Aguas subterráneas [+18]
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La insistencia del muchacho dejó a la morena en una posición en la que nunca habia estado y como reflejo acabó empujandolo. Saito daria unos pasos hacia atrás y resbaló con un ante brazo de marioneta, el cilindro lo hizo perder la postura y cayó en la cama de la morena, por suerte, sin ninguna herida además del orgullo.

Muki se acercó y tomó el control de la situación, sus unicas palabras cargaban con mucha razón, Saito había sido muy tosco hasta el momento y por ello ella le enseñó como se debía empezar una situación como esa.

Sonrojado, el Onmyõji solo se mantuvo quieto y dejó que la morena lo tocara y besara como quisiera, quitandole su pantalon y metiendo a su boca el miembro erecto del muchacho. Saito tragó saliva en el momento que una corriente electrificaba su cuerpo, la lengua de Muki era la causante de ello y no tenía palabras que decirle.

Su olfato y oido le avisaban que alguien cocinaba algo pero sus ojos no querian apartar su mirada de la morena que parecía usar su propia mano para complacer su deseo-Muki... Yo... Se siente bien...-su corazón estaba muy nervioso, su garganta tenía un terrible nudo que no lo dejaba hablar ni siquiera para hacerle un cumplido estúpido o una broma sin gracia.

Leves suspiros era lo que lograba soltar mientras acariciaba tiernamente la cabeza de la morena, no tenia mas opciones según él por lo que Muki debía seguir con el dominio.
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La lengua insaciable de la muchacha daba movimientos lentos y entretenidos, su boca subía y bajaba lentamente, pero un pequeño toque en su cabeza izo que un acelerón repentino iniciara al cabo que sus ojos se unían sobre su frente y su boca se abría más y más, permitiendo que parte de su lengua saliera del interior mientras se movía rápidamente, haciendo inconscientemente algunos sonidos de poca reputación, ¿era eso lo que le llamaban un Ahegao? No lo sabría explicar, pero este movimiento rápido duro solo unos instantes antes de que se saliera de ahí para respirar hondo nuevamente.

Tras su salida, su mano derecha tomo posesión de lo antes mencionado y manteniendo la velocidad, su rostro bajo nuevamente, pero esta vez para besar esas bolsas que traía consigo, un par de besos y juegos de lengua, mientras su mirada coqueta pasaba entre aquel cuerpo carnoso y llegaba hasta los ojos de su acometido, sonreía ante las palabras del muchacho, pero su boca en este momento estaba llena. Inclino un poco más para delante el grueso deshuesado mientras no paraba de frotarlo cual lámpara mágica fuese, y sus labios bajaron otro poco… si, ese lugar suele ser asqueroso, pero, acaban de salir del baño y pasar la lengua por ahí… bueno, no todos los hombres les gusta, pero aquellos que lo prueban no pueden quejarse de que es el mejor estimulo que se puede recibir al momento de recibir un “trabajito” de manos como el que Muki estaba dando.

¡Eso campeona! ¡¡Métele la lengua!! – gritaba la arañita desde la cocina
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La morena poseía una lengua experimentada, su boca se convertía fácilmente en una incansable maquina hecha para crear placer. 

Tocar su cabeza fue como oprimir un botón que activó el lado mas salvaje de Chikamatsu que con movimientos rápidos y profundos aumentaron los quejidos del muchacho que experimentaba por primera vez aquella intensa sensación.

Argh... Mierda Muki...-cansado de soltar aquellos gemidos Saito pasó a morder su labio sin apartar su mirada. Aquel acto no duró mucho pues la morena necesitaba recuperar el aliento pero nada que su mano no podiera continuar.

Conectar su mirada co Muki mientras se ocupaba de su sector mas bajo le daba un escalofrio bastante rico que no podía explicar. Su consentido musculo se pondría mas rigido, listo para soltar todo el estimulo hasta ahora provocado pero una invasora lengua en el sitio incorrecto haria que el muchacho se escapara cual gato hasta la pared para proteger su retaguardia.

