Misión Rango A+ - Asalto a la Ruta Marítima
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Última modificación: 25-07-2023, 05:55 PM por Jikaro.
0500 HRS Del 10 de Junio 15 D.K
Al Norte del País del Colmillo y la Garra.
A 10 KM de la Ruta marítima.


La madrugada era fría, aunque húmeda a la vez, la gotera de la cabaña estaba siendo demasiado notoria, la madera ya estaba tan húmeda que si se llegaba a pisar con demasiada fuerza iba a ser simplemente imposible de sostener y se caería. — Sofía… — Se escuchaba a alguien murmurar por los pasillos de esa estrecha cabaña. — Sofía vuelve conmigo… — Una puerta cerrada pudo arremeter contra toda la estructura haciendo que se mueva de lado a lado. — Viejo decrépito. — Un hombre mayor, ya de unos 30 y algos se encontraba justo en la habitación donde se escuchaba los sollozos del viejo. — Respetalo. Es mi papá, aunque ya no lo quiera no quita el hecho que haya salido de su esperma. — Sofía empezó a hablar quizás odiaba a su padre. Nadie lo sabe. — Asesinen al viejo. Tenemos cosas que hacer. La Ruta será conquistada. — Una voz que parecía tener un cambiador de voz pues era baja pero gruesa, acostumbrada voz de un villano mal contado. — Siempre tenemos el trabajo sucio, cuando podrás encargarte de algo tú solo. — Comentó el ya adulto que parecía estar demasiado cansado de que el chico le mandé a hacer sus cosas mientras él simplemente no hacía nada, todo era para Sofía y el. — No tengo ganas, encárgate tú. — Como Lamebotas del Jefe, Sofía se fue junto a él cerrando la puerta de la Cabaña dejando todo el trabajo sucio en manos del chico de treinta. — Maldita seas Sofía. — El señor, que inquieto por saber su destino: Miró con total terror al Shinobi que sacó una de sus espadas y le apunto justo a la sien. — Chico… No me mates porque al final, siempre que matas a una persona. La vida te va a dar problemas, ¿Cómo se esto?, Lo he vivido. Por favor no me mates, no le hagas cas— No pudo terminar su oración pues la espada ya le había atravesado por completo, desde su garganta había cortado la madera que había atrás suyo. — Nos vemos en el otro mundo. — La puerta dió un gran estruendo mientras salía el treinton con su espada llena de sangre, la estaba limpiando con una toalla que siempre traía por si se presentaba un caso de estos. — Hasta que acabas. — Un gruñido de parte del asesino se hizo presente. Era notorio que su enojo por ser usado como el trabajador sucio del grupo lo hartaba un poco. — Ya nos vamos. Mañana será el ataque. — Ya iban a ser las 6 de la mañana y ellos estaban asesinando a personas por doquier, necesitaban energías o eso parece, hay algunos que no necesitan recobrar energía. Es simple.


1400 HRS
En el centro de la ciudad
El 12 de Junio 15 D.K


Necesitamos ayuda inmediata, ya esos bandidos tienen toda la ruta, la economía estará en ruinas. — Una reunión entre los altos cargos de los países, estaban pidiendo ayuda. Esa ruta era una de las más importantes del mundo, para no decir la más importante. — Tienes toda la razón, pediré ayuda a todos los países, pueblos y gente errante que nos puedan ayudar. Necesitamos ganar. — La invasión había dado frutos y había logrado encerrar a todo el país en una crisis. Todas sus fuerzas fueron mermadas y necesitaban más ayuda. — Estamos Perdidos, maldita sea. — Había desesperación por doquier, todo estaba terriblemente mal. Los papeles y los gritos se estaban haciendo costumbre en la cumbre de todos los altos mandos. — Todos aguarden. Todos juntos podemos contra esos, llamen a los demás países. De seguro nos mandan escuadrones para apoyarnos. Yo voy a encabenzar al primer escuadrón que salga. Mantengan la calma. Los Shinobis nos van ayudar para acabar con esa amenaza. Confíen. — Un joven de unos 25 años tomo la palabra, era demasiado Joven pero ya tenía un puesto en el país del Colmillo y la Garra. — Estoy de acuerdo, pero debemos entender que no estamos para estás cosas, la esperanza ahora misma es nula. Podemos intentar vender una buena idea pero los más conocedores sabrán a lo que nos referimos. — Dijo un viejo de 40 Años. Aunque todos estaban totalmente de acuerdo con lo que decía y lo peor es que era verdad, aún existía esa pizca de voluntad que les daba ese joven ninja que aguantaba a todos por igual. — Vendrán en dos días máximo. Podremos con esto. — Dijo intentando dar esperanza a todo el congreso, ahora era esperar a que el grupo venga y ayude a todos, salvando a los mismos.


0700 HRS
A las afuera de la Ciudad
El 14 de Junio 15 D.K



Ya era el gran día. El Joven ninja conocido por ser la gran promesa de el Colmillo se encontraba esperando a los Shinobis a las afueras de la ciudad donde pasaba todo el problema. Cuando todos lleguen. El Joven se presentaría. — Hola a todos. Soy Yu, ninja conocido por muchos como la joven promesa del Colmillo. Ahora, seré el capitán del grupo y los llevaré a dónde se requiere su presencia. — Se presentó a todos diciendo su nombre, el cuál era Yu, nombre lindo si me lo preguntas a mi. Saldrían caminando al lugar de encuentro, dónde ahí podrían hablar y armar estrategias. — Hablaremos con los grandes cuando preparen sus cosas, después iremos a la acción. Esto es peligroso, así que tengan sumo cuidado en esto. ¿Me entienden? — Las palabras de Yuu parecían malas pero el tenía toda la razón. Todo era muy peligroso y más que estaban en bajo de un ataque o como le dice Yu. — Yugata Dos.


Bienvenidos a Asalto a la Ruta Marítima


Imagen del pueblo y de Yu
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12 de Junio - 18:00 PM.

Había tenido varios días ajetreados entre papeleo, hacer recados en casa y pequeñas misiones sin importancia, por lo que el joven Miroku había decidido hacer un pequeño viaje a la montaña para descansar, si es que las condiciones se lo permitían. Preparó una pequeña mochila con lo básico, suficiente para varios días de viaje y que no fuese muy pesada ni cansada de llevar. Terminó de desayunar y puso camino a su merecido descanso... O eso creía.

-¡RYÔHEI, RYÔHEI! - Gritó una voz a lo lejos justo cuando el pelirrojo estaba a punto de cruzar la puerta de Kumogakure, su aldea. Era una voz que le resultaba bastante conocida, por lo que se giró para ver qué pasaba, ya que sonaba bastante desesperado. Era Makoto, el encargado de repartir, organizar y archivar todas las misiones que pasan por la aldea. - Tienes que venir a la sala de reuniones, rápido. Es urgente.

Una vez llegó se encontró con bastantes ninjas de todos los rangos en aquella sala. Desde luego, debía ser algo bastante importante si habían organizado aquella enorme reunión. El pelirrojo se sentó en una silla que había libre entre todo el gentío, e intentó escuchar entre el alboroto. Dos golpes resonaron como una campana a lo largo de la habitación y provocó el silencio y la atención de todos. Era Shinji Kijimoto, uno de los altos generales de Kumo, acompañado de dos de sus shinobis de mayor confianza.

-Bienvenidos a todos. Como habréis deducido, esta reunión es de caracter más que urgente y por ello, hemos llamado a todos los ninjas de la aldea disponible. - Uno de los acompañantes del general desplegó un mapa y lo colgó en la pared. Tenía varias zonas marcadas, más concretamente en los Paises del Colmillo y la Garra. Shinji agarró una pequeña vara para apuntar en el mapa. - Muchos ya conocéis esta parte del mundo, y para otros aún es desconocida, así que explicaré de manera sencilla. Los Países del Colmillo y la Garra poseen la ruta marítima más importante del mundo. Por ahí es necesario que pasen la gran mayoría de comerciantes para transportar su mercancía al resto de países. Nos han llegado informes de emergencia de que unos bandidos han tomado la ruta y se encuentran en una situación crítica. Necesitan todo el apoyo que podamos darle. No va a ser tarea fácil, pero esperamos que colaboréis el mayor número de personas posibles. Al ser una misión de alto grado de peligrosidad, los ninja de rango más bajo no están obligados a acudir a la llamada, aunque es valorable para su futuro como ninja.

-Quien esté dispuesto a ayudar con la misión, que apunte su nombre y rango en esta lista, por favor. - El acompañante de Shinji puso una lista sobre la mesa, junto a una pluma y un tintero. - Partiremos en veinte minutos, así que por favor, id a prepararos una vez apuntéis vuestro nombre.

De tomarse unas horas de descanso en la montaña a ser requerido para una misión bastante peligrosa en los Países del Colmillo y la Garra. Desde luego, aquel giro de los acontecimientos parecía una broma de mal gusto. Ryô estuvo apenas dos minutos debatiendo consigo mismo si debía o no acudir a la llamada de auxilio. Un grupo de bandidos quizás no fuese peligroso en sí mismo, pero si habían sido capaces de conquistar aquella ruta y habían requerido de la ayuda del resto de países... Dudaba que fuese un grupo de bandidos sin más. Es probable que estuviese planeado y liderado por alguna organización mucho mayor. Como fuera, su orgullo le impedía rechazar ayudar a quienes lo necesitaban, por lo que suspiró resignado y se levantó para apuntar su nombre en aquella lista.

Veinte minutos más tarde, tal y como había dicho el instructor, el grupo partió hacia su destino, utilizando medios de transporte rápidos y caros en pos de llegar lo más rápido posible. El viaje tenía una estimación de dos días aproximadamente, si no surgía ningún problema durante el transcurso de éste. Todos esperaban que la situación no hubiese empeorado hasta entonces.

14 de Junio - 07:00 AM.


Dos días más tarde, tal como estaba planeado, el grupo de Kumogakure llegó al País del Colmillo y la Garra, y apenas tardaron unos treinta minutos en llegar a la zona de reunión que aparecía en el informe. Allí, divieron el grupo para abarcar los distintos pelotones que ya estaban formados, y Ryôhei se quedó en el grupo de aquel que se presentó como Yu.

-Soy Ryôhei, vengo desde Kumo para ayudar en todo lo que pueda. Un placer. - El joven Miroku asintió con la cabeza a modo de presentación. No quería reconocerlo, pero estaba algo nervioso por la dificultad de la misión y lo que eso significaba. Por supuesto, daría el cien por cien de sí mismo para no ser un estorbo y ayudar en todo lo posible.

Resumen
{ Ryôhei Sejin, clan Miroku }
- Genin - Rango D -
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Varios días antes
Konohagakure no Sato


El sol empieza a intentar deslizarse a través de las persianas casi opacas del hogar de los Skuld. En su interior, el menor de los hermanos continúa durmiendo, mientras que el mayor, Samuru, quien ya lleva un tiempo despierto se encuentra repasando todo su equipo ninja, haciendo las últimas comprobaciones de calidad antes de "empaquetar" todo y salir por la puerta camino a su nuevo destino.

