[SIMPLE-C] La guarida de los Grajos Rojos
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10 de enero, 9 de la mañana en la Aldea Kisaragi


Hay un lugar en el País de Fuego que permanece dormido, donde puedes despertarte con el suave canto de los pájaros, donde puedes sentarte en un banco solitario de fría piedra mientras contemplas ruinas de un tiempo pasado y desconocido. Un lugar donde rebosa la paz entre años de historia, un lugar en el que entre sus calles se han librado todo tipo de batallas, afrentas, romances y leyendas, un lugar que es recomendable para los viajeros tranquilos, los que buscan el característico olor de los campos, los que buscan caminar por estrechas calles empedradas y largos caminos de tierra, donde se puede disfrutar de los bosques de árboles centenarios y degustar todo tipo de sabores auténticos, un lugar casero y confortable, un lugar donde las casas se levantan sobre la piedra y se conserva impasible incluso sin jurisdicción. Ese lugar solía ser la Aldea Kisaragi hasta los últimos acontecimientos, que han enrarecido todo sin previo aviso.

En la plaza central de la aldea un grupo de señoras de avanzada edad preparan lo que parece un evento improvisado, el tiempo no acompaña y aunque la mañana amaneció soleada en la plaza hace un frío que pela. Las ancianas colocan bien alineados pequeños y toscos taburetes de madera como quien prepara una audiencia o una comparecencia. Lo más organizado que han hecho nunca una asociación de señoras que siempre se han antojado totalmente irrelevantes para el resto de la aldea.

En la plaza solo acompañan a las señoras algunos comerciantes, el panadero, el zapatero, y algún que otro comerciante ambulante o viajero mañanero. Todo discurre sin bullicio, el silencio reina de una forma casi vulgar, apenas los pájaros cantan cuando las nubes se levantan en una mañana tan fresca.

[Imagen: Sui-Shijima-Hanasaku-Iroha.jpg]

-¿De verdad repartió todos los carteles de la asociación por las calles de la aldea? Ni siquiera han aparecido algunos curiosos y falta menos de una hora para el momento planeado. No imaginaba que tuviéramos tan poco poder de convocatoria, organizando fiestas no nos fue tan mal, pero parece que la gente no conoce lo que es el compromiso con la aldea y sus tradiciones. ¿De verdad repartió los carteles por toda la aldea señora Jima?- Preguntó la señora Sui algo inquieta.

-Desde luego, yo misma y mi nieta la mayor repartimos todos, no se preocupe tanto, que la gente vendrá, no se impaciente usted tanto Sui. Cuando las demás traigan té caliente y galletas no quedará ni un taburete libre.- Respondió la señora Jima totalmente despreocupada.

Casi de una manera premonitoria las palabras de Jima se cumplieron, conforme las señoras llevaron a la plaza té caliente y montones de galletas los primeros curiosos empezaron a tomar asiento en los taburetes dispuestos en la plaza central de la aldea. Las señoras agasajaron con té caliente a todos mientras que Sui comenzaba a prepararse para tomar la palabra frente a toda la plaza.

-Bueno, creo que es el momento de iniciar este encuentro, pero primero que todo quiero dar las gracias a todas las personas que han dejado sus quehaceres esta mañana para venir a nuestro encuentro.- Dijo la señora Sui ataviada con un kimono bastante tradicional de color verde hoja, con una mirada bastante severa y un tono de voz que demandaba una atención casi obediente.

