[Evento Navidad] Espirales en el festival (Privado Kin)
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Última modificación: 15-01-2024, 05:00 PM por Shiga Yuta.
En el día de hoy, Kin había propuesto a Yuta ir a dar una vuelta por los puestos que habían puesto cerca de la plaza central para celebrar las fiestas. En dichos puestos había muchas cosas y muy variadas, desde gente vendiendo distintas obras de artesanía, generalmente esculpidas en piedra o madera, con algo de alfarería para hacer joyas. También algunos vendían pinturas y otros cosían a mano. No faltaban los típicos puestos de comida ambulantes de todo tipo, algunos más tradicionales y otros que se habían asentado más para tener montado un puesto de ramen o fideos incluso. Y finalmente, habían las paradas de ocio y entretenimiento en las cuales se podían hacer juegos de varios tipos como tirar dardos, pescar peces con una paleta de papel, tirar unos muñecos tirando bolas, pescando patitos con una caña, recortar unas galletas de sal con una aguja, entre muchas otras cosas. Además, también había tiendas que vendían tonterías como globos de agua de colores, máscaras, pelotas y otras cosas más varias.

— Qué pena que Akami no pudo venir, se la veía triste — Comentaría Yuta a Kin mientras se aproximaban a la zona.

Lo cierto es que Akami también quería venir a las paraditas, pero no pudo porque los gemelos se pusieron con un berrinche y estaba teniendo que lograr que se durmieran. Luego sería muy complicado dejarlos solos si se habían dormido, porque normalmente se dormían en sus brazos y ella se quedaba sin poder moverse durante un rato para que no despertaran. Eso causó que ambos marcharan de la casa viendo cómo Akami se quedaba triste y con la mirada perdida sujetando a sus bebés, maldiciendo un poco el hecho de que los otros dos pudieran escapar libremente, pero ella estaba condenada totalmente.

— ¿Y qué quieres que hagamos primero por aquí, Kin-sensei? — Le diría.

Había muchas opciones y como tal se lo propuso Kin al venir aquí. Ella habría preferido que salieran a entrar un rato en el jardín como habían quedado, pero lo cierto es que nunca había podido pasar por un sitio como estos con algo de dinero, así que sería interesante experimentarlo por primera vez. Pero como la idea era de Kin, tenía que dejar que todo fluyera según él lo tuviera planeado, aunque no evitaba que a Yuta se le fuera un poco la mirada para los puestos de comida, ella era muy glotona.

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Última modificación: 19-01-2024, 05:00 PM por Kin.
Había pasado ya un tiempo desde que el espadachín conoció a Yuta aquella vez cuando caminaba junto a su Sensei pelirroja sobre el Nivel Superior de Iwagakure y se había lanzado al vacío en su intento de evitar que Yuta se hiciera daño. El tiempo no pasa a lo tonto, y en él tiempo que el Uchiha llevaba conociendo a Yuta, se había encariñado ya con ella y más cuando conoció un poco de la historia y su forma de vivir.

Hace unos días había propuesto a Yuta entrenar con él en vista del poco tiempo del que disponía Akami, pero desde ese día no le había enseñado nada, simplemente uno que otro consejo que a él le hubiera gustado tener en su momento para facilitar sus combates o misiones. Pero este día era diferente, las fiestas navideñas estaban casi a la vuelta de la esquina y era de esperarse que los aldeanos de Iwagakure comenzaran a festejarlo desde ya, abriendo sus puestos y haciendo todo tipo de actividades en las plazas de toda la aldea, Kin a sabiendas de eso, invitó a Yuta a dar un paseo por esos lares para disfrutar un poco y salir de la rutina diaria. Pero su verdadero objetivo era ir asentando una base para finalmente comenzar a entrar a la Onikuma

(Primero lo primero. La llevo a comer algo y disfrutar un poco de los puestos antes de revelarle la verdadera razón para tomar este paseo)