Siguiendo con la tónica de las últimas misiones, la aldea acaba de asignarle una misión que, en teoría, está muy por encima de sus capacidades, las cuales para la aldea siguen siendo las de un Gennin. Todo marchaba relativamente bien en el trato efectuado por el titiritero y la aldea, hasta el día en que descubrieron la sangre que corría por las venas de Riku; desde entonces, cada misión parecía ser un nuevo intento de eliminar a Samuru del trato, para pasar a "poseer" al menor de los hermanos. Sin embargo, el marionetista no había emitido queja alguna, consciente de que plantarles cara podía suponer que le retiraran sus privilegios como ninja extranjero en una aldea antiguamente enemiga. Solo le quedaba esperar a volver vivo una vez más y esta vez reclamar el preciado rango Chunnin, que le permitiera recuperar parte de su libertad.

- Todo listo... Supongo que ahora solo queda ir a la guerra

14 de Junio - 07:00 AM
País del Colmillo y la Garra | A las afueras de la ciudad

Samuru se encuentra mezclado entre el pequeño ejército que los distintos países han organizado para afrontar a la amenaza que se les cierne encima. No conoce a nadie y no confía en nadie, después de todo quienes le rodean son ninjas desconocidos, con posiblemente tantas o más ganas que el de volver con vida a su aldea natal y que, muy probablemente, ven a algunos de los emblemas del terreno como símbolos de antiguos y futuros enemigos, que solo por un instante van a coincidir en el mismo lado de la batalla.

Oculta entre su vestimenta tiene todo su equipo ninja, perfectamente accesible para darle uso en cuanto sea necesario, si bien por el momento se encuentra expectante a las palabras de quien o quienes vallan a dirigirlos. Pocos minutos más tarde, sería reclamado para acompañar al pelotón de un joven ninja que se presentaría únicamente como "Yu", posiblemente parte de un nombre mayor.

Por su aspecto y la forma de elegir sus palabras, aparentaba tener cierta experiencia, si bien bajo la propia experiencia del marionetista, aquellos que más confiaban en sus habilidades tendían a sobrevalorarlas y cometer errores "Espero que no llegue a ser mi caso...". En aquel grupo también había un joven que se presentaría como Ryôhei; ante los ojos de Samuru, parecía un guerrero como cualquier otro, pues no tenía forma de reconocer el "nivel" de los soldados enemigos (Razón por la que nunca se confiaba) y sin embargo, algo en su actitud, quizás su leve nerviosismo, le susurraba la posibilidad de que se tratara de un novato. "Debe ser solo mi impresión, ninguna aldea estaría tan loca de enviar carnada de alto valor a una escaramuza". Sin embargo su caso particular demostraba lo contrario.

- Samuru, o Sam, como prefiráis llamarme. Mis habilidades están más centradas en el combate individual y el control de masas menores en espacios cerrados... También tengo ciertas capacidades en el espionaje dependiendo del entorno, pero algo me dice que esta misión no dará lugar a ningún tipo de infiltración lenta.

Eligiendo sus palabras con cuidado, para no revelar más de lo necesario, Samuru se presentó a sí mismo y a sus distintas capacidades, esperando que aquello (Si el capitán asignado era hábil) pudiera aumentar de alguna manera sus posibilidades de salir vivos de aquel encuentro.

- ¿Es correcto deducir que no nos informarán de nuestro objetivo hasta presentarnos ante los altos cargos? - Si su pregunta no obtenía respuesta alguna, aguardaría a que el curso de acción la respondiera.


Resumen y aclaraciones

Estadísticas de Skuld Samuru

Contenido Oculto
HablaPensamiento | Narración
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Varios días antes

El imperio no estaba ni cerca de estar bajo de personal para solventar sus necesidades pero de vez en vez parece que les gustaba usar ciertas misiones para ir comprobando que shinobis valían la pena, esta misión podría entrar en ese rubro si bien era una misión que normalmente no se le asignaría a un genin se calculó que esta vez un genin podría cumplirla.

–Esta misión suena algo peligrosa– pensaba el genin caminando de vuelta a la librería mirando el sobre con los documentos que momentos antes un oficial le había entregado, –En cualquier caso me fue asignada no es como que pueda simplemente negarme, lamentablemente en el imperio nada es tan sencillo– pensó recordando la preocupación en la mirada del oficial que le entregó la documentación.

Luego de caminar un buen rato  el genin llegó a la librería de su familia, la encontró totalemnte vacía para variar, –No me cansaré de decirlo no sé cómo logramos mantener este lugar funcionando si siempre cierran por cualquier tontería– murmuró el chico subiendo las escaleras directo a su habitación.

–Bien veamos…– dijo Horaime suspirando, luego el chico se sentó en cama a leer y estudiar los documentos relacionados a la misión, –Bien no parece tan complicado realmente, bandidos…, intereses económicos…, bueno supongo que es más por lo segundo que por los bandidos en sí, lo catalogan todo como una misión rango B así que creo que podría lograrlo– pensó el genin pasando las páginas de la documentación.

Horaime se levantó de la cama y extendió un mapa sobre el escritorio de su habitación, –Oh así que es este el lugar, según la documentación saldremos en barco– pensó el genin estudiando cuáles rutas deberían tomar para la reunión, después de todo la documentación aclaraba que varios países ayudarían.

Después de esto el genin preparaba su mochila lo mejor posible, comida, equipos, documentos, etc…, todo lo que consideraba necesario para la misión.


14 de Junio - 07:00 AM
País del Colmillo y la Garra | A las afueras de la ciudad

Horaime llevaba puesta su vestimenta característica, un rakusu de color dorado con su patrón de cuadros en color verde, debajo un yukata de color azul con pantalones negros, como calzado unos tabi de color blanco y zori de plataforma color marrón con su hanao de color rojo, la banda de la aldea colgaba de su cintura cayendo de medio lado por su pierna izquierda, en su mano derecha llevaba un Bo que usaba como un bastón de apoyo y en su espalda una mochila con diferente implementos.

El larguirucho genin llegó junto con otros refuerzos enviados por Kirigakure y quedó impresionado con la cantidad de personal que habían enviado las aldeas, era todo un pequeño ejército lleno de toda clase de personas distintas, el genin se limitaba a observar a todos los presentes sin mediar palabra con nadie en particular después de todo desde el momento en que subió al barco no paro de estar lo más alerta posible, un descuido en una misión como esta podría arruinarlo todo o peor podría cobrar la vida del genin.
Luego de un rato el genin fue reclamado para integrase a su pelotón asignado, una vez  reunidos el que parecía ser el capitán comenzó su explicación, –Bueno al menos parece algo experimentado y seguramente conozca el terreno eso podría darnos alguna ventaja– pensaba el genin empezando a valorar la situación en la que se encontraba.

Sus nuevos compañeros comenzaron a presentarse, –Claro esa es buena idea– pensó el genin cuando uno de ellos tez pálida y cabello oscuro dio un pequeño resumen de lo que podía aportar al grupo.

–Mi nombre es Horaime… mucho gusto– dijo el genin cuando vio la oportunidad de presentarse haciendo una reverencia, –S-se me da bien el combate a distancia y dar soporte al grupo desde atrás– concluyó intentando pobremente explicar en qué consideraba que podría ayudar. 

Cuando concluyeran las presentaciones Horaime esperaría las órdenes del capitán.



Resumen



Estadísticas de Horaime
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12 de Junio - 18:00 PM



Habia pasado mucho tiempo desde la ultima vez que Toji habia estado en la aldea, desde que se habia infiltrado en la Yakuza que no habia regresado como tal pero ya habia llegado su momento. Salir de la ciudad base de la Yakuza no fue facil, pero luego de trabajarlo un poco encontro una buena excusa que justificase su salida temporal. El joven Zennin no habia sido consciente de lo mucho que habia extrañado aquella isla gigante flotante en el cielo, sintiendo la brisa fresca del viento y observando aquel paisaje tan exotico que ahora Kumogakure presentaba desde aquel incidente hace ya tantos años...

Al llegar a las puertas de la aldea, un joven lo estaba esperando, al parecer se trataba de un genin y llevaba un papel con él, papel que le entrego en cuanto lo vio y lo saludo, presentando sus respetos al pelinegro. — Señor Zennin, me alegra que este de regreso. — Le dijo haciendo una señal de respeto al inclinarse hacia delante. Al parecer le conocia de antes, aunque Toji no tenia la mas palida idea de quien era. — No esperaba que enviasen a alguien a recibirme ¿Que tal chico? — Le respondio casual Toji rascandose la cabeza algo incredulo. — Es que la situacion lo amerita, al parecer esto es muy urgente. Me ordenaron escoltarle hacia el sitio donde se hara una reunion convocando a los shinobis que se encargaran de cumplir esta tarea con usted, tambien le explicare la situacion en el camino. Por favor no hay tiempo que perder. — Le dijo precipitadamente el muchacho, se le notaba preocupado aun cuando intentaba mantener las formalidades y ser cordial y cortes. Toji no era estupido, y tenia suficiente experiencia para saber que esto debia ser algo grave, por lo que se puso serio, no le hizo mas preguntas y simplemente se limito a seguirle.

En el camino el joven comenzo a relatarle el conflicto en cuestion: — Los altos mandos estan procurando que no se arme ningun revuelo por esto para no provocar el caos y el panico entre los ciudadanos pero la realidad es que estan muy preocupados. Al parecer un grupo de bandidos han estado bloqueando una de las rutas mercantiles mas importantes del mundo, afectando a todos los paises por igual... — Comenzo a relatarle el joven mientras Toji le seguia y escuchaba atentamente, aunque parecia distraido viendo el interior de la aldea, su gente, el paisaje, los animos de los ciudadanos ignorantes de todo este acontecimiento. Realmente le habia tomado cierto cariño a la aldea, al menos a su comunidad, aunque ciertamente seguia sin importarle el imperio y se mantenia fiel a la idea de destruirlo. — Para conseguir algo asi no debe de tratarse de simples bandidos... sino de shinobis experimentados, quizas rebeldes o renegados. — Comento mientras seguia mirando casualmente a su alrededor, pareciendo que lo que decia era algo super casual y mundano. Por otro lado el joven a su lado lo miraba firmemente con el ceño fruncido y totalmente centrado en la conversacion. — Eso mismo pense yo... pero nose nada mas al respecto de ese grupo. — Toji volteo la mirada a verlo y le sonrio burlonamente, frotando la parte superior de la cabeza del joven y despeinandolo en el proceso mientras le decia: — Vaya eres un niño muy perspicaz jajajajaja — Reiria relajado, sorprendiendo al genin y dejandolo incredulo de la confianza del musculoso. "Como puede estar tan tranquilo luego de haber escuchado todo lo que le conte" Pensaba.

Bien, aqui estamos. — El genin lo condujo a la sala de reuniones, desde afuera apenas si se escuchaba un murmullo dificil de comprender, aunque de todas formas no importaba mucho pues Toji habia llegado cuando ya el discurso de aquel encargado de explicar la situacion al resto de shinobis habia terminado. El genin estuvo apunto de abrirle la puerta a Toji por mera cortesia para ingresar a la sala, pero Toji fue mas rapido e interrumpio su accion abriendola por si mismo, llamando la atencion de algunos sensores quienes notaron su presencia en cuanto cruzo la puerta. — ¡Buenas! — Exclamo con una sonrisa arrogante. Uno de los genins sensoriales que se encontraba en las filas de los presentes, especificamente junto a Ryohei se alarmaria al sentir de pronto el chakra de Toji, pues se habria sentido intimidado por la superioridad de nivel entre ambos. Algunos Jounins y chunin al ver a Toji le pusieron cara de pocos amigos, asi como el general no le mostraba un gran aprecio al verlo, mas bien parecia que le molestase tener que tratar con él. Aunque esto no era sorpresa de nadie, Toji no era de los que caia del todo bien una vez lo conocias, solia ser bastante provocador y altanero.

