Última modificación: 01-12-2023, 12:10 AM por Kurosame.
Lo siento, Namida. No tuve otra opción. Lo siento. Con un pesar insoportable y el pulso titubeante, Kurosame optó por atravesar con la estaca en su mano el precioso y puro corazón que terminaría con el último hálito de vida de su amada. El descubrimiento del imperio en Miyama-jima les condenaba a ambos por traición; Namida estaba destinada a morir, pero la esperanza parpadeaba en la posibilidad de que Kurosame pudiera sobrevivir si ejecutaba el acto final. Aunque la elección de sacrificar a Namida pesaba en su alma, Kurosame comprendía que su supervivencia podría convertirse en la llave para derrocar en secreto al corrupto imperio. Aceptó con determinación el oscuro camino que se extendía ante él; dedicaría el resto de su vida a la venganza. Estaba dispuesto a corromper cada fragmento de su alma, si eso era necesario. Juraría velar por el bienestar de Misato desde las sombras, siendo ella la única conexión que le quedaba de Namida.
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