Pensaba Kin mientras caminaba por las calles de Iwagakure, muy bien conocidas por el debido al tiempo que pasaba ahí, en ocasiones, llegaba a sentir que conocía más Iwagakure que su aldea natal, Konohagakure. Kin se dirigía a la casa en donde Akami y Yuta habían estado viviendo, una vez ahí, se disponía a llevarse a Yuta, pero la pelirroja también quiso ir, aunque los gemelos no le darían ese gusto así que Kin saldría solo junto a Yuta dejando a Akami cuidar de sus hijos

- Pues sí, la verdad es que me hubiera gustado que viniera -

(Y que viera que tanto eh avanzado, tanto como para poder enseñar lo que se a alguien más)

Al Uchiha le hubiera gustado pasar el rato no solo con la Onikuma, sino también con la pelirroja y cuando llegara el momento, ella pudiera evaluar y ver como Kin ya era lo suficientemente fuerte y capaz como para instruir a alguien

- ¿Qué haremos?, ¿Te parece si vamos a comer algo en los puestos? Aún tengo dinero, por suerte Akami no se lo ha gastado todo -

Anteriormente, cuando Kin aún era un aprendiz de la pelirroja, quiso entrenar sin tener algo en el estómago y aquella vez fue duramente regañado por Akami y tenía razón. Un buen desayuno podía ser primordial para comenzar un entrenamiento y más si el entrenamiento era lo suficientemente cansado, como el que Kin iba a proponer.

Rasengan… una técnica procedente de Konohagakure, una técnica bastante poderosa que, en buenas manos, podría resultar hasta mortal. Una técnica algo complicada de aprender principalmente por las tres cosas que se tienen que hacer con el chakra una vez lo logras materializar en una de las manos y en vista del aparente estilo de pelea cuerpo a cuerpo de la Onikuma, el Uchiha pensó que el Rasengan sería una buena adición al arsenal de Yuta. Una técnica que al inicio, puede ser bastante agotadora de aprender y hacer. Posiblemente muchos lo criticarían por querer enseñar una técnica secreta de su aldea a un ninja de otra, pero eso a el no le interesaba, además, sentía que podía confiar en Yuta como para darle un buen uso al Rasengan
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La ausencia de Akami en esos momentos era un vacío que ambos shinobi sentían muy dentro de ellos mismos, cada uno por sus únicas y particulares razones, aunque ambas compartían un estrecho lazo y significado. Pero no se podía hacer nada para remediarlo y ahora solo restaba que maestro y discípula disfrutaran de aquel agradable día en la despampanante y lustrosa feria que se había montado para la época festiva.

Yuta desconocía completamente las auténticas intenciones de Kin en la jornada de hoy y pensaba que solo habían acudido al lugar para pasarlo bien y disfrutar, algo que no era de extrañar puesto que desde que la adoptaron es la principal cosa que intentaron hacer, animarla y que encontrara una nueva vida a la que había tenido hasta la fecha. No es como si la pequeña odiara o despreciara su anterior vida, no conocía otra y disfrutaba de las pequeñas cosas de la misma, pero ahora le estaban abriendo los ojos a un nuevo mundo de posibilidades y oportunidades. Y de hecho, las palabras de Kin ofrecían un gran júbilo a Yuta.

— ¿Ir a comer? Pues claro, nunca diré que no a comida — Respondería con entusiasmo.

Y era cierto, dada la difícil vida que había tenido hasta el momento, Yuta jamás rechazaría una oferta a comer. Esto se debe a un caso similar al de los osos y tantos otros animales en otoño, el invierno está próximo y desconocemos cuándo volveremos a comer, lo que se conoce como llenar al máximo el estómago antes de hibernar. Yuta era igual con su padre, en verano, primavera y otoño podrían disfrutar de cazar algún animal salvaje o de recolectar frutos y plantas comestibles. Pero cuando el invierno hacía presencia, toda esa comida escaseaba en gran medida y no podían abusar de la hospitalidad de los templos en exceso.

