Aquel barrio era un lugar emblemático situado en la aldea oculta entre las hojas, conocido por su belleza natural y su historia. El hogar del clan de Kaname, una de las familias más influyentes y respetadas en la aldea. Las calles del barrio de los Senju estaban bordeadas por antiguos árboles de gran envergadura, que ofrecían sombra y serenidad a los residentes y visitantes por igual. Las casas tradicionales de madera, con techos a dos aguas y detalles elaborados, se entrelazaban con jardines exuberantes y pequeños arroyos que serpentean entre las viviendas, creando un ambiente de armonía con la naturaleza.
En el centro del barrio se encontraba el gran santuario del clan, un edificio imponente con una arquitectura impresionante y esculturas que representan a los antepasados del clan, desde Hashirama, Tobiraba, hasta Tsunade y claro, la última lideresa del clan, Bishamon Senju. El santuario era un lugar sagrado donde los miembros del clan honraban a sus ancestros y realizaban ceremonias tradicionales para mantener viva la herencia del clan, en este mismo sitio, y aunque no era casual, se daría la reunión para la que había sido llamada la joven recién llegada.
Las tiendas y puestos de mercado ofrecían, por otro lado, una amplia variedad de productos, desde hierbas medicinales hasta artesanías tradicionales, que reflejan la riqueza cultural del barrio. Los habitantes de este eran conocidos por su hospitalidad y su profundo respeto por las tradiciones, lo que creaba un ambiente acogedor y familiar para aquellos que visitaban la zona. En resumen, el barrio de los Senju era lugar lleno de historia, belleza natural y tradiciones arraigadas que reflejan la identidad única del clan y su contribución a la rica historia de la aldea de Konoha.
En una de las calles del barrio de los Senju, las casas de madera tradicionales se alineaban con elegancia a lo largo de una avenida empedrada. Las viviendas, construidas en un estilo arquitectónico clásico, presentaban techos a dos aguas con tejas de color terracota que contrastaban con las paredes de madera pulida. Las fachadas estaban adornadas con delicadas tallas que representan motivos naturales como flores y árboles, mostrando la artesanía fina y la atención al detalle que caracterizan al barrio.
Las ventanas de papel de arroz permitían que la luz natural se filtrase suavemente al interior de las casas, creando un ambiente cálido y acogedor. Pequeños jardines de roca y bonsáis cuidadosamente podados embellecen los alrededores de las viviendas, aportando una sensación de serenidad y equilibrio. Al caminar por esta Kaname recordaba su infando, y lograba percibir el aroma de incienso y flores frescas que se entremezcla con el suave murmullo del agua que fluía de pequeñas fuentes ornamentales. Los lugareños salían a las puertas de sus casas para intercambiar saludos amistosos y algunos otros, negaban decepcionados sabiendo lo que iba a pasar dentro de unas horas.
Todo el clan había sido citado a una especie de cónclave de emergencia y justo varios de ellos estaban terminando de ingresar cuando notaron que la jounnin se acercaba a lo lejos. No tardó demasiado antes de atravesar el umbral que separaba aquel recinto de la calle, en el que estaban no menos de una veintena de personas. Maduras más que todo, con cabellos blancos y largos, usando sus típicos trajes samurái que los caracterizaba. La mirada de Kaname por otro lado no tenía emoción alguna, no tenía forma de zafarse de todo ese circo que le envolvía y sus padres, en desacuerdo, la miraban desde lejos, presentes en la sala, nada más esperando que un milagro salvara a su hija.
—Cof cof cof…— tosió uno de los consejeros del clan que había sido interrumpido por la aparición de Kaname en la reunión —Cómo decía… La figura del líder del clan, desde siempre ha sido de vital importancia, es una figura representativa y la cara visible del clan frente al resto de la aldea u otros clanes, siendo el patriarca o matriarca del mismo y sobre quien recaen en parte las decisiones de su gente.— hizo una leve pausa —Es una persona con suma experiencia en el ámbito militar, conocedor de todas las técnicas que posee su línea de sangre, como así también posee varias que el resto de miembros ni siquiera saben de su existencia.— los presentes no podían dejar de mirar a Kaname, dudosos de si ella era o no digna de aquella tarea.
