[Halloween] - Festival de la Roca
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Última modificación: 16-11-2023, 09:07 PM por Yagami.
Tras terminar la breve historia, la morena se lanzaría sobre el tiburón sin pudor ni decoro alguno, destapándole la boca del traje de Titiburonrón sin respeto alguno a su cosplay. Ligeramente desconcertado, se lo perdonaría, porque sabía que ella no tenía malas intenciones y era una fanática enferma de Atsui Pakura. De hecho, apenas al conocerla y compartir la tarima con ella, ya le tenía un poco de cariño porque precisamente le recordaba a Atsui Pakura.

Pero entendería la reacción de ella. Atsui lo habría mencionado, en una revista, así como a su amiguito. Shain, Shain Pakura. Fue en su momento mi maestro, y mi mejor amigo. Recordaría fugazmente la amistad que tenía con el pelirrojo y cómo eso desembocaría en una loca relación entre el trío, todos con personalidades tan disparejas.

Atsui… me mencionó, en nuestro viaje con Shain. No podía evitar sorprenderse, la relación de ambos tan solo duraría un par de meses y después no habrían coincidido nunca más, pero el impacto de aquél viaje repercutiría en Kurosame por el resto de su vida, así cómo muchas otras cosas más.

Karai seguía apresándolo, el tiburón sintiéndose como un animal enjaulado, presa de una imponente y desesperada Karai que extorsionaría cada ápice de información de él.

Quizás si me recuerda, me gustaría verla una vez más. Tomaría un segundo para recomponerse, apenas sabía del paradero de Atsui y la posibilidad de verla una vez más era mucho para un nostálgico tiburón. Además, verla en un concierto después de quince años, después de todo lo que habría pasado, era una locura. Pero quizás era el destino ver a Atsui en aquellas circunstancias y Karai era la brisa que lo llevaría hacia ella.

Está bien. Iré contigo. No podría evitar sonar más serio ahora que la opción de ver a Atsui se hacía más real. Buscaremos la forma de contactar con ella, y creo que necesitaré tu ayuda de todos modos.

Kurosame se reclinaría sobre la silla, mirando el cielo del karaoke, un poco difuso ante todo lo que ocurriría. Miraría a Karai de reojo y después volvería la mirada. Me recuerdas a ella, Karai.
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En las increíbles aventuras de nuestro Uchiha protagonista, había abandonado el País de las Aguas Termales por un tiempo para pasar a vivir en el País de la Tierra, más específicamente, en su aldea oculta, Iwagakure No Sato, junto a su Sensei y otra chica que su sensei conocía y que Kin presumía, tenían una relación amorosa o algo así, la verdad es que no le tomó mucha importancia.

Porqué se encontraba viviendo ahora con su Sensei?, era parte del entrenamiento?, ni él lo sabe, solo qué prometió acompañarla a donde quiera que fuera y lo iba a cumplir, eso era lo único que sabía, pero en fin…
Su estadía en Iwagakure coincidió con la celebración de Halloween, una celebración que hasta ese momento, siempre había festejado de una u otra forma en su aldea natal, Konohagakure No Sato, pero ahora le tocaba festejarlo en Iwa, y como de costumbre, el Uchiha estaría disfrazado de nada más y nada menos que de Kin Uchiha, así es… no se disfrazó de nada y no porqué no le gustara, si no porqué no encontró algo que le agradara para usar así que decidió vestir con sus ropajes de siempre.

Ese día, acompañaba a su Sensei, caminando y admirando como Iwagakure se vestía para Halloween, incluso en una Aldea Literalmente oculta bajo las rocas, las festividades no pierden su toque y se adaptan al lugar, o eso pensaba Kin mientras observaba cada adorno y cada disfraz. En algún momento, el Uchiha se separaría por unos momentos de la peli roja junto a su hija adoptiva, Hasu, para comprarle algunos dulces, mientras él compraba, no se dio cuenta cuando un malandro se llevó a Hasu a jalones, cosa que misteriosamente, nadie escuchó y Kin tardó un poco en darse cuenta, haciéndolo cuando el malandro se encontraba dando vuelta en una de las esquinas de la calle así que, sabiendo que Akami lo mataría de la peor forma posible si algo le ocurría a esa niña que en ese momento se encontraba bajo su cuidado, bajo ese pensamiento, emprendería una carrera en esa dirección guardando los dulces en uno de sus bolsillos.

