[Misión Avanzada - S] Primera Incursión
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Sin más que hacer que salir de aquel bar Aiko y Deikum trataron de salir usando todo su conocimiento sobre el engaño para conseguir escapar sin levantar sospechas y poder ir tras los demás guardias aunque no sabía que pasaría con Adan pero confiaba en sus habilidades, al salir del bar chocaron con un giganton quien mostró algo de interés en ellos lastimosamente solo era una víctima de las circunstancias o talvez un estorbo  pero podría ser salvado por Adan quien aún seguía dentro del lugar

En lo que hablaban con el guardia un grupo de uniformados entró al bar poniendo más tenso la situación allí adentro y aunque Aiko queria ayudar ya se estaba algo arta de tanta interrupciones por parte de los guardias y más de aquel grandulón quería que hicieran una fila para hacerle daño, ella evitaría cumplir con esa orden y utilizado su máxima velocidad esquivó al gigante para pasar por su lado izquierdo desenvainar su Katana eso haría desaparecer el henge no Jutsu pero a cambio podría pasar chakra a su arma y apuñalar a los tres amigos del giganton utilizando su velocidad máxima como una danza giratoria para matarlos.
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Si todos salía bien la kunoichi se detuvo detrás del gigante guardia y puso su espada en su espalda para luego amenazarlo -Quieto no trates de hacer nada raro- su rostro estaba cubierto por una tela y solo se podía ver sus ojos aunque su voz se podía escuchar claramente -Fuiste amable entonces te perdonaré la vida o eso trataré- ella sabía que eso creería un revuelo dentro del bar por los muertos pero confiaba en Deikum cómo en Adan pero también saco una bomba de humo  de su porta utensilios en caso de emergencia, había más guardias en el exterior y esto no sería una buena señal el tiempo cada vez era menor y parecía que no tendrían nada de información de ningún lado.

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Narro/ Pienso/ Hablo
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Pues el momento anticipado parecía ahora llegar, la actuación por parte del rubio y la kunoichi fue exitosa, pero las fichas fuera del lugar ya habían sido movidas y la ciudad había sido puesta en alerta por ello, claramente los estaban buscando a ellos y quizás el otro sujeto que entró con ellos, o quizás ese mismo día varios grupos habían hecho su viaje a esta ciudad en vista de los rumores; fuese cual fuese la razón, ahora se encontraban en una situación incómoda y de la cual solo habría una manera de salir.

Por su lado, Aiko hizo unos movimientos rápidos con la intención de despachar a varios guardias y amenazar al grandullón; adentro del bar, Adan tendría que apañárselas solo, o quizás eso pensaban los demás. El marionetista, quien no perdió tiempo apenas la fémina se movió, dio un paso al umbral del bar, quedando detenido debajo de todo el marco de la puerta, sacó dos pergaminos de dentro de su túnica y dejó salir dos marionetas, mismas de modelo básico pero que de seguro serían suficientes para la ocasión, una de ellas aparecería fuera del bar y la otra dentro de él, allí desde la puerta el rubio tendría un excelente campo de visión de ambas zonas para poder actuar en consecuencia.

Afuera, la marioneta separaría dos de sus brazos, sacando las cuchillas características de la Karasu y apuntándolas tanto al cuello como al corazón del grandullón, apoyando la amenaza de la kirinense y de igual manera ahondando en el peligro, que podría bien detener las acciones de los guardias que lograsen esquivar los ataques veloces de la espadachín. —Por mi parte, es mejor que respondas a las preguntas, de lo contrario no dudaré en apuñalarte —diría mientras la punta de una de las cuchillas se clavaba un poco en la piel del hombre, específicamente la que estaba a la altura del corazón—, ¿qué sabes de las técnicas antiguas de Suna? Responde y podrás salir con vida y al menos te aseguraré que no nos verás más. —Ya para este momento, e incluso desde un poco antes de sacar las marionetas, la apariencia del rubio había cambiado a la suya original, observando entonces con sus orbes azulados al sujeto.

Dentro del bar, la otra Karasu haría certeros movimientos, desprendiendo sus cuatro brazos, activando su mecanismo oculto de sierra y atacando a los dos guardias que se encontraban allí, cabía destacar que sus acciones ocurrían al unísono que las de afuera, pues tal era su dominio sobre el manejo de sus marionetas, dos brazos irían contra uno y los dos restantes contra el otro, intentando aprovechar el momentum creado por distracciones y acciones, más a las que posiblemente Adan usase dentro; los brazos irían a los mismos objetivos, uno de ellos buscaría cortar el tendón de Aquiles de ambos, deteniendo cualquier tipo de movimiento por parte de ellos en caso de lograr cortar, el otro brazo, por su lado, buscaría cortar directamente el cuello de ambos; mientras menos personas tuvieran allí, mejor saldría para ellos.

Con esto, ya la riña habría comenzado, sin duda tendrían que escapar de allí luego de esto, pero solo estaban en busca de información, alguna confirmación que los hiciera largarse y así poder planear un mejor ataque a futuro, uno donde sin duda esta ciudad estaría preparada para ellos.

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La Torre
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La situacion en el burdel era cuando menos tensa y de mucho suspenso, los guardias parecian estar dispuestos a encontrar a los intrusos a toda costa, y que no se irian del edificio con las manos vacias. La actuacion de Toji habia sonado convincente, tanto que ninguno de los guardias sospechaba nada. — Ya veo en ese caso registren lo que quieran. — Diria Toji de mala gana aun continuando su teatro, por lo que los guardias hicieron lo que debian y continuaron a la siguiente habitacion, en lo que la mujer del burdel le hablaba en susurros. Las palabras de la dama eran amables considerando que a pesar de que obviamente le preocupaba su trabajo y su negocio, pudo haber delatado a Toji acerca del henge para salvarse el pellejo y no lo hizo, sin embargo Toji no creia que fuese lo correcto irse, pues hacerlo en plena busqueda justo despues de registrar su habitacion lo haria ver extremadamente sospechoso, por lo que simplemente le nego con la cabeza sutilmente a la mujer para hacerle entender de que no era una buena idea.


Cita: ¡Los quiero a todos fuera de las putas habitaciones y sin mover un solo músculo!


La situacion parecia empeorar, aquella mujer morena estaba perdiendo la paciencia o al menos asi sonaba, Toji no se mostraba tenso pero si serio, aunque al ver a las muchachas del burdel mas tranquilas cuchicheando le tranquilizaba y les devolvia una sonrisa amigable. — No se preocupen chicas, todo ira bien. — Les susurraria para luego ponerse de pie y salir de la habitacion al igual que el resto de clientes. Toji observaba la situacion en silencio mientras la morena parecia analizar a todos y cada uno de los clientes, para luego de un rato señalar a dos sujetos y por ultimo al mismisimo Zennin, el cual dio un paso al frente y procedio a seguir a la morena y los guardias, no sin antes mirar a la encargada del burdel y guiñarle un ojo para mostrarle seguridad y confianza, aunque realmente no la tenia del todo... 