-Como saben, hace dos semanas sufrimos un desagradable robo en la ermita de la aldea, ese siempre ha sido un lugar tranquilo para reunirnos a adorar la figura de piedra del guardia Nipou, como saben, tal y como dicen las leyendas, el santo que protegió con su buen hacer nuestra aldea hace tantísimo tiempo. Desde entonces algunas mujeres nos hemos reunido para poner remedio, pero desgraciadamente no hemos podido contar con el apoyo de las autoridades, parece que hoy en día la gente ha perdido sus valores, y la juventud ya no respeta ni las imágenes religiosas. Todo un despropósito para nuestra aldea. Algunas de nosotras no nos rendimos y como cualquier buena samaritana reunimos nuestras humildes pertenencias para ofrecer una digna recompensa a cualquiera que estuviese dispuesto a recuperar la estatua de piedra de Nipou, pero apenas reunimos diez mantas de lana, sacos de harina, dos cestas de fruta, y unas pocas monedas como reclamo. Por eso hemos citado a toda la aldea hoy aquí, confiamos en que todos sois unos buenos samaritanos y que todo el mundo quiere lo mejor para la aldea.- Mientras Sui proyectaba su voz en un discurso otras señoras no perdían la oportunidad de pasar un cepillo entre los asistentes para recaudar fondos para la causa.

Minutos después y después de haber recaudado una generosa cantidad de dinero la señora Sui se mostraba más satisfecha.

-No he contado todo lo que he conseguido recaudar, perdón, quiero decir, lo que todos hemos conseguido recaudar, pero estoy segura que será más que suficiente. Desde aquí os anuncio que todo esto se repartirá entre quienes consigan traer a la ermita la estatua de Nipou. Un aplauso por favor.- Exclamó la señora, temblorosa y emocionada. Acto seguido los asistentes y la mayor parte de las personas que se encontraban en la plaza de la aldea rompieron a aplaudir al unísono. Mientras, los primeros interesados por la recompensa, chicos jóvenes y adolescentes comenzaban a abordar a las señoras para recabar información con tal de aumentar las posibilidades de hacerse ellos con la jugosa recompensa.






Off: Bienvenidos a la misión simple de rango C, la misión cuenta con un trasfondo claro, y con unos personajes definidos, pero lo cierto es que no trato de contar la historia de la aldea, ni de los personajes que voy a interpretar, solo pretendo que vuestros personajes sean los protagonistas. Por tanto, trataré de improvisar lo mejor que pueda para que os podáis sentir totalmente libres a la hora de interpretar a vuestros personajes, si tenéis alguna duda o sugerencia os agradecería que la transmitieran de forma privada a través de discord. Muchas gracias y espero que os guste la misión.

Off2: Si alguien tiene algún problema para postear por enfermedad o cualquier inconveniente que lo comunique, recordad que el plazo entre post y post son 48 horas, que creo que es un tiempo razonable.
[Imagen: dbycrir-05549e3f-81f0-47e4-8aa4-ab7f679cbe8f.jpg]
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Dia: 10 /Mes: Enero
Hora: 09:00 AM
Año: 42 D.P
Lugar: Alrededores de la Aldea Kisaragi.
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En lo profundo de aquel extenso y frondoso bosque, el sonido de los pequeños animales empezaba hacerse presente, el canto de las pequeñas aves serían los que tomarían el protagonismo de aquella sinfonía de la naturaleza, y al mismo tiempo serían los causantes de que aquella mujer de platinados cabellos, empezara a despertar de aquel profundo sueño en el cual se encontraba, sus ojos empezaban lentamente abrirse, percibiendo así un pequeño haz de luz que golpeaba ligeramente sobre su cornea, a lo que la joven empezaría a parpadear de manera más constante, al mismo tiempo en que esta empezaba a estirar sus brazos, mientras un gran bostezo se hacía presente, lentamente la joven intentaría ponerse de pie, mas, sin embargo, esta se vería impedida de realizar aquella acción debido a dos lobos que reposaban sobre sus piernas.

“¿Esto cuando paso?”

Se cuestionaba la joven, al mismo tiempo en que extendía sus manos hacia atrás para apoyarlas sobre el suelo, más estas terminaron sobre una superficie suave, y cálida, por lo que, al girar su rostro, no pudo evitar sorprenderse debido a la presencia de un tercer lobo, lo que le dejaría ligeramente sorprendida al estar ante tal situación, mas, mostraría una ligera sonrisa puesto que, aunque es algo que le sucedía con frecuencia, era la primera vez que sucedía con Lobos.

Ya pueden irse... gracias por su ayuda.