Pero esos tiempos pasaron, ahora estaba siendo acogida por Akami y Kin en su morada. Y había experimentado por primera vez en quizás toda su vida lo que eran 5 comidas al día. Algo que para ella era chocante y no rechazaba ninguna, evidentemente. Aunque le generó una nueva ansiedad, el engordar, por lo cual tras muchas de estas comidas, la pequeña Yuta salía para hacer ejercicio y mantenerse en forma. De hecho, los dos primeros días ella pensaba que lo que buscaban era engañarla para engordarla y luego comérsela, algo terrible pero le extrañaba tanta amabilidad y tantísima comida. Pero ahora ya tenía claro que eso era lo normal y que la gente con dinero comía a todas horas, como en el inminente almuerzo que iban a tomar.

— Yo buscaría algún sitio donde podamos llevarnos lo que compremos, así le podemos llevar a Akami algo — Comentaría a Kin.

Conforme decía eso, comenzaría a divisar por sus alrededores algún puesto de comida que llamara su atención. Ella no dejaba de pensar en Akami en todo momento y tenía muy claro que quería llevarle algo rico de comer del festival y algún recuerdo también, pero claro, había que determinar qué de todas las cosas. Con su agudo ojo y olfato, poco a poco Yuta iría haciendo un escrutinio del lugar para divisar los mejores lugares y acabó por almacenar en su memoria tres grandes opciones.

— Creo que el puesto de Takoyakis, el de Yakisoba o el de Crepes serían grandes opciones — Dijo motivada.

Los Takoyaki son un clásico de estos eventos para poder llevártelos e ir comiendo cómodamente por la feria, las bolitas rellenas de pulpo con la salsa eran una delicia que Yuta apenas había podido probar una vez en su vida. Mientras que los Yakisoba era un plato más contundente de fideos fritos sazonados, pero a diferencia de los puestos de ramen, estos estaban preparados para servir el Yakisoba en unos cartoncitos para poder llevárselos donde se quiera o incluso comerlos mientras se camina. Y por último, los crepes eran un dulce o un salado según el relleno, que se estaba poniendo muy de moda dada la gran cantidad de opciones que se pueden usar para rellenarlos, su comodidad para llevarlo en forma de cono por allí y que francamente era una masa muy buena. Aunque la decisión final la dejaría en manos de Kin.
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- Es la primera vez que veo a alguien tan emocionado por comer, Yuta -

(Pero lo entiendo, su situación no ha de haber sido fácil)

El Uchiha aún desconocía mucho de la vida de Yuta pues el solo se pasaba de visita y no estaba al cien por ciento como Akami junto a la Onikuma pero aún así, por su actitud, podría deducir que talvez en el pasado, la comida en la vida de Yuta escaseaba. Por la mente del espadachín pasaba el querer culpar al Imperio por no poder dar suficientes trabajos como para que nadie pase por hambre, pero ahora no estaba para pensar en el Imperio o los Rebeldes.

- Tienes razón, creo que es lo mínimo que podemos hacer, aunque desconozco los gustos de Akami en cuanto a comida se refiere… -

El Uchiha se quedaría viendo hacia la “nada” aparentemente con la lirada vacía y sin ningún sentimiento, pero en realidad estaba tratando de hacer memoria, talvez en algún momento la pelirroja le mencionó algún gusto gastronómico, pero por mucho que pensaba no podía recordar algo así y aunque en Ichigan mayormente se comía lo que preparaba Akami, no estaba seguro de que algo de ahí le gustará a ella, Ichigan era grande y posiblemente, Akami preparaba algo que todos pudieran disfrutar. Pero la pequeña Yuta estaba ahí para salvar a Kin, buscando e indicando algunas opciones para comer, no sólo Akami, si no ellos también. Takoyaki, Yakisoba y Crepes eran las opciones.