Hey ¡¿En que estabas pensando?!-miró algo asqueado a la muchacha y para luego mirar el origen de las palabras que lo dejaron depavorido.

Ese hongo pega duro, puedo ver una gran araña albina cocinando-
Saito sacudió la cabeza y miró a Muki para extender su mano y atraerla a la cama-A las chicas quizás le guste eso pero yo prefiero mantener esa zona prohibida-suspiró soltando todo el calor que había acumulado, su rigidez estaba aún presente con la humedad que la saliva de la morena logró regalar por lo que ya era tiempo de regresar el favor.

Muki... Yo no tengo experiencia en esto pero...-sus manos sostenieron las caderas de la morena solo para acercarla a él-Quiero que seas la primera, asi que acepta ser mi esposa-podía estar drogado pero el termino "no hacerlo hasta la boda" seguia en su cabezota.
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Muki se echó para atrás, sin parar de tocarse la vulva con cariño y sensualidad, empezó a lamer sus dedos y miro fijamente a Saito-kun a los ojos, este había escapado de ella, aunque no alcanzo a probar el éxtasis que la joven Chikamatsu pudo haberle causado, sus palabras eran divertidas y precisas, simplemente soltó una risita tras sus ocurrencias.

Luego de unos instantes, el joven le propuso algo que la descoloco y sonrojo como tomate – cas… ¿casarnos? – dijo asombrada, mientras detuvo su toqueteo sin sacar su mano de su entrepierna – pero… ¡apenas nos conocemos! – dijo sorprendida – ajajajaja Muki, ¡no sabía que eras de esas! – dijo su araña – tenías el vestido escondido en la cartera y ni me entere – eran sus palabras mientras se retorcía de la risa.

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Muki, sin ánimos de molestar, se paró y, roja como tomate, lanzo piezas de su marioneta hacia la araña – maldita ingrata, deja de estar de comentarista y mejor vete a tu puto país idiota – decía a su araña, mientras lanzaba cada vez más piezas y de vez en cuando algún arma envenenada. Su araña compañera esquivaba con gracia los ataques y decía – que te pasa, sueles tener mejor puntería tonta, ¿no será que este chico te descoloco? – dijo burlescamente, a lo que Muki simplemente tapo su rostro con sus manos y se sentó a un lado de la cama apoyando sus nalgas desnudas en el suelo – no es eso… es solo que me sorprendió – dijo con voz de puchero.
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Al separarse de Muki Saito tenía el angulo perfecto para ver como la morena se tocaba asi misma en búsqueda de placer, al parecer no solo se habia concentrado en él sino que se había ocupado de sus propios deseos. Inspirado por ello Saito buscó la forma de dejar la risa atrás por el atrevimiento de la Chikamatsu y pasar a dar un gran paso, el problema es que el paso era tan grande que desubicó a la morena por completo.

Saito la miró con dulzura mientras sonreía, le parecía lindo verla tan nerviosa-Tal vez, pero eso no importa cuando uno está decidido-la morena tenía toda la razón, apenas se conocían, no debian hacer una estupidez así pero... Ya mi modo. La arañita se ba de Muki y esta apenas podía lanzar cosas sin presición, Saito se acercó, quitó las manos de Miki y levantó el rostro de la Chikamatsu para verla a los ojos.

Que hermosa te ves así-el muchacho le robó un beso y pasó a cargarla para acostarla en la cama suavemente-Araña blanca, si te callas te haré una comida luego. No te arrepentiras-diría mientras la veía de reojo y besaba suavemente el cuerpo de la morena, pasando sus manos, estaba copiando lo que había aprendido, incluso besando su ombligo y jugando un poco con este con su dedo.

Muki... Di que si y me esforzaré en hacerte feliz como mi esposa-un ultimo vistazo a sus ojos y pasaría a besar aquella abertura entre sus piernas, su lengua calida subiría aquella cascada lentamente para saborear su dulzor y repetiría varias veces mas para saber que tipo de aprobación le ofrecía la morena.

