[TMAM] Segunda ronda (FINAL)- Torneo de los maestros: Sayuri vs. Ulti
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Última modificación: 21-05-2024, 02:23 AM por Sayuri.
Había logrado desplazarme con sigilo hacia el punto estratégico deseado, justo cuando esta colosal estructura, forjada enteramente de hielo cristalino, se erigió a mi alrededor, creando una zona segura de aproximadamente siete metros de diámetro. Esta fortaleza improvisada se asemejaba a una especie de "prisión", aunque en realidad era un santuario que me protegía de las amenazas y turbulencias del exterior. Este domo, levantado por la gracia de mis habilidades innatas y el legado genético de mis ancestros, era un testimonio de la herencia y el poder que corría por mis venas. El arte de materializar estructuras y diversos utensilios a partir del hielo generado por nuestro chakra no era solo una técnica, sino un emblema distintivo de nuestro clan, reconocido y respetado en todos los rincones del mundo shinobi. Esta habilidad nos diferenciaba, otorgándonos un lugar de honor y temor en igual medida entre las demás facciones guerreras.

La incertidumbre de no ver a mi rival, ni que ella me viera a mí, flotaba en el aire como una densa niebla de dudas. ¿Sería esta invisibilidad mutua una ventaja para ella o para mí? Era difícil determinarlo con certeza, pero al menos había conseguido algo crucial: tiempo. Tiempo para respirar, para pensar, y más importante aún, para planear mi siguiente jugada. Mientras tanto, mi cuerpo se movía casi por instinto. Mis pies me llevaron rápidamente hacia la izquierda, cubriendo una distancia de siete metros hasta llegar justo al límite de mi prisión helada. Mis brazos y manos no se quedaban atrás. Mientras corría, comenzaban a trazar en el aire sellos demano, esos gestos mágicos heredados de generaciones de guerreros de hielo.

Y entonces, como si respondieran a la llamada de un director de orquesta, los muros internos de mi prisión de hielo empezaron a transformarse. Desde su superficie lisa y fría, comenzaron a emerger espejos cristalinos. No eran simples fragmentos de hielo, sino superficies pulidas y perfectas, cuyas caras reflectantes se orientaban hacia el interior del domo.
Hyōton: Makyō Hyoshō
Ck: 80-10(esp/cau)= 70

El escenario que había conjurado con el último aliento de mi chakra se tambaleaba al borde de la destrucción. El gran domo de hielo, una fortaleza que había erigido con meticulosa precisión y poder, estaba a punto de sucumbir. Sabía que bastaría un simple golpe de aquella kunoichi, armada con su formidable martillo, para hacer añicos mi creación helada. Sin embargo, a pesar de la fragilidad inminente del domo, la prisión de espejos que había construido dentro de él aún se mantenía en pie, aunque no completamente intacta. El impacto del martillo había sido brutal, un golpe que resonó con la fuerza de un trueno atronador, liberando una cascada de fragmentos de hielo que danzaban en el aire como cristales rotos bajo la luz de la luna. De los veintiún espejos que había formado, uno había sucumbido bajo la furia de aquel ataque, dejando tras de sí un vacío donde antes se reflejaba una imagen mía.

Ulti, al adentrarse con ímpetu en mi trampa, se encontró de repente con un enjambre de reflejos. Veinte réplicas exactas de mí se multiplicaban en los espejos restantes, cada una capturando un ángulo diferente, cada una con una expresión calculada para confundir y desorientar. La luz se fragmentaba y jugaba entre las superficies reflectantes, creando un laberinto visual donde la realidad se entrelazaba con la ilusión.

-Bienvenida, Ulti, ¿querías una esposa o veinte?- Las palabras resonaban en el aire, pronunciadas al unísono por cada una de mis réplicas, mientras se deslizaban con gracia de espejo en espejo. 
-¿Crees poder atrapar por lo menos a una de nosotras?- continué, mi voz multiplicándose en el espacio cerrado, rebotando en las paredes de hielo y cristal. Aunque mis palabras llevaban un tono de mofa.

