[Misión Rango B] Información confidencial comprometida
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Samuru sigue deteniendo algunos de los kunais que lanzan desde la entrada con Karasu; el primer equipo de soldados parecen ser simples novatos mandados a por ellos para hacerles perder el tiempo y por ahora está siendo extrañamente efectivo. El chico de verde parece haber caído en un profundo agujero de depresión y la otra muchacha, que para sorpresa del titiritero resulta ser otra Chikamatsu, aunque ha sacado a pasear a uno de sus propios modelos de marioneta, no parece tener intención de combatir, lo que empieza a preocupar al shinobi "Supongo que era demasiado pedir un día tranquilo de vuelta a mi patria" Piensa en su interior mientras con un movimiento de su índice hace que Karasu lance una bomba de humo en dirección a los soldados en la puerta frontal. No está dispuesto a perder el tiempo peleando con ellos, mucho menos si va a tener que hacerlo el solo.

- Yo ya estoy bastante cargado con Gus... ¿Puedes encargarte tu de este? - Samuru aún desconoce quien ha iniciado el evento violento con la maravillosa idea de realizar un ataque masivo dentro de una sala llena de guardianes, y aunque las posibilidades están entre la chikamatsu y con casi toda probabilidad el ninja desaparecido (Pues duda que el peliverde haya hecho algo visto su estado, si bien podría ser el mejor actor del mundo), la realidad es que sabe que con su nivel será incapaz de huir de aquel lugar en solitario y sin heridas - Propongo salir a tomar el aire... - Dice en un susurro casi inaudible, señalando un gran ventanal que da directo a la ciudad subterránea "Por cierto ¿Por qué tienen ventanas en este sitio? ¿¡Para que les entre algo de luz por las mañanas!?" Evidentemente se trata de un cómodo sistema de ventilación, pero su frustración y la relativa incomodidad de haberse encontrado con otro integrante de su arte le incomodan levemente.

Hecho esto, lanza a Karasu en silencio a abrir la ventana, haciéndola salir por la misma justo antes que el mismo, que será precedido por Kuroari, quien aún lleva a su contratante en el interior de su torso, haciendo visiblemente más pesados los movimientos del mismo.

Nada más salir de la taberna, comprueba que los afectados por la bomba de humo no les hayan descubierto, tras lo que, intentando hacer memoria del camino que habían seguido para llegar a aquel lugar, sopesando si debería acortar camino por la calle principal o callejear en barrios que le eran completamente desconocidos y que se encontraban repletos de bandidos.
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Rõgu sentía que debía rendirse, sin el pergamino y rodeado de asesinos no tenía esperanza de continuar luchando por su vida si sus padres ya no estaban en ella. Pero de pronto la muchacha de piel morena se acercó y le dedicó no solo unas palabras que le ayudó a levantar la cabeza y detener su llanto, sino que también pudo sentir aquella suave caricia en su cabellera que le recordó a su madre. 

La araña es tuya... ¡menos mal!-un grito de alivio y un salto para ponerse de pie, listo, ya podía combatir. Pero se detuvo al ver la invocación de la marioneta, la verdad le daba algo de escalofrios ver a aquella marioneta pero ya que el otro también usaba una, significaba que a Rõgu le tocaba ser el señuelo.

Pero antes de eso, una bomba de humo obstruyó la visión de todos y el marionetista indico una ruta de escape, era una buena idea asi que Rõgu tomó a la morena como princesa, concentró chakra en sus pies y tomó impulso como un resolte.

Subiendo-y en un parpadeo se encontraban a 20 metros de altura, bajando poco a poco hasta el "techo" de esa cueva.
Migawari

Tras bajarla, suspiró, y miró el lugar-Aparecimos en un lugar que vi, la salida era por acá, deberiamos irnos-señalando la ruta empezó a trotar para salir de ese sitio, aprovechando que loa asesinos no vieron su escape.
Chakra: 480/610

520 - 40
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La joven marionetista había sido tomada por los brazos de aquel niño conejo, Muki, en un desliz de destreza y un poco de Déjà vu, se dejó llevar, mientras dejaba caer su marioneta de su espalda y abrazaba el cuello del joven muchacho y le miraba a los ojos - ¿debo informarte que tengo novio verdad? – diría esta, sonriendo y moviendo sus dedos al son del compás, su marioneta empezó entonces a moverse, atacando y descuartizando, lanzando bombas de humo para ocultar el escape de los muchachos y generando un alboroto dentro del lugar. Para cuando todos hubiesen escapado, ya solo quedaría el desastre típico de la marionetista en el lugar.

