Destino
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Acepta la Oscuridad
Un día aparentemente nublado reinaba el País del Fuego, como si una fuerte tormenta fuera a arrasar con todo a su paso. Ese día, algo sucedería, algo que dejaría marcado al espadachín de fuego de por vida.

Desconocido - Konohagakure, Enero 15 del 16 D.K / 6:00 AM
En aquel lugar boscoso se encontraba un hombre, un Ninja de Konohagakure bastante experimentado pues éste vestía con los ropajes y la máscara de animal clásicos de los Anbu de la Villa Oculta del País del Fuego. El Anbu se encontraba recargado en uno de los troncos de los árboles con su mirada fija en el piso de tierra, parecía estar esperando a alguien y sí, ese alguien apareció más pronto de lo que él creía.

Un segundo sujeto apareció de entre las penumbras que generaban los árboles juntos, un Ninja de Konohagakure con una vestimenta de Ninja clásica, la diferencia es que portaba un Chaleco de Batalla de los Jounin de la aldea. El Jounin que recién apareció se trataba de Saki Uchiha, un Shinobi bastante fuerte y experimentado, se podría decir que el tipo no solo nació con la suerte de pertenecer a uno de los Clanes más poderosos y temidos del Mundo Shinobi, sino que también había obtenido un talento nato para las artes ninja. Esa reputación era la que respaldaba la elección de Saki para el encargo que el Anbu estaba a punto de entregarle que está de más decir que no se trataba de algo sencillo y que ciertamente, ni Saki podría saber por qué específicamente él había sido escogido para la misión. Talvez lo consideraban otra convertirse en un Anbu o simplemente confiaban mucho en él

- Buen Día, ¿De qué se trata todo esto? - Pronunciaría Saki algo confundido, pero a la vez curioso por saber lo que el Anbu tenía preparado para él.

- Saki Uchiha, finalmente apareces… Vayamos directo al grano, está misión que se te encomendará es mucho más complicada y riesgosa que cualquier otra que hayas tenido en el pasado. Un Ninja del Clan Yotsuki que vivió y entrenó en Konohagakure renegó recientemente, hizo algunos disturbios y uno que otro asesinato a las afueras de la Aldea, entenderás que esto no se puede quedar así… - Habló el Anbu con una voz ronca y seria

- Ya sé por dónde va esto, ¿quieres que lo traiga a Konohagakure? -

- De preferencia, aunque muerto también nos sirve. La peligrosidad de esta misión es tal que yo recomendaría que llevaras a alguien contigo, alguien en quien puedas confiar y que hará un gran trabajo -

- Se me ocurre alguien… pero aún es un Chunin, pero yo lo eh visto, es un maestro de la espada -

- ¿Un Chunin? Yo no aceptaría eso, pero si dices confiar en él… puedes llevarlo, solo espero que ninguno de los dos muera por algún error de ese Chunin -

- Juzgas mucho… será un Chunin, pero es alguien capaz, ¿Talvez Konohagakure no quiere ver su potencial y subirlo a Jounin? -

El Anbu no supo que responder ante las palabras arrogantes del Uchiha que tenía en frente, la molestia era clara en su rostro, aunque nadie podía saberlo debido a su máscara

- Como quieras… ya tienes la misión en tus manos, cuando regreses visita la Torre Hokage para reportar tu éxito… que espero eso sea. Suerte a ambos… -

El Anbu entregó un pequeño pergamino a Saki a la par de sus palabras antes de retirarse del lugar con una velocidad abismal, parecía como si se hubiera tele transportado. Saki miró el papiro con determinación antes de partir hacia el Distrito Uchiha, aún era temprano y su mejor amigo seguro que estaría aún en su hogar, posiblemente dormido o talvez alistándose para comenzar con sus labores como Shinobi.

Distrito Uchiha - Konohagakure, Enero 15 del 16 D.K / 7:00 AM
Los pasos de Saki eran escuchados por la calle y sus cercanías debido a lo solitario que se encontraba el ambiente. Mientras caminaba, el Uchiha pensaba en aquella misión, se preguntaba por qué los Anbu decidieron darle la misión a él y no hacerla ellos mismos, talvez simplemente no se creían capaces, Saki no tenía la seguridad, pero estaba decidido a cumplir con la misión, su deber estaba con Konohagakure y no iba a fallarle a su patria por nada del mundo.