Al fin apareciste Toji... Espero que Yashida te haya explicado la situacion. — Le comento el general mientras Toji se acercaba a él con una total muestra  de confianza. — Que te cuentas Shinji, oye que injusto ¿porque a todos ellos les das la oportunidad de elegir si participar en la mision o no, y a mi me obligas a ir? Sabiendo con lo ocupado que estoy ultimamente. — Le comentaba el pelinegro burlonamente apoyandose sobre el hombro del general. 
Para entender su atrevimiento les dare algo de contexto. Toji conoce a Shinji desde que llego a Kumogakure, Shinji aun no era general (estaba lejos de serlo) y en varias ocasiones compartio misiones con el mismo, y pues nunca se llevaron del todo bien ya que Toji solia molestarle a proposito para provocar el mal caracter que Shinji tenia. — ¡Comportate idiota! Ahora soy un general y soy tu superior, actua como tal al menos en publico... — Le respondio avergonzado y molesto el general. Toji simplemente se rio y lo dejo en paz. — ¿Y bien, sabes la situacion? — 

Asi es, tu muchacho me lo conto todo. Parece todos los paises estan en graves problemas si no se soluciona esto. — Le comento dirigiendo la mirada un momento hacia el genin que lo trajo desde la entrada de la aldea, haciendole una mueca de aprobacion.

En efecto, es por eso que nosotros no somos la unica aldea que se involucrara en esta operacion. — Esto llamo la atencion de Toji, mostrandose mas interesado ahora por el trabajo. Una vez los postulantes ya se hubieran anotado, Toji se quedo hablando en privado con el general acerca de ciertos asuntos, pues debia ponerse al dia con varias cosas asi como poner al dia a su aldea acerca de sus actividades en su otro "proyecto".

Ya una vez estuvieran todos preparados ¡el equipo de Kumo partiria con Toji a la cabeza!



14 de Junio - 07:00 AM.



Al llegar al punto de reunion, Toji se dividio del grupo, yendose junto a un pelirrojo, un tal Ryohei hacia donde se encontraba Yu, un rubio de aspecto elegante y con un estilo que Toji describiria como "A lo Yakuza" pues ahora mas que nunca estaba familiarizado con las costumbres, cultura y estilo de la gente de la ciudad de la vieja Sunagakure.


Cita:Hola a todos. Soy Yu, ninja conocido por muchos como la joven promesa del Colmillo. Ahora, seré el capitán del grupo y los llevaré a dónde se requiere su presencia.


Toji lo miro con los ojos entrecerrados, como si estuviese presenciando una estupidez "Mira que presentarse como la joven promesa de un pais" Sin duda le parecia un acto soberbio y arrogante de parte del rubio, y eso que estamos hablando de Toji, ya vieron como se comporto dias atras con el general Shinji. El Zennin simplemente se limito a escucharle (o fingir que lo hacia al menos) mientras el rubio explicaba como iban a proceder. Tal vez el resto se lo tomase muy en serio, pero Toji mas que preocupado por la mision le preocupaba que el rubio tuviese alguna experiencia dirigiendo una operacion de este calibre.




Info
Narro - Hablo - Pienso
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No estén nerviosos, al final de todo. Solo los más adaptados sobreviven. Les tengo fe. Cuiden sus espaldas. — Yu estaba siendo totalmente sincero con sus palabras, solo los adaptados podrían sobrevivir a esta misión, muchísimos ninjas llegaron, todos se fueron con sus respectivos líderes, compañeros de la infancia de Yu. — Yu, nosotros iremos al sur y entramos por el mar. Los demás irán por el este. A ti y a tu… — Hizo una pausa, no parecían ser demasiados poderosos como para llamarlos equipos, solo uno. Un shinobi, alto y que se notaba que era uno de los fuertes, le dió un poco de miedo. — Y tú equipo irán justo a dónde los altos cargos. Los sensores no me dijeron nada así que toca ir. — Dicho esto, explosiones ya se escuchaban por el este. Los demás grupos estaban actuando. — Está bien Lucy, me iré con ellos. — Lucy le miró y rápidamente se fue con los suyos al sur. Yu se mostraba algo molesto, ¿No quería ir a dónde los altos cargos?, No, era otra cosa. Se llevó su mano derecha a su mentón, duro un poco reflexionando que iba a ser. — Bueno… Iremos a dónde los altos cargos pero vamos con cuidado, están en el centro de la ciudad. Cuidado. — Miró de reojo a su equipo. Empezó a caminar, al parecer la pelea en el sur había cesado, pues ya no se escuchaban las explosiones. — Las explosiones están acabadas. ¿Qué habrá pasado? — Estaba hablando solo, simplemente imaginar todos los escenarios posibles y encontrar simplemente a todos esos shinobis muertos. Ellos… Ellos eran Monstruos, el infierno está vacío, ellos son los demonios que se escaparon. Maldita sea, el camino era tétrico. Cada vez que nos acercabamos, un olor a putrefacción se hacía mucho más grande por cada que se acercaban a la ciudad. — Asquerosidad pura. — Me quejé, mientras tomaba un camino para rodear el centro y entrar por la puerta trasera, no tenía ganas de pasar por esa montaña de cuerpos putrefactos, estaban en descomposición y la mayoría no tenía siquiera la cabeza o todo su cuerpo. 

Suban. — Yu exclamó mientras tomaba las escaleras y subía por la puerta de atrás, rápidamente uno de los altos cargos tomó su katana y la puso justo en su cuello, casi en la yugular. — Maldito Yu, cuando vuelvas a entrar por lo menos toca… — La barba que tenía ese señor no se podía tocar, era blanca como la nieve. Era viejo, pero lleno de cicatrices y marcas en su piel, además del gorro que mantenía su cabeza guardada de cualquier ataque. Justo después de él, otra señora se hizo presente. — Yu cariño… No entres así. — Era una voz muy dulce y su rostro también lo representaba así. Ella no era una ninja de combate ni mucho menos algo así, era más una consejera. — Lo lamento señores A y Mu, lo siento. Para la próxima tocaré la puerta. — Yu se mostraba arrepentido, sabía que eran personas mayores y no debía asustarlos de esa forma, dejó que los demás del grupo pasarán y se sentarán en algún lugar. — Señora Mu, ¿Sabe dónde están los demás? — Se refería a los otros miembros del consejo, ella triste y un poco desilusionada respondió. — Ellos se fueron a luchar al sur junto a tu amiga. Sólo nos quedamos nosotros dos para darte tu misión. — Dijo mientras por su mente recorrían todo lo malo que podía pasarle a ellos, Yu se acercó y le dió un abrazo. — No van a morir, tenga eso por seguro. — Consolar a una señora así no era fácil, y más sí se tenía en cuenta la facilidad de llorar por la sensación de desesperación y muerte, ella tenía toda la razón del mundo. A se hartó de vernos. Rápidamente se paró y tomó su turno. — Bueno ya basta. Ustedes, observen. Van a rodear toda la ciudad e irán al sur y ayudarán a la amiga esa de Yu, según reportes de sensores. Están luchando contra dos de los 9 que tomaron el puerto, si logran derrotarlos. Quizás tengamos la capacidad para ganar y ojo. Tengan cuidado, porque son tan fuertes como para destruir a toda una nación. — Esa voz de viejo, ese discurso que a cualquiera le da miedo. Hizo eco por toda la sala mientras Yu, siendo el líder del escuadrón intentó hacer la situación más amena. — Tranquilos todos, vimos que mi amiga y su grupo son 5 contando con ella claro. Vamos a hacer 10, tranquilos. Podemos hacerlo. — A solo le miró con una cara de odio, realmente admiraba la capacidad de mantener la calma en momentos de tensión de Yu, miró a todos los presentes y volvió su mirada al Joven. — Cuidado. — Dijeron juntos los dos ancianos que se encontraban ahí. Se mostraban con confianza, Yu iría con ese grupo y ayudaría a su amiga en el sur, nada puede salir mal, ¿o sí?

Al bajar y estar de nuevo atrás del consejo. Yu fue el primero en tomar la palabra. — Si tienen alguna palabra, idea o ayuda pueden decirla ahora. No tendremos tiempo para nada cuando lleguemos a esa zona. ¿Alguna estrategia? — Quería escuchar opiniones, no se iba a quedar simplemente con su opinión la cual iba a compartir cuando llegarán. Después de escuchar las ideas si las hubieron, tomaría camino hacia el sur donde ya a la lejanía se podían escuchar explosiones, gritos y demás. Todo esto en un solo punto, en el campo de batalla. Al llegar rápidamente unos ninjas los vieron y los trajeron a unas trincheras que tenían ahí. — ¡SEÑOR YU!, LUCY, LUCY ESTÁ DAÑADA. ESOS MALDITOS LA DAÑARON. — Un niño de unos 12-14 años gritó. Quería explicarle de la mejor manera lo que estaba pasando a Yu. Yu lo calmó. — ¿Dónde está? — preguntó mientras el niño rápidamente señaló dónde estaba, en las mismas trincheras. A unos cuantos metros, Yu corrió y la tomó entre sus brazos. — Lucy está bien, tranquila ya estoy aquí. — Dijo mientras le apartaba el pelo, así no se podía ahogar. Lucy le miró, estaba muy mal herida. Escupió sangre en un lado. Y tomó el rostro de Yu con su mano derecha. — Mira el lado bueno… — Escupió mucha más sangre. — Podré visitar a tú familia… — Sus ojos se empezaron a cerrar mientras su mano caía, los ojos de Yu se llenaron de tristeza mientras observaba lo ocurrido. — Tú, el alto formidable. Te encargas del equipo. Iré a llevar a Lucy… — En su voz se notaba la desesperación y la angustia. Si le hiciera caso o no Yu se llevaría a Lucy corriendo hasta donde los médicos. Quizás en el Este seguían vivos algunos médicos. 

Contenido Oculto


¡Tenemos nuevos invitados Ukara. — Le gritó la primera chica la cual se encontraba justo a su lado asesinando a una persona, volteo su rostro y miró al grupo fijamente. — ¡Comida nueva para Ukara! — Gritó mientras terminaba de asesinar a esa persona. Se bebió su sangre. 


Contenido Oculto


¡Bienvenidos a Asalto a la ruta marítima!


Uraka y su acompañante.
[Imagen: e12avh4gwg541.png?ex=659ede68&is=658c696...0488df144&]
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Una vez que el joven pelirrojo de Kumo se hubo presentado, no tardó mucho más en presentarse el resto de personas que, al parecer, formarían aquel grupo tan variopinto. Primero llegó Samuru, un chico que aseguraba estar centrado en el combate individual. Luego Horaime, que parecía ser algo más formal que el primero... O más vergonzoso, no le había quedado del todo claro; decía especializarse en el soporte y combate a distancia, algo que podría encajar muy bien teniendo a Sam en el combate cercano. Por último se unió al grupo un chico que había visto embarcar desde Kumo junto a él, no sabía su nombre y tampoco lo dijo, pero sí sabía que no era un Genin, ya que oyó en su conversación con el general Shinji que estaba obligado a partir.