Ahora, ¿qué hacer? Con su marioneta de nuevo en su espalda y sus pies en el suelo, la muchacha observo a todos lados y no pudo evitar pensarlo ni decirlo en voz alta – que ganas de tener a Kumoko acá… ella nos guiaría por un camino sin guardias ni nada, ¿tendremos que matar a todo el que se cruce cierto? – dijo desganada, para empezar a seguir al grupo en su destino.

[Imagen: __kureiji_ollie_hololive_and_1_more_draw...73527a.jpg]

Si, le daba un aire de familiaridad ese muchacho, era majo y simpático, le recordaba a su Saito, pero eso no lo convertía en el – hey niño, ¿ya estas mejor? No necesitas ir de lloriqueos asi como así, al menos acá tienes un hombro amigo – dijo la muchacha para golpearle con suavidad el brazo con su puño – si algo te preocupa solo dilo, al menos por ahora somos aliados, esperemos que en un futuro no nos toque de bandos diferentes – diría sonriéndole amablemente – porque entonces te pediré que no me mates – diría mientras echaba a reír y caminaba alegremente por el lugar, jugando con sus dedos y los de su marioneta.
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Una vez todos se encontraron fuera del local, Samuru se giró justo a tiempo para ser testigo del momento en que Peter Pan se llevaba a Wendy a nunca jamás de un salto absurdamente largo... Lo único que no le quedaba claro era en donde había quedado campanilla, y ya puestos, la araña que mencionaban, de la que él no había sido consciente en ningún momento "Debe de haberse dejado ver en algún momento mientras me hacía el dormido..." Suspirando con resignación mientras empezaba a ser rodeado por algunos criminales de poca monta en busca de una recompensa fácil, hizo girar a sus dos marionetas alrededor con todas sus cuchillas expuestas, como si fueran trituradoras de tamaño humano, pasando tras el destrozo cárnico a poner cada una de ellas a su lado y, con ayuda de sus diez brazos totales, lanzarse a sí mismo detrás de sus dos compañeros, atrayendo a sus marionetas una vez en el aire con un movimiento gentil de sus manos; al final, caería al lado de sus dos acompañantes, seguido poco después por Karasu y Kuroari.

- Curiosa elección artística - Comentó mientras echaba un vistazo a la marioneta de la chica; si le preguntaran, se atrevería a afirmar una clara tendencia SM únicamente por su aspecto. En realidad, estaba mucho más interesado en la pericia que mostraban sus manos a la hora de controlarla, sin movimientos excesivos ni la necesidad de usar demasiados dedos en el control de las mismas... Era fácil ver lo inferior que era el control de Samuru en comparación - ¿Algún plan? La salida principal es un pasillo estrecho que posiblemente se encuentre completamente vigilado. ¿Intentamos atravesarlo en una escaramuza violenta o buscamos algún otro método de acceso?

De tener elección, el titiritero siempre había preferido pasar desapercibido a iniciar una matanza sin sentido, especialmente porque nunca podía estar seguro de si las personas en su camino eran merecedoras del trato hostil... Sin embargo, tampoco le quedaban muchas más elecciones a la hora de salir al exterior; estaba empezando a experimentar con el dotton, pero su control aún era inexistente, y la única otra salida al exterior en la que podía pensar (Más allá de crearse una propia) era cualquier cosa relacionada con el canal de agua que habían visto al entrar y la posibilidad de que algún desvío interno del mismo diera a la zona en la que se encontraban. 

- Escaramuza, que alguno sea capaz de abrir su propia salida o bien... ¿Qué tal se os da nadar? Las alcantarillas son siempre una opción, aunque para ser sinceros, puestos a elegir flujos internos, preferiría un baño de sangre que uno de...

Sus últimas palabras fueron interrumpidas por la aparición de varios criminales y bandidos genéricos que seguían en búsqueda de una mal informada recompensa fácil. Por el momento las fuerzas especiales parecían no haber terminado de asegurar a sus objetivos, o bien aún no estaban interesadas en ellos.
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Rõgu tomó a la morena entre sus brazos para buscar escapar junto a ella primero y luego bajar a por el sujeto gigolo pero en el momento en que la cargó escuchó su advertencia y pasó a ponerse rojo bajo su demacrada mascara de conejo.