Con su lengua buscaba repetir aquellos movimientos que la Chikmatsu se hacía con su mano, y bueno, como buen kiriense que ha comido ostras en muchas ocaciones, pasó a abrir un poco cada lado para que su lengua entrara en búsqueda de la parte mas sabrosa, succionando el liquido ahí guardado con sumo deleite.
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Última modificación: 02-06-2023, 03:01 AM por Muki Chikamatsu.
Las palabras de Saito sonrojaban a la morena, quien miraba para otro lado evitando el contacto directo con el joven - … está hablando el alcohol … - dijo algo tímida, por otro lado, su arañita empezó a rodar por su espalda y contestarle al joven Yamamoto – nee, tío, literalmente ni se tu nombre ni tus habilidades de cocina, me callare una vez pongas algo rico y sabroso en mi boca – dijo sonriendo – lo que le pusiste a Muki en la boca… no sé, no me molestaría – dijo mientras guiñaba un ojo, para luego reirse a carcajadas.


[Imagen: __cestus_and_cestus_2_sekaiju_no_meikyuu...445da3.jpg]

Muki escucho nuevamente a Saito hablar, su compostura cambio un poco y volvió a sonreírle al muchacho, aun sonrojada como nunca – pues, propónmelo dentro de un mes y veremos – dijo amorosamente – pero quiero el pack completo, con bombones, anillo, flores y globos, y no te prometo nada – mientras sentía la lengua de Saito jugar con sus partes íntimas, provocando un arduo y cálido florecimiento en la morena.

Luego de un rato gimiendo y sintiendo el placer, la morena poso su pie sobre el hombro del joven y empujo gentilmente, indicándole que se recostara en el suelo, le guiño el ojo y abrazo el cuello del muchacho, echándolo para atrás y recostándolo nuevamente, luego se puso sobre él y acaricio con su mano aquel miembro viril que tenía – pues… ¿sabes? Yo… soy virgen de hombres – sonrió – al menos por delante… así que… te daré esa virginidad si es que acepto ser algo más… pero antes quiero conocerte mejor – dijo, para apoyar su miembro en aquella parte trasera que se acolchaba con esas grandes nalgas que tenía la morena, sonrió nuevamente y jugo con su miembro golpeando las puertas del paraíso un par de veces, para luego, gentilmente y gracias a la saliva que había corrido hasta esa parte, ingresar lentamente la cabeza del miembro por aquel túnel de carne mientras empezaba a gemir lentamente y expulsar su lengua de su boca por el placer que estaba empezando a generar…
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Lo digo enserio. Te ves hermosa-Muki no podía ni ver a Saito, había quedado en un posición que de seguro no estaba acostumbrada, ante el intercambio de papeles la araña quedaba un poco sobrando en la ecuación, Saito buscó la forma de hacer que no molestara pero era igual de terca que Muki.

Como pidas-el muchacho realizó un sello y de un estela de humo un clon suyo apareció y caminó hasta la araña para tomar su cabeza com una sonrisa.
Kage Bunshin no Jutsu

¿Lista para comer?-no nos concentremos en esta parte de la historia ahora, en estos momentos era mas interesante lo que sucedía con Saito y Muki.

El muchacho había logrado que la morena/roja volvera a verlo y hablar con él con esa aura coqueta que le caracteriza. La propuesta de Saito no tendría respuesta, pues, Muki quería que lo volviera a hacer con un toque mas romantico, el muchacho lo vio logico por lo que solo aceptó la idea y pasó a lo bueno.

Escuchar los gemidos de Muki era una buena señal de que su trabajo aunque torpe estaba dando frutos, eso era lo importante al final de cuentas. Aunque por alguna razón, el pie de Muki lo haría alejarse un poco, no quería pero algo le decia que debía obedecer.

Sin notarlo, acabó acostado y con la morena encima de él, la mano de Muki aseguraba que la firmeza de Saito no hubiera decaído durante este tiempo sin estimulación fisica y le dedicó algunas palabras confusas pero lindas que le otorgaban un raro sentimiento de añoranza.

