Nuevo Horizonte [Melessar]
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Nuevamente, el espadachín de fuego se encontraba realizando uno de sus múltiples viajes por el mundo, cumpliendo en parte, su sueño de conocer cada aldea ninja y las habilidades de todos los Clanes que la llegan a conformar. Ahora, su próximo punto de parada era Kirigakure No Sato, la Aldea Oculta del País del Agua, una villa en la que ya había estado varias veces anteriormente siendo la primera vez, aquella ocasión en la que viajó junto a su Sensei, Akami, para visitar la Iglesia de Amaterasu, Iglesia en la que la pelirroja trabajaba como sacerdotisa.

El Uchiha caminó por los puentes de madera de los muelles del País del Agua una vez logró desembarcar luego de tomar un pequeño crucero que, obviamente, tuviera como destino aquella enorme isla rodeada de mares. Kin vestía con su vestimenta de siempre, pero acompañado de una capucha con capa que solía usar cuando salía de viaje, aquella capucha le era de utilidad en muchas ocasiones y momentos, ya fuera que quisiera pasar desapercibido como un mercader o civil más o directamente, que la capa cubriera el logo de su clan y la placa metálica de su bandana, ambos, “bordados” en las mangas de su camisa.

Una vez el espadachín llegó a las puertas de Kirigakure, fue recibido por los guardias de las puertas quienes ya conocían a Kin de algo así que solo revisaron por encima sus documentos para verificar que todo estuviera en orden antes de dejarlo ingresar a la villa. Kin como siempre, hizo una reverencia respetuosa hacia los guardias y siguió su camino a paso lento para adentrarse en Kirigakure.

¿Cuál era el objetivo de visitar Kirigakure ahora? Era muy simple, aquella misión en donde el Uchiha, junto a una chica Onikuma de nombre Yuta y una de sus actuales discípulos, se enfrascaron en la búsqueda de una seta para ganar un concurso que solía festejar se cercano a las fechas navideñas en el País de la Hierba. Justo en ese concurso, había conocido a Melessar, un chico de cabellos blancos y de personalidad amable que había ganado el concurso luego de lograr arrebatarle la seta a uno de los concursantes. Kin compartió algunas palabras con el albino durante la fiesta que se hizo al término de la competencia y se interesó en él, en su aldea y en las habilidades que podría tener aquel chico, ¿Pertenecería a algún clan de Kirigakure?, eso no lo sabía, pero quería descubrirlo y llenarse de conocimiento como siempre había querido.

(Supongo podré verlo en la plaza, sería una suerte que logre verlo justo ahora en mi primer día de visita aquí)

Pensaba Kin mientras caminaba por las calles de la aldea para dirigirse a la plaza principal, ahí, siempre era muy concurrido por los aldeanos de la villa, igual y tenía suerte para encontrar a Melessar rápidamente ese mismo día, de lo contrario, tendría que comenzar a crear clones y preguntar por el chico a todo aquel que viera para poder encontrarlo y conocerlo más
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Última modificación: 19-01-2024, 10:30 AM por Melessar.
El día se tornaba realmente nublado, no parece que fuera a llover ya que a pesar de la intensa niebla uno se termina por acostumbrar y desde la ventana de la pequeña casa no veía rastro alguno de nube de tormentas, una pena.

Una vez terminada las labores de la casa de limpieza y anteriormente haber preparado el almuerzo, unas simples bolas de arroz con relleno de atún, no era el mejor del mercado pero si fresco del día, mi intención es pasar el día fuera ya que lo tengo libre después de tanto viaje a causa de las misiones, me merecía un buen descanso pero todo un día encerrado en casa es algo que no puedo aguantar, sobre todo cuando pinta tan estupendamente como este aun a falta de lluvia.

Me atavío con mi kimono, blanco y con estampados rojos y negros de hojas y alguna que otra flor, eso y una mochila con la comida y algunos utensilios ya que a lo mejor voy a practicar un poco, un termo con té rojo y un par de botellas de agua, todo listo y en orden, decidido salgo de casa.

Antes de salir de la villa y como es casi rutina en mi ya, me suelo pasar por la plaza central para saludar a algunos músicos ambulantes que andan por allí, ya conocidos de haber tocado con ellos incluso entablado conversación con una buena taza de té caliente, son gente maravillosa y grandes músicos, así que como costumbre me dirijo hacia allí para ver quienes están y acompañarles un rato con mi shakuhachi.

