[Misión Rango A/B] Yōhin
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Entre todo lo que personalmente detestaba, el tiburón particularmente detestaba a los oponentes que volaban. Para él, era una señal de cobardía. Sin embargo, podía entender a los cobardes ya que tampoco era beneficioso enfrentarse contra un tiburón en su hábitat natural, esperando que su presa finalmente decidiera caer en las aguas que él dominaba.

Kurosame vería directamente desde el aire como su oponente sacaba un kunai o tan pronto avistaba el kunai. Tan solo al avistar el arma, Kurosame fortalecería sus escamas, sin ningún miedo. Uroku Kizo.

Uroko Kizo


Y en el instante posterior al fortalecer sus escamas, realizaría sellos mientras concentraría su chakra por dos segundos. El kunai con el sello explosivo llegaría y la explosión sería un hecho, pero el tiburón no se habría inmutado en lo absoluto al no recibir ningún tipo de daño, aunque las aguas se hubiesen alborotado tras la explosión.

¿Crees que con un sello explosivo podrás vencerme?


El tiburón desde su posición y mientras faltaba poco para terminar de concentrar chakra, se subiría encima del agua.

Suimen Hokou no Gyou


Y concentrando chakra en su pie (que ojo este chakra no elimina la concentración de chakra en la técnica que lanzaré en un rato). Saltaría unos 30 metros al aire, donde sea que estuviese su oponente. En el trayecto desde que saltaba hasta que llegaba a la altura de 30 metros ejecutaría la técnica sacrificando un poco de su sangre.

¡Ketton: Daikaisuidan!

Kurosame soplaría disparando un chorro de agua con chakra rojo cuya punta tenía forma de bala de 1 metro de diámetro.

Ketton: Chi no Nioi

Daikaisuidan


Resumen


Personaje

Inventario







aquinohayningun hide, ignoren el espacio extra (?
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El combate de Saito y Jikaro fue de lo más frenético. Tras chocar aquel golpe con el mítico Rasengan, el albino se preparó a lanzar una corriente de aire, que fue superada por una sucesión de golpes que finalizaron por dejar al Sarutobi indefenso, para ser sentenciado con una estocada que buscaba perforar su pecho. La velocidad del exorcista era alta, y si el chico de Konoha no tenía algo preparado, no sería fácil escapar de ello. Sólo él podía salvar su destino.

En el otro lado, Kurosame lograría repeler la explosión con éxito, para luego realizar una técnica que caraterizaba al sangriento Hoshigaki, saltando unos 7 metros y lanzando desde allí un chorro de agua transformada en elemento Ketton, para intentar alcanzar a Samuru, su alado contrincante de la rebelión, oriundo de la legendaria Hoshigakure.



Desde el Sur, varias presencias se acercaron, y entre los últimos árboles visibles, se dejaron ver 3 de ellos. Eran refuerzos rebeldes, aquellos que venían detrás de Jikaro cuando el Sarutobi se acercó. El del medio, era un sujeto de apenas 1.60m de altura, con un gigante pergamino en su espalda que destacaba. El equipo de extracción había llegado, y sin duda sería un problema a futuro si los combates no lograban definirse.

Por su parte, Dakar se había levantado, y tras apretar su puño de rabia y llorar un poco a su alumno, se tronó los dedos y se reincorporó, observando el panorama. El capitán imperial, seguido Akeru Tenrou, se posicionaron encima de la muralla sur, observando el combate de Kurosame y Samuru. Dakar logró visualizar a los 3 rebelde que llegaban, todavía a una lejanía de más de 100 metros, pero con una mirada desafiante, listo para darles guerra.

Akeru intentó lanzarse contra el Kujaku Myoho, pero Dakar lo detuvo con su brazo en un movimiento de autoridad total. — Alto ahí, Akeru. Déjalo sólo, no sabes de qué es capaz el Hoshigaki. — Comentó en referencia al reconocido miembro del Consejo Shinobi de Kirigakure. — Debemos contener a los refuerzos. Intentarán penetrar los muros, no debemos dejarlos. La muerte de nuestros hombres no será en vano. Defenderemos la propiedad de la Hierba con nuestra sangre si es necesario.

Por su parte, un grupo de apoyo imperial de jovenes Genin, intentaban apagar el fuego de la muralla Este con jutsus Suiton, unos metros lejos del conflicto entre Saito y Jikaro.