¡Mil disculpas a ustes y su novio! ¡No quería ser atrevido!-diría nervioso por lo apenado que estaba y luego pasó a saltar mientras Muki mataba a algunos.

Apenas apareció afuera del lugar bajó a la morena, su intención era buscar al otro sujeto pero par su sorpresa él subió solo. La morena le preguntó si estaba bien y le ofreció ser amigos con un golpecito en el brazo mientras pedía inmunidad en caso de ser enemigos algún dia.

¡Te agradezco mucho tu apoyo!-mencionó con una reverencia un poco exagerada, literal casi golpea el suelo con su cabeza por ello-Y yo no mató a gente... Ni siquiera sé si podría-así es, él se preguntaba si podía ser capaz de asesinar a aquella gente que tenía capturadas a sus padres, basicamente merecian perder la vida si se atrevian a matarlos pero... En realidad una parte de él aún sabía que toda vida merecia vivir y cambiar para bien.

Bueno... De hecho... Tengo que pedirte algo-ya que se habia ofrecido a escuchar su problemas esperaba decirle sobre sus padres pero tenían un asunto justo ahora que debían solucionar y ese era el de irse de ese lugar.

Yo prefiero no matar. Pero puedo dajar inconciente a la gente. Aunque podemos usar sus marionetas como submarinos ¿no?-preguntó ya que una de las marionetas tenía al hombre Guia dentro suyo. Aunque también es verdad que eso se debía por el tamaño de su cuerpo.
Chakra: 501/610
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Última modificación: 09-08-2023, 08:49 PM por Muki Chikamatsu.
¿Que si hay un plan? Pues… activar el modo psichokiller de las marionetas y lanzarlas a descuartizar gente ¿no te parece? – diría la marionetista sonriendo un poco alocada, mientras alzaba sus brazos en son de alegoría y su marioneta avanzaba a toda velocidad hacia los bandidos, separando sus brazos del cascaron y terminando cada mano apretando el rostro de los bandidos y sus cuchillas apuñalando sin discreción los cuerpos de los bandidos, la última marioneta caminaría entremedio de esta carnicería recogiendo los brazos una vez estos terminaban su trabajo. No eran muchos los bandidos que atacaban, por lo que era fácil acabar con ellos.

Si… en serio nos hace falta un puto sensor, si tuviese a Kumoko acá ella nos guiaría, pero le pedí que aguarde con el pergamino por si algo ocurría… - diría la marionetista, desesperada y enfrascada en sus pensamientos, mientras corría en dirección a donde habían llegado originalmente, encargándose de quien quiera que venga a molestar.

la pregunta de Rogu sobre si las marionetas se podrian usar de submarino resonó en su cabeza y esta empezó a negar una y otra vez con la cabeza... - no... no no no señores yo no quiero ensuciarme! vamonos por la puerta ancha por dios o me tendran que llevar arrastrando! no, ni yo ni mis marionetas tocaremos agua de alcantarilla!! jodanse!! - decía mientras pataleaba y señalaba hacia la entrada.

Por otro lado, en el mundo de las arañitas
Kumoko, la arañita luego de enfrentarse a la reina en persona, se puso muy nerviosa, bajo sus hombros arácnidos y se dispuso a pensarla dos veces… luego de ello, decidió hacer una copia del pergamino, tal vez no sería la mejor idea, tal vez sí, pero, como allá sobraba pergaminos y tinta, solo debía llegar a su antiguo hogar y ponerse a trabajar. Ahora es cuestión del narrador saber cuánto del pergamino alcanza a copiar.

off
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La decisión sobre el camino a tomar quedaría resuelta casi de inmediato ante la rotunda negativa de la titiritera a la hora de adentrarse en el alcantarillado. Durante aquella breve discusión, Samuru continuaría observando como esta despachaba a un criminal detrás de otro con relativa facilidad; en su caso, era capaz de eliminar los problemas según aparecían, pero a su lado parecía un carnicero novato despiezando su primera pieza de gran calibre... Movimientos precisos y elegantes, pero poco eficaces "¿Tanta es la diferencia?"; en cualquier caso, no era el momento para pensar en aquello, ahora debían centrarse en la huida.

