Flashback
País de la Hierba
Una semana había transcurrido en aquel laboratorio, los científicos estaban monitoreando de manera rutinaria la cámara donde se encontraba su nueva creación, que había pasado a la perfección cada uno de sus exámenes, sin ningún problema, sin sometimientos ni errores visibles. Estaban orgullosos de haberlo logrado después de 15 largos años, sin embargo había demostrado bastante inteligencia, por lo que algunas situaciones con el se les iban de las manos.
Un día, uno de los científicos encargados de su enseñanza, estaba algo frustrado por un problema que tuvo con su esposa, otra de las científicas pero que esta vez se encargaban del monitoreo. Se le notaba en las acciones estaba algo molesto, Yamuro perfectamente percibía su emoción negativa en él, no era natural, para nada era el hecho de que ambos se pelearan de esa manera, normalmente en el laboratorio eran la típica pareja perfecta, pero desafortunadamente en una relación siempre habrán problemas que no se resolverán con simples acciones. Cuando estaban revisando la calidad de su vista, haciendo una prueba común entre los oftalmólogos, el chico aprovecho un momento de distracción de el mirando hacia su esposa quién al parecer estaba revisando sin ganas la sala, pero no los escucharía debido a que tenían cámaras, más no micrófonos o altavoces, escribió en una pequeña nota "Está todo bien?", terminando por hacer un avioncito de papel y lanzarselo, graciosamente le cayó en la cabeza sin querer.
-Agh...que demo...-. Volteó rápidamente hasta que vio al albino, señalando la nota, no sabía porque había hecho eso o de qué clase de broma absurda se trataba, pero no estaba de humor. Otro papel cayó en su cabeza, y este lleno de rabia le gritó. -YA DEJA DE LANZARME ESOS MALDITOS AVIONES-. Dijo a punto de devolvérselo de la misma forma que se lo habían lanzado pero después notó nuevamente como Yamuro le señalaba el avión, se resignó y se acomodó los lentes para ver aquella nota y ver las palabras que lo hicieron preguntarse algo y quedar sorprendido. -Espera...apenas tienes una semana de nacido...como es posible que ya sepas escribir?-. No creyó eso y se puso a mirar la nota nuevamente, tenía una caligrafía increíblemente destacable, mejor que varios de los que estaban allí, pero supuso que lo había escrito otra persona y el chico solo le jugaba una broma de mal gusto.
Se volteó y le cayó otro papel en la cabeza, estaba arto ya, miro el nuevo escrito, decía "mirame", obedeció nada más para que se detuviera de una vez por todas pero quedó sorprendido cuando el albino tomó otro papel y lápiz, escribiendo en él, a lo que el científico se acercó rápidamente y vio que justamente el era quien los escribía, con todo y caligrafía perfecta. Era un escrito más que nada demostrativo, no iba al caso, pero la demostración había dejado a aquel hombre sin palabras. Yamuro dejo lo que estaba haciendo para escribir nuevamente, preguntándole una vez más lo que estaba sucediendo entre el y Ciel (Nombre de su esposa), el hombre de cabellos azabache no logro contener su sorpresa y con ello, sus palabras. -No es nada...de verdad...no tienes que preocuparte-. Dijo sonriéndole un poco, pero después otra nota fue escrita "No es verdad, peleaste con ella nuevamente no?, ya he visto varias veces, que haces alargando ese dolor?". -La verdad no lo sé...se que es mi culpa lo que está sucediendo, pero no sé porque...no soy capaz de asumirla, no puedo...solo busco excusas-. Dijo sentándose en una silla agarrándose los cabellos con rabia, el problema se trataba de justamente esa misma investigación, porque siguen trabajando para el imperio que les quito tanto?, porque están tan sumisos y aferrados a crear un arma para ellos?. -Tal vez es para que nos dejen en paz...pero ya nos metí en esto, sabes, no sé si lo entiendas, pero esta es nuestra última oportunidad, sino lo logramos, seremos reemplazados y de allí no sé que pase con nosotros, solo tenemos esto, nuestro sustento es esto, nuestro sustento eres tú...o al menos, tu creación es nuestro sustento, sabes lo que quiero decir?-. Pregunto mirando al albino, quien asintió en respuesta, entendía todo lo que estaba pasando, no se preguntaba porque a él, sino se preguntaba el porque del sufrimiento de aquellos científicos, apenas y tienen horas para dormir, nisiquiera ese hombre se ha planteado en tener una familia con su esposa por este mismo trabajo, algunos no podían ver a sus esposas, hijos, madres, todo por el, el albino que ahora estaba consciente de que todo era en si, o al menos en parte su culpa. Otra nota fue escrita "lo siento", el hombre cuando la miró decidió romperla y hablar. -No te disculpes muchacho, después de todo esto no es culpa tuya, es mía, yo metí a mis compañeros y al amor de mi vida a este sufrimiento, pero...ponte feliz, gracias a eso estás vivo-. Dijo pero Yamuro le interrumpió con otra nota "Si por ello estoy con vida prefiero que ese derecho no me lo hayan dado", el señor cerraría sus ojos, haría un suspiro con cabeza gacha y ladeando la cabeza de un lado a otro como expresión de negación. -Me sorprende que alguien a quien le quieran volver un arma tenga razonamiento moral, te hemos educado bien...pero no te preguntes en qué condiciones naciste, solo vive tu vida, al máximo como si fuese la única-. Habló haciéndole un pat pat en la cabeza, yéndose de la habitación en el proceso.