- Tiene rato que no como un buen Takoyaki, ¡Vamos Allá! -

Diría el Uchiha con cierta emoción mientras hacía un gesto con la mano para comenzar a caminar hacia el puesto de los Takoyakis. Una vez ahí, Kin saludaría amablemente al dependiente del puesto antes de comenzar a pedir

- Pide cuanto quieras Yuta, mientras más, mejor, créeme… lo necesitarás… -

Las últimas palabras irían con un tono sombrío, pero a la vez burlón mientras una sonrisa diabólica pero cómica se dibujaba en el rostro del pelinegro. A él le había costado dominar el Rasengan en su momento, su madre era exigente en los entrenamientos y a diferencia de Akami, ella no daba tiempo para el descanso. Miko no dejó descansar a su hijo hasta que logró realizar un Rasengan y mantenerlo, pero Kin no sería tan rudo con el entrenamiento de Yuta, pero tampoco sería tan blando como cierta chica pelirroja.

Una vez la comida de los Ninja fue entregada en sus manos, Kin sacaría de su bolsillo su billetera para pagar lo mucho o lo poco que habría pedido Yuta. Tampoco era que le sobrara el dinero y fuera alguien súper millonario, pero le gustaba ser amable con todos y más con la gente en la que confía y quiere, como la Onikuma. Luego de la compra, Kin decidiría reanudar el paseo por un camino no tan concurrido

- Bueno Yuta, creo que es hora de que te revele la verdad… en realidad, este paseo no era para comer y disfrutar del ambiente, ósea sí, es para comer, pero el paseo lo podemos hacer después, la principal razón de esta salida es un poco más compleja. -

El Chunin se echaría una bolita de Takoyaki ubicada en su palillo a su boca antes de estirar su mano derecha hacía en frente con la palma “mirando al cielo”. De pronto, cierta cantidad de chakra comenzaría a materializarse en la mano de Kin y por la aparición tan veloz, se podría suponer que el chakra incluso era recopilado del aire. El chakra se arremolinó en la mano de Kin hasta formar una esfera sólida de chakra puro iluminando un poco las caras de Kin y Yuta, sin ningún tipo de toque elemental. El chakra condensado en la esfera tomó la forma de espirales que “giraban” a una enorme velocidad. El Uchiha terminó de masticar su bolita de Takoyaki y ya estaba listo para hablar
Rasengan

- ¿Lo ves Yuta?, se llama Rasengan, una técnica secreta de Konohagakure, no se puede lanzar, pero sí que se puede golpear con ella, es de uso único, pero tiene un gran poder destructivo, si logras impactar, tu enemigo saldrá volando dando giros sobre sí mismo y bueno, si la chocas con alguna superficie sólida, estoy seguro de que la destruirás al instante -

Kin daría un ligero suspiro antes de que la esfera desapareciera de su mano

- Tu Clan usa un estilo cuerpo a cuerpo en ocasiones, ¿no?, entonces supuse que el Rasengan sería una técnica que solo te daría beneficios en combate. ¿Te gustaría aprenderlo, Yuta? -
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Múltiples opciones habian sido puestas sobre la mesa desde el punto de Yuta aguardando por la respuesta de Kin. El cual no tardo en tomar su decisión por los Takoyakis, lo cual gustaba mucho a Yuta porque era una opción bastante pintoresca y típica de estos festivales, a parte que seria fácil llevarle a Akami una bandeja de estos, los Yakisoba y en especial los crepes no llegarían tan bien hasta casa y sonaban a cosas que comer en caliente mucho, mientras que el Takoyaki sonaba a una comida más imperecedera.

El Uchiha hizo una gran y generosa oferta a la pequeña oni, una barra libre de Takoyakis, todos cuanto pudiera comer. Entonces Yuta empezó por media docena de Takoyakis, los cuales iría comiendo a un buen ritmo mostrando una cara de jubilo y alegría mientras sus ojos brillaban y trituraba con sus múltiples colmillos aquellos deliciosos trozos de pulpo, mostrando en esta ocasión sus intimidantes dientes, pero con una cara que no les hacia justicia.