Las calle comienzan a cobrar vida, dada a las horas es normal, los comercios llevan un rato abiertos y los que no están abriendo ahora, saludo a algunos por la calle, una pareja que eran compañeros míos de la academia, todos sabíamos que iban a acabar juntos, era muy descarado ya que desde pequeños andaban el uno detrás del otro, podría decir que me alegra pero en mi caso ese tipo de relaciones no estaban echas para mi, el vivir atado a un solo ser, a lo mejor es que todavía no me ha llegado el momento como he escuchado varias veces, espero que no llegue.

- Buenos días Hikari - saludo con una gran sonrisa a una conocida que ya está en la plaza con su laúd, es increíblemente hábil con ello, algo normal dado que es su profesión y ha dado grandes actuaciones con bandas muy conocidas en la villa.

- Vaya Melessar que alegría verte - responde mientras termina de afinar el instrumento - ven siéntate

Me siento al lado de ella, a un lado de la gran fuente central, la cual majestuosa con esos decorados de animales marinos, una gran serpiente marina alrededor como subiendo desde debajo de la fuente hasta la parte de arriba terminando por dividirse en varias cabezas las cuales no paran de echar agua hacia el interior, si te fijas en el agua encontrarás peces de la región, algunos tan grandes que hacen ver que llevan bastante tiempo.

Saco el termo y le ofrezco a Hikari un poco del té que he preparado la cual con una gran sonrisa lo acepta y lo agradece, conversamos un rato mientras terminamos la bebida, hace tiempo que ella no venía por aquí y era porque ha estado de gira con una banda tocando en varias partes del país del agua, no me extraña dada su gran habilidad para este arte, yo soy un mero aficionado al lado de ella y del resto que conforman la plaza, poco a poco algunos más van llegando, saludándonos y poniéndose en sitios estratégicos para no pisar a los demás con la música, pero a veces como por arte de magia las melodías de cada uno se mezclan formando una música realmente impresionante.

- Bueno, manos a la obra - Hikari se acomoda junto a su laúd - que empiece el espectáculo

Saco de mi bolsillo interno la Shakuhachi, aquella flauta heredada de mi madre, de un blanco perlado, Hikari sonríe al verla, siempre  le ha gustado ese instrumento por la peculiaridad, ya que está echa de hueso y además según ella suena demasiado bien produciendo el sonido totalmente puro, es de agradecer que una profesional alabe de esa forma lo que para mi es algo tan querido como la flauta que porto en mis manos.

No hacen falta las palabras entre los dos, no es la primera vez que tocamos juntos y nos compenetramos muy bien, ella me deja empezar, llevándome la shakuhachi a los labios, cierro los ojos y me dejo llevar.


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La plaza de Kirigakure en la que se encontraba el Uchiha poco a poco comenzó a llenarse de gente, personas normales que caminaban de un lado al otro, y también uno que otro ninja con la bandana de Kirigakure haciendo algunas rondas de patrullaje o eso suponía Kin. Los comercios de los alrededores comenzaban a abrir y la gente llegaba a comprar, pero ninguna de esas caras le eran conocidas y obviamente, ninguno era Melessar

(Bueno, a decir verdad, esta estrategia es un tanto ineficiente a la hora de buscar a alguien en medio de una Aldea enorme, Melessar podría estar en cualquier lado de esta villa)

Kin se recargó en el respaldo de la banca en donde estaba sentado, pensando en alguna forma efectiva para poder llegar al chico de cabellos blancos, pensó en varias cosas, la más fácil sería ir preguntando de persona en persona para ver si alguien lo conocía y pudiera darle información sobre la ubicación del Kaguya, eso tardaría su tiempo si no fuera porqué Kin disponía de los clones, una técnica que lo ha salvado en más de una ocasión pero aún así, no se daría abasto para crear tantos clones y buscar

(Tengo hambre, debería comer algo antes de planear la búsqueda)

El Uchiha se disponía a retirarse de la plaza, pero no lo hizo pues sus oídos captaron una armoniosa melodía que provenía de una zona un poco alejada de la plaza, al espadachín le agradó bastante la melodía así que decidió acercarse. Grata fue su sorpresa cuando se topó con el dúo que entonaban en compañía de sus instrumentos aquella música, pues uno de ellos era Melessar. Kin agradeció la suerte que tenía y hasta el hambre se le pasó en cuanto encontró al chico.