Luego de una larga caminata, la casa de Kin estaba frente a Saki, una casa no muy grande, pero tampoco muy pequeña, simplemente era una casa para una familia, el Jounin se acercó hasta la puerta de madera para usar sus nudillos y tocar la puerta generando un sonido que probablemente, los que estuvieran dentro escucharían.

Saki esperó por algunos pocos minutos hasta que unos pasos pudieron escucharse atrás de la puerta y ésta finalmente fue abierta. Kin estaba totalmente vestido con su ropa de siempre, aunque algo cansado.

- Saki, a que se debe tu visita a estas horas de la mañana -Expresó Kin con cansancio luego de un bostezo

- Amigo mío… espero no tengas nada importante que hacer hoy, necesito hablar contigo seriamente… ¿Puedo pasar? -

Kin siguió bostezando mientras le daba una seña a Saki, indicándole que podía ingresar a su hogar. El Jounin sonrió y entró a la casa de Kin, posteriormente, el Chunin cerraría la puerta y caminaría hasta la cocina en donde serviría un pequeño vaso de agua y se lo entregaría a su visita.

- Gracias Kin. Bueno… digamos que necesito tu ayuda -

- ¿Mi ayuda? Eso es nuevo, el gran Saki siempre lo puede todo ¿no? -

- Obvio que lo puedo todo, pero… esta vez es diferente y de verdad te necesito, amigo -

Kin se sorprendería un poco por la seriedad que estaba tomando Saki en ese momento y era totalmente comprensible ya que el Jounin no se caracterizaba por darle seriedad a las cosas a no ser que de verdad fuera algo grande, un problema mayor. Ambos Uchiha se sentarían en el sofá de la sala de estar del hogar de Kin para comenzar a hablar sobre la situación que tenían en frente y que debían afrontar.

Saki le comentó los detalles de la misión a Kin, tenían que atrapar a un criminal de Konohagakure que al aparecer había sido visto por última vez en las cercanías del temido Bosque de la Muerte ubicado al sur del País del Fuego. Kin dudó un poco al principio, pero al final, aceptó ir con Saki. La misión era peligrosa con un riesgo de muerte muy alto, pero Kin compartía el pensamiento de Saki, tenían que cumplir con Konohagakure.

Sin más, ambos Uchiha se levantarían del sofá y acordaron de reunirse en las puertas de la Villa cuando el reloj marcara las 9:00 AM así que ambos tenían tiempo de sobra para poder prepararse e ir lo mejor posible a la misión.
Pasivas

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El Pilar Negro
Saki esperaba con los ojos cerrados y con un cigarro en la boca, recargando su espalda en las puertas de Konohagakure a la espera de la aparición de su amigo Kin. No podía negarlo, Saki se sentía nervioso por primera vez en mucho tiempo, tenía el presentimiento de que algo malo sucedería, como si el destino le estuviera advirtiendo de una desgracia, pero no podía bajarse del barco, tenía que continuar.

No tuvo que esperar mucho puesto que unos minutos después de su llegada, Kin se reuniría con él. Ambos entregaron su respectiva documentación a los guardias de las puertas y el motivo de su salida y una vez fue confirmada, ambos saldrían de Konoha con dirección al Bosque de la Muerte.

Cercanías del Bosque de la Muerte - País del Fuego, Enero 15 del 16 D.K / 9:00 PM
En más cercanías del Bosque macabro, ambos Uchiha estaban sentados alrededor de una fogata, disfrutando de una pequeña cena que Kin preparó para ambos, la cocina era uno de sus dones ocultos que casi no le mostraba a nadie.

- Esto te quedó muy delicioso Uchiha, deberías cocinar más, talvez deberías retirarte del Mundo Shinobi y unirte a una cocina que se yo -

- Eso nunca pasará Saki, sabes bien que mi meta es servir al Clan y a Konoha -

- Lo sé Uchiha… Lo sé, después de todo, un amigo siempre debe conocer las metas de su amigo, ¿no? -

- Es raro escucharte hablar así Saki, más sabiendo que hace años solo te dedicadas a intimidarme jajá -

- ¡Hombre! Eso ya pasó, lo importante es el presente, si vivimos del pasado no podemos tener fijo el presente y podemos arruinar el futuro -