— ¡Umai! — Proclamaría.

Terminaría pidiendo bastante al criterio de cualquiera, hasta tres docenas de Takoyakis, cualquiera se preguntaría donde metía tanta comida un cuerpo tan pequeño. Y lo cierto es que siendo comida de una feria y en tantas raciones barata, lo que se dice barata, no era. Pero nada que el sueldo de un ninja de alto nivel en alguna misión no pudiera lograr.

— Siento si comí mucho, puffff, estoy muy llenita — Estaba a escasos takoyaki de volverse una bola.

Pero como una digna pequeña mini venganza, aunque sabia que no lo era, Kin revelo tras la comida el autentico motivo de aquella visita a la feria, un entrenamiento sorpresa, por eso quiso que comiera bien antes de hacerlo. Un entrenamiento para que la joven shinobi aprendiera una nueva técnica originada en Konoha y bastante vistosa a la vista diría cuando su sensei formaría dicha esfera frente a sus ojos como si nada.

— ¡Ohhh Sugoir! — Exclamaría.

Era una técnica muy deslumbrante y Kin quería que Yuta lo aprendiera, aunque no tenia ninguna noción o instrucción más allá de lo que acaba de ver. Así que al momento Yuta intentaría alzar su mano como hizo Kin y reunir su chakra en ella con muchas ganas, mostrando una cara de determinación. No obstante en el caso de la pequeña oni no ocurriría nada porque ni siquiera estaba pillando como tal lo que tenia que hacer. Era imposible que le saliera a la primera y lo sabia, pero quería intentarlo.

— Bueno... Necesitare un poco más de rato... — Diría tranquilamente.
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El espadachín miraría con atención el intento de la pequeña Oni para realizar el Rasengan y aunque Kin ya sabía cuál sería el resultado de aquel intento, admiraba la determinación y concentración que Yuta tomaba para hacer su intento y como él ya lo suponía, no pasó nada, la mano de Yuta simplemente estaba con la palma hacía arriba sin un Rasengan ahí. El Uchiha soltaría una pequeña y sutil risa antes de caminar hacía uno de los grifos de agua que había a un costado de la calle, de su chaleco, sacaría dos pequeños globos de color rojo, colocaría su varilla de Takoyaki a un lado y abriría el grifo para comenzar a llenar de agua los globitos. Con eso listo volvió hacia donde estaba la Onikuma mientras seguía disfrutando de su Takoyaki

- Hay un método que se ha trasmitido de generación en generación dentro de la Hoja para aprender a realizar el Rasengan. Son tres no tan sencillos pasos, y el primer paso es lograr la rotación del chakra, para esto, se deberá concentrar chakra en la mano donde sostendrás el globo y tendrás que hacerlo girar en sentido contrario al que normalmente gira tu chakra, es sencillo saberlo, solo concentra de primeras el chakra en él globo y verás el sentido que toma tu chakra -

Mientras Kin explicaba, tomaba uno de los dos globos en su mano derecha y concentraba chakra en el haciendo que el agua del globo comenzara a agitarse y girar hacia el lado derecho

- Si puedes notarlo, mi chakra gira hacia el lado derecho por lo que, para lograr completar el primer paso, debo hacer que mi chakra giré hacia el lado izquierdo, con eso, él agua se volverá inestable y el globo… explotará -

Kin se concentró y haciendo uso de su experiencia en los entrenamientos, haría que su chakra comenzara a girar hacia el lado izquierdo. El flujo de chakra dentro del globo comenzó poco a poco a volverse inestable y se podía notar debido a la turbulencia del agua y como el globo se agitaba con ferocidad hasta que, cuando Kin lo mencionó, el globo explotó salpicando de agua los ropajes de Yuta y Kin, aunque quien se llevaría la peor parte sería el Uchiha. Los restos del globo estaban en su palma mientras el agua aún goteaba de ella