¿Disculpe, porque nos lleva a nosotros tres a la plaza? ¿Que fue lo que hicimos? — Le preguntaria el Zennin a la morena en cuanto saliesen del edificio mientras caminaban. "Debo buscar una ruta de escape, o de lo contrario me vere forzado a tener que pelear contra todos ellos. Lo bueno es que estamos en el exterior..." Toji ahora buscaba posibles rutas de escape disimuladamente, asi como posibles distracciones que pudieran ayudarle a escapar, la situacion era algo complicada pero nada que no pudiera manejar de momento.
Narro - Hablo - Pienso
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De repente todo "se salió" de control, empezando a escuchar como se formaba "un problema" afuera, sabia que mis compañeros eran los culpable de eso por lo que  necesitaba ahora tomar el orden adentro del bar ¿Era realmente importante la cantidad? Nah.  De forma rápida di un salto y quede montado encima de la silla  haciendo un grito fuerte para llamar la  atención - Malagueñaaaaaaaaaaaaaaaaaa salerosa ,Besar tus labios quisiera -Dije en tono de canto - A ver muyayos. Hoy estoy muy triste porque en serio quería comer - Observo a los gemelos - Les pido una disculpa gigante pero nuestro objetivo es simple - Observo a los guardias- ¡Si se mueven, me bajo los pantalones solo para que vean  que les faltaran manos - En ese momento apareció la marioneta de Deikum adentro del bar - ¡Ay mi madre! - Dije mientras el henge se iba desapareció - ¡Hemos venido por la libertad, no somos imperialistas, no somos rebeldes, somo liberales ¡Y DEJARE CLARO! Que regresare para liberar a Suna - Estaba atento al 100% de los movimientos de los guardias pues recibir un ataque era obvio en estos momentos, aun asi, no habíamos actuado - ¡Alguien de este lugar ha hecho técnicas de la antiguan Suna y solo he venido a investigar quien es - Mi mirada se mantiene observando a cada persona, atento - No quiero causar daño, no vengo a buscar peleas ni mucho menos a irme sin pagar la comida que hemos pedido, solo quiero la información, se que esta tiene un precio y estoy dispuesto a pagarlo siempre y cuando el pago no sea la vida de alguien ni el deterioro de algún lugar. 

-Los sensores podían notar como en mi mano se concentraba chakra, atento a cualquier reacción. Al desactivar el henge,  todos pudieron notar algo: Mi voz y mi actitud era completamente diferente, ya no era aquel "humor" sino alguien serio, con una mirada que demostraba frialdad, mi postura y actitud era clara, no quiero lastimar pero si me obligan lo hare- Espero no escuchar moralismos de nuestra forma de actuar porque sabemos muy bien que aqui si no disparas primero te disparan y a diferencia de la mayoria de los que estan aqui, nosotros, REPITO, no queremos hacerle daño a nadie, por ende nuestros disparos son de advertencia solo para dejarles claro que nosotros también sabemos desenfundar y mucho mas rápido que muchos de aca. No me importa la cantidad y deben de notar que la seguridad en mis palabras demuestran que se muy bien lo que puedo hacer e incluso, se muy bien lo que pueden hacer ustedes. Por eso insisto: Solo quiero la información y me retirare sin causar daños mayores. - 
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[chakra=837,1025]
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Pienso/Hablo/Albert
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El Emperador
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El poco orden que ya de por sí los toscos guardias de la Yakuza instauraron en el moribundo pueblo de la antigua Suna se deshizo en una montaña de cenizas cuando los infiltrados dejaban atrás el papel de espectadores para secuestrar activamente la ilusión de paz que el desierto traía consigo. Por supuesto, tras verse acorralados, no tenían otra opción más que hacer valer lo único que nadie podía quitarles; su habilidad.

Cuando los sensores asignados a las zonas del bar y la plaza central alzaron la voz ya era tarde. Aiko se había cargado sin mayor problemas a tres de los guardias en un movimiento que hacía palidecer hasta a los más diestros y, tras este, se había puesto en una posición ventajosa apoyada por el Chikamatsu, quien también se había movido con grácia para traer al campo de batalla a dos de sus herramientas. Las marionetas siguieron el curso necesario, y todo se congeló por un momento fuera del bar.

Dentro, con la calidez del fuego de la cocina y la elocuencia del Yamanaka, la mayoría parecía ignorar al par de guardias que se revolcaban tratando de detener la sangre que salía a borbotones por sus cuellos fileteados. La situación se tensaba, sí, pero en la mirada de la mayoría de mercenarios y criminales predominaba un atisbo de emoción. El caos era el pan de cada día en aquellas profesiones, y frente a ellos tenían no uno, sino tres agentes del caos.

Los dueños del bar parecían discutir entre sí a susurros. La conexión que tenían se encontraba en aguas turbulentas y uno de ellos, el que trataba de mantener la cabeza entre los hombros, buscaba apaciguar al más idealista de los dos. Ninguno prestaba mucha atención a los guardias muertos, que si bien no eran una vista placentera, tampoco resultaba novedosa. Cuando el Yamanaka y los murmullos se silenciaron, el guardia de más rango que se había mantenido todo este tiempo dentro del bar alzaría la voz tras aclarar la garganta.

— No hacía falta armar todo este alboroto. — Su voz era ronca, como la de aquellas víctimas vitalicias del cigarrillo. — Acá intentamos mantenernos como gente civilizada, lo creas o no. — Su posición era tal que Adan podía ver cada movimiento de su cuerpo, si es que existiese alguno, pues para demostrar calma e iniciativa de colaborar, se mantenía quieto y levantado en su sitio. — ¿Por qué no bajas de esa silla y compartimos una mesa, muchacho? Quizás pueda darte la información que necesites. Y no se desperdiciaría la comida. — El ofrecimiento, de buenas a primeras, era honesto. Estaba en Adan aceptarlo o no.

Fuera del bar la situación era igual de cruda, con los cuerpos de los tres guardias desparramados en el suelo. La espadachina culpable de tal escena ahora sostenía al sujeto que, fácilmente, le llevaba un palmo de altura. Las cuchillas de la marioneta de Deikum se clavaban en su piel cual mantequilla, aún cuando sus músculos opusieran resistencia. — Hijos de puta… — Gruñó al sentir el hilo de sangre caer por su pecho. Su mirada parecían dos carbones al rojo vivo, con una furia inusitada. Pero se vería apagada al instante que la kunoichi activó la bomba de humo.

Quien tomaría la palabra, sin embargo, era el portavoz que hace instantes había dado las instrucciones a quienes se enfilaban. Tras un sonoro suspiro y sin mover un solo músculo, hablaría en voz alta. — Quiero entender que tienen sus razones para hacer toda esta mierda. De verdad lo quiero. Pero hay que ser imbécil para llegar a este punto. Imbécil o suicida. — El malhumor se le notaba a leguas, y no solo por la situación, sino que parecía no querer estar ahí. — Si escuché bien, chico, lo que pides está a tu alcance. — Haciendo referencia a las técnicas de Suna. — Basta con unirte a nuestras filas, y compartiremos lo que quieres saber. Tú y tus compañeros son bienvenidos. Casualmente estamos reclutando gente capaz como ustedes. — Diría el sujeto, de nuevo, con expresión calmada. Medio minuto bastó de silencio para que continuara. — Sin embargo. — Se robó el foco una vez más. — La Yondai Senchō no verá con ojos amables que alguien se tomara el atrevimiento de acabar con… — Echaría un ojo a los tres cadáveres de la plaza y a uno de los que estaban dentro del bar. — … varios de nuestros hombres. Así que lo dejo a elección de ustedes; bajar las armas, enlistarse a nuestras filas, y que alguno de los tres termine con la cabeza clavada en una saliente del muro. Recomendaría a la loca de la espada. — Señalando a la nube de humo donde estaría Aiko. — Solo eso basta para obtener la información que buscan. Un pequeño sacrificio para limar asperezas, digamos. — Terminaría y quedaría observando atento a la ubicación de los dos ninjas.