Gracias a su Velocidad de Ninja, no tardaría en llegar al pequeño callejón en donde se encontraba el vagabundo ese junto a Hasu, el Vagabundo estaba por acariciar el hermoso cabello de la chica cuando toda esa oscuridad se vio iluminada por una luz de tonos azules, acompañado de un sonido peculiar, un sonido similar al de un millar de pájaros cantando. El malandrín se giraría para mirar, topándose con el Uchiha, con un Chidori preparado en su mano derecha, y en aquellos ojos rojos, tres aspas rodeando su pupila. Kin miraría por unos segundos más al tipo que ya se encontraba temblando, con un miedo inmenso en su expresión, antes de indicarle que tenía tres para largarse o las cosas terminarían muy mal, así que el tipo comenzó a correr lo más rápido que pudo para salir se la vista de Kin.

El Chidori y el Sharingan desaparecerían y Kin, luego de entregar los dulces a Hasu, le tomaría la mano para reunirse de nuevo con Akami. Al llegar, pudieron notar como la chica morena con la que habían estado viviendo, llegaba por la espalda de una forma extremadamente rápida hasta Akami para comenzar a masajear uno de sus pechos, Kin reiría de forma nerviosa mientras intentaba desviar la atención de Hasu haciéndole plática sobre cosas triviales o cosas de Halloween, pero el objetivo era ese, hacer que Hasu no viera aquello que la morena hacía con Akami…
Pasivas

Pienso / Narro / Hablo
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Colores vibrantes y escenarios rebosantes de espectadores. Esas fueron las primeras impresiones que obtendría de su visita al centro comercial de Iwagakure, un lugar que no tardó en llenarse por todas las actividades que habían anunciado en el sitio. Sus ojos paseaban por el lugar, admirando la cantidad de personas que el lugar recibía con los brazos abiertos, sin miramiento alguno ni excusa para otorgar un trato diferente al que le darías a una persona que vivía allí desde su nacimiento. Desconocía que fuese una ocurrencia innata de las festividades que vivían, o que la población local tan solo fuese así de amigable. Cualesquiera que fuera la razón tan solo se dejaba infectar por la energía jovial que desprendía el lugar.

El gesto que arrojó hacia la chica desconocida fue correspondido con la misma energía, algo que agradó al peliblanco; aún sin ser una persona introvertida en cuanto a interactuar con personas completamente desconocidas, siempre se sentía a gusto cuando un saludo cordial a alguien con quien no había intercambiado palabra en toda su vida salía bien, al menos en una de las millonésimas definiciones de bien.

Como fuere, se trató de una interacción tan espontanea como fugaz, pues tan solo duró el instante del saludo antes de que ambas personas retomaran sus caminos por separado. Le hubiese gustado conocer más de aquella persona, pero no haría el tan increíblemente malinterpretable acto de seguirle la sombra a alguien a raíz de una simple corazonada. Además, ¡era un evento bastante movido! Probablemente se encontraría con más gente interesante en el camino.

Continuó paseando por las instalaciones del centro comercial, viendo de reojo toda clase de eventos que abarcaban desde los clásicos teatros de sombras hasta espectáculos visuales que parecían guardar raíz en las técnicas Shinobi con las que estaba familiarizado aún si su conocimiento se limitaba a la teoría. ¡Incluso alcanzó a ver un tiburón y una chica dedicándole su alma al karaoke! Cada cosa era más extraña que la anterior de la mejor forma posible, y esperaba que aquellas rarezas no dejaran de aparecer.

Los pasos sin rumbo eventualmente le llevaron hasta tres rostros familiares: Aquel que se había dedicado a enseñarle la aldea de Konohagakure, y otros dos que había visto por un instante, una chica pelirroja que... Se le hacía sumamente familiar, pero no llegaba a marcar en su brumosa memoria un lugar o un tiempo, y la morena que instantes atrás había saludado. Se aproximó a Kin y a la distancia levantó su mano con un movimiento ondulante a juego, un saludo que culminó con sus palabras. -¡Ey, Kin!- Saludó al pelinegro, enérgico. Pronto intentó saludar a las dos chicas, pero se interrumpió a sí mismo al notar que estaban ocupadas entre ellas. Independiente, levantó su mano y la ondeó en un saludo amistoso que imitaba el ya realizado a la vez que sonrió amplio, una mínima señal de cortesía que no podía dejar pasar, y que esperaba no se perdiera en un momento de desatención.

-¿Has traido a tu hija?- Preguntó al Uchiha, inquisitivo al notar a la pequeña que él parecía estar cuidando, quizá mostrándose más casual de lo que podía permitirse. Parecía sumamente joven como para ser padre, pero el vientre de la pelirroja que parecía tener menos edad era prueba viva de lo contrario. Además, si se mostraba directo, con suerte obtendría una reacción que le otorgaría las respuestas que inocentemente buscaba.

