[BINGO S HALLOWEEN] EL DEMONIO DISFRAZADO DE HOMBRE.
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30 de octubre, 18 D.K.
Pequeña aldea en el País de los Ríos
23:45 pm.
La oscura noche envolvía la pequeña aldea en un manto de terror. Sus calles, antaño llenas de vida, ahora yacían desiertas, marcadas por la opresión impuesta por Haruka Tenbin. El sonido de cadenas resonaba en el aire, una sinfonía siniestra que marcaba la esclavitud impuesta a los lugareños. Cientos de almas atareadas apilaban cajas saqueadas de la cercana fábrica de armas ahora vaciada por la banda del ninja demoníaco en los almacenes de la aldea. El ambiente estaba enrarecido, saturado de miedo y sumisión.

Haruka, con su presencia imponente, deambulaba por las calles con una mezcla de deleite y perversidad. Su piel morena y ojos brillantes reflejaban la crueldad que desataba sobre aquel lugar. Las sombras de los edificios parecían murmurar temor, mientras los comercios cerrados narraban la historia de una economía devastada.

En el centro de la aldea, soldados imperiales, atados y expuestos a la luz de la luna desde hacia días, constituían una advertencia viva de la brutalidad que aguardaba a quienes desafiaban al monstruo. La hija del dirigente imperial, también prisionera, miraba con ojos desesperados mientras las sombras de la noche ocultaban sus lágrimas. mientras las múltiples patrullas de bandidos recorrían el pueblo.

Emitidos desde la cercana Tigakure, avisos por parte del imperio se habían emitido a varias aldeas con una única misión asesinar al ninja demoniaco, todas las potencias cercanas habían recibido el aviso, y los pocos lugareños aun leales al imperio esperaban con ansia la llegada de alguien que los liberará de su horror.

Los rumores sobre la llegada de shinobis del imperio para detener a Haruka se extendían por la aldea. Los lugareños, divididos entre el miedo y la lealtad, anhelaban el desenlace de esta pesadilla.



31 de octubre, 18 D.K.
Pequeña aldea en el País de los Ríos
00:30 am.
La noche avanzaba, y la primera avanzada de shinobis del imperio se deslizaba sigilosamente hacia la aldea. Los edificios, testigos mudos de los horrores que albergaban, parecían encogerse ante la inminente confrontación.

Haruka, alerta a cualquier amenaza, deambulaba por los pasillos del que alguna vez fue el palacio municipal. Su risa maníaca resonaba entre las paredes, una cacofonía de locura que llenaba la atmósfera. Sus habilidades letales, afiladas como cuchillas en la oscuridad, estaban listas para enfrentar cualquier desafío.

Los shinobis, en parejas, se aproximaban desde distintas direcciones, conscientes de que la misión no solo implicaba eliminar a Haruka, sino también rescatar a la hija de un importante dirigente imperial. La oscuridad se convertía en su aliada, pero el desafío que tenían por delante era monumental.

Haruka, sin embargo, no era ajeno a la intrusión. Los informantes leales entre la población acompañados de los vigias en las patrullas habían alertado al monstruo sobre la inminente llegada de los imperiales.

El majestuoso edificio se preparaba para convertirse en el escenario de una batalla titánica entre el mal encarnado y la esperanza del imperio. La tensión se palpaba en el aire, y el destino de aquel rincón olvidado del mundo shinobi pendía en un delicado equilibrio.


Lamentablemente para los invasores, está noche, solo la sangre imperial fue derramada.




Off



 
[Imagen: XHDVgN8.png]
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Crujían las ramas del suelo en el bosque que rodeaba esas murallas de madera, en la oscuridad sé movían unas sombras negras por 2 diferentes lugares...Los dos sé adelantaron hacía las murallas sin ser detectados, sus rostros eran irreconocibles por un abrigo ligero con capucha que oscurecía sus rostros. Uno de ello era bastante alto. Y hablaremos de él primero...Con proeza subió a la muralla sin resistencia, sabría que estaban un par en vigilancia, así que tomó de desprevenido a cada uno de ellos saltando frente a él, sin antes sacar un bastón alargado que de un golpe que fue de izquierda a derecha golpeó a 2 de ellos en la cabeza, noqueándolos, el de atrás de él observó impresionado, y no pudo emitir ruido absoluto que una alargada cola albina sé enrolló en su garganta apretando, y asfixiándolo. El de su derecha, también, pero otro golpe de bastón lo durmió completamente. Poco más de unos segundos el escuadrón fue neutralizado. –Linea 1, abatida. Cambio y fuera.– Tocó un botón encendiendo la radio, y emitiendo su progreso a su compañero.

