Musacus parecia contento por el hecho de que otro maestro de pergamino visitace la ciudad de invocación Saru-
El honor es mio Saru no Masuta... El Ookami no Yuki, Okares, y yo estamos rebosantesde gratitud por permitirnos visitar vuestra ciudad de invocación. Y esperamos formar una alianza con ustedes, los Saru's, y devolverle el favor a futuro- diria dando una pequeña reverancia a la par que una inocente sonrisa se formo en su rostro.
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Okares... presentate- ordenaria a su invocación con un tono formidable, como demostrando su autoridad no solo como invocadora sino como Maestra de Pergamino. -
te lo teneis muy creído... que mas da... Mi nombre es Okares, tambien conocido como el legendario Ookami no Yuki del Valle Sagrado Ookamitani, es un placer Maestro Saru- luego de eso, una segunda integrante hizo su aparición, aunque por sus vestimentas... era... ¿una sacerdotisa tambien?-
Nanda... esa si es una sacerdotisa... no como cierta tablita por allí... Auuuuuu-
A la par que dijo eso... sintio como su cola se quemaba-
Era juego era juego -
Otra broma como esa... y te enviare directo al purgatorio lobo pecaminoso- diría apagando cierta flama de fuego en la cola del lobo... luego tiro la vista en dirección a Matteyo-
Es un gusto Matteyo-san, soy Akami Obispo de la Iglesia Amaterasu y Maestra de los lobos, espero podamos llevarnos bien- diria con una sonrisa y haciendo una reverencia.
Luego de eso se adentraron el el bosque se la muerte-
Es un poco tetrico... pero se ve interesante...- diria grabando aquel paisaje en su mente, aquel lobo estaba disgustado por el lugar hasta que llegaron a su destino-
Con gusto- diría siguiendo las indicaciones de Musacus para despues presenciar aquel Kuchiyose inverso-
Es la primera vez que acompaño a alguien en el Kuchiyose... despues le devuelvo el favor- dijo con una sonrisa.
en un destello de chakra en la cima de una montaña en la Isla Madre Nanpou. La transición fue vertiginosa, pasando de un lugar a otro en un abrir y cerrar de ojos. A medida que la luz se desvanecía, el trío de shinobis se encontró rodeado por la majestuosidad del paisaje del reino Saru.
El viento soplaba suavemente, levando consigo fragancias frescas y naturales. Ante ellos se extendía una vista panorámica impresionante, con vastos bosques verdes que se extendían hasta donde alcanzaba la vista. Colinas ondulantes y arroyos serpenteantes completaban el escenario, creando un cuadro de serenidad y belleza en cada rincón. Los bosques eran densos y exuberantes, con árboles de altas copas y hojas de colores vivos.
Un sinfín de plantas y flores desconocidas para los shinobis adornaban el suelo, creando una paleta de colores que iba desde los tonos más suaves hasta los más vibrantes. Las criaturas animales coexistían en perfecta armonía con la naturaleza, revelándose en sus cantos, graznidos y aleteos.
A medida que Satoru y las reclutas se asentaban en la plataforma en la cima de la montaña, Kenta, uno de los maestros del Reino Saru, emergió de entre los árboles cercanos. Su pelaje blanco resplandecía bajo los rayos del sol, y sus ojos sabios reflejaban una profunda conexión con el entorno.
Kenta dio unos pasos hacia adelante, saludando con una reverencia respetuosa. Satoru respondió con igual cortesía, reconociendo su presencia y liderazgo en este reino animal. Kenta habló con voz serena, dándoles la bienvenida a la Isla Madre, al Reino Saru.
Luego de eso, conocerian al Saru Kenta y se dirigieron al lugar donde tendrían aquel banquete. El paisaje era meramente hermoso... quizas mas que cualquier otro que hibiera visto en su vida.