Off
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Muki estaba alegre, la joven Akami estaba junto a ella y Kumoko se movía entre los cabellos de la pelirroja para saltar sobre el hombro de Muki, esta última relajo su abrazo y corrió su mano hasta el costado del tórax de Akami, para levantar su mirada y observar al joven Kin, quien era el acompañante de Akami (supongamos que ya nos han presentado) y la joven Hasu (que también supondremos conozco) de entre la multitud a este pequeño parque donde se encontraban ahora (no recuerdo bien donde estamos así que digamos que… eso… un parquecito)

[Imagen: __luz_noceda_and_amity_blight_the_owl_ho...0fb717.jpg]

Muki enérgicamente le daría un gran beso en la mejilla a Akami y le diría al oído – me adelantare – para separarse de ella y acercarse a Kin, notando como cerca de él ahora estaba un joven peliblanco. El trote de la jovial Muki se detuvo levemente y devolvió aquel saludo con la mano, un poco atónita – me suena familiar… - dijo a Kumoko – tal vez lo viste entre la multitud nah, no creo, lo recordaría – dijo mientras se acercaba caminando ante los muchachos – hey chicos, hola, ¿Cómo la están pasando? – dijo alegre, mientras acariciaba la cabeza de Hasu – esta aldea tal vez no sea la más popular, pero sabemos divertirnos. Por cierto, me presento, Muki Chikamatsu – diría alegre, extendiendo su mano ante Yukine, con una sonrisa amigable y jovial.
[Imagen: oK1I80D.png]
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Última modificación: 05-12-2023, 04:09 AM por Sadashi. Razón: Falta de imagen y video. Perdón (?)
El lugar estaba repleto de risas, risueños y extravagantes disfraces además de las luces parpadeantes. La música retumbaba en el aire, creando una sinfonía vibrante que envolvía a todos en la festividad de Halloween. Entre la multitud, Sadashi se movía con elegancia, desafiando la típica aversión que sentía hacia las aglomeraciones. Su traje de monja modificada la hacía destacar, emanando una mezcla de misterio y rebeldía, al llevar su larga túnica negra rasgada desde la altura del muslo derecho con el fin de brindarle mayor movilidad y su velo que dejaba ver los mechones rebeldes a los costados de su rostro.

[Imagen: 6e30624020bcce77b2fab5f4957c61ee.jpg]

Con su vaso en la mano y su cigarrillo en la otra, Sadashi no tardó en entregarse al encanto del tercer trago rojo. El alcohol acariciaba sus sentidos, deliberándola de las cadenas de la timidez y permitiendo que su espíritu libre se desatara en aquella noche embrujada.

En medio de la muchedumbre, divisó un grupo disfrazadoy con paso decidido, Sadashi se acercó, provocando susurros y miradas curiosas. Los meseros cautivados por su presencia continuaban ofreciéndole tragos a los que ella aceptaba con gracia como barril sin fondo, a pesar de su débil tolerancia al alcohol, que parecía aparentar muy bien.

A lo lejos, Sadashi notó a un conocido chico de cabellos plateados, disfrazado de un personaje de antaño, con ademanes de su diestra lo invitaba a unirse a la fiesta que estaba a punto de desatar. Pero no era él único que capturaba su atención, Sino que había una chica con una calabaza por cabeza, vestida de manera peculiar que atrajo sus ojos curiosos.

En un acto desbordado de espontaneidad y cual bomba antes de estallar, se subió a una mesa vacía, no sin antes haberse acercado al encargado de la música para solicitar una canción que resonara con la ocasión. El intro comenzó a sonar, y ella carraspeó su garganta con el indicio de prepararse para deslumbrar con su voz.

Como si hubiese nacido para ello comenzó a cantar. —Bueno, espero animen esta fiesta de mierda que pareciese que muere con cada minuto que pasa. —Dijo en voz alta con su habitual falta de tino y decoro, más sus palabras y actos no serían con mala intención, sólo era una jugarreta debido al alcohol por sus venas. Su voz, a pesar de su tonalidad gastada, era envolvente y cautivadora, mientras los ojos carmines y casi demoniacos paseaban de un lado a otro, como si estuviese buscando algo en específico entre la multitud. Dedicaba sonrisas coquetas, dejando que la música y voz se fusionaran como un hechizo encantador.

Finalmente, la canción llegó a su clímax y Sadashi, con un agudo perfectamente ejecutado, concluyó la canción. Con una dificultad imperceptible y gracias a la ayuda de un mesero, bajó de la mesa con gracia y se dirigió al chico de cabellos plateados y la chica calabaza. La noche prometía ser inolvidable, llena de risas.