Poco después, pusieron rumbo a la ciudad para encontrarse con los altos cargos, tal y como la chica llamada Lucy les había dicho. De pronto, las explosiones que llevaba escuchando un rato a lo lejor terminaron, esperaba que a favor de ellos y no hubiesen derrotado al grupo aliado que estuviese en aquel lugar. A pesar de que Yu tomó un camino rodeando el centro de la ciudad, Ryôhei pudo ver al lejos varios grupos de cadáveres de ambos bandos, víctimas de aquella invasión. Un leve recuerdo de su infancia le vino a la cabeza, cuando vio el cuerpo de sus padres muertos a su lado, y por un momento parecía no estar en sí mismo, pero pocos segundos después recobró el control de la situación y continuó con el camino.

Rápidamente tomó posición defensiva cuando vio la hoja de una katana posarse cerca del cuello de Yu, pero se tranquilizó un poco cuando vio que eran conocidos de Yu. Era normal aquella reacción, pues en un lugar tan hostil hay que estar tremendamente atento a cualquier ruido o sombra que veas. Al menos no le rebanaron el cuello directamente y pudieron ver que se trataba de él. El pelirrojo lanzó un leve suspiro de alivio y tomó asiento cerca de la señora. Parecían preocupados, y no era de extrañar, pues la cosa no pintaba nada bien. Mentiría si dijera que Ryôhei no estaba empezando a preocuparse y a ver la situación más complicada de lo que esperaba. Pensaba que sólo tendría que dar soporte a los pelotones de ninjas experimentados, y no participar de manera activa en un pequeño grupo de chicos casi tan inexpertos como él, o esa impresión daban en general.


-Quizás... Si alguno de nosotros tiene una gran capacidad de encontrar presencias, podríamos intuir dónde se encuentran esos dos enemigos cuando estemos relativamente cerca. Sabiendo su posición aproximada, Horaime podría encontrar una buena posición elevada a distancia y darnos apoyo mientras el resto les tendemos una embocada aprovechando el entorno. - Ante la presión de la situación y el desconocimiento del lugar, era lo único que se le había ocurrido al Miroku con unos pocos segundos de reacción. - Si son tan fuertes, probablemente no baste para derrotarlos, pero consigamos debilitarlos suficientes para que el enfrentamiento directo no sea tan suicida.

Una vez hubiesen llegado al sur, la situación se vería más complicada de lo que esperaban. Un grupo de ninjas aliados fueron rápidamente a llamarles y llevar a Yu ante Lucy, que estaba herida. Una vez se encontraron con ella, estaba mucho más herida de lo que se había imaginado, casi diría que su último aliento se le escapó en los brazos de Yu... Aunque esperaba que no fuese así. La joven promesa del País del Colmillo dejó el grupo a cargo de otro de los chicos, que por su comentario, imaginaba se refería a Horaime. Al escuchar unas voces cercanas, Ryô llevó su mirada alrededor hasta conseguir enfocar a dos mujeres a lo lejos, una de ellas tenía un aspecto bastante bárbado e intimidante, mientras que la otra parecía algo más inofensiva, aunque en el contexto de la situación, dudaba mucho que lo fuera realmente.

-Preparáos, chicos... Tenemos compañía. - Ryôhei adoptó una postura defensiva, con su pierna izquierda más adelantada que la derecha, y ambos brazos en una posición parecida a una guardia de boxeo pero mucho más baja, con las manos cercas para poder realizar sellos lo más rápido posible en caso de necesitarlo.

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{ Ryôhei Sejin, clan Miroku }
- Genin - Rango D -
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Última modificación: 16-07-2023, 08:16 PM por Skuld Samuru.
Samuru únicamente sondeó a los recién llegados al grupo mientras sopesaba sus opciones de cara al futuro. Formaban parte de un equipo de infiltración clásico, formado por cinco personas (Un líder y 4 soldados), el problema en el planteamiento del mismo era que, hasta donde el sabía, no se conocían de absolutamente nada, lo que imposibilitaba en gran medida su capacidad de coordinación y juego en equipo; aquello podía ser un problema.

Sin hacer nada más que sonreír y asentir ante la "orden" de seguir a Yu al lugar en el que les darían su misión, el titiritero no pudo evitar ser algo escéptico ante la observación del segundo hombre que, de alguna manera, parecía ser capaz de discernir su nivel ¿Sería un ninja sensorial? ¿O sencillamente se estaba dejando llevar por su apariencia? Si era lo segundo, no podía evitar sentirse mal por quienes estuvieran a cargo del mismo; un líder que se base solo en las visiones más evidentes no suele llevar a buen cauce la resolución de sus batallas "Quizás estoy siendo injusto, esta gente necesita el apoyo de varias aldeas para frenar a unos bandidos y pese a todo están poniendo toda su fuerza militar en juego; puede que muchas de estas personas solo sean granjeros". Decidido a ser un poco más permisivo hasta donde fuera posible, siguió al grupo en su travesía a su nuevo destino.

Pararían en un edificio, dentro del cual el "líder" del escuadrón se encontraría con una espada en el cuello con más rapidez de la que cabía esperar; por suerte para todos, se trataba de unos conocidos del mismo "Si hubieran sido enemigos se acaba aquí su leyenda..." Todo aquello no hacía más que seguir levantando banderas rojas en la mente de Samuru. Se suponía que aquel muchacho era un hábil guerrero, y no sería el quien pusiera eso en duda, pero empezaba a dar muestras de no tener el mejor planteamiento táctico del mundo; además estaba el hecho de ir prometiendo a sus aliados que nadie moriría "No es lo más sabio, todos queremos pensar que los nuestros serán intocables, pero si entregas falsas esperanzas, la muerte, cuando llegue, será más difícil de afrontar... Y no podemos permitirnos esa fragilidad en el campo de batalla". La resolución del anciano parecía mas sabia, pero Yu volvería a "alegrar" el ambiente, aligerando la carga mental "Estoy seguro que este chico nunca ha oído hablar de las banderas de muerte..."

En cuanto se ponen en marcha para, ahora si, dirigirse a su verdadero objetivo, Samuru empieza a preparar su inventario de combate, consciente de que se adentran en el terreno de batalla. No sabe como de real será la "amenaza" del anciano con respecto al poder de aquellos shinobis (Pues con ese potencial no pueden ser soldados comunes) pero no piensa menospreciarlos ni un solo instante. Unos minutos más tarde y predicho por el encuentro con un niño que quizás solo le resulta sospechoso a Samuru, se encuentran con la pronosticada bandera de muerte, en forma de la amiga de la infancia de Yu atravesada de lado a lado y escupiendo sangre por la boca.

- ¿Quién la ha traído de vuelta a la trinchera? - Fueron las primeras palabras del shinobi mientras Yu se encargaba de asistir a su compañera. Tras escanear la zona, su mirada se volvió violentamente hacia el muchacho que les había avisado. "¿Los soldados experimentados acaban devastados sin posibilidades y el chico escapa ileso? Me lo creería si alguien le hubiera sacado de ahí, pero estaba a cuatro metros del futuro cadáver; por otra parte me parece extraño que unos asesinos aparentemente tan eficaces no la hayan rematado". A partir de ese instante y hasta que el muchacho desapareciera de aquel lugar, no le perdería de vista, así como a la mujer herida; algo dentro de aquella situación no le parecía adecuado. Finalmente y tras menos de un minuto, el gran héroe de guerra Yu huiría del terreno de combate dejando a uno de los cuatro mercenarios desconocedores del terreno al cargo para poner a salvo a una baja lateral. En cuanto se hubieron marchado, Samuru tomó parte de la espesa sangre del suelo con un pañuelo, analizándola en busca de algún tipo de sustancia o veneno que pudiera estar presente en la misma, un procedimiento habitual en su especialidad.

- Y ahí va nuestro héroe de guerra... - Diría Samuru en un volumen claramente audible pese a la desgana de su tono - Recomendaría desconfiar de futuras escenas como esta, puede que se esté llevando a una bomba de relojería encima y no sé vosotros, pero no soy el tipo sensorial, no puedo comprobar la veracidad de todo este enredo. Pero estas decisiones debería tomarlas nuestro nuevo líder. Además... - Sus palabras serían cortadas por el joven pelirrojo, quien señalaría la existencia de quienes parecían las dos Kunoichis mencionadas por los ancianos. Samuru sencillamente asintió ante el aviso.

Aquellas mujeres les habían descubierto antes de tener tiempo para ocultarse, de modo que el titiritero sencillamente rozó dos de los pergaminos en su cintura, liberando en el acto a uno de sus modelo Karasu (Caminando a su alrededor como si estuviera viva) y a Sanshōuo (Quien se mantendría completamente estático a su derecha, inactivo por el momento).

- Los que seáis de media o larga distancia, manteneos siempre un paso por detrás de la marioneta a mi derecha - Diría en un sutil susurro solo audible para sus compañeros, habiendo cubierto previamente su boca de las enemigas con ayuda del "paseo" de karasu "Si hubiera tenido tan solo un día más para terminar a Shin...".

- ¿Alguien está dispuesto a dialogar? Por que yo preferiría no empezar un combate hasta saber exactamente en qué estoy alistado, y pese a la carnicería, nos sigue faltando contexto - Diría mientras examina la enorme cantidad de cadáveres a su alrededor, desenvainando con su otra mano el tanto. En el mismísimo instante en que alguien de su bando (Del grupo principal, no de los NPCs) forzara el conflicto o que fueran atacados por la mujeres, y mientras el mismo hacía como si aún estuviera esperando a la opción pacífica, de cada uno de los brazos de Karasu y al total amparo de las sombras, ocho senbon serían disparados con el claro objetivo de acribillar el desnudo abdomen de la que parecía el "muro" de aquel dúo, encubiertos por la oscuridad y el hecho de que esta misma estaba aprovechando a, por alguna razón, beberse la sangre y comerse la carne de su última víctima.

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Kugutsu no Jutsu

Kugutsu: Mecanismos D

KUGUTSU NO JUSTU: Purototaipu


Chakra en caso de no iniciarse el combate:
Chakra: 592/597

*597-5=592

Chakra en caso de iniciarse el combate:
Chakra: 572/597

*597-5-20=572
HablaPensamiento | Narración
[Imagen: FirmaSamuru.gif]
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Luego de las presentaciones de rigor Horaime por lo menos conocía el nombre de casi todos sus compañeros.

–Será difícil para el capitán pensar en alguna estrategia con tan poca información sobre nosotros, pero no solo eso también es difícil para nosotros pensar en algún plan en concreto sin una actualización y detalles de la situación del conflicto, supongo que tendremos que esperar para tener una mejor idea de que rayos esta pasando en este lugar– pensó el genin mientras miraba al capitán que tenía una pequeña reunión con algunos de los que parecían capitanes de los otros grupos.