OFF

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¿Qué es ese color? — Parecía ser agua, pero tenía más pintar de ser un mar de infierno. Sin embargo, Samuru ya estaba preparado. Apenas vio la ofensiva de Kurosame ir en su contra, su cuerpo se protegió con un escudo formado por ese peculiar chakra violeta. Mientras ya estaba siendo cuidado, realizó una nueva secuencia de sellos manuales, pues no esperaría a que transcurra todo el choque. El jutsu suiton de sangre se vio disminuido casi en su totalidad al impactarse contra la defensa del sin hogar, casi, puesto que de todos modos un pequeño daño se llevó Samuru. No importaba, podía sobrevivir con eso. Apenas le hizo tambalearse un poquitito en el aire, pero nada más. Su secuencia de sellos ya fue completada.

Aparece, mi mascota. — Debajo de él y frente a Kurosame se creó un gran dragón con el chakra Kujaku que tenía disponible, por ahora, Samuru. Recordemos que el usuario está volando a 40 metros de altura, pero su creación no. De todas formas, se posicionaría de tal forma que el cuerpo del animal lo cubra, así que estará a salvo de ataques directos de Kurosame, al menos desde su posición.

Una leve sonrisa adornó su rostro, puesto que apenas el dragón apareció y vio al amigo de azul, sabría que es su comida. — Gekiryuu. — Desde su boca disparó un torrente de chakra directamente hacia Kurosame. Samuru esperaba que fuera su carta del triunfo, ya que, si el otro sobrevivía a ese ataque, significará que es alguien realmente fuerte y nuestro protagonista se plantearía seriamente la pregunta de si es capaz de vencerlo o no. La técnica que usó antes del agua roja llamó demasiado su atención. Él tenía un chakra de color peculiar, pero lo que hizo el Hoshigaki no parecía necesariamente algo similar a lo suyo, sino un jutsu diferente. Por eso mismo, aunque use a su amiguito como escudo, estaba posicionado para ver hacia donde estaba Kurosame.

No sé dónde estará Hirose, pero espero tenga un enemigo mucho más difícil poniéndolo en su sitio. Mira que hacerme venir a este sitio y luego dejarme. Me vengaré de él. Nadie me la juega sucia. — Aunque estuviera centrado en su combate, no dejaba de pensar un poco en el individuo al que vino a acompañar y asistir, sobre todo de él tratándose de un ninja médico. Los objetivos de la rebelión no le importaban, así que solo quería salir vivo de ahí y marcharse antes de que su vida esté demasiado en peligro. No se quedaría mucho tiempo, puesto que aunque haya visto a muchos enemigos caer, no confiaba en que solo quedaran ellos. Claro, Samuru no se ha percatado de la aparición de refuerzos en ambas filas. Lo único que sabe es que bajo ningún motivo irá a por los suministros. Esa nunca fue su prioridad y menos ahora.

Datos


Resumen


Tema 2, Byakugou no In.
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Última modificación: 10-03-2023, 10:38 AM por Saito Yamamoto.
*Plaff* el cuerpo del albino cayó al suelo delante de Saito, su mano llena de sangre ajena se sentía calida, tal vez no era la primera persona que mataba pero aún así siempre era un escenario complicado de tragar.

¿Eh? ¿Aún respiras? Parece que fallé, no importa, se nota que morirás en breve-con fuerza el Kiriano piso la herida de su enemigo y presenció como sus ojos se pagaban.

Te dije, muerto-Saito se agachó y tomó por los cabellos al hombre para empezar a arrastrarlo-Supongo que tu cabeza debe costar algo y aunque no necesito dinero quizás tengas ADN valioso-Saito miró hacía la zona Sur, no podía ver mucho pero notó al hombre volador y la explosión de sangre.

Mejor y me apuro-Saito tomó Jikaro y lo cargó como saco de papas para llevarlo a la fortaleza, mirando a los genin apagar el fuego.

Bien hecho muchachos, si se puede-Saito entró y miró que Dakar ya habia sido resucitado. Dejó el cuerpo con un tipo y le pidió guardarlo ya que ese hombre era necesario para él.

Al fin se dirigió hasta la muralla y pudo ver el panorama. Un dragón de color peculiar se encontraba luchando con Kurosame y el enemigo disfrutaba desde arriba.