Siguiendo la dirección de Satoru, el grupo avanzó por el frondoso bosque de la Isla Madre Nanpou. A medida que caminaban, los árboles altos y las plantas exuberantes rodeaban su camino. Algunos monos locales, curiosos y juguetones, comenzaron a aparecer y a seguir al grupo, balanceándose de árbol en árbol y lanzando pequeñas ramitas en un intento de llamar la atención.
Akami y Matteyo se tomaron el tiempo para interactuar con los monos, extendiendo sus manos con frutas que habían recogido en el camino. Los monos aceptaron con entusiasmo las ofrendas, lanzando al aire sus propias vocalizaciones de alegría mientras compartían su comida con los visitantes.
A medida que avanzaban, el bosque se volvía cada vez más espeso, con lianas que colgaban de los árboles y un suelo cubierto de hojas y raíces retorcidas. La densidad de la vegetación dificultaba la visibilidad, y la luz del sol apenas penetraba a través de las hojas, creando un ambiente misterioso y un tanto sombrío. Sumado a eso, las exóticas plantas del Reino, únicas en todo el Mundo, esto debido a la "especial condición" de la Isla.
De repente, los monos comenzaron a agitarse inquietos. Satoru, que había estado liderando el grupo, dio una señal para que se detuvieran. Había detectado una presencia extraña en el bosque. El sonido de ramas crujientes y un suave susurro de hojas indicaban que algo o alguien se acercaba sigilosamente.
De entre los arbustos emergieron pequeños simios traviesos, sus ojos brillando con curiosidad. Parecían más jóvenes que los monos que habían encontrado antes, y estaban dispuestos a jugar. Comenzaron a saltar alrededor del grupo, tirando de sus ropas y jugueteando con sus mochilas y equipo.
A Akami no le molestaba el jugueteo de los monitos, todo lo contrario le divertía un poco. Pronto, los monos parecían satisfechos con su presencia y se retiraron tan rápido como habían llegado. Solo se llevarón consigo algunas de las prendas que llevaban los Shinobis. Viendo las acciones de Musacus, Akami entregó voluntariamente sus zapatillas y medias, sonrio levemente pues en la tierrs de los lobos tambien habían lugares donde aquellos majestuosos seres preferian que los zapatos humanos no pisarán .
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No se preocupe Musacus-dono, en nuestro Valle sagrado hay lugares similares- un pequeña sonrisa picara se formo en su rostro. El grupo continuó avanzando por el bosque durante un tiempo, enfrentando desafíos menores, como cruzar arroyos y superar raíces y troncos caídos. Finalmente, después de aproximadamente dos horas de caminata, llegaron a un área donde el bosque se abrió para revelar un paisaje sorprendente.
Frente a ellos se extendía el Jardín de Esporas, un lugar de belleza y peligro. Grandes hongos y setas se alzaban desde el suelo, algunos tan altos como árboles, y sus esporas flotaban en el aire, creando una especie de neblina luminosa. El suelo estaba cubierto de musgo y líquenes, y pequeños insectos que parecían danzar entre las setas gigantes. Así mismo el terreno parecía hundirse un poco, de forma que se generaban pequeñas fuentes de agua y lodo sobre la superficie.
Musacus explicó cual era el desafío, tenian que cruzar el lugar pero... -
Es... un poco sofocante... Mi chakra... - aquel lugar le drenaba el chakra lentamente... le recordaba a la cordillera de Chulain... un lugar en el Valle Sagrado Ookamitani que drenaba el chakra de quien pisará dicho lugar.
El Jardín de Esporas se extendía ante Akami y Matteyo cuando cruzaron su umbral, una vasta extensión de setas gigantes que parecían erguirse como guardianes del reino vegetal. En cuanto entraron, experimentaron la extraña sensación de que su energía vital se desvanecía lentamente, como si las esporas liberadas por las setas estuvieran drenando su chakra con cada paso que daban.
El ambiente en el jardín era opresivo, y las sombras de las setas parecían susurrar secretos antiguos mientras los rodeaban. La luz solar apenas se filtraba a través de la densa vegetación, arrojando un tono siniestro sobre todo el lugar.