Toji sería escoltado por una cuadrilla de 3 guardias y la mujer morena. Le bastaría con dar un par de pasos fuera del burdel para tener visión de la plaza. La escena era cuanto menos preocupante para el bando local. Si bien ya se había despejado por completo de gente y mercaderes, los pocos “civiles” que quedaban intentaban huir de la escena mientras dos eran objetivo de la atención total de los guardias que acordonaban la plaza. Uno de los criminales de bajo rango se acercarían a la morena para actualizarla con detalles. — Mi señora. Parece que han encontrado a los tres infiltrados. Hay varios hermanos caídos. Uno de los infiltrados está dentro del bar de los gemelos y los otros están en la plaza. Uno de los hijos de puta tiene al señor Ushio de rehén. — Tras acabar su informe en cuestión de segundos se quedaría expectante. La chica lo empujaría mientras emitía un gruñido de frustración.

— ¡Vigilen a estos de aquí! — Refiriéndose a los tres hombres escoltados fuera del burdel. — Que ninguno se mueva hasta que vuelva yo. — Sería la última orden que daría antes de partir hacia la plaza, rodeando el perímetro para terminar subiendo a los tejados y aproximarse desde ahí.

Toji quedaría, junto con los otros dos hombres, rodeado de tres guardias de poca monta que sostenían espadas y garrotes en su dirección. Todos parecían nerviosos, intercambiando miradas entre ellos antes de volver a fijarlas en sus vigilados.

OFF
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Pues la situación había sido controlada, al menos por el momento, Deikum ahora, junto con Aiko, tenían de rehén al grandullón, quien parecía querer responder, pero fue detenido por otra voz, una que provino desde fuera del bar, extrañamente no lo había notado antes, o de lo contrario hubiese hecho lo mismo que con los demás, despacharlo.

Esta nueva voz sonaba molesta, ofreciendo tratos sospechosos e incluso insultos de por medio, el rubio se limitaría a sonreír, moviéndose él a la vez que guardaba los brazos de las marionetas dentro del bar, pero no movía en lo absoluto a la que estaba afuera, aun presionando el pecho del sujeto amenazado, su posición final quedaría frente al hombre que estaba siendo presionado no solo por su marioneta sino por Aiko, mirando frente a frente al dueño de la voz. —Tienes agallas de insultarnos mientras amenazamos a uno de los tuyos y matamos al resto, robándome tus palabras, eres un “imbécil o suicida” —En una competencia de palabras, el marionetista se sentía confiado, el atrevimiento ya había sido hecho desde el momento en que pisaron esta aldea, por lo que las palabras de amenaza se sentían un poco vacías en este momento—. Además, tu oferta no suena del todo tentadora, más aún cuando ya nos acabas de dar lo que buscábamos… —Soltaría esas palabras a la vez que terminaba de clavar la estocada en el corazón del grandullón, acabando con su vida con ese acto—… información. —Finalizaría, a la vez, que se podría observar, que el sujeto que acababa de matar aún no caía, sino más bien, permanecía de pie, aun con el rostro derecho y sin decir una palabra.

—Supondré que dada la presencia de guardias por acá, no es descabellado decir que hay sensores, muy buenos de hecho y que quizás más guardias se están acercando en este momento, la pregunta es, ¿llegarán para verte morir o lograrás salvarte? —Su mirada era fría, era en estas ocasiones cuando la oscuridad de su corazón salía a flote y era por esto que pretendía no detenerse ante nada siempre cuando sirviera para sus planes. Dejando esto un poco de lado, el rubio sacaría cuatro shurikens en su mano derecha y las lanzaría contra la persona, estas mismas tomando una trayectoria arqueada con él como el objetivo. —Creo que ya es hora de que empecemos a irnos —dijo mientras miraba a Aiko, ofreciéndole a ella una mirada un poco más calmada y amigable—, si lo que digo es verdad, entonces no faltará mucho tiempo para que este lugar esté repleto de gente indeseada.
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La Torre
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Algo quedo fijo en este momento: Estos sujetos están acostumbrado  a "la sangre" Mis ojos siguen atento, notando desde los gemelos susurrando hasta  la puerta y el alboroto afuera. Por ahora me concentraba mas en el interior del bar pues al final estaba en un nido de ratas donde puedo ser un apetitoso queso para ellos. Si bien puedo generar el caos, realmente esa tampoco era mi intención.  Cualquier sensor podía seguir viendo chakra en mi mano, incluso mientras me bajaba de la silla con lentitud. Apoye dicha mano en la mesa y aclare mi garganta una vez termino de conversar el buen hombre- De ante mano, lamento todo este desastre, no solo a ustedes sino a todo los presentes - Observo a los muertos y suspiro- Este mundo no debe ser asi y no todo debe resolverse con sangre...Por muy irónico que sea - Aun manteniendo la distancia y la mesa agarrada, mis ojos se enfocaron en el hombre que buscaba darme información -Mi nombre es Adán, no fui el mas educado en mi presentación pero pensé que era la única forma de llamar la atención de todos - Suelto la mesa y doy un paso de forma lenta hacia adelante, al igual que el sujeto, yo estaba haciendo movimientos que levantaran sospecha o se vieran de forma violenta - Aunque yo tenga toda la disponibilidad  de hablar con usted, creo pensar que compartimos algo y es el pensamiento de no confiar en el uno ni en el otro - Observo alrededor, de nuevo estando atento a todos - Por ese motivo, yo puedo ofrecerle uno de los plato de comida que VOY a proceder a pagar - Con lentitud mi mano izquierda fue al bolsillo para acto seguido sacar dinero, tal vez mas de lo que realmente era costo total del pedido, dejando este en la mesa- Con esto solo dejo claro una cosa -Elevo mi izquierda en señal de paz- Estoy dispuesto al dialogo pero no puedo acercarme a usted, eso me deja vulnerable y no existe seguridad alguna de que usted este diciendo la verdad, al igual que yo, claramente.

-Mi rostro todo el tiempo estuvo serio- No es un secreto que las antiguas técnicas del pais de la tierra están siendo  dominadas por alguien mas, solo quiero algo: Un nombre. No quiero ubicación, solo un nombre y créame que luego de su respuesta yo me retirare  con mis compañeros sin necesidad de formar un escandalo mayor -Di  2 pasos hacia adelante de forma lenta para  seguir demostrando mi nula intención ofensiva, aquellos pasos fueron en dirección al sujeto que me hablo-  Como acto de Bonda, generosidad o incluso, colaboración, yo tengo el deber interno de decirle porque mi interés por la técnicas, por eso, si usted realmente pensaba preguntarme, me adelantare a decirlo: La antigua suna se  piensa que esta extinta y he venido a buscar información sobre si realmente ha muerto TODO de ella, pero mientras existan personas con sus técnicas, suna sigue viva y no tengo porque mentirle, mi mayor interés es aprender las técnicas - Miro alrededor- Por eso,  con el nombre que usted me de, yo podre proceder a buscarle EN CALMA y no tirando flecha como hemos llegado lamentablemente - Mis ojos se mantienen en constante movimiento, demostrando mi estado de alerta-  Ahora, si existe uno de los presentes en este lugar que prefiere escoger el camino de la violencia que lo haga saber, de esa forma, yo podre ahorrarme la charla y proceder a seguir el camino escogido por ustedes pues de una dejo claro que el mío es la diplomacia. Con una palabra de mi parte, yo acabare con la violencia de mis compañeros pues ellos han actuado primero y como dije antes: Sabes que aqui el que dispara primero pierde.  Si duda de mi palabra, pregúntele a alguna de sus hombres sensores si realmente yo tengo en este momento alguna carga de chakra en alguna parte de mi cuerpo y ahi vera que mi palabra es tan sincera como mis intenciones de obtener la información y largarnos de aca.- Una ve finalizada mi palabra y si no era interrumpido ni mucho menos, estando a 2 paso adelante de la mesa, baje mi mano  izquierda con lentitud, sin miedo a reaccionar si era necesario
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Chakra: 870/1025