- Estoy con la barbera diabólica... - Diría mientras sacudía un pie algo molesto por haber pisado un charco rojo - Creo que lo mejor sería salir directamente por la puerta principal. Asura ya lleva un pasajero y nadie va a usar a mis pequeñas como barco; madera y metal no son buenos amigos del agua - Diría en un tono algo más cordial que el de Muki. Su proposición inicial sopesaba la opción (Por otra parte, no deseada) de mancharse el mismo, no sus creaciones; bastante tenía ya con limpiar los restos carmesí después de cada uso como para someterlas a una tortura en forma de residuos líquidos... Y no tan líquidos.

Al poco de aquel pensamiento, y mientras despachaban a unos cuantos criminales más sin demasiados miramientos (A excepción de Rögu, quien parecía determinado en no asesinar a nadie pese a no parecer sentirse incómodo rodeado de máquinas de picadillo humano) un par de toques se escucharon desde el interior del modelo Kuroari de Samuru. Al abrir su caja interna, podría verse a Gus en el interior de la misma agitando su cabeza mientras balbuceaba una serie de palabras casi más masticadas que pronunciadas y que, pese a no ser demasiado audibles, resultaba evidente que se trataban principalmente de insultos y blasfemias.

- Buenos días Mr. Contratista. Ahora mismo estamos un poco atareados, así que le recomendaría mantenerse dentro de su carromato al menos hasta que lleguemos a un lugar más seguro - Comentaría Samuru en un tono absurdamente cordial, al tiempo que con su otra mano mandaba a Karasu a atravesar los ojos de un nuevo criminal - Por cierto el pergamino está asegurado... Creo. Así que... ¿de nada?

La mirada de Gus no parecía especialmente feliz, pero entendiendo la situación el hombre asintió a regañadientes, frotando sus ojos mientras trataba de acomodarse en el interior del contenedor en forma de tonel en el que había sido relativamente recluido.

A partir de ese punto, Samuru se centraría en ir despejando el camino y, de cuando en cuando, tirando una de sus bombas de humo a las rutas no seleccionadas, tratando de desviar la atención de sus perseguidores.

Poco tiempo después, valiéndose de las maneras que cada integrante decidiera, lograrían salir de la zona inferior del mercado negro, accediendo nuevamente a la ciudad mercante, en donde el avance pasaría a ser más sencillo, debido a que la mayoría de los perseguidores quedarían "relegados" a la zona de los suburbios; de cualquier forma, aquello no era una excusa aceptable para bajar la guardia, lo que llevaría como mínimo al titiritero a no detener su carrera hasta que, tras unos pocos minutos más, lograran salir al exterior de la ciudad, volviendo a encontrarse en lo que aparentemente parecía la entrada de una cueva normal y corriente, pese a que todos los presentes ya sabían que no se trataba de nada de eso.

- Parad - Tras aquella petición de Gus, Samuru se detendría en seco, terminando de abrir el contenedor de Kuroari para que el hombre pudiera salir al exterior. El mismo sacudiría ligeramente sus ropas y arreglaría un par de desperfectos en la misma antes de resoplar con desgana y estirar una mano, claramente a la espera de algo - El pergamino por favor. Tengo que recibirlo y asegurar su eliminación antes de salir al exterior; y ya basta con las tonterías... Mis empleadores no son tan permisivos como yo. Los presentes recibiréis la recompensa estipulada, el ausente, ya esté muerto o fugado será reportado a su aldea como tal... Si tenéis alguna duda, preguntadla ahora, mientras aún tengo algo de paciencia, aunque ni yo sé por qué.

Gus continuaría esperando con la mano estirada, claramente no pensaba marcharse de allí hasta haber eliminado el papeleo.

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Los marionetistas se negaban profundamente usar sus creaciones coml submarinos asi que solo les tocaba la ruta dificil. Ambos eran asesinos a sangre fria, literalmente aquellos noqueados por Rõgu eran los unicos que sobrevivirian en su intento de capturar a este peculiar trio. 

De alguna forma lograron llegar a un punto *"seguro" donde detenerse y dejar salir al hombre atrapado en la marioneta. Rõgu podía tomar aliento al fin, que oye, los otros dos solo mueven las manos, él debía correr de un lado a otro metiendo patada kung fu a todo aquel que pudiera y darles mas golpes si no lograba dejarlo inconciente con el primer ataque.