Mi chakra me va a odiar-realizando sellos manuales y corriendo hasta Kurosame.
Suimen Hokou no Gyou

Dejame al Dragón-diría y sus onibis se colocaron a unos metros delante de él, absorviendo los cuerpos de aquellos caidos en la linea Sur, formando un imponente esqueleto de 15 metros que haria sonar una campana al aparecer.
Gashadokuro

(-3 onibi yokai)

En el caso de que Kurosame se encontrara herido Saito pasaría a darle algo de atención medica.
Shousen no Jutsu

(A+)
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Narro-Pienso-Hablo

Pasivas
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Jikaro cayó al suelo, con un agujero en su pecho que lo conduciría a la muerte pronto, pero dejándole unos segundos de vida. El muchacho escupió sangre y perdió la capacidad de moverse, estaba a punto de perder la consciencia, pero su voluntad era tremenda. Respirar se le dificultaba completamente, y tenía un daño en la tráquea y cercano a los pulmones que hizo que los mismos comenzasen a llenarse de sangre. Pero como un ángel caído del cielo, un miembro del Escuadrón Médico imperial de la base apareció por sobre la muralla, para pegar un grito y posteriormente aparecer de un salto junto al malherido Sarutobi. — ¡Alto ahí! Tengo órdenes directas de salvar la vida de quien-sea que me encuentre. ¡Tú! ¡Déjamelo a mí! Dakar quiere prisioneros rebeldes para saber de dónde se filtró la información. — Comentó mientras un aura verde se formaba en sus manos, y arrodillándose junto al albino, le aplicaba un jutsu de curación de primer nivel en el pecho, intentando detener el sangrado con el Shousen no Jutsu.

Shousen no Jutsu

— No, no será suficiente. ¡Muchacho! ¡Llama a Dende! ¡DENDEEEEEEEEEE! — Gritó el shinobi con todas sus fuerzas mientras intentaba auxiliar a Jikaro, dándole una indicación a Saito. No podía hacer mucho más, pero quizá un miembro con un mayor conocimiento en Iryoninjutsu podía ocuparse.



Tras repeler en gran parte la ofensiva Ketton, Samuru logró formar un gigantesco dragón del mismo color y aura que su chakra Kujaku, otorgándole un componente épico a la pelea. Incluso Dakar y Akeru se impresionaron, y comenzaron a re-plantearse el poder de Samuru. ¿En verdad Kurosame era capaz de hacerle frente sólo? Aquel shinobi sin dudas tenía huevos, y lo estaba demostrando. El ataque del dragón fue devastador, y el Hoshigaki no pudo hacer nada para defenderse. El ataque lo golpeó de lleno, provocándole graves daños pero sin sacarlo de combate ni evitar que siga en pie. Sin dudas el escamado Kirinin era sumamente resistente y un hombre de escamas duras.

— Señor. ¿Qué mierda es eso? ¿Cómo pudo...? — Preguntó sumamente impresionado Akeru. Dakar chasqueó la lengua, algo molesto. — No sé de dónde haya salido ni por qué los rebeldes consiguieron reclutarlo, pero ese muchacho de ahí es un shinobi de Hoshigakure. Los ninjas de la Estrella son sumamente peligrosos, y su kekkei genkai es demasiado extraño y difícil de dominar. Sin duda él es capaz de controlar la radiación y de utilizarla para pelear. Tenle un ojo encima... Parece que han llegado refuerzos. — Cabeceó hacia el Sur, desde donde los tres individuos comenzarían sus movimientos.

El que se ubicaba a la derecha del shinobi con el pergamino, rápidamente formó dos pares nuevos de brazos desde su abdomen, y tras ello formó un arco y una flecha enorme en forma de lanza. Colocó la misma en el arco y comenzó a tensar la cuerda con todas sus extremidades, sin contar sus piernas, e incluso con sus propios dientes haciendo una extraña contorsión de su cuello y cerrando uno de sus ojos. Apuntándole a Akeru, la lanza salió a toda velocidad, buscando empalarlo en el pecho. Por suerte para los Imperiales, Dakar había observado el movimiento, y cuando la flecha se encontraba de camino, logró empujar al muchacho para hacerlo caer de la muralla hacia la parte externa. Akeru cayó y comenzó a hundirse en el agua producto de la sorpresa. — Dios mío. ¿De dónde sacan a estos tipos? — Dakar rebufó y realizó una tanda de sellos, descendiendo de la muralla y comenzando a correr rumbo al trío de rebeldes.

Onigumo

Akuma Ryoushi Kinya

El del arco volvió a crear una flecha, esta vez de mayor tamaño, y mantuvo la concentración apuntando a Dakar. El de la izquierda de los tres, desapareció de la vista de todos, como si se hubiese desmaterializado. El del medio, aquel pequeño que portaba el gigante pergamino, tomó su flauta y se preparó para tocar una melodía.



