Sensación de Familia
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Continuación de ¿Entrenamiento?

1 de Agosto 15 D.K
Zona Comercial, Konohagakure

Cita:Satoru-san... estaría encantada en beber algo de té con usted... realmente era la persona que más me interesaba en esta contienda...


Se alegro ante las amables palabras de Ohona, no esperaba tal respuesta, sin duda hizo bien en ir al encuentro de entrenamiento, gracias a ello tuvo la suerte de dar con un miembro del Clan Hyuga, esto lo animó a reparar su historia pasada, volver de una vez por todas al centro de lo que alguna vez fue su Familia. Una oportunidad para remendar su falta con el Clan, lo primero era simpatizar y confiar, pero por sobre todo conocer un poco más a su antigua compañera de artes marciales, viejos recuerdos que poco a poco eran iluminados por la nostalgia de encuentros pasados.

Debo admitir que estoy sorprendido...
Conozco un lugar donde sirven buen Té Okinawa
En aquella dirección, unas calles antes de entrar a la Zona Residencial.

Con un gesto el peliblanco asintió y señalo la dirección del lugar de destino. Luego empezó su viaje junto a la Ciclope quien también parecía disfrutar del casual encuentro. Eran unas cinco calles hasta dar con el local, en el camino quedaría atento a sus gestos y su disimulada dolencia... 

 "Chashitsu"
Literalmente casa de té, allí se seguían las clásicas tradiciones junto con una ceremonia donde cada quien tomaba asiento en un cojín y luego los encargados servían el Té siguiendo su propio Ritual.


[Imagen: e32d1ed010ec9ebe62d97c573eeccae5.jpg]


Un edificio de madera, pequeño y sencillo dividido en una sala principal donde el anfitrión y los invitados se reúnen y se sirve el té, y una mizuya donde el anfitrión prepara los dulces y los utensillos necesarios para la ceremonia del Té.

Que les parece? Entramos?
Nos vendría bien algo de comida...
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Al llegar a la extravagante y elegante casa del té, Ohona quedo algo sorprendida, ya había visto este lugar, pero nunca le había prestado demasiada atención, siempre creyó que era la casa antigua de una vieja familia, la tradición era muy importante, y en este lugar era llevado al extremo, tanto así que parecía el hogar de un acaudalado señor antiguo o de algún miembro del feudo, gente de modales y alta costura, se sentía avergonzada por ingresar a un lugar así con las fachas que traía. En ese entonces, iba su hermana Kahona, la menor, junto a ella, mientras que en el interior de Ohona, Chihona descansaba y dormitaba.

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Al llegar a la puerta, el joven Satoru indico que entrasen, sin embargo, en la misma puerta de entrada, la joven Ohona detuvo a Satoru un segundo y, tomando de la manga le dijo – por favor… pida una habitación privada para nosotros tres, sé que en esta clase de locales hay lugares privados para reuniones, sería más adecuado para nosotros que un lugar junto a los demás comensales – diría, mientras ocultaba levemente la mirada… a ella le costaba siempre ver a otro Hyuga a los ojos, verles a la cara, pues sabía bien que ellos eran los únicos capaces de ver a través de su mentira, a través de esa mascara infame que tenía… y es por la misma razón, que la joven pedía privacidad con aquel hombre, pues debía… debía mudar de piel, debía sentirse desnuda y miserable y arrancar esa mascara de su rostro, pues el dolor en sus ojos no estaba siendo tolerado de la mejor manera…
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Oh, Claro que si! supongo no habrá problema... Respondió

El peliblanco ingreso dentro del local donde pidió específicamente una habitación privada para tres personas y que dentro de ella dejasen el Té servido para no ser interrumpidos siguiendo de esta forma las preferencias de los clientes, aunque no tenía claro porque necesitaban privacidad asintió con gusto ante la petición de su semejante.

Prontamente accedió hacia el mostrador y pago una suma módica de Ryos a cambio del servicio y la habitación privada. Luego volvió con Ohona y su hermana a señalarles que en unos minutos ya podrían acceder. Observo la notable timidez en su rostro y algo desconcertado también se avergonzó, en sus pensamientos circulaba la idea de un posible entrometimiento de su parte al invitar a las jovencitas a tomar el Té, quizá algo desconsiderado por no analizar la situación pero tampoco tenía claro cual era el origen de su timidez.

