[Salida] Un calzado demasiado grande para un camino tan largo

Konohagakure no Sato
Camino a la misión "Asalto a la ruta marítima"

Samuru había recogido todas sus pertenencias de combate e infiltración una hora antes. Previamente a la futura salida de su actual aldea ninja, se había dirigido a uno de los puestos ambulantes de ramen para degustar uno de sus platos y comprar otro para tomárselo más adelante, cuando le volviera a dar hambre a lo largo del trayecto. Si algo había aprendido en sus primeros años como viajero, era que raras veces puedes fiarte de los puestos de comida desconocidos... Normalmente no intentarían envenenarte a sabiendas, pero eso no significaba que no lo hicieran por mero desconocimiento de cualquier forma de cocina o higiene real.

Hecho aquello, había optado por pasear un rato, antes de finalmente dirigirse a las puertas de la aldea y presentar su pergamino de misión al Shinobi al que le tocaba hacer guardia aquel día. Tras tomar el pergamino y analizarlo de arriba a bajo, el sujeto miró a Samuru con una ceja levantada, consciente de que el rango del shinobi no encajaba para nada con el rango de la misión otorgada, a la espera de alguna explicación.

- Si por mi fuera estaría ayudando a ancianitas a cruzar la calle... Pero al parecer alguien ahí arriba está bastante molesto conmigo y ya no esconde sus intenciones - Le daba igual sonar insultante, poco le importaba que aquel ninja le acusara de haber señalado a sus superiores como gente sin escrúpulos... Después de todo ya le habían lanzado a la boca del lobo sin miramientos, a esas alturas nadie con dos dedos de frente (O nadie que le importara al muchacho) intentaría justificar a las altas esferas de aquella villa.

Negando con lentitud y con algo de pena en el rostro, el portero le entregó de vuelta a Samuru su misión y sus documentos oficiales, antes de volver a su monótono trabajo, al que de pronto estaba bastante agradecido, viendo cuales eran las otras posibilidades en aquel día.

Así pues, sin mediar una sola palabra más, Samuru tomó los documentos y retomó su camino en dirección a un país desconocido, a una guerra que no era de su interés, a luchar contra gente que no le había hecho nada directamente a él "Si vuelvo, esto tiene que cambiar..."

Aclaración

Sí, hay otra salida abierta sin retorno, pero es que esa otra misión simple no ha terminado, ya cerraré ambas cuando corresponda. Y si, se me había olvidado realizar esta salida para la Misión Rango A+ - Asalto a la ruta marítima

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OFF

Me había olvidado de "cerrar" esta salida cuando terminé la misión.

Casi un mes más tarde, la silueta de Samuru, cortada por la luz del anochecer del que era su último día posible para regresar sin empezar a verse afectado por repercusiones "legales", llegaría a las puertas de la aldea, claramente afectado por los últimos acontecimientos vividos.

Su paso era lento y pesado, sus ropas estaban ligeramente sucias (Lo que en su caso equivalía a decir que parecía un vagabundo) y de haberlo intentado, le había sido imposible ocultar el cansancio en sus ojos. Las dos últimas misiones que había intentado realizar (una legal para "su aldea" y otra para un misterioso contratante) habían salido peor de lo esperado. Aunque había regresado con vida de ambos eventos, así como con todas sus extremidades relativamente intactas, su estabilidad mental se había visto ligeramente afectada dado el carácter de riesgo en el que se había visto durante aquel último mes... Complots criminales; golpes aparentemente exitosos que habían resultado ser un fiasco; la introducción forzosa a una guerra por la ruta comercial; exposición directa a un grupo de criminales con potencial bingo de rango S o S+; y, lo más importante, la posibilidad de perder su vida sin propósito ni ganancia alguna en todos y cada uno de los eventos mencionados.

Sabía que Konohagakure no Sato era la causante de su situación actual y en un tono realista entendía por qué le estaban llevando tan al límite, el posiblemente haría lo mismo de ser uno de los líderes de la misma; pero pese a todo no podía dejar de sentirse encolerizado con aquel tipo de dirección. Los odiaba, con todo su ser: empezaba a sentirse cómodo en sus tierras y con sus gentes, pero la dirección socio/política de la aldea era algo que le provocaba, como poco, arcadas por el momento aún figurativas, especialmente en cuanto a sus políticas para con los agentes extranjeros y, especialmente, los guerreros del desaparecido País del Viento (o al menos con él mismo).

Samuru presentaría sus papales al atento vigilante del portón principal y sellaría su entrada de vuelta a la aldea mientras seguía dando vueltas en su cabeza a las opciones que tenía para no terminar de ser destruido por aquellas injusticias. Al final, tras un repaso mental de todas sus alternativas, llegaría a la misma conclusión de siempre: Necesitaba reafirmar su poder y utilidad de modo que nadie pudiera negarle su puesto en aquel lugar y entonces y solo entonces, podría empezar a pensar en comenzar algún tipo de repercusión.

- Pero antes... Tengo que comer, asearme y descansar.

Este tema ha sido cerrado.

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