El Chunin se acercó a ellos junto a uno que otro aldeano que disfrutaban de la música de Melessar y Hikari, una vez ahí, Kin esperaría a que ellos terminaran con su espectáculo antes de hablar con ellos
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Hikari realmente es fantástica, tan solo me limito a seguir la melodía que ella toca con gran facilidad, como si fuera algo tan natural como respirar, yo tengo que centrarme y dejarme llevar, no tengo su habilidad tan magnífica, esa es la diferencia entre un aficionado y un músico profesional, noto como naturalmente varias personas empiezan a acercarse a nosotros, algunos conocidos de ella tras verla varias veces tocar, en mi caso obvio a esas personas, no me gusta que me rodeen y miren, en el caso de Hikari es todo lo contrario, a ella eso le da más fuerzas para seguir.

No puedo evitar mostrar cierta sorpresa cuando la canción termina y observo a los transeúntes que se han acercado para vernos o escuchar la música, uno de ellos mas que un simple transeúnte es un shinobi y no uno cualquiera, lo que más me extraña es que hace por estos sitios ya que pertenece a Konoha como buen miembro del clan Uchiha, temido y buscando por todo el mundo.

- Discúlpame Hikari - me levanto mientras la miro sonriendo - tengo que irme

- Que pases un buen día y gracias por acompañarme - responde con la alegría de la que siempre hace gala.

- ¿Kin? ¿Qué haces por aquí? - me acerco al Uchiha a la par que le ofrezco la mano con una gran sonrisa - bienvenido a Kirigakure aunque seguramente ya hayas estado

Me alejo de Hikari y el tumulto que se genera a su alrededor mientras invito al Uchiha a sentarse en uno de los bancos pegados a la fuente central, el sonido del agua caer junto a la música de Hikari lo hace aun más mágico, saco el termo y le ofrezco una taza de té caliente a Kin, a juzgar por su vestimenta no está acostumbrado al frio, seguramente esto le venga de perlas para paliar el frio y la humedad del ambiente, algo que para los que vivimos aquí es algo normal y no nos afecta pero a la gente de fuera si parece afectarle.

- Espero que no hayas venido para vengarte por aquel incidente en el bosque con mi clon - suelto una pequeña risa al recordar ese momento y como a raíz de la explosión una carpa casi se come a la pequeña Yuta que estaba ahogándose en aquel lago, menos mal que Kin estaba para socorrerla - ¿estas de misión o es un viaje de cortesía? en caso de lo segundo te puedo hacer de guía por esta bella aldea si gustas
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La bella melodía resonaba por toda la plaza de Kirigakure No Sato atrayendo la atención de los residentes de la villa los cuales comenzaron a acercarse y rodear al dúo musical para disfrutar más de cerca de la música que ellos estaba haciendo, Kin no estaba tan cerca de la bolita de personas pero tampoco estaba lejos y aún era visible para los músicos en caso de que ellos se fijaran un poco y así fue, Melessar pudo distinguir a Kin entre la “multitud”, dejando de tocar junto a la chica para salir de ahí y acercarse al Uchiha con un gesto amable, muy típico en él

- Hola Melessar, ¿Un día bonito, no? Y sí… ya eh estado aquí varias veces, aquí vivió mi antigua sensei, la que me enseñó la mayoría de cosas que sé -

El Uchiha acompañó a Melessar hasta un banco cercano a Hikari, un banco en donde aún se podía escuchar su melodía y que el Uchiha disfrutaba mucho, era algo muy estimulante para sus oídos. Kin aceptó amablemente el Té ofrecido por al albino de los Kaguya y agradeció por él. Inicialmente, el Uchiha planeaba revelar su verdadero motivo de ingreso a Kirigakure más tarde pero el Kaguya aceleró la conversación de manera satisfactoria al mencionar la posibilidad de que el Uchiha se encontraba en Kirigakure para vengarse por el atentado del clon en el bosque del País de la Hierba aunque también, el albino se ofreció para dar un pequeño tour por la aldea, un tour que le venía bien al Uchiha ya que aunque había visitado antes la aldea, nunca había tenido tiempo de explorarla a plenitud

