaron, el hombre se acercó a mí y habló
- Buenos días, soy el Señor Koyaki, los guardias de las puertas me dijeron que tu eras el guardaespaldas que contraté para mi estancia en Konohagakure, debo decir que me esperaba a algún Chunin o Jounin… -
- Un gusto Señor Koyaki, soy Kin, no se preocupe por eso, le aseguro que su protección esta garantizada conmigo, ya verá que no se arrepentirá -
Dije de forma tranquila mirando cara a cara al Señor Koyaki pues en cuanto a estatura no nos llevábamos mucho
- Entiendo Kin, confiaré en ti, entonces andando, no podemos perder el tiempo… -
Dijo el Señor Koyaki comenzando a caminar adentrándose en la aldea, yo hice lo propio y comencé a caminar de cerca a su lado pero manteniéndome unos centímetros detrás de él, mientras caminábamos hacía la Zona Comercial de Konohagakure, el Señor Koyaki y yo estuvimos hablando un poco sobre nuestras vidas, me pareció interesante que a pesar de la Fortuna y Fama que tiene el Señor Koyaki, éste no disfruté tanto de su vida pues, a palabras de él, era demasiado difícil tener que viajar de país en país, de aldea en aldea vendiendo y comprando mercancía, también hacía mucho énfasis en su escasez de tiempo y en como quisiera pasar más tiempo con su familia, por mi parte trataba de consolarlo un poco aunque poco logré con eso ya que el Señor Koyaki seguía quejándose. Pasado un rato ya nos encontrábamos en la Zona Comercial de Konohagakure, ahí, el Señor Koyaki comenzó a mirar de cerca los puestos que se encontraban al aire libre buscando algo de su interés, caminaba y analizaba cada puesto, en ocasiones, se detenía por breves períodos de tiempo viendo de cerca los productos aunque terminaba por no llevarse nada, claramente las miradas rápidamente se hicieron notar en cuanto la gente comenzó a reconocer al Señor Koyaki, yo solo escuchaba los susurros mientras me mantenía cerca de él y en un estado de alerta para cualquier ataque, después de un buen rato caminando pasamos cerca de la joyería de Konohagakure a lo cual, el Señor Koyaki entró, yo hice lo mismo y entré detrás de él. Koyaki visualizaba con detenimiento cada joya detrás del cristal del estante hasta que fijó su mirada en un collar de perlas pequeño, éste sonrió
- A mi esposa le gustará… -
Dijo Koyaki mientras iba con el encargado de la tienda y le comentaba lo que quería ver, el encargado muy amablemente fue y sacó el collar y comenzó a mostrárselo, mientras esperaba la puerta de la joyería se abrió dejando ver a dos tipos, algo escuálidos, aunque rápidamente noté los Kunais que portaban en sus manos
- Hey!! Koyaki, cuanto tiempo eh?, el jefe ya te había dicho que no te quería ver por aquí, esta ES su Zona Comercial pero como no entiendes… creo que debemos darte una lección -
También parecía que su jefe no había informado bien a esos sujetos sobre la situación del Señor Koyaki, no estaba solo, estaba protegido por mi y cumpliría con mi trabajo costará lo que costará, rápidamente caminé y me puse en frente del Señor Koyaki quedando entre Koyaki y los escuálidos
- Y tu quien carajos eres?, un Shinobi? -
Dijo uno de los tipos con algo de miedo en sus palabras
- Pues sí… y estoy a cargo de la protección del Señor Koyaki y ustedes como criminales creo que deben ser arrestados -
Ambos tipos se pusieron furiosos con mis palabras las cuales claramente estaban dichas con un tono un tanto burlón, sabía que ese tipo de criminales de quinta se enojaba con cualquier cosa, uno de los escuálidos corrió hacía mí con su Kunai en mano aunque este parecía no tener mucha habilidad en el manejo de armas, con un rápido movimiento lo desarmé para después darle un fuerte golpe en el estómago seguido de uno en la cara, el tipo cayó al suelo con algo de sangre en su nariz, el segundo tipo me miró con algo de miedo pero aún así, siguió las mismas acciones de su compañero, suspiré y luego de hacer un pequeño choques con los Kunai, solté el Kunai que anteriormente le había quitado al escuálido y colocando mis brazos en el suelo para impulsarme, le di una patada en la cara al segundo tipo el cual, cayó de espaldas en una de las paredes de la tienda
- Vaya… Muchas gracias Kin… -
Dijo Koyaki algo anonadado al igual que el dependiente de la tienda el cual hasta estaba temblando, yo solo suspiré y recogí a los tipos inconscientes, al salir ya había un Jounin afuera de la tienda, parecía que el ruido había alertado a la gente cercana y estos llamaron a un Shinobi para atender el problema
- De nuevo intentaron meterse con el Señor Koyaki por lo que veo, buen trabajo muchacho, a partir de aquí yo me encargo de estos sujetos, continúa con tu misión -
Dijo el Jounin tomando a los escuálidos para después pegar un salto y alejarse saltando entre los techos, mientras veía al Jounin irse, el Señor Koyaki salió de la tienda con una pequeña caja
- Veo que al final si lo compró, esta bonito… -
Dije refiriéndome al collar de perlas en el que Koyaki había fijado su mirada
- Si… no podía dejar pasar la oportunidad, aún me faltan puestos y tiendas por ver, seguimos? -
Asentí con la cabeza y nuevamente tomé mi posición detrás de él. El resto del día pasó con normalidad, Koyaki seguía viendo los puestos y entrando a varias tiendas, al final si compró varias cosas las cuales me ofrecí a cargar también. Al anochecer, yo estaba comparando al Señor Koyaki a las puertas de la Aldea, fuera de Konohagakure ya estaban dos hombres altos y musculosos
- Esos son los guardaespaldas que me protegerán de aquí hasta mi próximo punto en mi viaje, muchas gracias por tus servicios Kin -
- No es nada Señor Koyaki, cuando vuelva a visitar Konohagakure puede pedir mis servicios de guardaespaldas personalmente y con gusto lo haré -
- Claro chico, lo haré, por ahora esta es nuestra despedida, suerte en tus futuras misiones Kin, estoy seguro de que llegaras lejos -
Dijo el Señor Koyaki alejándose, yo solo sonreí mientras veía como comenzaba a caminar junto a aquellos dos nuevos guardaespaldas, luego de despedirme de los guardias de las puertas de la villa comencé a caminar a mi hogar con otra misión cumplida de forma exitosa…