Comentaría la joven, para que seguido los animales abrieran sus ojos, y seguido marcharse uno por uno, claro, no sin antes, el último de ellos dejarle dicho algo “Ya pagamos nuestra deuda, Humana” el animal gruñiría unas cuantas veces más, antes de volver a dirigirle la palabra a la mujer “Mas adelante, viven más humanos, adiós mujer” con aquello ultimo dicho, el trio de lobos se marcharía, desapareciendo de su vista en pocos segundos, por lo que la joven se pondría finalmente de pie, y empezaría su andar en dirección...espera ¿Qué dirección es más adelante? Su caminar ni bien iniciado, ya se había detenido, solo para mirar sobre su hombro en la dirección en que los lobos se habían marchado.

Grupo de bastardos –Mascullo- Si que saben cómo molestar a una persona...a la próxima los dejare morir de hambre, si hay próxima vez.

Un suspiro salió de entre sus labios, y seguido a ello, un graznido se hizo escuchar, lo que logro que la vista de la joven se dirigiese al cielo, y seguido una sonrisa volviese aparecer en su rostro, aquella ave que surcaba el cielo sobre la mujer no era otra que su más fiel compañero/amigo/ ¿Empleado? Shadow, el cual empezó a guiar el camino de la joven.

“Que podría hacer yo sin ti, mi buen Shadow.”

Tras aquel pensamiento, la joven empezaría a correr en la dirección en la que el ave se dirigía, la cual seguramente termine siendo aquella aldea de la que los lobos le informaron.

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Hora: 9:10 AM
Lugar: Aldea Kisaragi
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Luego de un tiempo en una carrera constante, la joven mujer finalmente logro su objetivo, y llego a aquella aldea, en la cual, aunque hacia bastante sol, se sentía bastante fría, por otro lado, el Halcón que sobrevolaba sobre Airine, finalmente realizo su descenso, y se posó sobre el hombro de la misma, para seguido, comenzar la misma a caminar por aquella calle hecha de piedra, en su trayecto no encontró ni un alma por el lugar, poco tiempo después, terminaría llegando a lo que sería el centro de la aldea, observando así a una multitud reunida, la joven en su curiosidad infinita, se acercó al grupo de personas, y no más llegar, ya le empezaban a brindar Té caliente y galletas (Caramba que wen servicio), cosa que acepto con gratitud. Mas en el momento en que aquella mujer de edad avanzada hablar con respecto a una estatua religiosa, la joven no hizo más que aborrecer aquello a lo que se refería ¿Debería masacrar a todos los presentes en nombre del único dios verdadero? ¿Seguramente Nagato se alegraría? Pero...y si mejor conseguimos más adeptos, adeptos reales, no como aquellos blasfemos a los que tuvo que masacrar.

“Si logro resolver sus problemas, y los convenzo de que mi Dios lo hizo, ganara aún más seguidores”

Aquella sola idea de conseguir todo un pueblo adorando a Nagato, no hacía más que entusiasmarle, puesto que seria, su primer gran logro en nombre de su dios, por lo que, nada más la ronda de aplausos inicio, la joven se acercaría a la anciana, apartando a todo aquel que se interpusiera en su camino hasta la señora.

No busque a nadie más, Yo me encargare de buscar su reliquia.

Diría la joven, sujetando las manos de la anciana, y seguido acercando su rostro de forma totalmente invasiva, puesto que la joven no conocía de los límites del espacio personal.
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Ya veo, con que eso sucedió. — Se escuchó una juvenil voz en medio de la oscuridad. Sin dejar rastro, en cuestión de segundos no se le vio más por la zona. En su lugar quedó el cuerpo moribundo de un hombre que poseía distintas heridas de corte. Aparentemente fue interrogado a base de violencia y una vez dio la información, no se le permitió mantenerse en el mundo de los vivos. Así es la vida, una cruel y despiadada desde hace mucho, en donde la paz fue traída con muerte y desolación. Andar por ahí solo durante la fría noche puede ser el último paseo que des.