- No te preocupes, no vengo por lo del clon, es más un viaje de cortesía como bien dices. La plática que tuvimos al finalizar aquella misión en el País de la Hierba me hizo interesarme mucho más en Kirigakure y en especial en tu clan, los Kaguya tienen una buena fama, aunque desconozco sus habilidades y uno de mis objetivos en la vida es poder explorar todas las aldeas ninja y conocer las habilidades de todos sus clanes. El tour me vendría bien pero antes de eso quería ofrecerte algo… -

Las palabras de Kin se llenaron de determinación, sabía que aquello era una oportunidad única de explorar a fondo las habilidades de los Ninjas de Kirigakure y conocer a profundidad al Clan Kaguya o al menos sus habilidades y no con malas intenciones, simplemente buscaba conocer todo por simple amor al arte

- Eres alguien astuto y habilidoso a mi punto de vista, pero creo que esas habilidades pueden crecer aún más, es por eso que te ofrezco ser mi Discípulo… así tendríamos un trato interesante, tú me enseñas todo sobre tu cultura Kaguya y la de Kirigakure y en “pago” yo te ayudo a incrementar tu poder -

La última palabra estaba en el Kaguya, Kin había cumplido con ofrecer su trato, pero el aceptar o no estaba en manos de Melessar. Luego de eso, fácilmente podrían tener aquel tour ofrecido por el Kaguya
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Resulta que la maestra de Kin era nada mas y menos que alguien de esta misma villa, no me había dicho nada el día que nos conocimos al saber que era de Kiri, no quiero entrar en detalles de quien seria su maestra pero sabiendo que acogió a un Uchiha como él de alumno no me cabe duda de que tiene que ser una maestra realmente fuerte y experimentada, o puede que ya no estuviera con vida, en este mundo todo puede pasar y cambiar de un día para otro, la paz de hoy puede ser la guerra de mañana.

- Vaya, no sabia que tu maestra pertenecía a Kiri, entonces te conocerás la villa pero seguro que hay un sitio donde no te llevó - le guiño un ojo a Kin

Dado que no estaba aquí por ninguna misión su viaje es meramente de cortesía, tal vez viene a visitar a su antigua maestra o simplemente viene de turismo o incluso en una misión secreta y por eso no puede compartir nada de información conmigo, si es turismo y conociendo a Kin y su lado pervertido seguro que le gustará lo que tengo planeado.

Entonces desvela sus intenciones, simplemente es alguien que busca sabiduría y conocer todas las técnicas posibles del mundo ninja, poder y conocimiento en ambas partes, claro está que ese sueño es bastante difícil ya que las villas ocultas son bastantes reacias a enseñar sus técnicas a gente de fuera, pero teniendo esos ojos tan extraordinarios de su clan ese sueño es más fácil, tan solo tiene que observar a ninjas de otras aldeas ejecutar sus técnicas, ya sea combatiendo como en una misión o si es inteligente y se las apaña para colarse en los exámenes Chuunin de las villas saldría con un gran repertorio, sin duda esos ojos que posee Kin son dignos de temer.

- La verdad no me esperaba que alguien con tu potencial me diga algo así - sonrío al escuchar en su boca que soy habilidoso cuando yo nunca pienso eso, si no que me queda mucho por aprender - pero si quieres conocer la cultura de mi clan es algo difícil, con gusto te explicaría la historia de nuestro clan, el auge y la caída del clan Kaguya, pero no creo que puedas replicar nuestras habilidades incluso con esos ojos que posees, pero con mucho gusto aceptaré ser tu discípulo y poder aprender el uno del otro resulta muy interesante

Por mucha habilidad que tenga el clan Uchiha a la hora de copiar las técnicas de los otros hay algo que esos ojos no podrán replicar jamás y son los Kekke Genkai, no creo que el propio Kin pueda llegar a sacarse con naturalidad un hueso de su cuerpo sin morir en el intento, pero si quiere aprender alguna técnica de la villa de la niebla, cosa que me extraña al saber que su maestra pertenece a la misma Kirigakure no le haya enseñado nuestras técnicas mas importantes, técnicas de ocultación y asesinato sobre todo, pero la idea de que Kin pueda enseñarme algo supondrá un gran avance para mi carrera y sobre todo para mi objetivo el cual no debo de revelárselo a él ni a nadie, no quiero que la villa ni nadie se implique con esos sectarios carentes de voluntad y humanidad, sobre todo con el cabecilla de dicho grupo, ese cuello será rebanado por mis propias manos.