Dos minutos y ya podemos entrar, nos dieron la habitación del fondo...

Mientras hablaba les entregaba unos pequeños papeles indicando el numero de cuarto y el tipo de servicio. El té era servido y luego los comensales ya podía acceder. Este lugar era especialmente reservado para sociales y conversaciones privadas, Satoru tenía bien claro que allí se podía conversar sin ningún temor a ser escuchados y o espiados, pues no sería su primera vez allí y ya había consagrado cierto vinculo amistoso con la Dueña del lugar.

Oye no quiero ser maleducado
Pero no te preocupes por mi, no guardo rencores con nadie... Dijo intentando ser transparente respecto a su antigua actitud rebelde para con el Clan, aunque esto quiza no estuviera claro para Ohona, Satoru presentía que su incomodidad era debido a su misma presencia de " rebelde"
Me he esforzado por ser reconocido nuevamente por la Aldea...
Solo quería conversar un poco sobre el Clan...

Pasaron los minutos y Satoru accedió nuevamente al Local, pero esta vez tomó camino a traves de un pasillo que recorría varias habitaciones. Una serie de pasos que resonaban con el crujido de la madera hasta dar con la Ultima habitación. Desde allí se podían oler distintos olores, entre ellos algunos tonos de vainillia y el clásico Te, aromatizando naturalmente todo el lugar.

Justo antes de entrar un hombre joven ( el mozo) salió desde el interior inclinando su torso y extendiendo un Saludo, luego se retiro en silencio despejando la habitación para los comensales.

¿Que te parece?
Ustedes primero... Dijo dándoles paso al cuarto
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Última modificación: 23-02-2024, 01:39 AM por Ohona Hyuga.
Las hermanas Hyuga se mantenían expectante ante las acciones de Satoru, este era muy atento y cordial, se notaba que se manejaba dentro del local, parecía que ya lo había visitado antes y que era alguna clase de cliente frecuente, rápidamente atendió a la solicitud de Ohona y reservo una salita. Luego de esto, el joven dio una especie de... introducción sobre si mismo - no... perdón... no creo que sea mal educado... todo lo contrario... estoy sorprendida - diría con la cabeza gacha, mientras evitaba el contacto visual.

Tras las palabras de Satoru, la hermanita Kahona miraría a Satoru directamente a los ojos y le sonreiría - no se preocupe, albino-dono, no sabemos mucho de usted... solo lo que se rumorea, y de todos modos no lo podríamos juzgar - diría, para luego mirar con asombro todo el lugar. Ella, al igual que su hermana mayor, Chihona, no era capaz de activar el Byakugan como lo hacia Ohona, para ella era primera vez que entraba o veía el interior de estas dependencias, tampoco había visto una similar antes, los pisos de madera y la buena atención le daban un aire muy interesante al lugar.

Sin embargo... un silencio incomodo se produjo luego de estas palabras, la joven Kahona vio a su hermana, estaba con la cabeza gacha, juntaba la punta de sus pies y sus manos jugaban en su espalda mientras torcía su espalda, parecía evitar hablar o que le miraran directamente a la cara... algo andaba mal con ella... los minutos se hicieron eternos y, aunque fue poco el tiempo que paso, se sintió eterno, y todo se calmó cuando al fin les dieron su lugar privado... Ohona se sentó en uno de los cojines con extremo cuidado... estaba con ropas de combate y con la cara levemente manchada por la sangre... un joven apuesto les atendió, pero rápidamente se fue... fue entonces, cuando la púgil, a un lado de su hermana y frente a Satoru empezaría a hablar... - Satoru-san... se que usted me ha visto... se que sabe la verdad sobre mi... pero aun así, pido por favor que se de la espalda un segundo, mientras me destapo ante usted... es que... la sangre es mucha y debo limpiarla... - diría la joven, mientras un pedazo de su mascara facial corría lentamente...

