Era cierto que el clan Onikuma había sido bastante perseguido y castigado por el tiempo, sin embargo, era bastante conveniente el hecho de que Iwa hubiera decidido aceptarnos en su seno, aunque también se debió a que vio nuestro potencial.
El líder de la alianza nos había juntado para realizar una asamblea, después de haber hablado con el consejo de sabios del clan. OniKuma de todo el mundo acudieron a la enorme residencia del líder del clan, en donde ya había varios Onikuma reunidos. Los había de todos los ámbitos, pues desde mercaderes y artistas, hasta shinobis y militares.
Un oficial Onikuma me reconoció y se me aproximó. Él era un tío de mi padre y trabajaba aún en el ejército del País de la Tierra, en donde había trabajado durante varias décadas.
-Shen, ha pasado tiempo y apenas veo que vienes a estas reuniones- dijo el tío de mi padre, mi tío abuelo. Estaba bien conservado pese a su edad, y podía deberse a sus jutsus médicos.
Yo estaba un poco avergonzado.
-Había estado ocupado en otras cosas- le dije.
-El clan también es importante, Shen. Quizás puedas encontrar una carrera militar en plena forma. Se que has estado haciendo rondines y misiones de poca importancia, podría ayudarte a subir de nivel en la jerarquía militar- dijo mi tío abuelo, rascándose la barbilla.
En ese momento, el líder del clan apareció frente a un podio para hablar. Mencionaba cosas respecto a la presencia que habían ganado los Oni en el "mundo humano". Su filosofía mencionaba ser superior a los humanos, pues los oni eran más fuertes y resistentes, aunque por otro lado, consideraba a la marea humana como algo imposible de enfrentar en las condiciones actuales.
-¿Mencionaba algo sobre subir en la jerarquía?- le pregunté a mi tio abuelo en voz baja.
-Ve a verme mañana en el cuartel. Se te asignarán mejores misiones- dijo mi tio abuelo, sin despegar la vista del líder del clan, un oni imponente y bastante alto y musculoso.
No esperaba mucho al respecto, aunque si su voz pesaba algo para los shinobi, puesto que era diferente al sistema militar convencional, me serviría para poder realizar mejores misiones.
La residencia del líder del clan se encontraba en una enorme caverna en la zona superior, en donde el viento y la luz solar apenas se filtraban. Había algo de vegetación natural y una especie de cascada natural que caía hacia las zonas inferiores.
La construcción de madera aligeraba la carga en la caverna, aunque eso no disminuía su elegancia y lujosidad, aunque podría considerarse más vulnerable en caso de un ataque, pero no era un cuartel, después de todo.
Decidí quedarme por ahí un rato más, conociendo a otros Onikuma para poder hablar sobre el progreso del clan y oportunidades en el mundo ninja, aunque no había mucho de donde sacar en esa reunión.
El líder de la alianza nos había juntado para realizar una asamblea, después de haber hablado con el consejo de sabios del clan. OniKuma de todo el mundo acudieron a la enorme residencia del líder del clan, en donde ya había varios Onikuma reunidos. Los había de todos los ámbitos, pues desde mercaderes y artistas, hasta shinobis y militares.
Un oficial Onikuma me reconoció y se me aproximó. Él era un tío de mi padre y trabajaba aún en el ejército del País de la Tierra, en donde había trabajado durante varias décadas.
-Shen, ha pasado tiempo y apenas veo que vienes a estas reuniones- dijo el tío de mi padre, mi tío abuelo. Estaba bien conservado pese a su edad, y podía deberse a sus jutsus médicos.
Yo estaba un poco avergonzado.
-Había estado ocupado en otras cosas- le dije.
-El clan también es importante, Shen. Quizás puedas encontrar una carrera militar en plena forma. Se que has estado haciendo rondines y misiones de poca importancia, podría ayudarte a subir de nivel en la jerarquía militar- dijo mi tío abuelo, rascándose la barbilla.
En ese momento, el líder del clan apareció frente a un podio para hablar. Mencionaba cosas respecto a la presencia que habían ganado los Oni en el "mundo humano". Su filosofía mencionaba ser superior a los humanos, pues los oni eran más fuertes y resistentes, aunque por otro lado, consideraba a la marea humana como algo imposible de enfrentar en las condiciones actuales.
-¿Mencionaba algo sobre subir en la jerarquía?- le pregunté a mi tio abuelo en voz baja.
-Ve a verme mañana en el cuartel. Se te asignarán mejores misiones- dijo mi tio abuelo, sin despegar la vista del líder del clan, un oni imponente y bastante alto y musculoso.
No esperaba mucho al respecto, aunque si su voz pesaba algo para los shinobi, puesto que era diferente al sistema militar convencional, me serviría para poder realizar mejores misiones.
La residencia del líder del clan se encontraba en una enorme caverna en la zona superior, en donde el viento y la luz solar apenas se filtraban. Había algo de vegetación natural y una especie de cascada natural que caía hacia las zonas inferiores.
La construcción de madera aligeraba la carga en la caverna, aunque eso no disminuía su elegancia y lujosidad, aunque podría considerarse más vulnerable en caso de un ataque, pero no era un cuartel, después de todo.
Decidí quedarme por ahí un rato más, conociendo a otros Onikuma para poder hablar sobre el progreso del clan y oportunidades en el mundo ninja, aunque no había mucho de donde sacar en esa reunión.