- Bueno, si gustas sígueme y podremos celebrar nuestra unión entre maestro y alumno como se merece - me levanto mientras voy tranquilamente andando hacia el interior de la zona comercial con la certeza de que mi nuevo maestro me seguirá intrigado por lo que voy a mostrarle - seguro que tu maestra no te llevó a este sitio

Mi objetivo eran los baños termales, pero no unos cualquiera, si no el más grande y antiguo de toda la villa, sus aguas curativas son únicas prácticamente en el mundo por el tratamiento y la mezcla de hierbas y demás que posee el propio agua de esas termas, muchos enfermos acuden a esos baños para recuperar tanto sus heridas físicas como mentales, así como ese efecto tan mágico de aliviar el cuerpo y la mente.
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- Entonces conoces uno de los limitantes del Sharingan y es cierto, no podemos copiar técnicas que requieran un Kekkei Genkai, un Doujutsu o similares, hasta las cosas más geniales tienen sus desventajas -

Con eso, Melessar aceptó ser el Discípulo del Uchiha, cosa que a Kin le llenó de satisfacción, ambos podrían aprender del otro y eso ayudaba mucho a Kin para cumplir su sueño de conocer todo sobre las aldeas ninja. Además, Melessar era alguien sumamente interesante y habilidoso a los ojos del espadachín y ese sentimiento de querer ayudar siempre estaba presente quedando demostrado al momento de ofrecerse para ayudar al Kaguya a explotar sus habilidades, convertirse en un guerrero más poderoso y que en algún momento pueda cumplir todas las metas que tenga fijadas, aunque de momento Kin desconocía sobre ellas.

Por otro lado, el integrante de los Kaguya ofreció a Kin celebrar su nueva relación de Maestro-Alumno llevándolo a un lugar que, según él, Akami nunca le dio la oportunidad de conocer y en parte era cierto, la pelirroja y el Uchiha solo se dedicaban a entrenar la mayor parte del tiempo que se encontraban en Kirigakure así que, al menos en ese tiempo, Kin no pudo conocer mucho sobre la Villa Oculta de la Niebla.

El Uchiha sonrió mientras se levantaba y caminaba detrás de Melessar, siguiéndolo de cerca con la intriga de saber cuál era ese lugar al que el Kaguya quería llevarlo. ¿Un área de Combate?, ¿La Academia?, ¿Un Río?, el Chunin lo desconocía totalmente, pero estaba a punto de descubrirlo y vaya que aquel lugar podría gustarle tanto como Melessar dijo. Kin podría parecer alguien muy recto y serio y en parte por era, pero lo que no podía evitar era sacar de vez en cuando ese lado pervertido que la mayoría de hombres tienen, incluso el propio Melessar podría tenerlo…
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- No conozco los límites del sharingan pero si esos ojos pudieran copiar la genética tan "peculiar" - guiño un ojo - serían realmente unos ojos prodigiosos y temidos de verdad, aunque si pudieras imitarme tal vez no te gustaría - hago una pausa mientras esbozo una sonrisa maliciosa - al no ser que te guste el dolor

Tras mis palabras continuo el camino hacia aquellas aguas termales, la mas vieja y antigua de toda la villa, nada mas llegar al gran edificio compuesto de varias plantas me paro mirando el sitio, una construcción bien conservada ya que conserva la arquitectura original, los acabados de madera y la piedra dan a ver las generaciones de ninjas que han pasado por ese edificio, antes de entrar voy a unos de los lados del edificio, concretamente a la parte izquierda donde acaba en una especie de callejón donde no pasa mucha gente, conozco este sitio y la estrategia a hacer ya que fue una de las gamberradas que un compañero de clase nos mostró a los chicos con fines obviamente tan predecibles por la técnica que estoy a punto de ejecutar.

- Henge no jutsu

Nada mas terminar abrocho con fuerza el kimono entre los grandes pechos que ahora tengo, la verdad es bastante incomodo caminar con algo como esto y evitar que el kimono se abra en par mostrando los senos a todos el mundo, alabo a las mujeres por tal paciencia a la hora de vestir y gastar cuidado en estos aspectos, tampoco me había esforzado mucho en la transformación, solamente la cara con ciertos rasgos femeninos y un abundante pecho que hace denotar de que sexo soy, o al menos, aparento ser ahora mismo.

