8:00pm
Afueras del hospital de Kirigakure
– Los edificios imperiales siempre tan fríos… tan burocráticos, un hospital debería ser un lugar más acogedor– pensó el joven genin mientras levantaba la mirada para contemplar frente a él el gran hospital de la aldea.
Hoy el padre de Horaime le encargó una tarea en especial, debía ir al hospital de la aldea y entregar un paquete de libros a uno de los médicos del lugar, el encargo llegó un poco tarde pero en teoría el médico encargado trabajaba el turno nocturno así que el genin no debería tener problemas con la entrega, –Quien hace un encargo en una librería a estas hora de la noche por dios– pensó el chico mientras se encaminaba a la puerta del gran edificio llevando su mano atrás para apoyar el paquete de libros en su espalda, el genin tenia puesta su vestimenta característica, un rakusu de color dorado con su patrón de cuadros en color verde, debajo un yukata de color azul con pantalones negros, y al costado izquierdo de su cintura colgada la bandana de la aldea, –Siempre siento escalofríos cuando vengo a este lugar– murmuro mientras cruzaba las puertas automáticas, el genin camino unos pasos mirando a su alrededor, el hospital estaba especialmente vació seguramente la hora también ayudaba a que así fuera.
–Bueno entre menos gente mejor así no tendré que hacer fila para preguntar– pensó el chico mientras terminaba de acercarse a un mostrador donde detrás sentada estaba una enfermera mirando atentamente un monitor, –H-hola, esto…– intentó preguntar el genin que rápidamente fue interrumpido por la enfermera de pelo negro que ni levanto la mirada, –Emergencias llenas la forma azul, citas medicas para mañana la forma verde, quejas la forma roja– dijo la chica como si de una contestadora automática se tratara, –No usted no… entiende yo…– de nuevo intento explicar el chico que obtuvo exactamente la misma respuesta que antes y con el mismo tono exacto, –KAMADA busca al doctor Kamanda…– respondió el genin algo alterado , USH –No tiene por que hablar así– replico la enfermera en un tomo de desagrado mirando por primera vez al chico, inmediatamente la chica tomo un pequeño papel y le puso un sello, –Sótano dos, baja aquellas escalera– concluyo entregando el papelito al genin e inmediatamente dándole la espalda, –Gracias– respondió el chico mientras tomaba el documento y una de las formas de color rojo que seguramente utilizaría después.
El genin bajo las escaleras rápidamente queriendo acabar con el encargo lo más pronto posible y salir de aquel lúgubre lugar, –Bueno ella dijo sótano dos supongo que debo seguir bajando– pensó sin detenerse mientras bajaba otro piso más, –Veamos en qué piso estaré…– murmuró el genin mirando a su alrededor, para ese punto el chico estaba en un piso totalmente desolado y con poca iluminación –Esto parece de historia de terror– dijo mientras se encaminaba a bajar otro piso más, justo cuanto el genin dio un paso en dirección a las escaleras pudo escuchar un ruido al fondo del oscuro pasillo.