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Sin mirar si Satoru se volteaba o no, la joven Hyuga empezaría a desprender los pedazos de piel de su cara, aquella mascara falsa que tenia en su interior albergaba un cumulo de sangre que habían brotado desde sus ojos y a cada momento esto le provocaba más y más molestias... su Hermana, algo asustada, le ofreció una manta que traía consigo, en ella envolvió la mascara y limpio la sangre con gazas, la sangre que provenía de los ojos de Ohona, esta se quejaba un poco por el rose sobre su piel, pero no tenia más remedios... el uso de aquel jutsu le había perjudicado más de lo pensado - ¿pero hermana que paso? no vi que nadie te tocara, fuiste demasiado rápida, no pensé... - no... no fue eso, fue mi propia fuerza... se me rompieron unos vasos de la cara... eso es todo... - diría, mientras terminaba de limpiarse el rostro... había dejado su chaleco ninja a un lado, estaba de cuclillas a un lado de la mesa, y por un instante sus manos se separaron de su rostro, para luego acercarse nuevamente sobre su pecho y usar un único sello de manos para traer de vuelta ese rostro de un único ojo sobre su piel... luego de eso, alzo la mirada, con pena y rubor... - perdón...

Shoushagan no Jutsu
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Me alegra oír eso...!
gracias por su amabilidad Respondió a Kahona

En el interior de la habitación la escena tomaba un giro inesperado para el ermitaño, aquello que había intuido parecía salir a brotes con los múltiples gestos de Ohona y por si fuera poco su no tan amable aclaración, no había ningún problema o al menos eso pensaba Satoru. Poco a poco empezaba recordar los sucesos en la batalla, tantas cosas al mismo tiempo y todo potenciando por la casualidad del encuentro.

Justo antes de sentarse sus pensamientos fueron interrumpido por la advertencia de Ohona quien pedía algo de privacidad, ahí fue cuando comprendió un poco mejor. El joven peliblanco completamente despreocupado por un poco de sangre se sentó en la silla y rio.

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Satoru siendo Satoru...
No te preocupes Ohona
Soy un tumba... Respondió mientras se colocaba su típica venda en los ojos.

Satoru se sentó frente a la pequeña mesita para luego con suma habilidad tomar la tacita de Té y dar un sorbo.


Espero te encuentres bien...
En lo que a mi respecta no tienes porque avergonzarte... Comentó intentando animarla

Intentaba ser lo más relajado y transparente posible, sin aparentar ni nada raro, lo importante sería demostrar su valor de confianza y con algo de suerte y mucha comida un enfrentamiento para mejorar el vinculo.
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La joven Hyuuga no aparto la mirada de la mesa... solo estaba ahí, resoplando y pensando un par de cosas por su mente... fue entonces cuando la joven Kahona intervendría nuevamente - oh si... no hemos oído tanto hablar de ti, pero si sabemos que eres uno de los candidatos a ser el próximo líder de nuestro clan... tal vez lo sepas... pero nosotras somos las hijas de Bazin-dono... y bueno... - diría para luego señalar con su mano a su hermana - ellas... ella es la candidata de nuestra familia para tomar el puesto... - diría, tomando una taza de té mientras hablaba, para ocultar sus labios tras la taza y permitir que su gran ojo se asome tras el vapor de aquella taza.

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Ohona se mantuvo muy callada en ese momento, pero era por una conversación... una interna que llevaba con su hermana, aquella quien realmente quería ser la actual líder del clan y quien, por derecho de edad, era la que iba a representar a la familia... - tu... ¿crees en la antigua regla de la Rama Principal y la Rama Secundaria? - diría Ohona, llevando su mano a su taza, para jugar con el borde de esta usando un dedo - yo no soy partidaria de esas reglas... sin embargo, ese sello que usaban... no solo puede ser usado para darles algo que temer... también puede ser usado para darles poder... - diria, bebiendo algo de aquel liquido cálido que tenia en su taza, al hacerlo, esta asombrada lo miro con cariño y su ojo se lloroso, no podía describirlo, esta se asombro y esbozo - oooooh, umai umai, ¡esta exquisito! que buena calidad tiene este té - para mirar feliz a Satoru, pero se detendría rápidamente y, ladeando la cabeza preguntaría - eh... ¿Por qué tienes los ojos vendados? - algo confusa.
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Momentáneamente ciego en una situación poco usual, compartiendo el Té gustosamente con dos hermanas aparentemente de la Rama principal. En cuanto escucho la pregunta de Kahona respondió algo sorprendido:

Oh! no cuentes con ello... 
No estoy echo para liderar...
Además no conozco a la familia...