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Pienso/Hablo/Albert
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El Emperador
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Los comentarios y preguntas de Toji eran ignoradas por los guardias y la morena, pero no por la razon que uno creeria, puesto que alli fuera en la plaza a las puertas de un bar, se estaba dando una situacion de toma de rehenes y enfrentamiento entre tres personas y otros guardias de la ciudad. No pasaria nada de tiempo en lo que entonces uno de esos guardias al parecer de rango menor vendria corriendo informandole a su morena superior de la situacion haciendo que esta se moleste y no era para menos. "Asique alli estan los otros dos que me acompañaron en la entrada de la ciudad, ¿pero quien es el tercero entonces si no soy yo? Tal vez trajeron a alguien escondido de alguna manera. Bueno no importa esto me sirve." Toji seguia de pie expectante de la situacion hasta que la morena ordeno la vigilancia de aquel grupete putero en lo que ella iria a lidiar con aquella situacion, pero Toji tenia otros planes. Toji se quedo viendo como la mujer se iba del sitio a traves de los tejados de los edificios, para luego pasar su atencion a lo que sucedia no muy lejos de alli.

Uno de los guardias que se encontraba en aquel conflicto en la plaza comenzo a hablar y soltar mucho informacion jugosa, info que habria que corroborar si era cierta o no, pero que no sonaba nada descabellado y de hecho tenia mucha logica. ¿Si la yakuza posee el pergamino con las tecnicas de Suna, que mejor que darles aquel conocimiento a sus propias fuerzas militares que vigilan su principal ciudad y base? Fue entonces cuando a Toji se le ocurrio una idea e inmediatamente aprovechando la situacion a su alrededor se lanzo a toda velocidad contra los guardias que lo custodiaban, en un gracil e imperceptible movimiento el calvo se coloco detras de dos guardias y les golpeo en la nuca con la suficiente fuerza como para dejarles inconscientes con el canto de sus manos, para luego hacer lo mismo con el tercer guardia, dejandolos a los tres knock out. Entonces miraria a los otros dos sujetos que le acompañaron como sospechoso y les diria con seriedad: — Salgan de aqui y vuelvan a sus casas, tomense el resto del dia. Y si llegan a contarle a alguien de esto me encargare personalmente de que sus cabezas esten a un kilometro de distancia de sus cuerpos... — Les solto mientras cargaba con el cuerpo inconsciente de uno de los guardias, el mas musculoso que vio, para luego llevarselo detras de un edificio a gran velocidad.

Una vez estuviese fuera de la vista del resto, Toji deshizo su transformacion y le quito la ropa al guardia dejandolo solo en ropa interior, para ponersela el encima, y luego guardaria su propia ropa en la mochila de viaje que llevo todo este tiempo con él (no olvidar que la llevaba consigo al principio de la mision) para finalmente esconderla detras de algun tacho de basura, piedra o lo que sea donde pudiese esconderlo y asegurarse de que no lo encuentren (aunque no llevaba nada importante alli), claro que no sin antes guardarse en su nuevo atuendo el dinero que llevaba encima, asi como el dinero, armas o equipo que llevaba aquel guardia encima. Una vez hecho todo esto procederia a realizar una nueva tanda de sellos y una mascara de lo que parecia ser como una segunda piel se formo en su rostro, dotandole de una nueva apariencia distinta a las mostradas anteriormente. — Bien, con esto creo que ya puedo dar el siguiente paso de la mision. Ahora debo alejarme de aqui... Lo siento amigo pero creeme que es mejor que te haya sucedido esto a que otro sujeto te hubiese asesinado en mi lugar, puedes decir que tuviste suerte. — Murmuraria para si mismo y luego volteandose y dirigiendose al inconsciente guardia, para luego marcharse como si nada con su nueva identidad ahora buscando su siguiente objetivo, la base militar de la Yakuza.

Henge no Jutsu

Shoushagan no Jutsu


Nueva apariencia de Toji (sin la sangre obviamente):
[Imagen: c68c48b7792cc2bb650c8705061969a9.jpg]

Chakra: 768/780



Resumen: Toji aprovecha que la morena se va, escucha lo que el guardia le dice a Deikum y velozmente deja inconsciente a los tres guardias, dejando ir a los otros custodiados con una amenaza encima y llevandose uno de los guardias detras de un edificio, luego se viste con la ropa del guardia y se coloca una mascara de piel para ocultar su rostro y se dispone a irse a buscar la base militar de la yakuza para buscar el pergamino o informacion sobre el.
Narro - Hablo - Pienso
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Era el momento preciso para salir del bar pero un grandulón los detuvo mostraba un sincero interés pero él como sus compañeros estorbaban en la misión, al matar a tres de los soldados y tomado a Yazuka como rehén había expuesto su identidad como ninja y la búsqueda de información estaba arruinada.

En la plaza todo empeoraba el líder de los guardias logro observar la situación y no era para nada favorable, los Yakuza a la orden de su jefe se prepararon pero primero querían dialogar con el duo de Shinobi's, en cierta parte tenía razón fue un movimiento algo torpe por parte de la kunoichi, Deikum le respondió que tenía agallas para insultar a los ninjas aún sabiendo que tenían un rehén. El enojo del jefe de los guardias era evidente pero eso no evitó que soltará la información sobre lo que buscaba algo que alegró a la kunoichi pero tenía que demostrar su valía frente a su compañero -No me hagas reír guardia, más rápido acabas tú en el suelo muerto que yo- Aiko respondió con toda seguridad gracias al clon de sombra que tenía aun lado, ¿cuando la creo? fácil durante la danza lanzó su arma al aire y realizó un sello manual y continuo con la ejecución claro tuvo que volver a encender el Chakura ha, ambas miraban hacia la plaza directamente al maldito que la quería muerta, aunque las palabras de Deikum de una oferta tentadora la preocuparon por unos segundos.

Pero ahora todo era más obvio pronto llegarán más guardias dudaba que la Yondai Senchō hiciera acto de presencia pero era algo que se veía venir, pero Deikum lanzo cuatro proyectiles hacia los guardias y dió la señal para retirarse ella la volteo a ver su mirada era calmada tenía que confiar en el como en Adan -Esta bien vamos- aún no sabía cómo lo harían pero confiaba en el

En ese momento su clon junto sus manos y se preparó tenía que ayudar a escapar a su original y solo tenía ver venir a los guardias y lanzaría el jutsu, Aiko perforó el cuerpo del grandulón justo en la columna no sería fatal pero si lo dejaría inválido si sobrevivía y la kunoichi regreso al bar.
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-Confio en ustedes chicos, aún puedo combatir así pero ya derrame sangre así que prefiero no derramar más y menos de inocentes, bien en que puedo ayudarles- su katana aún brillaba gracias al Chakura ha pero sus intenciones no eran matar a más personas solo obedecer a sus compañeros para salir de esa situación.

datos
[Imagen: c8SXohe.jpeg]
Narro/ Pienso/ Hablo
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NPCs


Bien dicen muchos sabios que, en las manos correctas, una pluma puede causar más caos que una espada. Las palabras, si quien las empuñaba tiene cierta maestría, pueden herir más que un puñal. Y otros preferían irse por lo seguro empuñando ambos. Los diálogos iban y venían de bando y bando, y los forasteros parecían tan dispuestos a hablar como a conseguir su objetivo. Sus discursos vestían la crueldad de sus acciones con un disfraz de esperanza y aparente bienhechuría. Tanto dentro como fuera del bar la situación era similar, pero solo uno de los cuatro tenía las manos libres de sangre.