Yo igual-la pena se fue de sabatico y la lujuria estaba a flor de piel. La Chikamatsu usaba su cuerpo para complacer al Onmyõji y así misma, pero como buen virgen, Saito estaba en el limite mental y fisicamente por lo que entrar aquel lugar apretado y calido lo haría cerrar sus ojos y dientes con fuerza.

Todo dentro... El miembro y la semilla de Saito acabó dentro de la retaguardia de Muki que apenas había logrado moverse un poco entre gemidos.

L-lo ¡lo lamento! ¡Llevaba rato aguantandome!-buscó escusarze mientras ahora era él el tomate y tapaba su rostro con sus brazos pero bueno ¿que se le podía hacer?-¿Puedes... Puedes pensar que no pasó y seguir?-el muchacho no le quería quitar el gusto a Muki solo por ser algo precoz pero entendía si aquel descuido la desanimaba a seguir.
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Última modificación: 03-06-2023, 06:20 AM por Muki Chikamatsu.
Una mano gentil se acercaba a la pobre arañita, quien sonreía y sonreía como si nada, pero apenas esa mano tomo a Kumoko, el clon desapareció. Su cuerpo estaba lleno de filosas espinas que le recubrían por completo, espinas venenosas que parecían ser tan filosas como un senbon. La araña sonrió y dijo – si vas a poner algo en mi boca, espero que sea de parte del original – dijo mientras reía burlescamente.

(la ultima habilidad de mi araña hace daño al contacto sin gasto de chakra)
Kumoko


Por otro lado, la muchacha estaba empezando a penetrar en aquel agujero del placer, cuando de repente, un par de impulsos golpearon su riñonera y un líquido espeso empezó a ingresar por ahí, la morena miro hacia atrás con una sonrisa en su rostro y gentilmente apoyando su mano sobre el pecho del joven esta dijo – esperaba que duraras menos – para luego guiñarle el ojo – entre drogado, curado y excitado, me sorprende que llegaras tan lejos – dijo, para empezar a salir de encima de Saito.

Por sus piernas empezaba a chorrear aquel liquido espeso y blanco… era bastante… realmente era harto… tanto así que la morena no podía contenerlo dentro – voy a ir al baño un segundo, mejor ve a hacerle algo de comer a Kumoko, y no, no le pases tu pene o te lo morderá o llenara de veneno – dijo alegre… si, Muki ya estaba un poco más relajada.

Al llegar al baño, la joven se sentó en la taza del inodoro, expulso todo lo que pudo y abrió luego la ducha del baño, pero antes de ingresar a este, cerró la puerta con llave un momento… al entrar en la ducha y limpiar su cuerpo, esta poso la challa de la ducha directamente en su pelvis y empezó a gozar… si… había quedado muy excitada… no aguantaba sus piernas así que de rodillas estaba apoyada en el baño, con una mano en la muralla y la otra sosteniendo el chorro de agua… golpeo un par de veces la muralla y mordió su muñeca para evitar salir algún gemido.
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El clon explotó al tocar a la araña, al parecer su cuerpo poseía un mecanismo de defensa 100℅ natural por lo que tocarla fue la peor opción. Aún así decidió callar y esperar mientras Saito y Muki experimentaban por su turno.

Para desgracia de Saito acabó muy rápido por lo que la diversión llegaba a su fin, aunque Muki no estaba enojada o decepcionada si decidió omitir la petición del Onmyõji y levantarse, pues, quería limpiar aquel desastre que el muchacho había dejado dentro de ella.

Muki pidió a Saito que le cocinara a Kumoko, pues, meter su pene solo lo llevaria a un terrible dolor por sus dientes y veneno-Yo igual no iba a hacer eso... Y denuevo, lamento todo-el muchacho se levantó y limpió su miembro con un trapo que estaba en el suelo.

Saito miró a Kumoko y suspiró, no se sentía bien como para cocinar pero lo prometido es deuda. Tomando varios ingredientes, sartenes y perolas comenzó a cocinar y elaborar un Omurice, una tortilla de huevo rellena de arroz frito con guiso de pollo y vegetales.