La observó con una sonrisa para luego apoyar la taza de té en la pequeña mesa y rellenarla con la jarra.

Me alegra oír eso..!
Han hecho una buena elección...

El peliblanco se percata de la disonancia entre personalidad y figura de combate de Ohona, con esa actitud introvertida fácilmente pasaría desapercibida entre los grandes luchadores, pero Satoru sabía la verdad, detrás de su apariencia había una completa leona.

( Se quita la venda de sus ojos )

Estoy algo perdido con las tradiciones.. respondió avergonzado
Pero estoy dispuesto a colaborar..
Supongo que todo poder tiene un precio...

Poco a poco tomaba confianza, sentía que volvía a formar parte. Ante el anuncio de su próxima asunción Satoru decide acompañarla con su voto.

No tengo dudas de tu poder Ohona 
y me gustaría poner a prueba mi valor en un combate...
Si serás la próxima líder del clan con gusto te acompañare
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Ohona disfrutaba del té, sin duda alguna, pero no paraba de frotar sus dedos en aquella taza, un poco dudosa, algo preocupada, contenta y a la vez asustada… temía lo que se avecinaba en su futuro, no quería admitirlo, pero aquel joven era bastante audaz en sus palabras… sin embargo, unas palabras fueron clave en esta conversación, un último momento de perdón y arrepentimiento… - discúlpeme, Satoru-san… he de decepcionarlo… pero yo no soy la más fuerte de mi familia… o no de parte de mis hermanas… ella cree que las tradiciones antiguas puedan ser contraproducentes para nosotros… yo en cambio, creo en el poder y la fuerza bruta… - diría abrumada – sin embargo, ninguna de mis hermanas es una peleadora tradicional… yo nunca he derrotado a Kahona, por ejemplo – diría señalando a su hermana ahí presente – en ningún juego mental, ni mucho menos en un combate a distancia… mientras que a mi otra hermana – diría, refiriéndose a Chihona, aquella que vive en su interior – ella es la más diestra de todas… tiene un manejo de las artes marciales y de las armas a un nivel increíble… sus instintos son los mejores de todas nosotras… pero ella… ella… - Kahona tomaría la mano de Ohona y le ayudaría en silencio.


Si, efectivamente, los problemas de salud de Chihona le obligaron a vivir bajo la sombra de su hermana Ohona, habitando el mismo cuerpo, ayudándola desde su interior, pero más que eso, nada más puede hacer. La baja auto-estima de Ohona es algo que uno debe entender y apreciar, a veces lo que parece humildad simplemente es una falta de amor propio, ella es la prueba de esto, se siente un ser inferior, aun cuando sus hermanas no tendrían ni una oportunidad frente a ella en una pelea justa… pero ella nunca lo vio así – Señor Satoru, mis hermanas estarán dispuestas a pelear contra usted cuando guste, ellas nunca huyen de un enfrentamiento – diría Kahona, cambiando los ánimos de la conversación.
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En estos tiempos necesitamos unidad
y creo que es importante que los Shinobis se especialicen en diversas áreas...

Si haz logrado darle un golpe al líder Yamanaka debe significar algo
No subestimes tu fuerza..! Respondió Satoru intentando animarla

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Estaba convencido de lo que tenía frente a El era una autentica guerrera y estaba dispuesto a darle su apoyo, pero antes debían ponerse a prueba, no por una cuestión de ganadores y perdedores, sino para demostrar su dignidad como shinobi. Al menos esta era una de las formas de Satoru de simbolizar un encuentro o relación, el campo de batalla es el mejor lugar para conocer a alguien. 

Me alegra oír eso,
tampoco se me dan bien los ilusionistas, prefiero el cuerpo a cuerpo...
nuevamente les agradezco por su tiempo...