Toji maniobró para su total y único beneficio. Se deshizo de los guardias que le mantenían vagamente vigilado y tomó una apariencia distinta para conseguir pasar desapercibido. Los otros dos hombres que había liberado volvieron al burdel a hacer valer las monedas que habían invertido. El Kumonin tenía a su disposición la ciudad entera mientras no estuviesen buscándole, y podría notar movimiento de guardias hacia la plaza donde el altercado ocurría. No era demasiado complicado notar que la mayoría de guardias venía de lo que parecía ser el centro de la ciudad. Y esa, junto con la información que había escuchado, era una pista a seguir si así lo deseaba.

En la plaza terminaría ocurriendo lo inevitable cuando Deikum acababa con la vida de aquel fortachón. — ¡HIJO DE PUTA! — Gritaría desde el tejado, por encima del bar, la voz de la morena que hace momentos estaba con Toji. Había avanzado hasta el bar y se había mantenido allí expectante mientras escuchaba la voz de Deikum viniendo desde el portal del establecimiento. Al notar como las cuchillas se clavaban en el cuerpo del grandulón, se dejó tomar por la furia y se lanzó al suelo, soltando tal grito en el camino. Sus manos iban cargadas con chakra para impactar el suelo frente al marionetista, destruyéndolo. Ya las shurikens del rubio habían salido para entonces. — ¡TOMA TUS MALDITAS TÉCNICAS! — Sus gritos irían acompañados por un sprint para terminar de quedar a rango de golpear al rubio con una sucesión de golpes dirigidos a su brazo derecho.

Oukashou
Ouda Shinkei

Al mismo tiempo, en medio de la plaza y tras sentir el cuchillo avanzar el grandulón tomó con ambos brazos a Aiko, apretando con todas sus fuerzas y buscando mantenerla quieta. Si iba a irse, se llevaría consigo a alguien al menos. Los invasores parecían ignorar que estaban frente a delincuentes y matones. Algunos más honrados que otros, pero lo que restaba de Suna se había vuelto una selva metafórica donde solo el más fuerte sobrevivía. No contaría, claro, con la habilidad del marionetista para robarse incluso su descanso eterno, fallando en el agarre contra la kunoichi.

El más hablador de los guardias de la plaza notaría las shurikens venir hacia él y observaría el movimiento del grandulón. La morena también estaba en su campo visual y parecía dispuesta a entretener al marionetista. Por lo que la decisión iba a ser obvia. Atacar.

Pegaría un salto que le ubicaría dos metros más atrás, y en el aire dibujaría una línea con un dedo, de arriba a abajo. Una corriente de aire chocaría contra los shurikens que dibujaban un arco hacia él. La misma corriente viajaría hasta golpear a Aiko, provocando cortes en la piel de la kunoichi. Ahora el sujeto parecía menos dispuesto a hablar, y unos sellos de manos tras terminar de ejecutar su técnica marcarían sus próximas acciones mientras el calor del desierto empezaba a notarse.

Fuhakujin
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Dentro del bar, Adan decidiría tomar la ruta pacifista. Era difícil creer a cada una de sus palabras cuando un par de cuerpos degollados dejaban debajo de sí un charco de líquido carmesí. Quizás las fichas podían haberse organizado mejor y el resultado terminaría siendo distinto, pues el guardia que se mantenía dentro del bar tenía la mitad de las ganas de dialogar que el de la plaza. Escuchó con la mirada fija en Adan cada palabra, manteniendo un rostro neutro y buscando el momento exacto para atacar. Y llegaría.

— ¡AMAGIRI MA-! — Gritaría uno de los gemelos, el más idealista de los dos, siendo interrumpido por un estruendo proveniente de la entrada, donde otro guardia parecía atacar a Deikum. El otro gemelo taparía la boca del que había hablado y le miraría con expresión de terror. Aprovechando el estruendo el guardia actuó también contra Adan, quien quizás estaría distraído. Alcanzaría uno de sus bolsillos del que sacaría 4 shurikens y las lanzaría hacia el ninja de Konoha, dos dirigidos al rostro y dos a sus manos para evitar que intentase hacer sellos. Cuando las armas salieron de sus manos alcanzaría a tomar uno de los pergaminos que llevaba consigo y quedaría expectante a la reacción del contrario.
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OFF
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De manera extraña, las cosas empezaban a encontrar su posición correcta en el destino de los tres shiinobis en esa desdichada ciudad del país del viento, por un lado, teníamos el esfuerzo en vano del grandullón, quien permaneció junto al rubio, casi flotando en el aire sin vida, aquello podía ser cruel a simple vista, pero el marionetista había decidido desde hacía mucho tiempo hacer cualquier cosa con tal de que lograse sacar un beneficio, además, ¿no era un poco hipócrita por parte de aquellos Yakuza quejarse de sus acciones cuando ellos mismos guindaban cabezas en estacas en los bordes de la ciudad?

Casi como si algo hubiese estado escuchando ese pensamiento, una nueva ronda de decisiones y acciones tomó lugar, el grito de una mujer se hizo presente en la plaza, delatando su posición sin haber atacado, un grave error que sin duda lo pagaría caro y es que, como ya había estado previendo Deikum, la marioneta del bar, que había sacado para que estuviese junto a él, se movió en respuesta de la mujer, aquello no era más que un sencillo movimiento de dedo para el Chikamatsu, quien para este punto superaba con creces el dominio sobre su arte.

Esta marioneta “disparó” su brazo, posicionándolo bajo la morena, aproximadamente en el lugar donde ella caería con su puño en alto, allí, desde la pieza maderada, se abriría un compartimiento pequeño del cual saldría despedida una enorme cabeza de dragón conformada por una consecución de sellos explosivos, aquella técnica era peligrosa de dar de lleno, pero quizás la mujer chocaría y repelería gran parte del daño.

Por el otro lado, el otro sujeto había retrocedido, pareciendo decidido a actuar en contra de la kunoichi, su “repuesta” fue más que suficiente para el rubio, había logrado meterse dentro de su mente, eso, o el hombre era un profesional en su arte, de cualquier manera, su intento por repeler las shurikens fue fútil, puesto que con otro sencillo movimiento de un dedo, las cuatro alteraron por completo su trayectoria, evitando el fuuton por completo y dirigiéndose a su cuello, tratando de matarlo en el acto, el rubio esperaba que tal acción fuese completamente sorpresa para el hombre, quien sin duda no esperaría que las shurikens cambiasen su trayectoria y, peor aún, aumentaran su fuerza estando ya casi frente a él. En caso tal de impactarle y despacharlo, tomaría control de su cuerpo también, manipulándolo hacia él en caso de necesitarlo.

