[Simple-C]Los guardabosques.
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Bosque de la muerte
Ala 1.
20:35
 DÍA 1.

En un camino de tierra bastante oculto por la gran densidad de arboles que lo rodea, donde los rayos del sol dejaban de ser fuertes, las sombras perdían poder por el renacimiento de una nueva noche de la luna, y un viento leve daba caricias a las caras de los que caminaban por ese bosque con una gran historia. Debian mantener ese respeto por donde estaban, su curiosidad les puede costar la vida o su conciencia. Estaban yendo a pie hasta una de las torres de vigilancia que estaban libres para enfrentar su nueva misión. El viento de a poco se refrescaba, ya el clima era un poco más denso, y frío, algo raro.

Ustedes tenían un mapa que lo sostenía Azazel (por tirar un nombre), para poder guiarse hasta la torre. Mientras llegaban, podrían ver una casa muy pequeña, donde adentro llevaba herramientas, y donde alado de la puerta, unas pilas de tronco no menos de 80cm de largo estaban apilados en orden. Habría un baño portátil, aunque bastante pobre por ser de madera únicamente. En las escaleras de la torre, estaba sentado un Chunin, Kazuki Sarutobi. Para un individuo lo conocerá, y los que no, lo conocerán ahora mismo.

El Sarutobi notó la llegada de los genin, era su momento de presentar lo que iba a pasar. Sé levantó con un impulso de sus manos hacía la madera de la escalera, y caminó hacía ellos. –¡Bienvenido a su misión, genin!. Hoy, Konoha querrá trabajar con algunas persona del exterior...Por eso la llegada de gente que no son de Konohagakure.– Sonrío Kazu teniendo una actitud que brillaba. Miró a Tsuneo Y Kurami. –Antes de seguir, soy su guía, y cuidador, Kazuki Sarutobi, ¡Heredero de la voluntad de fuego! – Exclamó con su energia impregnada a sus palabras, sonriendo ampliamente, y apoyando sus manos en su propia cintura. –Les haré un tour, y unos consejos...Pues tendrán que vivir por 2 días en este recinto hasta que acabe esta misión, ¿están listos?. ¡Siganme!

Se gira con una emoción de explicar, algo no muy común. Caminó hasta empezar a subir las escaleras hasta un punto que se detuvo. –Estás bellas vistas necesitan su cuidado...Ustedes deberán cuidar o bueno...notificar lo que ocurra, incendio, algún campista perdido...Ya saben, así yo haga ese trabajo.– 

Continuaron hasta abrir la puerta. A la derecha había una estufa a madera, sobre la estufa habría un encendedor, y una botella de aceite, en el centro de la torre había una mesa amplia, en la esquina opuesta a la estufa una cocina, con algunos ingredientes en la alacena, y heladera para hacer la cena para ellos...En el otro lado, había una radio verde, bastante grande, un medidor de temperatura, y de viento sobre esa mesa, cámara de fotos con flash incluido, y unos papeles escritos sin sentido...En su derecha habría 4 colchonetas en el suelo, con 1 almohada, y 1 frazada que daba calor. –Acá estarán la mayor parte de la misión. Necesito si o si cuando vayan a dormir...Enciendan la estufa, eso larga un humo, y me notifica que van a dormir, y ¡hace bastante frío por la noche!, les sugiero eso. Las maderas están a bajo, necesitan 3 troncos para que dure mínimo 7 horas.

Por la radio, hay un canal que es...202.2. Ahí notifican una breve descripción del día y noche, usan el termómetro afuera para saber la temperatura, y la velocidad del viento, pueden hacerlo sin bajar de la torre. Son cosas burócratas que deben seguir. Posterior a eso deben comunicárselo a ese canal, y pueden ir a dormir, si ven algo, por la radio en el canal 199.5 pueden contactarme...Por estos ventanales pueden ver al sur mi torre.

Empezó a mover su cintura como si fuera un péndulo para intentar recordar si no le faltaba nada, hasta que se le prendió la lamparita. –En ningún caso, decidan irse de la torre. Está prohibido, da igual que escuchen o ven. Este bosque es aterrador, y es posible que se pierdan. Dialoguen, puede ser en un futuro...sus vidas dependan de esas caras.– Lo dejaba esas palabras en sus mentes por lo menos puedan romper el hielo. El chunin suspiró dejando unos segundos si había alguna pregunta. Ya que si no había ninguna más, Kazuki tomaría la iniciativa en retirarse desapareciendo sin más.

Para la mente de los genin, podía ser tediosa esta noche, es un lugar nuevo, y su poca experiencia no lo dejaba disfrutar...si estar atento o ponerse nervioso. Tendrían algunas horas para poder socializar, hacer lo que dijo el Sarutobi, y estar preparados antes de dormir. Puede ser haya un llamado en la radio o en sus espaldas, en los grandes ventanales, un oscuro humo estaría plasmado a varios metros de donde estaban...Quien lo podría saber...