- En este primer paso aprenderás a hacer que tu chakra rote paso importantísimo si de verdad quieres materializar un Rasengan en tu mano. Te llevará algunos intentos, pero no debes rendirte… ¿Estás lista? -

Kin estiraría su mano izquierda hacia Yuta para entregarle el globo una vez culminó con su explicación, él estaría ahí para ayudar a Yuta en lo que necesitara y resolver las dudas que pudiera tener
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Efectivamente, nada sucedió así de primeras. Con solo verlo una vez, Yuta tenía claro un poco en qué consistía hacer girar el chakra, formando una esfera en espiral donde el chakra no dejaba de rotar. Claramente, hacía falta mucha concentración y manejo del chakra para lograrlo, pero así de primeras, Yuta no logró exteriorizar bien su chakra en lo más mínimo, lo cual no la desanimó. Sin embargo, su sensei ya se puso en marcha para empezar la clase de verdad, más allá de que la niña estuviera lanzando su chakra al aire sin ton ni son.

Kin le trajo un globo de agua y le explicó a Yuta el principio de la rotación, lo cual era fácil de entender, pero Yuta nunca se había preocupado ni analizado cómo rotaba su chakra de forma natural. Así que imitó a su maestro para comprobar cómo era la rotación natural de su chakra. Lo cual sucedía al igual que su maestro, hacia la derecha, formando un pequeño remolino horizontal. Sin embargo, eso solo era el análisis básico de la práctica. Había que conseguir que rotara en dirección contraria.

— Entendido sensei, creo que lo pillo, vamos a ello — Diría animada Yuta.

Yuta comenzó a concentrarse en su mano, extendiéndola hacia delante con la palma hacia arriba, y empezó a concentrarse en liberar su chakra, el cual estaba formando una rotación hacia la derecha. Yuta se concentró con todas sus fuerzas hasta el punto en que sus cuernos brillaron mientras crecían un poco más en su extensión, retorciéndose más. Mientras gritaba con fuerza, se mostraron sus dientes afilados, ahora como los de un auténtico demonio, muy concentrada en la ejecución de la concentración. Y finalmente, el chakra se liberó con más fuerza e intensidad, logrando que Yuta forzara que rotara en la dirección opuesta, dentro del globo, destruyéndolo como si el propio chakra lo hubiera cortado por la mitad.

— ¡AHHHHHH, NO ES SUFICIENTE! — Gritaría con furia.

Aunque había logrado romper el globo a la primera y rotaba su chakra hacia la izquierda, aún con su aspecto demoníaco desatado, Yuta llevó su mano sobre la que estaba liberando la espiral de chakra invertida, y comenzó a buscar que el chakra no se liberara de forma descontrolada hacia cualquier lado. Buscaba con la otra mano reunir el chakra que se alejaba de su mano para concentrarlo, invirtiendo de nuevo la rotación en su mano. Se comenzó a formar algo similar a una esfera, mientras con la otra mano buscaba condensar el chakra que se fugaba y seguía haciéndolo rotar.

Kin no contaba con algo en esos momentos. Y era que Yuta apenas llevaba dos meses entrenando las artes ninja y conociendo el chakra de su propio cuerpo desde que entró en la academia. Durante toda su anterior vida con su padre, nunca entrenó ni practicó nada relacionado con el ninjutsu. No buscaba esa vida, pero los progresos inmensos de Yuta en un tiempo tan ridículo, por mucho que se esforzara y entrenara sin parar, no dejaban lugar a dudas... Ella tenía talento innato.
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La pequeña Oni no se haría mucho esperar y luego de la explicación del Uchiha, se pondría manos a la obra para intentar de nuevo. El espadachín quedó sorprendido por la muestra de la determinación que tenía Yuta, concentrándose y haciendo su mayor esfuerzo para lograr romper el globo con agua, incluso, gritaba y sus cuernos parecían brillar a la par que crecían, Kin no sabía que estaba pasando pero en ese momento su interés por el Clan Onikuma de Iwagakure creció muchísimo más, talvez se trataba de una especie de transformación o simplemente un “registro” del nivel que empezaba a alcanzar el Onikuma, como fuera, Kin tenía tiempo de sobra para poder preguntarle a Yuta sobre eso.