—¡ADAN, ES HORA DE IRNOS! —gritaría el rubio, esperando que el sujeto se moviese con habilidad para salir del bar y así poder escapar— Aiko, si tienes algo que pueda generar una distracción, ahora es el momento, de lo contrario, corre lo más rápido que puedas en dirección a la entrada por la cual pasamos, no te alejes de mi o de Adan —dijo, su voz esta vez mucho más veloz, sabía que la morena no había muerto por su acción, pero quizás escaparse sería posible siempre y cuando se movieran rápido. Por ello, empezó a desplazarse hacia la dirección que había mencionado, aun manejando sus marionetas, las cuales empezaron a converger en su posición, casi como protegiéndolo por la espalda -el brazo que hizo el ataque, volviéndose a unirse a la marioneta-. Ya sentía que había hecho mucho y aun el escape era poco probable, por lo que sus reservas debían mantenerse aún.

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La Torre
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Estadísticas de Adan Yamanaka

En el bar todo estaba siendo controlado pero afuera la cosa si estaba "fea". Mi mirada estaba atenta ante el guardia pero la desvié por completo cuando uno de los gemelos dijo una nombre, eso fue suficiente pero  aquella palabra no termino cuando un estruendo nos interrumpió. 

En ese mismo momento aprovecharon para atacarme, lanzándome 4 shurikens, 2 a mis manos y 2 a mi cara. Moví mi rostro para evitar estas arma pero  aquello no fue suficiente para esquivar la de mis manos, haciendo que estas me corten -Entonces asi quieren actuar - Dije estando a punto de hacer una tecnica cuando escuche a Deikum, era hora de irnos por lo que de nuevo mi mirada regresa al guardia - Soy un hombre de palabra - Dije observando ahora  a los gemelos- La información que me dieron será suficiente y como lo he comentado, no voy a hacer un desastre aca - Miro al guardia- Pero regresare solo para enseñarte que la palabra vale mas que una firma y tu ataque es un declaración de guerra para mi. -   Fui dando pasos hacia atrás  hasta cerca de la puerta- Procedo a retirarme y si realmente quieren que este lugar o esta ciudad no sufran mas daños, lo mejor sera  que no nos sigan. No se preocupen por como saldremos, yo me encargare de eso.

-Si no había mas ataques hacia mi, iba a salir, buscando con la mirada a Deikum, una vez lo encontrara, iba a ir hasta donde él - Necesitamos acercarnos a la salida, si me proteges, en unos minutos estaremos afuera - La velocidad de movimiento era igual a la de él, mi objetivo era claro: Escapar con el hiraishin  ¿Y como se haria? Al comienzo deje una Kunai afuera, esa Kunai  es nuestro escape. Asi empiezo a canalizar  a a tecnica, siempre atento por si debo moverme hacia otro lado o evitar un ataque. 

Vida: 424/460

Chakra: 903/1025


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Pienso/Hablo/Albert
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El Emperador
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Fuera del bar todo fue de mal en peor el gigantón solo estorbo para la huida de los Shinobi's para acabarla querían hacerle un corte en el brazo para ver si era o no uno de los infiltrados ella no tenía nada que temer pero su compañero sí, sin más remedio la kunoichi tuvo que realizar una danza para matar de un tajo a los compañeros del gran guardia.

En el procesó de la danza mortal Aiko creo un clon de sombra para defenderla pero lo que no se daría cuenta la kunoichi es que aquel grandulón trataría de sujetar sus brazos pero sería apuñalado en el corazón por Deikum una acción la cual no se percató la Onmyōji estaba más enfocada en la conversación de su compañero con Masa, el guardia de la plaza atacó a la kunoichi pero su clon la defendió utilizado su espada a la cual le pasó chakra katon activando el Chakura ha y de un corte evitó el daño hacia la Aiko original, para evitar nuevamente otro ataque blandió con rapidez su espada al mismo tiempo que libera el chakra de su katana en una andanada realizado un corte horizontal inclinado hacia Masa -Esquiva esto- para finalizar la copia con su mano izquierda sostenía su espada pero con la derecha la hizo iluminar con fuego fatuo dibujo el kanji ichi (—) uno de los más fáciles, el kanji salió disparado contra el guardia.
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Aiko cuando giró su cabeza pudo ver cómo su clon la protegió del ataque ella envaino su arma se concentró en Masa ignoro los actos de su clon ella sabía que su copia haría los movimientos adecuados después de que lanzó el segundo ataque del clon ya habían pasado los dos segundos dónde ella se concentró en el objetivo también avanzaría más si él retrocedía en caso de emergencia, lista se lanzó contra Masa a una velocidad abrumadora apenas se encontraba a diecisiete metros así que cortarlo sería fácil había mezclado sus técnica utilizado el principio del Iaido lo que volvía más veloz a la kunoichi, la arena se levantaba dejando una cortina de polvo detrás de ella por dónde pasaba a un par de metros desenvainó su katana y lanzó un poderoso tajo en línea recta en el vientre de Masa, ella se barrió por la izquierda del guardia volviendo a envainar su arma en el procesó la kunoichi se posiciono detrás del peli negro, salto y giro desenvaino nuevamente su katana rápidamente le propinó dos cortes más en la espalda para finalizarlo y volver a envainar su arma también saco una píldora del soldado de su porta utensilios para meterla en su boca y tragala su chakra se estaba acabando.

-Mamá decía que solo consumiera una por pequeños ratos, papá fallo su misión por tratar de consumir varios a la vez- reflexionó la joven por unos breves segundos mientras pasaba la píldora por su garganta, claro si nada evitó que dejara mal a Masa 

Ambos ninjas comentaron que podríamos salir si nos acercamos a la puerta tanto el clon como la original respondieron -Nosotras los cubrimos ¡vámonos!- ambas Aiko's se acercaron a sus compañeros para cubrirlos 

datos
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Narro/ Pienso/ Hablo
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Toji camino a buen ritmo por las calles de la ciudad, pasando totalmente desapercibido gracias a su disfraz y notando que varios guardias cuchicheaban entre ellos y comenzaban a moverse rapidamente en direccion a la plaza. "Parece que las cosas alli estan escalando, bien eso me sirve." Pensaba mientras observaba la direccion desde donde venian los guardias, notando un patron y siguiendo la direccion proveniente. Toji se movia con gran velocidad sin embargo no iba a su maxima potencia, pues tampoco queria destacar mucho. En caso de que algun guardia se entrometiese en su camino, Toji le explicaria que tiene ordenes de la capitana de dirigirse a la base para ocuparse de algo importante y clasificado.

Si las cosas iban bien, no tardaria en encontrar la base militar de la Yakuza alli en el centro de la ciudad, y una vez alli intentaria ingresar en la misma como un guardia mas, informando que tres intrusos shinobis de alto nivel se encuentran en la plaza enfrentandose a la capitana y varios guardias, hay toma de rehenes y parece que necesitan refuerzos, probablemente la noticia de dicha infiltracion ya era sabida pero haciendo esto reafirmaba dicho evento y lo haria ver peor con sus propias declaraciones. Si lograba entrar, entonces Toji observaria con detalle todo lo que pudiese del interior de la base, y procederia a hacer lo que pudiese para no levantar sospechas y desplazarse por el edificio para hacer un reconocimiento del mismo.



Chakra: 780/780


Off: Sorry lo corto pero no tenia nada especifico con lo que armar el post XD
Narro - Hablo - Pienso
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NPCs


Toji se había separado del núcleo de la acción y eventualmente había conseguido llegar a un destacamento de los Yakuza. El movimiento era caótico y carente de toda organización que uno podría esperar de una aldea bien establecida, pero por algo no resultaban más que criminales ligeramente más organizados que el resto. Nadie se detuvo a cuestionar al kumonin transformado que se paseaba por aquellas instalaciones aprovechando perfectamente el caos que los otros tres generaban en un sector más alejado de la ciudad.