Sadashi estaba lista pata continuar con el jangueo de la noche, llena de travesuras y misterios, donde incluso ella, la más reacia al bullicio podría convertirse en el alma de la fiesta.
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Sora, recién graduado como Genin, se adentró en la bulliciosa del Festival de la Roca de Iwagakure. Era Halloween, un evento anual en la aldea, donde tanto los habitantes como los ninjas se sumergían en la diversión disfrazada. Sora observaba la mezcla de tradición y alegría en las calles mientras se movía entre la multitud festiva. Aunque la aldea estaba inmersa en celebraciones coloridas y disfraces, él se mantuvo ajeno, vistiendo su atuendo tradicional. Con un gesto antipático, evitó las festividades y se retiró a un rincón tranquilo.

En lugar de unirse a la diversión, simplemente se limitó a desplegar su libro favorito y se sumió en sus páginas. Ajeno al bullicio a su alrededor, se concentró en la tranquilidad de la lectura, alejándose de la efervescencia festiva. Mientras los demás se sumergían en el espíritu de Halloween, Sora optó por encontrar consuelo y soledad en las palabras de su libro, manteniendo su propia esencia en medio de la algarabía.

- (La verdad, en esta aldea sienta mejor la festividad que en mi Aldea, supongo, será por lo repetitivo que es ver la misma decoración en el mismo sitio cada año.) - Pensaba mientras proseguía con su lectura.
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Entra al salón con una mezcla de asombro y curiosidad. Las luces parpadeantes iluminan disfraces extravagantes y rostros animados, creando un ambiente mágico. El hombre, inicialmente sorprendido, recorre la habitación, observando cada rincón decorado con calabazas, telarañas y figuras espeluznantes.

Las risas y conversaciones animadas llenan el aire, mientras la música agrega un ritmo festivo a la escena. Su mirada se cruza con disfraces ingeniosos, desde monstruos clásicos hasta personajes de películas de terror. La diversidad de creatividad despierta su interés, y se sumerge en la fiesta con una sonrisa.

La pista de baile se convierte en un escenario de movimientos espeluznantes y pasos de baile únicos. Mientras observa, se da cuenta de que la fiesta no solo es sobre el miedo, sino también sobre la diversión y la expresión creativa. La fascinación en sus ojos crece al descubrir la diversidad de disfraces y personalidades que se entrelazan en esta celebración única.

Se aventura a conversar con otros invitados, descubriendo historias detrás de los disfraces y compartiendo risas sobre anécdotas graciosas. La fiesta se convierte en un escaparate de la imaginación colectiva, donde cada persona aporta su toque único a la experiencia general.

A medida que la noche avanza, el hombre se sumerge más en la fiesta, olvidando temporalmente el mundo exterior. La energía positiva y la creatividad desbordante crean un ambiente acogedor. Se une a juegos festivos, participa en concursos de disfraces y saborea delicias temáticas.

La mezcla de luces vibrantes, risas contagiosas y la vibrante atmósfera de Halloween hace que su impresión inicial se transforme en una experiencia inolvidable. La fiesta, con su encanto peculiar, se convierte en un recordatorio de la magia que puede surgir cuando las personas se reúnen para celebrar la creatividad y la diversión.
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Última modificación: 11-12-2023, 05:22 PM por Sora.
Al concluir su lectura diaria, Sora cerró su libro con satisfacción. Decidió romper momentáneamente con su rutina solitaria y participar en el bullicioso festival de Halloween. Se encaminó hacia las coloridas calles llenas de risas y luces.

Sora, usualmente reservado, se aventuró a probar la variada gastronomía del evento. Saboreó golosinas y platillos que nunca antes había probado, permitiéndose disfrutar de los placeres sencillos de la vida.

Mientras, consumía algunos productos gastronómicos del lugar, se habría chocado con un niño que jugaba con sus amigos en la zona, este niño iba a caerse. Sin embargo, Sora rápidamente reaccionó para evitar este suceso sin importar que en el acto perdería el producto gastronómico que estaba consumiendo.

Lo siento mucho señor, no me fijé por dónde andaba, estaba jugando con mis amigos. — aclaro el niño mientras agradecía con una reverencia por haberle ayudado.

No es nada, solo ten cuidado para la próxima. — decía Sora mientras veía su alimento en el suelo.

El niño notaría este suceso y simplemente volvería a disculparse con múltiples reverencia. — Enserio, disculpe señor, pero como es Halloween es más fácil reconocer a las personas por los disfraces que traen puestos, en su caso era muy difícil de ver. — decía mientras solo disponía a tener la cabeza agachada.

Sora comprendió la situación y con algo de
inspiración repentina, empleó su Jutsu de Transformación. Se disfrazó como un fuerte y poderoso samurái, tomando la apariencia del héroe de su libro favorito. La armadura reluciente y la expresión determinada que adoptó mostraban una faceta de Sora que raramente dejaba ver.