Ya transportándonos al presente, un suceso interesante se desarrolla en la aldea Kisaragi y obviamente nuestro protagonista hizo acto de presencia en la escena. Justo antes de que el discurso de un a de las féminas de avanzada de edad inicie, Samuru llegó con una clara alegría en su rostro. Aquel sombrero que portaba llamaba la atención, sumado a sus palabras dichas en voz alta. — ¡Hoooola! — ¿Es normal que alguien como él quiera llamar tanto la atención? Por supuesto. Recordemos que sus verdaderas intenciones solo son mostradas al público cuando es estrictamente necesario. Por ahora, la actuación seguía siendo uno de sus más grandes dotes.

¿Qué es lo aparenta en esta situación? Un simple comerciante que viaja entre distintas tierras buscando ganarse la vida. En su espalda cargaba un saco de color gris en donde tiene todos los artefactos que quiere utilizar como transacción. Al llegar al centro del lugar aprovechó la gran cantidad de público para despegar una manta y colocar encima distintos artefactos que son usados más como una especie de recuerdos de distintos sitios que ha visitado a lo largo del mundo. Después de todo, viaja desde pequeño de aquí para allá y siempre es bueno tener a la mano recursos que le permitan incrementar su economía o al menos mantenerla estable.

Con una amabilidad notable atendió a quien sea que se acerque a él. ¿Casualidad de que justo aparezca ahora? No hace falta ni preguntarlo. El hecho de llegar con minutos de antelación también es parte de su plan. Alguien como él siempre intenta ir uno o más pasos por delante de los hechos. — Por favor, pidan lo que quieran. Les prometo que manejo precios accesibles para todo bolsillo. — Una vez se dio el monólogo de la mujer, guardó silencio y escuchó con una pose bastante relajada. Ya estaba enterado de lo que sucedió, pero no fue capaz de obtener datos que le ayuden a sacar ventaja de esto. Por eso prefirió infiltrarse entre los protagonistas y acceder de primera fuente a más información.

Lamentablemente no se dijo nada más que lo que ya sabía, el robo. Al menos habrá una recompensa si se logra obtener, aunque sinceramente no es algo que atraiga demasiado a Samuru. Sin embargo, se quiere mantener cerca para conocer más acerca de las creencias religiosas de la población respecto a la figura hurtada. Podría decirse que para él esta era una misión para adquirir conocimientos y comprensión de mundo, aspecto muy relacionado a los objetivos que él tiene para la vida.