Por el otro lado de la muralla, el lado B lo podríamos llamar, el lado derecho. El que es más pequeño hizo lo mismo, su subida fue invisible para alguien normal. Con su cuchilla ascendió de forma sigilosa, aunque más sangrienta. Tomando de desprevenido, dando estocadas al pecho del primero que vio, arrojando su cuchilla al más lejano, y usando sus habilidades en darles unas patadas que los dejó mal heridos. Así teniendo la entrada libre si ocurre algún problema. La radio que tenía en su cintura, que a la vez tenía conectado con un aparatito que era como un auricular en su oído izquierdo, el plan iba correctamente. –Linea 2, abatida. Cambio.– Lo decía en susurro, pero lo que iba hacer ahora era un poco más arriesgado, sin embargo, necesitaba hacerlo así ahorrar tiempo, y que lo descubran. De su porta kunai saca 4 kunais, concentrando en esos 4 objetivos, los tira con eficacia y garra, sin enterarse, fueron a la garganta de ellos y con éxito pudiendo disminuir el cansancio en esta misión tan crítica. –Linea 3, abatida. Faltan 2 lineas más, esperemos llegue el refuerzo deseado. Cambio, y fuera.– Primera parte del plan, hecho. Alegre en su sonrisa oculta. El simio a la izquierda, bajó tomando un recorrido rápido a esconderse detrás de una casa, debía poder acomodarse totalmente para siguiente parte de la misión...El Sarutobi debía hacer lo mismo. Desde que avanzaba sin ser detectado, observa a los rehenes. Debía ayudarlos...Ahora mismo, teníamos que aprovechar antes que veamos al pez gordo. –Recuerda, nuestra misión es huir con la hija del político, es un pseudo-Jinchuriki...debemos ser precavidos, y no enfrentarlo cara a cara. Ahora ayudar a los rehenes, y próximamente, encontrar el paradero de la niña.– Debía ayudar a los más necesitado, no estaba muy seguro de sus capacidades si él piensa en su interior. Desea poder tener apoyo.

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personaje
  


Resumen




    
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Pequeña aldea en el País de los Ríos.
0040 AM
.
Rhooh, se encontraba en la necesidad y obligación de conseguir ingresos para la organización Kakusei. Pues, era importante que tuvieran el dinero suficiente para iniciar sus maniobras militares y ataques. Ya era conocido en el bajo mundo por criminales de poca monta, así que luego de ser contactado por el jefe de una pandilla, el desertor llegó a un acuerdo con ellos. No estaban asociados a la Yakuza, tampoco trabajaban para rebeldes o Imperiales, no son más que una mera pandilla independiente que cuenta con bastante dinero para llevar a cabo sus actos delictivos. ¿Cuál era el objetivo del Jōnin? Tenía que liberar a la Aldea del Demonio que los atormenta y entregar a la damisela peligro al jefe de la pandilla, llamado Gōtetsu.


Los horas pasaron con su habitual tranquilidad. Rhooh, no se le hizo difícil estudiar el terreno para dar con el Demonio. Sin embargo, no era fácil de encontrar, muy astuto, un Shinobi como ese no se dejaría poner una mano encima tan fácil y por supuesto no cometería errores. Entre una exhaustiva búsqueda, trató de evitar ser visto, aprovechando la oscuridad de la noche. No quería que las tropas Imperiales arruinaran sus malévolos planes para conseguir mucho más dinero y apoyo de diferentes pandillas. 


Cada paso era único y minucioso. Entren las sombras, esperaba que los Imperiales se adelantarán tanto como quisieran, usándolos como cebo para dar finalmente con Haruka y interrogarlo para dar con el paradero de la fémina desaparecida. En el fondo creía que sus antiguos compañeros ya tenían varias ideas en mente, así que sólo les bastó con seguirles el paso, evitando a toda costa ser descubierto.
[Imagen: sephiroth.gif]
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31 de octubre, 18 D.K.
Pequeña aldea en el País de los Ríos
00:30 am.

Killua, partio de Kumo en el primer dirigible, derecho al pais de los rios, donde una nueva mision se le presentaba. El objetivo era cazar a un shinobi de alto rango y peligrosidad y rescatar a una doncella en peligro. El peliblanco, perteneciente a la facción criminal y por lo tanto contratado por la misma, debía infiltrarse en el pueblo de Hakuya, sin levantar sospechas y completar sus objetivos a como de lugar.

El yotsuki, ni lento ni perezoso, se movió entre la oscuridad de la noche hacia la entrada Sur de la aldea. Antes de entrar, necesitaba una coartada, así que embosco a un vendedor ambulante que andaba por la zona y se disfrazo como el, usando un Henge.
Henge no Jutsu


Tras tener su disfraz listo, entraría por la entrada Sur, tratando de no levantar sospecha de los guardias y patrullas de la zona, buscando un perfil bajo y poco sospechoso, como un vendedor más que regresa a su hogar después de una larga jornada.
De lograr su cometido inicial e infiltrarse en la ciudad, su segundo objetivo seria buscar al tal Haruka Tenbin. No contaba con mucha información así que de momento solo observaría a sus alrededores, buscando orientaciones y analizando las defensas del enemigo. De ser posible, intentara dirigirse hacia el palacio o el edificio que aparente ser el más importante.

resumen
-Hablo-
"Pienso"
pasivas
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La llegada de los diferentes grupos de bandidos a las murallas había creado una atmósfera tensa. La oscuridad se cierne sobre el pueblo, pero él, sumido en sus aposentos, aún no detecta la inminente amenaza.


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Kazu

Mientras las figuras encapotadas que con facilidad asesinaron a los vigías se adentran en el poblado, un grupo de aldeanos que se encuentran entre las casas y pasillos miran con horror caer los cadáveres, extrañados miran con miedo al Sarutobi y su compañero mientras entre ellos murmuran temerosos.

Kazu, al notar la mirada de desconfianza de algunos civiles, debería comprender la importancia de ganarse la confianza de la población.