Muy bien, ahora estoy disfrazado, imposible que no me puedas ver así. — decía mientras sonreía para que se fuera el niño, sin embargo, el niño sonrió y tomó a Sora de la mano para llevarle con sus amigos para que se uniera a jugar con ellos. tras esto Sora inmerso en la celebración, encontró un equilibrio entre su naturaleza reservada y la alegría compartida del festival, descubriendo que incluso un ninja solitario podía encontrar momentos de conexión y diversión en el corazón, lo cual cual le hizo animarse a sacar uno de sus huesos del hombro para usarlo como flauta para ponerse a tocar dicho instrumento, mientras los niños bailaban al rededor de el y reían por ver a un Ninja de otra aldea ser tan amable con ellos.

Después de esto se reunió con los niños a las afueras del carnaval para contar historias de terror.
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Quien sabe si sus sentidos se habían adormecido por la falta de entrenamiento de los últimos días... pero jamás pensó en que Muki estaría detrás de ella... La sorpresa de la pelirroja fue grande cuando sintió los brazos de Muki rodear su abdomen y abrazarla por detrás, quizás dio un pequeño, pero poco notable, brinco por eso... Su sombrero había caído al suelo y en poco tiempo aquella arañita (o lo que quiera que sea esa cosa de 8 patas) empezó a juguetear y trepar por la rojiza cabellera de la sacerdotisa para subirse al hombro de Muki... y cuando menos lo pensaba Muki había dirigido una de sus manos... a uno de los senos de la pelirroja.

 Una accione que le saco un pequeño gemido... la pelirroja nunca se había acostumbrado por completo a aquello... y el comentario de la morena la hizo sonrojar aun mas...- E-es normal... mi cuerpo... empieza a adaptarse...- diría sintiendo el calor del abrazo de Muki... seamos honesto, Akami se había acostumbrado a aquella cálida sensación... no queria que terminara nunca... el calor del abrazo de una persona que amas... Esperen... ¿Amar?... la pelirroja... ¿Amaba a Muki?... acaso... Acaso ¿estaba lista para entregarle su corazón, o al menos... los fragmentos que quedaban, a Muki?... ni siquiera ella misma sabia la respuesta... pero... ¿Eso importaba?... era feliz al lado de la marionetista... fue la persona que le tendió su mano... que se ha preocupado por ella...

 Pero... había una duda en su mene desde que esta "relacion" había empezado... Muki era muy cariñosa y amable... pero... ¿Acaso solo era amabilidad? ella no lo sabia... Pues... ya se había convencido de que no era mas que un simple juguete de Muki... o... de los demás... siempre fue así, desde que nació hasta la actualidad... Saito se lo había dejado en claro... Y eso le generaba la duda de si en verdad la morena la amaba... y aun así se armo de valor teniendo esa duda en mente y movió los labios- Estoy feliz ahora que esta a mi lado... Masuta- diría con una pequeña sonrisa mientras apoyaba su mejilla en la de Muki... quizás... solo quizás el sentimiento que ahora afloraba en su interior era felicidad...

  - Eso es imposible... Akami Ameryuu esta condenada... lo mejor es que ya deje de ilusionarme con ser feliz...- si, esos eran sus propios pensamientos... el pasado la había marcado a tal punto que ya no queria sufrir mas... ya no queria perder a nadie mas. Estaba embarazada de Saito, de aquel joven que nunca fue capaz de corresponderle... y aun así... fue tan miserable como para pedirle que cuidara de Muki... pero... los últimos meses al lado de Muki... fueron especiales para la pelirroja... quien sabe si la morena solo lo hacia por los bebes o porque en verdad amaba a la pelirroja... - Masuta... ¿podemos hablar?- su tono era un poco tímido o quizás... apenado... - El nacimiento cada vez... esta mas cerca...- diría sonrojándose levemente... sus intenciones eran claras... quería preguntarle algo a Muki...

 - Y por eso... quería hacerle una pregunta...- diría un poco apenada... por cierto... aquel sombrero de bruja que hace un rato fue tumbado al piso, esta siendo sostenido por el lobo blanco mientras se reunía con Kin y Hasu- Oe... Kin, si Masuta se entera de lo del callejón... ten por seguro que no la contaras- diria el lobo seriamente- Por cierto... buen trabajo...- Si, Okaeres sabia lo que pasaba... su olfato era bastante bueno y pudo darse cuenta de todo- Y usted joven Hasu... no debería apartarse de Kin...- reprendió el lobo a la niña mientras esperaban por Akami y Muki.

