Última modificación: 15-01-2024, 05:00 PM por Shiga Yuta.
En el día de hoy, Kin había propuesto a Yuta ir a dar una vuelta por los puestos que habían puesto cerca de la plaza central para celebrar las fiestas. En dichos puestos había muchas cosas y muy variadas, desde gente vendiendo distintas obras de artesanía, generalmente esculpidas en piedra o madera, con algo de alfarería para hacer joyas. También algunos vendían pinturas y otros cosían a mano. No faltaban los típicos puestos de comida ambulantes de todo tipo, algunos más tradicionales y otros que se habían asentado más para tener montado un puesto de ramen o fideos incluso. Y finalmente, habían las paradas de ocio y entretenimiento en las cuales se podían hacer juegos de varios tipos como tirar dardos, pescar peces con una paleta de papel, tirar unos muñecos tirando bolas, pescando patitos con una caña, recortar unas galletas de sal con una aguja, entre muchas otras cosas. Además, también había tiendas que vendían tonterías como globos de agua de colores, máscaras, pelotas y otras cosas más varias.
— Qué pena que Akami no pudo venir, se la veía triste — Comentaría Yuta a Kin mientras se aproximaban a la zona.
Lo cierto es que Akami también quería venir a las paraditas, pero no pudo porque los gemelos se pusieron con un berrinche y estaba teniendo que lograr que se durmieran. Luego sería muy complicado dejarlos solos si se habían dormido, porque normalmente se dormían en sus brazos y ella se quedaba sin poder moverse durante un rato para que no despertaran. Eso causó que ambos marcharan de la casa viendo cómo Akami se quedaba triste y con la mirada perdida sujetando a sus bebés, maldiciendo un poco el hecho de que los otros dos pudieran escapar libremente, pero ella estaba condenada totalmente.
— ¿Y qué quieres que hagamos primero por aquí, Kin-sensei? — Le diría.
Había muchas opciones y como tal se lo propuso Kin al venir aquí. Ella habría preferido que salieran a entrar un rato en el jardín como habían quedado, pero lo cierto es que nunca había podido pasar por un sitio como estos con algo de dinero, así que sería interesante experimentarlo por primera vez. Pero como la idea era de Kin, tenía que dejar que todo fluyera según él lo tuviera planeado, aunque no evitaba que a Yuta se le fuera un poco la mirada para los puestos de comida, ella era muy glotona.
— Qué pena que Akami no pudo venir, se la veía triste — Comentaría Yuta a Kin mientras se aproximaban a la zona.
Lo cierto es que Akami también quería venir a las paraditas, pero no pudo porque los gemelos se pusieron con un berrinche y estaba teniendo que lograr que se durmieran. Luego sería muy complicado dejarlos solos si se habían dormido, porque normalmente se dormían en sus brazos y ella se quedaba sin poder moverse durante un rato para que no despertaran. Eso causó que ambos marcharan de la casa viendo cómo Akami se quedaba triste y con la mirada perdida sujetando a sus bebés, maldiciendo un poco el hecho de que los otros dos pudieran escapar libremente, pero ella estaba condenada totalmente.
— ¿Y qué quieres que hagamos primero por aquí, Kin-sensei? — Le diría.
Había muchas opciones y como tal se lo propuso Kin al venir aquí. Ella habría preferido que salieran a entrar un rato en el jardín como habían quedado, pero lo cierto es que nunca había podido pasar por un sitio como estos con algo de dinero, así que sería interesante experimentarlo por primera vez. Pero como la idea era de Kin, tenía que dejar que todo fluyera según él lo tuviera planeado, aunque no evitaba que a Yuta se le fuera un poco la mirada para los puestos de comida, ella era muy glotona.