Con esto el recién formado equipo se puso en marcha en dirección al centro de la ciudad, luego de avanzar unos minutos los grupos de explosiones que se escuchaban al sur cesaron, –No es normal que paren tan pronto…– pensó el genin levantando su mirada al sur  algo preocupado por lo que estuviera pasando en ese frente, súbitamente el genin salió de sus pensamientos cuando un hedor proveniente de la ciudad invadió su nariz era claro que si llegaba hasta ellos a esa distancia tenían que ser un cantidad considerables de cuerpos, el genin sintió un escalofrió recorrer su espalda pensando en todo esto por esa razón estuvo bastante atento durante el resto del camino, mirando a su alrededor  intentando comprender mejor el terreno y ver si podía recabar alguna información útil.

Cuando el grupo terminó su recorrido llegaron a unas escaleras donde el capitán indicó que lo siguieran, Horaime se preparaba para seguir a su capitán cuando pudo ver como apenas Yu paso por la puerta le pusieron una katana en la garganta, –Enemigos…– pensó Horaime empuñando con ambas manos el Bo que llevaba preparándose para pelear, antes de hacer su movimiento pudo escuchar como el portador de la katana le hablaba a Yu de forma familiar, –Parece que fue una falsa alarma, de cualquier forma el capitán debería tener mas cuidado… después de todo estamos en medio de un campo de batalla– pensó el genin sin bajar la guardia.

Una vez dentro del edificio Horaime se acercó cauteloso a una de la ventanas del lugar, no se asomo del todo para no correr riesgos así que no tenía la vista completa pero lo que pudo ver no fue muy alentador, montañas de cuerpos decapitados en las calles de la ciudad eso explicaba el terrible olor pero también plantea muchas preguntas, –¿Traen los cuerpos decapitados desde los frentes de batalla?... no…  eso no tiene sentido, lo lógico sería pensar que hubo una batalla dentro de la ciudad pero si fue así como lograron desplazar al enemigo, con esa cantidad de cuerpos pensaría que hubieran podido tomar la ciudad– pensó el genin para luego voltear y prestar atención a los asuntos del capitán.

Era lógica la preocupación de los ancianos que recibieron al grupo bastaba con ver por la ventana para saber que todo estaba muy mal, luego de la situación de la katana y del vistazo por la ventana las “promesas” del capitán no parecían muy realistas para el genin que como un buen shinobi entrenado intento mantener la compostura.

–Bueno al fin algo de información sobre el enemigo…– pensó escuchando la explicación del anciano.

Horaime se sorprendió cuando el capitán en lugar de dictar cuál sería el plan a seguir solicitó al grupo una especie de lluvia de ideas, –Se supone que tu eres el que conoce mejor la zona y la situación…– pensó Horaime algo preocupado con la actuación de su capitán, –Según la información de los ancianos son solo dos los enemigos en el sur, así que junto con el otro grupo tendremos mejores números– comentó el genin llevando su mano izquierda a su barbilla pensativo, –Pero sin conocernos bien es muy difícil planear algo… yo propongo acercarnos a la zona y observar desde lejos, recaudar información y luego pensar cómo proceder.-- concluyó el genin, luego de esto el grupo se puso de nuevo en marcha al sur.

Conforme el grupo se acercaba al lugar se podía escuchar como se reanudaron las explosiones, en cuanto llegaron a cierto punto fueron interceptados por un grupo que parecía aliado y llevados a la zona de trincheras, donde fueron recibidos con la noticia de que la chica que conocieron antes estaba herida –Era obvio que la “promesa” de que no pasaría nada no se sostendría demasiado– pensó el genin mirando la triste escena de su capitán.

El capitán simplemente dijo “tu el alto” y lo declaró líder provisional, –Simplemente se marcha sin decirlo claramente… ya no se que pensar de la gran promesa– pensó el genin anonadado con la situación, –Supongo que se refiere a ti…– dijo dirigiéndose a su compañero de pelo negro que seguramente lo igualaba en altura, las conclusiones del genin se interrumpieron con el aviso de su otro compañero que hizo notar la presencia del enemigo.

–Supongo que mantener distancia y recabar información ya no será opción– comentó ante las palabras de una de las shinobis enemigas.


–Entiendo– respondió Horaime a la indicación de su compañero que rápidamente había desplegado una especie de marioneta, –No creo que esa que bebe sangre sea una gran conversadora– comentó el genin sorprendido por la acciones de la gran rubia, al mismo tiempo se agacho como pudo en la trinchera dejando solo lo necesario a la vista para tener visión del enemigo, luego coloco el Bo que llevaba en el piso y comenzó una tanda de sellos.

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Cita: No estén nerviosos, al final de todo. Solo los más adaptados sobreviven. Les tengo fe. Cuiden sus espaldas.

Toji lo escuchaba mas no le influian en lo absoluto las palabras del rubio, tan solo se mantuvo de pie observando la situacion mientras se metia el dedo indice en el oido y lo giraba de un lado a otro. Un grupo de ninjas llegaron a la escena, parecia que tenian sus propias indicaciones y tareas, por lo que solo uno de los ninjas de aquel grupo se limito a darle indicaciones a Yu, mirando de reojo a Toji y mostrandose un tanto intimidado por su presencia, a lo que Toji simplemente le miro con desinteres por un momento para luego sonreirle amigablemente. "No crei que la situacion seria tan caotica, casi parece un campo de guerra con tanto movimiento." Pensaba el Zennin observando como shinobis iban y venian para todos lados y explosiones se escuchaban por el Este. Lo siguiente fue seguir a Yu hacia el centro de la ciudad donde se suponia debian encontrarse con los altos cargos. Toji tenia claro de que el centro de la ciudad seguramente seria el punto donde mas estaria concentrado el caos y la destruccion, pero no queria preocuparse de mas, por lo que solo estuvo atento a su entorno en lo que viajaban.

Luego de un rato finalmente estaban llegando al centro de la ciudad, ironicamente el ruido de las explosiones de fondo habian cesado, aunque el olor a muerte, sangre y cadaveres quemados cada vez era mas presente acorde llegaban a su destino. Toji siguio junto a su grupo a Yu para entrar en el edificio por la puerta trasera, sin embargo para sorpresa de todos, al parecer Yu no contaba con que alguien estaria dentro esperandoles, y al abrir la puerta tan descuidadamente un hombre mayor con una katana en la mano se lanzo contra Yu y quiso presionar dicha espada contra su cuello, pero en cuanto lo vio Toji impidio que esto ocurriese, interfiriendo al tomar de la muñeca con la que sostenia la espada a aquel anciano, sujetandole con fuerza para que no se acercase ni un centimetro mas.
A pesar del momento de tension, Toji le solto la muñeca en cuanto el viejo hablo y se dio cuenta de que ambos se conocian. El viejo estaba alerta, eso era bueno. Yu habia sido descuidado, eso fue peligroso. "Ahi iba la joven promesa del pais..." Penso Toji. Detras del viejo se encontraba una mujer mayor, bastante amable al parecer. Toji ingreso al edificio y procedio a disculparse con el viejo: — Disculpeme si fui muy brusco, no queria que dejara a nuestro capitan sin cabeza jajajaja — Bromeo Toji. Luego escucho lo que la mujer tenia para decir, pues al parecer el resto de miembros del consejo estaban luchando afuera.

Cita:Tengan cuidado, porque son tan fuertes como para destruir a toda una nación.

¡¡JAJAJAJAJAJAJA!! — Toji comenzo a reir a carcajadas. — Perdon... es que he escuchado esa frase tantas veces. Tal vez sean capaces de destruir una nacion, pero he conocido a muchos con esa capacidad, y aun asi el mundo sigue igual, el imperio sigue en la cima de la cadena alimenticia y las facciones mas poderosas del mundo asi como sus territorios se mantienen estables... Diablos incluso yo soy capaz de destruir una nacion, y ni siquiera se me ha pasado por la cabeza el intentar algo asi. — Toji rodeo con sus brazos a sus compañeros por encima de sus hombros y les quiso inculcar seguridad. — No es necesario inflar la situacion a ese nivel. Son fuertes, lo entendemos. Tan solo no hagamos estupideces ni busquemos confrontaciones innecesarias. — Termino por decir.

Pasado esto, el grupo comenzo a moverse, dirigiendose hacia el centro del conflicto donde debian encontrarse con la amiga de Yu y el resto del consejo.


Cita:Si tienen alguna palabra, idea o ayuda pueden decirla ahora. No tendremos tiempo para nada cuando lleguemos a esa zona. ¿Alguna estrategia?


Primero revisemos la situacion, y si nos encontramos con esas dos personas del bando enemigo. Preferiria no pelear desde el inicio, e intentar dialogar con ellos. No importa en que termine dicha conversacion, lo importante es que podriamos obtener informacion de su parte y usarla a nuestro favor. — Comento el pelinegro.
Vaya sorpresa se llevaria Toji despues, ya que al llegar a las trincheras, uno de los genins alli le informo al rubio el estado de su amiga quien necesitaba ayuda de forma urgente, y este se lanzo de cabeza sin dudarlo en su ayuda. Pero lo que mas le sorprendio era que Yu no dudo ni un segundo en querer abandonar el campo de batalla y la mision para ayudar a su amiga, queriendo dejar la mision en manos de Toji. — ¿QUE? ¿YO? Y que se supone que deberia hacer hmmm..... — Se tomo unos segundos llevandose la mano al menton. Los que lo viesen podrian pensar que estaria pensando en como proceder en la mision, sin embargo lo que hacia era analizar todo lo que estaba ocurriendo, algunas cosas no cuadraban del todo, y sus compañeros tambien mostraban ciertas sospechas.

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Cita:¡Tenemos nuevos invitados Ukara.


Toji escucho la voz de dos mujeres y se volteo de inmediato, observando a la distancia la figura de ambas. Sus compañeros se pusieron en guardia de inmediato, sin embargo Toji camino por delante de ellos y alzo la mano saludandolas con toda confianza, a pesar de la escena asquerosa con la musculosa bebiendo la sangre de su victima. — ¡Oigan! — Les grito. — ¿Ustedes son las que estan provocando todos estos estragos? Mi nombre es Toji, quisiera hablar de la situacion en la que nos encontramos. Nos enviaron para encargarnos de ustedes pero no tenemos ningun tipo de contexto de que esta pasando aqui, y preferiria evitar que maten a mis compañeros por nada. Al menos si van a morir quisiera que sepan la razon. — Les gritaria para que lo oyeran, en todo momento se mostro amigable a diferencia de sus compañeros que claramente parecia que cuidaran su espalda. Entonces Toji señalaria a la joven de cabello plateado y ropa elegante. — ¡Tu! pareces ser la mas lista. ¿Podemos hablar un rato antes de empezar a sacarnos las tripas los unos a los otros?

Si las cosas de momento marchaban bien, entonces Toji les susurraria a su equipo. — Limitense a cubrirme por si las cosas se calientan.