 - Fuera de eso... lo mejor será no contarle nada a Masuta...- diría burlonamente el canino mientras se recostaba en espera de aquella parejita. Mientras que la niña le lanzo una pequeña pregunta al Uchiha- Kin... Okasan dará a luz pronto... eso significa que es muy posible que deje de ser una kunoichi o una viajera... ¿Qué hará usted de ahora en adelante?- la pregunta de la niña fue bastante interesante... Pues, era verdad, Akami seguramente dejaría de viajar cuando sus hijos nacieran... entonces... ¿Qué haría Kin de ahora en adelante?
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la gente del pueblo era animosa, varios estaban siendo gala de sus disfraces, un par de jóvenes jugando entre el publico, un gran samurái flautista, los del karaoke que interpretaban sus canciones, todo era bastante entretenido, pero ahí estaba ella, Akami y su conversar... recordando que el turno anterior, Muki había dicho que iba a hablar con el resto de ninjas, simplemente Muki se encogió de hombros, realizo un sello cruzado con sus manos y dejo salir dos clones, uno de estos fue el que concluyo con las acciones junto a Kin y Yukine, el otro se iría a recorrer el pueblo, pero la Muki real, la verdadera, se sentaría de vuelta junto a Akami y, recostándose y mirando al cielo, esta desviaría su vista lentamente hasta quedarse enganchada en los ojos de la joven pelirroja, dejando sus orbes azules totalmente conectados con los orbes rojos de la joven pelirroja, sin mover más la mirada de su vista, para decirle con una sonrisa y una leve carcajada - jejeje, siempre podemos hablar, preciosa, tienes toda mi atención.

Kage Bunshin no Jutsu


Por otro lado, la Muki que se encontraba con el resto de muchachos... al ver al can de Akami hablar, pensó en inconciencia no reveladora - "oh... eso es metarrol" - mientras automáticamente su cerebro borraba ese ultimo pensamiento... oh... casi generamos una nueva Ulti... por cierto... ¿Qué estará haciendo esa muchacha ahora?

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Entro a la fiesta de Halloween y sus ojos se iluminan al apreciar las decoraciones siniestras y creativas que adornan el lugar. Maravillado por la ingeniosidad de las personas, observa los disfraces extravagantes que se pasean entre la multitud, cada uno contando su propia historia de creatividad y espíritu festivo.

Caminando entre las luces titilantes y la música festiva, decide explorar más a fondo y se encuentra con una deliciosa variedad de comida temática. Prueba algunas delicias culinarias que llevan el espíritu de Halloween a cada bocado, disfrutando de la combinación única de sabores en medio de la festividad.

Me topo con un rincón especial donde muchos niños están reunidos. La curiosidad lo lleva hacia ellos, y descubre que están escuchando historias de terror contadas con entusiasmo. Me uno al grupo, maravillado por la atmósfera de suspenso que se crea a medida que las historias se desenvuelven, compartiendo risas nerviosas y expresiones de asombro con los pequeños espectadores.

En este viaje a través de la fiesta de Halloween, me siento asombrado por la diversidad de la celebración, desde la admiración por las decoraciones y disfraces hasta la delicia de la comida temática. Su trayecto culmina en un rincón acogedor, donde la magia de las historias de terror se entrelaza con la inocencia y la emoción de los niños reunidos en busca de escalofríos festivos.

- ¡Increíble! ¿Cómo logras narrar esas historias de terror con tanto realismo y emoción? Cada palabra crea un escalofrío genuino. Estoy totalmente asombrado por tu habilidad para sumergirnos en ese mundo de misterio y suspenso.
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Sora, sorprendido por la presencia del cazador, agradeció con una inclinación respetuosa.

Aprecio tus palabras, noble cazador. La habilidad para sumergir a otros en el mundo del misterio es un arte que no suelo explorar. Me alegra saber que mis historias lograron captar tu atención. ¿Te gustaría compartir tus propias experiencias o aventuras con nosotros? — Sora, manteniendo su formalidad, extendió la mano con cortesía. — Por cierto, es un placer conocerte. Soy Sora, un ninja que se encuentra en de paso por esta Aldea. Si alguna vez necesitas ayuda para acompañar tus noches de caza, estaré encantado de ayudarte. — decía mientras aún mantenía su mano extendida esperando a que el cazador se presentará, después de todo estaba algo intrigado por como vestía.
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Dirijo la mirada hacia Sora con una expresión de asombro iluminada por la alegría. Sus ojos se ensanchan revelando sorpresa positiva, mientras una sonrisa genuina ilumina su rostro. La emoción palpable se refleja en sus gestos, creando una conexión instantánea de admiración y felicidad.

- Historias? Emmmm......... no creo tener la habilidad para narrar historias como tu y sobre aventuras......... una vez pelee con 3 osos al mismo tiempo eso es suficiente?

Evidencia clara de su inexperiencia en situaciones formales se manifiesta, ya que no está familiarizado con entornos sociales ni acostumbrado a participar en conversaciones extensas.

