- Bien, manos a la obra
Con una sonrisa salgo de casa mientras echo un último vistazo a aquella nota que días antes llegó en un halcón para mi precisamente, una nota que me invitaba a cierto sitio a las afuera de la villa para algo que ansiaba desde hace mucho, un entrenamiento de verdad y nada menos que con alguien de ese clan, ya no solo eso, si no con un ninja realmente experimentado y fuerte.
En la nota Kin mi nuevo maestro me cita en un pequeño prado que le enseñé cuando nos conocimos en la misma villa y donde él me acogió como su alumno, se ve que el Uchiha anda buscando gente talentosa como dice para entrenar y también en parte para aprovechar esos demoniacos ojos que porta y expandir su repertorio de técnicas, pero en el día de hoy me toca a mi aprender algo, o eso dice en la nota, que me prepare para un entrenamiento violento y con muchos giros, esto último viene seguido de una risa que escribe con un simple jeje.
Desde luego Kin es alguien peculiar, un shinobi recto y que sabe lo que hace o al menos eso intenta aparentar a veces ya que he visto su parte mas natural y por muy buenos ojos que tenga a veces parece no darse cuenta de lo que tiene alrededor y acaba haciendo alguna tontería que otra como colarse invisible en un baño mixto, según él se había equivocado creyendo que era el baño femenino, además de ciego, pervertido, claro está que cuando supo de mis variadas técnicas para camuflarme en cualquier ambiente incluso dentro del agua el shinobi se mostró muy interesado porque le enseñara ese tipo de técnicas, más a su repertorio de pervertido claro está, su finalidad no es usarlas en combate.
- Algún día le pasará factura el colarse en esos sitios - murmuro con cierta gracia para mis adentros.
Por el camino hacia las afuera me cruzo con algunos conocidos, la mayoría dueños de comercios que a duras penas y a desgana van a sus respectivos negocios, me paro en un puesto ambulante el cual a estas horas siempre está abierto y con una gran sonrisa atiende a todo el mundo.
- Buenos días Melessar - una gran sonrisa se dibuja en el rostro del hombre - lo de siempre ¿no?
- Buenos días Sokka -le devuelvo la sonrisa - si claro
Lo de siempre acaba siendo una taza de té rojo caliente para llevar, como es costumbre siempre que salgo de casa es pararme en este pequeño puesto ambulante, a una esquina de mi calle, el señor Sokka es un conocido de mi madre y a veces me suelta el chascarrillo de que me conoce desde que era un pequeño mocoso que andaba siempre perdido mirando la niebla y las nubes, muchos años han pasado y muchas cosas también desde aquellos tiempos, pero él sigue conservando su perenne sonrisa con todo el mundo.
Tras proceder al pago y despedirme del señor Sokka procedo con mi camino, con cierta tranquilidad, notando el frío del ambiente penetrar en mi cuerpo y en mis huesos, un suspiro que se convierte en un halo de vaho, sonrío y sigo hacia la puerta de la aldea con cierta tranquilidad.
Un ligero saludo a los guardias de la puerta y sigo hacia las afueras, no está muy lejos de la villa el sitio donde me ha citado Kin, espero que el ninja de Konoha no se pierda entre la espesura de la niebla de hoy y acabe llegando a otro sitio o vete a saber, la torpeza es también una de sus cualidades o defectos según quien lo mire. Presintiendo que mi nuevo maestro se demorará un poco en llegar al punto de encuentro ya he venido preparado con mi shakuhachi, tal vez si no encuentra el sitio pero anda cerca al escuchar el sonido de mi flauta pueda dar conmigo, al tener esos ojos no creo que le cueste mucho verme a través de la niebla aunque tampoco se exactamente lo que puede llegar a hacer y ver con ese doujutsu tan famoso.
- Bueno, espero que no tarde mucho Kin
Me siento apoyando la espalda en el tronco de un gran árbol justo en el centro del mismo prado donde hemos quedado, un pequeño circulo casi perfecto en mitad de un bosque en las afueras de la villa, con un lago a mi izquierda a escasos metros, mi lugar de entrenamiento desde que tengo memoria y mi sitio favorito prácticamente en toda la villa, doy un largo sorbo al té y procedo a sacar la shakuhachi con la intención de amenizar el día que está por empezar y al mismo tiempo tener un momento de tranquilidad y meditación antes de que el Uchiha aparezca para empezar ese entrenamiento violento y con "muchos giros" como bien especifica en la carta.
Off: Que de comienzo el entrenamiento mas largo de todos xD