Datos
   

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Kodokuma abrió los ojos, estaba en su cama acostado de lado, mirando a la pared, el genin pensaba en los documentos de misión que le fueron entregados un día antes, aunque era más bien una persona poco sociable, ya estaba más que acostumbrado a colaborar con otros shinobis en misiones.

–El bosque de la muerte es un buen lugar, lástima tener que ir acompañado– pensó mientras se ponía de pie y comenzaba a arreglarse, se colocó su vestimenta característica, un chaleco negro sin mangas con una araña roja pintada en la espalda, en la cintura lleva como faja la bandana de la aldea, un pantalón negro algo roído que llega hasta las rodillas, en los tobillos y muñecas lleva una tela negra como si se tratara de vendajes.

vestimenta


Luego de estar vestido y preparado el genin tomó los documentos de la misión y partió al punto de encuentro, una vez reunido con los otros integrantes de la misión, si el grupo decidía presentarse el aburame apenas y diría su nombre entre dientes, cuando estuvieron listos todos se pusieron en marcha y rápidamente se internaron en el bosque, el aburame caminaba detrás del grupo sin hablar demasiado más preocupado por los peligros que ocultaba el bosque que por entablar una relación con el resto de sus compañeros, en cuanto el camino se volvió algo oscuro el genin rasgos un poco la tela que llevaba enrollada en su muñeca izquierda para improvisar una antorcha, tambien aprovechando su posición en la retaguardia, preparó un pequeño insecto hembra que salió desde su espalda, bajo por detrás de su brazo y se escondió en la tela enrollada en su muñeca derecha listo para bajar por su mano y cruzar a otro cuerpo en cuanto tuviera oportunidad.

Josei Kikaichu


El bosque de la muerta era el lugar de siempre peligroso y misterioso, los genins debían de tener cuidado apartarse del camino podría significar una muerte segura, el grupo siguió su camino hasta llegar al punto marcado –Qué linda casa y que graaande– pensó el aburame desviando la mirada cuando pasaron frente a una pequeña casa de madera, luego de seguir unos metros frente a él en las escaleras de una gran torre había un hombre esperándolos, sin perder tiempo el sujeto se presentó, Kodocuma escuchaba las explicaciones del chunin mientras lo miraba de lejos con la mirada llena de desconfianza como era habitual en él, –La voluntad de fuego, claro tú si puedes tener la voluntad de fuego y no te excluyen como un fenómeno– prenso cruzando los brazos mientras seguía al grupo por el dichoso tour.

Realmente el lugar era fantástico, tenía comodidades a las que el aburame no estaba para nada acostumbrado, tanto así que en cuanto pasó la puerta caminó directo a la heladera mirándola por todos los costados con interés, no contento con esto abrió la puerta de la heladera–OHHHH esta frío!– dijo mirando un segundo al resto de personas en la habitación, luego siguió investigando el extraño artefacto.

Luego de unos minutos de estar en su mundo con la heladera y algunas de las otras cosas en la torre, el genin camino y se puso a un lado del chunin que ya estaba por concluir las explicaciones, –Oye este lugar es genial, lo tengo claro cuidamos el bosque y podemos dormir calientes y comer lo que queramos, qué gran misión!– comentó el hasta ahora callado aburame mientras le daba unas palmadas en la espalda al chunin.



Una vez el chunin se retiró, Kodokuma miró atentamente a todos los presentes unos segundos, acto seguido caminó a los grandes ventanales y se sentó sobre un mueble cercano mirando al exterior.


OFF

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Última modificación: 13-11-2023, 05:04 AM por Azazel.
El sol despertaba un nuevo día cuando Azazel, listo para una nueva misión junto a Kazuki, se dirigía hacia el bosque de la muerte. La relación entre ambos se había fortalecido con el tiempo, y Azazel había absorbido valiosas lecciones de su experimentado compañero. Aunque el bosque evocaba recuerdos desafiantes, el joven ninja se preparó con su equipo y se encaminó al punto de encuentro, revisando el mapa en el trayecto. Al llegar, saludó al grupo que ya se encontraba presente. 

--Hola, mi nombre es Azazel. Mucho gusto-- 

Esperó a que todos estuvieran reunidos antes de emprender la marcha hacia la torre de vigilancia en el interior del bosque. Azazel lideraba la expedición, observando detenidamente el entorno sombrío del denso bosque y sintiendo la caricia del viento en sus rostros. Al llegar a la torre, notaron detalles interesantes, incluyendo una pequeña casa y pilas de troncos. Kazuki Sarutobi los aguardaba, irradiando su característica energía positiva mientras explicaba la tarea de cuidar la torre durante dos días. Una vez dentro, Kazuki les mostró las instalaciones y proporcionó instrucciones sobre el uso de la estufa, la radio y otros elementos esenciales. Azazel, consciente del frío nocturno, interiorizó la importancia de encender la estufa antes de descansar. Tras las instrucciones de Kazuki, quien enfatizó la prohibición de abandonar la torre, Azazel despidió al Sarutobi con un gesto de la mano derecha. 

--No parece complicado. Déjanoslo a nosotros-- le dijo con confianza.

