La salida hacia la superficie pudo darme un gran respiro de aire, mis pulmones se volvieron a cargar de oxígeno una vez la burbuja estalló. Tenía el rostro empapado, aunque no del agua, si no de pura lágrima ante tanto desconsuelo y tanta rabia, me costaba concebir aquel choque emocional y el reencuentro con mi familia provocó una profunda ira en mi interior. Me di cuenta que el hecho de acabar con Nakia no alivió para nada la pena, pues sentía que la desgracia era tan irreparable como el hecho de que ya nada podría devolverme a mi familia.
Sentía puro odio, la maldad y la oscuridad me gobernaban y mi juicio parecía difuminarse, estaba en un shock irremediablemente negativo del que me era imposible salir, ¿Qué llevaba a la gente a cometer tales actos? La pérdida de humanidad y pudor en este mundo atropellaba sin reflexión la vida, la crueldad shinobi para alcanzar sus propios intereses me parecía algo tan repugnante y como condenable, y tomaría sin duda cartas en el asunto, pues mi acometida por seguir averiguando más acerca de esta desgracia no había hecho más que empezar.
- Nakia dijo algo acerca de los secretos de las naciones... ¿Acaso la villa tiene algo que ver en esto?, ¿Fue una encomienda de la niebla el hecho de exterminarnos? Aunque haya podido resolver finalmente que ocurrió con ellos, aún me asaltaron más dudas, y esta pobre desgraciada no era más que un peón, una ficha a mover para ejecutar por extensión la idea de otra persona superior sin mancharse las manos -
Dije valorando la situación, reflexionando sobre los efectos de aquello, aunque tuviera el pensamiento enturbiado y fuera de sí. En un retazo de lectura sobre los mayores gobernantes del país, identifiqué a 2 figuras, sembrando en mí una extrañeza al respecto por su posición en los altos cargos del imperio.
- Una kaguya y un hoshigaki... la sandai sencho y el nidai sencho de los imperiales, ¿Tendrían algo que ver? ¿Estarían envueltos en esta matanza? Demasiada coincidencia, no puede ser nada casual.... -
Me dije, y con ello, unos nuevos objetivos fueron marcados para mí. Sus nombres estarían marcados en mi corazón con el fuego de su propia ira, mi pecho ardería hasta consumar su sed de venganza, y no dudaría en luchar para llegar hasta ellos para encontrar las nuevas respuestas a las interrogaciones. Llegaría hasta el final aunque me fuera la vida en ello, pero era el cometido que se me ha encargado, y de ser culpables, pagarían por ello.
Tras sentenciar mi destino hacia las nuevas metas que me impuse, pude cerciorarme mientras me mantenía allí erguido sobre el agua, que el ensimismamiento sobre el tema empezaba a dar paso a ser un poco más consciente de lo que me rodeaba. Mantenía a Teitoku fija en mi cinturón, con la mano derecha sostenía aquel pergamino que se fijó sobre esta como si tuviera vida propia, ayudándome con la izquierda lo abrí extendiéndolo en su totalidad. Un pequeño texto caligráfico algo desgastado apareció seguido de un kanji al final que era rodeado sobre su propio diseño, extrañado por ello, comencé a leer.
" He aquí un legado tan temido como prohibido, un arma que debe ser custodiada más no usada, pues solo alberga un poder oscuro al que su acceso puede llevar al camino de la autrodestrucción y al deterioro del alma.
Cuidado samurai, pues tu ego puede cavar tu propia tumba, y no solo empuñarás un poderoso filo si se desata el contenido del sello, hay un sendero que solo la perdición del ser puede esgrimirlo"
Me extrañé, pues era más una advertencia sobre las consecuencias de liberar el contenido del sello que algo más remoto al pergamino, sin embargo, parecía que había sido escogido por el mismo. Debo de admitir que en una primera instancia dudé, por literalmente miedo, pero un rápido pensamiento intruso decidió liberar el contenido del pergamino.
- Estoy dispuesto a correr el riesgo si con ello puedo obtener el poder para conseguir mi venganza... es mi destino -
Dije, y tras ello, accioné el sello del papel. Del mismo se liberaron centenares y centenares de hilos negros intangibles, orbitaban a mi alrededor hasta fundirse con mi piel, duró unos segundos, y una última bruma negra emergió liberada yendo directa hacia Teitoku, adhiriéndose en esta hasta que la misma fue absorbida por la shikomizue. Miré mis manos y notaba mi interior diferente, algo allí cambió, blandí a la katana en aras de probar que era, y sin dudarlo, desenvainé para hacer un corte controlado en el antebrazo, pero de allí no brotó nada, al menos sangre.
Los mismos hilos negros que vi antes, ahora eran tangibles y parecían asomarse desde aquel corte, comenzaron a cerrar la abertura y en cuestión de 2 segundos. Sonreí con malicia, pues comprendía el cambio y hasta pude descifrar aquellas posibilidades que ahora estaban al alcance de mi mano. De pronto sentía como si toda esa información nueva hubiera estado en mi cabeza durante toda la vida.
- Con que es esto... y Teitoku está flagrante con su nuevo poder... OS VENGARÉ -
Kisoku Kihou
Rango C
Aprendida en 2023-11-02 03:57:23
ID: NIN209
SELLOS: SI
NINJUTSU
El usuario crea una burbuja de aire alrededor de su cabeza, lo que le permite respirar bajo el agua. Esta burbuja de aire proporciona una extensión de 2 turnos adicionales a la capacidad de retener la respiración del usuario. La burbuja tiene una resistencia de 40 puntos y puede ser destruida por jutsus que tengan un componente ofensivo (no se ve afectada por genjutsus o armas convencionales que no utilicen chakra).
Coste: 30 de Chakra.
Macabro fue cuando tras contemplar mis manos como el que se ve a sí mismo, fijé un último cometido que realizar antes de marcharme de allí, pues de nuevo, la misma burbuja de antes floreció alrededor de mi cabeza, bajé la cabeza hasta el agua y poco a poco me volví a hundir en el mar. Agilicé mi descenso hasta la oscuridad del fondo, tal y como lo hacía también en paralelo en mi interior, sin duda era una fiel metáfora hacia algo que asumía, pues ahora blandía también el poder de la oscuridad para estallárselo en la misma cara a aquellos que lo habían sembrado en mí. Raudo alcancé pronto el suelo del lecho marino, y a diferencia de la anterior vez, ya no buscaba a mi familia, aunque si que buscaba a alguien muerta.
- Ven perra, ahora pagarás tu traición ayudándome con la causa, y me devolverás cada mal que has hecho hasta el resto de mis días -
Me había desplazado hasta donde se encontraba la parte superior del cuerpo de Nakia, y a escasos pasos de su cadáver, alargué el brazo para hacer florecer de mis dedos un conjunto de hilos que agarraron el cuerpo sin vida de la hoshigaki elevándolo, abriendo su pecho y extrayendo el propio corazón. Los hilos como si vida propia tuvieran abrazaron el órgano y lo fueron deslizando entre ellos hasta hacerlo llegar a mí, se internó por dentro del ancho de la manga del yukata y fue llevado hasta mi pectoral derecho, sobre él, no té como la piel se abrió sin notar queja o dolor, el pliegue dio paso al corazón de la pobre desgraciada colocándolo en una cavidad bajo el pecho, cerrando el pliegue tras de sí tal y como hizo con el anterior corte del antebrazo.
Sonreí, pero con malicia, el oscuro camino de la venganza del nuevo Fujitora no había hecho más que comenzar.
~ Fin del acto.