Satoru poco a poco se percataba de la tercer hermana a la que hacían alusión constantemente, y recordando el encuentro anterior, saco sus propias conclusiones al respecto, lo mejor sería ser cordial y dejar que las cosas fluyan, este mundo estaba lleno de extrañeces y no sería la primera ni ultima en ver... Tampoco tenía intenciones de ofender a las hermanas por lo que mantuvo un perfil bajo en cuanto a su gemela Chihona.

Si les parece,
en cuanto terminemos este delicioso Té,
podemos buscar un lugar donde entrenar,
¿Conocen alguno?
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Las palabras de Satoru eran bastante... relevantes... tenia sentido en la cabeza de la Hyuga, sus hermanas estaban para apoyarlas y sentir que ellas no eran las únicas que veian su esfuerzo rendir frutos le hacia ilusión, sin embargo... aun sentía que era alguien muy normal, demasiado normal a comparación de monstruos poderosos que ha visto en el mundo ninja... ella quisiera salir adelante, ser más poderosa, pero para serlo, tenia que crecer como ninja y, posiblemente, encontrar poder de otra fuente.

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Por su parte, las palabras sobre un lider Yamanaka le asombraron - ¿aquel rubio era lider del clan Yamanaka? no lo sabia... - diría desconcertada... era alguien poderoso e importante y ella había sido descortés agradeciéndole de esa manera - espero se encuentre bien - diría la muchacha, observando sus trapos manchados con sangre que había dejado a un costado... - me sobrepase...

la conversación se fue yendo por el estilo de combates de su hermana y la gente que trabajaba con ilusiones, eran interesantes pero no era la mejor para enfrentarse a ellos, solían pelear con artimañas y trampas, ella era más de pelear de frente... ante la propuesta de Satoru por enfrentarse nuevamente, Ohona simplemente asintió con un gesto tras terminar su té y servirse otra taza, luego dijo amablemente - a tres cuadras de aquí se encuentra uno de los campos de entrenamiento de la familia Hyuga, podriamos utilizarlo si gustas... es un sitio cerrado con piso de madera, si peleamos sin destruirlo, seria un buen lugar de combate - diría la joven, para beber nuevamente de aquel té de hierbas.
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Así es! 
Debo admitir que lo note extraño pero suele ser así...

Satoru daba por sentada la fuerza de Ohona, gracias a su golpe contra el Yamanaka, hasta entonces el no había podido siquiera hacerle frente, por lo que determinaría que estaba ante una guerrera y más al percatarse de sus puños ensangrentados, en este punto empezó a cuestionarse si fue habilidad o un despiste de su antiguo Maestro quien se fue rápidamente del combate sin gesto alguno.

No te preocupes..! El estará bien

Al cabo de un rato acordaron un sitio para entrenar, gustoso accedió a la propuesta y emprendieron viaje. Hace varios años no visitaba el barrio por lo que estaría muy bien ser liderado/guiado por las hijas del jefe. 

Los tres salieron al finalizar el Té en dirección al barrio Hyuga, en el camino Satoru las observaría con detenimiento e intentaría recordar lo poco que sabía del Clan.

Bazin Dono...
¿Asique su padre esta a cargo?
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hummm... Bazin-Dono es alguien... como decirlo... - diría Ohona, mientras se llevaba una mano a la barbilla y miraba hacia el cielo, era un bonito día, es verdad, pero no era algo que realmente le importaba a Ohona, sin embargo, entremedio de los dos, la joven Kahona, quien iba comiendo un par de dulcecitos que se llevo de la sala de Té dijo, mientras masticaba el mochi con problemas - Bazin es un pervertido - diría casi sin dudarlo - si, pero pensé que se referiría a su poder... - diría su hermana, sin inmutarse - es un pervertido poderoso - si, pero también es impreciso eso... diría que es alguien... poco convencional... es un gran hombre, muy musculoso y poderoso, con hombros grandes y cadera ajustada al cuerpo, un físico culturista, su rostro siempre esta oculto tras la mascara de la familia... - y el pervertido usa una espada - diría Kahona finalmente - humm... si, esa parte no es interesante