Pero mientras tranquilizaba sus latidos escuchó la palabra "eliminar" y rápidamente empezó a negar con su cabeza y manos al sacudirlas de lado a lado.

¡No! Por favor no pueden eliminar ese pergamino. El hombre...-dudó en si contar su problema o no, la verdad es que confianza no le daban peeero lograron matar a muchos sin casi esfuerzo, asi que podían ayudarlo si querían. Decidió quitarse la mascara de la cara y bajar su cubre bocas para suspirar, sus ojeras eran visibles al igual que el maltrato de su cabello por falta de aseo.

El hombre que me contrato tiene a mis padres. Y solo los liberara si le doy el pergamino en sus manos... Por favor dejenme recuperar a mi familia-no le quedaba mas que rogar por misericordia. No entendía el peligro que guardaba dicho pergamino pero no quería perder a sus padres... Pero si se negaban a ayudarlo tendría que luchar contra los tres para obtener el pergamino a la fuerza.
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Muki observaba la situación y mantuvo la distancia, no le gustaba la cara que ponía el joven conejo, era tierno y tenía un motivo entre manos para quedarse con aquel pergamino… sin embargo, una misión es una misión. Casi sin prestar mucha atención, la muchacha dio un par de pasos atrás y se cortó uno de sus dedos para luego realizar sellos y posar su mano en su hombro, ahí aparecería Kumoko-chan con un par de pergaminos en mano – Kumoko-chan ha llegado amigos míos – diría la araña feliz portando ambos pergaminos pequeños – ¿qué es eso? – preguntaría Muki – oh… es una copia que hice del documento… no está completa, pero me esforcé en hacerla – diría la araña rascándose la cabeza.

Muki tomaría ambos pergaminos con sus manos y los observaría con atención, claramente uno de los pergaminos se notaba que era falso, en su nombre decía “Copia Kawaii.” Muki chasqueo los dientes y cerró los ojos. Luego de eso, la joven muchacha tomo los pergaminos y los sostuvo sobre su pecho para hacer un único sello de manos, algo simple, pero conciso, para luego lanzar los pergaminos al cielo y decir – Katon, Flamber no Jutsu – y ordenar a su marioneta a lanzar fuego desde su mano a gran potencia sobre los pergaminos… sabía que aquel marionetista se daría cuenta de su truco con solo nombrar esas palabras, pero por sobre todo, esperaba que Rogu no delatara la treta.

expansión - Furiko


Claro, era un desastre, lo que el contratante quería es lo que había resuelto, sin embargo… sin embargo tanto para Samuru como para Rogu, lo único que lanzo fue aquella copia que Kumoko había realizado, pero para aquel viejo, fueron ambos pergaminos los que fueron lanzados, mientras que el original, este estaba oculto entre el busto de la marionetista, imposible de ver para cualquiera que lo inspeccionara a simple vista, y obviamente, imposible de detectar aquel movimiento sutil que hizo con sus manos para un simple civil como era Gus. Rápidamente se daría la vuelta y llamaría con su mano a Midoriya – guapo, vamos a salvar a tus padres, a Gus no le interesa para nada eso – diría, mientras que luego consolaría a su arañita quien estaba llorando en su hombro – noooo estúpida bruja yo yo… yoo… maldición en serio me esforcé – gimoteaba la araña – ya cállate y ve por la paga, te espero en nuestra guarida – diría, para luego dar vuelta su rostro y decir a viva voz – es eso lo que querías ¿no? Ahí están las cenizas de tu pergamino, yo me marcho de aquí – para luego emprender camino hacia la ciudad con su marioneta abrazada en el pecho, sosteniendo y cuidando que por ningún motivo aquel pergamino se cayera de encima.

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Si… si Midoriya le seguía, esta le entregaría el pergamino que tanto codiciaba sin ningún problema al muchacho, siempre y cuando estuviesen lejos de la vista de aquel viejo sin corazón – si mis padres aun estuviesen cerca mío, sin dura haría lo que sea para rescatarlos – le diría en el momento de entregar aquel pergamino.
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Última modificación: 18-08-2023, 10:02 PM por Skuld Samuru.
Samuru permaneció impasible ante las palabras del peliverde, así como ante el extraño espectáculo ofrecido por Muki "La ilusión es adecuada pero... Sobreactúa demasiado, eso de ir diciendo la técnica en alto como si fuera un kindershinobi jugando en el patio... ¿Quizás es el nombre que le ha puesto a su lanzallamas?". Pensaría en ello mientras los dos ninjas se alejaban, despidiéndose de los mismos con un gesto de mano mientras se preguntaba varias cosas al respecto de los mismos... Pero ahora no era el momento, ahora debía asegurarse de que todo había acabado.