Moverse por su cuenta y hacer todo solo no es lo más eficiente. Siempre prefiere intentar relegar trabajo en otros, esa es su verdadera cara. Guardó todo en su saco y volvió a colocarlo en la espalda. Avanzó hacia el frente en donde una mujer cuyo calzado le otorgaba una altura increíble hablaba con una de las protagonistas del caso. — Disculpen que moleste. Me gustaría colaborar con la búsqueda. No pediré dinero a cambio, pero sí que me dejen quedarme un tiempo para vender mis productos. — Luego se volteó ligeramente hasta la Tenbin y le mostró una leve sonrisa, falsa, pero que por apariencia era capaz de convencer a cualquiera. — ¿Le molesta tener un acompañante? Prometo que conozco un par de trucos.
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Colt se encontraba tendido sobre una cama en la habitación que habían alquilado con su padre en la aldea Kisaragi, resulta que tuvieron que hacer un pequeño viaje hacia el lugar por unas ventas relacionadas con el trabajo de herrería en el que se desenvolvía Isshin, el joven por su parte no tuvo mas remedio que acompañarlo para ayudarlo a cargar con la mercadería. - Bueno, yo voy saliendo, no creo que me lleve mas que toda la mañana hacer este trabajo, asi que para la tarde ya debería estar volviendo- Parecía que había hablado al aire, ya que su hijo no emitió respuesta alguna ante lo dicho ¿Pero como hacerlo? El joven se encontraba absorto en una novela mientras sus oídos estaban cubiertos por unos auriculares que iban conectados vía un cable a un reproductor que albergaba un casete dentro suyo.  -Ejem- Ágilmente se posó al lado del joven y con una de sus manos había deslizado el auricular de la oreja del chico. -Creo que deberías aprovechar la mañana para hacer algo mas que leer novelas sobre justicieros y escuchar música pesada- Isshin no era un padre demasiado estricto, al contrario, era bastante permisivo con el muchacho, pero eso no quitaba que no deseaba verlo desperdiciar todo un día asi, mas aun cuando podria aprovechar el cambio de aires para conocer otro lugar. Y justo con eso en mente recordó un pequeño anuncio que haba visto en el tablón del lugar el día anterior, una actividad que sería perfecta para su hijo, quien aun debia profundizar sus conocimientos en el oficio que quería desenvolver el mismo, además de ganar experiencia en este.
 -Oye mira, se que no es un encargo tan emocionante como los que recibes en el país del viento, pero robaron una estatua de la ermita de la aldea, y la gente ofreció una recompensa si se la encontraba- Comento a la par que el joven apenas mostraba un atisbo de curiosidad desviando la mirada hacia donde estaba su papá -Pff seguro que la robo algún drogadicto que necesitaba dinero para conseguir lo suyo, o quizás un ebrio... ¿Como me ayudaría eso a ser mejor mercenario?- Comento con desidia el colorado quien se encontraba acariciando el gato que se encontraba en su lomo -Mira, uno nunca sabe como se pueden llegar a desenvolver las cosas, quizás tengas que quitársela de las manos a un pobre ebrio que necesitaba dinero, o tal vez termines viéndote envuelto en algo mas que te permita mejorar tus habilidades de combate, no subestimes la potencialidad que puede llegar a tener un encargo por simple que sea. -Se notaba que la experiencia manaba de aquellas palabras, no por algo Isshin se había dedicado a ser mercenario por veinte años antes de dedicarse a la herrería. -Bueh espero que sea fructifero el lenvantarme de mi cama - Buffo mientras se disponía a prepararse para el acontecimiento, Colt nunca salía de casa sin todo su equipamiento, asi que era cuestión de ponérselo y dirigirse al punto de encuentro para obtener mas información. 


Poco después de la pequeña charla entre padre e hijo, el muchacho ya se encontraba en la plaza central dispuesto a escuchar el discurso de la mujer, obviamente había aceptado las galletas que ofrecían, mas no lo había hecho con el té ,  se había traído de la posada su propio termo con café. Había ido con una vestimenta que chocaba drásticamente con la de los transeúntes de la aldea, siendo mas allegada a como se vestía un joven de las grandes ciudades, con ropajes sueltos y oscuros, pantalones de estilo deportivo el cual estaba adornado con un cinturón que poseía distintos estuches donde Colt se encargaba de guardar sus herramientas, mas una mochila de la cual por encima sobresalía la cabeza de Goku, su amigo felino que lo seguía a todos lados. 

Mientras sucedía la charla, el Tenbin en su cabeza teorizo varias posibilidades sobre quienes podían ser los culpables de dicho robo, aunque tan solo pudo evitar descartar algunas que se veían como las respuestas mas lógicas ante dicha situación, por lo cual se dirigió hacia adelante donde se encontraba la portavoz de la arenga que se terminó de dar en el lugar.    Adelante de la señora tan solo se encontraban dos jóvenes quienes debían tener una edad similar a la del pelirrojo, un muchacho que parecía ser un comerciante, y una mujer con cabellos blancos que destacaba incluso mas que el propio Tenbin entre los presentes de allí. -Disculpen, buenos días, yo también vengo a ofrecerme para buscar la estatua...-Oyendo las palabras del pelinegro, Colt vio que la tarea se facilitaría mucho mas si hacían trabajo en equipo - Creo que tres cabezas piensan mejor que una o dos ¿Por que no nos disponemos los tres juntos a trabajar? Si el compañero de aquí no desea la recompensa monetaria, podríamos dividírnosla entre nosotros dos... -Aunque iba a seguir con el diálogo, se vio interrumpido por su gato, quien salió de forma ágil desde la mochila para maullar con gran entusiasmo, señalando a la mujer de cabellos blancos: "Familia, Familia" "Misma sangre". Extrañado Colt respondió a su gato como si nada, sin tener en cuenta que aquello podria resultar extraño frente al resto -¿De que hablas Goku? Esta tía no es parienta mía, ni nos parecemos… - A lo que el gato volvió a extender un maullido que haria entender mejor al pelirrojo lo que sucedía "Ustedes... Tienen la misma energía" Ahi el pelirrojo abrió los ojos sorprendido ante la muchacha que tenia al frente ¿Acaso aquella mujer era del mismo clan que el colorado?. 

