Puertas de Konoha, temprano por la mañana
Llegando a las enormes puertas de la aldea del Pais del Fuego, una carreta llena de cajas, bolsas y un encapuchado eran llevados por un mercader a ritmo suave luego de haber recorrido varios kilometros para llegar a su destino y entregar la mercaderia que se le habia solicitado, basicamente alimentos varios que locales de comida de la aldea necesitaba para reabastecerse. El encapuchado era nada mas y nada menos que Mercer, quien sentado alli y reposando sobre una de las cajas se encontraba pensativo como siempre y en absoluto silencio, casi que el mercader se olvidaba que estaba alli detras de él. Mercer se habia encontrado a dicho sujeto en una ciudad cercana a la aldea, donde lo habia protegido de un bandido que intento robarle sus pertenencias y mercancia (si, aun en este mundo hay idiotas de ese tipo), asique la transaccion fue simple y fructifera para ambos
"Tu conduces, yo te protejo" Fueron las palabras que salieron de la boca de Mercer y pocas mas durante el viaje. El encapuchado Tenbin nunca habia ido a la aldea antiguamente conocida como Konoha, pero andaba necesitado de dinero y escucho rumores de que alli podia encontrar varias ofertas de trabajo, desde muy simples a muy complejas y peligrosas, pero esas eran mas dificiles de conseguir que te contraten, aun asi ante la necesidad Mercer se dispuso a ir hacia alli.
—
Bien, ya estamos aqui. — Le dijo el mercader descendiendo de su carreta tras haber llegado a las puertas de la aldea, frenando en la linea que separaba el exterior del interior del edificio y preparando sus papeles: —
Tienes tu documentacion ¿verdad? Sino esos tipos de alli no te dejaran dar ni un paso mas dentro. — Le comento el mercader. —
Si, no se preocupe tengo lo que necesito. — Le contesto Mercer todo serio, pues le ponia algo tenso tratar con militares ya que siempre suele meterse en problemas y alguien termina muerto o herido en el mejor de los casos, definitivamente no queria que se genere una situacion violenta y menos en su pleno territorio. Al descender lo primero que hizo el encapuchado fue encender un cigarrillo y llevarselo a la boca, estaba deseoso de hacerlo puesto que durante el viaje no habia podido fumar nada, o mejor dicho el mercader se lo habia prohibido estrictamente o sino su mercaderia se arruinaria con el olor a tabaco y el humo. Era una peticion razonable asique no cuestiono su decision. Su carreta, sus reglas.
Mercer termino por despedirse del mercader quien simplemente se acerco a uno de los puestos de vigilancia y se ocupo de sus tramites, por otro lado el Tenbin se quedo viendo lo que hacia para comprender como era el procedimiento hasta que uno de los guardias se le acerco.
—
Oiga usted ¿Tienes su documentacion? —
—
¿Hmm? — Mercer volteo a mirarlo de reojo con cierta indiferencia.
—
Su documentacion por favor... — Le repetiria el guardia, extendiendo la mano para que Mercer se la entregue.
—
Oh... si, tenga. — Mercer llevo la mano dentro de su chaqueta de cuero y saco la documentacion correspondiente, entregandosela al desconfiado guardia quien comenzo a leerla con detenimiento. Era extraño para Mercer portar una documentacion con "su identidad" puesto que en realidad ni siquiera la sentia propia, de hecho no fue hasta que una joven que conocio y con quien convivio un tiempo le ayudo con todo el tramite para solicitar una documentacion de identidad, que Mercer no llevaba consigo ningun tipo de documentacion o informacion que revelara alguna informacion sobre él. Es mas, ya quisiera poder contar con algo que le ayude a recuperar su memoria y su pasado.
El guardia lo miraba de reojo mientras leia, y Mercer le devolvia la mirada esperando que no haya ningun problema. —
¿Digame cual es el motivo de su visita señor Mercer? — Le pregunto en un tono casual pero serio.
—
Vine por trabajo, escuche que andan necesitando gente y necesito el dinero. — Le respondio el encapuchado sin rodeos.
El guardia se froto la barbilla y su expresion parecio relajarse un poco. —
Si ciertamente unas manos extras no nos vienen mal, en fin, todo parece estar en orden... Bienvenido, Rohan Mercer. — Le termino por decir devolviendole la documentacion, la cual Mercer se guardo en su chaqueta, sintiendose aliviado de tener un problema menos, y comenzo a caminar por la aldea.
Durante su recorrido por las calles del lugar, Mercer observaba tiendas de comida, edificios de distintas indoles y a su gente trabajando o haciendo su vida con un perfil dentro de todo bajo, sin embargo encontrar un tablon con anuncios le estaba resultando dificil, tal vez no era la zona adecuada donde investigar, asique se vio forzado a preguntar a alguien que parecia shinobi de alli para obtener informacion sobre algun tablon de anuncios cercano. Al cabo de unos minutos termino por llegar a un edificio con el tan buscado tablon que queria, observando distintos anuncios con todo tipo de trabajos, algunos mas accesibles y simples que otros. Ninguno de los que le interesaban a Mercer estaban a su alcance y por los requisitos eso se lo dejaban bien claro, sin embargo habia uno que pagaban bastante bien, mucho mejor que cualquier trabajo que hubiese hecho hasta el momento y no parecia ser dificil.
—
¿Que es esto? Veamos... — Mercer tomo el papel y comenzo a leerlo con atencion.
No tuvo que plantearselo demasiado para escoger dicho trabajo, pues de todos los que habia era el mas accesible y bien pago, asique aprovechando que nadie mas se encontraba cerca e interesado en el anuncio, Mercer lleno con sus datos (en base a los que tenia en su documentacion) el formulario y se adentro al edificio donde se acerco a una administradora para que le de la informacion correspondiente a la mision.
"Parece que no tendre tiempo de conocer toda la ciudad, sera mejor que me ponga en marcha cuanto antes" Penso para si, ahora con la informacion que necesitaba en sus manos, le dio una calada a su cigarrillo y se dispuso a partir hacia el punto indicado para llegar sin contratiempos.