Cuando Kazuki se retiró, Azazel se apoyó en una de las paredes con el mapa en mano y sugirió la organización de turnos de guardia.

--Supongo que deberíamos organizar turnos de guardia. Así podríamos descansar y mantener la vigilancia--

Comentó, anticipando una estrategia prudente para la noche que se avecinaba.

Datos
narro / [pienso]--hablo-- 
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Tsuneo se encontraba bastante lejano a sus tierras. Muy rara vez había tenido relación alguna con el País del Fuego. Pero dinero es dinero y se había enterado de que la autoridad nacional estaba abriendo las inscripciones mercenarias a forasteros. El albino no tuvo que despedirse de nadie antes de armar sus escasas pertenencias, porque maletas no tiene, y emprender un viaje de negocios errantes a la patria de las hojas. Cuando llegó al punto de encuentro, sus compañeros podrían ser testigos de un tipo encapuchado, con un viejo abrigo morado y guantes negros, que llevaba un bolso de cuero pequeño y cruzado, además de las herramientas que podía guardar en los portadore de utensilios y en sus bolsillos. Durante el trayecto hacia la zona designada, se oyó de repente un tintinar propio de alguna botella guardada. Por supuesto, si este hombre iba a estar dos días enteros cuidando una torre, no podía estar sin algo de elíxir etílico para animarse.

El joven asintió con tranquila gratitud ante la hospitalidad del oficial de mayor rango, Kazuki, quien les mostró el recinto de punta a punta para que entendieran perfectamente lo que tenían que hacer. Por su parte, Tsuneo hizo nota mental de todo, tomando disciplinada atención en un silencio respetuoso. La verdad todo parecía muy sencillo, por lo cual prontamente empezó a creer que habría algo más oculto. Que la proximidad sea titulada "el bosque de la muerte" no podía advertir nada bueno, por lo cual sus ojos dorados estarían siempre bien abiertos, preparados para casos de anomalías que perturbasen el buen funcionamiento de la rutina del guardabosques.

Terminadas las exposiciones, Tsuneo no tenía más preguntas. Todo claro. Gracias. Cerraría con cortesía reglamentaria, sumándose a la confianza propia que parecía imperar en el equipo de desconocidos. Observaría tranquilamente la tirada del Chunin.

En los primeros momentos de la misión, rápidamente un adolescente de evidente tierna edad, quien antes contaba con el mapa en sus manos, tomaba la iniciativa y, tal vez, cierto liderazgo, proponiendo la organización de turnos. Sin vergüenza alguna, como si fuera algo absolutamente normal, el vagabundo abría por un instante su abrigo, sintiendo la fría brisa helada, para sacar una cantimplora metálica, la cual en su interior no tenía precisamente agua, sino whisky, al cual le dio un pequeño sorbo para entrar en calor. 

Bien... Estoy de acuerdo. Declararía con serenidad, levantando el recipiente como si brindara. Mi nombre es Tsuneo, por cierto. Agregó apresuradamente, apoyado contra una pared, mientras ordenaba sus pensamientos en la cabeza. 

A ver... Entiendo que toca cenar, hacer la medición nocturna de temperatura y viento, notificar a la radio y prender la estufa antes de dormir. A la media noche ya deberíamos estar listos, ¿no? Y ya que somos cuatro, podríamos separarnos en parejas. Dos hacen un primer turno de cuatro horas de vigilancia mientras el otro descansa, y después se dan la vuelta. A las ocho de la mañana ya cada uno habrá tenido su turno de sueño y de guardia, y estaremos en condiciones de desayunar, hacer las mediciones del día, observar... Si alguien necesita una siesta en el día, pues allá ustedes... El albino pausó un poco con una breve mueca sonriente, separando tareas nuevamente.

Entonces, ahora hay que medir y notificar a la radio mientras uno se mantiene vigilando, otro empieza a cocinar y otro trae los troncos. Si les parece bien, haré lo último, para que estemos listos cuando toque la hora de pestañear. No me demoraré mucho, así que quedaré libre para apoyar las otras tareas. Concluyó, tomando un segundo sorbo antes de guardar la botella.

Estadísticas de Tsuneo
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El País del Fuego, un lugar lleno de enormes y densos bosques con un clima soleado y algo caluroso, por las noches, un clima un tanto frío, muy diferente al País natal de la Origami lleno de montañas y rocas, con un clima mayormente frío y con una Aldea (Literalmente) escondida entre las rocas. Kurami se encontraba en ese País para cumplir una misión dada por las autoridades de Konohagakure, y ya que habían solicitado Ninjas de otros lados, pues ella fue elegida por Iwagakure para cumplir con la misión, así que desde temprano tuvo que empacar sus cosas, arreglar su equipo y partir de Iwagakure.

El viaje fue un tanto divertido e interesante para la Origami, nunca antes había visitado el País del Fuego así que era su oportunidad para conocerlo y, sobre todo, buscar información sobre lo que llevaba buscando desde hace muchos años, Kurami estuvo haciendo pequeñas pausas de descanso en pueblos y aldeas pequeños, tomando un baño y luego ingerir algún alimento para continuar, sin olvidar que también “molestaba” a la gente con sus miles de preguntas.