Mientras Ulti se concentraba en el desfile de imágenes que se movían de un lado a otro, yo corría a través de los espejos. En mis manos, una nueva capa de hielo comenzaba a formarse, pero esta vez era diferente; más fina, más afilada, casi como una segunda piel de escarcha que se adhería a mis dedos, preparándolos para el ataque decisivo.
Hyōton: Saihyouzuchi
Ck: 40-10(esp/cau)= 30

Había calculado cada paso, cada respiración, hasta que finalmente tomé la posición deseada. En un movimiento fluido y silencioso, emergí de mi escondite justo detrás de ella. La sorpresa estaba de mi lado, y con la precisión de un depredador, lancé una estocada rápida y poderosa hacia una de sus piernas. La punta de hielo, afilada y fría, buscaba inmovilizarla, clavarse en su músculo y detener su avance si lograba alcanzarla.
Shigan
Ck: 40 / Pv: 65+10(sen) / Vel: 60+ 10(Gourai) +15(Makyo)+10(Shigan)= ¿90 ó 95? / CkN -1


Off
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20? No estaría mal, me gusta que seas de relaciones abiertas - diría Ulti, mientras observaba a todos lados con su vista, buscando a la real. Sin embargo, un leve piquete en la pierna le hizo mirar hacia atrás... era rápida, no lo habia sentido... ni tiempo tuvo para reaccionar.

[Imagen: __ulti_one_piece_drawn_by_raine_acke2445...f994e1.png]

Su capa y su falda apuntaban hacia el suelo por culpa de la gravedad, su diminuta ropa interior roja apenas tapaba parte de su nalga, mientras que el rose de hielo sobre su muslo izquierdo se trataba de cuajar, pero realmente su armadura impidió que algo de eso hiciera efecto... la Kunoichi respiro hondo y dijo, mientras desactivaba sus defensas y pasaba a una pose de batalla, sosteniendo su arma con una mano y colocándose con un sello frente a su rostro - si querías tocarme, solo debías decirlo - dijo, bajando su centro de gravedad - ven, aquí te espero preciosa - kyaaaaa me tocooooo me tocooooo aaaaa nos casaremos, seremos amantes, esposas, tendremos un harem, ella me complacerá con 20 de sus copias, bailara sobre mi en telas, aaaaaa me enamore - Ulti, dios... déjalo, deja de romper la cuarta pared en medio de combate - linda... lo único malo que tienes es el exceso de ropa, al menos sácate el abrigo y pelea contra mi de frente, choquemos los cuerpos, pecho con pecho, boca con boca - mofaria la cuernuda de Ulti, sin dejar de mirar a todos lados.
Contenido Oculto
Desde hacia rato ya la joven había visto todo, cada uno de los 20 espejos, el que había roto con el rose de su martillo, todo, todo estaba ahí, pero no pudo verla cuando efectuó ese ataque por la espalda... apenas y pudo sentirla, una provocación para pelear de frente era lo único que podría hacer en estos momentos.

Chakra: 186/709

+23 ch por no uso

OFF
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Última modificación: 01-06-2024, 02:26 AM por Sayuri.
La batalla se había extendido mucho más de lo que mi paciencia podía soportar. Mis últimos jutsus, diseñados como prisiones para protegerme del exterior, habían drenado una enorme y desmesurada cantidad de mi chakra, ese recurso que, aunque vasto, no era infinito. Sentía que mis fuerzas comenzaban a flaquear y que mi resistencia estaba llegando a su fin. Sin embargo, estaba segura de que ella también debía encontrarse en una situación similar, aunque su apariencia no lo delataba. Siempre mantenía una fachada de frescura y control total, sosteniendo con elegancia esa imponente masa dorada que empuñaba en una de sus manos.

'¿Pero que le pasa?' me preguntaba mientras le observaba, como la chica de la cornamenta deshacia con indiferencia todo rastro de chakra al momento del impacto de mi ultima ofensiva fallida. Habia sentido claramente como mi punzada no habia sido suficiente para romper al completo su armadura de chakra. Era evidente que aun le quedaba suficiente energia para seguir aguantandolo, pero lo que realmente me sorprendia era su inconprensible desicion de desactivar esa proteccion extra, junto con cualquier otro jutsu que mantuviese activo. Ella como de costumbre, tampoco dejaba de hablar en ningun momento. Sus provocaciones que intentaban desestabilizarme segundo a segundo. Sin embargo, estaba decidida a no caer en su trampa. Sabia perfectamente que un combate cuerpo a cuerpo contra ella, y contra esa intimidante maza que empuñaba, podria inclinar la balanza radicalmente a su favor.

