Ginseng, Árbol del Mundo, Parte VI [Ciudad de Invocación] [Pacto Saru]
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Última modificación: 10-08-2023, 04:23 PM por Musacus.
12 de Junio del 15 D.K 
Isla Madre Nanpou
El Gran Árbol
Gingseng



La luna marcaba nuevamente el final del día. Satoru junto a sus nuevos compañeros celebraban el desafío superado por parte de Satoru. Algo exhausto pero motivado, el resto del día se los dedicaría a ellos. Tras concluir su objetivo varios simientes incluyendo a Kenta y Satoru se reunieron para festejar el cumplimiento como Maestro de Pacto. La prueba del Ginseng también involucraba socializar con los otros simios más pequeños, era curioso, como en toda la Isla se repartían distintas especies de Simios siendo los Gorilas normalmente los de mayor jerarquía aunque no son exclusivos los cargos para ejercer como Maestro, al igual que cualquier Simio podría postularse como alumno, siempre y cuando haya un interés. En ciertas ocasiones según le comento su compañero Kenta, todos los Simios incluyendo a los ancianos, se juntaban en un gran festival para conmemorar a sus ancestros y hacer ofrendas a la Isla, un encuentro maravilloso.

Mientras compartían del refugio en lo alto del Ginseng uno de los monos más viejos contaba anécdotas e historias de aquel Árbol, que según los registros había dado origen probablemente al mismo tiempo que los Shinobis e iniciantes en el sendero del Chakra. Aunque poco se sabe realmente debido a que en aquellos tiempo no se promovía el registro de los acontecimientos como lo es Ahora. El viejo Mono continuaba relatando sobre los misterios del Ginseng y de la importancia de este para con la Isla, siendo quien proporcionaba abundante alimento y refugio en casos excepcionales. Aquel Árbol con sus raíces recorría toda la Isla, quien sabe si más, haciendo de esta superficie un organismo vivo, se cree que cada cierto tiempo la Isla por si sola cambia de posición, como si estuviera auto-conservándose de los intereses extranjeros. 

Sin duda aquel lugar tan prometedor también era síndrome de misterio y sabiduría. Satoru fue conmovido de varias formas durante su estadía, ya dos días, pronto debía volver a la Aldea para luego continuar con su Misión aunque no demoraría demasiado en volver puesto que aún faltaba mucho por aprender. 

Luego de Horas de conversatorio, celebración y comunión los últimos monos se retiraban a sus aposentos finalizando así aquel extenso día. Con una profunda inhalacion mirando el cielo vibrante Satoru se recostaba en lo alto del Ginseng, despedía aquel día para continuar con sus sueños y compromisos.

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Satoru
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