Luego de un viaje largo, la chica porfín se encontraba en el punto de reunión, un denso y oscuro bosque conocido por albergar leyendas y peligros, un lugar al que se le debe tener cierto respeto, para esta ocasión, la chica vestía con su ropa clásica para realizar misiones, suéter rojo, pantalones negros y botines marrones y su Bandana de Iwagakure en la cabeza, usándola como cintillo para amarrar su cabello. En el punto de Reunión, se encontró con sus compañeros de misión, un tipo raro y encorvado, bastante raro para Kurami, otro chico que parecía ser muy serio y poderoso y, por último, otro chico de cabellos blancos vestido como si fuera un vagabundo.

- Kurami, Ninja de Iwagakure, un placer -

Diría la chica hacía el grupo luego de la pequeña presentación de Azazel, sin más, ella comenzó a caminar junto al grupo a un lado de ellos, usando su mirada pata explorar lo poco que podía ver con tanta oscuridad, siguiendo al integrante del Clan Uchiha quien portaba el mapa de la zona. Una vez en la torre de vigilancia, Kurami y el resto del grupo fueron recibidos por un Ninja bastante enérgico y lleno de voluntad y perseverancia (Al menos eso era lo que podía ver Kurami en él).

El Ninja se presentó como Kazuki Sarutobi, heredero de la Voluntad de Fuego, vamos que Kurami no entendía a que se refería pero en ves de preguntar e interrumpirlo, dejó que el Sarutobi siguiera con su explicación prestando mucha atención para poder cumplir con la misión, después de todo, la chica odia fallar.

Luego de mucha habla, finalmente los Genins se encontraban en la torre de vigilancia, tenían prohibido salir así que estarían ahí un buen rato, Kurami miró de forma extraña como Kodokuma veía y se sorprendía por una simple nevera, que no todos tenían una en casa?, pero si quiera, ese tipo tenía casa?, eran las preguntas en la mente de Kurami mientras seguía viendo al Aburame.

Por otro lado, el Uchiha habló, tomando cierto tipo de liderazgo en el equipo indicando cuál era su plan para la misión y después el peli blanco, Tsuneo, que se acababa de presentar, también habló sobre su plan, indicando que el iría a por los troncos para mantener la estufa encendida. Kurami suspiró…

- Bueno, puedo cocinar la cena, por sus apariencias puedo apostar que nunca han probado un delicioso platillo digno de la Nobleza, pero no se preocupen, que aquí estoy yo, solo necesito buenos ingredientes y listo! -

Kurami siendo Kurami, una tipa altanera cuando se trata de hablar sobre su linaje noble, pero, en fin, eso era lo que la chica haría con lo que sea que tuviera a la mano para cocinarles la cena al encorvado, el serio y el borracho…
Pasivas
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Escuchó él chunin la apreciación de Kodokuma por la calidad que había en la torre con el tema culinario, observó como iba a palmearlo, y giró rápido para chocarle la mano, y con su mano derecha levantarle el pulgar con una gran sonrisa. Parecía que todos habían entendido, y él debía volver a su torre de vigilancia. 

Tsuneo había dado otro resumen de lo que había que resolver, estando más atento al resto, y siguiendo con las reglas dadas. Él tomó la batuta en hacer la primera actividad: Traer troncos. Fue el primero en bajar a buscarlos, aunque solo serían dar unos pasos hasta agarrar algunos de la pila cercana a esa casilla. Mientras daba cada paso bajando por esas escaleras, el viento sé acrecienta ligeramente, el sol iba escondiéndose como es habitual. Hasta que llegó al piso, y todo quedó calmado. Tsuneo, si conoce algo de los bosques...Es un aviso peculiar que hay algo más que lo observe...o lo ataque cuando el bosque queda mudo, el viento dejó de ahuyentar su típico silbido de medianoche. – 
¡Tsss Tss!, ¡Tss Tss!, ¡Tss Tsss ¡Tss!! Como un sonido de que prendieron una dinamita, pero no era eso, era algo más que podía imaginar el joven albino, recorría por toda la circunferencia de la torre, ¿Estaba atrás de la casilla?, ¿En los arbustos?, ¿Atrás de él?...Sé esfumó ese intrigante, y tenso sonido que lo sentía personal el chico que no era de Konoha. ¿Un ave?, el bosque habita cada tipo de especie, sé puede asustar muy fácil a los que caminan o habitan por estos lugares, creando historias falsas, etc...

Volviendo a la torre, Kurami, la joven chica quiso impresionar a los presentes sobre su pasado, y que habilidad puede enfocar para tener su confianza, y alegría, pues iban a convivir 2 días ahí. Para ella, y para Kodokuma, la heladera resplandecía un brillo dorado que satisfacía todas sus necesidades...Desde todo tipo de pastas, hacer pizzas, hamburguesas, ¡Lo que pueden imaginar, está ahí!.

