Lumbago y Hierbas Medicinales [Autonarrada D]
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Lumbago y Hierbas Medicinales
6 de Febrero del 16
País del Agua
Bosque Central

Al fin podríamos decir que me encontraba realmente emocionada y animada por una misión; pero será mejor ir desde el principio. Tuve que ir por un aviso al edificio administrativo, para variar me presente allí muy temprano. Aun no logro quitarme de encima los nervios cuando me dicen de un día para otro que tendré una misión, es un sentimiento que me invade mezclando emoción, inquietud y expectativas. Y por primera vez salí de la oficina administrativa un poco emocionada y con ganas de partir hacia mi misión. Aunque entendedme, no es que las otras misiones me parecieran algo malo o decepcionantes, pero esta será la primera misión en la que me solicitan salir de la aldea.

Mi tarea en esta ocasión consistía en acudir a una villa cercana para brindar asistencia a un doctor anciano que esta padeciendo un poco de lumbago en la espalda y necesita que alguien le de una mano para poder realizar su trabajo. El pequeño pueblo no estaba muy lejos de Kirigakure, de hecho ya lo había visitado algunas veces cuando de más joven acompañe a mi padre por un bosque cercano a recoger algunas plantas medicinales para sus remedios. 

El camino se me hizo corto, lo cierto es que una vez salí de la niebla y estaba un poco alejada de miradas indiscretas casi me ponía a dar saltos mientras avanzaba por el camino, producto de la alegría. Como dije no es que las otras misiones fueran malas, pero poder salir de la aldea me sonaba más emocionante y entretenido que estar todos los días trabajando entre las murallas. Tras varios días de arduo trabajo, las vistas del campo y bosques cercanos me parecían más hermosas y encantadoras aun. Incluso la villa Syrup se veía con un ambiente diferente, aunque eso seguramente es debido a que hacia bastante que no la visitaba, pero lo importante era la sensación que me transmitía al momento y era muy agradable.

Alcancé la residencia del doctor, la cual tambien hacia la labor de consulta medica — ¡Hola, vengo de Kirigakure, me envían para ayudar al doctor Toudo — Dije mientras daba unos suaves golpes en la puerta — ¡La puerta esta abierta, puedes pasar! — Gritaría alguien desde el interior, supuse que era el medico. Lo cierto es que no esperaba encontrarme al hombre tumbado boca abajo en el suelo con piedras calientes en la espalda — Hola, bienvenida, muchas gracias por venir — El hombre apenas se había podido girar para dirigirse hacia mi de forma directa, la verdad es que era algo chocante la escena — Te ofrecería algo de té, pero no creo que pueda llegar a la cocina muy rápidamente — El hombre intento hacer el gesto para levantarse, pero rápidamente se noto como se quedo congelado, seguramente por una punzada de dolor por la expresión que reflejaba — No, por dios, no se preocupe, si justo he venido para ayudar — Me acerque a él para ayudarle a tumbarse de nuevo mientras avanzaba a lo que parecía que era una pequeña cocina en la que tambien claramente preparaba algunas infusiones y medicinas. La verdad es que viéndola tenia muchas hierbas y plantas con las que hacer té o ungüento; estaba encantada la verdad. 

Le acerque un té con algunas plantas que servían como analgésicos naturales para mitigar un poco el dolor de espalda del pobre hombre — Muchas gracias — Me diría el hombre mientras tomaba como podía la taza desde el suelo — Bueno,  ¿Y en que necesita que le ayude exactamente? — Le preguntaría mientras tomábamos el té tranquilamente — Pues principalmente necesito que vayas a buscar al bosque algunas plantas y hierbas que se me están agotando, cuando me tomo mi medicación puedo sentarme un rato a preparar los medicamentos que hago con ellas, pero no creo poder ir a buscarlas y claro tengo pacientes que deben seguir unas pautas periódicas y vienen regularmente a por ellas — Eso explicaba que tuviera tantas plantas medicinales en la cocina, muchos medicos compran los fármacos a comerciantes o boticarios, pero al parecer ese hombre se ocupaba de todo el proceso por su cuenta. Me daba la sensación de que el tener que hacer tantas tareas con su edad podía ser una de las causas de que se dañara la espalda — Perfecto, solo deme la lista y me encargare de ello, mi familia tiene un negocio de apotecario, así que estoy familiarizada con estas plantas — Diría orgullosa, no de mi como tal, sino de mi padre que era el experto — Ohh ya decía yo que habías elegido muy sabiamente las hierbas para el té, eso me deja más tranquilo — El hombre me paso una lista que ya tenia preparada con las plantas que necesitaba.