OFF

PERSONAJES
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*Plaff* el cuerpo del albino cayó al suelo delante de Saito, su mano llena de sangre ajena se sentía calida, tal vez no era la primera persona que mataba pero aún así siempre era un escenario complicado de tragar.

¿Eh? ¿Aún respiras? Parece que fallé, no importa, se nota que morirás en breve-con fuerza el Kiriano pretendia pisar la herida del sujeto pero escuchó la voz de alguien a lo lejos. Piso la herida pero suave aunque ejerciendo presión para evitar que Jikaro intentara pasarse de listo.


¿Eh?-Saito quedó extrañado, pero dejó que el sujeto se acercara aquellos 30/35 metros para luego burlarse-¿Me hablas enserio? Dakar revive y lo primero que hace es salvar a un rebelde. Wao, aquel chico se sacrificó por gusto-Saito miró al Sur, el enemigo podía volar y por la lejania no sabia en que clase de peligro estaba Kurosame.

Y ustedes, ustedes me enferman. Gente de Kiri dio su vida por este País, yo estoy dando mi vida. Tus compañeros la dieron ¿y ustedes que?-preguntó mientras seguia juzgandolo. Quitaria su pie si ese sujeto insistia en curar a Jikaro pero continuo su charla.

¡Ay no, no puedo luchar por que soy medico! ¡un culo!-pateo a un cadaver rebelde y miró al Médico-Yo soy un medico y mira! Toda la zona está libre de rebeldes por que luché. La muerte de todos estos tipos pasan dos veces por mis ojos por culpa de mi clan...-se sentó y dejó que siguiera llamando a ese tal Dende.

¿Ni siquiera eres capaz de salvar a alguien cuando lo tienes al frente? me das pena. Me dan pena todos. Ese idiotita, Jikaro no se que mas fingió ser de la hoja en una misión y solo fue un lastre, miralo, ni chaleco tiene, es obvio que no sabe nada sobre este ataque. De seguro se mantuvo oculto toda la pelea y cuando pensó que todos habian muerto fue que destruyó el muro-suspiró y miró al cielo.

Salvalo. Salvalo y cuando Dakar no pueda sacarle información lo mataré y me quedaré con la rencompensa que su existencia tenga , si es de Konoha capaz sea de un clan-acabó afirmando para ponerse de pie. Si Dakar estaba vivo él ayudaria a Kurosame, no era necesario apurarse con solo un enemigo vivo.
Furyoku

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Última modificación: 10-03-2023, 11:31 PM por Samuru.
Jum, nadie puede contra mi dragón de ojos rojos. — Su ataque fue lo suficientemente poderoso como para pasarle por encima al hombre escamoso, viéndolo derribado en el piso. Samuru asumió que eso sería todo de un combate que quizás no tuvo demasiada extensión, pero sí fue intenso. Le sorprendió ver aquella agua roja, cuya habilidad aún no lograba identificar. Ya lo pensaría luego, aunque probablemente no llegue a una respuesta y conclusión concreta. — Creo que no debería quedarme mucho más tiempo aquí. Mi prioridad es irme con vida, aunque creo que podría jugar unos últimos segundos. ¿Qué es lo peor que puede pasar?

Ya olvidándose de Kurosame, su dragón volteó y se acercó a la puerta sur, la cual estaba a pocos metros de su ubicación actual. Samuru mantuvo la táctica de mantenerse escondido detrás, aún volando. Todos los que vieran a la bestia, fijarían sus ojos en ella, no en el tipo volador. Aunque pudieron haberlo visto con anterioridad, ya no estaría ante ellos. Ahora vendría algo chistoso, puesto que su tono de voz cambiaría a uno más grueso, el cual claramente no iba con él si es que veías su figura, así que sonaba cómico. Su único objetivo con esto era que no reconocieran su voz en el futuro. Como ya se ha dicho varias veces, vino a acompañar a alguien. Tiene cero interés en ser reconocido como un rebelde porque no se siente identificado con ellos ni con nadie. Él es él y ya, así de simple.