- Es un placer conocerte, me llamo Zack , vivo en el bosque , solo estoy de paso en esta ciudad, es muy divertido ver tantas luces y ropa tan colorida

Dice mientras estrecha su mano.
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Sora, después de asimilar las palabras de Zack, respondió con una sonrisa cordial.

Un enfrentamiento con tres osos suena verdaderamente impresionante, Zack. No todos los días escuchas una historia así. Si alguna vez decides compartir más de tus vivencias, estaré ansioso por escucharlas. — decía con estima para no menospreciar la declaración de Zack.

Sora, notando la falta de familiaridad de Zack con situaciones formales, se esforzó por crear un ambiente más relajado.

No te preocupes por la habilidad narrativa, cada uno tiene su don. Además, es un placer tenerte y saber que no soy el único que está de paso por la aldea. Si alguna vez necesitas orientación o compañía, aquí estaré. — Hablando con confianza y evitando incomodar con su formalidad.


Sora bajó la mano y dio un paso atrás, permitiendo que la conversación fluyera de manera más cómoda. La curiosidad brillaba en sus ojos mientras observaba a Zack con interés.

¿Cómo te ha llevado la vida en el bosque? Debe ser un contraste bastante grande con el bullicio y la luz de la Aldea.
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Sus ojos, ahora tintados de un rojo profundo, reflejan la intensidad de su ansia. Cada latido de su corazón resuena como el rugido de un animal hambriento, mientras sus sentidos se agudizan, captando el olor metálico de la sangre que envuelve sus ropas viejas . Su ser vibra con la anticipación de saborear la esencia vital de su presa, y su sed insaciable lo impulsa a acechar en las sombras, listo para liberar su instinto salvaje y devorar cada gota de vida que se le presente.

- He enfrentado innumerables batallas, cada una con bestias hambrientas sedientas de mi muerte. De cada encuentro, he extraído conocimiento, he absorbido la esencia de la lucha. Cada bestia que se atrevió a desafiarme ha caído a mis pies, su rugido silenciado por mi determinación inquebrantable. Aprendí de la oscuridad de sus ojos y los derroté, uno tras otro. Mi sendero está marcado por la sombra de las bestias caídas, recordatorios de que soy el depredador indomable que acecha en la penumbra.

De repente, como si un oscuro telón se levantara, la sed de sangre que me envolvía disipó. Sus ojos, antes fijos en un rojo voraz, se iluminaron con una chispa de alegría. La sombra que oscurecía su expresión se desvaneció, y una sonrisa juguetona curvó sus labios. Como un cambio de estación abrupto, la tensión se deshizo, y la oscura sed de antes fue reemplazada por una exuberante sensación de felicidad. Un destello de luz emergió de la vorágine de sus pensamientos, transformando al depredador en un ser radiante, como si hubiera encontrado un placer inesperado en medio de la penumbra.

- ES UN PLACER CONOCERTE SORA! Quieres ser mi amigo?

Comnfiando plenamente en aquel recién
conocido , rompiendo sus propias barreras con la esperanza de que esta nueva conexión pueda ser lo que busca dentro de su inexperiencia en lo social.
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Tu valentía en la lucha contra esas bestias es admirable, Zack. Cada desafío que enfrentas deja una huella única en tu camino. Estoy seguro de que tus experiencias podrían llenar noches enteras de relatos intrigantes. Y sobre tu oferta de amistad, sería un honor ser tu amigo. — dijo Sora con sinceridad, reconociendo la valentía y la fuerza que Zack transmitía en sus palabras.

Sora extendió la mano en un gesto amistoso, aceptando la conexión que se estaba formando entre ellos.

Además, no todos los días encuentras a alguien con tus habilidades y tu enfoque en la vida. Estoy seguro de que juntos podríamos compartir y aprender mucho el uno del otro. — comentó Sora, buscando establecer un lazo más allá de la mera amistad casual.

La intención de Sora al aceptar la amistad de Zack era crear un vínculo sólido basado en el respeto mutuo y el intercambio de experiencias. Sora apreciaba la singularidad de Zack y veía en él no solo a un cazador intrépido, sino a un amigo potencial con el que podría compartir no solo historias de terror sino también la riqueza de las experiencias de la vida ninja.
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Extiendo mi mano con determinación, apretando con firmeza los dedos de Sora. Su agarre es seguro y confiado, transmitiendo una sensación de resolución y conexión.

- Emocionante la idea de vivir increíbles aventuras contigo, Sora. Un placer que cada momento sea una nueva página en nuestro libro de experiencias.