Fui al bosque cercano, dado que allí es donde él iba habitualmente a buscar las hiervas, así que no debería haber ningún problema. De hecho en las notas que me dio había mucho detalle describiendo las plantas y más o menos por donde encontrarlas. Estaba claro que esperaba que viniera alguien sin conocimiento alguno sobre el tema y quería minimizar riesgos de que volvieran con solo la mitad de ellas o se equivocaran y trajeran otra cosa. Pero el hombre no tenia de que preocuparse, puesto que yo se bien de que va el tema. Y encima al ser algo que me gustaba me motivaba mucho esta misión.

Y de hecho iba a bastante buen ritmo consiguiendo casi toda la variedad de plantas que me solicito. Aunque claro no solo requería la variedad, de poco serbia que le llevara un par de flores o tallos, si requería hacer bastante medicamente con ellas, así que mínimo no quería irme sin llenar la cesta que me había proporcionado para ir guardando las plantas. Hasta que finalmente me detuve por unos momentos al observar unas flores de una pigmentación rosada, con un toque anaranjado. De forma casi instintiva arranque un capullo de flor y lleve el extremo posterior a mis labios probando un poco del néctar de la flor al mismo tiempo que pude sentir como un ligero cosquilleo que adormecía mis labios — Oye, oye, que te dije de ir comiendo flores toxicas... — Una voz tan repentina, familiar e inesperada que me hizo escupir la flor de mis labios junto un poco de néctar que aun quedaba en mi boca — ¿Papa? ¿Qué estas haciendo aquí? — Frente a mí al girarme pude ver a mi padre observándome con unos ojos algo cansados y resignados, sabia que por mucho que me avisara yo no cambiaria — Pues por lo que veo lo mismo que tu, había venido a recolectar algunas plantas de la zona aprovechando que tuve poco trabajo y que tu estabas de misión — Hizo una pequeña pausa — Y dime... ¿Estas recolectando como parte de la misión o te estas escaqueando? — Un comentario duro, pero digno de un padre que se preocupa de que su hija cumpliera sus responsabilidades.

Le acabe contando el trabajo que estaba realizando a mi padre, el cual me sorprendió conociendo al doctor al cual estaba ayudando. Pero bueno, pensándolo en frio se dedican a cosas muy similares, usan la misma materia prima y viven relativamente cerca, es algo en lo que debería haber caído desde un principio. Pero bueno, mi padre me ayudo a recolectar algunas de las hierbas que me habian pedido, al mismo tiempo que yo le encontraba algunas de las que buscaba él, repartiéndonos las que buscábamos en común, pero fue un trabajo sin duda más ágil al poder cubrir más terreno. Tambien aproveche para que me recomendara algo que poder preparar para ayudar un poco al doctor Toudo, aunque claro medicamentos ya tomaba él, lo ideal seria algún ungüento que le ayudara aliviando un poco el dolor de espalda, algo que generara calidez como las piedras que se colocaba en la espalda. Y dicho y hecho, mi padre me pasó la receta, ahí entra a relucir la experiencia de años en el sector y encima conocimientos traídos de tierras extranjeras.

Al regresar ayude en lo que pude al doctor a preparar los medicamentos que tenia que hacer para los pacientes y le hable sobre mi padre, así como el ungüento que me recomendó para él. No tardamos en probarlo y entre eso y los analgésicos que se había tomado estaba siendo capaz de moverse un poco por su casa, por lo menos ponerse en pie y caminar con ayuda, pero ya era un gran avance. Pero mi trabajo allí había concluido, de atender pacientes ya podía ocuparse él aun en su estado. Lo importante que era repostar la despensa de plantas ya había sido realizado.

En lo personal, se trataba de un trabajo que no me hubiera importado que siguiera durando unos pocos días la verdad. Pero por otro lado para trabajar haciendo de boticario ya me habría quedado con mi padre; yo quería y buscaba otras experiencias siendo ninja, pero ha sido un buen oasis para cumplir una misión con éxito.
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Misión Finalizada

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