De la multitud que murmuraba en dirección a Kazu y su compañero, un niño, no mayor a diez años corre en dirección opuesta a los dos ninjas mirando atrás con miedo y esperando no ser notado por los asesinos.

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Rhoo
Rhoo, el desertor, se movía con cautela, usando las sombras de la noche como su aliado; siendo el único que ha pasado totalmente desapercibido, decide aprovechar su ventaja para infiltrarse aún más en el pueblo. Su mirada calculadora se cruza con la de un comerciante mientras se acerca a la zona del centro del pueblo donde los imperiales yacen victimas de su tortura aún atados, un hombre de mirada astuta que parece ser el único que se ha percatado de los gráciles movimientos del shinobi le dirige unas palabras, -Ten en mente que así siempre acaban los que vienen con aires de justiciero-.
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Killua

Killua, bajo la apariencia de un vendedor ambulante, se infiltraba en el pueblo desde el sur. Sin embargo, la gente del Tenbin conoce a todos los mercaderes con permiso de ingreso a la zona, un movimiento en falso podría romper su mascarada. A medida que ingresa a las puertas de la burdamente amurallada ciudad un campesino, envalentonado con el titulo inútil  de guardia de la puerta se acerca -Nadie me avisó que vendrían mas mercaderes, ¿Identificación?-.

Killua, al acercarse al centro del pueblo, se percata de la tensión palpable en el aire. La mayoría de los ciudadanos ha evacuado la zona, pero algunos valientes permanecen, mirando con miedo y curiosidad al vendedor que, aparentemente, ha decidido no abandonar su puesto. Killua, aprovechando su disfraz, se acerca a un grupo de refugiados para obtener información sobre los movimientos de los bandidos y la ubicación de la hija del político.


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Mientras esto sucede, al centro del pueblo. La mayoría de los ciudadanos ha evacuado la zona, mientras son arrastrados por los bandidos a ordenes de Hakuya a las zonas de almacenaje mientras un grupo de los mismos bandidos comienza un patrullaje para traer a los campesinos faltantes.
[Imagen: XHDVgN8.png]
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Su ingreso fue muy silencioso, pero visible para un grupo de civiles, no había tenido en cuenta el problema de que los civiles seguían en la colonia, algo que lo hizo cambiar los planes que tenía pensado principalmente, Senra no tendría esto en mente, ya que su mente estaba en algo no tan atento a lo que ocurría. El Sarutobi debía ser lo más rápido en contener a las personas por sí gritaban o hacían algo que su espionaje fuera terminado, y todos sepan de su ubicación, al igual del inminente Pseudo. Él espía de Konohagakure bajó con mucho cuidado.

Muon Satsujin Jutsu


Llegó hasta el suelo, y cuando vio al joven nene que corría con miedo de mí, se me cerró levemente la garganta, ¿Lo veían así por estas acciones?, si tuviera su edad haría lo mismo, ver como caen, seguramente él chico no entienda lo que sucede, pero no podía dejarlo que corra, pero mucho menos perseguirlo, su grito será evidente, y la gente que lo veía igual. Decidí agacharme flexionando mi talón lo máximo posible, y desvelé mi cara, con mi mano izquierda y el indice firme apuntando a mi placa de Konohagakure, decidí acercarme lentamente mientras reducía el volumen de mi voz para que me escuchen. –Mi llegada fue para liberarlos, liberar a los imperialistas esclavizados, a ustedes mismos. Mis puños solamente son para los malos para defender al pueblo que desea libertad. Por favor, no griten, solamente esperen minutos que les concederé la esperanza que tanto anhelan.– Terminó su confesión para que entiendan, a lo lejos, sé escuchan gritos de mujeres, hombres y niños. No entendía que pasaba, así que decidí esconderme detrás de una casa plantando mi espalda sobre los ladrillos del hogar, observando a la familia del niño de 10 años. Elevando mi dedo a mi boca, y haciendo el típico sonido de "shh", así puedan hacer silencio. Al fondo de los pasillos sé escuchaban unos cuantos que desean llevarse a los que quedaba del pueblo para meterlos en un cubículo. Con mi presencia siento un escalofrío, estaban cerca. 

De mi bolsillo saco la cuchilla de Chakra, y me abalancé por ese pasillo angosto no con tanto espacio, y la luz de la luna no entraba exageradamente, y la oscuridad era reflejada como lugar de esconderse. Par de segundos pasaron, hasta verlo al Sarutobi en el otro lado del pasillo, con su abrigo negro con bastante manchas rojas, su cuchilla repleta del líquido carmesí. Debía acercarse si o si a los imperialistas para salvarlos, sería uno de sus puntos principales, pero debía enfocarse más en donde estaban, había bastante revuelo de griterío incesante, bandidos que recorrían buscando más civiles y arrastrándolos como si fueran animales. –Debo hacer algo más, esos imperialistas serán victima de sus consecuencias, sin embargo, debo darle una esperanza extra.– Aunque divagaba en su mente, sus ojos vieron una notable y rubia cabellera a donde estaban los imperialistas, ¿Sería una ayuda de otro país limítrofe?

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Resumen
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Última modificación: 08-12-2023, 11:30 PM por Killua Yotsuki.
Tal como se esperaba, ingresar al pueblo por la puerta principal no iba a ser tan sencillo, a pesar del disfraz de Killua el guardia aun sospechaba de el y le pedio confirmar su identidad.
-Oh como no, aqui tiene mi identificacion- Dijo Killua sacando el documento que le quito al mercader que ataco anteriormente.