- Lo vuelvo a decir, es raro que hables así -

Los dos Uchiha siguieron compartiendo palabras y disfrutando de la cena. Todo iba perfecto hasta que, a la lejanía, unos gritos desesperados pudieron escucharse, los Ninjas de Konohagakure estaban por irse y seguir avanzando con la misión, pero no pudieron evitar correr y averiguar de que se trataba. Fue una cuestión de pocos metros, en frente, un Ninja Errante estaba siendo Asesinado brutalmente por otro Ninja con las vestimentas de Konoha

- ¡Maldito Perro! ¡Identifícate! - Gritó Saki con ira mientras colocaba sus manos a los costados de su cintura pues ahí estaban sus armas arrojadizas, uno de los fuertes del Uchiha

Kin miraba con enojo la escena, pero como es costumbre en él, mantenía la calma. El Ninja asesino soltó el cuerpo del errante y lentamente se giró para ver a ambos Uchiha.

- Otra vez... Me presento… soy Nezuka… Nezuka Yotsuki… supongo la aldea los mandó a buscarme… estoy harto de que Konohagakure se interponga en todo lo que hago… -

Dijo el hombre con una voz ronca, si bien sus expresiones faciales no lo decían, sus palabras iban acompañadas de una ira y odio enorme. Aquel grito desesperado no quitó tiempo a los Uchiha si no que los había acercado a su objetivo. Nezuka miraba con odio a los Uchiha, un silencio total inundó el ambiente, era cuestión de segundos para que empezara una pelea en el lugar.

- ¡Detrás de mí, Kin! -

Saki, con una destreza increíble, lanzaría algunos Shurikens y luego de juntar sus manos cerca de su pecho otra realizar un único sello, los Shurikens se multiplicarían. El Yotsuki no se quedaría atrás y todo su cuerpo sería rodeado por un aura de Chakra Raiton, aumentando su velocidad, gracias a esto, el Renegado no tuvo mucho problema para moverse a un lado y evitar los Shurikens del Uchiha

- ¡Prepárate Kin! -

Los ojos de ambos cambiarían de color casi al mismo tiempo, pasando a ser de un color rojo carmesí con un patrón de tomoes alrededor de toda su pupila. A su vez, Kin desenvainaba la Amaterasu No Ha y Saki tomaba un par de Kunais en sus manos, comenzando así la batalla.
La hoja de Amaterasu No Ha estaba envuelta en un aura de Chakra Katon mientras que Saki se ayudaba de un aura de Chakra sin ninguna afinidad en sus Kunais, ambos le hacían frente al Yotsuki, quien, chocaba sus puños con las armas de los Uchiha. Aquella batalla era a muerte y cualquier error podría significar una pérdida total.

- ¿Uchihas eh? Será un placer acabar con ustedes y arrancarles esos malditos ojos de sus cuencas -

- Ven e inténtalo perro, ¡TE RETO! -

Las palabras de Saki no hicieron más que avivar el fuego en el interior del Yotsuki quien incrementó la fuerza y velocidad de sus ataques. El combate era feroz, los choques de ambos bandos podían escucharse más allá del lugar del combate, incluso, algunos pueblerinos de las pequeñas aldeas cercanas se habían reunido en la lejanía, viendo el combate con algo de miedo en sus rostros, pero también esperanza pues alguien porfín parecía hacerle frente a aquel Yotsuki que estaba atormentándolos hasta hace poco. Pero algo era claro, el entrenamiento físico y los potenciadores del Yotsuki eran mejores que los de Kin y Saki, tanto que, en un momento, logró sostener con fuerza la hoja de la espada de Kin y acercarlo a él para propinaron un duro golpe en el abdomen que lo volvería a alejar algunos metros atrás.

- Solo quedas tú estúpido fanfarrón -

Saki apretó los dientes ante las palabras del Yotsuki y continuó con la feroz lucha. La especialidad de Saki era el Taijutsu, pero Nezuka estaba más arriba, no teniendo de otra, el Uchiha pegó un salto hacia atrás mientras se despojada de sus Kunais lanzándolos al cuerpo del renegado y una vez libre, rápidamente hizo Sellos y de su boca, una gran esfera de llamas avanzaría hacía Nezuka. El movimiento tomó por sorpresa a Nezuka quien sólo se limitó a recibir de lleno el ataque de Saki y aguantar todo el daño con su cuerpo, luego del ataque, los rayos del Yotsuki se habían debilitado un poco pero no tanto como para poder darle un golpe de gracia.