- ¿He acabado? - Mencionaría el titiritero mirando al hombre, quien parecía tener la cabeza en otro sitio - Si la misión no ha terminado, deberías decir lo que necesitas.

Samuru estaba tanteando a Gus, asegurándose de que, en caso de ser descubiertos, el complot no le salpicaría en lo más mínimo. A fin de cuentas, se trataban solo de desconocidos para él; si, la chica se había ganado su interés al mostrar habilidades Chikamatsu superiores a las suyas propias, pero no se jugaría el pan y su carta blanca en Konohagakure por una marionetista desconocida y mucho menos por el chico peliverde.

- Claro - Respondería Gus con cierta desgana, antes de permitirse una sonrisa misteriosa - Recibirás la recompensa en la aldea. Tanto tú como los que acaban de marcharse... Ya tenemos todo lo que necesitábamos. No esperaba que saliera tan bien

El hombre comenzaría a caminar nuevamente hacia el interior de la cueva, desapareciendo con la misma facilidad con la que se había presentado ante los ninjas en su primer encuentro, sin que ninguno lograra detectar su aproximamiento. "Por un momento me había olvidado de aquello... Es como si hubieran pasado meses desde entonces, tal vez... No, simplemente tengo que descansar, creo que empiezo a enloquecer". Girando sobre su propio eje, el miembro de la familia Skuld saldría nuevamente al desierto, completamente convencido de no volver a pisar aquella ciudad subterránea en al menos el suficiente tiempo como para que se olvidaran de su cara. Quizás era hora de ir a la antigua guarida de su madre.


País de la Hierba/Hogar de "gente noble"

- ¡Por favor...!

Tirado en el suelo, rodeado de los cadáveres de sus guardias personales, aquel nombrado como el señor "Don nobleza", quien había otorgado originalmente la misión al joven Rõgu, se encontraba sollozando ensangrentado, mientras buscaba en todas direcciones a alguien o algo que pudiera ayudarlo a salir vivo, sin embargo, lo único que había ante el eran unos extremadamente lustrosos zapatos de vestir, al "final" de los cuales, se encontraba el rostro de Gus, claramente decepcionado con el engendro que tenía ante él.

- Les has decepcionado; nunca debes decepcionarlos. - Gus pronunció aquellas palabras con una rotundidad que dejaba claro que no necesitaba explicar nada más al respecto. En su cabeza, de acuerdo a sus ideales, aquel hombre había cometido el peor pecado posible - La mesa es un grupo muy selecto de manzanas doradas, tenemos que tener cuidado, o una sola pieza podrida podría contaminarlo todo. Lo peor es que no esperábamos que fueras tan simple.

- Y-yo - Un lustrado tacón se hundió en la boca del noble, impidiendo que este continuara hablando; inmediatamente después y en un gesto visualmente imperceptible para cualquiera sin entrenamiento, la cabeza del sujeto se dividiría en dos, dejando caer su rostro y parte del cerebro directamente sobre el suelo.

Gus apartaría el pie, frotándolo contra la chaqueta de seda fina del cadáver para limpiar los pocos restos que le habían salpicado. Detrás de él aparecería una sombra, que sin falta se inclinaría como gesto de respeto, esperando a recibir nuevas órdenes - ¿Has liberado a los progenitores como te indiqué? - Preguntó el ejecutor mientras se giraba, mirando directamente al recién llegado. La sombra asintió como respuesta - Bien. Lo del mercado negro es una cosa... Pero no quiero implicar a más civiles de lo necesario. ¿Crees que me estoy volviendo blando?

El desconocido no respondió, pero su mirada claramente se desvió, recorriendo en un instante la carnicería realizada por el hombre ante él, parando por último sobre la cabeza pseudo diseccionada del noble traidor.

