(Auto-narrada) Misión C: La aldea perdida
LinkIcon Enlace al Post
Yuta amaneció un día como todos los otros, como siempre era rutinario debería acudir al edificio administrativo de la aldea para ponerse a verificar si había algún encargo o misión disponible con el que ganar unos pocos Ryos para poder empezar a tener algunos ingresos con los que comer el resto del mes. Nada más llego se topo con uno de los encargados del papeleo que buscaban a un ninja con un mínimo de experiencia para una misión importante y urgente. Y la joven oni fue la asignada para cumplir tal tarea dado el éxito que había empezado a tener en sus primeras misiones.

La aldea Shibu, ubicada entre montañas de escarpadas cimas y pronunciados barrancos, se había vuelto cada vez más aislada debido a su terreno peligroso e intransitable. Esto había dificultado el comercio entre las dos aldeas, pero Shibu era conocida por tener un ungüento medicinal muy poderoso capaz de curar enfermedades pulmonares. Iwagakure necesitaba ese ungüento, y Yuta fue elegida para esta arriesgada misión.

La joven genin se preparó rápido y abasteció su mochila con provisiones. También verificó el estado de su arma favorita, la kanabo, un pesado palo de hierro con pinchos en el extremo, que tenía la capacidad de infligir daños brutales a sus enemigos. Yuta sabía que el camino sería peligroso, pero estaba decidida a cumplir su misión. Emprendió su viaje al amanecer, cuando el cielo estaba pintado de hermosos tonos naranjas y púrpuras. Avanzó con cautela, saltando de roca en roca y agarrándose a ramas de árboles para evitar caer en los profundos barrancos. El viento soplaba a su alrededor, llevando consigo el sonido de aves y animales que habitaban la zona.

El camino resultó ser tan desafiante como le habían advertido. Rápidamente se dio cuenta de que Shibu estaba atrapada en su propio mundo, aislada por el terreno inhóspito. Yuta continuó trepando, esquivando peligros y manteniendo los sentidos alerta. Tras varios días de arduo viaje, finalmente llegó a la aldea Shibu. Allí, fue recibida por los aldeanos con gratitud y calidez. Le mostraron el lugar donde podrían obtener el Ungüento curativo y ella compró una cantidad suficiente para traerlo de vuelta a Iwagakure.

El regreso iba a ser igualmente desafiante, pero esta vez tenía conocimiento del camino y sabía qué peligros evitar. Decidida a proteger la valiosa mercancía, Yuta se preparó para los posibles asaltos de los bandidos que habían sido informados de la llegada del ungüento curativo. A medida que avanzaba, Yuta tuvo la sensación de que estaba siendo seguida. Cada hoja crujiente y cada rama quebrada hacía que se pusiera en guardia. Sabía que los bandidos no dudarían en atacarla para robarle la mercancía valiosa que llevaba consigo.

Un día, mientras atravesaba un angosto desfiladero, los bandidos aparecieron. Saltaron de los árboles y rodearon a Yuta. Con espadas desenvainadas y miradas amenazantes, claramente estaban decididos a robarle la valiosa mercancía. Sin titubear, Yuta agarró su kanabo y se preparó para defenderse. Golpeó el suelo con su arma, enviando una vibración que sacudió a los bandidos y les hizo retroceder. Aprovechando su confusión momentánea, ella saltó entre ellos con destreza y lanzó golpes precisos con la kanabo como una mismísima entidad demoniaca acometiendo contra pobres victimas, reviviendo algunos mitos de los cuentos referentes a Onigashima en el corazón de dichos bandidos. Y no era para menos puesto que cuando la chica se armaba con su kanabo entraba en un frenesí violento.

Los bandidos se vieron superados por la habilidad de Yuta. Intentaron resistirse, pero finalmente fueron derrotados uno a uno. Yuta se recogió, jadeante pero triunfante. Había demostrado su valía y había protegido la mercancía. Siguió avanzando por el peligroso camino, confiando en sus habilidades ninjas y manteniendo la guardia en alto. A medida que se acercaba a Iwagakure, el corazón de Yuta se llenó de alegría y satisfacción. Había completado su misión y regresaría triunfante a su aldea.

Al regresar a Iwagakure, fue recibida con los brazos abiertos por los varios de los comerciantes de la aldea que habian sido quienes solicitaron la misión para poder comenzar a distribuir los medicamentos. La valentía y destreza que demostró en su misión dejaron a todos impresionados. Fue aclamada como una heroína por algunos de los enfermos que dada la época invernal asolaban la aldea y habian estado a la espera de recibir aquel milagroso medicamente.

Aunque eso ultimo no seria algo de lo que Yuta estuviera consciente dado que su trato con los clientes y comerciantes quedo en el edificio administrativo cuando dejo allí la mercancía. Pero no importaba, la oni no era alguien que necesitara que cualquiera la alabara. Tan solo necesitaba recibir las buenas palabras de sus maestros y familia para estar contenta y animada. Por su parte seguiría esforzándose y cumpliendo con su deber de la forma más eficiente y optima posible.
LinkIcon Enlace al Post
MISIÓN FINALIZADA
recompensas

Este tema ha sido cerrado.

[Imagen: c8SXohe.jpeg]
Narro/ Pienso/ Hablo
Salto de foro:

Usuarios navegando en este tema: 2 invitado(s)