El proceso no era exactamente rápido a pesar de sonar sencillo por lo que si Muki no se tardaba tanto "lavandose" podría comer algo caliente-Aquí tienes araña, provecho. Perdona por no darte algo mas mio-su erección ya habia desaparecido y como no tenía hambre solo se acostó en la cama. Dormir no es necesario para Saito pero por culpa de las sustancias en su cuerpo preferia simplemente descansar y darle por finalizado ese dia.
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El agua corría por el cuerpo de la muchacha, era cálida y suave la piel tersa de la morena de grandes curvas, ya hacia un rato que el placer se había dado y concebido hasta el clímax explosivo que solo algunas mujeres desinhibidas pueden alcanzar, su cabellera se espumaba por la brumosa textura y composición de los jabones líquidos que utilizaba para mantenerle limpio… es raro, tener que ducharse siendo que venía saliendo de las aguas termales de la otra calle, pero era obvio, a estas alturas su cuerpo había sido completamente ensuciado y el sudor había empapado cada pliegue de esas curvas sensuales que esta joven marionetista tenia… las aureolas de sus pechos y aquel botón que salía aun indicaban que hasta hace poco se había seguido tocando… aun cuando solo se estaba duchando… aun cuando solo quería limpiar su cuerpo… extrañaba el toque gentil en su cuerpo… pero esas añoranzas suelen ser bastante… cálidas.

Su cuerpo se cubrió con una toalla blanca al igual que su larga cabellera, su piel fue cubierta por los aceites, cremas y ungüentos que solía usar para el cuidado de la piel… extrañamente… nuevamente se paró sobre su pecho… pero esta vez por un latido que sintió al costado izquierdo, y claro, para aprovechar de jugar un poco más mientras su labio inferior era mordido… no importaba…

Al salir del baño, la joven morena vio a Saito recostado sobre su cama, sin ropas, completamente desnudo y aparentemente desnudo, la muchacha sonrió y camino, mientras dejaba caer la toalla por su piel hasta aterrizar en el suelo, se paró a un lado de la cama y, con cuidado, se agacho y recogió del suelo todas las prendas del joven, las junto todas y llevo hasta el fondo de la habitación. En él, un mecanismo de madera conectado al agua, una especie de marioneta practica de lavado que funcionaba con un impulso de chakra y luego se mantenía gracias a su propio mecanismo era usado por Muki para mantener todas sus prendas limpias, deposito en él las ropas de ambos y la echó a andar. Luego, fue hasta la sala de estar y miro a Kumoko, dormida y con la panza llena, de espaldas sobre dos platos de algo que debió estar rico… maldita sea, de seguro se comió su porción también… que importa…

[Imagen: __sukuna_shinmyoumaru_touhou_drawn_by_bi...a1aa35.jpg]

Al aproximarse luego a la cocina, Muki se agacho nuevamente, levantando sus caderas y sin descuido para alcanzar a la parte del fondo del ultimo deposito que tenía, llegando hasta obtener lo que parecía ser unas galletas de mantequilla – Oooh, sabía que aun tenia… luckyyy – dijo sonriente, mientras se disponía a abrir el paquete y degustar de sus golosinas.

Luego de esto, la joven volvió a caminar hasta la cama… Saito estaba destapado… se enfermaría, era natural… que lastima… mientras la muchacha seguía comiendo de sus galletas, recordó los hongos que había recibido de Akio-san. Los saco de su bolso de utensilios y los puso en su mesilla de noche, luego de esto, puso su paquete de galletas a un costado de la misma mesa y, dejando caer la toalla de su cabeza, corrió su cabello lentamente mientras se sentaba sobre la cama, giraba su cuerpo completamente y apoyaba sus caderas sobre el pecho del joven kiriense, luego, su cabeza bajaba lentamente hasta llegar a aquel ente viril que hace poco había penetrado en sus zona privada y con una sonrisa esta dijo amablemente – itadakimasuu – y empezó a succionar y calentar el cuerpo completo de aquel joven… claro, era lo natural, no quería que su invitado se resfriada tras la primera tanda en su departamento, ¿o no?
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Grande seria el error de Saito en no proteger la comida de la morena pero ¿como culparlo? Nunca pensó que la araña siquiera pudiera con el primer plato, menos con otro pero bueno ya que. Mientras su mente intentaba descansar y sus ojos se encontraban cerrados, un sexto sentido lo alertó de la presencia de alguien, solo necesitó abrir ligeramente uno de sus ojos para saber que solo era Muki y por Kami sama... ¿Como no quedarse viendola?