22:00
Ala 1.
DÍA 1.


Esta nueva mini comunidad comandada por diferentes personalidades tomaban esta misión por ahora, para conocerse. Alegría, descubrimiento, y misterios en su vida. Pero eso fue interrumpido, lo que estaban haciendo, comiendo, en sus camas o terminando sus últimas tareas de la noche, un pitido que vino de la radio, encendiendo una luz verde, y escuchando borroso el sonido, hasta que una voz conocida apareció. –Primeras...dos horas. ¿Opiniones?, esa torre era bastante vieja, por suerte la remodelaron, ¡Aunque le falta electricidad!, si vieron, atrás de la casa de abajo hay un regenerador de electricidad, creo que no tendrán problema...Pero adentro de la casa hay 10Lts de aceite. Usen sabiamente. ¿Hicieron las tareas? *Inaudible lo que dice* Me hice unas lasagnas ¡Envidiables...!, Riquísima, ¿Qué comieron ustedes o se pelearon como monos?.– Contestaba con un tono de confianza Sarutobi, sé notaba que quería ganarse la confianza de ellos, y por naturaleza es así con todos.

El viento chocaba con las ventanas, y sin dudarlo, sé lo escuchaba como si los fantasmas dijeran sus plegarías para entrar. El tiempo había tornado un poco más álgido la torre en su interior, que posiblemente no lo experimenten por tener sus estómagos llenos, y calientitos por estar reunidos los 4. Seguramente, Tsuneo, haya encendido la estufa, y sea mas acogedor el lugar. Debían tomar decisiones ahora, es hora de dormir, pueden hacer guardia o solamente, despertarse por una corazonada, y si tienen mala suerte, ver algún incendio o problema más grave. Sus decisiones pueden ser importantes ahora en adelante, conversar, y tomar una decisión, la noche es larga o corta para los más tranquilos...

Datos
    
  
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Luego de su enérgico ofrecimiento a hacer la cena, la Origami caminaría hasta el refrigerador de la torre de vigilancia, aquel refrigerador que el Aburame había visto con asombro hace unos momentos, en él, había todo tipo de ingredientes muy útiles para preparar cualquier cosa que se le ocurriera, pero como no tenía mucha imaginación y ya lo había leído en un lugar, Kurami tomaría la decisión de hacer algo tan simple como… ¡Una Hamburguesa!, una buena Hamburguesa nunca se niega verdad?, así que la Origami se podría manos a la obra y comenzaría a sacar cada ingrediente para comenzar a preparar…

Talvez una hamburguesa no sea algo muy de la Nobleza, pero lo que, si era, era prepararla con sumo cuidado, Kurami hacía uso de sus habilidades Ninja para cortar con precisión cada ingrediente, tomando tiempos exactos para la cocción de la carne, y colocando cada ingrediente de forma cuidadosa, y así repitiendo el proceso varias veces hasta que ya tenía listas las Hamburguesas para el equipo

- ¡Bien! ¡La cena esta lista! ¡Ahora coman y disfruten mucho esta Hamburguesa, quien sabe cuándo puedan volver a probar algo como esto! -

Diría de forma enérgica la Origami mientras comenzaba a comer la suya de forma elegante, utilizando cada principio de los códigos de etiqueta, con una Hamburguesa… pero bueno, cosas de Kurami. Aunque su comida fue interrumpida por un ruido molesto, era el ruido de la radio, al parecer, el Chunin encargado de la misión tenía que dar un mensaje para ellos, más indicaciones…

- ¡Oye! ¡Interrumpes mi comida! Pero gracias por el dato… -

Fueron las palabras de la Origami hacía la radio. Ya pasado algo más de tiempo, era hora de tomar decisiones y turnos de guardia en la torre, la noche era oscura y el estar en medio de un bosque tan sombrío le daba un toque terrorífico, pero Kurami no le tiene miedo a nada, así que sería la primera en ofrecerse a hacer el primer turno de guardia, saliendo al pequeño “balcón” de la torre en medio de la noche para comenzar a hacer su respectivo turno de guardia, ya afuera y sin nadie a quien pudiera molestarle, de entre su abrigo, sacaría una pequeña caja de cigarros, colocando uno en sus labios para después, darle fuego con ayuda de un pequeño zipo que también cargaba con ella, soplando el primer hilo de humo en dirección al viento…
Pasivas
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Azazel escuchó atentamente las palabras del shinobi extranjero, percibiendo cierta elocuencia a pesar de que disfrutaba de un trago de ron. Aprobando la propuesta de Tsuneo sobre la organización por parejas, Azazel comentó

-- Bueno, parece que organizarse por parejas es lo más sensato, -- asintiendo en concordancia.

Se sumergió en la tarea de vigilancia y notificación a la radio, sus ojos escrutaban el oscuro bosque desde lo alto de la torre. La densidad de los árboles creaba una atmósfera sombría, con la luz lunar apenas filtrándose entre las hojas. Mientras Kurami preparaba la cena, Azazel permanecía alerta, captando el susurro del viento entre las ramas. El sonido de las aves nocturnas aportaba una serenidad inusual al entorno, aunque su aguda percepción continuaba explorando los matices sonoros del bosque de la muerte.