—Como se mencionó anteriormente, esta persona responderá por todo su clan, frente al consejo y/o líder de aldea en lo que a toma de decisiones se refiere—agregó otro consejero. —y como ya sabemos, nuestra antigua líder, Bishamon Senju, falleció en batalla en circunstancias que aún desconocemos… Ella era portadora de las habilidades del primero, dominaba en parte las habilidades del segundo y superó con creces las de la quinta, Tsunade Senju. Incluso, su recorrido por este mundo había sido impecable. Muchos la reconocían por la gran guerra ninja en la que desempeño un papel sumamente importante…— suspiró.
—Sabes que haces aquí… ¿Cierto? — comentó el primero haciendo que Kaname solo afirmara. —Ahora mismo, eres la única Senju capaz de llevar esta tarea sobre los hombros. Ya sea porque los demás no tienen ni edad, ni rango o porque sus habilidades estén por debajo de las tuyas.— fue interrumpido por la otra —De hecho, desconocemos un habilidades actuales, pero hasta donde creemos saber, has sido la primera Senju en dominar en Ninshu y eres poseedora de 6 naturalezas elementales de las cuales dos son avanzadas.— terminaría el otro —Esto, aunado a la capacidad de usar el senjutsu tal cual lo hacía Hashirama en su tiempo.— Kaname estaba perpleja, realmente, no tenía mucho más que decir, puesto que habían logrado dar con todas las características actuales de ella.
—Solo nos resta preguntar… ¿Estás dispuesta a asumir esta responsabilidad? — indagó otro que no había hablado antes —Lo menciono porque, una de las tareas que Bishamon no concluyó, fue dar con la razón de la muerte de Matsuko, su predecesora... Y ahora, tu tarea inicial sería esa… Dar con respuestas, porque una cosa si es clara, si logramos encontrar que ambos asesinatos no son un hecho aislado, entonces deberemos tomar acciones pertinentes y ponerlo en conocimiento tanto del consejo shinobi, como en conocimiento de la actual Hokage.— sentenció. —Tendrías un tiempo límite para esto, lo que es claro… Si no, podríamos creer que estos dos eventos fueron fortuitos. —
La chica afirmaría nuevamente y entonces, llevarían hasta ella una especie de biblia sobre la que escribirían su nombre y posteriormente, haría un juramento. A partir de allí, pasaría una semana, para que la chica empezara a ejercer como líder del clan Senju.
En el centro del barrio se encontraba el gran santuario del clan, un edificio imponente con una arquitectura impresionante y esculturas que representan a los antepasados del clan, desde Hashirama, Tobiraba, hasta Tsunade y claro, la última lideresa del clan, Bishamon Senju. El santuario era un lugar sagrado donde los miembros del clan honraban a sus ancestros y realizaban ceremonias tradicionales para mantener viva la herencia del clan, en este mismo sitio, y aunque no era casual, se daría la reunión para la que había sido llamada la joven recién llegada.
Las tiendas y puestos de mercado ofrecían, por otro lado, una amplia variedad de productos, desde hierbas medicinales hasta artesanías tradicionales, que reflejan la riqueza cultural del barrio. Los habitantes de este eran conocidos por su hospitalidad y su profundo respeto por las tradiciones, lo que creaba un ambiente acogedor y familiar para aquellos que visitaban la zona. En resumen, el barrio de los Senju era lugar lleno de historia, belleza natural y tradiciones arraigadas que reflejan la identidad única del clan y su contribución a la rica historia de la aldea de Konoha.
En una de las calles del barrio de los Senju, las casas de madera tradicionales se alineaban con elegancia a lo largo de una avenida empedrada. Las viviendas, construidas en un estilo arquitectónico clásico, presentaban techos a dos aguas con tejas de color terracota que contrastaban con las paredes de madera pulida. Las fachadas estaban adornadas con delicadas tallas que representan motivos naturales como flores y árboles, mostrando la artesanía fina y la atención al detalle que caracterizan al barrio.