-Aqui tiene. Veras, vengo de entregar unas armas al pais de la niebla y en el camino de regreso, cerca de la frontera en el medio de una fuerte lluvia, unos rufianes me atacaron y me quitaron todas mis ganancias y mercaderia, por lo que mi llegada al pueblo se retraso considerablemente, además que tuve que hacer una parada en un hospital cercano para atender mis heridas. En fin, fue toda una travesia volver a mi pueblo, pero si no es mucha molestia, no le permitiria a este humilde ansiano descansar un poco en su casa, hace varias semanas que no veo a mi esposa y debe estar muy preocupada, no tuve tiempo de enviarle una carta.-

Dijo Killua, que mientras decia estas palabras, enviaba una sutil corriente de chakra hacia el guardia para generarle Pena y Compasion con su relato.
Kōtei no koe


-Por favor, se lo suplico- Dijo por ultimo con ojos llorosos y cansados, las habilidades de actuacion y manipulacion del Yotsuki estaban en su esplendor, pero ¿seria esto suficiente para convencer al guardia?, sino tendria que recurrir a la fuerza bruta. Pero el Yotsuki preferia una infiltracion sigilosa en principio, aparentando ser inofensivo y sin dar la alerta aun.

off
-Hablo-
"Pienso"
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Última modificación: 14-12-2023, 07:59 PM por Kaito.
La llegada de los grupos ha sumido al pueblo en un estado de caos, y los habitantes intentan comprender la situación. La oscuridad se cierne sobre el lugar, y la tensión aumenta con cada momento que pasa.

Kazu, en su intento de convencer a la gente, los ya torturados por la vida aldeanos observan en la figura del Sarutobi algo que podría comenzar a parecer confianza. Mientras Kazu intenta comunicarse con los ciudadanos, los bandidos en las cercanías continúan con sus acciones,  alertados por el tumulto del gentío se precipitan armas en mano contra el sarutobi y su acompañante, sin embargo, ninguno parece ser rival para aquellos shinobi y caen inmediatamente, los cadáveres se apilan ante la superioridad del par de encapotados de konoha. Pero su acciones no pasan desapercibidas provocando que el  miedo se apodera de los aldeanos, quienes murmuran temerosos entre sí cada vez más exaltados, la mayoría de ellos congelados por el miedo. El niño, asustado por la violencia, y por la aterradora imagen de tener al asesino frente a el tratando de infundir calma rompe en un estruendoso llanto que rompe la calma del lugar y provoca que los aldeanos de la zona corran despavoridos alertando a todos al rededor. De la zona donde Rhooh se encontraba aquél hombre que lo acompañaba; alertado por el tumulto de gente aterrada y las figuras que divisa en la distancia grita

-¡INTRUSOS!-.

A lo lejos en dirección al campamento de bandidos Kazu y su invocación podrán observar como las casas de campaña y cabañas ocupadas rápidamente comienzan a encenderse fruto de que los bandidos durmientes han despertado ante la voz da alarma

A lo lejos, Rhoo, el desertor, parecía ser el único que no se inmutaba mientras el hombre que dio la alarma a su lado se precipitaba a correr en dirección opuesta a Kazu.



Ante las sospechas del guardia, Killua no pierde la compostura y saca la identificación del mercader que atacó anteriormente. Su explicación sobre el contratiempo en su viaje, la pérdida de mercancía y su necesidad de descanso genera una sensación extraña para aquel improvisado guardia de puerta  - Oh, entiendo... - responde el guardia, con un tono más comprensivo. - Ha pasado por mucho. Puede ingresar, pero asegúrese de dirigirse directamente a su hogar y descansar. No queremos problemas aquí.-

El guardia permite a Killua el paso, influenciado por la historia convincente y la hábil manipulación emocional del Yotsuki. Killua agradece con expresiones de cansancio y gratitud, siguiendo su camino hacia el interior del pueblo. La infiltración continuaba de manera sigilosa, pero ni bien Killua había puesto un pie al otro lado de la puerta gritos de todas partes comenzaban a escucharse. Alguien había alertado de los intrusos, de inmediato el guardia antes amable cambió su semblante en dirección al supuesto mercader,  apuntando con su horquilla de forma veloz a la voz de -Apártate, nadie entra!-. El rostro del guardia dejaba ver mucho más miedo de la situación que voluntad de detener a Killua mientras sus temblorosas manos a penas podían mantener firme el arma.



Aquellos Bandidos aun en el área de carga, rápidamente arrearon a la gente cuando el grito de alarma sonó, colocaron a todos de rodillas en el centro mientras los amenazaban con tomar sus vidas en caso de hacer el mas minimo movimiento.

Del campamento de Bandidos, decenas de hombres armados rudimentariamente comenzaron a salir de forma desorganizada gritando y vapuleando por las calles en dirección al mercado por el camino que cruza el río.

Las patrullas restantes correrían de inmediato a la zona de carga.


Hakuya, relativamente apartado en su improvisado hogar, se disponía a otra de sus aberrantes visitas nocturnas a su prisionera mientras un grupo de bandidos provenientes del campamento donde destacaba el hombre que antes hablaba con Rhooh corren en dirección al palacio municipal para alertar a su líder.




OFF



El tiempo para postear de 48 horas ya ha expirado.

