Ohona y Chihona llegaban del lombardia montando a Sir Frederick, llegaban de vuelta a la base. Ambas estaban cansadas, Chihona se encontraba al interior de su hermana, aguardando a llegar pronto a la base y estirarse en una cama. Por su lado, Ohona se encontraba algo retraída por la ultima conversación con Aiko-senpai... al llegar a la casona, Ohona descendió, se despidió de su ave compañera y esta, tras una nuve de humo, se esfumo.
se dirigio al vestíbulo y, antes de llegar, su hermana salió de su cuerpo, vistiendo las mismas ropas que ella, el traje de batalla de mallas negras y su chaleco amarillo -
venga, que no me gustan estas ropas... iré a la base por mientras a contarle a Izuko las buenas nuevas - diría Chihona -
¿a Izuku-sensei? - preguntaría Ohona, con cara desconcertada... aun no se acostumbraba a estar lejos de su hermana -
si... claro... yo ire a ver si hay alguna novedad en la casona... bajare enseguida... no te alejes mucho... - diría apenada, mientras se dirigía al vestidor que se encontraba previo al vestíbulo principal, sin alejar la mirada de su hermana y caminando observando hacia atras... no podía dejar que la gente le viera con estos trajes de batalla, pero más que eso, no se sentia segura sin Chihona a su lado.
Ambas se dividieron entonces, Chihona bajo a la base, dejando caer ese chaleco amarillo en una de las sillas que encontró en el comedor, luego, con algo de pena, se dirigiría al cuarto de Aiko y buscaría ropa que le quedara en talla a ella, lamentablemente, la ropa de su hermana le quedaría chica y eso era "peligroso" pues, podría escapársele el busto o mostrar mucha más pierna de la que quería.
Tras salir de la habitación y dejar una nota a Aiko sobre la ropa, Chihona se dirigiría hacia la sala principal, buscando a Izuku -
Izukuuu, donde estas, te tengo noticias - decía, mientras caminaba por la base viendo a todos lados. Repentinamente, pudo escuchar la voz de algunas personas conversando, entre ellas, la voz de Izuku, rápidamente se apuro y empezó a hablar antes de ingresar a la sala, desde el pasillo, esperando a que le escuche -
Izuku, tengo una buena, una mala y una excelente noticia - diría, mientras ingresaba a la sala, revisando la bata de doctor que le había sacado a Aiko
- primero, Aiko logro hacer el Edo Tensei, sacrifico a dos de los piratas del Lombardia - diría, para luego mirar al techo y hacer notas mentales con sus manos -
la mala es que le inyecto algo raro a Ohona, pero dijo que la operación fue un fracaso - y finalmente se rascaría la barbilla para decir con una sonrisa -
y la excelente es que hoy pude por primera vez salir del cuerpo de mi hermana - dijo con alegría en el alma, para bajar la mirada y observar a Izuku con una sonrisa radiante en el rostro -
así que quiero unirme oficialmente a... a la verga y ustedes quienes son - diría con sorpresa al ver a Kaito y al joven Yamuro en la