El Picarón Firulais
1 de Febrero del 16
Kirigakure no Sato
Distrito Residencial
Desde antes incluso que saliera el sol ya me había levantado. No era para menos ya que hoy podría realizar mi primera misión como shinobi. Fui informada ayer poco antes del atardecer cuando se me pidió por carta que a la mañana siguiente me presentara en el edificio administrativo de la aldea, donde se gestionan las misiones y puedes encontrar mayor cumulo de shinobis fuera de los campos de entrenamiento. Y bueno era evidente que estaba algo nerviosa por ello, aunque logre forzarme a dormir para estar en buena forma, pero nada evito que estuviera a las seis de la mañana completamente despierta y emocionada.
Ya hacia un poco más de un mes que me había graduado de la academia. Y llevo esperando desde entonces a que me asignaran en alguna misión o equipo, empezaba a perder la esperanza francamente. En las primeras semanas no le di especial importancia porque coincidió que logre graduarme, en el segundo examen de recuperación, justo antes de las festividades de fin de año. Pero empezaba a frustrar no recibir noticias tras las festividades, mi padre me preparo varias valerianas al día para que me relajara un poco.
He dado vueltas en mi cama hasta cerca de las siete de la mañana, donde ya completamente vestida y preparada con mi uniforme de genin baje a la cocina para encontrarme con mi padre el cual ya había preparado el desayuno — ¡Itadakimasu! — Proclame mientras me sentaba de un brinco en una de las sillas que estaban posicionadas frente a un nutritivo desayuno, de hecho era un poco más abundante que normalmente — ¡Sugoi, hoy preparaste de todo! — Hasta ha preparado un poco de pescado rebozado, cosa que me encanta — Bueno, hoy es un día importante para ti, debes estar bien nutrida — Lo cierto s que tiene razón y estoy muy emocionada por ello — La verdad es que ya estaba pensando que mama volvería de su viaje y aun no me habrían dado ninguna misión — Mi madre salió a la mar en uno de sus viajes de mercader hace un par de semanas, aun le debía quedar entre un mes o dos de viaje, la hecho de menos cuando tiene que salir tanto tiempo a trabajar.
El desayuno ha estado delicioso, ahora me encontraba en plena forma para ir rauda y veloz hacia la administración, aunque evidentemente me despediría de mi padre antes, ya que él tambien saldrá en breve para trabajar. Sin duda la gente que me estaba viendo avanzar por la calle sonriente y dando algún brinco deben estar pensando que algo muy bueno me ha debido ocurrir. Y lo cierto es que no se equivocan.
Aun no son ni las ocho de la mañana, pero como el edificio administrativo no cierra en ningún momento del día, dado que una institución que debe recibir ninjas volviendo de misiones y hacer llamados de emergencia cuando hace falta trabajan las veinticuatro horas del día en distintos turnos rotativos; siendo la excepción a estos turnos el Kage como es evidente, dado que no puede tener sustituto.
Y la verdad es que mi tiempo en ese edificio fue francamente muy breve, entre super emocionada y ahora salgo con una cara de póker que asustaría a cualquier jugador ante la incapacidad de leer mis emociones en lo más mínimo. Aunque era normal, porque me acabo de llevar un buen chasco ante la misión que me han asignado. Evidentemente aunque me pase toda la noche haciéndome expectativas he sido coherente con que soy una genin random que tuvo que asistir dos veces al examen de repesca para aprobar en la academia. Pero la misión era ir a buscar a un simple gato perdido, lo cual era totalmente decepcionante.
Mi misión consiste en encontrar un gato perdido, algo muy simple y banal, incluso es algo que tal vez se resolverá solo con el tiempo encontrando el animal el camino a casa. Tan solo me dieron la información, una fotografía del gato, su nombre "Firulais" y la dirección donde vive la dueña. Sispiro mientras miro la fotografia viendo un gato blanco con un pelaje oscuro en los pies haciendo el parecer de unos calcetines, algo encantador la verdad. En la fotografía se ve junto a su dueña, una señora mayor que parece quererle mucho, pero el gato se muestra a gusto en la fotografía, así que es poco probable que haya huido de ella.