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Parecia que la entrada era segura para el Taijutcer, el guardia se habia comido su discurso y su disfraz y tienia vía libre.
Killua sonrio contento por haber logrado su cometido.
-Vamos!- Expreso, pero justo cuando todo parecia marchar muy bien, algo inesperado sucedio, una alerta de intrusos arruinaria sus planes de infiltracion sigilosa.

-Maldita sea!, bueno ni modo, plan B- Dijo Killua. Mientras con una fuerte patada, mandaba a volar al arma del guardia y con un fuerte puñetazo directo a la cabeza se aseguraba de dejarlo K.O en el suelo.

Inmediatamente deshizo su henge, puesto que ya no le seria de utilidad y se dispuso a ir hacia el centro del pueblo, donde parecia que habia el mayor revuelo. Habia perdido mucho tiempo valioso en su infiltracion, debia apresurarse y encontrar a Hakura Tenbin y eliminarlo antes de que escape o peor aun, alguien le robe a su presa.
Además habia un segundo objetivo que era rescatar a la mujer de un politico, esa parte no le llamaba tanto la atencion pero trabajo era trabajo, por lo que tambien buscaria donde estaba e intentaria rescatarla.
De esa manera Killua se apresuro y comenzo a correr como un lobo feroz que busca cazar a su raton, con sus ojos negros cegados por la sed de sangre y sacrificio. Mientras corria el cuerpo del Yotsuki comenzaba a llenarse de electicidad, como una bateria de carga, a cada paso que daba una misteriosa energia Raiton, comenzaba a envolverlo.

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resumen
-Hablo-
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un plan no era lo más efectivo, y sin dudarlo tendría un reto por delante. Parece que la estrategia de ser alguien muy sigiloso sé había derrumbado en pocos segundos, no pudo darle a los civiles una confianza mínima para que puedan callarse, todo sé había corrompido en segundos, y el caos sé emergió en un aura de gran tamaño que empezó a agitarse el corazón del Sarutobi, debía armar algo...Lo único que decidió era ubicar donde estaba el jefe o donde podría estar, y ver a varios bandidos corriendo pavoridos hacía una mansión gigante alejado del disturbio, podría estar ahí. ¿Iban a alertarlo?. ¡Debía evitar que se entere el jefe!. Sacando unos cuantos shurikens de mi bolsillo, lo lanzo con toda mi fuerza, y acertando cada uno al cuello.

Debía aprovechar esos segundos en hacer algo más, ondeaba con su ojo sobre el terreno, y desde la radio sé escuchaba –oh, no hermano. Son docenas de delincuentes...¿Qué hacemos?– Sé lo escuchaba a Senra, estaba escondido en algún pasillo de algunas casas juntas, parecía algo seguro para estos segundos. –Algún atentado fuerte puede alertar al objetivo, si o si deberíamos debemos enfrentarlos sin hacer tanto ruido, Senra...¡Espera!– Su mirada puso el foco en una nueva persona, diferente a la escena, pero conocida de algún lado. Esa estela de brillo sorprendía indiscutiblemente y lo hacía buscar en sus recuerdos hasta acordarse de él. ¿Va a por el lider?, parecía que no le importaba este disturbio, aunque era entendible por que fue su culpa. Senra escaló por las casas, y saltó hasta llegar a su compañero. –Hay un conocido en esta misión, seguro vaya a por el Tenbin...Debemos que no nos moleste estos bandidos, ¿Hiciste tu cardio esta semana?– Comentando con sarcasmo. –Ojalá paguen bien.

De su bolsillo saca el pergamino donde saca un bastón común. A empezado su nueva misión: Detener a los bandidos. Pues es lo que pensaba sacando la tensión de todo esto, el dúo desapareció entre las casas, y su alta velocidad tuvo como la mejor forma de completar la misión: sorpresa. Cuando salían los bandidos de su casa, arriba de sus chozas estarían ellos dos, bajando como si fueran leopardos atacando por la espalda en alta intensidad, así hicieron o harán ahora en adelante con todos.
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Resumen
 
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Última modificación: 21-12-2023, 12:11 AM por Kaito.
Killua, liberado de su disfraz, rápidamente se deshizo del guardia con movimientos precisos. Con una patada y un puñetazo, dejó al hombre inconsciente en el suelo sin ninguna dificultas, el pobre hombre nisiquiera pudo ver lo que le sucedió . La entrada a la villa parecía segura, pero la situación se volvía más intensa con la alerta de intrusos donde el tumulto indicaba la presencia de problemas. Había perdido tiempo valioso, y la urgencia de encontrar al Tenbin aumentaba.

A medida que el albino taijutser avanzaba, pasaba junto a los imperiales atados y torturados que clamaban por ayuda al verlo, pero su atención estaba centrada en sus objetivos. Varios bandidos trataron de parale el paso exactamente frente a los capturados, pero no parecían ser peligrosos para alguien como él.

Aún así estaría forzado a detenerse en seco para elegir su proximo movimiento.

A lo lejos podría vislumbrar la zona de carga y en ella decenas de rehenes, uno de los bandidos le devolvió la mirada con un grito mientras Killua se dirigía en su dirección -Un paso y todos los cerdos se mueren idiota!- En respuesta a el las decenas de bandidos acercaron sus armas a los aldeanos de rodillas entre las cajas y bodegas

La villa estaba en caos, con civiles corriendo en todas direcciones y un estruendo que dificultaba la visión. La escena se volvía más caótica a cada paso de Killua. y debería decidir rápido, tomaba el camino al norte y se ponía rumbo a la base del objetivo atravesando el campamento bandidos, Ayudaba a los pobres soldados imperiales atados en la plaza del pueblo o trataba de rescatar a los rehenes en la zona de carga.