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Narro - Hablo - Pienso
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Uraka se estaba comiendo los restos de ese shinobi muerto, los demás que estaban junto a los 4 Shinobis, estaban llorando. Se estaban comiendo a sus amigos, compañeros y no podían hacer nada. — ¡Alguien haga algo, se está comiendo a mi hermano! — Gritó una voz muy femenina, era una chica hermosa. La acompañante de Uraka no hizo más que reírse un poco, pues la chica pedía que se hiciese justicia viendo que ya se estaba partido por la mitad y comiéndose sus intestinos. — Por favor, ya está muerto… — Se llevó su mano derecha a su frente, si los chicos tenían vista con detalles podían ver una boca saliendo de, Uraka miró a la chica. — ¿Ellos querer que Uraka no coma? — Le preguntó mientras se notaba un poco su enojo, no tanto. Su compañera se negó con la cabeza. Uraka se volteo rápidamente y su compañera también, un Alto empezó el llamado. — ¿Eh?, Quiere hablar. Sorprendente. — susurró mientras escuchaba atentamente, Uraka y ella empezaron a escuchar atentamente, una ligera risa de la elegancia se hizo presente, ¿Acabar con ellos?, Acaso quien eran ¿Jashin?, Se limitó a escuchar, Uraka se sorprendió al escuchar que quería hablar con su compañera. — El no querer hablar con Uraka el querer hablar con Yao, Uraka triste, Uraka enojada. — Uraka se sentó en el suelo triste mientras tomaba el cuerpo desmembrado y empezaba a jugar con él, un poco triste y con lágrimas en sus ojitos. Yao que ahora sabemos el nombre de su acompañante. Se acercó un poco hasta estar unos cuantos metros de él. — Claro, ¿Quiénes los mandaron?, Acaso… ¿Acaso fue Konoha?, Aldea de idiotas. — Dijo mientras reía un poco. Uraka seguía triste aunque levantó su rostro, estaba buscando como la voz de una persona. Rápidamente salió del lugar en un salto. Yao también lo hizo pero se devolvió justo. — Lo lamento mucho, ella es así. ¿Me dijiste que te llamas Toji?, Yo Yao, Yao Kurama un gusto. — Dijo mientras visualiza fijamente a los que estaban en las trincheras. Un Joven, demasiado. Quizás era de la edad de Toji, quizás un poco menos, quizás un poco más. Lo importante que salió. Al parecer ya se habían cesado las armas. El vino solo, todos los demás entraron en crisis y decidieron suicidarse. El fue el único que mantuvo la cordura, se levantó e intentó bueno no intentó, se presentó antes todos. — H-Hola, yo soy Yino, un gusto… !No me maten por favor no quiero morir aún no he dado mi primer beso! — Dijo mientras se arrodillaba, un poco cómico. Yao sonrió mientras notaba las marionetas detrás de Toji. — Tus compañeros no pierden el tiempo, es divertido. — Dijo mientras reía, quizás venía en son de paz, quizás no. ¿Quién sabe?

Bienvenidos a Asalto a la Ruta marítima
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Samuru mantuvo su posición en todo momento mientras observaba la escena que se desarrollaba a su alrededor. Mientras el equipo del que formaba parte hacía lo posible por apaciguar la escena, el resto de los presentes parecían perder la cabeza por completo, de manera retórica y literal.

Irónicamente y pese a la escena, el titiritero sonrió ante la mención de la aldea a la que el mismo pertenecía en aquel momento; de no ser por los restos aún visibles de sangre humana en la boca de su compañera, incluso se habría permitido reír ante la observación de Konohagakure - No sé cómo sentirme al respecto de compartir su sentido del humor en al respecto de la hoja... - Después de todo, el mismo había sido enviado a aquella misión sin capacidad de decisión alguna, sospechaba que, posiblemente, para morir en el intento.

Entonces, y al mismo tiempo que el actual líder del escuadrón intentaba frenar la carnicería, alrededor de ellos y sin razón aparente todos los demás soldados decidieron suicidarse al unísono... Todos menos otro joven que, inesperadamente, desarrolló una suerte de precipitada presentación que finalizaba sobre el dato de nunca haber besado a nadie "Ya que estás pídelas a ellas un beso, así igual mueres antes de que tu mente colapse".

Pero el titiritero sabía que no tenía tiempo para perderlo en lo que parecía ser un mero espectador. Aquellas mujeres parecían dispuestas a hablar, quizás porque nunca nadie se había parado a dialogar con ellas en una situación similar y las parecía cómico; existía la opción de que se consideraban tan por encima de ellos que ni si quiera era un impedimento arriesgarse a desvelar su plan; o la opción más inviable, existía una retorcida razón detrás de todo aquello para justificar su matanza. La última posibilidad parecía la más descabellada, evidentemente tenían razones para hacer aquello, pero nadie las definiría como "justificadas" una vez pasada la línea de disfrutar la muerte de civiles y, de paso, comértelos.

Analizó con atención con atención el resto de la conversación, buscando matices extraños, pero no había nada; así que sencillamente mantuvo a Karasu en posición, mientras sopesaba la posibilidad de que estuvieran intentando introducirlos en algún tipo de técnica o Genjutsu aprovechando la aparente paz "Claro que no es como si parecieran necesitar hacer esto..." Y además el titiritero no conocía ninguna técnica de ilusión capaz de hacer que acabaras con tu propia vida sin dudarlo.

- Skuld Samuru... A estas alturas sería descortés no presentarme - Comenzó a decir el shinobi con un tono de voz suficientemente elevado como para que todos los presentes le oyeran, mientras hacía que, pese a seguir preparada para disparar, Karasu se recostara teatralmente sobre la espalda de su titiritero, como si fuera una niña cansada sin intención de atacar a nadie - No se nos han dado detalles de este conflicto más allá de la matanza actual y el hecho de que a las aldeas les preocupa perder esta ruta comercial. El problema es que es evidente que un golpe de este nivel no se orquesta en dos días, mucho menos con la mera intención de crear el caos, por más entretenido que sea, considerando que casi la mitad de las aldeas del mundo reaccionarán a la amenaza... ¿es demasiado atrevido por mi parte preguntar por qué estamos luchando?

Justo mientras recitaba sus últimas palabras, la sangre de uno de los muertos (Suicidas) más cercano llegó a sus pies, empezando a impregnar su calzado. Ante esto, Samuru sencillamente sacudió ligeramente el pie, como quien aparta una mosca, antes de dar medio paso a la derecha, más preocupado por la incomodidad que podría producir una futura suela ruidosa por la pegajosidad de la sangre, que por el propio muerto... La el motivo era sencillo, su indiferencia a los cuerpos que le rodeaban era parte de la educación impartida por cada una de las distintas aldeas "las vidas no importan, el poder si"; y sin embargo las aldeas, salvo alguna excepción, no habían enviado ni a la mitad de sus ninjas más poderosos a arreglar aquel problema, ¿por los muertos? No, por el dinero. No creía ser parte del grupo más fuerte de aquella confrontación, pero tampoco pensaba que fueran los más débiles Y eso decía mucho de un conflicto en el que, en caso de perder, las aldeas podían perder su ruta comercial más importante.

- He de decir, y tomáoslo como un cumplido, que domináis a la perfección el arte de llamar la atención, tanto en poder como en apariencia. Pero no creo que se trate únicamente de eso, ¿o solo es un juego? - Aquel piropo y la pregunta que le seguía iba dirigida a ambas Kunoichi, pero por la dirección de su mirada, aún centrada en la berseker, era evidente que iba principalmente dirigida a la misma. Su estrategia era más simple que un cuenco de arroz blanco, engrandecer el ego de ambas (especialmente de la que parecía menos inteligente) y no realizar una pregunta demasiado elaborada pero que, con suerte, diera pie a cualquier tipo de información que pudiera resultarles jugosa. A fin de cuentas, su compañero parecía interesado en hablar con la intelectual, una decisión astuta, así que él se centraría en su compañera, al menos hasta donde sus palabras pudieran llevarle.

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Chakra: 587/597
HablaPensamiento | Narración
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–Bueno todos comenzaron a moverse, qué debería hacer yo…– pensó el genin terminando la tanda de sellos que estaba realizando, inmediatamente unas manchas negras empezaron a invadir la piel del chico, se dejaban ver algunas por el cuello y otras saliendo cerca de sus manos.

–Todo esto es un caos, evidentemente es terrible ver una escena como esta pero no podemos simplemente volvernos locos y dejar la misión–, pensó el genin mirando a su alrededor y viendo como varios de los que estaban aquí antes de que su grupo llegará estaban claramente afectados por la situación, eso sin mencionar que hace unos minutos su capitán el que supuestamente los protegería se había marchado sin más.

Pero al parecer en medio de todo ese caos su capitán había hecho algo bien, nombrar al que ahora conocía como Toji el nuevo líder parece que fue buena decisión, él intentaba dialogar con la que parecía más cuerda del dúo dinámico que estaba marcado como enemigas, –Ojala logre conseguir algo de información y desenredar toda esta situación un poco, aunque la verdad después de ver a esa rubia jugar con el chico partido a la mitad no creo que vayan a colaborar mucho y en el peor de los casos solo están acortando distancias e intentando sacar ventaja–, pensó el genin mirando la situación desde la trinchera, –Otro Kurama resentido con Konoha, ¿Mi tío podría tener algo que ver en todo esto? no, es imposible que esté en algo a esta escala – pensaba el chico mientras escuchaba a la chica de cabellos plateados. 

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Aunque la situación era grave ni por asomo lo sería tanto como para que la gente empezara a suicidarse sin más, además si el clan Kurama estaba involucrado no sería extraño pensar en algún clase de genjutsu –Cuidado esta gente puede estar en alguna clase de genjutsu, este comportamiento no me parec…–, comenzó a decir el genin dirigiéndose a sus compañeros en la trinchera hasta que fue interrumpido por la extraña presentación de un chico que al parecer le interesaba pedir clemencia frente a la chica que conversaba con Toji.

Ante todo esto otro de sus compañeros, Samuru, decidió hacer un movimiento e intentar también unirse al diálogo que había iniciado Toji, Horaime tenía en mente las palabras de Samuru así que intentaría todo el tiempo mantenerse unos metros detrás de la interesante marioneta que llevaba a cuestas su compañero.

–Bueno no seria lógico salir yo también de la trinchera por que si, lo mejor será esperar aquí a ver que logran obtener de esas conversaciones– pensó el genin que aun permanencia en la trinchera agachado, sacando la cabeza solo lo necesario para tener visión de que sucedía en el campo.

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–Las superamos en número eso es bueno– pensó el genin mirando un instante a cada uno de sus compañeros, –Lo malo es que no conocemos bien la zona, no sabemos si tienen refuerzos cerca o si podrían escapar fácilmente– siguió maquinando haciendo una pequeña mueca de desagrado, –Podría enviar un clon a investigar pero las cercanías pero eso podría acabar con esta extraña paz que estamos experimentando, no me quiero precipitar pero es obvio que si están tan calmadas es por algo– pensaba el genin indeciso de cual seria el mejor plan de acción en estos momentos, todo esto sin perder de vista a las dos kunoichis.



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Chakra: 405/435
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El joven pelirrojo no tuvo tiempo de analizar la situación al completo, cuando alguno de sus compañeros ya había actuado. Uno de ellos, que se presentaría más tarde como Samuru, invocó dos marionetas, probablemente esperando una ofensiva por parte de las dos kunoichi que estaban frente a ellos. Por otro lado, tanto Horaime como Toji no parecían espercialmente hostiles; o al menos éste último no, quien había optado por intentar dialogar con ellas. Ryôhei no pensaba que aquello fuese a funcionar, ya que probablemente no serían los primeros en intentar hablar la situación, pero no diría nada al respecto. Quizás tendría suerte.