Camine hasta el lugar donde vivía la mujer, claramente todos estaban pudiendo notar como mis ánimos eran muy diferentes a los de hacia poco rato, aunque era poco probable que la misma persona me viera en ambos momentos. Aunque la misión no me emociona en especial, estoy forzándome a elevar un poco mi ímpetu y animo para cumplirla de forma efectiva. Claramente mi reputación no es buena, por eso no están confiando en mi para darme una misión complicada. Pero por otro lado esto es una misión, alguien debe cumplirla, sino esta señora se pondrá muy triste; observe con detenimiento la fotografía de la mujer y el felino. Claramente si quiero que confíen en mi para darme mejores trabajos debo demostrarlo con resultados, los resultados lo son todo en este trabajo.
El animal es claramente domestico, por lo que creo que es poco probable que se haya alejado mucho del vecindario, pero evidentemente en el mismo ya habrá buscado su dueña. Así que mejor descarto de por la zona todos los sitios fácilmente accesibles por su dueña para buscarlo por espacios más recónditos e inaccesibles. Comenzando por los tejados. Los gatos son como ninjas pero pequeños y peludos, tienen una agilidad alucinante, un cuerpo que parece en ocasiones ser liquido, buena calidad de salto y saben caer con gracia. Por eso es probable que estén en los sitios que menos lo esperas y que hayan entrado en algún lugar aparentemente sellado sin que nadie sepa como lo han hecho.
Han pasado 6 horas y 40 minutos aproximadamente desde que comencé mi búsqueda, peine casi todo el barrio hasta que por fin lo he encontrado. Ya estamos entrando en la tarde y lo he encontrado. El endiablo gato estaba disfrutando de los mimos y cariños de una gata anaranjada con rayas un poco más oscuras — Serás bribón... Tu ama preocupada y tu disfrutando en celo — Sencillamente me acerque a la parejita para coger del cogote a Firulais para llevármelo, aunque no dudo ni un instante en empezar a ponerse un poco revoltoso porque claramente no quiere dejar a su amada. Y de hecho el sentimiento era mutuo porque antes de que pudiera darme cuenta una bola peluda había saltado a mi cara y una serie de arañazos estaban rasgando mi rostro — Hija de... — Es la pretendiente de Firulais que esta defendiendo a su amado con uñas y más uñas.
Toque el timbre haciendo que suene un leve campaneo, que seria precedido de unos modestos pasos que no iban muy rápido del otro lado de la puerta hasta que la misma se abre ante mi — ¿Que nece...? O santo cielo Firulais — Ama y mascota están reunidas de nuevo, puesto que quien estaba frente a mi en este momento era la señora Fuko, la dueña del gato perdido y quien había solicitado la misión. Mi mano se abrió soltándose el gato, que reconociendo a su ama caminaba tranquilamente hacia su pierna para comenzar a acariciar la misma dando vueltas a su alrededor. Causando tambien que su amada se baje de mi cara, dado que no había encontrado forma que dejara de atacarme y opte por venir hasta aquí para traerlos a los dos juntos — Buenas, me enviaron para buscar a su gato, al parecer se escapo con esta gata, lo encontré en un tejado cercano — Ambos gatos se pondrían a darse algunos cariñitos y mimos entre ellos de nuevo como cuando los encontré ahora que volvían a ser ambos libres — Ay muchas gracias querida, pero mira como te ha dejado esa bonita cara, espera un momento que tengo una pomada muy buena para los arañazos — La mujer entro un momento en la casa no haciéndome esperar más que un par de minutos, para extenderme una pomada nada más salió — Ten, aplícatela un par de veces al día hasta que se vayan las marcas — Tome el pequeño cuenco con la pomada agradecida.
Tras aquello no tarde en volver a estar en el edificio administrativo reportando el transcurso y cumplimiento de la misión. No sin notar alguna risa contenida al ver las marcas de arañazos en mi cara. Pero me confirmarían que la misión ya había concluido agradeciéndome el trabajo y diciendo que me podía ir, que me llamaran de nuevo cuando me necesiten. La verdad es que el primer día de trabajo no había resultado como espere, pero ahora estaba recordando a la amable señora agradecida y que como me dijo acogería a la gata de la que se había enamorado su Firulais tambien, dando así pocos motivos al gato para irse de la casa — En fin, paso a paso, debo ir mejorando — Ya comenzaba ha hacerse presente el atardecer, y dado que no había comido nada al medio día me gruño un poco el estomago — Espero que papa haya terminado pronto de trabajar y tenga algo preparado, sino me tocara a mi...