Usando su peculiar voz, gritó. — ¡Cuidado! ¡Aquí les dispara el rebelde Hirose! — Su forma de vengarse de que el verdadero Hirose lo haya abandonado de un momento a otro luego de ser el motivo por el cual vino a este lugar. Una vez finalizaron sus palabras, su querido dragón disparó nuevamente su rayo hacia dentro de la zona en donde se ubicaba la base de suministros. Su plan era sencillo. Arrasar con todo lo posible y llevarse consigo a soldados imperiales y así los de su supuesto bando puedan robar, o, en caso de que los suministros de igual forma sean afectados, al menos los imperiales se quedarían sin sus recursos, lo cual es el objetivo concreto de haber venido, dejarlos sin nada de lo que les pertenezca que puedan usar más tarde. ¿Cómo afectará esto al conflicto? Se sabrá en el futuro. Samuru aquí quiso funcionar como un personaje que cambie los hechos y que obligue al escritor de esta historia a improvisar respecto a lo que él hizo.

Una vez el dragón disparó su Gekiryuu, Samuru tomó cuatro kunais con sellos explosivos preparados anteriormente (Libero Hide) y los arrojó a las paredes/muros de la fortaleza, dos a la izquierda y dos a la derecha de la entrada sur. Recordemos que el Dragón se encuentra fuera de estas, de frente a las mismas. El propósito de este movimiento no era destruir los muros, sino que utilizar las polvaredas que levanten las explosiones. Y no fue lo único, ya que cinco bombas de humo fueron dejadas caer de manera estratégica para que tanto ellas como las explosiones abarquen el mayor rango posible. Necesitaba una gran cortina que tape su huida, porque sí, Samuru, lamentablemente para sus aficionados, abandona la escena.

El siguiente paso de su clan fue crear un clon de sombra. Este se quedaría también detrás, en el lomo del dragón, pero usaría también un jutsu de transformación para tomar la apariencia de un rebelde cualquiera, da igual, un NPC nivel cero que nadie pueda dar algún dato a su conveniencia inventando que lo conocía de antes. El original descendería hasta la tierra, tras haber nadado los dos metros correspondiente y aprovechando aún la cortina de humo y polvo que creó. Tras realizar los sellos manuales correspondientes, se metió debajo tierra y comenzó a escapar primero 100 metros hacia el sur y luego hacia el oeste. Como estaba en el sur, si iba siempre en esa dirección, quizás podían deducir que fue hacia allá y seguirlo. Pero ir por el oeste era más azaroso. Además, viendo la cantidad de pocos sobrevivientes y el daño que pudo haber realizado el disparo del dragón, algún tiempo estarán distraidos en la zona de impacto.

Una vez comenzó a alejarse, su dragón se disiparía y el clon transformado caería y se quedaría tirado en el suelo. La transformación tenía la ropa muy arrugada, producto de que estaba flotando boca arriba en el agua. Por encima tenía mucho polvo debido a lo hecho anteriormente. Intentaría pasar desapercibido como un pobre soldado que fue derrotado, pero sobrevivió. En caso de que lo descubran, se hará él mismo el daño correspondiente con un kunai que tenía sujeto dentro del bolsillo de su ropa para desaparecer. O, en caso de simplemente quedarse ahí un rato sin que nadie vaya a verlo, desaparecerá cuando el Samuru original se haya alejado más allá del rango máximo para mantener la técnica.

Datos


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Tema 2, Byakugou no In.
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- ¿No iba a ser yo el heredero al trono?, ¿No iba a ser yo el próximo gran líder Sarutobi?, ¿Qué pensaría un Jikaro Joven que se veía preparado para acabar con el mundo?- Estaría con un nudo en la garganta, ver qué sus esfuerzos fueron en vano es algo... Asqueroso, repugnante e idiota. Pues al intentar ser el próximo Dios Ninja, logró esto; Estar tirado en el suelo, con mi tráquea, escupiendo sangre mientras sentía un frío extremo en su pecho, junto a la inmesa cantidad de sangre que se estaba llenando en sus pulmones, pensé que era mi fin. Era mi fin, pero... ¿Eso era un Ángel?, Estaba muerto, o eso creí pues como si fuese un ángel caído del cielo lo empezó a curar. Miró a Saito, se empezó a reír pero no podía, empezaba a escupir sangre de una vez.