Observo que Kin intenta mantener las apariencias ante mi transformación, hace ya un par de años que no hago esto y nunca solo ya que solamente íbamos de vez en cuando los chicos de clase para evitar que fuéramos tan descarados y nos descubrieran, la táctica mas sencilla y simple suele ser la menos llamativa, si intentas colarte con una técnica de ocultación seguramente seas descubierto ya que todos conocemos esas técnicas y en Kirigakure somos expertos en la ocultación, por eso es mejor no ir oculto si no a la vista, hacerle creer a la recepcionista que eres una mujer más y una vez allí disfrutar con las vistas, seguro que esto le gusta al pervertido de mi maestro al cual ya lo pillamos aquel día en los baños mixtos haciéndome ver que además de pervertido es un poco torpe, tal vez se pone nervioso en estas situaciones y por eso termina cagándola, por eso esta vez le voy a enseñar a mantener la cabeza y la mente fría, es primordial si no quieres ser descubierto y siendo alguien de fuera tal vez no acabe tan bien, no quiero quedarme sin maestro en menos de veinticuatro horas.

- Vamos sensei, lo importante es no ponerse nervioso - me acerco juguetón a él y justo cuando paso por su lado le susurro - le espero dentro

Sin esperar a Kin ingreso en las aguas termales, tal y como espero la recepcionista con una sonrisa me da la bienvenida y tras el pago me invita a pasar a los baños, antes de ingresar le digo que una amiga llegará en breves y que corre por mi cuenta, siempre y cuando Kin se arme de valor y me haya seguido, espero que al menos con un buen disfraz.

- No debe de quedarle mucho, como siempre llega tarde y prefiero esperarle dentro mientras me relajo - le comento a la recepcionista de los baños.

Una vez llego a la zona de las taquillas guardo la ropa y demás utensilios y procedo a ponerme la toalla, bastante difícil con tremenda delantera, no estoy nada acostumbrado y espero que no se me caiga la toalla como suele pasarle a las mujeres al más mínimo movimiento, no creo que pase nada estando rodeando de tantas mujeres pero sabiendo que va a estar Kin no quiero que se alarme y acaben por descubrirle, una vez correctamente tapado me quedo esperando a que mi maestro aparezca en las taquillas para ir "juntas".
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Ambos ninjas caminaron por las calles de Kirigakure, alejándose de aquella plaza hasta llegar a un lugar que Kin frecuentaba en sus viajes y no era porqué aquellos lugares le gustaran, le gustaba lo que pasaba justo dentro de ellos.

- Unos baños termales… parece que aún no olvidas aquello que pasó en Navidad -

Fueron las palabras del Uchiha mientras miraba con detenimiento la bonita y cuidada estructura que tenía en frente. Parecía que el plan era colarse en el baño de mujeres y poder apreciarlas en su mejor forma, lo cual fue confirmado por el Kaguya al transformarse en una versión femenina de él, grandes atributos y un atractivo físico bastante alto. El Uchiha alzó sus manos hasta su pecho y dio pequeños aplausos ante la gran idea que había tenido Melessar y que, por alguna razón, a él nunca se le ocurrió

- Una estrategia bastante decente si me lo preguntas, creo que hoy me enseñaste tu a mí -

Kin mantuvo la calma ante el acercamiento juguetón de su ahora discípulo, tenía apariencia de mujer, pero no lo era realmente y obviamente, Kin tiene interés por el género femenino así que sabiendo eso decidió mantener la calma ante las “insinuaciones” de Melessar. El Uchiha asintió con la cabeza y realizaría el mismo jutsu que él Kaguya, una transformación de cuerpo. El espadachín ahora se veía como una mujer, sus ropas incluso parecían no quedarle y ser de tallas más grandes debido a su delgado cuerpo, importando poco, el Uchiha caminaría hasta la entrada de los baños termales y gracias a la recepcionista, supo que Melessar le había pagado la entrada

(Creo que le debo una con esto)

Pensó Kin mientras agradecía amablemente a la chica y se proponía ingresar a los baños termales femeninos. La emoción comenzó a escalar en su cuerpo, no podía ocultar que aquello le hacía feliz y era uno de sus hobbies favoritos, aunque no el más decente. El nuevo cuerpo del Uchiha no era tan voluptuoso así que el problema de la toalla no era la gran cosa. Finalmente, Kin se reuniría con Melessar para poder ingresar juntos a las termas y al menos por parte del Uchiha, darse su festín de ojo
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