De todos modos, ya no tenía muchas opciones, y la prisión de espejos, en este punto, podría ser más problemática que efectiva debido a su gran consumo de chakra. Se comenzaria a notar cómo la temperatura del ambiente subía poco a poco, y todos y cada uno de los espejos en el campo se derretían rápidamente, desapareciendo por completo y dejando ver a una única Sayuri que se había posicionado nuevamente en su lugar inicial, antes de comenzar el espectáculo de las cúpulas heladas.

Me encontraba a cinco metros del borde elevado del campo de batalla, mientras que mi rival estaba a poco menos de siete metros. Parecía que el combate cercano estaba a punto de comenzar.

-Ese jutsu de los espejos está bonito, pero drena una cantidad indecente de chakra...- le comenté a la peliazul, que seguía coqueteándome con descaro.
-Creo que ya estamos como querías, a poca distancia... aunque, ¿cómo me vas a besar con esa cosa en la boca?- dije, alzando un dedo para señalar la pañoleta que ocultaba completamente sus labios. Cabe destacar que mis manos volvieron a su tono rojizo habitual, despojadas ya de esa ligera capa gélida que las cubría.

Sin embargo, el gesto de apuntar tenía un doble propósito. En un instante, una poderosa ráfaga de viento emergió de mi mano, lanzándose a toda velocidad hacia ella. Era un jutsu sencillo, uno que ella ya había presenciado antes.
Suiryoku
Ck: 70-10(esp/cau)= 60 Pv: 75+13(esp)+10(sen)= 98 Vel: 70+10= 80 / -1 CkN

-¡Discúlpame por alejarme de ti otra vez!- le grite con un toque de ironía, Mientras al finalizar el jutsu, comenzaba a correr en dirección contraria, alejándome de ella. Mientras corría, mis manos se movían con rapidez, formulando una secuencia de sellos que duraría unos dos segundos, tiempo durante el cual continuaba mi carrera, esperando que no me interrumpiera. Cada poco miraba hacia atras para ver si me seguia.

Sabía que pasados cinco metros, el terreno se volvería horizontal nuevamente, y en ese instante, mi rival y yo quedaríamos fuera de la vista del otro, oculta cada cual tras el paisaje.
Contenido Oculto

Off
Pasivas
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Última modificación: 01-06-2024, 05:14 AM por Ulti Ryū.
Kawarimi no Jutsu


¿Qué crees? no soy tan tonta como parezco - no Ulti, no lo eres... pero, que importa, ahora, ¿Qué harás? - no lo se, solo lo hice por un presentimiento... por un momento leyendo su post creí que no me atacaría, pero lo hizo, y eso es perfecto para mi.

La joven y futura esposa de Ulti eliminaria su jutsu de espejos. Era su mejor carta, gracias a eso pudo acertar un golpe a la joven de cuernos sin que esta siquiera lo notara, sin embargo, entre balbuseos y cosas asi, un ultimo ataque fue lanzado de frente y a quemarropa contra la joven de la mini falda.

[Imagen: __ulti_one_piece_drawn_by_raine_acke2445...fbb0c4.png]

Fácilmente pudo haber contrarrestado el ataque, pudo hacer algo para golpearla de vuelta, sin embargo... sin embargo no lo hizo. Recibiendo el golpe de lleno, el cuerpo de Ulti seria expulsado lejos hasta llegar al mismo piso, sin embargo, lo que realmente se encontraba ahí era aquel maso que tanto temor le generaba a la joven de piel pálida, y más pálida se pondría al ver a Ulti en su espalda, parada en el borde, a contraluz con el sol a sus espaldas y con la falda levantada, pero sin poder ver más allá que eso, la silueta de su rival - Hola - diría, mientras la miraba fijamente.