Intentando ser un poco precavido, el Miroku activaría el dojutsu característico de su clan, el shiryokugan; sus ojos cambiarían el color esmeralda que tenían normalmente para adquirir un tono morado, y su iris ya no sería redondo, sino que adoptaría una forma caleidoscópica bastante llamativa en su conjunto. Esta técnica permitiría al shinobi anticiparse a algunos de los movimientos rivales a través de pequeñas visiones. Probablemente aún no entrase en la ofensiva, pero no estaba de más contar con aquella ventaja ocular.

Poco después de activarla, notaría algo húmedo en sus pies que, tras desviar ligeramente su vista hacia abajo menos de un segundo para mantenerse atento a las dos posibles enemigas, vería que se trataba de un charco de sangre, proveniente de aquellos que se habían suicidado por lo que podía ser un genjutsu que desconocía. Yino, un joven proveniente de aquellas trincheras donde se habían suicidado todos los demás, se presentó al grupo.


-Los derramamientos de sangre nunca son buenos. Para ningún bando. - Ryô alzó un poco la voz, intentando que le escuchasen. - Cuando dos bandos sufren bajas, siempre hay un tercero que se aprovecha de ello.. Por eso los conflictos parecen interminables. Quizás podamos encontrar alguna buena solución a este conflicto que no signifique seguir degollando gente. ¿Por qué queréis haceros con esta ruta? ¿Es sólo por el dinero? ¿Es simplemente por placer... o hay algún otro interés oculto?

Probablemente el resto de compañeros creerían que el chico de Kumo era un iluso por intentar dialogar con quienes parecían simplemente haber nacido para el caos; pero la realidad era que sólo quería conseguir el máximo tiempo posible para una posible llegada de Yu, que sería bastante beneficiosa para el grupo.

Resumen
{ Ryôhei Sejin, clan Miroku }
- Genin - Rango D -
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Cita:¡Alguien haga algo, se está comiendo a mi hermano! 


Era una lastima pero Toji no podia hacer nada, ese compa ya estaba muerto, nomas no le habian avisado. En fin, tampoco es como si Toji fuese a comprometer la mision y la buena predisposicion que tenian todos al dialogo por culpa de un random, por lo que solo se limito a ver hacia la mujer que grito y negar con la cabeza para que entienda que nada podia hacerse. Aquel par de mujeres parecian sorprendidas de que el equipo de Toji y él estuviesen dispuestos a conversar y no a pelear. Ambas poseian caracteristicas muy distinguibles, la tal Uraka que hablaba en lenguaje unga unga parecia ser como una niña pequeña, tanto en lo bueno como lo malo y peligrosa, sobretodo considerando que parecia la mas poderosa de las dos. Por otro lado Yao -nombre revelado por Uraka en un momento triste de su vida al ponerse a jugar con la comida en un acto tan desagradable como inocente- parecia ser la lista, al menos mas lista que Uraka, pero tambien se veia letal, elegante y quizas no parecia tan poderosa a la vista, lo que le hacia suponer a Toji que probablemente eso la hacia mas mortifera, pues eso la dejaba llena de sorpresas.

Pff jejeje... — Toji no pudo evitar inflar sus mejillas intentando contener un poco la risilla ante la provocacion de la peliblanca hacia Konoha. Fue ocurrente, habia que admitirlo. — En mi caso no, yo vine de Kumogakure. Aunque da igual, todos venimos de parte del imperio claro esta. — Le comento Toji.

Luego de esto, una secuencia curiosa sucedio frente a los ojos de todos. Las mujeres observaron las trincheras, y al parecer el resto de personas que aun quedaban alli en un acto de desesperacion o locura absoluta decidieron quitarse la vida por su propia mano, todos excepto un chico que pidio clemencia... a su manera. Toji observo todo esto y le parecio sencillamente estupido, de por si la idea del suicidio era algo que jamas habia cuadrado en su mentalidad. Para Toji el quitarse la vida era un acto de debilidad maxima, el peor error que se podia cometer en la vida pues basicamente lo tiras todo a la basura sin saber siquiera que te espera despues. Pero en fin, su vida seguia y debia enfocarse en lo que tenia delante de sus ojos, por lo que procedio a acercarse a Yao en cuanto la joven se volteo a verle nuevamente.


Cita:Tus compañeros no pierden el tiempo, es divertido. 


Solo hacen lo mas logico considerando la situacion. No puedes culparlos jajajaja — Le contesto el pelinegro con su sarcasmo caracteristico.


Cita:Los derramamientos de sangre nunca son buenos. Para ningún bando.


Toji señalo a Uraka con su dedo indice mientras miraba a Ryohei tras escucharle — Diselo a ella pelirrojo. Parece que para ella el derramamiento de sangre es lo mejor que hay en el mundo. — Le comento de forma super casual y tranquilo. — Pero en fin, como sea... Mis compañeros creo que se expresaron bastante bien. En pocas palabras queremos saber porque esta ocurriendo todo esto, quienes son ustedes y cual es su proposito. Y bueno... esto no es algo que me hayan siquiera mencionado mis superiores pero si me interesa saber al menos en lo personal ¿Les interesa la gente de este pais? ¿Luchan por el pueblo? — Terminaria de preguntar ahora poniendose un poco mas serio al hacerlo.

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Mientras tanto, Uraka seguía jugando con su nuevo juguete/muñeco, parecía ser una bebé gigante con su bebé de juguete, Uraka seguía jugando y bebiendo de la poca sangre que le quedaba. Al final eructo haciendo retumbar con ese sonido repugnante todo a su alrededor. — Uraka haz un poco más de silencio cuando hagas eso. — Dijo Yao tapándose la boca, se estaba riendo. Si Toji era fisgón, podía darse cuenta de una boca en su mano derecha. Yao miró de arriba a abajo al hombre que salió diciendo que no había dado su primer beso, se arrodilló, Yao se echó a reír. — ¡Jajajaja!, Tranquilo. Ven déjame darte un beso. — El chico corrió a besarla, lo único que beso fue a un kunai pues este mismo pasó por toda la boca del Shinobi, cayendo en los zapatos de Yao quien le pateó y cayó justo en la trinchera. — Un gusto Skuld Samuru, soy Yao Kurama. — Se inclinó en forma de respeto, las atrocidades que está hacia no se comparaban con sus modales y forma de ser. Luego se levantó y se arregló el pelo. — Sí, lo es Samuru. Aunque considero que tú forma de pensar es perfecta. Yo a tú edad hice lo mismo, preguntar muchas cosas. Esta lucha no les pertenece, esta lucha es algo much — Uraka que aún seguía enojada soltó a su mini bebé y escuchó la voz, Yao no pudo evitar soltar unas lágrimas. — Lo siento. Errores técnicos. — Sonreía mientras se limpiaba las lágrimas, en cuanto a Uraka ella jugaba con su bebé cómodamente, miró como una cabecilla salir por las trincheras, le señaló. — Tú ser lindo, tu venir a jugar con Uraka, o Uraka matar a ti. — Dijo mientras se levantaba y tomaba de la cintura a Horaime, empezaron a jugar con los cuerpos muertos, a las muñecas prácticamente. Si Horaime se negaba iba a morir. — Uraka estar feliz, Uraka no matar a ti. — Río mientras siguió jugando, Yao escuchó las otras palabras De Samuru. — Muchas gracias, no soy mujer de cumplidos. Sé lo que intentas jovencito. — Empezó a sonreír mientras escuchó a otro chico, tenía la bandana de Kiri en su cabeza. Se aclaró la garganta y habló. — Es más que el dinero, es por venganza. No lo entenderías. — El más alto y mal hablado de los 4 se empezó a dirigir a Yao, la cual sonrió cuando escucho el pueblo. Se volvió a aclarar la garganta y habló. — Claro, nosotros somos el pueblo. De alguna manera todos luchamos y necesitamos hacerlo de esa manera, se que intentas sacar conversación. Pero es por el pueblo, los del consejo nunca fueron como aparentaron ser, ni los del Imperio. — Lamentablemente, era verdad. Nada era lo que parecía. A su izquierda llegó Lucy, había llegado a toda velocidad. — Él los mato. — La amiga de Yu estaba acá, sorprendentemente Yao no atacó, simplemente se tapo la boca del asombro. El lo había hecho. — Pensé que lo haría Ika, ¿A casi lo mata? — Sofía asintió, miró a los presentes y el como Uraka jugaba con Horaime a las muñecas con los cuerpos. Y Uraka no perdió el tiempo, tiene un nuevo Juguete. Sofía se inclinó saludando a todos los presentes, era sorprendente, ¿no?, La amiga de su líder estaba pero no su líder, y extrañamente ella hablo tranquilamente con su rival, había algo raro. — Uraka quiere que el rubio juegue con Uraka, Uraka decir que venga el Rubio. — Corrió a toda velocidad a Ryohēi, tomándolo de la cintura y sentando al mismo al lado de Horaime, con los cuerpos empezaron a Jugar. — Ustedes ser pareja, ustedes besar. — Uraka dijo mientras peinaba el pelo ensangrentado de una de sus muñecas.


Bienvenidos a la Ruta marítima
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Fue casi instantáneo, en un solo movimiento la enorme mujer se había puesto en movimiento directamente hacia ellos, concretamente en dirección al joven pelirrojo, le era imposible seguirla con su propio físico, pero con la distancia a la que se hallaba, su control si podría prevenir el golpe. Instintivamente, Samuru empezó a moldear chakra para activar a su segunda marioneta, pero un solo instante de racionalidad le detuvo. En su lugar, la mano que inicialmente iba a activar los cinco mecanismos de Sanshōuo, pasó a indicar a todo el que pudiera mirarle que mantuvieran la calma "No está siendo agresiva, aún no... O eso espero" Al final, cuando la misma demostró no querer dañarlos el titiritero se permitió volver a respirar. La gigante Uraka era demasiado impulsiva para el bien del grupo al que pertenecía, esperaba que aquello no los terminara alejando demasiado de su intención de intentar salir pacíficamente (Y vivos) de aquel encuentro; a diferencia del muchacho sin neuronas que se había apresurado, literalmente, a besar a la muerte.

Cita:Es más que el dinero, es por venganza. No lo entenderías. 


Algo mas tranquilo al verse de vuelta a una conversación ligeramente racional, Samuru sencillamente sonrió ante las palabras de la mujer; no se trataba de una sonrisa burlona o siquiera cómica, era más bien triste - Hablas con alguien nacido en el país del viento, ahora obligado a servir a los hombres que alguna vez se aprovecharon de los supervivientes de mi hogar en un trabajo al que yo mismo renuncié hace años. Creo que puedo ser un digno oyente si se me da la oportunidad; y aunque seguramente no pueda entenderos - Añade mientras observa nuevamente las decenas de cadáveres -  Aún me quedan varias escenas para alcanzaros... Pero si sobrevivo no podría descartar llegar en algún momento a una situación similar y escucharos podría ayudarme de varias formas.

Aquella era una jugada arriesgada, y Samuru lo entendía perfectamente. No podía intentar hacer parecer que estaba del lado de las mujeres, puesto que era evidente que aquel no era el caso, pero en su situación actual, usar detalles de su pasado (Todos ellos verdaderos) podía llevarle a generar una posibilidad de escape, supervivencia y quizás incluso de recopilación de información.

