Última modificación: 16-07-2023, 02:12 AM por Musacus.
10 de Junio del 15 D.K
Isla Madre Nanpou
Centro de la Isla
Kojiro
Continuaba la búsqueda del conocimiento y esta vez Satoru estaba frente a un gran oponente de aquel Reino, un gorila muy respetado por su alta capacidad de combate, su sobrenombre ya generaba respeto por quienes habían escuchado de aquel ejemplar. Hubo tiempo de conflictos entre clanes por lo que aquel lugar no siempre fue pacífico como lo era. Hace siglos entraron en conflicto las tribus por ver quién se quedaría al mando... Gracias a los ancianos, en ese momento jóvenes astutos que lograron hacer un acuerdo entre todos los clanes. A partir de entonces pasaron a considerarse un único y unido Reino, para la Sabiduría estaban los ancianos quienes en su tiempo habían logrado la paz y eran quienes tenían la ultima palabra, luego seguían los jefes maestros quienes preparaban a los simios jóvenes, este es el caso de Kojiro quien es Maestro en Combate, en cambio Kenta es Maestro en Artes. Así Satoru a medida que avance en este camino tendrá la oportunidad de experimentar todos los conocimientos que les serían dados gracias a los diferentes Maestros del Reino. En cierta forma era su responsabilidad, debía ser permeable y entregarse a aquel lugar, el cual a partir de ahora el sería el comunicador y principal protector ante las adversidades ajenas al Reino, en cierta forma su deber era preservar y proteger de los intereses ajenos.
El momento esperado había llegado, Satoru se encontraba frente a Kojiro, conocido en todo el Reino como El Bruto. Su imponente presencia y reputación como maestro en combate cuerpo a cuerpo infundían respeto en todos aquellos que habían cruzado su camino. Era un oponente formidable y Satoru sabía que enfrentarlo sería un verdadero desafío. Los simios del Reino se congregaron alrededor del campo de entrenamiento, expectantes por presenciar el enfrentamiento entre estos dos personajes. El aire estaba cargado de emoción y tensión mientras Satoru y Kojiro se preparaban para el combate.
Kojiro, con su mirada feroz y su musculatura imponente, emanaba una aura de poder y dominio. Sus golpes eran rápidos y precisos, y su fuerza física era impresionante, Satoru tuvo que poner en marcha su agilidad para evadir los golpes. Era evidente que Kojiro había perfeccionado su técnica a lo largo de los años y se había convertido en un experto en el arte del taijutsu, sus golpes de no ser contenidos muy probablemente resultarían letales, Satoru no estaba dispuesto a ponerlo a prueba por lo que se dedico a esquivar todos aquellos golpes durante los primeros 10 minutos, así podría conseguir algún punto débil en su oponente..
El inicio del combate fue marcado por la velocidad y la ferocidad de los golpes de Kojiro. Sus puños y piernas se movían en una danza ágil y poderosa, buscando abrir brechas en la defensa de Satoru. Sin embargo Satoru demostró su agilidad y destreza en sus movimientos al final su punto fuerte en aquella pelea, esquivando hábilmente los ataques de Kojiro y contraatacando con rapidez aunque sus golpes no hacían efecto.
El sonido de los golpes resonaba en el campo de entrenamiento creando una sinfonía de fuerza y determinación. Satoru siguiendo los consejos de Kenta buscaba aprovechar los momentos de apertura en la defensa de Kojiro para lanzar sus propios ataques precisos, aunque aún tenía mucho por aprender. El combate continuó con intensidad ambos intercambiando golpes y moviéndose con agilidad por el campo de batalla. Satoru demostró una habilidad innata para adaptarse a las estrategias de Kojiro y contrarrestar sus movimientos. Cada golpe recibido era una lección aprendida y cada ataque realizado era un paso más hacia su crecimiento como shinobi. Con el paso del tiempo el cansancio comenzó a hacerse presente en ambos combatientes. Luego de una profunda mirada entre ambos y una sonrisa cómplice se detuvo el combate.
Nada mal chico, hace tiempo no me entusiasmaba tanto HEHE..
Gracias por darme esta oportunidad Maestro Kojiro.
El combate había finalizado, Satoru agradeció a su nuevo Maestro por las clases de combate, se inclino ante El y extendio un Saludo, realmente había sido desafiante, el combate duro una hora, las marcas de sudor dejaban claro lo exigente del combate. Luego de esto Satoru y Kenta se sentaron a disfrutar del resto de los entrenamientos entre los Simios mas jóvenes.
Gracias por darme esta oportunidad Maestro Kojiro.
El combate había finalizado, Satoru agradeció a su nuevo Maestro por las clases de combate, se inclino ante El y extendio un Saludo, realmente había sido desafiante, el combate duro una hora, las marcas de sudor dejaban claro lo exigente del combate. Luego de esto Satoru y Kenta se sentaron a disfrutar del resto de los entrenamientos entre los Simios mas jóvenes.