Una tarea desconocida. [Priv.Kiseki]

En el bosque de Konoha, donde las grandes nubes que cubría este basto territorio y la luz hacía que quede más oscuro el interior del bosque. Las pisadas tan frenéticas que se escuchan tan alegre, crujían las ramas e hojas del suelo. La primavera hacía sus frutos en la flora de Konohagakure, su tierra que está en una tiranía secreta con un imperialismo arrogante, y asfixiante. Creo que Dios o alguien nos hizo tan inteligentes para no ser dominados por el instinto animal, y al fin a cabo, somos más peligrosos que un simple oso. Es lo que inundaba en la mente del joven Sarutobi, pues correr por el bosque liberaba su mente, sus hartas misiones lo habían cansado mentalmente últimamente. Debía poder recurrir a tener su propio espacio. 

Movía sus brazos acordes a los movimientos, y manos rígidas con las palmas abiertas, y teniendo una respiración profundas aunque con los pasos es un poco difícil. La tristeza del lugar no sé acondicionaba para ver gente en el bosque, pues los niños pasan por acá...Puede ser, que el Kazu lo hace como si fuera rutinario pasar por acá, pues deseaba mantener el orden por estos lugares. Llegaba hasta un punto donde todo era más oscuro, pues ya estaba más cercano a las murallas, y parecía que llevara ya más de 35 minutos en esos lares, y debía volver. Pues ya sentía sobresaliente sus ánimos, y sin esperar tanto deseó aumentar su potencia. Desde su lugar explotó un humo que lo hizo desaparecer, llegando hasta los inicios del bosque sin tan poco esfuerzo. Apoyaba sus manos sobre su cintura, empezó a caminar por el terreno amplio cercano a las avenidas, sin embargo, deseaba hacer algo más. Pues, deseaba practicar con un bastón especial. –Llevo días, espero que no se ponga nervioso Senra si lo cambio por unos minutos.– Musitaba en voz baja, empezó a sondearse con el viento que abarcó por las grandes nubes oscuras, la lluvia sé acercaba.

Sus manos sé iluminaron con gran presencia, un bastón lumínico que abordaba los 2 metros en un transcurso rápido. Un color igual al chakra, emergió con gran actitud por el Sarutobi, empezando a hacer una danza, donde los pies sé movían a la par de una canción imaginaria, siendo veloz en un circulo de 3 metros de radio, junto a unos movimientos que giraban atentamente con movimientos coordinados, y elocuentes con el bastón, girando por su cabeza, dando giros, estocadas punzante al aire, si no usara esa arma de chakra, podía ser una danza única, y fresca en ese lugar. 

Kenja Sao

Rango S

Aprendida en 2023-11-17 15:24:40

ID: BOJ601

SELLOS: NO

BōJUTSU

NINJUTSU

El chakra del shinobi se reunirá entre sus manos formando una vara de chakra de dos metros de longitud con la que podrá pelear de forma muy eficiente, en el caso de que ya poseyera un arma esta se transformara manteniendo ligeramente la forma pero adquiriendo un aspecto espectral formado de chakra. Todo golpe infligido sobre un objetivo con esta arma drenará parte de su chakra y sus movimientos con ella serán más fluidos ganando su usuario +15 Destreza al usarla. En el caso de ser la vara creada su daño (golpe básico) será de 100, en el caso de transformar un arma su daño se incrementa ligeramente.

Coste: 30 Chakra | 15 Chakra por Turno

Efecto: +15 Daño | -20 Chakra

Tankobu Saiten

Rango A

Aprendida en 2023-10-26 21:01:30

ID: BOJ403

SELLOS: NO

BōJUTSU

TAIJUTSU

El shinobi realiza una sucesión de movimientos extremadamente rápidos mientras comienza a hacer girar su bastón alrededor de su cuerpo expandiendo y retrayendo el arma a toda velocidad mientras avanza corriendo por el terreno, causando una destrucción en a 5 metros de radio a su alrededor durante todo el recorrido que haga. La técnica puede ser mantenida mientras el shinobi no cese su movimiento manteniendo a todo enemigo al que logre impactar en el límite de la técnica, empujándolo mientras sigue recibiendo bastonazos.

Coste: 70 Chakra | 55 Chakra por Turno

Efecto: 120 Vitalidad

   

Después de llegar a Konoha después de un largo viaje desde Kumogakure, era tiempo de explotar un poco más al fondo la aldea, en un bosque algo cercano a esta se podía ver al joven chinoike mientras comía unos fangos que recién había comprado.

Su estancia en la hoja no se vería interrumpida por nada del otro mundo, como ya habían informado de su llegada ningún ninja sospecharia alguna cosa mala de su padre o suya, de cualquier modo porque hacerlo?, terminaría como los primates de los imperiales y rebeldes, cortados por la misma navaja y compartiendo mismo destino, sin embargo este hecho no le daba importancia, solamente era un niño normal siendo buena gente con todos.

Mientras caminaba sus ojos brillaban de curiosidad por la belleza natural del bosque, animales que disfrutaban de una paz duradera y las plantas que gozaban de estar en ubicaciones donde la mano humana no acostumbraba a tocar. Su sorpresa fue que cuando creía que sus pasos era lo único que se escuchaba en esa parte del bosque, escucho detenidamente y se daba cuenta de el sonido de unas pisadas leves en el suelo.

Se dirigió como pudo al origen de ese sonido y pudo ver a un sujeto cargando un bastón, pero este no era normal sino que era uno que tenía una creación exclusiva a partir de chakra, lo notaba porque estaba hecho de esta misma. El sujeto que parecía ser un adulto hacia una danza que era digna de admirar y contemplar, sus más finos movimientos eran mostrados en ese baile que demostraba dureza y firmeza, alguien de admirar estaba al frente de el.

Kiseki estaba a unos 10 metros del tipo aquel y por quedarse hipnotizado con su patrón de movimientos se respalaria del tronco de un árbol que servía como un apoyo mientras se inclinaba para ver mejor la danza, dejando al descubierto al chico que cualquiera en esos instantes podría pensar que era un fisgón, y si, por segundos lo fue. -L-Lo siento-. Dijo aprendo mientras se levantaba y sacudía su pantalón, en respuesta de que era obvio que el gran creador del baile se daría cuenta de la presencia del chico.