La radio cobró vida, y la voz de Kazuki Sarutobi resonó en la torre, inquiriendo sobre las tareas y compartiendo experiencias. Azazel respondió asegurando que todo estaba tranquilo y que el grupo se llevaba bien.

-- Por aquí todo tranquilo, Kazuki. Estamos cenando unas hamburguesas, no están nada mal, -- informó Azazel con una nota de satisfacción en su voz. Tomó nota de la falta de electricidad y las indicaciones sobre el regenerador, consciente de que la oscuridad se cernía sobre ellos. Tras saborear su hamburguesa, se dirigió al generador, recogió las mangas y se agachó para revisarlo.

[Esto sí que es un trasto viejo. Veamos...]

Azazel logró poner en marcha la máquina, iluminando el interior con algunas luces tenues. Volvió a ponerse en pie y se dirigió al balcón para unirse a la guardia. Al salir, notó a la kunoichi de Iwagakure fumando. Se aproximó a la baranda, colocando sus manos a unos metros de Kurami mientras observaba el bosque circundante. La verdad era que resultaba más aterrador durante la noche. Azazel soltó un comentario sobre el cigarro.

-- ¿Fumadora? No es un vicio muy refinado para alguien de la nobleza. --
narro / [pienso]--hablo-- 
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Última modificación: 24-11-2023, 02:24 AM por Tsuneo.
Cumpliendo la tarea autoasignada, Tsuneo bajó las escaleras para traer la leña necesaria con el objeto de encender la calefacción del lugar. No obstante, conforme se aproximaba a su destino, el silencio sepulcral, que lo había alertado de estar en terreno desconocido, fue interrumpido por un ruido sibilante, que solamente podía comparar a un sello explosivo a punto de detonar.  ¡Mier-! No alcanzó siquiera a terminar y ya se había lanzado al suelo, ya imaginando que estaban bajo un ataque terrorista o quién sabe qué cosa. No obstante, allí, agazapado sobre la tierra, respirando helado aire nocturno, estuvo unos segundos sin que sucediese nada. Ya no podía oír lo que le había resultado una advertencia. Se paró lentamente. Aún nada. Dio vuelta alrededor de la torre, buscó por la casa de las herramientas y detrás de los troncos. Aún nada. Observó un rato hacia el bosque. Tampoco podía pillar nada.  Tsk... Estaba seguro de que no eran sus sentidos jugándole una mala pasada. ¿Habrá sido algún insecto invisible para su ojo normal? ¿O tal vez un animal depredador que seguía oculto por ahí? O peor aún, un ser humano, que es peor que cualquier bestia; eso le enseñan sus recuerdos de los crímenes atestiguados en los callejones y suburbios de la Nueva Iwa, que lleva marcados como cicatriz.

No había nada más que pudiera hacer por ahora. Cauteloso, agarró unos cuatro troncos, suficientes para encender la hoguera incluso pasando las primeras horas de la mañana, que en esta temporada son las peores en temperatura. Subió las escaleras con la carga bajo los brazos y una vez allí ejecutó la misión, llenando la atmósfera de calor. A su vuelta, pronto notaría que había cena de hamburguesas, agarrando una para devorarla rápidamente sin ninguna delicadesa. Al menos podía decir que estaba bastante apetitosa, fruto de la artesanía gastronómica de una chica noble, Kurami.  Gracias, eh. Comentó, con un pulgar arriba de aprobación hacia la chica


Si bien Azazel había informado que estaba todo tranquilo, en verdad, el albino no lo estaba en lo absoluto. Pero la verdad, tenía claro que si empezaba a levantar alertas tan tempranas, quedaría como un loco. — Ojo con cualquier cosa que escuchen o vean... Aconsejó al equipo, como una forma indirecta de decir que, probablemente, había algo allá afuera, y quién sabe qué.

Respecto al tema de las parejas, al pillar al nativo de Konoha conversando con una fumadora paisana de la Tierra, asumió que el primer turno de vigilancia le tocaba a ellos. Esto involucraba que al vagabundo le correspondía hacer guardia después junto al Aburame, lo cual no le emocionaba en lo absoluto, pues lo encontraba un tipo más bien sobresaltado y probablemente poco precavido. Pero bueno, misiones son misiones, y seguramente tiene algo más bajo la manga de lo que se puede ver superficialmente.

 Pegaré la pestaña un ratito. Quedo atento a cualquier eventualidad. Declaró en voz alta, y entonces se echó un trago más de alcohol al cuerpo, lo suficiente como para que un tipo acostumbrado a dormir sobre cartones bajo una horrible nevada pudiera cronometar un sueño de un par de horas. A estas alturas tiene mucho control de su reloj biológico, en tanto, de otra forma, no podría haber sobrevivido hasta su edad actual, teniendo que estar constantemente en movimiento e incluso, huyendo.