Entonces apareció una tercera integrante... La "amiga" moribunda de Yu. Samuru ni si quiera se esforzó en mostrar sorpresa, después de todo su entera existencia le había parecido una trampa desde el principio (Así lo había hecho saber en el pasado); casi le sorprendía más saber que, según las palabras de la recién llegada y lo que creía entender entre líneas, Yu había eliminado como mínimo a varias de los integrantes antes de desaparecer de aquel combate "Y la misión inicial que nos han encomendado es derrotar a dos de los miembros de este grupo así que.... Nada mal. Me pregunto si nos darían como aprobados en caso de regresar sin enfrentarnos a estas". Samuru se ahorró las interrupciones, los comentarios ácidos o las opiniones al respecto de la escena. Por lo que él sabía, la recién llegada podía ser igual de inestable que su otra compañera y querer eliminarlos por decir cualquier cosa al respecto de Yu. El necesitaba más tiempo mientras encontraba una salida que no consistiera en acabar con todos muertos, de modo que se conformó con devolver el saludo a la recién llegada a modo de inclinación cortés. Seguía esperando respuesta a sus anteriores preguntas.

Y justo cuando iba a abrir la boca para decir algo, la giganta volvió a secuestrar a otro de sus compañeros, empeorando aún más la escena mientras les insistía a... ¿Jugar a papás y mamás? Raro le parecía no haber sido el la víctima, dado su historial, pero no se quejaría y seguiría intentando ser parte del "segundo grupo", aquel que conversaba completamente ajeno a los juegos de la guerrera.

Dejando que Karasu se colgara de su espalda, inactiva desde el momento en que decidió no usarla para la primera defensa, Samuru carraspeó con cortesía, reclamando una vez más la atención mientras miraba de reojo a sus camaradas secuestrados - ¿Podemos contar con su seguridad? Necesitaban un plan para completar aquella misión con la menor cantidad de bajas posibles, pero tampoco podía permitirse no ayudar a sus compañeros si estaban en verdadero peligro, principalmente por que sería considerado un traidor "Ni si quiera tiene que ser mi culpa, solo parecerlo y se aferrarán a esa idea como si fuera agua en el desierto"

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Conversaciones iban y venían y de un solo golpe el chico virgen murió a los pies de Yao, que ironía de no dar un beso a literalmente morir a los pies de una mujer.

–Ni siquiera le tembló la voz después de matar al chico… con que clase de personas nos vinimos a meter– pensó el genin mirando la situación que transcurría.

La conversación entre Samuru y Yao transcurría hasta que  la gigante cavernícola se puso en marcha o anunció su puesta en marcha, la rubia señaló a la trinchera amenazando de muerte a alguien o ¿algo? No quedaba muy claro lo que pretendía aquel mastodonte, pero Horaime se preparó sin apartar su mirada de ella.

–Es rápida… muy rápida– pensó el genin al ver aquella gran rubia correr casi treinta metros en un abrir y cerrar de ojos.

El genin no tenía mucho rango de acción, si bien hasta el momento ninguna de las dos enemigas había atacado para Horaime era solo cuestión de tiempo para que sucediera y ver a aquella gran rubia correr hacia el solo avivaba ese sentimiento, por otro lado con la monstruosa velocidad demostrada por Uraka era obvio que huir de ella no era un opción para el genin.

–Piensa rápido… no puedo correr porque ella me supera por mucho en velocidad, podría atacar directamente pero si es igual de fuerte que de rápida no la detendría probablemente solo lograría enfadarla, pero claro cuando dije que recabáramos información todos me ignoraron… a improvisar entonces, como todo en esta maldita misión– pensó el chico poniendo de pie en la trinchera.

–Quieta.. quieta…– dijo Horaime extendiendo los brazos intentando sin éxito detener aquel tren que se dirigía a su posición.

El chico dio un último vistazo a la trinchera mientras mientras la imponente rubia lo levantaba en el aire.

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–Q-Quieta…, tranquila…, L-L-Lento, H-Hola… no es bueno dañar los juguetes…, ¿T-Toooji q-que hago?– pregunto Horaime completamente sobrepasado por la extraña situación.

T-También… p-p-podemos jugar a las escondidas, sabes…– concluyó el genin con media sonrisa esperando indicaciones del capitán provisional, en cualquier caso mientras la gigante no intentara dañar a Horaime el podría hacer este sacrificio para seguir consiguiendo información.


Hay una serpiente en mi bota(Resumen)

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Toji se mantuvo de pie observando la situacion que ocurria en ese momento. Uraka terminando de jugar con su comida, el pobre muchacho desesperado por mantenerse con vida y rogando piedad pues andaba horny y queria satisfacer sus deseos carnales antes de morir, y por ultimo Yao quien no podia evitar burlarse de aquel muchacho dandole falsas esperanzas al anunciarle aquel beso que era obvio que jamas sucederia. A su vez Toji tambien pudo observar como Yao poseia una boca en su mano, un detalle peculiar. "Debe hacer maravillas en la cama."


Cita:¡Jajajaja!, Tranquilo. Ven déjame darte un beso. 


Toji pudo haberlo evitado, pudo haberlo detenido en ese momento y haberle salvado la vida... ¿Pero porque habria de hacerlo? ese chico era tan impulsivo, tan impetuoso, tan inconsciente, tan... imbecil. No tenia caso, simplemente lo dejo ser. De todas formas probablemente moriria de una forma u otra, al menos murio con la ilusion de que su sueño se cumpliria. — Que cruel, pudiste darle un besito al menos con esa bonita mano que llevas. — Dijo sarcasticamente Toji con una amena sonrisa de lado.


Cita:Tú ser lindo, tu venir a jugar con Uraka, o Uraka matar a ti.


Toji miro de reojo a Ryohei y Horaime, Uraka queria jugar con ellos y no parecia buena idea llevarle la contra... o bueno, preferia que su equipo no lo hiciese por su bien, no se preocupaba tanto por si mismo. Toji estaba dispuesto a ordenarles que hiciesen lo que Uraka les pedia, pero no hizo falta, la propia Uraka se ocupo de eso tomando a Horaime y levantandolo en el aire como si de un niño pequeño se tratase.


Cita:–Q-Quieta…, tranquila…, L-L-Lento, H-Hola… no es bueno dañar los juguetes…, ¿T-Toooji q-que hago?–


Toji miro a Horaime seriamente, fruncio el ceño y asintio con firmeza como si de un general enviando a un soldado a una mision mortal se tratase. Confiaba en que no hiciese ninguna tonteria y hiciera todo lo que la musculosa le diga.


Cita:Claro, nosotros somos el pueblo. De alguna manera todos luchamos y necesitamos hacerlo de esa manera, se que intentas sacar conversación. Pero es por el pueblo, los del consejo nunca fueron como aparentaron ser, ni los del Imperio.


Dimelo a mi, trabajo para ellos... usualmente. Y supongamos que los dejamos en paz y nos vamos: ¿Que le depararia al Pais del colmillo y la garra entonces? ¿Que sera lo siguiente? — Le pregunto Toji, aun necesitaba tener mas claro el panorama para entender cuales eran las intenciones de estas personas. En eso aparece Lucy, sana y salva aunque para sorpresa de todos parecia estar del lado de aquel grupo, Toji no pudo evitar esbozar una sonrisa burlona. "Sabia que habia algo raro en todo aquello..." recordando la situacion que se habia dado antes entre Yu y ella. — Vaya vaya, espero que te sientas mejor. La ultima vez que te vi parecias estar MURIENDOTE.



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Lucy sonrió al ver a los encargados de Yu, tal como si le diera gracia el simple hecho de ser encargados por Yu, no era su amiga. Se veía en su rostro el odio interno que sentía, se aclaró la garganta y habló en voz alta. — Que suerte que lo matamos, si hubiese seguido iba a destruir a Rai e Ika. — Dijo mientras fijaba sus ojos en Toji, Yao puso su mano derecha entre las cuencas de sus ojos frotando las mismas con un poco de enojo en su ser, ¿Cómo podía hablar tan deliberadamente sobre su "amigo"?, Ni Yao entendía, simplemente sonrió mientras miraba como parte del encéfalo del chico que había matado se escurría y llegaba a sus pies, pateó parte de esa sangre la cual cayó completamente en los zapatos de Toji. Yao sonrió, sabía que no podrían hacer nada si es que querían pelear con ella. Lucy miró a Samuru fijamente, sus ojos como platos se intensificaron cuando vio lo que parecía una muñeca en su espalda. — Pareces tener una gran capacidad con las marionetas, Chikamatsu. — Comento mientras reía y como se denotaba su rostro, una expresión de burla, los Chikamatsu están regados por todo el mundo sin capacidad de establecerse. Yao mientras tanto miró fijamente a Toji, sus ojos se pusieron como los de una cazadora buscando a su presa. — Haces muchas preguntas Toji, pero mira. Seré breve; Ahora mismo el imperio está pasando por algunos problemas y no tienen la fuerza necesaria, la Ruta es nuestra y aunque les duela. Tienen que aceptarlo. — Sus palabras aunque malas y secas eran verdades, duela a quien le duela. Se cruzaría de brazos esperando a que se dignen a hablar, pero una acción de Lucy hizo que la situación se entumeciera. — ¿Dices con lo cuál engañe a Yu?, Si chico, lo engañe. No puedo morir antes de cumplir mi propósito, pobre Yu, él se veía que si les quería ayudar. El abatió a dos de los nuestros e hirió a tres de muerte. Una Leyenda, pero no pu — Un fuerte golpe en la médula ósea de Lucy por parte de Yao se hizo presente, Lucy podía hablar con cualquiera sobre su organización y eso les quedaría mal.

Mientras tanto, ahí estaban Uraka, Horaime y Ryohēi jugando a las muñecas, los tres estaban felizmente jugando mientras Uraka a veces los tomaba de las pequeñas manitas que tenían y los ponía a bailar, ella era un felíz bebé grande. Ella tomó a Horaime y lo acurrucó en su pecho, como si de mecer a un bebé se tratase. — ¡Uraka querer un chico de estos!, ¡Uraka querer! — Gritó mientras lo tomaba y abrazaba, era su bebé mientras tanto. Ryohēi se podría sentir solo así que Uraka como la gran persona que es y su corazón gigante lo tomó y lo abrazó. — Personas chiquitas creer que Uraka ser mala, Uraka no ser malas, Uraka nunca tener amigos por ser grandes en chiquito, por eso Uraka ser así. — Dijo mientras algunas lágrimas caían de su rostro a los cuerpos desmembrados abajo suyo, es verdad. Ella no era mala, el mundo fue malo con ella, por su corto y lento aprendizaje la tacharon de monstruo y por eso fue que asesinó a toda su escuela. Lamentable.

Una presencia abrumadora se sintió en el lugar, era muy pesada, es como si algo se venía acercando. Nadie sabe que era, simplemente se sentía como esa presión de algo desconocido, algo como que nunca se ha visto, si hay sensores cerca podía sentir una cantidad de chakra abrumadora a punto de llegar a la dirección donde ustedes estaban. Correr no era una opción.

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¡Bienvenidos a Asalto a la Ruta marítima!
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