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la relación que tenían las niñas con su padre era algo... extraña... por un lado teníamos a una fanática de lo físico, por otro lado una insolente total, solo una de las 3 hermanas admiraba la destreza de su padre con la espada y hasta quería ser como el, sin embargo... en este momento estaba durmiendo en el interior de Ohona, soñando con empuñar de una vez por todas aquella arma que tanto tiempo ha esperado empuñar... realmente faltaba poco para poder llegar al tan deseado
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¿Un pervertido? y poderoso... una combinación usual. Pensó. 
Supongo que no podemos esperar demasiado de los lideres... Respondió bromeando a la descripción del jefe Hyuga
¿Una espada y enmascarado? debo admitir que eso no me lo esperaba...
Me alegra oír que el Clan esta bajo su cuidado,
y por lo visto ustedes no se quedan atrás.

El trío siguió caminando por las calles hasta por fin llegar a la entrada del barrio. Allí se alzaba una estructura característica del Clan la cual contrastaba en cierta medida con las residencias vecinas ajenas a la familia, una suerte de portal de concreto muy bien esculpido el cual simbolizaba, con dos enormes leones, la entrada al Barrio. Años que no pasaba bajo aquellas puertas, al acercarse no dudo en tocar los surcos de las piedras que ilustraban a uno de los leones.
Ha pasado tiempo desde la ultima vez que pase por aquí, gracias por traerme de vuelta, dijo el pelibanco mientras ingresaba por las puertas principales con tono curioso y nostálgico.
¿La sala de entrenamiento sigue estando en el mismo lugar?
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La kunoichi observo a Musacus atenta ante sus palabras, su forma recordar aquel recinto, como tocaba las viejas molduras, todo, era entretenido ver como algo tan cotidiano para ella era codiciado y añorado con memorandas para él, simplemente avanzo en silencio y le observo de reojo, absorta por su reacción. Su hermana menor las observo, a Ohona y a su hermana, como ambas se veían peculiarmente interesadas en el, y en vez de contestar a la respuesta del joven Hyuga, esta decidió guardar silencio y sonreír a las espaldas de aquel hombre.

Ohona se adelantó con un leve trote, se acercó una de las puertas y le observo desde ella, tocando con la yema de sus dedos el marco de la puerta mientras se sacaba el calzado, luego asintió con la mirada, e ingreso al recinto, ingreso a ese lugar tan tradicional y místico, un antiguo dojo de entrenamiento de piso de madera clara, paredes revestidas hasta el metro y medio con la misma clase de madera y paredes de concreto blancas, techo de madera, rechinando de limpio, con banderines a lo largo del dojo mostrando la evolución de la insignia Hyuga, representando a los líderes del clan uno por uno, con firmas y doctrinas escritas en Kanji a mano sobre maderos colgados al fondo del recinto… una foto de él, su padre… el actual líder del clan, el actual manda más…

[Imagen: __kagawa_rin_soredemo_ayumu_wa_yosetekur...5bf15f.jpg]

En el interior del Dojo, la joven Hyuga había tomado posición al centro del mismo, arrodillada y presentando respetos ante la puerta, sabía que Satoru entraría poco después de ella, así que esperó su ingreso con su ojo bien cerrado y bajando la cabeza – estoy lista… será un honor enfrentarme a usted – diría, terminando su reverencia mientras estiraba los brazos hacia su próximo oponente. Luego de esto, la joven volvería a ponerse de pie, pero esta vez… esta vez se acercaría a una de las paredes, donde diversas armas estaban expuestas en ella, tomando de entre todas la que más peculiar podría parecer… tomando un sarten tan común como cualquier otro… lo examinaría detenidamente y probaría su agarre con un par de movimientos bruscos, luego, volvería caminando hacia el centro y tomaría posición.

Era un lugar sencillo, 15x10 metros, bastante grande para un Dojo o una habitación como tal, de hecho, parecía más un galpón, pero, para combatientes como ellos, se les podría hacer chico el espacio.