- Esto es distinto. Era un insecto, no una persona - La sombra sencillamente bajaría la mirada, manteniéndose en posición de espera. Claramente prefería guardar silencio - Deberías relajarte un poco querida. En fin, vámonos.

Un segundo después, no quedaba rastro alguno de las dos figuras.

OFF | THE END
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La morena invocó nuevamente a su araña compañera, esta poseía dos pergaminos pues había hecho una copia. Rõgu se emocionó al tener la idea de usar la copia como señuelo pero cuando notó el sello de manos y las palabras de la chica se le borró la sonrisa.

Oye, espera, por favor...-la chica lanzó un solo pergamino que fue destruido, eso tranquilizó al muchcacho que solo suspiró.

La marionetista le hizo una seña al muchacho para ir a buscar a sus padres y a pesar de su rubor por ser llamado "guapo" Rõgu la siguió mientras le daba las gracias.

Tus padres deben estar feliz al saber que tienes buen corazón-el muchacho tomó el pergamino entre lagrimas por la felicidad de estar cerca de su objetivo y la tristeza de saber la perdida de aquella mujer.

El otro hombre no iria con ellos pero al menos había conseguido no solo a una aliada sino también el pergamino... Lo malo es que el muchacho estaba muy cansado y al sentirse menos tenso acabó por caer rendido en plena frontera del Pais del Viento.

Esto retrazó el avance del duo por un dia completo asi que ya imaginaran la desesperación de Rõgu al despertar-Rápido, Rápido por favor-el muchacho apuraba a la morena mientras llegaban al lugar.

De pronto mientras llegaban a la frontera del Pais de la Hierba los padres de Rõgu aparecieron para abrazar a su hijo entre llantos y llantos... Son una familia muy llorona.

¡Que alegria que estes bien!-¡Que alegria que esten bien!-¡Que alegria que estes bien!-tras llorar otro ratito abrazados Rõgu pasó a limpiarse un poco los ojos y preguntar como era posible de que sus padres estuvieran libres.

Fue horrible, unos tipos arrazaron con el lugar y liberaron a los prisioneros ¡Estabamos preocipados por ti!-su padre volvió a abrazarlo mientras que su madre miraba a Muki un poco confundida.

Oye hijo ¿y esta mujer quien es?-preguntó mientras seguía analizandola con la mirada, sus vestimentas no eran las mas decentes...

Es Muki. Me ayudó a conseguir el pergamino que me aseguraba su bienestar. También proviene de Suna-el muchacho por fin fue soltado por su padre y ambos padres de Rõgu se acercaron a la morena para darles las gracias por ayudar a su hijo e intentar salvarlos.

La verdad es que todo había salido bien y si Muki quería podía viajar acompañada por los Midoriya e incluso viajar en la silla de transporte para que no se cansara en sj viaje y llegara mas rápido de lo acostumbrado.
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Sonriente ante la escena de esta familia, la joven Muki se mantuvo algo al margen… las palabras que le dijo eran bastante… dañinas, si… para ella una vida lejos de su familia era algo triste, pero que tenía que hacer y afrontar – chico… no todos tuvimos tanta suerte como tú – pensaría la joven muchacha, extendiendo sus sentimientos ante dicha familia y sonriéndoles con presteza – oh… si… mis modales – diría la joven, tomando una mejor compostura e inclinándose frente a los padres de Rogu – Okaasan, Otousan, espero me den la bienvenida a la familia, prometo que hare feliz a su hijo – diría en su reverencia, para luego empezar a reír con esa risotada que suele tener la marionetista.

Luego de un par de risas y algunos chistes de doble sentido, la marionetista preferiría marcharse por su propio lado, tenía compromisos que cumplir cerca del país de los pájaros, ella era, como decirlo, muy responsable en lo que al deber se trataba, su viaje estaba a punto de acabar y debía volver a Iwagakure luego de pasar por la base de Zeon, pero obviamente esto no lo podrían saber estos civiles ni aquel joven ninja que acababa de conocer.

Si… la verdad es que fue agradable, acepto quedarse un tiempo con ellos y poder vivir un agradable viaje con ellos, sin embargo… sin embargo no era lo que ella debía hacer. El camino de Muki era bastante solitario cuando no estaba con su amado Saito.

Ella aun no sabía que en su viaje de regreso se encontraría con Samuru nuevamente y con el entablaría una relación de maestra-alumno bastante peculiar.


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