Me límite a esperar, ahora mismo seré un prisionero rebelde que voy a tener que dar informaciones al Imperio. Maldición, ¿En qué me he convertido?
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Última modificación: 15-03-2023, 07:49 PM por Narrador General.
— Mira, idiota, te explicaré cómo son las cosas mientras intento salvarle la vida a nuestro único vial de información y potencial sobreviviente. — Escupió a un costado mientras continuaba realizando la cura de emergencia a Jikaro. — Cierra un poco tu prostituta boca, con la baja cuota de honor que te mereces. Si nosotros, como ESCUADRÓN MÉDICO, hubiésemos desobedecido las ordenes y peleado, habríamos caído y todo habría sido en vano, ahora mismo los refuerzos rebeldes estarían pisoteando nuestros cuerpos y pasando por encima de la base. Ahora bien, si vos crees que tus intenciones y tu brújula moral de mierda de pendejo inadaptado de Kiri es más importante que la misión por la que te están pagando, toma tus cosas y vete bien despacio a la mierda. — Para cuando el totalmente enfurecido shinobi de Kusa terminó su discurso, el aclamado Dendé llegó a la escena. No era como uno se esperaba a alguien del calibre de quien podía salvar a una persona, pero era uno de los médicos más importantes y expertos de Kusa. De hecho, entre los de la Hierba (que poseen a los mejores Iryoninjutsers de la tierra), Dendé ocupaba el quinto lugar en la jerarquía del Ninjutsu Médico.

— Relajado, Tokatsu, no vale la pena gastar energía en insultar. — Se acercó y sus manos se tiñeron de un tono celeste, mientras se arrodillaba frente al moribundo Sarutobi, y apoyaba sus manos en su pecho, empezando a cerrar poco a poco las profundas heridas con una técnica de expertos en el Ninjutsu Médico. Le costaría mucho chakra, pero valdría la pena si conseguían extraer información de los rebeldes gracias a dicho sacrificio.

Kishou Tensei

Curación de Dendé

Al parecer Saito no lo entendía. Lógico, para Dendé y Tokatsu, junto al resto de shinobis imperiales de Kusa presentes, era sólo un niño que velaba por sus intereses. — Tú. — Llamó la atención el verdoso amigo al Yamamoto desde el suelo. — Si vas a molestar, te pido que te retires. Seguro te necesitan en otro lado, y no tienes nada que hacer acá. Los de la Hierba nos encargaremos de este pobre diablo rebelde, y tras ponerlo a salvo, Dakar decidirá sobre su futuro. — Comentó con mucha seriedad, pero sin hostilidad en sus palabras. Lo contrario fue el tono de Tokatsu, quien amenazó a Saito seguido. — ¡Sí, eso es! Eres un simple mercenario al que enviaron aquí como refuerzo, cobrarás tu paga y te desentenderás. ¿Por qué te empeñas en frustrar nuestros planes?



— ¿Qué mierda está haciendo? — Se preguntó el shinobi del clan Doka Ninpou, que era invisible a los ojos y se encontraba flanqueando la base para acceder por el Este. Para él, la maniobra de Samuru fue completamente visible, y pudo ver cómo se metía bajo el agua y parecía querer abandonar la escena. — ¡Tú, hijo de--- — Reveló su posición, desde donde se oyeron los gritos. Dakar se preparó para lanzar un Katon hacia la zona, pero un flechazo interrumpió su concentración al obligarlo a moverse para esquivar. Sí, era una defensa del Kidou.

El shinobi rebelde Shiin mordió con rabia su flauta y hasta le resquebrajó, aquel precioso y sonoro ébano que la formaba se vio rajado en varias partes. — ¡¡Kusarimaru!! ¡RETIRADA! ¡EL KUJAKU HA CAÍDO! — El Kidou arqueó una ceja mientras se aprovisionaba con un par de kunais con sellos explosivos, que lanzaba a Dakar, que comenzaba a seguirlos. — ¿Es enserio? ¿Abandonaremos ahora?

— ¿Y tú qué crees? Ya no hay solución. El jefe no parece estar cerca, y ese shinobi de Hoshi era nuestra única esperanza. El tipo de escamas no parece ser muy débil, y estos sujetos son bastante insistentes. No podremos darle guerra a todos los que quedan. — Chasqueó la lengua y quebró finalmente su flauta, para luego acomodar el pergamino de su espalda. — Nos vamos. — Así, los dos shinobis encima de las ramas de aquellos árboles, y el Doka Ninpou que, todavía invisible, retornaba rumbo al bosque del Sur, emprendieron la huida.

Los imperiales habían tenido éxito, y era otra victoria más para el gran País de la Hierba. Seguro el rey estaría feliz, y aquella base no sería tocada por rebeldes, o al menos no ese día, mientras Kurosame y Saito estuviesen de guardia desde la Aldea Oculta entre la Niebla. Las bajas habían sido cuantiosas, y desde Kiri incluso Izanami había sido capturada, pero las bajas rebeldes fueron mayores, y un prisionero rebelde, aparentemente de Konoha, era el trofeo de guerra y una gran vía a la que sustraer información para el Imperio.

OFF
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