Estadísticas de Ohona Hyuuga
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Última modificación: 18-04-2024, 11:53 PM por Musacus.
Ya veo...
el tiempo aún conserva la hermosura del lugar

Sonrió a Kahona para luego retirarse hacia el Dojo siguiendo los pasos de la fortachona. Antes de ingresar se descalzo y toco madera, aquel lugar mantenía su esencia y peculiaridad. Nuevamente se sonrió así mismo, confirmando su agrado por el lugar. Observó a su contrincante quien lo recibía con un cordial saludo. Repitiendo el gesto Satoru inclinaría su torso en agradecimiento.
[Imagen: 5c4137e26b5a3f9f2f00f214bdfb69a9.jpg]

El honor es mío,
gracias por esta oportunidad.
...
Demostrare que puedo ser útil al clan...
Por favor, no se contenga.

Mientras Satoru expresaba sus agradecimientos su Rival tomaba un arma muy peculiar, ¿Acaso eso es una Sarten? se preguntó, completamente anonadado.

Oye...

No termino sus palabras, decidió callar y no juzgar de primeras a la kunoichi. Por un momento pensó que era una broma de la joven Hyuga, no demoró demasiado en darse cuenta que estaba yendo enserio, al menos su rostro eso demostraba. Aparentemente el Clan se había especializado en adquirir nuevas herramientas, algo que Satoru vio con buenos ojos, al fin y al cabo, nuevos tiempos nuevos shinobis...

Se posicionó frente a su rival y tomo posición de combate, una postura que combinaría el estilo Hyuga con su doctrina ermitaña o estilo Saru. Miró con determinación y cierto matiz de cariño a su rival para luego asentir, todo listo para el encuentro.

Adelante! 

Estadísticas de Satoru Hyuga
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La joven hyuga, en vez de abalanzarse sobre su enemigo, estando a escasos 5 metros el uno del otro, simplemente movería su cuerpo con elegancia hasta adoptar una postura diferente, una mano por delante, palma hacia el cielo y su centro de gravedad más bajo, un movimiento algo lento, pero a la vez, que demostraba una disciplina única. También, con un abrir y cerrar de ojos, su rostro se volvió marcado, el Byakugan se hacia presente...

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aun sin moverse, la muchacha empezaría a marcar su musculatura a más no poder, siendo cada vez más y más robusta, ignorando el daño que esto podría provocar a sus propios vasos sanguíneos... un hilo de sangre brotaría por su nariz, hilo que seria limpiado por una mano extra que saldría de su hombro, para luego este par de manos tomar igual postura, imitando las manos originales... finalmente, los puños de la joven kunoichi se marcarían con lo que bien conocía el joven, un león azulado, una de las técnicas insignia del clan, pero la mano que sostenía el sarten parecía extender el león, siendo anormalmente más grande que la otra mano... cada movimiento mostraba el respeto que sentía por el lugar y por su oponente... sabia muy bien que ella podría ser atacada en cualquier segundo por su rival, pero no le importaba, ella solo quería demostrar lo poderosa que podría llegar a ser - esta... esta soy yo... - diria, mientras su cuerpo se empezaba a electrificar de a poco, de una manera visible y certera.

Cuarta Postura – Seiryuu
Byakugan
Aibu
Kazoku
Juuho Soushiken
Raigeki no Yoroi


cálculos
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El peliblanco activaría su Dojutsu y atacaría con sus palmas, un movimiento sutil y con destreza directo a chocar con el abdomen de la Kuonichi. Puede verse una sutil aura blanca que se emana desde su interior potenciando considerablemente su movimiento, casi fugaz.

Byakugan

Shiroi chakura


En cosa de segundos Satoru realizaba su ofensiva para interrumpir, en parte, las canalizaciones enemigas.

Shiroi! Exclamó mientras atacaba

El combate empezaba de forma dramática y luciendo, cada quien, su notable y audaz estilo shinobi, a partir de entonces solo sería cuestión de tiempo hasta que alguno se rinda, más pronto que tarde Satoru se retiraría pero no sin antes ver las capacidades de su Rival, la próxima jefa del Clan.