Eventualmente llegaría a un barracón donde dos guardias de aparentemente más rango discutían entre sí airadamente. — Nos van a cortar la puta cabeza. — Decía uno, preocupado. — La Yondai Senchō no lleva ni un día fuera de aquí y los cabrones de sus pupilos están destruyendo media aldea. — Siguió el guardia en su queja mientras el otro se mantenía pensativo. — Encima según los informes están luchando sin cuartel y usando las técnicas de ese pergamino de mierda. — El guardia se rascaba la cabeza con energía. — Al menos se lo ha llevado lejos. — Terminando, guardaría silencio a la espera de un comentario de su contraparte que no llegaría.

Toji podría escuchar todo esto mientras pasaba frente a la puerta de aquella suerte de habitación. La información se le había servido cual merienda y era elección suya qué hacer con ella. Pero debía hacerlo rápido. — ¡Eh! ¿Qué coño haces tan tranquilo? ¿No has escuchado que todos los efectivos tienen que ir al sector tres? — Refiriéndose claro al lugar donde reinaba el caos, un tercer guardia llamaría la atención de Toji. Debía actuar convincentemente si quería salir de ahí a salvo, y sabiendo que su objetivo probablemente ni siquiera estuviese en la aldea, también debía planificar su curso de acción a partir de ahora. ¿Quedarse? ¿Salir de la aldea? ¿Volver a la plaza?



En la plaza todo sucedía con absurda rapidez. Asuka, quien había gritado mientras caía del tejado con el chakra contenido en sus manos chocó contra el suelo delante del chikamatsu desestabilizandole. El poderoso ataque había afectado incluso a Aiko y su clon, quienes se encontraban en su propia batalla. La siguiente ofensiva de la morena, sin embargo, sería parada en seco por una explosión. Había intentado cubrirse el rostro con su mano más hábil y abanicar la menos hábil buscando “golpear” la explosión, mitigando el daño pero quedando con la siniestra considerablemente dañada. Soltaría un gruñido de dolor sin despegar la mirada del objetivo, y saltaría hacia un costado para reposicionarse.

Masa, por su lado, veía como el clon oculto de Aiko hacía frente a su técnica de aire mientras él ejecutaba los sellos requeridos para su próxima técnica, que tuvo lugar poco después con Aiko como objetivo. El campo de batalla se había vuelto extremadamente caluroso instantes antes y ahora parecía ser más inclemente con la kunoichi de la niebla, quien sería víctima de una ofensiva tremenda que la dejaría, potencialmente, fuera de combate. El clon, además, había desaparecido luego de contraatacar el fuuton, producto de la técnica de Asuka.

Kikou: Kaon
Ōbāhīto


Para sorpresa del Otenki, sin embargo, las shurikens de Deikum habrían cambiado de dirección y algunas habían conseguido superar su técnica de viento, clavándose dos entre el hombro y el cuello, potencialmente cerca de puntos vitales que probablemente quisiera resguardar con más cuidado. Al notar la sangre correrle por el pecho se llevó la mano correspondiente al lado del impacto y se quitó las shurikens mientras ejercía presión para evitar un sangrado mayor. — Joder… — Diría para sí mientras escuchaba al rubio anunciar la retirada a alguien de nombre Adan. — ¡ALTO AL FUEGO! — Gritaría en consecuencia. Todos los presentes le mirarían estupefactos por un momento. Tras una seña un ninja médico se acercaría con las manos brillando con una tonalidad verdosa a aplicarle un tratamiento de emergencia.

Dentro del bar se escucharía el estruendoso grito de Masa, y Goro acataría, alejando la mano del pergamino que guardaba y bajando los hombros. Vería a Adan salir tranquilamente, y no haría nada para detenerlo mientras marchaba poco a poco hacia la barra donde estaban los gemelos.

De nuevo fuera, Masa con sus heridas relativamente sanadas, volvería a alzar la voz. — ¡Dejadlos ir! — Sería la última órden del jefe de guardias antes de volver a caer en el silencio. — Se-señor, ¿Por qué? — Preguntó el médico en voz baja mientras seguía curándoles. — De seguir esta batalla sin sentido podremos acabar con ellos, pero moriremos más de los que quisiera admitir. Que se vayan, y si tienen los cojones de volver estaremos preparados. — Respondería, casi susurrando, para calmar las ansias de quien le cuestionaba y calmarse a sí mismo.

OFF
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Había medido un poco mal los tiempos, su marioneta, a pesar de haber impactado, no pudo detener el primer impacto, el cual lo sacudió un poco, haciéndole daño y evitando que lograse manejar por completo las cuatro shuriken, logrando impactar con solo dos pero pareciendo suficiente, ya que este mismo, luego de que aparecieran otros individuos en la plaza, ayudándolo y dudando si su decisión de detener la batalla.

Deikum no era estúpido, por lo que aprovechó de manera inmediata ese pequeño momento, él no era parte de sus fuerzas y el plan de escapar ya estaba en marcha como para detenerse a escuchar más de sus palabras. Notaría como Aiko había sido impactada por alguna técnica que la había dejado en un estado un tanto debilitada, las palabras del rubio incluso parecieron no tener efecto en ella, por lo que simplemente movió a la marioneta más cercana a ella, tocando su hombro y tomando control de su cuerpo, esperaba que su manipulación no afectase el cuerpo confuso de la kunoichi, pero era todo lo que podía pensar.

Para ese momento, Adan ya debía haber salido del bar, por lo que los movimientos del Chikamatsu fueron rápidos y certeros, moviéndose en dirección a la entrada con toda la velocidad posible, guardando a sus dos marionetas Karasu, montando a Aiko en su espalda luego de moverla con sus hilos hacía él y aun controlando al grandullón, quién sería su recuerdo de esta misión y a quién le daría un trato “preferencial” en sus artes de marionetista.

Simplemente, le ofreció una mirada burlona, ciertamente se volverían a ver en el futuro, uno donde el rubio estaría más dispuesto a la lucha y a asesinarlo de lo que estaba hace un momento, después de todo, su misión era buscar información, no formar una pelea, pero fue la interrupción de ellos lo que lo llevó a hacerlo. Una pena. Pensó el Chikamatsu, simplemente pensando en que todo se hubiese resuelto si aquella ciudad no tuviera tantos deseos por darle caza a un par de individuos que entraron de manera “ilegal”.

Volteó hacia el frente, entonces, acelerando al máximo de su velocidad y tratando de ir de manera errática, como para no caer víctima de algún ataque indeseado, siempre esperando a que Adan estuviese cerca de él o, sino entonces buscando acercársele, una vez estuvieran en el rango deseado, confiaba en que el Yamanaka los sacaría a todos de allí.

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Deikum se encargo de mantener a la chica  que esta con nosotros mientras nos seguíamos movimientos. Había escuchado que dieron  el alto al fuego a lo que solo afirme con mi rostro ¿Por que afirmar? Porque es lo mejor, nosotros no hemos  llegado con la intención de  hacer un desastre sino de saber sobre las antiguas técnicas y es obvio, sabemos ya quien las tiene, es hora de retirarnos.