Saito pudo observar como aquella toalla caía al suelo para dejar a la vista aquel bronceado cuerpo de grandes atributos, con lindos pezones erectos y un tatuaje adorable que parecia querer deslizarse en medio del pecho de Muki ¿y quien no?

La morena tomó las ropas en el suelo y las colocó en algún lugar que no lograba ver Saito, pues, mantenía su vista limitada para seguir con el cuento de que estaba dormido. Un raro sonido comenzó luego de eso... No podía describirlo peeo era como una maquina de coser o algo así. 

A pesar de todo es responsable-el Onmyõji siguió viendola, esta se agachó y dejó a la vista su cadera, realizabdo un contoneo de lado a lado mientras buscaba algo sus largas y curvas piernas todavia poseían algunas gotas que se deslizabn por ellas dando un toque sensual con la iluminación adecuada. Sus gluteos parecian formar un gordete corazón que en el centro poseía una abertura que a pesar de no tener ub aparente atractivo, era algo tan codisiado por el cuerpo del muchacho que hacía levantar su fiel compañero lleno de sangre que parecía hervir por dentro.

El muchacho podía haber entrenado su musculatura por años, con piernas, brazos, espalda, hombros, abdomen y pecho lleno de musculos marcados (aunque claro, no de forma exagerada, sino algo mas realista dada a su edad) era aquella vara la unica que había alcanzado todo su potencial solo por la presencia de la Chikamatsu.

Muki se encontraba comiendo galletas pero no por mucho, pronto buscaria mas de esos hongos y los dejó en una mesita de noche al lado de la cama y sin ningún tipo de explicación pasó a tomar asiento en el pecho del muchacho que por fin abria sus ojos por completo y oia las ultimas palabras de Muki antes de que su vara de carne empezara a ser devorada nuevamente por la morena.

Dos pueden jugar lo mismo-Saito tomó laa caderas de Muki y las acomodó un poco-Itadakimas-antes de que Muki tuviera oportunidad de decir algo la lengua del muchacho ya se encontraba repasando el contorno de sus labios.

Entre cortos y lentos besos, Saito comenzó a chupar y lamer aquel regalo que la morena le había puesto en la cara. Tal vez no había sido el mejor hace rato pero ahora tenía conocimiento de su experimento y haría lo posible por explotarlo al maximo con la unica intención de hacer sentir bien a la morena y acabar con lo que habia empezado antes.

Muki estaba recién bañada, desnuda y plena noche, si no mantenía su cuerpo caliente podía enfermar. Asi que... La acción de Saito estaba perfectamente justificada ¿verdad?
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La velocidad de la lengua, el subir y bajar de la cabeza, la morena no se detenía, sentía los besos en su vulva bastante ricos, le gustaba esa lengua juguetona… no, no paraba de moverse… era incesante este hombre… Muki se apoyó con cada mano en la pierna del joven Saito y, como si fuese a zambullirse en una piscina, hasta levantando la cadera la joven muchacha para así poder ingerir todo su “alimento” hasta llegar a lo más profundo que su garganta le permitía.