- ¿¡Ya estas listo para morir, bazofia!? -

Los dedos del renegado se acomodaron de tal forma que un golpe certero con esos dedos sería capaz de atravesar limpiamente el cuerpo humano. Nezuka se preparó y saltó hacía el Jounin, parecía que su muerte estaba cerca pero no fue así puesto que un gran dragón de rayos se estampó con el Yotsuki haciéndolo retroceder algunos metros hacía atrás sobre sus pies. Kin había salvado la vida de Saki por unos segundos, Kin se encontraba aún adolorido en su abdomen por el golpe del Yotsuki.

- Ustedes sí que me están divirtiendo, todos los Ninjas a los que me enfrenté no aguantaban nada y morían al poco rato... -

- Y yo pensé que tu serías un renegado del montón y te mataríamos fácilmente -

- Saki… concéntrate… -

El combate se había pausado por unos segundos, pero eso debía continuar y no acabaría hasta que alguno de los dos bandos estuviese derrotado. Kin comenzó a relajar su respiración y su chakra logró circular por todo su cuerpo con mayor fluidez, él se agacharía para tomar su Katana del suelo y su agarre sobre la Tsuka se apretó. Saki cerró sus ojos por unos segundos para abrirlos de golpe y soltar una gran descarga de chakra por todo su cuerpo, su principal especialidad, las puertas del Taijutsu. Finalmente, Nezuka potenció sus rayos sobre su cuerpo haciendo que las chispas brincaran con más velocidad. Todos estaban decididos a finalizar el combate, sus técnicas de mayor aporte estaban activas, era cuestión de tiempo para ver el final de la contienda
Pasivas

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La Noche vence al Alba
Varios minutos habían pasado luego de la pequeña pausa tomada por el trío de Ninjas, las descargas de chakra resonaban en el ambiente producto de los potentes choques entre ellos. Se notaba que la pelea estaba llegando a su fin con el cansancio de los tres shinobis de Konohagakure, los rayos de Nezuka comenzaban a bajar su potencia mientras que Saki empezaba a verse cansado y adolorido por el estrés constante en su cuerpo y Kin… respiraba con velocidad tratando de obtener el mayor oxígeno posible.

Los puños de Saki y de Nezuka chocaron con poder, pero quien no resistió fue el Uchiha, saliendo disparado algunos metros hacía atrás, ahora Kin estaba solo con Nezuka y aprovechando su Velocidad, Nezuka dio un feroz golpe a Kin, cosa que el Uchiha apenas pudo ver con su Sharingan, cubriendo el daño con su espada envuelta en llamas, aunque eso no evitó que la onda lo alejara también. Saki se levantó del suelo y miró a Nezuka y con su Sharingan pudo notar algo… una gran cantidad de chakra se empezaba a acumular en la mano derecha del Yotsuki.

- Chidori Eisou… -

Susurró Saki mientras se reincorporaba y se preparaba para correr e intentar evitar ese mortal ataque que iba dirigido hacia un Kin “desprotegido” aún por el choque. Pero algo era claro, no iba a llegar y aquello produciría la muerte de su amigo, los pies de Saki acumularon chakra y haciendo uso del Shunshin No Jutsu, se desplazó a una velocidad enorme a la vez que Nezuka levantaba su mano y apuntaba a Kin, un rayo con un poder de perforación abismal salió de su mano y avanzó con velocidad, Saki apareció y se lanzó chocando su hombro contra Kin. El Chunin miró con sorpresa la acción de Saki, pero rápidamente se llenó de horror al ver como el Chidori Eisou de Nezuka atravesaba el abdomen de Saki, si bien no había sido un punto vital, era cuestión de minutos para que la vida de Saki se esfumara.

El Raiton Chakura Modo de Nezuka se desvaneció, estaba claro que se encontraba agotado y que su estrategia era asesinar a Kin y escapar aprovechando que Saki aún estaba en el suelo. Pero claro, las cosas no siempre salen como uno quiere, Kin lleno de furia se concentró lo más que pudo mientras colocaba su espada a un costado de él, y luego de un par de segundos, el Uchiha saldría disparado a una velocidad abismal hacia el Yotsuki, apareciendo en frente de él y ejecutando un poderoso corte mortal en su abdomen, la velocidad fue tan alta que Nezuka sintió el dolor de golpe mientras miraba como su sangre salía a chorros de su abdomen y Kin solo volvía a envainar su espada.

