El rayo y el errante [Ft. Killua]
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Los reinos del sur eran lugares frecuentados por Ikki y los suyos desde la época de los orígines de Kaze no Teikio. Ahora que el grupo había visto su final, o al menos se encontraba fuera de servicio temporalmente, el joven Chikamatsu seguía visitando reinos como el de los acantilados en busca de encargos que suponieran algún ingreso importante para su cuenta y la de Achraf.

El trabajo escaseaba un poco, por lo que tuvo que conformarse con una misión simplona que consistió en asesinar al líder de una pandilla de poca monta, lo cual no le exigió ni siquiera el uso de sus mejores marionetas. En parte, estaba frustrado. Si bien trabajaba y mataba para comer, no podía esconder su gusto por el combate, el cual se veía exacerbado cuando tenía nuevos trucos sin probar. 

En su camino de regreso hacia ningún lado en particular, se encontró con una zona de un agradable tapiz vegetal interrumpido por las fomraciones rocosas que daban origen a lo que parecía ser una cueva. Justo a esa altura del sur, la vegetación volvía a ser fértil y los desiertos del país del Viento quedaban ya muy al norte como para ser vistos. Intrigado, se acercó a la entrada de la cueva en cuestión, sólo para encontrarse con la figura de un joven peliblanco, que parecía estar entrenando.


-¿Qué tal? Soy Ikki. Su presentación surgió de la nada y quizá tomó por sorpresa al chico, pero en ese momento no había estrategia alguna. Sólo lo movían una curiosidad genuina y las ganas de probarse en combate. Si Killua prestaba atención, vería la figura de un joven de ropajes sueltos y de un tono azul oscuro. Llevaba una capucha pero su cara se podía ver fácilmente, evidenciando la pintura púrpura que reocrría sus pómulos. En su espalda, cargaba cuatro pergaminos de tamaño medio.

off
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Killua se encontraba fuera de la aldea para variar, entrenando en una cueva en los reinos del Sur, bastante lejos de Kumogakure. Había terminado una misión criminal, de escoltar una caravana de mercancías desde el país del viento hasta el reino de los acantilados y después de recibir una humilde paga por sus servicios, decidió hacer algo de treking en la montaña para entrenar y sin darse cuenta termino internándose allí. 
La cueva era oscura y angosta, el yotsuki la exploro un rato pero luego se aburrió, solo había murciélagos y algunos bichos.
Killua aburrido empezó a hacer algunas flexiones de brazos y a estirar un poco las piernas. Ya estaba por largarse cuando un sujeto lo saludo. Este se presentaría como Ikki, lo más llamativo de el es que cargaba con unos pergaminos en la espalda.
-Hola que tal, soy Killua- Respondió. El yotsuki vestía una simple remera blanca y unos pantalones cortos azules, su pelo era blanco y sus ojos eran de un azul bien oscuro.
-Andaba de paso y me encontré con esta cueva y me puse a explorarla un poco aunque no encontré nada interesante, que onda vos, vienes a entrenar?- Preguntaría Killua de curioso.
-Hablo-
"Pienso"
pasivas
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