[Imagen: __rammer_ole_tower_drawn_by_yuu_yutakama...eac85a.jpg]

Tras unos segundos soportando esta situación, la muchacha se levantó enérgicamente y respiro profundamente, apoyando su zona privada de nuevo en esa boca juguetona, pero esta vez ella estaba semi-sentada, con una mano en la cama y la otra en aquel miembro eréctil. Empezó a mover rápidamente como si no hubiese un mañana su mano, ¿y sus caderas? Sus caderas se movían al son de su mano, casi sin preocuparse por la comodidad bajo de ella, sus nalgas golpeaban el rostro del muchacho y eso le daba placer, no solo se estimulaba por su boca, sino por la nariz que palpaba aquella zona que previamente había sido penetrada, estaba totalmente limpia y un pequeño lengüetazo por allí no le molestaría para nada… en ese momento mientras montaba como si fuese un toro el rostro de ese muchacho, Muki expreso con una voz que se denotaba era la voz más lasciva que había soltado en ese momento… casi sacando su lengua por completo por el gozo y dejando escapar la saliva que brotaba de su boca – si… papi… sigue así… mi culo también… nalguéame, tócame, gózame… - decía emocionada, para luego zambullirse nuevamente en su misión de ingresar aquel musculo carnoso por su boca a toda velocidad… si… esta vez no estaba siendo para nada delicada.
[Imagen: oK1I80D.png]
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Succión, fricción, besos, semi mordidas, calidos jadeos, introducción y extracción de la lengua o dedos. Todo era valido con tal de igualar la estimulación que la morena provocaba en el muchacho, claro, no era cosa fácil concentrarse con tal salvajismo pero por intentar no se pierde nada y menos si te estas comiendo tremenda concha.

Cuando Muki levantó sus caderas y se volvió mas intensa aún Saito solo pudo gemir y jadear mientras intentaba jugar con el agujero trasero de la morena con su dedo, era algo entretenido sentir como era succionado su dedo cada vez que intentaba sacarlo pero la marionetista estaba fuera de control. 

De pronto se despegó del sin hueso dw Saito que palpitaba como loco tras casi ser succionado hasta perder el alma y se sentó en la cara del Onmyõji. Saito tomó ese par de montañas con fuerza y dejó que Muki se moviera a su gusto pero con algo de espacio para que pudiera respirar ¿Acaso queria matarlo por ahogamiento? La lengua de Saito solo seguía buscando mantener el ritmo sin perdonar a nada, sea lo que sea acababa con un lameton pero el miembro del muchacho era tratado muy brusco por la mano de la Chikamatsu ¿y para que negarlo? ¡le estaba encantando!

La petición de Muki fue escuchada fuerte y clara, una nalgada seguida de otra y una mas declaraban que Saito esta comprometido en esto pero cuando Muki regreso a chupar Saito tuvo que sacar su lengua para poder gritar lo siguiente-¡Me vengo, Muki!-su carga acabó en la garganta de la morena con fuerza, hinchando sus mejillas como hamster y desbordandose un poco.

Saito estaba realmente agotado y apenas respirar podia pero sus manos seguían en juego. Con un duo de dedos excarvando aquella zona que habia sido manchada antes y su otra mano explotando la sensibilidad de aquella protuberencia encima de los labios inferiores de la muchacha esparaba llevarla hasta el final de su lujuria.

Ambos mandaron a la cordura de sabatico durante esos minutos de intensidad pero no se les podia culpar del todo...
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La lengua de Saito-kun era muy sabrosa, sentía cada movimiento y cada juego en su interior con total pasión y emoción, su boca se sentía llena en todo momento y la velocidad con la que engullía era demasiado rápida ya en ese momento, un leve palpitar en aquella boca no le alcanzo a advertir lo que venía y su concentración era tal que no escucho las palabras de advertencia de su joven acompañante, no lo pudo evitar, simplemente aquel liquido blanco empezó a emanar hasta su boca. Al principio no pudo aguantarlo, era mucho, sus mejillas se hincharon y algo del líquido emano por su nariz, pero luego de esto, su rostro volvió a bajar a toda velocidad, su mano se posó en aquellas orbes doradas y apretó con ligera fuerza mientras sostenía aquel mismo miembro con la misma mano y la movió incesantemente a toda velocidad para arriba y abajo, mientras que con su boca succionaba y succionaba, sacando hasta la última gota de aquel liquido blanco y bebiéndose hasta la última semilla de virilidad de aquel joven de tés clara.