- Mi… Mierda… -

Fueron las últimas palabras de Nezuka antes de caer al suelo con un fuerte golpe. Nezuka era un Ninja “incomprendido”, siempre buscó el mejorar el cuerpo humano y por eso se había adentrado en la medicina oscura y eso fue lo que hizo que comenzara a realizar experimentos y asesinatos en la villa hasta que un día renegó de ella. Ese día, Nezuka vería su fin y el fin de su investigación. La sangre comenzó a acumularse debajo de su cadáver mientras enterraba las uñas en la tierra con la poca fuerza que le quedaba.

Kin rápidamente corrió hasta donde se encontraba Saki y al llegar pudo notar la gravedad de su herida, su abdomen había sido atravesado por completo y la hemorragia estaba presente.

- ¡Mierda Saki! ¿Por qué lo hiciste? -

Dijo Kin totalmente alarmado mientras rompía la manga de su propia camisa para crear una bola de tela e intentar detener la hemorragia sin éxito. Aquello no iba a funcionar, estaba claro pero el Uchiha no sabía que más hacer en esa situación.

- ¿Porqué… lo hice?... Porqué somos amigos Kin… -

La debilidad acompañaba las palabras del Uchiha en el suelo mientras su mirada se apagaba muy lentamente.

- ¡Vamos, te ayudo a levantarte! ¡Tenemos que llegar a Konohagakure! -

- Eso… no pasará… Kin… ésta herida es mor… tal… -

- ¡No digas estupideces! ¡Te repondrás y en unos días estaremos comiendo y haciendo otra misión juntos! Saki… no te mueras… -

La voz de Kin empezaba a quebrarse mientras algunas lágrimas salían de sus ojos y se escurrían por sus mejillas. Saki miró a Kin mientras reía un poco con lo poco de vida que le quedaba

- Mírate… llorando… no te cansas de… ser débil… ja… ja… -

Ni en sus peores momentos dejaba de ser un bromista. Saki tenía un pensamiento y era que, si algún día moría, no lo haría triste, lo haría soltando bromas y riendo como siempre lo ha hecho

- Lo… lo lograste… mataste al renegado y… te felicito Kin… creo que hoy… has demostrado ser más fuerte que yo… y… si de verdad me consideras un amigo cercano… mi muerte te dará un poder inmenso… -

Los ojos de Kin se abrieron como platos, sabía a qué se refería. Cuando un integrante del Clan Uchiha presenciaba la muerte de algún ser querido cercano, un poder nuevo despertaba en sus ojos, un poder inmenso, tanto que era capaz de dañar los ojos de quien lo use. Un dolor infernal apareció de golpe en los ojos de Kin quien los cerró y apretó los párpados con fuerza, acompañado sus lágrimas, un hilo de sangre se escurría por su mejilla hasta caer en el cuerpo de Saki

- Usa ese poder para traer… El bien… a todos… cuida del Clan y de la aldea por mí… espero no verte pronto Kin… tienes mucho que hacer aún… -

Con eso último, la sonrisa de Saki desaparecería de su rostro y sus ojos se cerraron lentamente, el Jounin había muerto. Kin abrió lentamente los ojos solo para ver que el alma de Saki ya había trascendido al otro plano, pero algo había en los ojos de Kin… un patrón distinto al Sharingan común… ahora, el espadachín de fuego poseía el Mangekyou Sharingan en sus ojos.

Los aldeanos que se encontraban viendo comenzaron a acercarse lentamente para ofrecer su ayuda a Kin, aunque inicialmente no pronunciaron palabras algunas, el pequeño llanto emitido por Kin les dio a entender que de alguna forma no debían interrumpir y esperar un poco más antes de hablar.

La misión había sido un éxito amargo, el Yotsuki renegado estaba muerto, pero Saki también lo estaba. Si bien, Kin logró darle muerte a Nezuka y hacer que de alguna forma el bien ganara, la muerte de Saki manchaba aquella victoria y al menos para el Uchiha, aquella victoria en realidad era una derrota, la Noche había vencido al Alba.
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