Chakra: 176/709


resumen
[Imagen: 36b53dc0915cf75718110f9357b0680c39104cb7.gif]
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Una vez que mi estocada de viento había logrado impactar de lleno en el cuerpo de aquella mujer, supe, por el sonido que resonó en el aire, que el golpe había sido efectivo y no detenido por una tediosa barrera de chakra como había ocurrido en dos ocasiones anteriores durante nuestro intenso combate. Sin embargo, para mi asombro, el objetivo no fue su cuerpo, sino la gran maza que había estado empuñando con maestría durante toda la contienda. Algo completamente inesperado y sorprendente '¿Un Kawarimi? No me jodas...'

Pero entonces, ¿dónde estaba ella? La respuesta era evidente: detrás de mí. Siempre se reubican atrás, buscando aprovechar cualquier momento de vulnerabilidad. Giré rápidamente, anticipando su movimiento, y allí estaba ella, su figura erguida y su mirada fija en mí como si estuviera esperando mi reacción, quizás disfrutando de la momentánea ventaja.

Había planeado preparar un jutsu que requería elaborados sellos de mano. Pero, claro, este abrupto giro en los acontecimientos me obligó a desestimar mi estrategia original e idear rápidamente una nueva. A tal cercanía, cualquier vacilación podría convertir mi intención en su presa, y el próximo ataque, en una amenaza mortal.

La frustración me consumía, y un torrente de pensamientos oscuros nublaba mi mente. '¡Maldita sea, no puedo hacer mucho más!', pensaba con amargura. Durante toda la pelea había mantenido una táctica clara: mantener las distancias, siempre a mi favor. Había previsto cada movimiento, cada estrategia, en caso de que nos enfrentáramos cuerpo a cuerpo, pero ahora las circunstancias eran completamente adversas, dejándome en una palpable desventaja.

Respiré hondo, tratando de calmar los latidos frenéticos de mi corazón. Mis ojos se fijaron en la figura de mi enemiga, su confianza era palpable, casi irritante. -Eres guapa, sí... pero no por eso te daré el lujo de llegar a tocarme.-

Con decisión, levanté una de mis manos, sintiendo la mirada de todos los presentes fijas en mí. Entonces, con voz firme pero cargada de resignación, grité al narrador, consciente de que mi límite había sido alcanzado. -¡Me rindo! No me queda chakra, y combatir con ella a en este estado y esta distancia sería estupido.-

Finalmente, volví mi mirada hacia la mujer con los cuernos, una guerrera temible cuya destreza había quedado más que clara. -Fue un gusto, Ulti. Disfruta el premio,- añadí, con una mezcla de respeto y aceptación en mi voz.

-Vamos, vuelve a colocar este lugar como estaba antes.-
Pasivas
[Imagen: uaGWsi6.png]
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Última modificación: 12-06-2024, 02:04 PM por Ulti Ryū.
El brazo de la chica se alzaba, Ulti en un son de reacción levanto sus manos frente a ella, ya no le quedaban más escudos ni trucos bajo la manga, solo una ultima barrera, sin embargo, antes de convocarla, pudo escucharla claramente... - se... se rindió... - dijo Ulti, algo confundida y ladeando el rostro. Ya estaba lista para seguir peleando, iba a tocarla aun cuando sus palabras decían lo contrario... pero... se acabo... el estasis y el frenesís por la batalla acababa con un balde de agua fria - eh... ni si quiera alcance a tocarte - diría molesta, dejándose caer hacia atrás, en lo que parecía caer de espaldas, pero que realmente fue sentarse en el borde del peñasco tras volver de su estado horizontal a vertical... se sentó y observo hacia el frente, viendo las gradas y las personas que tenia en frente - no... no es justo... - dijo, empezando a rascarse la cien, mientras jadeaba de cansancio.