Desde que llegue, había dejado un plan de Salida y ese iba a ser el mejor pues atravesar la aldea no sirve de nada cuando no sabemos cuantos realmente acataran la orden de alto el fuego.   Puse mis manos en la frente "caliente" de Aiko y en el pecho de Dikum, obligando a que se frenaran pues por la posición en la que estaba, a mi se me complicaba "moverme" - Es hora de irnos - En un abrir y cerrar de ojos, aparecimos afuera del lugar, en aquel desierto. 
Hiraishin no Jutsu


Una vez estábamos afuera, observe la ciudad negando con el rostro- He sellado una mesa - Dije en baja voz, tal vez la chica no iba a entenderme mucho por su situación pero se que Deikum si- Y será una lastima que cuando lleguemos de nuevo, tengamos que destruir ese bar  -Suspire-  Nuestro objetivo sera Amagiri Ma - Gire a observar a los chicos-  Sera una lastima si la chica quiere ser pacifista y entregarse pero seamos reales -Hago una sonrisa- Algo me dice que es una salvaje - Busque de mi bolsillo una cantimplora para ofrecerle a Aiko agua-  Tal vez esto te mantenga estable mientras nos vamos de aca y buscamos como recuperarte al 100% -Una vez recibida el agua, iba a rasgar un poco de mi franela para tapar el sangrado de mi mano- 
Chakra: 778/1025


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El Emperador
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Todo parecía estar listo el clon hizo su trabajo de proteger a Aiko lo siguiente era que causará una distracción con algunas técnicas rápidas mínimo que le consiguiera dos segundos para lanzar una técnica de su repertorio del arte de la espada y aquel guardia entrometido dejaría este mundo para pertenecer al reino de los muerto, pero por culpa de un impacto contra el suelo creó una onda de choque que desestabilizó al clon y lo hizo desaparecer no solo eso el impacto evitó que la kunoichi se concentrara perdiendo la posibilidad de utilizar el yōjimbō.

Todo parecía ir de mal en peor al voltear a ver una chica de piel morena y cabellera morada fue la culpable de interferir con el ataque de Aiko pero todo empeoró cuando el calor empezó a aumentar la kunoichi sentía como si fuego entrara por su nariz y boca era una sensación de tener fuego en sus pulmones como la primera vez que logro exhalar Katon, su cuerpo se sentía mareado lentamente perdía la visión sin importar que tanto tratara de tragar saliva su garganta seguía reseca se trataba de la peor insolación que había vivido en su vida -Es raro llevo varios días en el desierto y nunca me había pasado esto- pensó la joven por la falta de agua en su cuerpo también sentía como perdía chakra lentamente -Es un jutsu...debo... pararlo o... pronto moriré- aunque intentará juntar chakra Suiton era imposible para la kunoichi salir de ese infierno -Muevete Aiko...Muévete ¡HAS ALGO!-

Aquel guardia dió la orden de dejarnos escapar algo sumamente vergonzoso para la kunoichi como si la tomara como poca cosa, por suerte Adan llegó a rescatarlos puso su mano en la frente de Aiko como en el pecho de Deikum y como arte de magia estaban afuera de las murallas, parecía que hablaban entre ellos los rubios casi no les entendía hasta que Adan le dió agua a la kunoichi, fuera de las murallas recupero la movilidad de su cuerpo tomo la cantimplora y bebió agua hasta dejar seca el recipiente pero mientras bebida pensaba -¿Cómo salimos? Aún faltaban metros para estar fuera son un duo bastante impresionante-

-Gracias.... Muchísimas gracias, lo necesitaba, uff para la siguiente creare géiser agua inundaran la ciudad- ella estaba algo feliz de sobrevivir talvez divagaba aún por la deshidratación pero volvió a envainar su espada, Aiko puso ambas manos en su pecho y comenzaron a emitir un brillo morado que parecía curarla lentamente, después de toser un poco de celulas quemadas de su interior ayudo a Adan a ponerse los vendajes -Es lo mínimo que puedo hacer por ti ¿Y tu Deikum ocupas atención médica?- ella saco su kit médico para ayudar al grupo -Debemos alejarnos, aún podrían estar detrás de nosotros-.

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Última modificación: 20-05-2023, 06:44 PM por Isshin.
Era terrorífico pensar que monstruos como aquellos tres que se habían infiltrado podían estar a la vuelta de cada esquina. El calor del desierto servía de aliciente para pensar que, más allá de las dunas, el nombre de la Yakuza y el estado actual del mundo ayudaban a mantener a raya a los intrusos, pero de vez en cuando algún loco decidía probar suerte con las personas equivocadas. Sin embargo, esta vez habían herido genuinamente el orgullo de aquellos matones y, encima, no les había quedado otra opción más que permitirles la huida.

Era la opción más lógica, como seguía repitiéndose a sí mismo el oficial que mayor cargo ostentaba entre los presentes. Él mismo era discípulo de la Yondai Senchō y sabía lo que venía a continuación, pero comprar tiempo ante enemigos tan formidables era una victoria que no estaba dispuesto a soltar. Por ello vería tan atentamente como pudiese al grupo de ninjas que se alejaba, al menos hasta que su vista consiguió seguirles. Ya las heridas de su cuello habían sanado pero el orgullo seguía mancillado.

Poco después, la morena se acercaría junto con el guardia que estaba en el bar. La expresión de la fémina era una oda a la furia, mientras el otro permanecía calmado. Ambos, sin duda, cuestionarían al sujeto que les esperaba en la plaza y este último se defendería como pudiese. De cualquier forma, y tras unos minutos llegaría otro de los Yakuzas de rango bajo, uno con pinta de mensajero.

— Señores. — Se anunciaría. — La Yondai Senchō ya ha sido notificada. Se me ha informado que viene de vuelta. En cuanto a los invasores, los guardias que les seguían reportan que desaparecieron en un instante. Probablemente producto de la técnica de uno de ellos. — Al terminar, se alejaría tras un gesto de uno de los tres.

Los tres guardias comenzarían a elucubrar entre ellos para compartir detalles. Quien estaba en el bar señalaría las palabras del hablador Adan, y el resto daría puntos de vista y experiencias similares. Algunos testigos de la desaparición de los tres invasores fueron llamados a informar, y estos dieron detalles del movimiento previo a la desaparición. Todo señalaba a Adan como el causante, pues él había frenado y tocado a sus compañeros.

Y como por cuestión de rutina, todos los guardias se dispersaron y las tiendas empezaron a abrir de nuevo con normalidad. Los burdeles se llenaron, el mercado se estableció de nuevo, y todo parecía volver a la normalidad salvo aquel bar. Una cuadrilla de guardias entraría y tardaría un poco en salir.

En cuanto a Toji, sería testigo presencial de todo el operativo. Había quedado dentro de las murallas cuando los otros tres escaparon y debía tener extremo cuidado. Si bien ya no estaba siendo buscado activamente, su apariencia real era una que los guardias tenían memorizada. Según los informes, Aiko había usado la apariencia de Toji para entrar a la ciudad. Y el kumonin era visto sin algún henge o disfraz las alarmas se encenderían. Por tanto, su infiltración parecía no tener fin.



Los días terminarían pasando y la Yondai Senchō volvería a la aldea. Su furia no fue la esperada, y parecía transformar la ira en determinación. Los tres invasores de una u otra forma se habían salido con la suya, asesinando a varios efectivos de valor y consiguiendo información que de otra forma les habría costado más conseguir. Empezarían entonces esfuerzos para mejorar la seguridad de toda la aldea, y se harían ejecuciones públicas para cortar las alas de quienes creyesen que un cambio era posible tras lo sucedido. Una tarde de aquellas dos cabezas muy similares serían colgadas en los muros, correspondientes a los dos gemelos que servían en aquel bar.

OFF


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