Pocas almas recorrían el desierto durante invierno, oleadas de viento helado que corta la piel y criminales al asalto en todo momento, coraje no era suficiente para atravesar el indomable desierto, uno debía armarse con habilidad y estrategia para salir o entrar vivo de aquel País. La ley de la selva como dirían en algunos lugares, no era amable con todos, ni mucho menos con extranjeros o facciones ajenas a sus intereses. Quienes pudieran atravesar el desierto se toparían con la nueva Suna, aunque de nueva solo tiene su espíritu puesto que su infraestructura no es para nada envidiable, de hecho, sus ciudadanos, mantienen casas y mercados, en su mayoría, ocultos bajo la tierra o instalados en la Ciudad Subterránea.
En esta ciudad puede vivir cualquier tipo de personas, violencia, robo, asesinato y cualquier tipo de delito es el día a día de aquella ciudad, que ahora es gobernada por la ley del más fuerte.
Shoku Renma o mejor conocida como Godai Sencho se encuentra en esta ocasión bajo su propio mando reclutando rounin o ninjas habilidosos, obviamente acompañada por sus discípulos quienes mantienen exhaustiva protección sobre la zona y le ayudan a camuflar el verdadero motivo de su presencia. Como fachada disponen una taberna en los suburbios del subterráneo. Coronada como líder temporal de aquella pequeña región de viviendas, encomienda a otros rebeldes a inmiscuirse en la profunda ciudad subterránea, consiguiendo en ocasiones un nuevo recluta por adoptar o algún que otro criminal que cazar...Una tarea que resulta difícil de llevar a cabo, la presión de los Yakuza es lo suficiente temible como para alejarse de los problemas... Existe un regimiento clasificado como oficiales yakuza que suelen merodear el País en busca de protestantes y rebeldes, se han ganado la fama y el titulo de Demonios dando entender a la población que cualquier tipo de sublevación sería la pena de muerte.
A partir de aquí empieza el desafío, quienes estén atentos y o coincidan con la causa serán fríamente seleccionados para luego ser entrevistados por la jefa de la zona, no siempre sale bien, a veces aparecen Criminales encubiertos y explota todo por los aires, pero los rebeldes son astutos y con el tiempo han aprendido, saben identificar una oportunidad como también reconocen las mentiras. En esta ocasión varios de ellos recorren la ciudad, buscando encontrar alguien afín a su causa.