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El caos se había apoderado rápidamente del pueblo, y Kazu se encontraba en medio de la tormenta. Su intento de ganarse la confianza de los civiles había fallado, y ahora debía enfrentarse a la realidad de un plan que se desmoronaba. Con el jefe de los bandidos posiblemente en una mansión alejada del disturbio, Kazu tenía que actuar rápido para evitar que se alertara.

Observando a varios bandidos correr hacia la mencionada mansión, Kazu tomó shurikens y los lanzó con precisión, alcanzando cada uno de sus cuellos.

El dúo desapareció entre las casas, moviéndose con velocidad y destreza. Escalando y saltando entre las estructuras, planeaban sorprender a los bandidos desde arriba. Facilmente se abrirían camino hasta las escalinatas del palacio de gobierno, lugar donde el tenbin probablemente les esperaba


Justo en el umbral de la puerta, la quietud y un silencio extraño para la situación actual alertaría a la pareja de shinobi. ¿Como deberán actuar el sarutobi y su invocación?


Exterior del palacio municipal
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El Yotsuki, deshizo su henge para continuar avanzando a toda prisa. Tras deshacerse del guardia, el taijutcer avanzo a paso seguro entre un monton de imperiales atados. Por otro lado, habia rehenes en la zona de carga, que se encontraban amenazados, la decicion sin duda no era facil y tenia que decidir rapido.

Sin dudarlo, el Yotsuki realizo un sello de manos, y e invoco dos clones de sombras.
Kage Bunshin no Jutsu


-Se encargan aqui, yo seguire hacia el Norte- Expreso el peliblanco.
Acelerando el paso, el Yotsuki se cubrio un su tecnica de rayos para ir a una velocidad increible, mientras sus clones se dividieron de igual manera.
Uno de ellos, se encargo de rescatar a los pobres imperiales atados, mientras lanzaba golpes certeros a los bandidos captores. El segundo, fingio por un segundo seguir al original, pero fue solo para despistar un poco a aquel bandido que queria cortarle la garganta al rehen. En cuanto aquel bajara un poco la guardia, el Yotsuki clon se deslizaria en silencio por los techos de las casas y pegaria un salto para bajar a aquel bandido de una poderoza patada en la cabeza.

El Yotsuki original, siguio directo hacia el Norte, su objetivo principal aun no aparecia, debia vencerlo a toda costa.

OFF
-Hablo-
"Pienso"
pasivas
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Killua, envuelto en la velocidad proporcionada por su técnica de rayos, avanzaba como un relámpago hacia la ubicación del monstruo ninja. Sus clones, hábilmente distribuidos, lidiaban con los bandidos, mientras el peliblanco se dirigía hacia la confrontación que parecía inevitable con Haruka Tenbin.

La figura imponente del Tenbin emergió con gracia y crueldad del palacio, su mirada despiadada atrayendo la atención de todos los presentes. En medio del caos, Haruka notó la velocidad y determinación con la que Killua se dirigía hacia el Norte. Con una sonrisa sádica, se lanzó al suelo desde la entrada del palacio, su presencia materializándose como un torbellino de oscuridad y malevolencia. El viento agitaba su túnica mientras descendía, y en sus ojos ardía la chispa de la anticipación por el próximo enfrentamiento.

La villa retumbaba con la intensidad del choque inminente entre estos dos formidables shinobis. Aunque el caos persistía, todo parecía converger hacia el enfrentamiento final entre Killua y Haruka Tenbin. La anticipación llenaba el aire mientras ambos se acercaban, la villa como testigo mudo de su inminente choque.

Haruka, una vez en el suelo, miró alrededor con una sonrisa retorcida. El caos reinante era música para sus oídos sádicos. Levantó la mano con desprecio y, con un tono frío y autoritario, gritó a los bandidos restantes: -¡Eliminen a todos los civiles! No dejen a ni uno solo con vida. Que la oscuridad sea su única compañía.-

Los bandidos, obedientes a la cruel orden de su líder, surgieron como una marea desde el campamento a la derecha de Killua en dirección a los civiles. Aquellos que ya estaban en el poblado y los que aún quedaban en la zona de carga se convirtieron en víctimas de una furia despiadada. Gritos de horror y sufrimiento llenaron el aire mientras la masacre se desataba en la pequeña aldea, todos los bandidos se encargarían de eliminar a tanto civil sea posible buscando dejar ocupados a los clones con el rescate.

La indiferencia de Hakuya ante la masacre se rompió cuando se giró lentamente hacia Killua, quien continuaba avanzando hacia el Norte. Con un movimiento rápido, tronó su cuello, rompiendo el silencio momentáneo.