Su padre le había dicho que los animales eran especialmente sensible a los de su clase, y que por eso podían comunicarse tan bien con ellos, lo cual tendría sentido en el accionar de Goku. -Vaya y yo que pensaba venderme como un mercenario para acompañarlos, pero supongo que a ti no te hará falta, debes saber defenderte bien sola-Le dijo a la supuesta Tenbin quien tenia al frente mientras le brindaba una sonrisa en son de complicidad, aún no sabía si lo que había dicho su mascota era cierto, pero de serlo la muchacha habría entendido perfectamente la conversación que tuvo con su animal.  -Ejem… como dije si no tenéis problema propongo que trabajemos los tres juntos para encontrar la estatua -Le volvió a sonreír a todos los presentes mientras esperaba expectante la respuestas de los dos. -En todo caso sea asi o no, me gustaría hacerle unas preguntas a usted sobre lo sucedido con la estatua ¿Como si tiene algún sospechoso en mente? ¿Quizás algún grupo de bandidos o gente asociada a las mafias buscaba la estatua? ¿Alguien que se haya manifestado en contra de la religión o que estuviese enemistado con la ermita?- Mas allá de que si terminaba haciendo el encargo de forma grupal o individual, debia indagar sobre el hecho para tener un mejor margen de maniobra.

tecnica usada

apariencia de Colt

OFF
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10 de enero, 9 de la mañana en la Aldea Kisaragi



Cerca de la entrada de la aldea, un joven alto y musculoso se acercaba caminando a pasos erraticos casi tambaleandose, parecia que el mismo demonio le habia succionado el alma pues su rostro estaba chupado como si no hubiese comido durante, y asi era de hecho. Estamos hablando de nada mas y nada menos que nuestro protagonista Toji, el cual anduvo vagando durante dias luego de que haya apostado todo su dinero en un casino en una de las ciudades del Pais del Fuego luego de completar un encargo. Aquel hombre parecia un zombie andante, no habia bebido agua ni comido en tres dias, ni siquiera tuvo la minima suerte de encontrarse animales en el camino que pudiera cazar, aunque tambien en parte era su culpa ya que de obstinado sabiendo que esta aldea estaba cerca prefirio no detener la marcha y seguir viajando en vez de preocuparse en adentrarse al bosque para buscar alimento...

Jamas habia estado en la aldea Kisaragi, sin embargo era una buena oportunidad para buscar un trabajo pero sobretodo para buscar comida. — Finalmente despues de tanto esfuerzo.... la aldea Kisaragi frente a mis ojos. — Lagrimas corrian por su rostro como si hubiese encontrado un oasis en el desierto o el mismisimo paraiso. Sintiendose revitalizado el joven Zennin se lanzo corriendo a toda velocidad hacia la entrada adentrandose en la aldea con entusiasmo, comenzo a recorrer calle por calle buscando algun lugar que vendiese comida pero no solo no habia encontrado negocio abierto sino que al meter las manos en los bolsillos de su pantalon recordo que no tenia nada de dinero. Derrotado, cayo de rodillas sobre el camino empedrado mirando al suelo cabizbajo, no habia esperanza para él, su muerte por desnutricion estaba anunciada.... Hasta que de pronto un aroma llego a las fosas nasales del pelinegro e invadio sus sentidos, un olor que no sentia desde que era niño, trayendole hermosos recuerdos de su infancia. — *Snif Snif* Esto es... — Toji levanto la cabeza y cerro los ojos para poder concentrarse en dicho aroma, y rapidamente comenzo a ponerse de pie. — ¡Huele a galletas caseras recien horneadas! — Se dijo a si mismo, no se puede subestimar el olfato de un hombre hambriento. Confiando en sus sentidos, el joven Zennin siguio con su olfato el aroma que le hipnotizaba, apartando a todo aquel que se interpusiera en su camino hasta finalmente llegar a la plaza central de la aldea, donde varias personas estaban alli reunidas al parecer en alguna especie de evento o reunion, no estaba muy seguro de que era exactamente, pero tampoco le importaba, él solo tenia su atencion en una cosa. Maravillado se quedo al ver sobre unos taburetes altos, bandejas con galletas y Té, probablemente para compartir con aquellos que participasen de dicho evento, y sin pensarselo nada se acerco alli para ver la forma en que pudiera tomar algunas de esas galletas y té para volver a la vida.