Ante las palabras de Kaname, arqueo un poco su cega, tal vez fuese diferente a ellos en cuanto a descripción, no era un humano, no era como ellos, pero en razonamiento era igual a muchos.
-Es igual cuando hablas de los humanos, luchan por matar a sus hijos y familias, por quitarles todo a otros, dominando el mundo con armas y poder regalado de los cielos, que solo se fue proporcionado para el bien, millones de humanos son así...pero otros millones no lo son, es cruel...decir que todos son iguales solo por que algunos de los suyos hacen malas acciones-. Dijo con una voz más quebrantada mirando hacia un lado, no era una voz de tristeza, estaba totalmente normal ante la situación, era mas bien para que entendiese si se refería a que los imperiales eran malos.
La acción del chico al parecer hizo que Kaname se rindiera a lo gracioso del asunto y soltó una risita afirmando lo del cuchiplancheo, la verdad le habían comentado sobre eso, pero dijeron que era medida como algo que se podía hacer cuando querías dar el siguiente paso con tu pareja, que de por si pues...era algo que a las científicas las ponía conpletamente rojas cuando hablaban del tema con él, porque por supuesto, tenían que enseñarle reproducción humana, pero solamente le instruyeron un día, ya no por vergüenza. Al parecer el abrazo le era incómodo a la Senju, rápidamente el albino notó esto y la bajo para no incomodarle, estando algo avergonzado del asunto, pero más vergüenza le dió cuando la chica le indicó que podía ser familia de su familia, en este caso, de los Senju.
-Pero ustedes son un clan, yo soy un desconocido, no tengo razón para adentrarme como alguien de los suyos si no tengo su sangre-. Dijo mirando hacia otro lado, no sabiendo que más responder, era una propuesta tentadora, pero fácilmente podrían considerarle un interesado o podría traerles unos enormes problemas al clan si descubrían lo que era.
Al escuchar sus palabras el chico se volteó un momento para jorobarse un poco y estar a su altura para ponerse en su cara.
-Estas...nerviosa?, sucede algo?-. Pregunto ya que la chica la notaba así desde hace rato, tal vez era antisocial?, no, con aquellas palabras anteriormente dichas podía deducir que no, estaba pasando algo de lo que no se había enterado.
Una vez llegaron al restaurante quiso deshacerse de su hambre de respuestas y centrarse en comer un rato, cuando se sentó y acomodo la silla para Kaname ella mostró interés en sus acciones preguntando si había sido implantado o aprendido.
-Recuerdo que...uno de los científicos tenía a su esposa en el laboratorio, estaban algo peleados por meterse en mi creación, así que bueno, entre los demás científicos y yo para reconciliarlos decidimos hacerles una cena sorpresa, cada uno de los detalles que hice hace un rato los hizo el en su momento, es increíble...como un verdadero hombre trata a su mujer-. Dijo algo pensativo, no era exactamente a solamente a tu esposa, novia o quien sea, sino a cualquier mujer que pudiesen invitar a ese tipo de lugares, la chica comentó que había venido otras veces para comer con sus amigos.
-Salir con amigos es genial no?-. Cuestionó, tomando el menú y viendo lo que había en el, habían tantos tipos de platillos, únicos y especiales, no sabía que decidir y su indesicion le derrotó en este instante.
-De verdad todo se ve delicioso...mejor pide tu, yo pediré lo mismo-. Dijo sonriendo y esperando que terminaras, hasta que una duda invadió su cabeza recordando el libro.
-Kaname tienes novio, esposo, o algo?, es que, estabas viendo una novela de amor y de paso estabas sola, no que en esas situaciones tu pareja te debería acompañar...como era que se llamaba...citas?, si eso, citas-. Pregunto no sabiendo que respuesta tendría