-Mi aburrimiento finalmente tendrá su fin. ¿No es emocionante?-, burló Hakuya con una risa mordaz. -Ven, acaba conmigo si puedes. ¡Hagamos de este encuentro algo que valga la pena recordar!-

En este momento crítico, Killua se encontraba a solo unos metros de Hakuya, mientras el tenbin, comenzaba a sonreí mostrando su autentica naturaleza cambiando a l avez qu eun aura roja carmesí emanaba de él 

Vida: 590

Chakra: 803


Vida: 590/590

Chakra: 753/803

Senninka (Completo)
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El Yotsuki, dispuso sus clones de manera estrategica para que oontrolaran la situacion lo mejor posible, mientras el iba a enfrentarse al jefe más fuerte, el dichoso Hakura Tenbin, su objetivo principal. La suerte estaba del lado de Killua, ya que al dirigirse al Norte, no tardo mucho tiempo en dar con aquel enemigo formidable. Killua sonrio contento, al fin un digno adversario para el, con solo verlo sabia que la batalla seria de lo más interesante. 
Por otro lado, sus clones se encargaban de los bandidos restantes, que aunque no eran muy fuertes, si suponian un gran problema, sobretodo a la hora de proteger a los civiles que se encontraban atados como rehenes. A su vez, Killua no ignoraba la importancia de proteger a la hija de aquel sujeto importante, aunque no era su prioridad. A el lo que más le gustaba era pelear, batirse con fuerza contra su enemigo, el resto solo era secundario para el.
Cita:-¡Eliminen a todos los civiles! No dejen a ni uno solo con vida. Que la oscuridad sea su única compañía.-

-Vaya, si que eres cruel, mejor asi no me importara ofrecerle esta escoria a Jashin-sama. Que comience la caceria!- Dijo Killua, mientras observaba como aquel sujeto transformaba visiblemente su cuerpo adquiriendo un tono oscuro e intimidante.
~mm debe ser alguna tecnica potenciadora, esto no sera facil~

De momento, dejaria que los bandidos escaparan ya que sus clones podian controlarlos, lanzando fuertes puñetazos a todo aquel que intente dañar a los civiles de la zona. Pero el Yotsuki no se quedaria mirando sin más, en ese momento, extendio dos dedos de su mano derecha y se dispuso a lanzar uno de los taijutsus más poderozos de su clan JIGOKUZUKI, apuntando directamente a la jugular de su enemigo, con la intension de acabarlo con un solo golpe y descuartizarlo. La experiencia le decia que aquel sujeto era fuerte y al no contar con tanto chakra disponible, un combate rapido y eficiente era la mejor estrategia para el joven asesino de Kumo.

Jigokuzuki


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-Hablo-
"Pienso"
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Última modificación: 30-01-2024, 06:17 PM por Kaito.
Mientras los clones de Killua continuaban aniquilando a los bandidos, quedó claro que la superioridad numérica no era suficiente para superar la habilidad y velocidad de las copias del Yotsuki. Los criminales, incapaces de manejar la situación, comenzaron a huir despavoridos, dejando a los clones libres para proteger a los civiles y asegurar la zona.

En ese momento crítico, Killua se enfrentó al temido Hakura, el líder bandido con habilidades demoníacas. Con una sonrisa siniestra, el Tenbin se lanzó hacia el Yotsuki, su brazo tomando la forma de un enorme puño propulsado. Killua, inmutable ante la amenaza, también se abalanzó con ferocidad, su mano cargado con la potencia del la misma armadura de relámpagos que lo rodeaban parecía una imponente lanza.

El choque entre ambos fue brutal, un estallido de chispas y energía que iluminó la oscura noche. El sonido del trueno chocando contra la carne resonó en el aire, creando una atmósfera intensa y tensa. Killua, con su fuerza mejorada por el modo de chakra, resistió el embate del puño demoníaco de Haruka.

Aunque el choque fue intenso, Killua demostró ser el vencedor en esta colisión de titanes. Haruka, proyectado hacia atrás por la fuerza del impacto, chocó contra la puerta del palacio de gobierno, su mano parecía sufrir  un daño visible. La estructura tembló ligeramente por la fuerza del golpe, y Haruka quedó momentáneamente aturdido por la derrota en este enfrentamiento directo. Un frenesí demoníaco se apoderó del líder bandido, y su risa se volvió cada vez más maníaca, resonando en el aire como un eco de locura. Haruka, en medio de su éxtasis aún en el suelo, recostado sobre su espalda, comenzó a experimentar una transformación drástica y aterradora.


Con un aullido ensordecedor, el cuerpo de Haruka creció a una altura monstruosa de tres metros. Su masa muscular se incrementó, y su piel adquirió un tono grisáceo y oscuro, como si hubiera emergido de las profundidades de la oscuridad. Sus ojos, ahora de un dorado intenso, reflejaban un frenesí indomable. La mutación había transformado su apariencia en algo que recordaba a una armadura viviente.

Killua, enfrentándose ahora a esta aberración, se debería preparar para una batalla aún más intensa y desafiante. La situación había cambiado drásticamente, y la lucha contra el líder bandido había alcanzado un punto crítico. La misión ahora dependía de la habilidad de Killua para enfrentar esta nueva y aterradora forma del Tenbin.


El monstruo, ahora envuelto en su forma grotesca e imponente, alzó sus brazos hacia el cielo. Un destello de luz recorrió su cuerpo mientras realizaba una serie de mudanzas. De repente, protuberancias comenzaron a surgir por toda su figura, creando una serie de cañones a lo largo de su cuerpo. Era un escenario grotesco mientras una especie de gigantesco caños se formaba rapidamente del propio cuerpo de Hakura

Durante un par de segundos que parecirían eternos, los cañones se iluminaron, acumulando enormes cantidades de chakra. La radiación de energía se volvía casi tangible, creando una presión abrumadora en el aire circundante. La formación finalizó con el Tenbin preparado para disparar su devastador ataque.