Cita:Golpe blanco (80+26(esp)+ hyu=116 daño) a 140 velocidad

Cita:OFF. Bueno supongo que he de interrumpir algunas de tus técnicas ya que me demoro tan solo 2 seg en atacar, 1 por el byakugan y otro por el golpe blanco a velocidad.
Vida: 560/560

Chakra: 905/990
Satoru
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Ni tiempo de reaccionar parecía que le daría esta joven promesa de cabellera blanca, ni bien se ponía en posición, el ya cargaba contra ella. Solo un movimiento rápido con su sarten y toda su fuerza en un punto pudieron repeler el ataque… tal vez Satoru era veloz, pero ella era más fuerte, además, no estaba sola, estas acciones ocurrieron tan rápido y efectivamente, todo mientras los ojos blancos de su compañero de clan podrían ver como una palma se aproximaba a su cien, un simple golpe propinado por un misterioso brazo que salía desde el hombro de Ohona, un simple golpe de zurda que podría desencajar a cualquiera, provocando que volteara su cara hacia un costado.


[Imagen: __kanzuki_karin_street_fighter_and_1_mor...172e63.jpg]

Para este entonces, la musculatura de Ohona se vería afectada, la sangre en su nariz brotaría, tomaría su sarten con su mano derecha y, con su mano izquierda, aprovechando la sinergia del ataque anterior y la poca visual que este ángulo generaba, afirmando su hombro y con un remesón empujarlo un par de metros lejos de ella, para luego, activar sus leones de Chakra – esta… esta soy yo… te mostraré todo mi poder… - diría la joven, mientras volvía a su pose de combate anterior, pero esta vez con cuatro brazos en vez de dos y su cuerpo se empezaba a electrificar.

Cita:Daños:
mi sarten se considera golpe de puño blanco con formula FUE+15
Daño Sarten: 90 + 15 + 30 (esp + estilo) + 10 (hyuga) = 145
Daño Chihona: 90 + 10 (hyuga) = 100

Total: 116-145-100 +20 (res pasiva tuya) = 109 daño total
pierdes concentración, tu byakugan y shiroi chakura se desactivan

PD: con shiroi chakura tienes 130 de velocidad, no 140


explicación
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Un fallo en la lógica del ermitaño lo llevaron a una contra ofensiva inesperada por parte de sus rivales, fácilmente fue repelido dos metros al costado de la Kunoichi, dejándole un grato recuerdo de la potencia de sus golpes. 

No esperaba menos...! Dijo con una sonrisa de lado y un moretón en su frente.

Se recompuso como pudo y dio un salto hacia arriba para quedar elevado por los aires y tomar un poco más de distancia, acto seguido afirma su postura defensiva esperando la ofensiva de su rival.

…De la próxima líder!

El dolor del golpe era contrarrestado por la belleza del encuentro, aun con la certeza de su derrota el peliblanco insistía en admirar la creatividad de las técnicas shinobi.

Shiroi Inazuma


Vida: 451/560

Chakra: 855/990
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La joven Kunoichi observaría como su rival tomaba distancia, saltando y empezando a levitar, algo que sorprendería a muchos, incluso a la misma Ohona, quien asombrada diría - wooow, sorprendente... Satoru-san, puedes volar sin alas - dijo... ¿sin alas? y si, mientras su oponente refinaba su escape y empezaba a levitar, la joven ya había saltado en su dirección, pero la diferencia que generaba un salto en su dirección y el vuelo controlado de el le hacían notar rápidamente que no era un shinobi ordinario.

[Imagen: __nico_robin_one_piece_drawn_by_mygiorni...63138e.jpg]

a solo un segundo del acenso de su contraparte, la joven Ohona le perseguiría a gran velocidad y fuerza, mientras cargaba con un ataque devastador de esa sartén con forma de león de chakra en el, el ataque era rápido, certero y por sobre todas las cosas, potente, muy potente. Era muy difícil anticipar un ataque como este, y como en su ocasión anterior, una de las palmas extra de Ohona atacaría en busca de golpear a Satoru en conjunto con el golpe del sartén - Aquí voy, Satoru-san! - gritaba, mientras se aproximaba su ofensiva sin reparos ni demora.

Durante su ataque, la joven ya habría terminado de activar todos sus buffos, sin embargo, al ver a su oponente volar, esta simplemente pensaría en hacer lo mismo, empezando a canalizar un jutsu de aves que rara vez pensaba en usar, sin embargo, para sus adentros, sabia que le tomaría un poco más de tiempo si quería volar a su máxima expresión, así que optaría por las alas simples de su espalda esta vez.

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