Cierto era que fue bastante reacio en creer en la propuesta, pero los dotes de oratoria del titiritero, quien orquestaba aquella función teatral cual director, intentando congeniar para mover las piezas, fueron más que suficientes para seducir a Aoi. El peliazul estaba interesado en la ambición y los objetivos tan rebuscados de aquella asociación. ¿Hasta dónde pretendían llegar? Se mostraba como una alternativa neutral, por lo que no tendría problemas para asistir a la dichosa reunión, y si terminaba sin convencerle la paga o el trabajo, simplemente podía rechazarlo. ¿Por qué no? Estar en un terreno de semi-neutralidad le permitía jugar a dos o tres bandos con mucha facilidad, y era una oportunidad para, quizá, si aquel grupo podía sostenerse por sí mismo sin llamar la atención demasiado, dejar Konoha de manera definitiva.
Tras apretujar la mano de Samuru, continuó notando sus buenas intenciones sobre el proyecto. Al menos no se veía falso en ello, y era un gran dato. Su apariencia de comerciante le sería muy útil, y más temprano que tarde. Asintió con una sonrisa a su comentario. Aprovechó el contacto físico para guardar la huella de chakra de Samuru en su recuerdo. Así, inmediatamente accedió a sus recuerdos de la última semana del Kujaku, por lo que podría comprobar qué tan cierto era aquello de su fachada de "simple comerciante". Esperaba obtener información sobre de dónde provenía, algo de sus habilidades, su forma de ser, personas que había contactado en esos días, etc. Seguramente le servirían para suplantarlo en alguna oportunidad, aunque no planeaba manchar su imagen de ninguna manera.
— No puedo negarme ante tales condiciones. De verdad que eres seductor, extraño. — Negó un par de veces sonriente. — Estoy dentro. Nos veremos cuando llegue el momento entonces. Debo seguir con mis cosas. — Aoi se despidió con la mano en alto y se marchó del lugar, dejando incluso a Denji atrás. Ahora tenía otros planes, y debía empezar a hilar algunas cosas antes de que pueda reencontrarse con aquellos individuos.
Tras apretujar la mano de Samuru, continuó notando sus buenas intenciones sobre el proyecto. Al menos no se veía falso en ello, y era un gran dato. Su apariencia de comerciante le sería muy útil, y más temprano que tarde. Asintió con una sonrisa a su comentario. Aprovechó el contacto físico para guardar la huella de chakra de Samuru en su recuerdo. Así, inmediatamente accedió a sus recuerdos de la última semana del Kujaku, por lo que podría comprobar qué tan cierto era aquello de su fachada de "simple comerciante". Esperaba obtener información sobre de dónde provenía, algo de sus habilidades, su forma de ser, personas que había contactado en esos días, etc. Seguramente le servirían para suplantarlo en alguna oportunidad, aunque no planeaba manchar su imagen de ninguna manera.
— No puedo negarme ante tales condiciones. De verdad que eres seductor, extraño. — Negó un par de veces sonriente. — Estoy dentro. Nos veremos cuando llegue el momento entonces. Debo seguir con mis cosas. — Aoi se despidió con la mano en alto y se marchó del lugar, dejando incluso a Denji atrás. Ahora tenía otros planes, y debía empezar a hilar algunas cosas antes de que pueda reencontrarse con aquellos individuos.