Al ver que varias personas iban llegando y que las ancianas les iban ofreciendo alimento, se sento sin dudarlo en uno de los taburetes como si fuese un ciudadano de la aldea de toda la vida, saludando a las ancianas y entablandoles conversacion amigablemente a su vez que no se despegaba de la bandeja que llevaban con las galletas y el té, bebiendose tantos como podia y comiendo hasta saciar su apetito, recuperando los rasgos de su cara ahora viendose como un ser humano normal y no como un muerto en vida. Mientras comia Toji oia todo el conflicto, al parecer todo esto no se trataba de un evento o celebracion sino mas bien de una especie de reunion vecinal, donde se comentaba acerca de un robo de un objeto muy importante para la aldea. "No parece tratarse de un asunto muy complejo, podria ofrecerme a ayudar por un modico precio..." Toji nunca olvidaba que era un mercenario, un busca fortuna, cazarrecompensa o como lo quieran llamar, y si tenia la oportunidad de sacar provecho de una situacion solia hacerlo, pues le daba reputacion a su negocio. No le quedaron dudas al ver como la gente del pueblo colaboraba con su propio dinero para llenar una canasta y con ello generar una cantidad digna para recompensar a quien o quienes  se ocuparan de recuperar dicha estatuilla sagrada. Tenia un trabajo muy redituable frente a sus ojos, servido en bandeja de plata tal y como las galletas que se estaba comiendo. Toji arqueo una ceja y una sonrisa picara se dibujo en su rostro.

Al terminar la charla con esos aplausos, Toji se puso de pie para acercarse a la anciana, sin embargo para su sorpresa no era el unico cazarrecompensas alli presente, pues tres jovenes se acercaron casi de inmediato a ofrecer sus servicios, cada uno con sus propias motivaciones. "Hmm podria usarlos para hacer mas facil el trabajo. Si sirven entonces haran que todo sea mas sencillo y me llevare gran parte de la recompensa... y si son unos inutiles y mueren entonces me quedaria con toda la recompensa. Creo que tenemos un win-win aqui." Pensaba mientras se frotaba la barbilla, para luego finalmente acercarse a la anciana. Al acercarse por la izquierda del grupo, Toji diviso el rostro de la joven peliplata, quedando maravillado por su belleza y su figura esculpida por los dioses, pareciendo un angel salvadora mientras sostenia las manos de la anciana con delicadeza. velozmente el pelinegro se colocaria cerca de ellos, y totalmente serio y mostrandose como todo un profesional, se apoyo contra uno de los taburetes de madera con los brazos cruzados y una pierna apoyada contra el taburete reflejando estilo. — *Ejem* No se preocupe abuela, esa estatuilla volvera sana y salva en nuestras manos. Eso se lo prometo... — Le diria a la anciana con seguridad y confianza, como una promesa.... aunque miraba directamente a la peliplata mientras lo hacia. Claramente le interesaba mas llamar su atencion, y no le importo en lo mas minimo entrometerse en el grupo.
Narro - Hablo - Pienso
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