El globo en la mano de Yuta explotó con violencia, pero parecía no estar satisfecha con el resultado pues aún con algo de ira, usaba ambos manos para moldear el chakra y que no se saliera de control, Kin admiraba con asombro a Yuta, estaba claro que la Oni tenía un talento nato para el Ninjutsu, aunque parecía no haberlo explorado demasiado, algo que le recordaba un poco a él en sus inicios como Genin

-Tranquilízate Yuta… déjame decir que fue un buen intento y si te soy sincero… no me esperaba que lograras romper el globo al primer intento. ¡Te felicito! -

Kin juntó sus manos para dar un ligero aplauso a Yuta con una sonrisa en el rostro para intentar calmar su ira

- Talvez no será suficiente como dices, pero las cosas no se logran en un lapso corto de tiempo y más cosas como esta, requieren esfuerzo y dedicación de tu parte, así que no te enfades y mejor continuemos con esto. El segundo paso es un poco más complejo, pero estoy seguro que ayudará a que manejes mejor el chakra -

Kin rebuscaría en su bolsillo hasta sacar una pequeña pelota parecía a la de los juegos de tenis, la sostuvo con su mano derecha y comenzó a canalizar chakra en ella como si fuera a hacer el Rasengan, la pelota se hinchó un poco antes de explotar

- El segundo paso como pudiste ver es similar al del globo de agua, pero ahora debes hacer volar esta pelota sin agua, un proceso que resulta más complejo al no saber o no tener idea de cómo se mueve tu chakra dentro de la bola, estoy seguro de que este paso te ayudará a que tu chakra no se descontrole ya que, para lograr explotar la pelota y realizar el Rasengan en general, debes concentrar el chakra en una zona concreta a diferencia del globo de agua, que sólo tienes que concentrar chakra en él para hacerlo explotar -

Kin daría un ligero suspiro para descansar por unos segundos su voz antes de volver a hablar para indicar el paso tres

- Y por último, el paso tres… debes aplicar lo que lograste con el paso uno y el paso dos pero ahora sin pelotas o globos, es la prueba final, lograr estabilizar el chakra en tu mano para poder realizar el Rasengan -

Kin se quedó de pie frente a Yuta, expectante de sus capacidades y como haría ahora para pasar el paso dos y lograr hacer el Rasengan en el paso tres
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Yuta estaba cerca de conseguir generar esa técnica, pero le faltaba perfeccionarla un poco. Kin la felicitaría como era esperable de un maestro tan bueno y amigable como él. Aunque la pequeña hacía un buen progreso por el cual merecía una felicitación, no es como esas veces que simplemente se le da al niño una palmadita en la espalda para que se sienta mejor.

Pero por suerte para la pequeña, su maestro tendría claro el segundo paso para mejorar el control de chakra de la jovencita. Ahora lo que prepararía Kin no sería un globo de agua, sino una pelota de goma bastante resistente. Estaba claro que sería mucho más difícil quebrar esa esfera que podía deformarse mucho y tenía una dureza mayor, esas cosas estaban pensadas para que los niños pudieran jugar durante días sin que se rompiesen.

Pero entonces Kin seguiría viendo que progresaba tan rápido y ya le adelantarían el tercer paso del entrenamiento, muestra clara de que confiaba ciegamente en que su alumna conseguiría romper la esfera. El tercer paso era una tarea difícil pero simple, reproducir la espiral de chakra ya formada pero ahora condensándola sin dejar que el chakra fluyera sin control.

