Al Norte del País del Colmillo y la Garra.
A 10 KM de la Ruta marítima.
La madrugada era fría, aunque húmeda a la vez, la gotera de la cabaña estaba siendo demasiado notoria, la madera ya estaba tan húmeda que si se llegaba a pisar con demasiada fuerza iba a ser simplemente imposible de sostener y se caería. — Sofía… — Se escuchaba a alguien murmurar por los pasillos de esa estrecha cabaña. — Sofía vuelve conmigo… — Una puerta cerrada pudo arremeter contra toda la estructura haciendo que se mueva de lado a lado. — Viejo decrépito. — Un hombre mayor, ya de unos 30 y algos se encontraba justo en la habitación donde se escuchaba los sollozos del viejo. — Respetalo. Es mi papá, aunque ya no lo quiera no quita el hecho que haya salido de su esperma. — Sofía empezó a hablar quizás odiaba a su padre. Nadie lo sabe. — Asesinen al viejo. Tenemos cosas que hacer. La Ruta será conquistada. — Una voz que parecía tener un cambiador de voz pues era baja pero gruesa, acostumbrada voz de un villano mal contado. — Siempre tenemos el trabajo sucio, cuando podrás encargarte de algo tú solo. — Comentó el ya adulto que parecía estar demasiado cansado de que el chico le mandé a hacer sus cosas mientras él simplemente no hacía nada, todo era para Sofía y el. — No tengo ganas, encárgate tú. — Como Lamebotas del Jefe, Sofía se fue junto a él cerrando la puerta de la Cabaña dejando todo el trabajo sucio en manos del chico de treinta. — Maldita seas Sofía. — El señor, que inquieto por saber su destino: Miró con total terror al Shinobi que sacó una de sus espadas y le apunto justo a la sien. — Chico… No me mates porque al final, siempre que matas a una persona. La vida te va a dar problemas, ¿Cómo se esto?, Lo he vivido. Por favor no me mates, no le hagas cas— No pudo terminar su oración pues la espada ya le había atravesado por completo, desde su garganta había cortado la madera que había atrás suyo. — Nos vemos en el otro mundo. — La puerta dió un gran estruendo mientras salía el treinton con su espada llena de sangre, la estaba limpiando con una toalla que siempre traía por si se presentaba un caso de estos. — Hasta que acabas. — Un gruñido de parte del asesino se hizo presente. Era notorio que su enojo por ser usado como el trabajador sucio del grupo lo hartaba un poco. — Ya nos vamos. Mañana será el ataque. — Ya iban a ser las 6 de la mañana y ellos estaban asesinando a personas por doquier, necesitaban energías o eso parece, hay algunos que no necesitan recobrar energía. Es simple.
En el centro de la ciudad
El 12 de Junio 15 D.K
— Necesitamos ayuda inmediata, ya esos bandidos tienen toda la ruta, la economía estará en ruinas. — Una reunión entre los altos cargos de los países, estaban pidiendo ayuda. Esa ruta era una de las más importantes del mundo, para no decir la más importante. — Tienes toda la razón, pediré ayuda a todos los países, pueblos y gente errante que nos puedan ayudar. Necesitamos ganar. — La invasión había dado frutos y había logrado encerrar a todo el país en una crisis. Todas sus fuerzas fueron mermadas y necesitaban más ayuda. — Estamos Perdidos, maldita sea. — Había desesperación por doquier, todo estaba terriblemente mal. Los papeles y los gritos se estaban haciendo costumbre en la cumbre de todos los altos mandos. — Todos aguarden. Todos juntos podemos contra esos, llamen a los demás países. De seguro nos mandan escuadrones para apoyarnos. Yo voy a encabenzar al primer escuadrón que salga. Mantengan la calma. Los Shinobis nos van ayudar para acabar con esa amenaza. Confíen. — Un joven de unos 25 años tomo la palabra, era demasiado Joven pero ya tenía un puesto en el país del Colmillo y la Garra. — Estoy de acuerdo, pero debemos entender que no estamos para estás cosas, la esperanza ahora misma es nula. Podemos intentar vender una buena idea pero los más conocedores sabrán a lo que nos referimos. — Dijo un viejo de 40 Años. Aunque todos estaban totalmente de acuerdo con lo que decía y lo peor es que era verdad, aún existía esa pizca de voluntad que les daba ese joven ninja que aguantaba a todos por igual. — Vendrán en dos días máximo. Podremos con esto. — Dijo intentando dar esperanza a todo el congreso, ahora era esperar a que el grupo venga y ayude a todos, salvando a los mismos.
A las afuera de la Ciudad
El 14 de Junio 15 D.K
Ya era el gran día. El Joven ninja conocido por ser la gran promesa de el Colmillo se encontraba esperando a los Shinobis a las afueras de la ciudad donde pasaba todo el problema. Cuando todos lleguen. El Joven se presentaría. — Hola a todos. Soy Yu, ninja conocido por muchos como la joven promesa del Colmillo. Ahora, seré el capitán del grupo y los llevaré a dónde se requiere su presencia. — Se presentó a todos diciendo su nombre, el cuál era Yu, nombre lindo si me lo preguntas a mi. Saldrían caminando al lugar de encuentro, dónde ahí podrían hablar y armar estrategias. — Hablaremos con los grandes cuando preparen sus cosas, después iremos a la acción. Esto es peligroso, así que tengan sumo cuidado en esto. ¿Me entienden? — Las palabras de Yuu parecían malas pero el tenía toda la razón. Todo era muy peligroso y más que estaban en bajo de un ataque o como le dice Yu. — Yugata Dos. —