Las ventanas de papel de arroz permitían que la luz natural se filtrase suavemente al interior de las casas, creando un ambiente cálido y acogedor. Pequeños jardines de roca y bonsáis cuidadosamente podados embellecen los alrededores de las viviendas, aportando una sensación de serenidad y equilibrio. Al caminar por esta Kaname recordaba su infando, y lograba percibir el aroma de incienso y flores frescas que se entremezcla con el suave murmullo del agua que fluía de pequeñas fuentes ornamentales. Los lugareños salían a las puertas de sus casas para intercambiar saludos amistosos y algunos otros, negaban decepcionados sabiendo lo que iba a pasar dentro de unas horas.
Todo el clan había sido citado a una especie de cónclave de emergencia y justo varios de ellos estaban terminando de ingresar cuando notaron que la jounnin se acercaba a lo lejos. No tardó demasiado antes de atravesar el umbral que separaba aquel recinto de la calle, en el que estaban no menos de una veintena de personas. Maduras más que todo, con cabellos blancos y largos, usando sus típicos trajes samurái que los caracterizaba. La mirada de Kaname por otro lado no tenía emoción alguna, no tenía forma de zafarse de todo ese circo que le envolvía y sus padres, en desacuerdo, la miraban desde lejos, presentes en la sala, nada más esperando que un milagro salvara a su hija.
—Cof cof cof…— tosió uno de los consejeros del clan que había sido interrumpido por la aparición de Kaname en la reunión —Cómo decía… La figura del líder del clan, desde siempre ha sido de vital importancia, es una figura representativa y la cara visible del clan frente al resto de la aldea u otros clanes, siendo el patriarca o matriarca del mismo y sobre quien recaen en parte las decisiones de su gente.— hizo una leve pausa —Es una persona con suma experiencia en el ámbito militar, conocedor de todas las técnicas que posee su línea de sangre, como así también posee varias que el resto de miembros ni siquiera saben de su existencia.— los presentes no podían dejar de mirar a Kaname, dudosos de si ella era o no digna de aquella tarea.
—Como se mencionó anteriormente, esta persona responderá por todo su clan, frente al consejo y/o líder de aldea en lo que a toma de decisiones se refiere—agregó otro consejero. —y como ya sabemos, nuestra antigua líder, Bishamon Senju, falleció en batalla en circunstancias que aún desconocemos… Ella era portadora de las habilidades del primero, dominaba en parte las habilidades del segundo y superó con creces las de la quinta, Tsunade Senju. Incluso, su recorrido por este mundo había sido impecable. Muchos la reconocían por la gran guerra ninja en la que desempeño un papel sumamente importante…— suspiró.
—Sabes que haces aquí… ¿Cierto? — comentó el primero haciendo que Kaname solo afirmara. —Ahora mismo, eres la única Senju capaz de llevar esta tarea sobre los hombros. Ya sea porque los demás no tienen ni edad, ni rango o porque sus habilidades estén por debajo de las tuyas.— fue interrumpido por la otra —De hecho, desconocemos un habilidades actuales, pero hasta donde creemos saber, has sido la primera Senju en dominar en Ninshu y eres poseedora de 6 naturalezas elementales de las cuales dos son avanzadas.— terminaría el otro —Esto, aunado a la capacidad de usar el senjutsu tal cual lo hacía Hashirama en su tiempo.— Kaname estaba perpleja, realmente, no tenía mucho más que decir, puesto que habían logrado dar con todas las características actuales de ella.
—Solo nos resta preguntar… ¿Estás dispuesta a asumir esta responsabilidad? — indagó otro que no había hablado antes —Lo menciono porque, una de las tareas que Bishamon no concluyó, fue dar con la razón de la muerte de Matsuko, su predecesora... Y ahora, tu tarea inicial sería esa… Dar con respuestas, porque una cosa si es clara, si logramos encontrar que ambos asesinatos no son un hecho aislado, entonces deberemos tomar acciones pertinentes y ponerlo en conocimiento tanto del consejo shinobi, como en conocimiento de la actual Hokage.— sentenció. —Tendrías un tiempo límite para esto, lo que es claro… Si no, podríamos creer que estos dos eventos fueron fortuitos. —
La chica afirmaría nuevamente y entonces, llevarían hasta ella una especie de biblia sobre la que escribirían su nombre y posteriormente, haría un juramento. A partir de allí, pasaría una semana, para que la chica empezara a ejercer como líder del clan Senju.
Off. Buscando seguir con los pasos de Bisha, me postulo oficialmente para lider de clan.