Una cálida gratitud llena el corazón del hombre, iluminando su rostro con una sonrisa genuina. Siente un profundo agradecimiento por la amistad recién descubierta, como un tesoro que ha enriquecido su vida. La conexión especial le brinda alegría y la certeza de que ha encontrado a alguien con quien compartir risas, penas y momentos significativos.
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Zack extendió su mano con firmeza, un apretón que transmitía determinación y una conexión recién descubierta entre dos individuos con caminos dispares. Sora, respetuoso y formal, aceptó el gesto con una inclinación de cabeza, reconociendo la fuerza del lazo que empezaba a formarse.

La idea de vivir aventuras con Zack intrigaba a Sora. Cada momento compartido sería, sin duda, una nueva página en el libro de experiencias. Su respuesta fue medida, reflejando su prudencia y formalidad. Sin embargo, entendía la importancia de este nuevo capítulo en su vida ninja.

Zack expresó su entusiasmo por la nueva amistad de manera efusiva. La sonrisa genuina que iluminaba el rostro del cazador no pasó desapercibida para Sora, quien observó con atención, consciente de la gratitud palpable en el corazón de su nuevo compañero.

Apreciaba la conexión que habían formado, pero su respuesta seguía siendo medida y reflexiva. La certeza de compartir risas, penas y momentos significativos era algo que valoraba, aunque su expresión se mantenía serena.

La despedida se acercaba, y Sora, en su estilo sencillo, dejó claro que había apreciado la revelación de este nuevo capítulo en su vida. Ahora, debía partir para cumplir con una misión. Con determinación y prudencia, Sora se retiró, consciente de que cada aventura, ya sea en la amistad o en sus deberes como ninja, le aportaría lecciones valiosas que agregar al libro de su propia experiencia.
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Aquella clon de Muki iba paseando por la aldea, veía los carteles y diversas cosas que el mundo ninja de Iwagakure podía ofrecer, nada podía alegrarla más que un simple paseo por la aldea – veré si encuentro algo entretenido que hacer, así al menos distraigo a mi yo real – pensaba, mientras pateaba una piedra en el suelo y observaba a la gente.

Entre tanto transeúnte, una interacción entre jóvenes se llevaba a cabo, era algo… extraña, como si tuviesen cierta intimidad entre ellos, una simple complicidad, no lo sabía bien, pero le pareció gracioso… Muki se subió a uno de los techos para poder observarlos mejor, uno parecía un samurái algo extraño y el otro, bueno, era un salvaje… o al menos eso pudo ver desde la distancia… la morena sonrió, eran una pareja de inadaptados, probablemente, o simplemente ninjas escondidos entre la gente… hábilmente, con sus dedos, asalto a un puestito para sacar de el papel y lápiz, escribió desde la distancia sin moverse del techo un par de mensajes, ambos en papeles separados y luego, dejando el lápiz sobre el mismo mesón de donde extrajo el papel, dirigió ambos papeles a los dos muchachos…

[Imagen: __shuro_blue_archive_drawn_by_dokomon__s...59b1f6.jpg]

- Si se quieren entretener, subid a buscarme, los estaré esperando en el tejado del edificio rojo – decía la nota que cada uno recibiría, tanto Zack como Sora… era una reta bastante simple, solo deberían alzar la mirada y podrían ver aquel edificio rojo con Muki parada en su cornisa, haciendo señales con su mano y riéndose entre dientes, invitándolos a subir… ¿vendrían?
[Imagen: oK1I80D.png]
- Master of puppets, I'm pulling your strings -
The Devil
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Una profunda apreciación por la compañía de su nuevo amigo. La seriedad refleja un respeto mutuo y la confianza que se está construyendo. Este sentimiento aporta estabilidad y valor a la conexión que están desarrollando.

-En otro momento nos encontraremos, Sora. Te deseo mucha suerte en tu misión.-

Despues de su despedia me sumerjo en la atmósfera festiva de Halloween nuevamente, deleitándome con exquisitas delicias mientras disfruta de la música. Con cada bocado, saboreo la esencia de la celebración

-(Esto supera a la carne cruda, es realmente delicioso!)- Reflexiona para sí mismo, con la incertidumbre de cómo preparar estos platillos tan exquisitos.

-¿Cómo debo preparar esto, señor chef? Por favor, comparta su secreto culinario. Dice mirando al chef con un brillo en sus ojos.-

-Chef: Voy a revelarte mi secreto... Ven y presta atención cuidadosa a cada paso, todos son cruciales para lograr un sabor excepcional.- Con maestría culinaria, el chef comparte su receta especial de carne. Explica cada paso con pasión, revelando los secretos de los ingredientes y técnicas que dan vida a su platillo único. Cada palabra está impregnada de experiencia, guiando a los oyentes hacia la creación de un manjar excepcional.
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