— Bien, vamos a darle — Diría tomando la esfera.

Yuta volvería a extender su mano con la esfera hacia arriba comenzando a concentrar chakra en ella. Al igual que antes, la concentración excesiva haría fluir la sangre Oni de Yuta por su interior haciendo que sus cuernos brillaran y crecieran volviéndose más imponentes y retorcidos. La pequeña estaba haciendo fluir una gran cantidad de su chakra en el interior de aquella esfera hasta que finalmente se quebró la goma de la misma haciendo que la esfera saliera disparada.

Pero la pequeña no se detendría ahí, en su mano ahora sin la pelota se estaba formando un remolino de chakra que se dispersaba alrededor de la mano de Yuta. Ahora la oni había visto claro que antes requería más calma que violencia cuando lo intentó. Así que posaría su mano libre sobre la otra, dejando la espiral en el centro de ambas manos mientras con suavidad y relajación dejaría fluir el chakra rotando y con la otra mano condensaría el chakra volviéndolo a enviar hacia adentro para evitar que se fugara, haciendo que la condensación de chakra finalmente formara una esfera de chakra en la cual el chakra giraba de forma desenfrenada en su interior.

— ¡Mira maestro, se parece a la tuya! — Gritaría Yuta.

Pero sin saber a dónde enviar esa esfera, optaría por estamparla en el suelo haciendo un agujero con la marca de la rotación grabada en el suelo. El jutsu se había ejecutado correctamente.

— ¡¿Lo hice bien, maestro, lo hice?! — Exclamaría la pequeña.
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Kin confiaba en las capacidades de la Onikuma y su confianza aumentó más cuando ella logró romper el globo al primer intento siendo que a él le había costado más de diez intentos, sin duda, la Oni tenía talento nato para el Ninjutsu y Kin estaba comprometido a ayudar a Yuta a sacar su máximo potencial en esa área de las artes Ninja.

La Oni no esperaría más e inmediatamente haría su intento por explotar la pelota de goma, un paso más difícil que él anterior pero no imposible. Los cuernos de Yuta volverían a brillar ya crecer a la par que se concentraba para explotar la bola de goma en su palma y de forma majestuosa, la pelota explotó, nuevamente al primer intento pero Yuta no se detendría para descansar, inmediatamente intentaría realizar el paso tres y ver si era capaz de hacer el Rasengan y aunque la Onikuma había uso de ambas manos, el Rasengan estaba ahí, proyectado en la palma de su mano

(Soy el maestro pero esta vez Yuta me humilló, a mi costó días perfeccionar el Rasengan y a ella un solo rato, aunque aún le falta, ya es capaz de hacerlo y usarlo en combate)

Kin estaba sorprendido y sin palabras mientras miraba el Rasengan en la mano de Yuta, una expresión de alerta se dibujó en el rostro del Uchiha en cuanto pudo detectar las intenciones de Yuta de estampar su Rasengan en el suelo y ya conociendo de lo que era capaz, seguramente destruiría algo del terreno así que, Kin pegaría un pequeño salto hacía arriba mientras miraba como su aprendiz chocaba la esfera espiral en el suelo y dejaba la marca característica de ésta.

- Estoy impresionado Yuta… al inicio no creí que fueras a lograrlo al primer intento pero después… supe que podías terminar éste día con el Rasengan ya aprendido y lo has demostrado. Recuerda algo Yuta, ésta técnica no debe ser usada para matar o hacer daño innecesario a la gente independiente de su afiliación, es solo un apoyo a tu arsenal, confío en que el Rasengan está en buenas manos... -

Kin se acercaría un poco a Yuta para acariciar ligeramente su cabeza y darle una sonrisa sincera

- ¡Bien! Creo que es hora de volver con Akami, su Takoyaki se puede enfriar -
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