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Las gradas resonaban en gritos de incertidumbre, muchos abucheaban, otros celebraban, la gente gritaba por todos lados y en la mente de Ulti un silencio incomodo... ni siquiera era capaz de conectar conmigo en ese momento, estaba absorta en sus pensamientos... simplemente se quedo ahí, mirando hacia la nada, escuchando como Sayuri le hablaba - un... gusto... no, no lo fue... no pude tocarte ni hacerte mi esposa - dijo con cara melancólica - no se de que premio hablas... - diría entonces, para luego tocar el suelo con ambas palmas y mirar hacia abajo, directo hacia el rostro de Sayuri, inclinando todo su cuerpo para asomar su cabeza por entre sus piernas - y ya te dije... no se como bajar esta plataforma - fueron sus palabras con una sonrisa fingida bajo su mascara y con unos ojos llenos de decepción.
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En el campo de batalla, la tensión era palpable mientras las jovenes Sayuri y Ulti se enfrentaban en una encarnizada pelea. Desde los primeros instantes, la ferocidad de sus ataques quedó patente. Ulti inició la ofensiva con un ataque subterráneo, haciendo emerger un bastón desde el suelo justo debajo de Sayuri, sin embargo, Sayuri demostró su agilidad esquivando el ataque, en el proceso sus manos quedaron congeladas debido a un jutsu que estaba realizando.

Sin perder tiempo, Ulti se lanzó al ataque de nuevo. Corrió hacia Sayuri y saltó, intentando impactarla con un cabezazo devastador, pero Sayuri, anticipando el movimiento, había activado su jutsu de niebla, lo que le permitió esquivar el ataque con facilidad. La frustración de Ulti era evidente al salir de la niebla, cuando, con un despliegue de habilidades, activo un Jutsu que dividió el campo de batalla en dos, elevando la mitad del terreno y creando un imponente risco. Esta maniobra dejó a Sayuri en lo alto y a Ulti a nivel del suelo.

Ambas combatientes, ahora separadas por el imponente risco, se tomaron un momento para evaluarse mutuamente. En este inesperado respiro, se sentaron y comenzaron a conversar, midiendo cada palabra y cada mirada. La pausa, sin embargo, solo sirvió para impacientar a Ulti, quien, decidida a retomar la pelea, camino por el campo de batalla y empezó a escalar el risco. Sayuri, por su parte, descendió rápidamente, lanzando un Jutsu de viento contra la joven de cuernos. No obstante, sus ataques no parecían afectarla.

Ulti, con una fuerza descomunal y tras un golpe certero con su maza, destruyo la cúpula de hielo que Sayuri había creado para resguardarse, logró entrar en el interior de la trampa de espejos de hielo que Sayuri había preparado meticulosamente en su interior y Sayuri aprovechó su ventaja y atacó con una velocidad impresionante, pero Ulti no mostraba signos de dolor.

Dándose cuenta de que sus esfuerzos eran en vano, Sayuri deshizo su jutsu de espejos de hielo y, en un intento desesperado, lanzó un último ataque mientras retrocedía hacia el borde superior del risco. Sin embargo, Ulti, con una habilidad sorprendente, utilizó el Kawarimi no Jutsu para sustituirse y evitar el golpe. Viendo la futilidad de su situación, Sayuri finalmente se rindió.

Ulti, decepcionada por la conclusión del combate, se sentó en el borde del risco, contemplando el horizonte y reflexionando sobre la batalla.


[Imagen: Ij8C3Tn.png]

Parecía que el hombre de bigotes dorados había envejecido durante este combate. La batalla fue tan larga y llena de altibajos que aquel presentador ya no sabía cómo describir lo que veían sus ojos. Cada intercambio entre las muchachas era raudo y veloz. - In... increíble, damas y caballeros, el despliegue de habilidades entre las finalistas es increíble - decía, mientras se ajustaba los lentes para captar cada detalle de la pelea.

Cuando el combate llegó a su fin, el hombre ya se había vuelto canoso; el estrés le había decolorado el cabello. Sorprendido por el resultado, consultó a los jueces y, tras unas palabras, anunció atónito - Damas y caballeros, la joven Sayuri se ha rendido. Ulti Ryu es la vencedora del Torneo Mundial de las Artes Marciales, división Maestros. ¡Felicidades! - fueron sus palabras, algo toscas pero con un tono de voz bastante amotivo, el hombre empezó a mover los brazos mientras llamaba a un grupo de ninjas para que ayudaran a reparar el campo, la gente, atónita, no sabía si aplaudir o no. Poco a poco, los aplausos comenzaron a inundar el campo de batalla mientras las dos muchachas se miraban fijamente tras esta extenuante pelea.

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