El líder bandido apuntó directamente hacia Killua, quien se encontraba frente a él, listo para enfrentar el inminente estallido de chakra. El monstruo Tenbin dejó escapar una risa frenética mientras el poder acumulado alcanzaba su punto máximo. Sin previo aviso, los cañones dispararon simultáneamente, desencadenando un estallido de chakra que formó un proyectil masivo contra Killua.

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Los clones no tuvieron dificultades en controlar la situacion y facilmente rescataron a los civiles y atendiendo a los heridos. Sobretodo, la hija del importante dirigente imperial fue asegurada, para evitar problemas futuros, ya que era parte importante de la mision. En cuanto aseguraron el campo, desaparecieron en un humo blanco para devolverle el chakra a Killua, que lo iba a necesitar para acabar con su enemigo.

Por otro lado, el Yotsuki combatia con fuerza contra el terrible Tenbin. Su poderozo taijutsu de clan, choco con furia contra un brazo mutado potenciado con taijutsu, que aunque Killua gano el choque, sin duda fue una tecnica admirable.

-Interesantes tecnicas tienes muchacho, nada mal-

El enemigo salio disparado por el impacto y dio contra la puerta del palacio.

~Es mi oportunidad, si dejo que se recupere, perdere la ventaja~

Aprovechando el aturdimiento de su rival y mientras este adquiria una transformacion aun más intimidante y por lo tanto más moustrosa que la anterior, el Yotsuki se desplazo con gran velocidad hacia el, para comenzar a golpearlo de manera consecutiva en el pecho. Con cinco golpes claves en sus puntos vitales, el enemigo pasaria a estar temporalmente paralizado, por lo menos lo suficiente para no resistirse a los movimientos de Killua.
Muga


Aprovechando la brecha tactica que el Muga le facilitaba, el Yotsuki tomo al enemigo del cuello y la cintura y lo elevo rapidamente por los aires durante 2 segundos.

-En el nombre de jashin-sama, yo te ofrezco como sacrificio! Que la sangre de mis enemigos se convierta en mi poder!

-RAIGA BOMU!
Raigā Bomu

De esta manera, Killua lanzaria al pobre Tenbin violentamente contra el piso, un movimiento sin duda feroz, que acabaria con la vida de Hakura de inmediato, rompiendole la cadera y todos sus huesos, dejando un crater inmenso. Incluso acabando con algunos bandidos por la onda de impacto.

-Jajaja, eso fue divertido, buena pelea, descansa en Jashin- Dijo Killua entonando una pequeña plegaria para su dios.

Retribución Divina

Con algo de suerte, la gracia a el dios de la muerte, le retribuiria un aumento de fuerza por el tributo brindado y no solo eso, el cuerpo del tenbin sin duda es valioso, por sus increibles tecnicas de mutacion.

~Mm me pregunto si podre transplantarme el adn de este sujeto, mm seria una desperdicia no intentarlo~ Pensaba Killua mientras descansaba por el intenso combate.

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Con los clones de Killua asegurando la zona y rescatando a los civiles, la hija del importante dirigente imperial fue especialmente resguardada para evitar problemas futuros. Una vez cumplida la misión, los clones desaparecieron en un humo blanco, devolviendo el chakra a Killua.

El combate entre Killua y Hakura fue una muestra de poder y habilidad. Tras un choque de taijutsu que dejó al líder bandido aturdido, Killua se lanzó con furia aprovechando la ventaja. Hakura, aunque derrotado en el choque, admiró las habilidades de Killua.

El enemigo salió disparado por el impacto y chocó contra la puerta del palacio. Killua, reconociendo la oportunidad, se movió con gran velocidad y ejecutó su técnica Muga, asestando cinco golpes consecutivos en los puntos vitales de Hakura. El líder bandido quedó temporalmente paralizado y sujeto para el siguiente movimiento de del alvino.

Aprovechando la brecha,aquel yotsuki interrumpió la creación del misil,  Killua tomó a Hakura del cuello, el tenbin respondió con un quejido y una mirada de terror, intentó resisiter pero era inutil, no tuvo a penas tiempo de reaccionar al embate de aquel extraño armadura de rayo. El monstruo ninja fue lanzado por la cintura, elevándolo rápidamente por los aires. Pronunciando palabras en nombre de Jashin, Killua ejecutó su embate final, un movimiento a lo lucha libre provocó que él sitio volara en pedazos mientras la  carne del monstruo ninja se destruía en el impacto.

Con el combate concluido, Killua, entre risas, entonó una pequeña plegaria para su dios Jashin, agradeciendo por la victoria obtenida. Mientras descansaba, la pasiva Retribución Divina le proporcionó un aumento permanente del 10% en su vida y chakra máximo por el sacrificio realizado en nombre de Jashin.

El campo de batalla quedó marcado por la intensidad del enfrentamiento, y Killua se retiró para descansar, reflexionar y prepararse para futuros desafíos. La misión, aunque desafiante, había concluido con éxito, y el Yotsuki estaba listo para enfrentar las nuevas oportunidades que se le presentaran en su camino.
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COMBATE FINALIZADO
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