Su mano libre viajo por su espalda y llego hasta su trasero, hábilmente y con gentileza, saco los dedos de Saito de ella e ingreso dos de sus propios dedos por su retaguardia, el dedo del medio y el anular. Rápidamente y a una velocidad incluso mayor a la que había intensificado contra Saito, la muchacha de tés morena entro y salió como una locomotora de su trasero, mientras que, al recuperar el aliento, ella inhalo con fuerza el aire y entre gemidos y gritos dijo apurada – no pares no pares, estoy por irme – decía, mientras sus jugos lacios cada vez eran más y más abundantes.

[Imagen: __yuubari_kantai_collection_drawn_by_yan...661e92.jpg]

La velocidad de su mano era tal que movía toda su cadera y sus líquidos empezaban a mojar toda la cama alrededor de Saito, para que decir como estaba el mismo, sin embargo, lo que vendría a continuación era aún mayor, un líquido trasparente y de dulce sabor emano como chorro de entre sus labios mientras la morena gemía a todo pulmón, sus piernas tiritaban y su mano intentaba ingresar a lo más profundo de ese conducto rectal para dar un mayor placer… luego de esto, la joven Kunoichi se dejó caer a un costado de Saito, con sus piernas hacia la cabecera de la cama y sus pechos apuntando al techo. Sudaba y jadeaba, aun sin dejar de brotar aquel liquido por su vulva, apoyando su mano juguetona sobre su propio pecho y la otra, de costado, acariciando levemente el miembro ya decaído, pero bien cuidado de Saito, acariciándolo con sus dedos, delicada y amorosamente – ah… ah… ah… no… no pensé que me iría así… ah… - decía jadeante.
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Saito había logrado llegar a su limite y ahora su esencia se impregnaba en la boca de Muki, esta morena era codiciosa por lo que no bajó ni su intensidad ni compromiso, joder el pobre Saito le estaban succionando hasta el alma ¿este podria ser el fin del hombre araña? 

Muki quitó los dedos de Saito, este creyó que lo estaba haciendo mal asi que simplemente se apartó, miró como Muki se estaba dando placer de una forma bastante brusca y tragó saliva al darse cuenta que satisfacer a esta mujer era un trabajo bastante complicado... De pronto una suplica fuerte por parte de Muki haria que Saito tomara aquellas redondas y carnosas nalgas para abrirlas y darle mejor movilidad a los dedos de la chikamatsu mientras él se ocupaba de sorber aquel nectar que emanaba dentro de ella.

La intensidad del asunto era algo que sorpresivamente ni Kumoko podía describir, el pecho de Saito estaba empapado de su sudor y nectar de Chikamatsu pero estaría aún mas empapado cuando la morena llegara a su climax de forma explosiva. Saito la verdad estaba algo perplejo pero su instinto lo obligaba a tragarse todo y al igual que Muki succionar todo lo posible para dejarla al fin descansar.

Saito al fin podía recuperar el aliento y mirar el techo, ni siquiera sus entrenamientos lo dejaban jadeando así-Ese... Si fue un buen sake-no, o bueno... Tal vez. Digamos que si.

Muki acariciaba gentilmente el falo del Onmyõji y este hacia lo mismo con la bulba de la morena. Saito miró a su alrededor y notó los hongos junto a las galletas, tomaria un poco de ambas y haciendo un "sandwich" comió mientras recuperaba su virilidad con las caricias de la morena.

Muki...-el Onmyõji se acomodó en la cama y colocó laa piernas de la morena a nivel de sus hombros. Si tanto gozaba de que su agujero trasero fuera machacado él tenía la fuerza para ello.

Entre misionero, el perrito y de lado ambos llevaron su placer al limite, conociendo sus gustos pero en el proceso acabaron haciendo un desastre y llevando su chakra a 0 cayendo abrazados en un placido sueño. El exceso de hongos en el cuerpo de Saito haría que perdiera ligeramente la memoria aquella noche pero no se preocupen, luego la recuperara.
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