Última modificación: 16-07-2023, 02:14 AM por Musacus.
11 de Junio del 15 D.K
Isla Madre Nanpou
Muten
Satoru y Kenta amanecieron temprano para aprovechar el día, ya era costumbre, aunque era su primer Mañana en aquella Isla...Lejos de casa... Después de un desayuno ligero pero nutritivo, decidieron realizar una meditación matutina para preparar sus mentes y cuerpos para los desafíos que les esperaban. En el jardín de la Casa de Kenta un lugar lleno de flores rodeado por un lago de aguas semi estancadas con ranas y mariposas que aparecían al compas del Sol. Ambos se sentaron en posición de loto, con las piernas cruzadas y las manos apoyadas sobre las rodillas. Cerraron los ojos y comenzaron a concentrarse en su respiración, inhalando profundamente el aire fresco y exhalando lentamente todas las preocupaciones y distracciones del día anterior.El ambiente tranquilo y sereno del Reino de los Monos favorecía la meditación. Los suaves susurros del viento entre las hojas de los árboles y el canto de los pájaros se convirtieron en una sinfonía natural que acompañaba su práctica, Satoru se esforzó por calmar su mente, liberando cualquier tensión y ansiedad que pudiera haber acumulado. Kenta, con su experiencia como maestro, le guiaba suavemente, recordándole la importancia de mantenerse presente y consciente del momento. Durante la meditación, Satoru se sintió conectado con la naturaleza que lo rodeaba y con su propia energía interna. En ese estado de paz y armonía, visualizó con determinación su próximo desafío aunque incierto pronto se encontraría con Uno.
Después de unos minutos que parecieron eternos, Kenta rompió el silencio suavemente y guio a Satoru de vuelta a la realidad. Ambos abrieron los ojos lentamente y se miraron con una sensación de tranquilidad y propósito, la meditación matutina les había brindado una nueva claridad mental y un mayor enfoque. Con sus corazones y mentes fortalecidos, se prepararon para emprender su misión con determinación y coraje. Juntos Satoru y Kenta enfrentarían cualquier desafío que el destino les deparara en el Reino de los Monos.
Mientras se retiraban del Hogar por un camino distinto Satoru atino a preguntar por su próximo destino, Kenta con una sonrisa afirmo que su próximo destino sería con su Gran amigo Muten.
-Nuestro próximo destino..! La Biblioteca!-
El trayecto los llevó a través de senderos rodeados de árboles altos y antiguos, cuyas ramas se entrelazaban formando una especie de techo verde sobre sus cabezas. El murmullo de un pequeño río cercano y el canto de los pájaros acompañaban sus pasos, creando una atmósfera tranquila y serena. Luego de unos kilómetros darían con la entrada, por detrás una inmensa montaña por lo que tenía acceso desde un solo lugar.
La morada de Muten era una pequeña torre antigua construida con ladrillos de barro y enredaderas que trepaban por sus paredes. La torre tenía varios pisos, cada uno repleto de estanterías que albergaban una impresionante cantidad de libros y pergaminos antiguos. La arquitectura de la torre revelaba su antigüedad y la importancia de su contenido.