A medida que avanzaban, notaron que algunas de las setas liberaban esporas en mayor cantidad que otras, lo que intensificaba el drenaje de chakra en ciertas áreas. La lucha por mantener su energía vital se hizo cada vez más desafiante, y sus pasos se volvían más lento mientras se percataban de la situación.
Llegado cierto punto, Akami vio a su compañera debilitarse mas rapido que la pelirroja-
Matteyo-san... resiste un poco - diria cargando a la misma en su espalda... ¿cuanto tiempo habian pasadl caminando? Como unos 10 segundos como mucho, pero gracias a sus plegarias internas y algo de suerte, ademas de su cuerpo algo entrenado, fueron capaces de llegar a aquella "clave" que Musacus les mencionó. Unas termas ocultas en medio de aquel lugar.
Aquel lugar era como... un paraíso oculto en medio del infierno a los ojos de la sacerdotisa, quien sin dudarlo ni un segundo se desvistió e ingreso a aquellas termas mientras se relajaba un poco, su cuerpo exhausto por cargar a su compañera, quien tambien estaba en las termas, y tambien por el drenaje de chakra de ese extraño lugar... poco a poco se revitalizaba-
Kimochii... Matteyo-san... ¿Por que decidiste tomar esta peueba de firmante? -sep, queria dialogar un poco mientras se relajaban, ya despues terminarian el resto de la prueba.
Narro/
Pienso/
Hablo/
Técnicas
Pasivas
Especialización en Ninjutsu
Rango D
Aprendida en 2023-01-28 23:13:20
Los especialistas en Ninjutsu verán una mejora referida a todos los jutsus de esta rama, ya sean de Clan, Maestría o Técnicas Generales del foro.
Reducción de coste: -5 de Chakra a Ninjutsus (Mínimo 5 de Chakra)
Aumento de Daño y Resistencia: CCK/6 de daño
Además de esto, la especialidad de Ninjutsu tiene dos vertientes, Ninjutsu - Estilo Ofensivo y Ninjutsu - Estilo Cauteloso, a elegir entre una de las dos.
Ninjutsu - Estilo Ofensivo
Rango D
Aprendida en 2024-06-30 20:03:52
Todos los Ninjutsus se verán beneficiados por este estilo, ya sean de Clan, Maestría o Técnicas Generales del Foro.
Reducción de Coste: -
Aumento de Daño: CCK/6 de Daño y Resistencia a Jutsus
Ejecución: +5 de Daño
Maestría: Ninshu
Rango D
Aprendida en 2023-05-15 11:00:15
Requiere Especialización en Ninjutsu
El ninja obtiene un elemento extra gratis.
+10 de daño y -5 de coste a las técnicas elementales (ya sean elementos básicos o avanzados).
Chouju Giga
Rango D
Aprendida en 2023-01-21 18:20:54
ID: EMA101
EMAKI NINPō
PASIVA
Se trata de una habilidad innata, por la cual el personaje es capaz de utilizar tinta infundida en chakra para hacer que los dibujos que traza sobre sus pergaminos cobren vida. De esta forma, en el momento en que salen del papel, crecen a un tamaño natural y actúan mediante la voluntad del usuario. Para poder hacer todo esto, el usuario emplea unos pergaminos especiales hechos únicamente para ser utilizados mediante esta disciplina. No es posible comprar ni fabricar más, y únicamente sirven para las técnicas que utilizan tinta. Poseen una cualidad que los hace únicos: dejan que el chakra se desplace sobre ellos. Son, en cierto modo, similares a los pergaminos Uzumakis.
Dependiendo del rango del usuario, este tendrá una cantidad límite de pergaminos por combate:
Rango D: 5 Pergaminos
Rango C: 8 Pergaminos
Rango B: 10 Pergaminos
Rango A: 20 Pergaminos
Rango S: 30 Pergaminos