Pronto se colocó la capucha sobre los ojos y se acomodó sobre la mesa, reposando la cabeza encima de sus brazos para reponer las energías necesarias para el peligro. Debería, a duras penas, confiar su destino a sus compañeros por unos instantes.

Estadísticas de Tsuneo
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Kodokuma escucho actividad detrás de él, específicamente en la zona de la cocina lo que lo llevó a voltear tímidamente, el aburame en completo silencio levantó su encorvada figura y dio unos pasos acercándose donde su compañera sacaba ingrediente dispuesta a preparar algo, luego de mirar a la chica cuál acosador callejero el genin camino a la zona de la radio, –Que son…– murmuro mirando los papeles sobre la mesa junto a la radio, pero no les encontraba mucho sentido.

El aburame tomó los documentos y se acercó a Azazel, –Para ti tiene sentido?-- pregunto mirándolo mientras le mostraba los papeles, luego por un buen rato estuvo mirando los documentos intentando encontrarles alguna lógica.

El genin estaba seguro de estar cerca de comprender los documentos cuando fue interrumpido por el aviso de Kurami de que la cena estaba servida, el aburame no perdió tiempo y se dirigió a la mesa sin dejar los documentos, –Jamgurguesa dices que se llama este platillo?– pregunto totalmente serio mirando a Kurami comer la suya de una manera extraña, sin esperar respuesta tomo la suya y la olisquea extrañado –Bieeeen, huele bien– murmuro mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro sin cejas y de su boca entreabierta comenzaba a caer un poco de baba, el genin no espero y empezó a engullir, literalmente engullir la maravillosa obra culinaria de Kurami, estaba en lo más y mejor de su cena cuando la radio sonó trayendo información, –PREGUNTA por los documentos! ¡Que son, que SOOOON!-- dijo el aburame con la boca llena dirigiéndose Azazel que contestaba la radio, levantó con su mano derecha los papeles llenándolos de restos de comida mientras los ondeaba intentando llamar la atención de su compañero, para luego seguir degustando tan fino platillo.

Una vez finalizada la cena, Kodokuma se levantó y caminó un poco más por la torre, –Estoy de acuerdo con la guardia por parejas, solo despiértenme cuando sea mi turno– comentó mirando todo lo que encontraba en la torre intentando descubrir alguna cosa nueva, luego de un rato el genin pudo ver a dos de sus compañeros en el balcón de la torre mientras el restante anunció que se dormiría un rato así que sin perder tiempo se acuclilló en una esquina y procedió a intentar dormir en una extraña posición.
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El Sarutobi tendría su mente en su lasagna, así que  cuando Azazel le confirmó que todo está perfecto, decidió cortar. El cuarteto tomó algunas acciones diferentes, Kodokuma tomó la decisión sensata de hacer la digestión y dormir, un total ejemplo nacional de un Akimichi en toda la historia, Tsuneo se sentó en la mesa para tomar alcohol algo que podía molestar a Kazu o alguna autoridad si se enteraba, y los otros dos chicos observando el exterior. 

1:30AM
Dando contexto lo que pasaba a esa hora, nuestro gran amigo Kodokuma estaba dado vuelta en la cama roncando, el peliblanco estaba adueñado de la mesa por que tendría apoyado su rostro en ella, en todo ese cuadrado que convivía Kurami y Azazel estaban ellos haciendo guardia en la noche. Por las ventana dejaba entrar el color blanco puro de la luna llena, y la estufa hacia mezclar esos 2 colores aunque predominaba la luna. Podían ellos mirar a la nada, hablando, debe ser acogedor saber que si ocurre algo pueden entregar el trasero del otro y correr hasta irse del planeta. 

Los chicos estarían tranquilo hablando, sin embargo, Azazel puede notar atrás de la chica, en el exterior, en una de las ventanas que estaban cerca de la heladera, en un rincón ve un "humano" de alrededor 1.60, teniendo un  un traje rojo muy oscuro, una máscara de zorro que cubria su cara aunque dejaba muy visible sus ojos, un movimiento de cabeza erráticos como si tuviera un nivel de extremismo de hiperactividad o de rabia en su cuerpo,  sus ojos eran tan palidos y la iri tan diminuta que lo apuñalaba a Azazel en su alma por la gran incomodidad, ¿llevaba rato ahí mirando?, pero en un momento a otro, explota "eso". Un espía en cubierto estaba hace segundos, minutos o horas observando al cuarteto. Cuando ese humo lo hizo desaparecer, atrás de ese humo blanquecino, se vió uno, pero oscuro, a 120-150 metros de donde estaban, parecía que una hoguera se salió de control por culpa de los que acampaban, ¿o el que causó todo esto fue el de la máscara de zorro?. 

También había dejado flotando en el aire hasta caer adentro de la casa una hoja de papel un poco quemada, y no tan visible cada letra que decía, pueden leerla si querían. 

Hoja
Si al#### ##### jugar
Por varios #### en ###edad
Desde siempre d### tocar
La ######canción de### aquel día
El impostor quitó ##### #####
Ahora nos ###### para pecar
Podían notificar a Kazuki por el incendio y lo que vieron, despertar a los chicos...Salir no pueden por la regla impuesta, ¿pero si alguien está en peligro?, ¿Van a ser testigo de su muerte indirectamente por no ayudarlo?, ¿Y si llaman justo cuando desean salir o quedará alguien para cuidar su "fortaleza"?. El ambiente se vuelve tenso, pueden pensar que solamente sea una broma de principiantes por la tarea que están haciendo, ¿será cómplice Kazu?. Podían usar la radio como principal ayuda y notificación sobre lo sucedido.
Datos
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Azazel se encontraba en una conversación con la chica de la aldea de la roca mientras vigilaba los alrededores desde lo alto de la torre. En un momento, sus agudos sentidos captaron un movimiento detrás de la joven. Al dirigir su mirada, vislumbró a un individuo de estatura promedio, vestido con un traje rojo oscuro y una máscara de zorro que no dejaba ver más que sus inquietantes ojos pálidos. El extraño parecía tener una energía desbordante, con movimientos erráticos que inquietaban a Azazel.

-- Tenemos problemas --

De repente, la situación dio un giro impactante cuando ese misterioso individuo explotó en un humo blanco, revelando que se trataba de un espía en cubierto. Sin embargo, la sorpresa no terminó ahí, ya que a cierta distancia, entre 120 y 150 metros, otro humo más oscuro se elevaba en el horizonte.

[tsk, un incendio? ¿lo habrá causado ese tipo?]

Ante este panorama, Azazel no perdió tiempo y se dio cuenta de que la situación era grave. Se encaminó rápidamente hacia las comunicaciones y envió un mensaje urgente a Kazuki Sarutobi, informándole de la presencia del espía y del humo distante. Esperaba con ansias las órdenes del experimentado shinobi.

Mientras aguardaba una respuesta, Azazel se percató de una pequeña hoja de papel chamuscada que yacía a sus pies. Al recogerla, descubrió un mensaje extraño y cifrado que rezaba:

"Si al#### ##### jugar
Por varios #### en ###edad
Desde siempre d### tocar
La ######canción de### aquel día
El impostor quitó ##### #####
Ahora nos ###### para pecar"

Azazel realizó un rápido análisis del mensaje con lo que habia leido de un vistazo, le llego a la mente algo como esto:

"Si alguno deben jugar
Por varios años en levedad
Desde siempre debe tocar
La bella canción desde aquel día
El impostor quitó algo importante
Ahora nos unimos para pecar"

[js, como quiera no tiene sentido, vamos Kazu responde..]

Azazel aun no entendía a que podría deberse esta nota, quizás era para distraerlos o despistarlos, la dejaría en la mesa por si algún otro quería leerla. Mientras tanto, seguía atento a cualquier movimiento en los alrededores y aguardando la respuesta de Kazuki.
narro / [pienso]--hablo-- 
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La chica se encontraba con sus brazos recargados en el barandal del balcón de la torre de vigilancia, en medio de un bosque oscuro y tenebroso, dándole algunas fumadas a su cigarro y soplando el humo hacía en frente cuando escuchó la voz de un joven, una voz que le cuestionaba sobre su hábito de fumar siendo alguien de linaje noble.

- En ocasiones me ayuda a lidiar con el estrés de mis problemas… pero eso no debería importarte… o eso creo… -

Dijo la chica ante las palabras de Azazel, él chico del Clan Uchiha tenía razón, el fumar no era un vicio propio de algún noble, pero a ella le servía para quitarse el estrés y la frustración que le ocasionaba el no poder lidiar con sus problemas de manera óptima. Kurami suspiró antes de sacar de nuevo la cajetilla y estirarla hacía el Uchiha.

- ¿Quieres uno? -

Dijo refiriéndose a los cigarros, obvio estaba, pero de pronto, el Uchiha pronunció que ahora tenían problemas, con su mirada clavada detrás de Kurami. La chica entre cerró los ojos al escucharlo y sin hacer ningún movimiento brusco, guardó la cajetilla entre sus ropas antes de girarse y mirar como una pequeña explosión de humo blanquecino aparecía

(¿¡Qué carajos sucedió!?)

Y eso no fue todo, pues un humo grisáceo se veía a la lejanía, Kurami sabía lo que aquello significaba, eso era humo de algún incendio, chocó ligeramente la palma de su mano contra su cara antes de volver a mirar, pudiendo notar como Azazel corría dentro de la torre para avisar al Sarutobi sobre la situación. Kurami se apresuró y entró unos segundos después de Azazel a la torre de vigilancia. Ahí, esperó a que el Uchiha terminara de notificar el problema al Chunin para hablarle

- Y nosotros que haremos?, ¿nos quedaremos aquí sin hacer nada?, aunque prefiero eso, hacer nada… -

Diría la chica con un tono de desinterés en sus palabras, en ocasiones podría ser alguien bastante floja, pero si recibía una orden, la acataría sin problemas
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